viernes, 27 de enero de 2023

Ruta por la Sierra de la Cabrera de Madrid: De Colmenar Viejo a Patones de Arriba


Milano Real de la Sierra de la Cabrera, by JM Sánchez-Brunete

Castillo de Manzannares el Real, al fondo, embalse de Santillana

Puente Medieval de El Grajal, Colmenar Viejo

Plaza Mayor de Torrelaguna, Madrid

Atalaya de el Berrueco

Patones de Arriba, Madrid
Miradores del Atazar, Sierra Norte de Madrid

La Sierra de la Cabrera de Madrid, un lugar para desconectar, hacer turismo rural, vivir experiencias inolvidables y disfrutar al máximo en plena Sierra de Madrid. 



Las casas rurales son acogedoras y confortables, los restaurantes ofrecen gastronomía sabrosa elaborada con esmero, los pueblos son encantadores y conservan su espíritu rural, las rutas permiten estar en contacto con la naturaleza, las actividades son espectaculares y en un entorno precioso...


Indice:


1. Donde está Colmenar Viejo, Origen de nuestra Ruta


2. Croquis de nuestra Ruta



3. Algo de historia

Los orígenes de los asentamientos humanos en la comarca de la Sierra Norte de Madrid se remontan al neolítico, existiendo yacimientos arqueológicos que así lo atestiguan, especialmente en Manzanares El Real.

Estos primeros pobladores vivían en cuevas y riscos, y se dedicaban fundamentalmente al pastoreo. Algunos estudiosos afirman que pertenecían a la tribu de los Carpetanos, de ahí el nombre que tomó esta sierra durante mucho tiempo: Montes Carpetanos.

Existen vestigios de civilizaciones posteriores, como romanos, visigodos y musulmanes. Es en la Reconquista, a partir del siglo X, cuando la comarca adquirió relevancia y protagonizó un patente desarrollo económico. A estas tierras llegaron pobladores de la meseta norte, fundamentalmente pastores segovianos, atraídos por los ricos pastos y la abundancia de agua. 

Al ser una tierra fronteriza, fueron frecuentes, durante más de tres siglos, los enfrentamientos entre Madrid y Segovia por hacerse con la propiedad de la comarca. Para dirimir estas disputas el rey Alfonso X El Sabio creó una figura territorial, El Real de Manzanares, que englobaba Manzanares El Real y 19 pueblos más. Sin embargo, al llegar al trono el rey Sancho IV, cedió este territorio a los segovianos.

Las disputas continuaron hasta que el rey Juan I, en el siglo XIV, cedió estos territorios a la familia Mendoza a modo de mayorazgo feudal. Así esta familia de nobles poseyó estas tierras hasta la disolución de El Real de Manzanares, en el siglo XVI, con la cesión del título de Villa a la mayoría de las poblaciones que pertenecían a este mayorazgo.

El traslado de la Corte de Felipe II de Valladolid a Madrid, supuso un importante impulso social e industrial para la comarca.

4. Fauna y Flora de la Sierra de la Cabrera de Madrid


Sierra Norte de Madrid


Una naturaleza privilegiada

Fauna


Cabra Montés de la Sierra de la Cabrera de Madrid

La riqueza y variedad de hábitats se traduce, también, en presencia, en nuestro valle alto del Lozoya, de una gran variedad de especies pobladoras o visitantes. Vamos a enumerar las más destacadas.

Mamíferos: corzo, cabra montés, jabalí, lobo ibérico, tejón, zorro.

Lobos en la Sierra Norte de Madrid

Aves: cigüeña común, garza real, rabilargo, autillo, águila imperial ibérica, buitre negro, somormujo lavanco, mosquitero papialbo, pico picapinos, abejaruco


Anfibios y reptiles: lagarto ocelado, lagarto verdinegro, lagartija carpetana, lagartija colilarga, culebra de escalera, sapo corredor, sapo común, sapo de espuelas, salamandra común

Salamandra común en la Sierra Norte

Invertebrados: ciervo volante, mariposa apolo, Graellsia isabelae, Libelloides hispanicus, ditisco

Flora

Peonia Oficinalis en la Sierra de la Cabrera

El paisaje ofrece un magnífico mosaico con ejemplos de las formaciones vegetales del interior Peninsular, fruto del relieve, de los suelos y del característico clima (con matices mediterráneos, atlánticos y de montaña) y de la actividad humana que se aprecia en las zonas más o menos adehesadas artificialmente y en sus pastos.

Encinar y fresnedas ocupan las zonas de menor altitud, las primeras en laderas expuestas a solana (orientación sur-suroeste) con menos humedad, y los fresnos en zonas más frescas y con más agua

.Adenocarpus hispanicus en la Sierra Norte de Madrid

Sabinar: contamos con un bosque relicto de sabinas de unas 80 hectáreas, en las que también hay presencia de encinas, enebro y roble. Lo podemos visitar en la ladera sur del monte de El Chaparral.

Matorrales: en zonas de deterioro o del bosque o de la antigua explotación agropecuaria, aparecen zonas colonizadas por especies de porte arbustivo con dominancia de zarzales y juncales (con parecida distribución que encinas y fresnedas en función de la humedad).

Robledal: un poco más arriba, entre los 1.200 a 1.700 mts. de altitud, encontramos las masas de roble melojo con presencia de acebos, abedules y tejos en zonas umbrías. El aspecto actual de nuestros robledales es herencia de la explotación (ganadera y carbonera) y de la repoblación con pinos.

Pinar: el pino silvestre ocupa una gran zona de altitudes entre 1.500 a 2.000 mts. Con la actuación humana (reforestación) ha arrebatado mucho espacio al robledal. En Lozoya aparece con presencia de enebro rastrero, que se hace más visible al aumentar la altitud.


Matorral de altura: subiendo hacia las cumbres, los pinos abigarrados (por el viento) dejan más espacio al enebro y al piornal serrano y a los pastos.

Pastos de cumbres: en los rasos (altiplanos) encontramos praderas de alta montaña con presencia de roquedos colonizados por líquenes serranos.+

Armeria Caespinosa en la Sierra Norte de Madrid

5. Que ver en Colmenar Viejo


Basílica de la Asunción de Nuestra Señora

Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, Colmenar Viejo

Esta bonita Basílica vio la luz en el siglo XV (Destacaban por aquel entonces los Mendoza,señores de Colmenar Viejo y del Real de Manzanares).

Está en Colmenar viejo un pueblo de la cuenca alta de Manzanares y a unos 31 km de Madrid.
Llegar es fácil, cogéis la M-40 sentido A-6 y os desviais en la M-607, os lleva directos.

Es un templo gótico en el que vais a poder observar que lo más bonito de su parte exterior es el Campanario. También desde el exterior se pueden contemplar las 3 puertas de la iglesia.

Y cuando entrais dentro vais a poder observar un bello retablo representando la ascensión a los cielos de la Virgen María ( Dará del 1560 a 1584 y es de estilo del Renacimiento Plateresco).

En el interior del templo cabe destacar una bellas muestras de pintura y escultura renacentista así como distintas obras de estilos barroco y rococó.

