
Anfiteatro romano de Santiponce
Italica, Sevilla
Basílica Tardorromana de Gerena
Batalla de Ilipa
Mosaico romano en el Museo Arqueologico de Sevilla
Murallas romanas de Sevilla
Mosaico del Palacio de Lebrija, Sevilla
Durante el siglo IV a.C. aparece en el Mediterráneo un nuevo jugador dispuesto
a tomar el relevo a cartaginenses, fenicios y griegos: Roma.
Si con griegos y fenicios se trató de una disputa comercial y política que
acabó con la absorcón de los territorios de ambos, Cartago disponía de
suficiente poder militar para plantar cara a la nueva república y frenar sus
ánimos expansionistas.
La provincia romana de Bética (en latín, Bætica) fue una de las provincias
romanas que existieron en la península ibérica, llamada por los romanos
Hispania. Tomó su nombre del río Betis (en latín Bætis), llamado en la
actualidad río Guadalquivir; su capital en la época romana fue la Colonia
Patricia Corduba, la actual ciudad española de Córdoba, en Andalucía.
Posteriormente, en el periodo visigodo, la capital pasó a ser Hispalis, la
actual ciudad de Sevilla.
La Bética tuvo una importante aportación al conjunto del Imperio romano, tanto
económica como cultural y política. En el terreno económico fue muy
significativa la extracción de minerales (oro, plata, cobre y plomo) y la
agricultura, con la producción y exportación sobre todo de cereales, aceite y
vino, estos dos últimos especialmente famosos en todo el Imperio junto con el
garum.
En el terreno político, la Bética fue durante mucho tiempo una provincia
senatorial que, debido a su alto grado de romanización, dependía del poder
político del Senado, no del poder militar del emperador. En ella se libró la
decisiva Batalla de Munda entre populares y optimates, partidarios de César y
Pompeyo, respectivamente. Además, dio a Roma los emperadores Trajano y
Adriano, naturales de Itálica, y al filósofo cordobés Séneca, entre muchos
otros.
Indice:
- Como llegar a la Ciudad romana de Laelia
- Croquis de nuestra ruta
- Ciudad de Laelia, Olivares
- Comer en Olivares
- Basílica Tardo romana, Gerena
- Comer en Gerena
- Ciudad Ilipa Magna, Alcalá del Río
- La Batalla de Ilipa
- Comer en Alcalá del Rio
- Conjunto Arqueológico de Itálica
- Comer en Itálica
- Los Romanos en Hispalis
- Restos romanos en la Ciudad de Sevilla<
- Comer en Sevilla
- Yacimiento de Osset Julia Constantia
- Ruinas de la Ciudad de Celti - Peñaflor
- Comer en Peñaflor
- Ciudad de Orippo, Dos Hermanas
- Comer en Dos Hermanas
- Otras Rutas Cercanas
1. Como llegar a la Ciudad romana de Laelia
El yacimiento del cerro de La Cabeza se halla en la cornisa noroeste del Aljarafe entre las poblaciones de Olivares y Albaida del Aljarafe, una zona muy rica en localizaciones arqueológicas que se remontan al final del neolítico y el calcolítico, entre el 5000 y el 3000 a.n.e.
Se trata de una elevación del terreno no natural, tell, producto de la
superposición de construcciones de diversas culturas; bajo él existen 20
metros de estructuras y rellenos históricos superpuestos.
De todo ello da prueba una inscripción existente en un arco que hasta el
S. XIX hubo en la puerta de Jerez, y que rezaba así
La construcción de un poblamiento decente se puede situar en el tiempo
entre los siglos IX Y VIII a.C., fecha en los que los pueblos autóctonos
comienzan a comerciar con los fenicios tras su llegada al sur de la
Península.
Pero además éste era el lugar donde vadeaba el río la vía Astigi-Emerita
(eje Norte-Sur), en una zona próxima a la desembocadura del Singlis
(Genil).
Este hecho es atestiguado por restos de entidad como el puente
sobre el río Retortillo y el dique ciclópeo de El Higuerón (construcción
romana que se encuentra en la orilla del río Guadalquivir) que
probablemente se adscriba a estos momentos.
Es citada en el VII Itinerario de Antonino (Vía Augusta), situándola entre
Ugia (Torre Alocaz, Utrera) e Hispalis (Sevilla), a orillas del antiguo
Lacus Ligustinus.
19. Otras Rutas Cercanas
2. Croquis de nuestra ruta
3. Ciudad de Laelia, Olivares
junto al río Guadalimar, se añaden los restos del acueducto de Itálica.
Ciudad romana de Laelia, Olivares
El Yacimiento del Cerro de la Cabeza de Olivares, tambien denominado Laelia
constituye uno de los elementos patrimoniales más singulares de la provincia
de Sevilla. Fundada en el Bronce Final durante el periodo tartésico, en el
cual recibe una fuerte influencia cultural.
Construida en la misma época que la ciudad de Itálica bajo el emperador
Cesar Augusto en el siglo VIII a.C. Esta ciudad tuvo que ser de gran
importancia durante la romanización hispana de la Bética ya que llegó a
acuñar 8 tipos de monedas.
Cabe destacar un embarcadero fluvial por el que llegaron las distintas
civilizaciones a lo largo del río Maenoba, hoy Guadiamar, a esta ciudad.
Cercano a este emplazamiento y a lo largo de nuestro término se conservan
restos del acueducto romano, destinado a llevar agua desde el desaparecido
poblado de Tejada hasta la ciudad de Itálica.
El nucleo se mantiene interrumpidamente poblado hasta la conquista cristiana
de la zona en el siglo XIII NE.
Con la conquista romana, la ciudad, entonces turdetana, es integrada y
asimilada por Roma bajo el nombre de Laelia.
