Castillo de Tossa del Mar, Gerona
Esta ruta propone visitar algunos de los castillos medievales más
imponentes de Gerona.
El patrimonio se combina en algunos de ellos con la gastronomía y el
turismo de lujo.
Gerona es un destino perfecto para hacer todo tipo de turismo ya que tiene
pueblos medievales, playas paradisiacas, caminos de ronda, naturaleza
pura… pero además de todo esto, en este rincón de Cataluña es donde se
pueden conocer y descubrir asombrosos castillos. En este post os queremos
enseñar los castillos más bonitos de Gerona.
Los castillos fueron el elemento vertebrador de la sociedad gerundense de
buena parte de la Edad Media.
Desde que a finales el siglo VIII los carolingios del norte contuvieran y
empujaran a los musulmanes hacia el sur, Gerona comienza a poblarse de
castillos que desempeñan un papel fundamental en la defensa de la
primitiva Marca Hispánica y de los condados catalanes que comienzan a
independizarse de la tutela carolingia a partir del siglo X.
En esta ruta por los castillos de frontera de Gerona visitaremos algunas
de esas fortalezas que marcaron la historia de la región.
Indice:
- Como llegar al Castillo de Montsoriu
- Croquis de nuestra Ruta
- Algo de historia
- Castillo de Montsoriu
- Comer cerca del Castillo de Montsoriu
- Castillo de Hostalric
- El Castillo de San Juan de Blanes
- Comer en Blanes
- El Castillo de Tossa de Mar
- Comer en Tossa de Mar
- Los Castillos de Lloret de Mar
- Comer en Lloret de Mar
- El Castillo de Begur
- El Castillo de Pals
- Comer en Palls
- Peratallada, el pueblo medieval más bonito de Cataluña
- Comer en Peratallada
- Castillo de Farners
- Castillo de La Bisbal
- Comer en La Bisbal
- Otras Rutas Cercanas
1. Como llegar al Castillo de Montsoriu, origen de nuestra Ruta
El Castillo de Montsoriu está
entre los términos municipales de Arbúcies y Sant Feliu de Buixalleu, a las puertas del Parque Natural del Montseny
Para acceder al castillo debemos dejar el coche en el aparcamiento de Coll
de Castellar, siguiendo estas indicaciones. Hay una caseta de información
pero cuando fuimos nosotros estaba cerrada.
Seguid siempre las indicaciones hacia el castillo. El camino es una pista
sin dificultad. Pasa por un bosque clásico de la zona, donde abundan
encinas, alcornoques y madroños.
2. Croquis de nuestra Ruta
3. Algo de Historia
La Marca Hispánica era el territorio comprendido entre la frontera
político-militar del Imperio carolingio con al-Ándalus (al sur de los
Pirineos), desde finales del siglo VIII hasta su independencia efectiva en
diversos reinos y condados.
Fue una zona colchón creada por Carlomagno en 795 más allá de la antigua
provincia de Septimania, como una barrera defensiva entre los omeyas de
Al-Andalus y el Imperio Carolingio franco (ducado de Gascuña, ducado de
Aquitania y la Septimania carolingia). A diferencia de otras marcas
carolingias, la Marca Hispánica no tenía una estructura administrativa
unificada propia.
Tras la conquista musulmana de Hispania, los carolingios intervinieron en
el noreste peninsular a fines del siglo VIII, con el apoyo de la población
autóctona de las montañas. La dominación franca se hizo efectiva entonces
más al sur tras la conquista de Gerona (785) y Barcelona (801).
La llamada «Marca Hispánica» quedó integrada por condados dependientes de
los monarcas carolingios a principios del siglo IX. Para gobernar estos
territorios, los reyes francos designaron condes, unos de origen franco y
otros autóctonos, según criterios de eficacia militar en la defensa de las
fronteras y de lealtad y fidelidad a la corona.
El territorio ganado a los musulmanes se configuró como la Marca
Hispánica, en contraposición a la Marca Superior andalusí, e iba de
Pamplona hasta Barcelona.
De todos los condados, los que alcanzaron mayor protagonismo fueron los de
Pamplona, constituido en el primer cuarto del siglo IX en reino; Aragón,
constituido en condado independiente en 809; Urgel, importante sede
episcopal y condado con dinastía propia desde 815; y el condado de
Barcelona, que con el tiempo se convirtió en hegemónico sobre sus vecinos,
los de Ausona y Gerona.
Tras la conquista musulmana de la península ibérica, los condados que
posteriormente formarían el Reino de Aragón (Aragón, Sobrarbe y Ribagorza,
de occidente a oriente), se constituyeron como marcas carolingias al
frente de las cuales se ponía un marqués o gobernador franco.
Un obispado que quiso crear Raymond a fin de desligar sus territorios de
la dependencia del Obispado de Urgell que había dispuesto ex novo
Carlomagno en un precepto hoy desaparecido pero datable entre los años
800-814 (incluso la legalidad de esa dependencia y la existencia de ese
documento hoy está en duda habida cuenta el reciente descubrimiento de la
falsedad del Acta de Consagración de Catedral de Urgell, que consagraba
esa dependencia). A finales del siglo IX siguió el ejemplo de Raymond el
conde Wifredo el Belloso. Orígenes de los condados catalanes
Europa a la muerte de Carlomagno.
Inmediatamente después de la conquista carolingia, en los territorios
dominados por los francos, se encuentra la mención de unos distritos
político-administrativos —Pallars, Ribagorza, Urgel, Barcelona, Gerona,
Osona, Ampurias, Rosellón— que reciben el nombre de condado, dentro del
cual, como subdivisión, existen otras circunscripciones menores, el «pago»
(pagus, en singular), como por ejemplo, Berga o Vallespir.
El origen de estos condados o pagos se remonta a épocas anteriores a los
carolingios, tal como lo testimonia la frecuente coincidencia entre sus
límites y los de los territorios de antiguas tribus íberas; como ejemplo,
el condado de Cerdaña correspondía al pueblo de los ceretanos, el de Osona
al de los ausetanos, y el pagus de Berga a los bergistanos o
bergusis.