Lo más interesante de la basílica si os gusta la música es que posee una fantástica sonoridad gracias a la cual se celebran concierto de música clásica (ya sean de coros o de orquestas).

Es una Basílica muy bonita y merece la pena venir a visitarla además del pueblo.

Dehesa de Navalvillar


Dehesa de Navalvillar, Colmenar Viejo

La dehesa de Navalvillar desde el cerro de San Pedro. Al fondo Colmenar Viejo.


La dehesa de Navalvillar es un espacio natural situado en el municipio de Colmenar Viejo, Madrid (España). Existen referencias a ella desde el siglo XI, donde se menciona que el Rey Alfonso X cazaba el oso en su parajes. Desde hace algunos siglos perdió su masa forestal por la venta de la madera para el pago de las deudas municipales. 

Debido a su situación en las estribaciones de la sierra de Guadarrama, protegida por el norte por el cerro de San Pedro ha sido lugar de asentamientos desde la antigüedad, entre los restos encontrados se encuentran gran cantidad de viviendas visigodas de los siglos VI y VII que perduraron hasta después de la toma de la península por los árabes del siglo VIII y minas de metales

Navalvillar

Yacimiento de Navalvillar. Cimientos de la, posible, vivienda dentro del complejo.

En la Dehesa de Navalvillar se encuentra el yacimiento que recibe el mismo nombre, donde se puede observar una zona de viviendas, con una calle que delimitaba dos espacios diferenciados: uno, dedicado al hábitat familiar y otro, a los servicios.

Para algunos expertos el conjunto de Navalvillar es la planta de casa islámica más antigua de la península encontrada hasta el momento, y corresponde a una construcción civil, un conjunto agropecuario, datado sobre la base de una moneda de dirhem omeya del año 710,​ expuesto en la colección del Museo Arqueológico Nacional. Aunque, como se ha dicho, otros estudios ponen en entredicho este extremo y sitúan al conjunto en la sociedad visigoda.
Navalahija

Yacimiento de Navalahija. Cimientos del edificio donde se asentaba una fragua.

También en la Dehesa de Navalvillar en el paraje conocido como Valdepuerco, se encuentra el yacimiento de Navalahija, asentamiento hispanovisigodo datado en el siglo VII. En la campaña de 2008 se descubrió una fragua.

El yacimiento se encuentra en fase de excavación y estudio (dato de abril de 2010) por parte de un conjunto de expertos multidisciplinar.

Los restos de teja de arcilla cocida son abundantes. Ya entonces eran tejas del tipo curvo.

Ya en época moderna ha sido usada para: rodajes cinematográficos, más de doscientos (Espartaco, El Cid y gran cantidad de spaghetti westerns; prácticas de tiro militar, almacén de material municipal y lugar de ocio.

El hecho de haber sido una posesión municipal desde, al menos, el siglo XVI, y probablemente desde el XV, le ha permitido conservar los restos arqueológicos de una forma que no ha sido posible en otras zonas del municipio más alteradas por la actividad humana.

Estudios cinematográficos

La dehesa de Navalvillar es utilizada como pasto comunitario para el ganado vacuno.

Este espacio natural fue escenario de multitud de rodajes de películas de género wester en los años 60 y 70 gracias a la construcción de una serie de decorados estables a iniciativa del productor Emilio Lárraga, en nombre de la Cooperativa Cinematográfica Carthago Films,​ entre los que destacaban:El poblado de Lega-Michelena: un poblado del oeste que permanece en pié hasta 1973 en el que se rodaron películas de Sergio Leone tan conocidas como “La muerte tenía un precio” (1965) y “El bueno, el feo y el malo” (1966), “El halcón y la presa” (1966, Sergio Sollima), “La marca de Caín” (1968, Henry Levin) o “La letra escarlata” (1972, Wim Wenders).

El Fuerte de Medina: Diseñado y construido por José Luis Galicia y Jaime Pérez Cubero, fue el decorado de fuerte confederado más importante de los realizados en España. Estaba ambientado en los Estados Unidos de la década de 1870 y se utilizó en el rodaje de “Antes llega la muerte” (1964, Joaquín L. Romero Marchent), "La última aventura” (1968, Robert Siodmak) o “Al infierno, gringo” (1969, Nathan Juran).

El Rancho de Cubero-Galicia: Diseñado y construido por José Luis Galicia y Jaime Pérez Cubero, albergó una treintena de rodajes entre los que destacan “Los cuatro implacables” (1965, Primo Zeglio), “Plazo para morir” (1965, Gianni Grimaldi) o “Las petroleras” (1971, Cristian Jaque).

Necrópolis de la época visigoda, de "Remedios"

Colmenar Viejo

toma su nombre de la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de Colmenar Viejo, lugar de culto tradicional y centro simbólico a lo largo de la historia para los colmenareños. Se trata de una necrópolis de inhumación de época visigoda (siglos VI y VII d.

Aunque el descubrimiento de la necrópolis tuvo lugar en 1969, con motivo de las obras de remodelación de la ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, las excavaciones arqueológicas no se efectuaron hasta 1999. La importancia de sus descubrimientos, uno de los ejemplos más notables de necrópolis tardías del mundo antiguo, motivó a la Dirección General de Patrimonio Histórico su puesta en valor, incluyéndose en 2003 en el Plan de Yacimientos Visitables, continuando así con una serie de intervenciones para su acondicionamiento definitivo.

La necrópolis de Remedios se levanta en una pequeña loma, a 1000m de altitud, en una posición ligeramente elevada sobre las aldeas de Navalmojón, al norte, en Soto del Real, y Los Villares, al Sur, en Colmenar Viejo, si es que no se trata de la misma aldea con dos áreas separadas por la propia necrópolis.



ARQUITECTURA FUNERARIA

Tanto Remedios como la necrópolis cercana de Fuente del Moro presentan dos tipos de sepulturas: De cista, con ciertas variantes, y excavadas en roca, también con varios modelos. Las primeras presentan unos alzados mayores con piedras verticales o bien con varias hiladas de mampuestos de piedra de gneis, utilizándose, por

lo general una piedra vertical para los lados menores, cabecera y pies, buscando siempre la roca del lugar para el solado, y cubriéndose con una gran losa, o bien con otras dos o tres. Hay que destacar el panteón familiar, sepulturas 7 y 8 de Remedios, que presentaban un enlucido de cal.

Las sepulturas excavadas en la roca se conocen peor, presentando, además, la discusión de sus fechas, pues aunque algunos autores consideran que estos sepulcros excavados en roca también tienen sus orígenes en los siglos VI y VII d.C., otros especialistas consideran que su construcción se debe a los mozárabes. 

En nuestra opinión, es posible que su origen lo tengan en la Antigüedad tardía continuando su evolución tras el 711 d.C. Disponemos de varios ejemplos en Fuente del Moro, de forma trapezoidal, bañera, antropomorfa, es decir, señalando el hueco para la cabecera. 


En Remedios contamos también con otros ejemplos, siendo el más significativo el que se encuentra en una posición privilegiada, en el subsuelo del área de tránsito entre la capilla antigua y la nave construida en 1969, al tratarse de un ejemplo de reutilización del espacio funerario escasamente conocido: Sobre la sepultura antropomorfa de un adulto se cinceló en su parte central otra infantil.