Será una importante plaza comercial y productiva que llega incluso a acuñar
su propia moneda en época republicana y a desarrollar una población
considerable.
Descrita por Plinio, Laelia jugo un importante papel en el comercio de
metales obtenidos de las cercanas minas de Aznalcollar, así como en los
productos agrarios de las ricas vegas del Aljarafe.
El rio Guadiamar, navegable entonces servía como vía de salida de dichos
productos hacia el mar.
Aunque no se distinga estructura defensiva, si podemos reconocer el
montículo o pequeña colina formada por los restos arqueológicos de la
ocupación humana del lugar, sobre todo material constructivo.
En los alrededores, podemos encontrar numerosos restos de cerámica, un
molino hidráulico medieval y la zona portuaria de la ciudad.
Su posición, junto al Corredor Verde del Guadiamar, la convierte además en
un lugar de gran interés medioambiental.
4. y para Comer en Olivares
La Cocina De Mi Suegra
Calle Virgen de los Dolores 19A
Olivares
+34 683 47 60 94
El Traguito en Olivares
Calle Teodosio 23
Olivares
+34 661 80 50 52
Calle Constitucion, 2,
41804 Olivares España
+34 661 80 50 52
5. Basílica Tardo romana, Gerena
la más antigua de Andalucía.
Basílica Tardorromana de Gerena
La basílica se encuentra en el núcleo urbano de Gerena, en la confluencia de
tres comarcas naturales: La Sierra Norte, La Vega y El Aljarafe.
Se desarrolla a partir del siglo IV, aunque su mayor esplendor será en el
siglo V, momento en el que se podría fechar con seguridad, posteriormente se
le agrega el baptisterio, y en el siglo VI, se modifica la pila bautismal.
Su uso se extiende por todo el siglo VII y principios del VIII, hasta la
llegada de los árabes, y la consecuente pérdida de fuerza de la religión
cristiana en las zonas ocupadas
El conjunto posee unas dimensiones de 24,30 metros (baptisterio incluido)
por 9,30 metros de anchura, siendo la longitud de la basílica sin el
baptisterio de 18,40 metros.
De la iglesia sólo se conservan los cimientos, perfectamente trabados entre
sí y que se levantan sobre una base de roca calcárea que es nivelada debido
al declive del terreno en el sentido N-S.
Basílica Tardorromana de Gerena
Por la situación de los cimientos, podemos decir con certeza que la iglesia
estuvo compuesta por tres naves, una central más amplia y dos laterales más
pequeñas. El ábside, plano, se situaba en su centro, con otras dos salas de
la misma longitud que este pero más estrechas (en correspondencia con el
ancho de las naves laterales).
Basílica Tardorromana de Gerena
La separación de la nave central de las laterales, se realiza a través de
columnas, hecho constatado por la aparición de la oquedad, que
correspondería con la base de una primera columna, que por la separación que
existe entre el eje de esta y el baptisterio, podemos establecer la
separación en unos 2,2 m.
Basílica Tardorromana de Gerena
Y estaría compuesto por cinco columnas a cada lado. Cada uno de estos
soportes estarían conectados por arcos de medio punto, con un total de seis
arcos a cada lado.
El único registro que queda sobre la posición de una puerta es que se
encontraría sobre el muro lateral sur aproximadamente a mitad de la
basílica, suposición realizada en base a la posición de las tumbas que se
encuentran fuera de la basílica, por lo que esta pudo servir, una vez
ampliada la iglesia, para que los nuevos cristianos entraran en ella una vez
bautizados.
En un principio, probablemente la puerta principal estaría en el centro, a
los pies de la nave central, pero con la ampliación quedaría cegada y sería
cuando sería abierta la lateral que ya apuntábamos.
Se asocia una basílica paleocristiana a una necrópolis. Los enterramientos
sin ataúd, siendo común encontrar reutilizaciones de las tumbas. Abundan las
fosas cubiertas con paredes de ladrillos y cubriciones de tégulas,
consideradas romanas además, por su posición más próxima a la basílica que
correspondería a un primer momento.
Otras tumbas presentan cubiertas de piedra, y sus formas son antropomorfas
más que rectangulares. La cerámica de los ajuares se corresponde con
diversos tipos de jarras visigodas. La cronología abarcaría del Siglo V al
VIII.
6. Comer en Gerena
Casa Salvi Tapas
Miguel de Cervantes, 46,
41860 Gerena España
+34 955 78 32 72
La Laguna Restaurante y Tapería
Calle Laguna 5,
41860 Gerena España
+34 625 37 91 73
Carretera Garrobo 30,
41860 Gerena España
+34 626 00 06 27
7. Ciudad Ilipa Magna, Alcalá del Río
Alcalá del Río y la Batalla que cambió nuestra historia
La actual ciudad de Alcalá del Río, la antigua Ilipa Magna de los romanos,
fue fundada en el primer milenio antes de cristo, en el periodo de las
colonizaciones fenicias. Los restos arqueológicos recuperados en recientes
excavaciones indican la existencia de niveles y estructuras correspondientes
a los siglos VIII y VII a. C.
La elección del lugar, en uno de los cabezos más altos del entorno y a
orillas del río no fue casual. Su estratégica posición hizo que se
convirtiera en una de los principales enclaves del Bajo Guadalquivir
ejerciendo el control de las rutas terrestres y fluviales que conectaban con
las ricas minas de Sierra Morena y las fértiles tierras de la Vega.
Esta importancia la reflejaron historiadores de la antigüedad como Estrabón
o Ptolomeo quién la denominó Magna, con la intención de resaltarla frente a
otras ciudades. Durante el periodo romano la ciudad adquiere su máximo
esplendor.