Inicialmente la autoridad condal recayó en la aristocracia local, tribal o
visigoda, pero los intentos de convertir sus demarcaciones en señoríos
hereditarios obligó a los carolingios a sustituirlos por condes de origen
franco. De este modo, en Gerona, Urgel y Cerdaña hubieron de aceptar en el
año 785 la autoridad franca que impuso el Imperio carolingio en estas
marcas como baluarte contra la pujante expansión del emirato cordobés del
poderoso Abderramán I, ya independizado de oriente.
Asimismo, Carlomagno, que en esta época rivalizaba por el dominio de
occidente con el Emirato de Córdoba, situó marqueses y consolidó su poder
ocupando Ribagorza, Pallars, Cerdaña, Besalú, Gerona, Ausona y Barcelona
donde estableció caudillos con prerrogativas militares para oponerse a las
ofensivas musulmanas. A lo largo de todo el siglo IX los condados
hispánicos dependerán del emperador carolingio.
El poder religioso en estos condados dependió del arzobispado carolino de
Narbona durante más de cuatrocientos años entre los siglos VIII y mediados
del XII, cuando en 1154 el papa Anastasio IV otorgaba a la sede
tarraconense el título de metropolitana.
Todo ello pese a los intentos en este periodo de restaurar un arzobispado
propio similar al que tuvo el Reino visigodo en Tarragona de Sclua (fines
del IX) o Cesareo, que quiso restaurar el arzobispado en Vich en 970 sin
conseguirlo. De tal modo que la Marca Hispánica dependía tanto del poder
civil, como del poder religioso franco.
En todo caso, el territorio de la Marca Hispánica se estabilizó durante
todo el siglo IX en una frontera entre el Reino de Carlomagno y la Marca
Superior andalusí delimitada por las sierras de Boumort, Cadí, Montserrat
y Garraf.
Condados pirenaicos procedentes de la Marca Hispánica de Carlomagno.
Es el siglo X el del esplendor político y militar del Califato de Córdoba,
por lo que el condado de Barcelona y el condado de Osona se mantuvieron a
la defensiva durante toda esta época; no obstante Almanzor atacó Barcelona
en el año 985 y la mantuvo en estado de sitio durante más de una semana,
para finalmente saquear la capital condal.
Solo con la desmembración del califato cordobés, los condados de Urgel y
de Barcelona pudieron pasar a la ofensiva y, como el resto de los estados
cristianos, iniciar una expansión de su territorio mediante repoblación de
tierras y conquistas militares con el apoyo financiero del cobro de parias
a las taifas andalusíes a cambio de compromisos de no agresión.
Con el tiempo, los lazos de dependencia de los condados respecto de la
monarquía franca se fueron debilitando. La autonomía se consolidó al
afirmarse los derechos de herencia entre las familias condales. Esta
tendencia fue acompañada de un proceso de unificación de los condados
hasta formar entidades políticas más amplias.
Wifredo fue el último conde de Barcelona designado por la monarquía franca
y el primero que legó sus estados a sus hijos. Consiguió reunir bajo su
mando una serie de condados pero no los transmitió unidos en herencia a
sus hijos. Conde de Urgel y Cerdaña en 870, recibió en el año 878 los
condados de Barcelona, Gerona y Besalú de los reyes carolingios.
Los condes que sucedieron a Wifredo al frente del condado de Barcelona
mantuvieron su lealtad a los carolingios, incluso frente a los intentos de
diversos usurpadores de ocupar el trono franco.
Así, durante el reinado de Carlos el Simple se mantuvo la cronología según
sus años de reinado en los documentos del condado, pero esta costumbre se
interrumpió durante el gobierno de Raúl de Borgoña, y volviendo
posteriormente a ser restaurada con el retorno de los carolingios al poder
con Luis de Ultramar en 936. De todos modos, no consta que el conde Suñer
I fuese a rendirle homenaje personalmente ni que le jurase fidelidad,
aunque sí acudieron diversos clérigos y magnates del condado.
En el 985 Barcelona, entonces gobernada por el conde Borrell II, es
atacada e incendiada por Al-Mansur que la saquea el 6 de julio, tras ocho
días de asedio. El conde se refugia entonces en las montañas de
Montserrat, en espera de la ayuda del rey franco, pero no aparecen las
tropas aliadas, lo que genera un gran malestar.
Vivir en la frontera
Estos castillos, que solían situarse en lo alto de cimas u otros puntos
con gran visibilidad, iban configurando una red que respondía a un
proyecto tanto de defensa como de dominación del territorio circundante.
En cambio, en los valles y llanuras se multiplicaban los edificios de
carácter religioso, los cuales constituían una segunda red territorial,
promovida por abades, obispos y magnates, y que indican la multiplicación
de los núcleos de población.
Desaparición
El imperio almorávide.
Con la disgregación del califato de Córdoba a inicios del siglo XI, quedó
en manos de las taifas fronterizas la defensa del territorio bajo dominio
musulmán frente a los reinos y condados que habían configurado la Marca
Hispánica y que, liberados de su dependencia de la monarquía franca, se
mostraban cada vez más ansiosos por ampliar sus dominios. Para ello, los
gobernantes de las taifas no dudaron en recurrir a tropas mercenarias
cristianas.
Así, probablemente fue en la batalla de Graus (1063) donde Rodrigo Díaz de
Vivar, conocido como El Cid Campeador, Mio Cid o simplemente El Cid (del
árabe dialectal سيد, sīd, «señor»), peleó por primera vez, como caudillo
de sus mesnadas mercenarias a las órdenes del rey taifa de Zaragoza
Al-Muqtadir, quien de todos modos, a su muerte, y como ya había hecho su
padre, volvió a dividir el reino al entregar a su hijo Al-Mutamin Zaragoza
y la zona occidental, y a su hijo Al-Mundir, Lérida, Tortosa y Denia.