RITUAL FUNERARIO

La práctica de enterramiento utilizada en Remedios es la inhumación, ya generalizada en la Península a partir del Siglo II d.C., sin que ello obedezca a creencias cristianas. 

Asimismo, el ritual funerario se corresponde con las necrópolis del mundo tardoantiguo, caracterizado por la escasa presencia de depósito ritual (jarra) y escasos adornos personales. Además, las reutilizaciones de las sepulturas son constantes, recogiendo los huesos del primer individuo para depositarlos en los pies del sepulcro, con atención especial para el cráneo.

La orientación de las sepulturas sigue también la tendencia generalizada en este tipo de necrópolis, con el cráneo al Noroeste y los pies al Sureste. 

Todas las sepulturas irradian desde el punto más elevado, donde se encuentra la actual ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, partiendo de la hipótesis de tratarse de un lugar de culto, aunque la única base para su propuesta es la aparición (descontextualizada totalmente) de la piedra mojón de época romana, que se amortizó en un momento posterior como tenante de altar, con un loculus para depositar reliquias en su cara cenital.

LA POBLACIÓN DE REMEDIOS

Las raíces y la acidez del terreno han perjudicado los estudios sobre la población inhumada de Remedios. De un total de 23 individuos estudiados, los datos antropológicos confirman que se trata de una población que falleció en edad muy joven, con una importante mortandad comprendida entre los grupos de 20 y 40 años.

LA ESTRATIGRAFÍA DE REMEDIOS: UN EXCELENTE BASURERO QUE ARRANCA DESDE LA PREHISTORIA RECIENTE

La estratigrafía de la necrópolis de Remedios aporta una información muy valiosa para el conocimiento de otras fases anteriores y posteriores a la existencia de la necrópolis.

 En primer lugar, hay que destacar la presencia de materiales cerámicos y líticos de grupos calcolíticos-campaniformes, cuya data se podría fijar hacia la transición entre el III y el II mileno a.C. 


Con todo, la mayor información la ofrece los vertidos de desechos que fueron colmatando las sepulturas, cuyos materiales son de época medieval, en claro contexto cuando el nuevo concejo de Colmenar Viejo decide levantar, o reconstruir, en este mismo lugar la ermita dedicada a San Bartolomé, cuyas primeras referencias documentales son de mediados del siglo XV.

Finalmente, hay que destacar la transformación del culto inicial, pasando el titular a un segundo plano con motivo de la nueva advocación a Ntra. Sra. de Remedios, hacia 1670, o con anterioridad, Patrona de Colmenar Viejo, entroncando así con la leyenda de su aparición en la piedra mojón de época romana y posteriormente tenante de altar en época visigoda, según la inscripción que se refleja bajo los epígrafes romanos y siguiendo con lo que nos han transmitido las personas mayores. 

En fin, Remedios es un espacio privilegiado para disfrutar donde tienen cabida la fe, la arqueología, la historia, la naturaleza…

El Puente del Batán

Puente del Batán, Colmenar Viejo

se sitúa próximo a la M-607, carretera que une las localidades de Colmenar Viejo y Cerceda, se sitúa sobre el río Manzanares poco después de ser retenido por el Embalse de Santillana, es de origen medieval y se construyó en una encrucijada de caminos de importancia estratégica por ser el paso que unía las dos castillas y por donde pasa el Camino de Santiago, lo que vemos hoy en día es el resultado de una restauración llevada a cabo por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la comunidad de Madrid recuperando del puente todo el esplendor que tuvo en un tiempo pasado.

El Puente del Batán se sitúa en un apartadero de la M-607, desde allí salen varias rutas senderistas dirección al Embalse de Santillana aguas arriba y aguas abajo dirección al Puente del Grajal.

Puente del Batán, Colmenar Viejo

También por allí y sobre el mismo puente pasa el Camino de Santiago madrileño que va dirección a Manzanares el Real, las flechas amarillas dan fe de ello. 

El puente recibe su nombre de un antiguo batán del que hoy solo quedan los restos ruinosos unos metros aguas arriba del mismo, el puente ha recibido múltiples restauraciones y remodelaciones, la más grande de ellas fue en el siglo XVI que tras una riada hubo que reconstruirlo casi por completo, de ahí que también se le denomine Puente Nuevo, aunque es casi más común conocerle como puente medieval, al menos así lo indican los paneles informativos de las inmediaciones.

Puente del Grajal 

Puente del Grajal, Colmenar Viejo

se halla en el término municipal de Colmenar Viejo, en la Comunidad de Madrid (España). Se alza sobre el curso alto del río Manzanares, junto a la carretera M-618, que enlaza la citada localidad con Hoyo de Manzanares y Torrelodones. Fue levantado en la Edad Media, durante la dominación musulmana de la península ibérica. Está incluido dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, figura legal que protege su entorno.

Historia

El puente formaba parte de un camino militar, que unía Talamanca de Jarama con el Valle del Tiétar, construido por el poder andalusí para comunicar una serie de atalayas y ciudadelas, con las que la población musulmana hacía frente a las incursiones cristianas en la Marca Media. 

Las más próximas a su enclave son las de Hoyo de Manzanares, conocida como La Torrecilla, y la torre-vigía de Torrelodones, que aún se mantienen en pie.

Estas fortificaciones fueron erigidas entre los siglos IX y XI, con lo que puede datarse la construcción del puente en este periodo. De la misma época son los puentes de la Alcanzorla (Galapagar), sobre el río Guadarrama; del Pasadero (Navalagamella), sobre el Perales; de Talamanca de Jarama, sobre el río homónimo; y de San Juan (Pelayos de la Presa), sobre el Alberche. Todos ellos estaban integrados dentro del citado camino militar.

El Puente del Grajal fue objeto de una restauración en el siglo XVIII, que alteró parcialmente su aspecto primitivo.

Descripción

El Puente del Grajal está construido enteramente en piedra de granito. Se sostiene sobre un arco de medio punto, de 10 m de luz. El ancho de su tablero es de 3,34 m, equivalentes a 6 codos rassassíes, que, junto a los 5 codos, eran las dos medidas más utilizadas en los puentes islámicos. Presenta rasante alomada.

Junto a su enclave, aguas abajo, se alza otro puente, construido para facilitar la circulación de vehículos por la carretera M-618. Aguas arriba, se encuentra la central hidroeléctrica de El Navallar, complejo integrado por la Presa del Grajal y el sifón de Navarrosillos, entre otras obras de ingeniería hidráulica. Fue inaugurado por el rey Alfonso XIII en junio de 1908.

A unos cinco kilómetros, igualmente aguas arriba, se halla el Puente del Batán, también de origen medieval, pero levantado tras la conquista cristiana de la Marca Media.