La conquista del valle del Guadalquivir a fines del siglo III a. C. por las
tropas romanas trajo aparejada importantes cambios económicos y sociales en
Ilipa.
Muy pronto, en el siglo II a. C., la ciudad comienza a hacer circular sus
propias monedas, en las que se muestran los elementos que simbolizan su
riqueza: la espiga de trigo, por la fertilidad de sus campos, y la imagen
de un pez, un sábalo, en clara alusión al Betis.
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Muralla y Centro de Interpretación Muralla Romana Ilipa Magna
Más tarde, en torno a finales del siglo I a. C. la ciudad recibe el
estatuto privilegiado de municipium, lo cual supuso la entrada definitiva
de la ciudad en el sistema organizativo y administrativo romano,
equiparándose a otras ciudades importantes de la provincia Betica.
Todo este proceso económico y social fue acompañado de un importante
desarrollo urbano acorde con los nuevos planteamientos impulsados desde el
corazón del imperio romano. De este modo se llevará a cabo un programa de
monumentalización de la ciudad, dotándose a la ciudad de todos lo
elementos necesarios para el desarrollo de la vida municipal.
El foro, núcleo central de la cuidad, se levantó en el sector
septentrional. En él se encontraban los principales edificios necesarios
para el desarrollo de la vida municipal.
El puerto, eje de la vida económica, se emplazó en el punto máximo de
navegación de embarcaciones romanas de calado medio, lo que convirtió al
lugar en una parada obligatoria para el tráfico fluvial. Fuera de la,
ciudad junto a los principales caminos, se ubicaron sus necrópolis y
aquellas industrias, como las alfareras, que necesitaban de la proximidad
del río y de las vías de comunicación.

Ciudad Ilipa Magna, Antigua Alcalá del Río, Sevilla
De todo este programa, el testimonio más monumental que nos ha llegado a
nosotros es la muralla. Su construcción, en torno al siglo I d. C, es un
claro ejemplo de la romanización llevada a cabo en la Bética con la
llegada de Augusto.
La muralla se levantó rodeando la elevación sobre la que se fundó la
ciudad, aprovechando las condiciones topográficas del terreno para
potenciar sus defensas, a la que contribuyó el hallarse flanqueada a un
lado por el Guadalquivir y al otro por el arroyo Casanchas.
Su planta de tendencia ovalada y 1.500 m de perímetro delimitó un amplio
recinto de 14 ha. Los lienzos de más de 8 m de altitud quedaron
flanqueados por fuertes torres. Al interior, una serie de estribos
garantizaban la estabilidad de la estructura. Con esta obra Ilipa fue
fuertemente fortificada, quedando garantizado el control de este punto del
Betis, tan importante para el desarrollo económico y comercial no sólo de
Alcalá, si no del Bajo Guadalquivir.
Durante la dominación romana Alcalá del Río vivió, tal vez, su momento de
mayor esplendor. Hasta el nombre de la ciudad romana de Alcalá muestra su
grandeza: ILIPA MAGNA.
Durante más de tres siglos la ciudad gozó de gran importancia, pero con la
llegada del siglo III la ciudad se fue sumergiendo en un progresivo
declive.
La reducción de la producción de las minas y el paulatino traslado del
protagonismo portuario a Hispalis trajo aparejada la decadencia de la
ciudad y el abandono de casas y edificios que quedaran sepultados bajo las
ruinas y el paso de los siglos.
En términos históricos, merece ser destacada la Batalla de Ilipa o del
Vado de las Estacas.
Durante la segunda Guerra Púnica entre Roma y Cartago, llega a Hispania
Publio Cornelio Escipión “El Africano”, enviado por roma para detener el
avance cartaginés. En el año 206 a.C., y después de numerosas batallas,
“El Africano” al mando del ejército romano, y Asdrúbal, al mando del
cartaginés, se enfrentan en la Batalla de Ilipa, en las inmediaciones del
hoy conocido como Cortijo de “El Vado de las Estacas”, en el término
municipal de Alcalá del Río.
Esta batalla tuvo gran importancia, tal y como recogen numerosos
historiadores, y con esta victoria los romanos se asentaron en la
Península Ibérica. Después de la batalla, Escipión fundó la ciudad de
Itálica, ciudad romana conocida internacionalmente por la importancia de
los restos allí hallados.
8. La Batalla de Ilipa
Victoria romana en la II Guera Pünica
El nombre que gozó durante la ocupación romana da fe del estatus que llegó
alcanzar. Y es que, en sus inmediaciones tuvo lugar la trascendental
batalla de Ilipa en el año 206 a.C., donde la victoria romana frente a
Cartago permitió a los primeros asentarse en la península ibérica y dar
paso a siglos de colonización sobre la que denominaron Tierra de conejos.
Ilipa Magna fue una importante ciudad romana sobre cuyos restos se sitúa
la localidad Alcalá del Río, localizada al norte de la capital sevillana y
a la derecha del río Guadalquivir. De los mayores lugares con historia,
aunque no tan turísticos, que todavía quedan por Andalucía.
Ilipa Magna, la antigua Alcalá del Río
El gran general romano Publio Cornelio Escipión fue enviado aquí por el
Senado en el siglo III a.C. para detener el avance cartaginés que se
estaba dando en territorio hispano. Durante la Segunda Guerra Púnica,
Escipión se enfrentó al ejército de Asdrúbal en las inmediaciones del
cortijo conocido como Vado de las Estacas, en la propia Alcalá del Río.
El triunfo romano permitió que Escipión fundara a posteriori la ciudad de
Itálica, en la actual Santiponce, para asentar a sus legiones y
poblacionar el nuevo núcleo urbano.

Vista aérea de Alcalá del Río.