La llegada de los almorávides representó un freno temporal a esta
expansión: derrotaron a Alfonso VI de León en la batalla de Zalaca de 1086
y se apoderaron de los reinos de taifas. Los protegieron de los cristianos
y ayudaron a su economía con la introducción de una nueva moneda, pero su
ocupación militar causaba un creciente desagrado.
En 1090 el imperio almorávide reunificó las taifas como protectorados
sometidos al poder central de Marrakech y destituyeron a todos los reyes
de taifas excepto a Al-Mustaín, que conservó buenas relaciones con los
almorávides, gracias a lo cual se mantuvo como reino fronterizo
independiente, ya que, al constituir una avanzadilla de al-Ándalus frente
a los cristianos, fue el único territorio que evitó la unificación
almorávide.
Tras una tercera conquista islámica, Barbastro fue recuperada
definitivamente en 1101 por el rey Pedro I de Aragón que, con el permiso
del papa, la convirtió en sede episcopal, trasladando la sede desde Roda
de Isábena.
La fecha en la que los condados catalanes se independizan formalmente de
Francia es el 11 de mayo en 1258 con el tratado celebrado en Corbeil entre
Jaime I de Aragón, el Conquistador y el rey de Francia Luis IX.
En dicho tratado ambos reyes cedieron derechos sobre territorios, Jaime I
sobre territorios occitanos y el francés sobre los condados catalanes, que
pasaron a depender únicamente del monarca de la Corona de Aragón.
El estado de Andorra en los Pirineos y su historia proporcionan un típico
ejemplo de los señoríos feudales de la región, siendo la única pervivencia
actual de la Marca Hispánica.
4. Castillo de Montsoriu
Castillo de Montsoriu. Gerona
Finalmente, en Arbúcies está el último de los castillos más importantes
de esta zona, el de Montsoriu. Se trata de una construcción gótica de
los siglos XII a XIV, de gran importancia histórica y arquitectónica.
Situado también sobre una colina, fue la sede de los vizcondes de Girona
y, posteriormente, de los señores de Cabrera.
A 600 metros sobre un cerro del Montseny, el Castillo de Montsoriu es una
fusión entre la fortificación románica exterior y el palacio gótico
interior. Una fortaleza medieval de gran belleza que ha resistido el paso
del tiempo y el embate de varias batallas.
Su construcción se extiende desde el siglo X al XV. Son 500 años durante
los cuales el conjunto arquitectónico se transforma para adaptarse a los
diferentes usos. La fortaleza se estructura en 3 recintos amurallados
concéntricos y escalonados: el recinto Sobirà, el Patio de Armas y el
recinto Jussà.
El recinto Sobirà (s. X-XII ) es el más elevado y destaca en él la Torre
del Homenaje, que dibuja la fisonomía del castillo. También encontramos
aquí la capilla prerrománica de Sant Pere, que conserva pinturas románicas
y la sala gótica.
A un nivel inferior está el Patio de armas, espacio central del castillo.
Construido entre los siglos XII y XIV, estaba cubierto parcialmente por
una galería porticada. A partir del siglo XIV el castillo se transforma en
palacio residencial y se construyen diversas dependencias como la sala
comedor y la cocina.
Por último, el recinto Jussà es un espacio uniforme con 4 torres
rectangulares destinadas a proteger la pequeña puerta de acceso al
castillo.
Esta envidiable situación lo llevó a ser lugar elegido por multitud de
culturas. A inicios del siglo X, en el Acta de consagración de la iglesia
parroquial de Arbucias del 923 aparece el topónimo de Montsoriu, como
nombre de unos caseríos situados en el límite de la parroquia. Las
primeras referencias escritas datan del año 1002, Montsoriu ya había sido
un recinto ocupado por los íberos, y se convirtió en centro defensivo y de
estrategia durante más de 500 años.
A partir de ese momento, no hay duda de la existencia de una fortificación
en la colina de Montsoriu, hecho que queda reafirmado por las secuencias
estratigráficas y hallazgos arquitectónicos de la época prerrománica en el
recinto soberano del castillo (capilla, torre del homenaje y cisterna),
que conformarían este primitivo núcleo fortificado.
A lo largo de los siglos XI y sobre todo XII, el castillo se convirtió en
la sede de los Vizcondes de Gerona, que muy pronto acabó entroncado con la
casa de Cabrera, pasando a llamarse Vizcondes de Cabrera.
En el año 1033 se produce el casamiento de Ermessenda de Montsoriu con
Guerau de Cabrera, fundadores del monasterio benedictino de San Salvador
de Breda, centro del vizcondado de Cabrera-Girona, en el año 1038,
nombrándose en una donación del año 1053 el castillo de Soriu y cambiando
definitivamente el título de vizconde de Girona por el de Cabrera a partir
de Guerau III Ponç.
Alrededor del año 1240 tuvieron lugar unas graves inundaciones en la zona,
siendo estas tan fuertes que el vizconde Guerau creyó que aquel aguacero
conseguiría lo que no habían logrado los diferentes asaltos a los que el
castillo se había tenido que enfrentar. Un rayo alcanzó la torre más alta
de la fortaleza partiéndola por la mitad. El agua había atravesado la
muralla exterior y había penetrado en el tercer recinto y en el segundo,
donde hacían vida Guerau, vizconde de Cabera y su mujer y sus hijos.
El vizconde Guerau V de Cabrera a las órdenes del rey Jaime I está
relacionado con la conquista de Mallorca. Refiriéndose el cronista real
Bernat Desclot, en el año 1285 sobre el castillo en estos términos: “E en
Vallès se tenía lo castell de Montsoriu, qui és un dels bells e dels
nobles del món”.