6. Comer en Colmenar Viejo

De Lucas Restaurante
Calle Corazon de Maria 6 Local 1,2, 
28770 Colmenar Viejo España
+34 918 45 98 69

Lamadrid
Avenida de Juan Pablo II 5 Local 4 Local 4, 
28770 Colmenar Viejo España
+34 918 48 49 11

Casa Ferreira
Calle Blascomillan 35, 
28770 Colmenar Viejo España
+34 918 45 44 03

Restaurante Mexicano Limón y Sal
Calle Gimialcón, 3. Santa Teresa Dentro de la Plaza peatonal, 
28770 Colmenar Viejo España
+34 910 56 92 97

y algo mas económicos

La Taberna de Manolo
Centro Comercial Mirador 
28770 Colmenar Viejo, Colmenar Viejo España
+34 619 12 55 22

Pizzeria Mamma Colmenar C.B.
Calle Gimialcon 3 Local 2, 
28770 Colmenar Viejo España
+34 918 45 62 53

Hamburgueseria de Teresa
Calle Isla del Rey 1, 
28770 Colmenar Viejo España
+34 683 51 91 95


7. Iglesia Visigoda de El Boalo

Iglesia Visigoda de El Boalo

Las últimas campañas de excavación realizadas en El Boalo han permitido descubrir una iglesia rural de época visigoda en plena Sierra de Madrid, en cuyo interior se han encontrado diversas tumbas que han permitido datar el templo entre la segunda mitad del siglo VII y el primer tercio del VIII.

Las excavaciones arqueológicas, realizadas entre mayo y junio en el cerrillo de El Rebollar, en El Molar, se han llevado a cabo en un aula rectangular, presentando una nave única y rematada en un ábside o cabecera de planta cuadrada.

Los trabajos han estado dirigidos por el profesor de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Salido, y la arqueóloga Charo Gómez, quienes avanzan en un comunicado que la planta original del edificio sufrió "reformas importantes" que serán analizadas en detalle en futuras investigaciones.
Tumbas sin expoliar

Los arqueólogos explican que, a diferencia de otras iglesias rurales conocidas, en este caso las tumbas no se hallaban expoliadas, sino en un estado de conservación "excelente".

En el interior de la nave se han localizado por el momento once tumbas "perfectamente orientadas" en sentido este-oeste, alineadas con los muros perimetrales.

Desde la Universidad Autónoma detallan que las tumbas se ordenan en tres hileras, alternando algunas de individuos infantiles y otras de adultos. La datación por Carbono 14 ha confirmado la cronología de una de las tumbas entre los años 656 y 727, cuyos restos óseos se hallaban "en un impecable estado de conservación".

Material óseo

Por otro lado, otros dos sarcófagos principales están realizados en una sola pieza, con un aspecto muy diferente; mientras que el cuarto está "muy bien trabajado y pulido" y contaba con una losa de cierre "perfectamente labrada" y un interior con molduras en la cabecera.

La información preliminar del material óseo conservado determina que se depositó el cuerpo de una mujer en un primer momento y, posteriormente, se redujo para colocar en el interior del sarcófago un segundo cuerpo masculino.

La "clara relación" entre las tumbas, "perfectamente orientadas" y dispuestas en hileras, han llevado a los investigadores a plantear la datación de la iglesia rural entre la segunda mitad del siglo VII y el primer tercio del VIII, "una cronología muy interesante porque coincide con la fase final del periodo visigodo", concluyen.

8. Manzanares el Real

Qué ver en Manzanares El Real, un pueblo de Madrid que lo tiene todo.

Este precioso pueblo, lleno de historia, está a menos de una hora en coche desde la capital, y está considerado uno de los pueblos más bonitos de Madrid. Acércate y disfruta de sus castillos, de sus ermitas, de sus fiestas, … No te preocupes: si no sabes cómo aprovechar el tiempo, nosotros te ayudaremos.

Un poco de historia.

El pueblo del que te venimos a hablar se encuentra asentado al pie de la Sierra de Guadarrama y en la orilla del embalse de Santillana el cual está formado por el río Manzanares. Cuenta con una superficie de 128,4km2, donde viven 8500 personas.

Los orígenes de Manzanares El Real se remontan a la prehistoria, como lo demuestran las pinturas rupestres que puedes ver en La Pedriza, unas montañas situadas en la vertiente sur de la sierra de Guadarrama. Si bien se sabe que los romanos también dejaron su huella no se han encontrado prácticamente restos. 

De hecho, la historia de este pueblo no se puede seguir hasta que no termina la conquista árabe, hacia el 1248. En esa época fueron muchos los madrileños que se dirigieron a Sevilla para tomarla, y los segovianos aprovecharon para repoblar la localidad. Estos se fueron expandiendo hacia el sur, de modo que los conflictos entre unos y otros no tardaron en aparecer.

Si en tu visita quieres hacer un Tour, o necesitas comprar alguna entrada para Museo o actividad, en este enlace te lo solucionan aquí.

Alfonso X puso fin a las batallas incorporando esos lugares a la Corona, pasando así a denominarse ‘El Real de Manzanares’. Más adelante, con la llegada de D. Pedro González de Mendoza a finales del siglo XIV, Manzanares viviría su periodo de máximo esplendor.

A día de hoy es la cuna de la Autonomía Madrileña.

Qué ver y que hacer en Manzanares El Real

Aquí, tanto si quieres viajar al pasado como si prefieres pasar un rato muy agradable durante algunas de las fiestas, como por ejemplo la de la Noche de San Juan en el mes de julio, o la del Cristo de la Nave el 14 de septiembre, podrás hacerlo sin problemas. Mientras vas reservando el día, apunta estos lugares que no te puedes perder:

Castillo de los Mendoza

Por supuesto, esta preciosidad merece estar en la lista. Se empezó a construir a comienzos de 1975 sobre una ermita románico-mudéjar, la cual por cierto se mantiene erguida. Es el mejor conservado de la Comunidad de Madrid.

Castillo nuevo de Manzanares el Real - Wikipedia, la enciclopedia ...
Castillo de los Mendoza, Manzanares el Real

Consta de cuatro torres en sus vértices, adornadas con bolas de estilo isabelino.


Los grandes ventanales de arco de medio punto, su patio rectangular y dos galerías hacen que te apetezca ir y volver una y otra vez, ya que además alberga un museo de los castillos españoles… ¡toda una delicia para la vista!

Manzanares El Real, Castillo Viejo de | Asociación española de ...Castillo viejo

Conocido también como Plaza de Armas, se trata de los restos de una fortaleza más vieja que el castillo del que te acabamos de hablar.

Si bien solo se conservan dos muros, que están dentro de un recinto ajardinado, es interesante pasar y echarles un vistazo.

Embalse de Santillana

En cuanto lleguéis al Castillo de Mendoza ya vais a tener una vistas preciosas del embalse, pero si podéis, aprovechar y pasaros por allí.

Embalse de Santillana

 Hay un par de rutas que también podéis hacer si vais con niños

Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra

Situada sobre la Peña Sacra, se construyó en el siglo XVI. 

No se sabe cuándo se empezó a rendir culto a la Virgen de la Peña Sacra, pero sí que a partir del siglo XVII su importancia fue en aumento, hasta el punto de que incluso hoy aún existe mucha devoción por esta Virgen pese a que no es patrona del pueblo.

Pero no, no solo hay cosas que ver…, sino también que comer. 

Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra

Degusta las recetas tradicionales de patatas en caldero con cabrito, el conejo en escabeche o la más que popular cena de toro con patatas, que solo se hace en agosto en la Plaza tras las fiestas de verano.

9. Comer en Manzanares el Real

Restaurante Parra
Calle de los Panaderos, 13, 
28410 Manzanares el Real España
+34 918 53 95 77

La Variable
Calle Santa Teresa, 10, 
28410 Manzanares el Real España
+34 918 53 05 36

La Reunión
Plaza del Pueblo 12 Local 1, 
28410 Manzanares el Real España
+34 918 53 03 17

y algo mas economicos

Casa Julian
Avenida De La Pedriza, 128, 
28410 Manzanares el Real España
+34 918 53 04 86

La Jaima
Calle Castillo 10,
28410 Manzanares el Real España
+34 918 53 05 50

10. Atalaya de Venturada


El atractivo turístico más destacado del municipio es la Atalaya de Venturada, ubicada en el núcleo de Cotos de Monterrey. Se llega a ella yendo hacia dicha urbanización y dejando el coche en el aparcamiento que hay justo en la entrada. Desde ahí solo hay que caminar 200 metros.

La Atalaya de Venturada es una construcción de origen musulmán. Fue erigida a mediados del siglo X, cuando Abd-Al-Raman III se esforzaba por no perder el control del centro peninsular. Tiene muchas similitudes con otras estructuras militares de la época y de la zona, como la atalaya árabe de El Berrueco.

Sin embargo, el estado de conservación de la de Venturada no es tan bueno como la de El Berrueco. De hecho, se encuentra en un estado bastante ruinoso. Es una pena, ya que la atalaya tiene una gran belleza. Además, desde sus casi 10 metros de altura se pueden disfrutar de unas buenas vistas del entorno, aunque para subir hay que trepar entre las rocas.

Una visita imprescindible y a cinco minutos de la A1. No hay excusas para no dejarse pasar por aquí.


11. Iglesia Parroquial de Santiago Apostol, Venturada

Venturada.


Iglesia Parroquial de Santiago Apostol, Venturada

Según vimos la Atalaya, nos fuimos al núcleo de Venturada. El edificio más destacado allí es la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, un pequeño templo construido entre finales del siglo XII y comienzos del XIII. 

Junto a la Iglesia de San Pedro Apóstol de Torremocha del Jarama, es uno de los poquitos ejemplos de arte románico que hay en la Comunidad de Madrid. Muy de transición, con muchos matices, pero desde luego se puede circunscribir a ese estilo.

12. La Cabrera

Tumba del Moro

Tumba del Moro, La Cabrera

Cualquier aficionado a la arqueología disfrutará visitando esta pequeña necrópolis de época visigoda, excavada en su totalidad a principios de los años noventa. La Tumba del Moro está vinculada a un asentamiento rural del Siglo VII y la forman diez sepulturas, nueve de fosa simple y una de perfil antropomorfo.

Este conjunto funerario podría tratarse de un pequeño núcleo sepulcral que formase parte de una necrópolis mayor ubicada en el Cerro de La Cabeza.

Las tumbas que allí se encuentran están directamente excavadas en la roca granítica de la zona y tienen una longitud aproximada de 1,85 metros, una anchura de 0,48 y una profundidad de 0,40 metros. 

Tumba del Moro, La Cabrera

En ella se encontraron restos óseos humanos. Algunas de estas tumbas, son pequeños panteones familiares compuestos por sepulturas dobles.

Esta necrópolis, popularmente denominada Tumba del Moro, se encuentra en la carretera que une La Cabrera con el municipio serrano de Valdemanco (km 2 aprox.), en un paraje de excepcional belleza por la vegetación que lo envuelve, pero con un acceso un tanto complicado, ya que actualmente no está señalizado.

Como información adicional, hay que añadir que este paraje está incluido en la Relación de Espacios Naturales Madrileños por sus valores paisajísticos y arqueológicos.

Convento de San Antonio y San Julian


Convento de San Antonio y San Julian, La Cabrera

El Convento de San Julián y San Antonio es considerada una de las construcciones más valiosas del patrimonio medieval madrileño, se desconoce la fecha exacta de su fundación. 

Aunque su estilo Románico apunta a los Siglos XI y XII, la aparición en sus cercanías de una pequeña necrópolis revelaría un origen visigodo.

Tradicionalmente, se ha considerado que el Monasterio fue promovido por el rey Alfonso VI en el siglo XI y ocupado por la “Orden de la regla de San Benito”. En 1404, los Franciscanos tomaron las riendas del monasterio – bajo la advocación de San Antonio Abad- hasta que, tras la Invasión Napoleónica, los franceses lo convirtieron en un cuartel militar. 

Con la Desamortización de Mendizábal en 1835, fue comprado por los descendientes del pintor Francisco de Goya. Posteriormente perteneció al médico Jiménez Díaz y tras su muerte en los años sesenta, volvió a manos franciscanas. Tras su restauración en 2004, pertenece a los misioneros Identes.

El templo se encuentra a 57 km de Madrid y a unos dos del casco urbano de La Cabrera (Madrid), pueblo accesible desde la autopista A-1. 

Está enclavado en un paraje agreste, a 1.190 m de altitud, en las laderas del Cancho Gordo, la máxima cumbre de la Sierra de La Cabrera con una cota de 1.564 m. Se trata de un monte-isla de la vertiente meridional de la Sierra de Guadarrama.

No se conoce la fecha exacta de su fundación. La tradición sostiene que es del siglo XI y que fue promovido por el rey Alfonso VI (1040-1109), en el contexto de la campaña militar desplegada por la Corona de Castilla para la conquista de Toledo, en manos del poder andalusí.​

También es posible que fuera construido en la primera mitad del siglo XII, aunque siguiendo modelos anteriores al primer románico. Según otras teorías, puede tratarse de una construcción románico-visigótica. La existencia de restos arqueológicos de origen visigodo en sus proximidades lleva a pensar que pudo ser levantado sobre un primitivo templo prerrománico.

Su primera consagración fue la de san Julián y, hasta el siglo XIV, estuvo regentado por la orden benedictina. En 1404 pasó a manos de los franciscanos reformados de Pedro de Villacreces, quedando bajo la advocación de san Antonio de Padua. En 1567?, el convento fue el hogar del fraile cifontino Diego de Landa, nombrado guardiáán, que terminaría siendo el segundo obispo de Yucatán, en la Nueva España (1572-1579).

Fue reformado en los siglos XV y XVI. El lugar fue abandonado durante la invasión napoleónica. En 1812 los franciscanos pudieron restablecerse, permaneciendo hasta 1835, cuando fueron exclaustrados como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal. Posteriormente, fue comprado por los descendientes del pintor Francisco de Goya (1746-1828).

En el pasado siglo XX, el médico Carlos Jiménez Díaz (1898-1967) se hizo con la propiedad y procedió a su rehabilitación y adecuación para uso residencial. Desaparecido Jiménez Díaz, el edificio quedó en el abandono y fue objeto de rapiña y expolio. Desde el año 2004, pertenece a los Misioneros Identes, quienes, además de su función religiosa, promueven la celebración de actividades culturales y sociales. 