Pese a su opulencia bajo yugo romano, los orígenes de Alcalá del Río son
mucho más remotos, antiquísimos. Su fundación es fenicia, pero como lugar
de asentamiento es de por sí prehistórico, tras hallarse por la zona
puntas de sílex y hachas pulimentadas correspondientes al periodo
Neolítico.
Pero no son los únicos vestigios antiguos que han aparecido. También se ha
encontrado una necrópolis tartesia (en la finca La Angorrilla) e
inscripciones neopúnicas. Otros restos íberos y romanos se conservan en el
Museo Arqueológico de Sevilla.
El municipio romano se asentó sobre un antiguo poblado ibérico del siglo
IV a.C. y alcanzó su máximo esplendor alrededor del siglo I de nuestra
era. En su puerto atracaban barcos de gran calado. Del paso de los romanos
todavía se conservan numerosos restos arqueológicos, como la robusta
muralla, todavía visible y considerada Bien de Interés Cultural.
Su construcción, en torno al siglo I, es un claro ejemplo de la
romanización llevada a cabo en la provincia de la Bética con la llegada de
Octavio Augusto, el primer emperador que tuvo Roma.
Su planta de tendencia ovalada y 1.500 metros de perímetro delimitó un
amplio recinto de 14 hectáreas. Casi nada.
Mosaicos del Siglo I, Alcalá del RIo
Tras más de tres siglos de esplendor romano, Ilipa Magna decayó y dio
pasos a posteriores años de declive, para resurgir como enclave de control
del Guadalquivir durante la época medieval islámica.
Los apasionados a la historia y, por ende, a la arqueología, deben saber
que hace escasas fechas, exhaustivos trabajos arqueológicos en Alcalá del
Río han sacado a la luz unos mosaicos de indudable calidad artística y que
se han encontrado en un óptimo estado de conservación.
Son de finales del siglo I y mediados del siglo II y, después de excavarse
parte de las calzadas que conducían a Ilipa Magna o el foro romano, los
restos que esperan ser descubiertos son aún unos cuántos.
9. Comer en Alcalá del Rio
La Malcontenta
Calle Cordoba 29,
41300 San José de La Rinconada España
+34 954 79 31 96
C. Variante, 14 Salones Atalaya,
41200 Alcalá del Río España
+34 617 43 37 37
10. Conjunto Arqueológico de Itálica
Itálica es una antigua ciudad romana, la cual sus orígenes se remontan al
año 206 a.C. Este conjunto arqueológico fue declarado bien de interés
cultural en el año 1962 y se encuentra situado en el municipio de
Santiponce, en la comarca del Bajo Guadalquivir.
Es una opción muy didáctica, si estas pensando en realizar alguna
excursión en Sevilla.

Se trata de una antigua ciudad romana que llego a ocupar unas 52 hectáreas
aproximadamente y donde actualmente puedes encontrar los restos de algunas
ruinas como las de un anfiteatro romano, murallas romanas, acueductos,
termas y casas.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas
comprar alguna
entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad,
en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí.
Itálica fue la primera ciudad romana fundada en Hispania y fuera de
Italia.
Conjunto Arqueológico de Itálica nos da la posibilidad de visitar un
anfiteatro romano, mientras paseamos por el recorrido de lo que fueron sus
calles.
De esta forma podemos conocer algunos elementos de aquella época como los
edificios públicos, las casas, los objetos de arte y utensilios de la vida
cotidiana que utilizaban sus habitantes.
Para disfrutar al máximo de tu visita a este conjunto arqueológico,
existen dos opciones.
Puedes optar por realiza una visita guiada en grupo, o si lo prefieres
también tienen la opción de realizar una visita guiada de forma privada.
Recorrer este conjunto arqueológico es como viajar al pasado, sin salir de
esta preciosa provincia andaluza.
11. para Comer en Itálica
La Caseta De Antonio
Avda Rocío Vega, 10 | BAJO,
41970 Santiponce, España
+34 955 99 63 06
Bodeguita Nicomedes
Avenida de Rocio Vega 7,
41970 Santiponce, España
+34 955 99 70 81
y algo mas económico
| c/ Francisco Moreno Velazquez, 34,
41012 Santiponce, España
+34 697 24 95 51
12. Los Romanos en Hispalis
Algo de Historia
Curiosa las alusiones en la Biblia a la existencia en la zona próxima a
Sevilla de yacimientos de oro, donde el Rey Salomón enviaba naves para
obtener el material con el que edificar su templo.
Sobre la desaparición histórica de la cultura tartésica no hay
referencias, pudo ser aniquilada por pueblos que, provenientes de África,
entraron en la península y colonizaron la zona, sacudiéndose, sin solución
de continuidad, diversos pueblos en el enclave, turdetanos, íberos,
púnicos..
Durante la segunda guerra púnica ( Guerra entre las dos potencias
mediterraneas Roma y Cartago, comienza en 218 a.c. trás la destrucción de
Sagunto y la declaración de guerra de Roma y finaliza en 201 a.c. cuando
Aníbal y Escipión acuerdan la rendición de Cartago ante las tropas romanas
) Escipión llega al sur de la península ibérica y vence a los cartagineses
asentados en la zona.
Una vez conquistada la zona establece en unas lomas cercanas a la actual
Sevilla la población de Itálica, de la cual salieron dos emperadores
romanos, Adriano y Trajano. De la pujanza de Itálica cabe destacar la
construcción de un anfiteatro donde se representaban obras para la
nobleza. Acerca de la importancia del teatro para la Roma clásica es
interesante este artículo El Teatro en la Roma Clásica
En la actual Sevilla Julio Cesar, según cuenta la leyenda, por indicación
del propio Hércules, que le señaló el sitio, refundo la ciudad, llamándola
“Colonia Iulia Romula Hispalis” , “Julia” por él mismo, “Romula” en
memoria de Roma e “Híspalis” por la latinización del nombre anterior
“Ispal”

Hércules me edificó
Julio César me cercó
de muros y torres altas,
y el rey santo me ganó
con Garci Pérez de Vargas.