Alrededor del 1360 el vizconde de Cabrera fue el gran Bernardo II de
Cabrera, privado del rey Pedro III y tutor del niño Juan, futuro rey Juan
I. Destacó su papel dentro de la política exterior de la corona catalano
aragonesa como capitán general de la armada, almirante de la flota
catalana y consejero de los diputados del brazo militar en las cortes de
Cervera de 1359.
En 1354 compiló las ordenanzas sobre el Feyt del Mar, código marítimo en
que se organizó la marina catalana. Las intrigas políticas y de corte,
finalmente lo condujeron a un juicio injusto acusado de traición, y a la
muerte en 1364.
En 1356 el rey Pedro III, para premiar la lealtad de Bernardo II de
Cabrera y de su hijo, Bernardo III, creó a su favor el condado de Osona,
de este modo las posesiones de los Cabrera se extendían desde el valle de
Bas y el de Cabrera hasta el mar.
Durante los siglos XIII y XIV, el castillo de Montsoriu soportó varios
ataques y asedios, y también sirvió de residencia o cobijo, como cuando en
el año 1285, Felipe el Atrevido de Francia, atacó el condado de Ampurias y
la familia vizcondal se refugió en el castillo. Más adelante durante la
rebelión del vizcondado contra el rey Pedro III, entre los años 1365 y
1371, el rey puso asedio al castillo de Montsoriu con unos 1200 hombres,
pero sin conseguir que se rindiera.
En el castillo de Montsoriu se guardaba buena parte de la documentación
escrita del vizcondado (libros, legajos y Cartoral), que contenían los
libros de cuentas, de feudos y otros referentes a la veguería y a la
historia de la familia Cabrera.
A partir del siglo XV la fortaleza de Montsoriu pierde una de sus
funciones más importantes: la de residencia señorial, y paralelamente su
función defensiva también queda relegada a un segundo plano debido a las
nuevas técnicas piro-balísticas.
El abandono del castillo queda patente en el deterioro de las
construcciones, afectadas probablemente también por los terremotos del
segundo cuarto del siglo XV.
Entre los años 1462 y 1472, periodo conocido como la guerra civil
catalana, el castillo también fue sede de varios episodios bélicos. En
1463 había destacados sólo 10 hombres en el castillo de Montsoriu.
Durante la guerra civil catalana el castillo fue tomado por las tropas del
principado, para pasar finalmente a manos reales. Anna I de Cabrera,
vizcondesa de Cabrera y de Bas, condesa de Osona y Módica, baronesa de
Montclús y de Caccamo y Alcamo siguiendo la voluntad del rey Fernando el
católico, en el año 1480 se casó con Fadrique Enríquez, Gran Almirante de
Castilla y primo del rey.
Las deudas y las continuas ventas a carta de gracia a Francisco de
Moncada, conde de Aitona, harán que este último se apodere de los
territorios del antiguo vizcondado de Cabrera entre los años 1566 y 1574,
por el precio de 273.000 libras.
En 1626 el término o veguería del castillo de Montsoriu pasó por compra a
la familia Sarriera, condes de Solterra. A partir de este momento
Montsoriu sólo será ocupado en ocasiones puntuales por motivos bélicos.
Así, en la guerra de los segadores, en el año 1653 Montsoriu es ocupado
por un tercio de irlandeses que, sirviendo al Virrey Juan José de Austria,
cambian de bando y pasan al ejército del rey de Francia ayudados por los
Miquelets de Arbucias.
Fue ocupado por las tropas francesas durante la guerra de la independencia
española en los años 1808 y 1814 y más tarde también lo ocupan los
militares en la 1ª guerra carlista.
Esta fortaleza cuenta con su leyenda, que es la que cuenta que cada año en
la noche de San Juan, al llegar la medianoche, una dama desnuda, conocida
como la Dama Roja, aparece sobre la torre del castillo de Montsoriu con
una antorcha encendida en la mano izquierda y en la otra un cuerno de
caza, y que al hacer sonar el mismo, aparece un caballero sobre un caballo
negro, monta a la Dama Roja en su grupa y desaparecen en la negrura de la
noche.
La construcción se levantó a base de mampostería y sillería con una
estructura compleja y planta irregular, compuesta de 3 recintos de
murallas con grosores entre los 70 cm hasta los 150 cm, una gran torre
circular, y otra de menor tamaño, muros de defensa y patio de armas.
La parte más antigua conservada es la torre del homenaje de la segunda
mitad del siglo X, en el primer recinto en la parte norte se encuentra el
acceso principal con una torre lateral y una pequeña capilla pre románica
con un ábside y restos de haber tenido pinturas murales (se sabe que
estaba bajo la advocación de San Pedro).
En el patio de armas y el 2º recinto de forma trapecial se convirtió en el
lugar residencial. Al rededor del patio de armas se distribuyen las
dependencias adosadas a las murallas y en su parte frontal daban al patio
que fue semi cubierto por unos porches haciendo de galería en todo su
perímetro, en el centro se dispuso un gran aljibe de 12 metros de largo
por 4,5 de ancho y 5 de profundidad, con una completa red de canales para
cubrir las necesidades del abastecimiento del agua y se enlosó todo con
mármol de Gualba.
Además de la gran cisterna central, en la parte de arriba del castillo el
castillo disponía de al menos otras 3 cisternas más distribuidas por todo
el conjunto.
Visitable:
Actualmente en la cima de la colina se conservan gran parte de los muros
defensivos románicos, sus torres y el interior gótico que fue la lujosa
residencia de los vizcondes de Cabrera.
5. Comer cerca del Castillo de Montsoriu
Passeig Mossèn Anton Serres, 7,
17401 Arbucias España
+34 972 86 08 79
L'Antic Ramonet
Carrer Mossèn Jacint Verdaguer, 22 Bis,
Carrer Mossèn Jacint Verdaguer, 22 Bis,
17401 Arbucias España
+34 972 16 20 17
Restaurant Coll de Te
Carretera de Santa Fe Carretera De Coll De Te,
17401 Arbucias España
+34 650 82 46 37
6. Castillo de Hostalric
Encima de un montículo se encuentra el castillo de Hostalric, del
siglo XI, que perteneció a los condes de Cabrera y ejerció de punto
defensivo de sus territorios. Se conserva buena parte de su
estructura, de la que destacan las murallas y las ocho torres
cilíndricas.