La Comunidad de Madrid procedió a su restauración y consolidación entre 1987 y 1993.

El convento ha tenido usos diversos a lo largo de los siglos. Fue utilizado como hospedería por personalidades históricas como el marqués de Santillana y el cardenal Cisneros y hasta sirvió de cárcel del clero durante un corto periodo de tiempo.

El convento está realizado en mampostería de granito. Su elemento arquitectónico más importante es la iglesia, que destaca por la singularidad de su estructura, si se tienen en cuenta las pautas estilísticas imperantes en el románico de los siglos XI y XII. A pesar de sus reducidas dimensiones, presenta una estructura de cierta complejidad, con cinco ábsides, tres naves y crucero.

Los ábsides son de planta semicircular y tienen diferentes alturas, distribuyéndose simétrica y escalonadamente. Los tres centrales se sitúan, a modo de prolongación, en la cabecera de cada una de las naves, mientras que los dos laterales se corresponden con los extremos de los brazos del crucero. Están formados por bóvedas de cuarto de esfera.

La existencia de cinco ábsides y, en consecuencia, de cinco altares hace pensar que en el lugar se celebraban varias misas en el mismo día, ante la prohibición litúrgica de que, en un mismo altar, se oficiasen varias misas en una única jornada.​

Con respecto a las naves, están integradas por bóvedas de medio cañón y arcos de medio punto, sostenidos por diferentes sistemas de apoyo. Los arcos del crucero y los triunfales se alzan sobre pilares cruciformes; y los restantes sobre columnas cilíndricas, con capiteles.

La desnudez decorativa es otra de las características del templo, que carece casi por completo de motivos escultóricos, tanto en el exterior como en el interior. Sólo cabe hablar de la presencia de varios escudos en los cerramientos oeste y sur, alusivos a la orden franciscana y al ducado del Infantado, al que estuvo adscrito La Cabrera. Fueron instalados durante las reformas llevadas a cabo en los siglos XV y XVI.

A estas reformas también corresponden la arquería conservada del claustro y el cuerpo bajo de la torre, que es cuadrada y fechable a partir del siglo XV. Es probable que la parte superior de ésta sea posterior, posiblemente del siglo XVIII.

En este tiempo sus muros han albergado personajes ilustres como los Mendoza, el Marqués de Santillana o el Cardenal Cisneros.

INFORMACIÓN PARA LA VISITA Y RESERVAS

Dirección
Convento de San Julián y San Antonio: Diseminado H San Antonio, 1, 28751 La Cabrera (Madrid)
Horarios y visitas guiadas

Pases:
Martes, jueves y sábados: 11:00 y 12:00 horas / 16:00 y 17:00 horas
Domingos y festivos: 11:00 horas
Contacto




13. y para Comer en La Cabrera

Cachivache
Calle Corcho, 26, 
28751 La Cabrera España
+34 918 68 80 30

El Asador de Teodomiro
Calle Carlos Ruiz nº3, 
28751 La Cabrera España
+34 918 68 89 01

La Posada De MARI

AV. DE LA CABRERA, 1, 
28751 La Cabrera España
+34 636 23 12 65

14. Torrelaguna

Torrelaguna se encuentra al Nordeste de la Comunidad de Madrid, lindando con la vecina Guadalajara. Se halla asentado sobre un terreno alomado que se eleva desde el río Jarama, el cual cruza su límite sureste, hasta las estribaciones serranas. Lo que más caracteriza este territorio es la presencia del Canal de Isabel II a través de un gran número de conducciones, acueductos, edificios auxiliares, vías de acceso o el histórico Canal de Cabarrús que regaba los cultivos de este territorio. 

Al norte del término encontramos una zona serrana de las faldas del Cerro de las Calerizas, con un paisaje predominante de monte bajo, rico en espliego, romero, tomillo, jara y retama.

El origen de la población parece ser romano. En la Alta Edad Media ya tenía el mismo emplazamiento que hoy, con una forma que todavía se identifica en su plano actual. Era uno de los enclaves cristiano-visigodos fortificados que se sucedían a lo largo del Jarama. 

Los musulmanes reforzaron las murallas y levantaron algunas atalayas. La tradición asegura que Torrelaguna, y concretamente el barrio de Caraquiz, fue la tierra de Santa María de la Cabeza, esposa de San Isidro, el patrón de Madrid. La Santa vivió, se casó y murió allí, y sus restos reposaron, hasta el siglo XVI que fueron trasladados a Madrid, en la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, luego llamada de Santa María de la Cabeza, situada en las inmediaciones del Jarama.

Torrelaguna cuenta con un nutrido número de elementos arquitectónicos excepcionales, hecho que motivó que en el año 1976 fuese declarada Monumento Histórico – Artístico. Cisneros en persona fundó un Convento de Franciscanos, el Hospital de San Bartolomé y construyó un acueducto.

Iglesia de Santa María Magdalena de Torrelaguna, Madrid



 La extraordinaria Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena constituye uno de los mejores exponentes del gótico madrileño. En los siglos XVI y XVII se construyeron numerosas casas solariegas y palacios blasonados, ya que la villa atrajo a muchas familias ilustres como la de Bernaldo de Quirós o los Mendoza.

Que ver en Torrelaguna

Si hay un enclave mítico en esta localidad, ese es la bella Plaza Mayor, donde podemos encontrar desde el Ayuntamiento (fundado por el Cardenal Cisneros en 1514 para servir como almacén de grano) a la Iglesia de Santa María Magdalena (uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica madrileña y que alberga los restos del poeta Juan de Mena y la lápida de Alfonso Jiménez, padre del Cardenal Cisneros). 

También veremos el Convento de las Hermanas Franciscanas y la Cruz de Cisneros, que fue levantada en 1802 sobre el lugar en el que estaba la casa donde nació el Cardenal, del que se sabe que no reparó en gastos para mejorar su Villa.

Murallas de Torrelaguna. Madrid

Caminando por sus rincones también podemos hallar restos de su antigua muralla del siglo XV, otros monumentos religiosos como el Monasterio Franciscano de la Madre de Dios o construcciones civiles como la Alhóndiga recientemente rehabilitada, el Centro Montalbán o la Casa de la Cultura. A su vez, seguro llamarán nuestra atención casas y palacios que remarcan el antiguo esplendor de Torrelaguna como el Palacio Arteaga, el Palacio Salinas o la Casa Vargas.

Como anécdota, resulta curioso saber que Torrelaguna fue una de las localizaciones para la película Orgullo y pasión protagonizada por Cary Grant y Sofía Loren.

En los alrededores merecen una visita el Canal de Cabarrús (construido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX) y el Canal de Isabel II, cuya sede está a las afueras del pueblo. 

De hecho, el entorno natural del Valle Medio del Jarama es muy rico en patrimonio hidráulico.