Los sevillanos consideran a Hércules como fundador de la ciudad y a Julio
Cesar como refundador, hecho que se constata en dos detalles, las columnas
existentes en la Alameda de Hércules, coronadas con estatuas de sendos
personajes históricos, así como un grabado en piedra en el Ayuntamiento,
concretamente en el arquillo donde figuran también las dos imágenes.
Hércules y Julio César están sobre dos columnas que en su día servían como
entrada del foro romano de Sevilla, en el siglo pasado se descubrieron,
dentro de una de las viviendas del casco histórico, 6 columnas de granito
procedente de Turquía, datadas en el siglo I d.C.; dos columnas fueron
alojadas en la Alameda de Hércules, una de ellos sufrió serios
desperfectos y las restantes están conservadas en el lugar de origen, en
la calle mármoles de Sevilla.
Las tropas romanas entran en el 206 a. C., durante la segunda guerra
púnica, bajo las órdenes del general Escipión el Africano y acaban con los
cartagineses que habitaban y defendían la región, siendo sus sucesores en
el sur peninsular. El general fundó Itálica, en la localidad cercana de
Santiponce, sobre dos colinas.
En el año 49 a. C., Híspalis poseía muralla y foro y contaba con actividad
mercantil portuaria.
Entre el 49 y el 45 a. C. tuvo lugar una guerra civil entre los
partidarios de Julio César y de Pompeyo.
Los sevillanos se posicionaron a favor de César. César, después de
pacificar el territorio, dejó como gobernador de la provincia a Quinto
Casio Longino con cuatro legiones. Este gobernador se dedicó a poner
contribuciones por su cuenta, para su lucro personal, y realizó otras
crueldades. Por esto, un grupo de romanos de Itálica se conjuró para
matarlo.
El gobernador fue apuñalado en cuando se encontraba en Córdoba pero
sobrevivió. Tras esto, hizo crucificar a cientos de romanos de Itálica y a
muchos sevillanos. Quinto Casio murió en un naufragio cerca de Tarragona.
Fracasada la conspiración, los andaluces se pusieron de parte de los hijos
del ya muerto Pompeyo y obligaron a César a someter la región en una
última campaña de su vida militar. En el invierno de los años 46-45 a. C.
se batalló sin tregua en los campos de las actuales provincias de Córdoba
y Sevilla hasta que logró una victoria decisiva en la batalla de Munda el
17 de marzo del 45 a. C.. Al término de la refriega, César dijo:
en todas mis anteriores batallas he luchado por la victoria; sólo en esta
acabo de hacerlo por salvar la piel
Julio César
Cuando, tras la victoria en Munda, César viene a Híspalis unos emisarios
hispalenses le salieron al encuentro para pedirle clemencia. César envió
con ellos a Caninio al mando de un destacamento que se hizo cargo de la
plaza mientras él acampaba a las afueras. Sin embargo, los pompeyanos de
Sevilla se indignaron de que la rendición se hubiera hecho a sus espaldas
y sin informar de ella a un tal Filón, que era un cabecilla de aquella
causa.
Cuando Filón se enteró de lo sucedido se puso en camino a Lenio y concertó
allí los servicios de Cecilio Nigro, que disponía un gran contingente de
guerreros. En mitad de la noche, este contingente penetró en Sevilla, pasó
a cuchillo a la guarnición cesariana, cerró las puertas y se dispuso a
hacer frente a César. Ante la preocupación de que, viéndose perdidos,
incendiasen la ciudad y destruyesen las murallas, César no los hostigó.
Les permitió hacer una salida y prender fuego a los barcos que estaban en
el río. Mientras los soldados del César se encargaban de apagar el
incendio, el contingente de Nigro emprendió la retirada, en la que más
tarde fueron diezmados por la caballería cesariana.
Según san Isidoro, Julio César llamó a la ciudad Iulia (por su nombre)
Rómula Híspalis.26 Según el catedrático Antonio Caballos
Rufino, la ciudad nunca fue llamada Iulia y el fundador de la misma fue el
procónsul Cayo Asinio Polión.
Julio César, en el año 45 a. C., le dio a la ciudad el estatuto de
colonia.
Híspalis pasó a ser convertirse en una ciudad hispano-romana comercial,
mientras que Itálica pasó a ser una ciudad residencial puramente romana.
El emperador Trajano nació probablemente en Itálica en el año 53.
Restos de los Caños de Carmona, un acueducto construido por los almohades
en el siglo xii siguiendo el trazado de otro anterior, de origen romano.
En Sevilla, el área alrededor de la actual plaza de la Alfalfa constituía
el punto de encuentro del cardo maximus que transcurría de norte a sur,
desde la actual iglesia de Santa Catalina hasta la calle Abades y el
Decumano mayor que transcurría de este a oeste desde la actual iglesia de
San Esteban en la calle Águilas hasta la plaza del Salvador.
En esta zona se encontraban el foro de la época imperial romana, que
comprendía templos, termas edificaciones públicas y mercados.
Entre los años 170 y 172 tribus del norte de África invadieron la
península pero fueron repelidos fácilmente por Aufidio Victorino. Durante
esta campaña, la Legión VII Gémina se estableció temporalmente en Itálica,
lo que obligó a considerar temporalmente a la Bética como provincia
imperial, es decir, controlada directamente por un legado del emperador.
En el 175 tuvo lugar otra invasión. Las ciudades de Itálica y Singilia
Barba fueron asediadas y liberadas por Valia Maximiano en el 177.