El Castillo de Hostalric está construida sobre una colina de piedra
basáltica. Se tiene constancia de que en 1145 ya existía una
fortificación en este emplazamiento, aunque la fortaleza que ha llegado
hasta nuestros días se construyó en el siglo XVIII, principalmente para
mantener el control sobre la gran vía de comunicación que era el camino
real.
El diseño original de la fortificación moderna de Hostalric fue obra de
Francisco de Santa Cruz, ingeniero militar al servicio del archiduque
Carlos, y las primeras obras de fortificación permanentes tuvieron lugar
durante 1712 y 1713, a consecuencia de la Guerra de Sucesión, aunque las
principales obras para dejar en condiciones de uso la fortificación se
llevaron a cabo entre 1794 y 1795, en el transcurso de la Guerra del
Rosellón.
Pueblo Medieval de Hostalric, Gerona
El castillo de Hostalric es una fortificación militar construida sobre
un terreno irregular. El recinto sigue el sistema de baluartes,
encontrando así los típicos elementos defensivos de la época, tales como
recinto interior, foso, obras exteriores y camino cubierto. El
Caballero, la parte más alta, ocupa el espacio del antiguo castillo de
los Cabrera.
7. El castillo de San Juan de Blanes
La torre de San Juan es una fortificación española situada en la
cima del cerro San Juan en Blanes (Gerona).
Desde allí, a 180 metros de altitud, se puede contemplar una vista de la
ciudad y la comarca de la Selva y, por el sur, en los días despejados,
se puede llegar a divisar la silueta del monte Montjuic en Barcelona.
El castillo de Sant Joan está ubicado en la cima de la colina de Sant
Joan, concretamente a unos 170 metros de altitud.
Torre de San Juan, Blanes
Es el mejor lugar para contemplar y disfrutar de las mejores vistas de
la Selva, ya que se puede ver toda la playa y la ciudad de
Blanes.
También, en un día despejado, se pude llegar a ver la silueta de
Montjuic. Por ello, es uno de los castillos más bonitos de Girona.
Esta fortificación fue construida a mediados del siglo XIII como lugar
de vigilancia pero sufrió muchos cambios.
En el año 1805 la armada británica bombardeó la torre, destrozando el
castillo. No obstante, se conservan la torre maestra de unos 15 metros
de altura y un fragmento de su muralla que fue restaurada.
Aunque a penas quedan restos del castillo original de Sant Joan es un
mirador espectacular y con mucha historia. Se puede llegar de manera muy
fácil ya que está muy bien indicado todo el camino y además, todo el
acceso está asfaltado. También, dispone de parking gratuito para llegar
en vehículo.Oficina de turismo de Blanes.
8. Comer en Blanes
Passeig SABANELL, 6 BAJO,
17300 Blanes España
+34 972 33 34 20
Sa Lola
Passeig Pau Casals, 59,
17300 Blanes España
+34 972 35 52 19
Pizzeria Ferrari
Carrer Josep Tarradellas, 3,
17300 Blanes España
+34 652 74 97 99
Castillo de Tossa de Mar, Gerona
Pou de la Vila Restaurant
C/ Pou de la Vila 9,
9. El Castillo de Tossa de Mar
En este precioso pueblo costero de la Selva, hay uno de los castillos más
bonitos de Girona y de Cataluña ya que se encuentra en un lugar totalmente
privilegiado. Está ubicado dentro del recinto amurallado de Tossa de Mar
siendo el único ejemplo de población medieval fortificada que todavía
existe en la costa catalana, ¿asombroso verdad?
Tossa de Mar, la antigua Turissa romana y de tradición pesquera, es uno
de los rincones más bellos de la costa brava. Cuenta con una ciudad
antigua, la Vila Vella, situada en una ladera y declarada monumento
nacional. El castillo y el amurallamiento general de la Vila Vella datan
del siglo XII al XIV.
Los documentos de época medieval que hablan de Tossa hablan de cuando el
conde Miró, conde de Cerdaña y Besalú, cede al Monasterio de santa maría
de Ripoll los derechos de Tossa.
Posteriormente Ramón Berenguer III y el Papa Urbano II con su bula
confirmaron los antiguos derechos que el Monasterio de Ripoll había
adquirido históricamente sobre Tossa.
Castillo de Tossa de Mar, Gerona
Los primeros datos sobre el castillo de Tossa se refieren al año 1187 en
la carta pobla de la población.
En 1189 Alfonso el casto ordenó que cualquiera que pescara en el término
del castillo de Tossa debería pagar tributo al monasterio de Ripoll.
En el Libre de Feyts d'armes de catalunya se señala cómo entraron muy
violentamente en 1285 las tropas francesas.
Es de señalar que en 1420 los pescadores se niegan a pagar el tributo de
pesca, denominado "castellatge del peix" al monasterio de Ripoll, si
Pere de Riera, su baile, no prestaba los debidos servicios de vigilancia
del castillo.
El castillo de Tossa es importante por el papel decisivo frente a los
piratas. Dado su lugar privilegiado de emplazamiento, podía defender la
bahía.
El castillo posee 7 torres en su entorno amurallado, de las cuales 3 son
las más importantes: una denominada Joanàs que domina el mar; otra
situada en medio, tocando la puerta de la vila, que es la del Rellotge y
la tercera, sobre la cala y cercana a lo que fue el Palacio del
Gobernador, se llama Codolar. Estas tres torres son cilíndricas y se
diferencian de las del resto amurallado por su mayor altura y por acabar
en ménsulas corridas.