15. Comer en Torrelaguna

Casa Moraleda
Calle Cardenal Cisneros 15, 
28180 Torrelaguna España
+34 918 43 02 03

Alfoli de la Sal
Calle Estrella 7, 
28180 Torrelaguna España
+34 918 43 16 53

Bar Meson Las Cubas
Calle Mayor, 4, 
28180 Torrelaguna España
+34 918 43 19 02

16. Iglesia de San Pedro Apóstol  
Torremocha del Jarama

Iglesia de San Pedro Apóstol, Torremocha del Jarama

Imposible no empezar hablando de la Iglesia de San Pedro Apóstol, pues es uno de los escasísimos ejemplos de arte románico en la Comunidad de Madrid. 

El templo surgió casi de casualidad, a partir de una torre vigía altomedieval a la cual se le adosó posteriormente una pequeña ermita. Resultó así un edificio con mucha personalidad, de esos a los que no es fácil encontrarle parecido. Sin duda, una de las iglesias más bonitas de la Sierra Norte.

Ojito, que esta pequeña parroquia de Torremocha del Jarama fue construida entre los siglos XIII y XV. Eso se traduce en que no solo es románica, sino que podréis encontrar arte gótico en sus elementos más tardíos. Mención especial merecen las pinturas murales del presbiterio, únicas también en la Comunidad de Madrid.

17. Patones de Arriba


Patones de Arriba, Madrid

Patones de Arriba es uno de los mejores y más representativos ejemplos de la arquitectura de pizarra negra y un ejemplo único en la Comunidad de Madrid. En este paraje recóndito, enclavado en el valle del Jarama, disfrutarás de un paisaje y unas construcciones insólitas (un museo de pizarra al aire libre).

Dice la leyenda que ni Napoleón pudo encontrar este pequeño asentamiento de montaña de difícil acceso, que tuvo hasta reyes propios. Declarado conjunto histórico y Bien de Interés Cultural en 1999 es, a partes iguales, un secreto y una sorpresa. Esculpida entre las rocas, la arquitectura única de Patones permanece resguardada en un paréntesis de tiempo. Un secreto que debe descubrirse paso a paso.

Qué ver en Patones

En Patones, tendrás la oportunidad de visitar antiguos restos arqueológicos de gran valor, como el Yacimiento de la Dehesa de la Oliva; descubrir paisajes sorprendentes, como los que te aguardan en los altos del cerro, en el Cancho de la Cabeza; y admirar su patrimonio hidráulico, con estructuras tan destacadas como la presa de El Atazar o la del Pontón de la Oliva, la más antigua de la Comunidad de Madrid.

Pasea por el laberinto de empinadas calles sinuosas para admirar de cerca las viviendas típicas, constituidas a base de pizarra, madera, ladrillo árabe, jaras y retamas. 

Visita la Iglesia de San José, acércate al Lavadero y la Fuente Nueva, uno de los rincones más fotografiados de Patones de Arriba que te permitirá viajar en el tiempo. 

Puedes también apreciar y contemplar antiguos hornos de leña, que se utilizaban sobre todo para cocer el pan y que son uno de los elementos más característicos de la arquitectura tradicional del pueblo, junto con las eras, los arrenes o los antiguos tinados que muestran la importancia de la ganadería en su economía.

Restos de la ermita románico-mudéjar de la Virgen de la Oliva

En las afueras, ve hasta la ermita románico-mudéjar de la Virgen de la Oliva, del siglo XIII. Algo más allá, historia y sendero se orientan hacia los restos de un castro prerromano, concluyendo ante la presa del Pontón de la Oliva. El pasado late también con fuerza bajo la montaña, en la cueva del Posteguillo , guardiana de pinturas rupestres.

18. Comer en Patones de Arriba

El Lavadero de Patones
Calle Buenavista 29, 
28189 Patones de Arriba España
+34 651 97 91 10

El Rey de Patones
28189 Azas, 13, 
28189 Patones de Arriba España
+34 918 43 20 37

El Rincon de Patones
Calle Arroyo 16, 
28189 Patones de Arriba España
+34 609 12 62 61

Restaurante El Chiscon
Travesia de la Iglesia, 2, 
Patones de Arriba España
+34 918 43 21 66

Que ver en Patones de Arriba


En Patones, tendrás la oportunidad de visitar antiguos restos arqueológicos de gran valor, como el Yacimiento de la Dehesa de la Oliva; descubrir paisajes sorprendentes, como los que te aguardan en los altos del cerro, en el Cancho de la Cabeza; y admirar su patrimonio hidráulico, con estructuras tan destacadas como la presa de El Atazar o la del Pontón de la Oliva, la más antigua de la Comunidad de Madrid.

Pasea por el laberinto de empinadas calles sinuosas para admirar de cerca las viviendas típicas, constituidas a base de pizarra, madera, ladrillo árabe, jaras y retamas. Visita la Iglesia de San José, acércate al Lavadero y la Fuente Nueva, uno de los rincones más fotografiados de Patones de Arriba que te permitirá viajar en el tiempo. 

Puedes también apreciar y contemplar antiguos hornos de leña, que se utilizaban sobre todo para cocer el pan y que son uno de los elementos más característicos de la arquitectura tradicional del pueblo, junto con las eras, los arrenes o los antiguos tinados que muestran la importancia de la ganadería en su economía.

En las afueras, ve hasta la ermita románico-mudéjar de la Virgen de la Oliva, del siglo XIII. Algo más allá, historia y sendero se orientan hacia los restos de un castro prerromano, concluyendo ante la presa del Pontón de la Oliva. El pasado late también con fuerza bajo la montaña, en la cueva del Posteguillo , guardiana de pinturas rupestres.


Yacimiento Dehesa de la Oliva

El Yacimiento arqueológico, se encuentra en el Cerro de la Dehesa de la Oliva, dando cuenta de la ocupación de diferentes grupos humanos de culturas y sociedades dispares, desde los cazadores del Paleolítico Superior y los materiales dejados por los agricultores del Neolítico o los primeros forjadores, calcolíticos y de la Edad del Bronce. Por otro lado, la parte superior del cerro albergó un núcleo urbano de origen prerromano.

Lo que sí se sabe es que fue una ciudad romana tardorrepublicana de cierta entidad, de diseño ortogonal dotada de calles, infraestructuras hidráulicas y edificios públicos.

Se abandonó de forma pacífica en el primer tercio del siglo I después de Cristo. El cerro de la Oliva permaneció despoblado hasta el siglo V d. C., cuando pobladores visigodos se asientan en la parte baja y emplean las viejas ruinas romanas de la parte superior como área funeraria. La necrópolis está formada por 33 tumbas.

Se abandonó y se volvió a ocupar después de la Reconquista, siendo el vestigio más importante la iglesia románico-mudéjar de la Virgen de la Oliva, del siglo XIII, que se encuentra en una de las faldas de este Yacimiento.



Cueva del Reguerillo

Paisaje en las proximidades de la cueva del Reguerillo

La cueva del Reguerillo es la cavidad más importante de la comunidad de Madrid, tanto en aspectos científicos como espeleo-deportivos. Declarada Monumento de interés nacional en 1944, actualmente se encuentra cerrada por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, para la realización de estudios arqueológicos y paleontológicos.

Acceso

La cueva está situada en el término municipal del pueblo de Patones. Para llegar a ella debemos llegar al pueblo desde Torrelaguna, y atravesarlo para continuar por la carretera M-102, hacia la presa del Pontón de la Oliva, y luego hacia la Presa del Atazar.