Según la tradición, en el siglo i el apóstol Santiago el Mayor vino a
evangelizar Hispania y nombró arzobispo de Sevilla a Pío, que le había
acompañado desde Jerusalén. No obstante, el Catálogo Gótico-Hispalense y
el Códice de San Millán, del siglo x, el primer nombre de arzobispo
hispalense que figura es el de Marcelo, a mediados del siglo iii.
Columnas romanas de la calle Mármoles.
En julio del 287 una procesión a la diosa Salambó pasó frente al puesto de
dos alfareras cristianas, las hermanas Justa y Rufina. El cortejo les
pidió un donativo pero ellas se negaron.
Una de las personas que llevaban el ídolo les rompió toda su mercadería y
las alfareras empujaron a la imagen de la diosa lejos de sí, que cayó
rompiéndose en pedazos.
Fueron llevadas ante el gobernador Diogeniano y martirizadas. Sus restos
fueron enterrados a las afueras de la ciudad por el arzobispo Sabino.
En virtud de la reforma administrativa de Diocleciano (293 d. C.) Híspalis
llegó a convertirse en el centro político de las cinco provincias
peninsulares, así como de las dos anejas, la Mauritania Tingitana y la
Baleárica, al residir en la ciudad el vicario de la diócesis hispana.
Según una de las diferentes transcripciones de un texto del poeta Ausonio,
Hispalis podría ser la undécima ciudad en la jerarquía del Alto Imperio
(293 d. C.), aunque otra transcripción de ese texto original de Ausonio
hallada en París, habla de Augusta Emerita como de esa undécima ciudad del
Imperio.
En la Hispania romana, la provincia Bética alcanzó una gran prosperidad,
en parte debido a las exportaciones de aceite de oliva. Una muestra del
comercio de Hispania con Roma es el monte Testaccio.
El Testaccio, o monte de los tiestos, es una colina artificial de 250 ×
150 m (metros) en su base y de más de 50 m de altura, formada por los
millones de restos de ánforas olearias (de aceite de oliva), arrojadas en
él durante casi trescientos años, desde la época de Augusto, hasta
mediados del siglo iii, donde el 80 % corresponde a ánforas béticas.
El principal conjunto arqueológico romano de la ciudad se encuentra en la
Plaza de la Encarnación, en los sótanos del Metropol Parasol. En él hay un
conjunto casas romanas, donde destacan numerosos mosaicos.
En el siglo xvi aparecieron en la calle Mármoles seis columnas de un
edificio romano, posiblemente un templo del siglo ii.
Dos de ellas fueron trasladadas a la Alameda de Hércules en 1576 y sobre
ellas se situaron estatuas de Hércules y Julio César. Otra de ellas se
rompió cuando estaba siendo traslada al Alcázar y hoy está enterrada en la
calle Mateos Gago. Las tres restantes permanecen en la calle Mármoles.
13. Restos romanos en la Ciudad de Sevilla
Sevilla no se entiende sin su pasado romano. Esta ciudad y su entorno
fueron un punto clave en la historia de Roma en el sur de Hispania y hoy
podemos disfrutar de muchos restos y recuerdos de esa época. Hablemos de
la Sevilla romana.
undadores de la ciudad de Sevilla, los romanos tuvieron una intensa
presencia en la zona y llegaron a establecer dos asentamientos
principales, Itálica y Julia Rómula Híspalis. La primera referencia
conocida data del año 206 antes de Cristo, cuando se registró la batalla
de Ilipa y se fundó Itálica, cuyos restos hoy se pueden disfrutar en la
cercana localidad de Santiponce.
El devenir romano en Sevilla tuvo dos localizaciones principales:
Itálica y la Colonia Julia Romula Hispalis
En el siglo I antes de Cristo, con la llegada de César a Sevilla, se crea
la colonia de Julia Romula Hispalis.
Híspalis
Como toda ciudad romana estaba cruzada por dos calles principales, que
convergían en el Foro, o plaza pública situada en la zona de actual la
plaza de la Alfalfa.
Las dos calles principales eran:
– El Cardo Máximo, de norte-sur, desde la Puerta de la Macarena , San
Luis, Busto Tavera calle Alhóndiga, Plaza de la Alfalfa, Cabeza del Rey
Don Pedro, Corral del Rey, Abades, llegando hasta Catedral.
– Decumano Máximo, que cruzaba la ciudad de este a oeste y era la zona
comercial, correspondiendo con las calle con Luchana, Rojas Marcos,
Estrella y Don Remondo.
Otros ramales transversales que llegaban de la Puerta de Córdoba para
enlazar con la calle Relator y la calle del Sol.
El palacio del Pretor estaba en la Basílica de la Trinidad, Ronda de
Capuchinos, y bajo el que se encontraban las cárceles donde fueron
martirizadas las Santas Justa y Rufina perseguidas por el gobernador
Diogeniano.
En la parte más alta de la ciudad, calle Mármoles, había un Templo en
honor a Júpiter Capitolino junto a la casa del Pontifex Maximus.
Del sistema del sistema de alcantarillado romano quedan restos bajo la
calle Abades, Levíes, el Salvador y calle Cuna.
El Circo Romano se encontraba en las actuales avenida de la Cruz
Roja y Fray Isidoro de Sevilla.
En este reportaje vamos a recorrer los lugares que conservan los vestigios
de esta gran civilización, que dejó una huella decisiva en la cultura de
esta zona del sur de España y que nos hace viajar a la esencia de nuestra
civilización occidental.
Templo de la calle Mármoles
En las calles Mármoles y Aire, entre el Barrio de Santa Cruz y La Alfalfa,
encontramos tres grandes columnas intactas que pertenecieron a un templo
romano de Marte, con gran envergadura. Es uno de los mayores vestigios
romanos que perduran en la ciudad. El edificio tenía seis columnas en su
frente.