La Torre del Reloj que es la más ancha de todas protege el portal de
entrada que presenta un rastrillo y es de arco de medio punto. Desde el
portal se pasa a una plaza desde la que se observa otro portal que da
acceso al la calle Mayor. Los merlones de la muralla son cuadrados y
presentan aspilleras.
Desde el castillo de Tossa de Mar se pueden disfrutar de unas vistas
preciosas ya que se alza a los pies del mar Mediterráneo. En 1931 la
muralla fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y tiene un
perímetro de unos 300 metros construido entre los siglos XII y XIV, para
defenderse de la piratería.
La mejor manera de conocer este castillo y Tossa de Mar es caminando por
su muralla, su Vila Vella y sus callecitas empedradas. Hay que perderse
por todo el recinto y disfrutar de las vistas que ofrece desde cualquier
ángulo. También, recomendamos bajar a hasta la playa para verlo desde
fuera; será como transportarte en el tiempo.Oficina de turismo de Tossa de
Mar.
10. Comer en Tossa de Mar
Pou de la Vila Restaurant
C/ Pou de la Vila 9,
17320 Tossa de Mar España
+34 649 24 20 41
Sotavent
Carrer Enric Granados 1,
17320 Tossa de Mar España
+34 872 50 48 87
Carrer Dels Pescadors, 2,
17320 Tossa de Mar España
+34 872 21 40 19
Castillo de Lloret de Mar, Gerona
Bodega Manolo Cotano
Carrer L' Arenys, 20,
11. Los Castillos de Lloret de Mar
Un municipio único en España con dos castillos y vistas al mar
La localidad, un afamado destino turístico, cuenta con un reseñable
patrimonio histórico
El castillo D’en Plaja se ha convertido en un símbolo emblemático de
Lloret de Mar. Situado al final de la playa de Sa Caleta, al norte de la
Platja Gran dispone de unas envidiables vistas a la playa. Este castillo
se puede ver desde la misma playa pero no se puede acceder a su interior
porque actualmente es una residencia privada.
La casa-castillo es de estilo neo-gótico y su edificación se inició en
el año 1933 pero no se acabó hasta mediados de los años cuarenta, cuando
finalizó la Guerra Civil. Fue construido por el industrial gerundense
Narcís Platja con las piedras extraídas del terreno.
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El diseño del castillo de Lloret de Mar es precioso y destacan sus
preciosas torres almenaras y sus ventanas en forma de arco
ojival.
Castillo de Lloret de Mar, Gerona
Por ello es uno de los castillos mas bonitos de Girona. Recomendamos
recorrer el camino de ronda que pasa por la fortaleza para disfrutar
de las vistas al mar.
Además de conocer y disfrutar la ciudad ya que dispone de playas
preciosas y grandes monumentos modernistas.Oficina de turismo de
Lloret de Mar.
Todo hay que decirlo, tan solo uno de ellos es de la época medieval: el
Castillo de San Juan. El otro, situado en el otro extremo del municipio,
el Castell d’en Plaja se ha construido muy recientemente: se empezó n
1933 y se culminó en los años 40 del siglo pasado. Pese a ello, la
edificación tiene una gran apariencia medieval y, hoy en día,
prácticamente se ha convertido en un icono del municipio ya que se
encuentra sobre un peñasco junto al mar que puede verse desde cualquier
punto de la playa.
Para los amantes de la historia, esta construcción no tiene ni la épica
ni los siglos a sus espaldas que sí tiene el Castillo de San Juan. Si
bien, también es cierto que esos centenares de años le han permitido ser
testigo de múltiples batallas y sufrir un importante deterioro, aunque
ha sido ya restaurado.
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Castillo de San Juan de Lloret de Mar
El castillo de San Juan se construyó en el siglo XI y sufrió un duro
golpe de los británicos cuando la Armada lo bombardeó en 1805 y quedó
prácticamente en ruinas. Ese ataque se produjo en la guerra
anglo-española de principios del XIX en el marco de las guerra
napoleónicas.
El castillo tiene una composición simple, pero bastante efectiva para
bloquear el acceso al enemigo: es un recinto amurallado con una foso de
dos metros de profundidad excavado sobre roca y con una torre de 18
metros en el centro para poder atisbar el horizonte.
La construcción, restaurada a finales del siglo pasado (conserva pocos
vestigios del original), está hoy protegido por el Estado como bien
inmueble de interés cultural.
12. Comer en Lloret de Mar
Carrer L' Arenys, 20,
17310 Lloret de Mar España
+34 972 36 48 90
La Parrilla
Calle Santa Llucia 13,
17310 Lloret de Mar España
+34 972 36 96 36
Carrer Sènia del Barral, 64,
17310 Lloret de Mar España
+34 972 36 63 11
El Castillo de Begur, en Gerona, Costa Brava
13. El castillo de Begur
El símbolo de Begur es sin lugar a duda su castillo. Está situado en lo
alto del centro de la localidad y desde arriba se puede ver Palamós, la
Bahía de Roses, las Islas Medas y las montañas del Canigó, entro otros. Es
por excelencia uno de los mejores miradores de la Costa Brava. Así pues,
creemos que es uno de los castillos mas bonitos de Girona.
La fortaleza fue construida en el siglo XVI levantada encima de una roca.
A día de hoy se conserva una gran parte, sobretodo los muros y la
estructura del conjunto. Además de la torre principal de 5 metros que
tiene forma cilíndrica. El castillo de Begur ha sido declarado Bien
Cultural de Interés Nacional por su conjunto histórico e imponente.
Una excursión muy recomendable para pasar el día, ya que se puede acceder
fácilmente al castillo y disfrutar de las maravillosas vistas. Además se
puede aprovechar para visitar y conocer Begur puesto que es una pequeña
localidad preciosa con buenos restaurantes y playas sensacionales, ¿Qué
más se puede pedir?Oficina de turismo de Begur.