Unos 300 metros después de haber pasado los tubos del Canal de Isabel II parte a la derecha una pista forestal ascendente. Los coches se deben dejar en el espacio para coches que hay ahí mismo, puesto que el acceso a la pista está prohibido y se multan a los coches que suben por ella.

Subiendo a pie por la pista, unos 50 metros antes de pasar de nuevo sobre los tubos, la entrada natural de la cavidad se encuentra en un alto a la izquierda del camino. Veremos una senda ascendente que sale del camino, e incluso los carteles que hay en la entrada son visibles desde el mismo.

El acceso a la entrada artificial se puede hacer bien por encima de la montaña, o bien subiendo desde la presa del Pontón de la Oliva por una senda empinada a la izquierda de la presa.

Lamentablemente, el fácil acceso a la cueva y la cercanía con la ciudad de Madrid ha hecho de la cavidad el centro de recreo de numerosos grupos, que sin los conocimientos espeleológicos y el respeto necesarios con nuestro patrimonio cárstico, la han llenado de basura y plagado sus paredes y techos de pintadas y grafitis

La Gran Via, interior de la Cueva del del Reguerillo

La cavidad se encuentra cerrada con rejas y candados en todas sus bocas desde noviembre de 2006, sancionándose a los infractores con fuertes multas.

Actualmente las excavaciones por parte de Patrimonio continúan y no se sabe cuándo se reabrirá, aunque sea parcialmente o previo permisos.

Primera presa de Madrid, el Pontón de la Oliva

Primera presa de Madrid, el Pontón de la Oliva, Patones

a 5 km al noreste de Patones de Abajo. 

Es un gigante silencioso que nos muestra los comienzos de la arquitectura industrial en nuestro país y es un lugar de geología y naturaleza espectacular. 

Para descubrirla por libre, puedes dejar el coche en el aparcamiento del Pontón de la Oliva en la M-134 y llegar caminando tras unos 5 minutos. A lo largo de la senda, encontrarás los restos de la Ermita de la Virgen de la Oliva, que también merece una parada.

2. Continuamos hacia el norte por la carretera M-134 y aparcamos en el Km 2 para visitar el Conjunto Arqueológico de la Dehesa de la Oliva. 

Desde el Paleolítico superior, cuando las mujeres y los hombres cavernarios utilizaban las cuevas de la zona, su historia continua hasta la Edad del Hierro con la presencia de un castro y nos permite viajar en el tiempo hasta la época romana y terminar en el siglo VI dC en una antigua necrópolis visigoda. Para trasladarte a su pasado milenario, la Oficina de Turismo de Patones también organiza visitas guiadas aquí.

Mirador Embalse de El Atazar

Mirador Embalse de El Atazar

En la M-133, la carretera llena de curvas que lleva hasta el pueblo de El Atazar, encontraréis el que (al menos en nuestra opinión) es el mirador más impresionante de todos los de esta lista. Encaramado en las alturas, con una plataforma que pondrá a prueba vuestro vértigo, en este espectacular mirador podréis divisar una de las zonas más anchas del Embalse de El Atazar. En concreto, la que está inmediatamente detrás de la presa.

Nos encantó encontrarnos con un sitio como este. La verdad, no esperábamos unas vistas así en la Comunidad de Madrid. Si os sabe a poco, podéis hacer otra parada en el segundo mirador que hay. Este se encuentra un poquito más abajo, algo más cerca de El Atazar pueblo.

19. Atalaya de El Berrueco


Atalaya de El Berrueco

Inicio: Plaza de la Picota. de El Berrueco
Finalización: Atalaya árabe de Torrepedrera. 

La ruta comienza en la Plaza de la Picota y se dirige, hacia la calle de Los Huertos, la calle Peña y sube por la calle de la Iglesia. Desde este punto se siguen las señales de la Senda del Genaro hacia el embalse de El Atazar por el antiguo Camino de Patones.


En este tramo hay que tener en cuenta que se trata de un camino bastante erosionado y con una fuerte pendiente. Se sigue por un camino de tierra señalizado con marcas de la Senda del Genaro o GR-300 y una señal de la Atalaya, que llevan al cruce de un paso canadiense para el ganado. Desde aquí se llega, bajando, a una de las colas del embalse y la desembocadura del arroyo de la Dehesilla.

El arroyo se atraviesa por un puente desde el que se ven el Canal del Villar y la almenara de Los Riajales (caseta del Canal deIsabel II). Tras cruzarlo, se continúa el camino de tierra, a la derecha y con suave ascenso, nuevamente con indicativos de la Senda del Genaro hacia Patones.

Tras pasar un abrevadero junto a un descansadero, la senda de la Atalaya cruza la M-133 o carretera de El Atazar hasta llegar a la Atalaya de Torrepedrera, desde donde se puede disfrutar de una zona de naturaleza excepcional, con monte de enebros y una hermosa panorámica de la sierra.

Fue construida en algún momento indeterminado entre los siglos IX y X, esto es, entre el emirato de Mohamed I de Córdoba y la época de Abderramán III.

Formaba parte de un sistema de atalayas, levantadas por los musulmanes en diferentes puntos de la Sierra de Guadarrama, que tenían como función vigilar los principales valles y vías de comunicación islámicos, ante posibles incursiones cristianas. Esta red defensiva tenía una gran importancia militar, por su enclave en una zona fronteriza, conocida como la Marca media de Al-Ándalus.​

Junto con otras torres y fortalezas, la atalaya de El Berrueco controlaba el camino fluvial del Jarama, que conducía hasta el puerto de Somosierra, uno de los pasos naturales entre las dos submesetas que conforman la Meseta Central. Se comunicaba con el cercano castillo de Uceda, en la provincia de Guadalajara, al que avisaba de las avanzadillas cristianas.

Características

La atalaya de El Berrueco tiene planta circular y forma cilíndrica, aunque con irregularidades que la asemejan a un tronco de árbol. Construida en sillarejo, es maciza en su primer piso. Se accede por el segundo, donde se sitúa la puerta, a unos 2,25 m (metros) de altura sobre el suelo.

Sus muros tienen un grosor que va desde los 1,58 m de la base hasta los 1,05 m de la parte superior. Su diámetro interior es de 3,3 m.

En 1983, fue declarada Monumento Histórico-Artístico, según Real Decreto 2863/1983, de 14 de septiembre. Presenta un buen estado de conservación. Aunque es de propiedad privada, el acceso está permitido.

20. Senderismo en Patones: Cancho de la Cabeza


En el término municipal de Patones de Arriba encontraréis el Mirador del Cancho de la Cabeza. Llegar hasta él requiere caminar un poquito, pero a cambio disfrutaréis del Embalse de El Atazar desde más de 1263 metros de altitud.

Mirador de Cancho de la Cabeza

Puede que sea uno de los que tienen más difícil acceso, pero os aseguramos que merece la pena. Al fin y al cabo, desde este mirador se divisa toda la comarca.




21. Otras Rutas Cercanas

Escapada de Fin de Semana a Buitrago de Lozoya, Madrid