Columnas de Hércules y César
Situadas en la Alameda de Hércules, son dos de las seis primitivas
columnas de un templo romano hallado en la calle Mármoles, que sostienen
estas dos estatuas.
Los Caños de Carmona
Son los restos de un acueducto romano que existió hasta 1912. Hecho de
ladrillo, constaba de aproximadamente 400 arcos sobre pilares, su nombre
se debe a que la Puerta de Carmona estaba adosada a los Caños, donde
todavía podemos ver sus restos, funcionando hasta el siglo XIX.
Caños de Carmona
Otro tramo se encuentra en el barrio de Los Pajaritos, concretamente en la
intersección de la Avenida de Andalucía con la Ronda del Tamarguillo.
En la Plaza de la Pescadería, centro de la ciudad, se encuentra Cisterna
Magna, visitable, que distribuía el agua procedente de los Caños, al se la
zona más alta de la ciudad.
Alcázar y Cripta del Patio de Banderas
Cripta del Patio de Banderas, Sevilla
De reciente excavación en ella se encuentran restos desde el siglo IX a.C.
hasta el XI d.C. De la Edad del Hierro de los fenicios y de la reforma
romana de la ciudad. En torno al 50 a.C., ya en época de Julio César, se
construye en este espacio un edificio monumental de uso portuario del que
se ha conservado la pequeña cripta ahora visitable.
Se puede ver muros romanos del siglo I a.D. muros de los almacenes
vinculados al puerto de Sevilla, con suelo de opus signinum (revestimiento
hidráulico aislante), ya que el río Baetis pasaba cerca del Alcázar.
Las Murallas
Barrio de la Macarena, Murallas
Las construcciones defensivas fueron construidas en tiempos de Julio
César, aproximadamente entre los años 68 y 65 a. C, con el fin de
reemplazar las antiguas defensas de troncos y barro que existía, siendo
ampliadas y perfeccionadas durante el imperio de su hijo César Augusto
debido al crecimiento de la ciudad. Con un perímetro menor que el actual
Plaza de San Francisco , Alameda de Hércules, Puerta Carmona , la Catedral
y la calle Álvarez Quintero.
Las actuales murallas son consecuencia de la reformas y ampliación que se
realizaron en la época árabe.
La ciudad romana fue destruida para la construcción de nuevos edificios,
de las pocos restos romanos, destaca en la Plaza de San Francisco, los
recientes hallazgos de restos de la muralla romana, que se podrán ver en
el Hotel situado en el número 11.
Calzadas romanas
En la Puerta Jerez, podemos ver frente al Hotel Alfonso XIII los restos de
la calzada romana que daba acceso a la ciudad desde el sur.
Calle la Florida , edificio de nueva construcción, en el que se ha hallado
recientemente la Vía Heraclea, una calzada que unía el levante con el sur
de Hispania del siglo I a. de C. Por esta vía entró en la ciudad Julio
César.
Antiquariúm
Antiquariúm de Sevilla
Bajo el Metropol Parasol (las setas) podemos ver los restos de la Sevilla
romana desde el 30 d.C. hasta el s. VI. Se pueden observar los mosaicos de
la Casa Romana, la Casa de la Ninfa y la Casa de Baco, así como un mural
de tres metros en el Patio del Océano.
Cuenta además con la Casa de la Columna, que contiene el mosaico de la
medusa, la Casa de las Basas, la Casa del Sigma, la Casa de la Noria y el
Hospitium de los Delfines.
Museo Arqueológico
Restos romanos en el Museo Arqueológico de Sevilla
Visita ineludible, cuenta con las mejores piezas de los yacimientos de
Sevilla y su provincia. En 2021 y «022, cerrado por reformas. Ver nuestro
reportaje del Museo Arqueológico de Sevilla.
y una vez en Sevilla, para saber todo sobre la ciudad

Palacios Sevillanos con restos romanos
Casa de Lebrija
Restos romanos en la Casa de Lebrija, Sevilla
Casa Salinas
Restos romanos en la Casa Palacio de Salinas, Sevilla
Casa de Pilatos
Restos romanos en la Casa de Pilatos, Sevilla
En la Casa de Pilatos encontramos las estatuas de 20 emperadores romanos.
Iglesia de San Vicente
Placa sobre la leyenda del rey Vándalo Gunderico. Iglesia de San
Vicente de Sevilla
Antigua basílica Tardo-romana, donde encontramos una placa sobre la
leyenda del rey Vándalo Gunderico, que conquistó la ciudad a Roma en el
411.
14. y para Comer en Sevilla
Cocome
Calle Tarifa 4,
41002 Sevilla, España
+34 955 11 15 66
MareaViva
Calle de Luis Arenas Ladislao 151
| frente a la entrada del parking del Centro comercial Nevion Plaza, 41005
Sevilla, España
+34 954 57 41 76
Arabesca Restaurant
Calle de San Fernando 23,
41004 Sevilla, España
+34 955 54 56 14
Abaceria del Postigo
Calle Tomás de Ibarra 4,
41001 Sevilla, España
+34 654 43 19 95
Casa Manolo León
Calle Guadalquivir 8,
41002 Sevilla, España
+34 954 37 37 35
y algo mas económicos
Salsitas
Avenida Pero Mingo, 12,
41016 Sevilla, España
+34 954 51 03 82
Akashito Sushi
Lopez de Gomara 23B,
41010 Sevilla, España
+34 955 10 31 52
Malavida
Plaza de Encarnacion S/N | Edificio Setas de Sevilla,
41003 Sevilla, España
+34 954 22 77 63
Bistro Los Tulipanes
Calle del Almirante Ulloa 8,
41001 Sevilla, España
+34 607 69 87 07
Pizzería Da Gabri
Calle de Zaragoza 38,
41001 Sevilla, España
+34 691 75 89 59
15. Yacimiento de Osset Julia Constantia
Centro de Interpretación Osset Iulia Constantia
Osset Iulia Constantia es la unión de dos nombres antiguos que recibió
San Juan de Aznalfarache. Osset es el nombre tartésico del asentamiento
que se encontraba sobre el cerro de Chavoya, en San Juan de
Aznalfarache.