Principal símbolo de la localidad y su más conocido mirador, el Castillo
de Begur contiene, incluso en su estado actual, siglos de una milenaria y
agitada historia. Su visita es muy recomendada para quienes deseen
disfrutar de un agradable paseo finalizado con una inolvidable vista de
todo el centro del Ampurdán.
Aunque se han encontrado restos ibéricos sobre la misma cima, los orígenes
del castillo en sí se remontan al siglo XI, cuando el señor feudal Arnust
de Begur lo construyó sobre una de las montañas más altas de Begur por su
posición estratégica y la buena vista que proporcionaba.
Pasa por diferentes propietarios hasta que el rey Pere IV el Ceremonioso
lo vende a la famiia Cruïlles en 1360, la cual lo conserva hasta que
finalmente, en 1604, el barón Carles de Vilademany i de Cruïlles lo vende
a la propia localidad de Begur, hecho muy importante éste, dado que ya no
volvería a manos privadas nunca más.
Tal y como se puede observar, a pesar de su encanto y su belleza, del
Castillo de Begur no quedan más que sus fundamentos. Su estado actual es
fruto de sus visicitudes históricas, un precio que ha debido pagar por su
excelente situación estratégica.
Imagen panorámica obtenida del Castillo de Begur y sus alrededores,
en Gerona, Costa Brava
El castillo ha sufrido durante su agitada vida tres grandes destrucciones.
La primera durante la Guerra Civil Catalana (1468), la segunda durante la
incursión francesa comandada por el Duc de Noailles en 1694. Y la última y
hasta ahora definitiva, durante la Guerra de la Indepencia contra los
franceses en 1810.
El estado actual del castillo, decorado en su cima con unas bonitas
almenas, es obra de una delicada restauración efectuada durante el s.XX.
Los accesos han sido además acondicionados de manera que hoy en día es
posible su visita incluso para las personas con dificultades de movilidad
o que se desplacen en silla de ruedas.
Un elemento de cerámica en el centro de la cima permite identificar los
puntos geográficos del paisaje
La vista es absolutamente excepcional. En la cima los visitantes
encontrarán además un precioso mapa de cerámica esculpido sobre el cual
podrán identificar los diferentes elementos del paisaje ampurdanés
visibles desde esta preciosa atalaya: las islas Medas, la bahía de Roses,
los Pirineos (las montañas del Canigó), Palamós, Sa Riera…
14. El Castillo de Pals
Pals es una de las visitas obligadas del Baix Empordà. De ella dijo el
escritor catalán Josep Pla que vale, no una, sino cien visitas. Su
característico casco antiguo, apiñado al abrigo de sus murallas,
conforma uno de los conjuntos medievales más hermosos y mejor cuidados
de la zona.
La mejor ruta para llegar a Pals, desde Girona (que está a unos 40 km),
es tomando primero la C-66 y luego la comarcal GI-643 que conduce a
Torroella de Montgrí. Casi a la entrada de este pueblo, hay que tomar la
C-31 hacia el Sur, carretera que conduce directamente a Pals.
Los antiguos pantanos y lagunas que rodearon la villa se han ido
desecando y aprovechando para el cultivo de arroz, aunque la localidad
es, hoy por hoy, sobre todo un atractivo destino turístico
Por un precepto carolingio de 899 tenemos la primera noticia de la
existencia de la fortaleza. Se citan, en dicho precepto, el castillo de
Montis Aspero (Monte Áspero) y el pueblo de Pals (villa Palus) por
separado, ambos situados entre cenagales (palus significa precisamente
pantanosos). En 944, los condes de Barcelona-Girona Ramon Borrell y
Ermessenda donan la torre y la iglesia de Sant Pere al obispo de
Gerona.
Otro documento de 1065 identifica ya el sitio de Mont Aspre como Pals:
castrum de Monte Aspero quod alio nomine vocatur Pals. Con fecha 8 de
abril de tal año sabemos que el propietario del sitio, Bernat Gausfred,
vendió el castillo junto con sus tierras a los condes Ramon Berenguer y
Almodis. Se trata de un documento especialmente interesante por lo
detallado de la descripción del castillo y de la villa en ese momento.
Ya en el siglo xiii, Dalmau de Rocabertí, heredero legítimo del
castillo, permutó unas tierras y castillos por otras del infante Pere,
actuando probablemente en nombre de su padre. La propiedad continuó
cambiando de manos, de reyes a caballeros y nobles o al obispado.
Debido, con probabilidad, a la pobreza del terreno y a la dureza de las
condiciones de vida, las concesiones reales, duraban poco tiempo.
Sabemos que a principios del siglo xv el castillo estaba en ruinas y fue
reconstruido, y que, después de la guerra civil catalana, a finales del
mismo siglo, tuvieron que ser otra vez puestas en pie las murallas y
reparados los daños que había sufrido la iglesia. Consta en la
documentación de la época que la única parte que se mantuvo en pie fue
la torre de les Hores (de las Horas), llamada así por el campanario
gótico que se le añadió en este siglo xv.
Esta torre es de planta circular, mide unos 15 m de altura y
aproximadamente 7 de diámetro. Actualmente se accede a su interior por
una puerta situada a poniente, pero el acceso original se halla situado
en la parte de levante, a unos 7 m del suelo. Se trata de una abertura
de arco de medio punto, adovelado, con dos piedras en vertical
dispuestas como jambas.
Los muros de la torre, construidos a base de sillares bien cortados,
aunque no muy grandes ni bien pulidos, presentan algunos agujeros que
parecerían mechinales. Alrededor de la puerta elevada, esos agujeros (un
poco diferentes de los demás) tal vez sirvieron para apoyar una
plataforma de la que colgarían las cuerdas o escaleras que permitirían
acceder a la entrada. Quizás también esta palanca la comunicaría con
otras dependencias cercanas del castillo, ahora desaparecidas.
En el interior, hay dos dependencias de planta redonda, una encima de
otra, las dos cubiertas con bóveda semiesférica, aunque la inferior
tiene el centro abierto para permitir el acceso a la estancia de arriba.