Posteriormente, la zona fue llamada por los romanos Iulia Constantia
(Julia Constancia). Julio César, en el año 45 a. C. dotó al asentamiento
del estatus de municipio de derecho latino. Se piensa que Constantia es
un honor con el que la distinguió el propio Julio César.
El historiador romano Plinio el Viejo menciona que Osset era una ciudad
que se encontraba al otro lado del río Guadalquivir, lo que ha hecho a
algunos historiadores pensar que pudiera tratarse de Triana. Sin embargo
esto no es correcto, ya que un río pase a través de una ciudad no
convierte a la ciudad en dos ciudades.
Además, Plinio especifica que se encuentra en "la vanda de Sevilla, en
el lado derecho, que baja corriendo el río", lo cual sitúa a Osset al
Oeste y ligeramente al Sur, en San Juan de Aznalfarache, en cuyo cerro
de Chaboya existen restos antiguos que respaldan la tesis.
Sin embargo, no figura a menudo Iulia Constantia, sino simplemente Osset
o COSSET. Llama la atención la C de COSSET, que pudiera derivar de que
se tratara de una colonia, aunque la hipótesis más plausible es que se
trate de la C de Constantia, ya que en la provincia Bética existían 6
colonias (Hispalis, Corduba, Astigis, Asta, Asido, Tucci, Ituci, Atubi y
Urso) y ninguna de ellas era Osset. Era muy fértil en viñas.
16. Ruinas de la Ciudad de Celti - Peñaflor
El río Guadalquivir siempre fue un elemento importante puesto que
provocaba numerosos asentamientos de ciudades antiguas a sus alrededores,
además de servir como un gran instrumento para comerciar y comunicarse con
otras.

Ruinas de la Ciudad de Celti, Sevilla
En este contexto histórico se incluye Celti, antecedente al pueblo de
Peñaflor en la provincia de Sevilla.
Estuvo habitado desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo V d.C.
Celti jugaba un papel destacado como punto intermedio de la vía
Hispalis-Corduba (eje Este-Oeste) que discurría por la orilla derecha del
Guadalquivir constituyendo una alternativa a la Vía Augusta situada al
interior para alcanzar Carmo y Astigi.

Piscina semicircular en el yacimiento arqueológico de Celti ,
Sevilla
Celti cuenta con un espacio amurallado, urbanismo, arquitectura monumental
e infraestructuras (viaria, saneamiento, industrial y funeraria).
La ciudad obtuvo el estatuto de municipium civium romanorum en época
flavia (a partir de 74 d.C.), lo que influirá en su desarrollo posterior.
Desde mediados del s. I y especialmente en el s. II, se produce un auge
tanto de la propia ciudad, como del territorio circundante, debido a gran
parte al comercio del aceite y en relación al establecimiento de una
óptima red de comunicaciones terrestres y fluviales,

Restos romanos frentea ermita de la Encarnación, Peñaflor
La ermita de la Encarnación es un elemento urbano que, ya sea por su
situación, ya sea por la propia edificación, es un auténtico testigo de
excepción que ha visto como la antigua Celti es abandonada y, cruzando el
arroyo de las Moreras, se convierte en Peñaflor.
La ermita de los Santos Mártires está construida sobre un mausoleo romano
de los siglos I-II d.C.
17. Donde Comer en Peñaflor
El Rincon de Murillo
Calle Sor Angela de la Cruz, 2,
41470 Peñaflor, Sevilla
615 99 56 60
Av. Miguel de Cervantes, 15,
41470 Peñaflor, Sevilla
648 22 69 95
y para terminar esta primera fase vamos hacia
17. Ciudad de Orippo, Dos Hermanas
Torre de los Herberos, Dos Hermanas
Zona arqueológica situada en la isla Menor, entre Coria y Dos Hermanas.
Orippo fue una ciudad romana de orígenes turdetanos.

Ruinsas de la Ciudad romana de Orippo
También es citada en los Vasos de Vicarello.
Se ubica en el actual término municipal de Dos Hermanas (Sevilla), entre
el encauzamiento del río Guadaira y el polígono industrial Carretera de La
Isla.
Orippo llegó a acuñar moneda propia, lo que sugiere que fue una ciudad
estipendiaria.
El yacimiento se encuentra junto a la Torre de los Herberos.
A su alrededor se han encontrado hornos de alfarería, muros, un grupo de
tumbas y un pozo. El descubrimiento más importante fue el del Matrimonio
sedente de Orippo, una escultura en piedra en la que una pareja expresa un
cariñoso gesto con sus manos.
18. Donde Comer en Dos Hermanas
Los Baltazares
Avenida Cristobal Colon 31,
41701 Dos Hermanas España
+34 955 67 84 91
La Majjareta
Calígula, Nº54,
41089 Dos Hermanas España
+34 954 82 48 45
Blac Enjoy
Av Adolfo Suarez 48 Local derecho,
41704 Dos Hermanas España
+34 955 60 61 15
Ronda Adolfo Suarez 34 Ronda Adolfo suarez 34,
41704 Dos Hermanas España
+34 955 08 36 06
19. Otras Rutas Cercanas
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