En las dos bóvedas se observan marcas del cañizo de la cimbra utilizado
en su construcción. La estancia inferior es notablemente más pequeña,
debido al mayor grosor de los muros. También es algo más baja
(aproximadamente 1 m menos) que la estancia superior, que tiene una
altura de más de 6 m. La torre estaba coronada por merlones,
desaparecidos.
Se encontraron vestigios del castillo en algunas paredes de las casas
colindantes, que aún guardan algunos sillares, e incluso una de las
casas cercanas conserva una de las dependencias de la antigua fortaleza,
cubierta con bóveda de cañón y con aparejo de sillares.
Por sus características, la construcción de al torre debe situarse en una cronología de entre los siglos xi y xii.
El sistema defensivo de Pals se completa con el recinto amurallado y sus seis torres, construido todo ello en fechas muy tardías, no anteriores a finales del siglo xiii.
Otro de los castillos más bonitos de Girona es el castillo de Pals. Es
una fortaleza mucho menos conocida pero no por ello menos especial. Se
encuentra en un pequeño pueblo medieval del Baix Empordà llamado Pals.
Concretamente en el núcleo antiguo con lo cual es perfecto para hacer
turismo y conocer este precioso municipio.
La llamada torre de les Hores del castillo de Pals marca el punto más
alto del núcleo antiguo de la población. Se trata de la antigua torre
del homenaje del desaparecido castillo, asentada directamente sobre la
roca en un punto suficientemente elevado para dominar los alrededores.
Este castillo data el siglo IX con el nombre de castillo de Mont Aspre
aunque quedó prácticamente en ruinas durante la Guerra Civil y sólo
quedó la torre del homenaje o torre de las Horas. No obstante, con las
piedras de las ruinas reconstruyeron la iglesia y las murallas de Pals.
La torre del Homenaje es de planta circular y de 15 metros de alto. Está
asentada sobre roca natural donde se hallaron tumbas visigodas. No os
podéis perder su campanario del siglo XV que corona la torre y que se
construyó para ubicar el reloj, que da su nombre. Después de conocer el
castillo de Pals lo mejor es que os perdáis por sus calles empedradas y
todo su casco antiguo, es un pueblo encantador.
15. Comer en Palls
Restaurant El Pedró
Carrer Placetes 29,
17256 Pals España
+34 972 63 69 83
Vicus Restaurant
C/ Enginyer Algarra, 51,
17256 Pals España
+34 972 63 60 88
Avenida Mediterrani Shopping Ctr 1,
17256 Pals España
+34 972 66 78 49
16. Peratallada, el pueblo medieval más bonito de Cataluña
Veníamos de Besalú y de sobrecogernos con la impactante imagen de su
puente viejo. De hecho en el coche teníamos la sensación de haber
presenciado uno de los rincones medievales más extraordinarios no sólo de
Cataluña sino de toda Europa.
Algunos amigos nos habían recomendado también Peratallada para este viaje
por tierras gerundenses, por lo que abandonamos La Garrotxa para
dirigirnos al corazón del Baix Empordà, donde nos llevaríamos una de las
mejores sorpresas posibles.
Dejamos el coche junto a la iglesia consagrada a San Esteban (Sant Esteve
si lo decimos en catalán), un templo del siglo XIII con fachada típica del
románico tardío ampurdanés cuya espadaña está compuesta de nada menos que
cuatro torres. Entre los muros un humilde rosetón y tímidos vanos son la
única luz que entra a este recinto que encontramos, lamentablemente,
cerrado a los visitantes.
En su interior yace en un sepulcro gótico el Barón Gilabert de Cruïlles,
el primer Señor de una familia nobiliaria de raíces antiquísimas sin la
cual se explicaría Peratallada tal y como se le conoce.
Desde la Calle Mayor arribamos a la Plaça de les voltes, en castellano
Plaza de las bóvedas. Y es que una parte de uno de los pocos espacios
abiertos de Peratallada se encuentra completamente abovedada,
concretamente el lado norte. Estas arcadas que dan nombre a la plaza
conforman una de las postales más típicas de la villa medieval. Justo en
frente se encuentran algunos de los mejores restaurantes.
En Les coques del Psss, que hace esquina, tienen un menú degustación
exquisito en el que no faltan los productos de la tierra. Bonay es otro
clásico de la plaza que lleva funcionando desde 1936 y que cuenta con una
clientela fija.

Plaça de Les Voltes, Peratallada
Torre de Peratallada
En Peratallada se encuentra uno de los castillos
medievales más significativos de todo el Ampordan.
Hoy un hotel, fue en su momento una fortaleza de defensa, los restos
de la cual se conservan en un estado excelente, como la torre, la
fosa, los patios o las murallas.
Torre de Peratallada, Gerona
El castillo de Peratallada, ya se menciona el año 1065, si bien su
origen puede ser anterior.
Aparece también en otras formas antiguas de expresar Peratallada,
aunque parece que el nombre de Peratallada proviene del foso cavado en
la roca que circunda la población.
En 1266 Guillema de Peratallada se casó con Gilabert de Cruïlles,
uniendo de esta manera las dos casas.
A pesar de disponer de un gran patrimonio en tierras ampurdanesas, el
siglo XIII no fue un siglo muy bueno para muchas familias catalanas, y
esta no fue una excepción y pasó alguna que otra situación económica
complicada.
El siglo XIV, en cambio, es un período de prosperidad para el
castillo, donde incluso se aloja el rey Juan I de Aragón en 1390. Del
castillo aún se conservan varios elementos muy significativos.
Destaca el núcleo central, formado por la torre del homenaje, rodeada
por un primer recinto de murallas.
Está situado en un lugar elevado, construido sobre la roca. Para
incrementar el desnivel respecto al nivel del suelo se cortó la roca,
verticalmente, como si se tratara de una pared. (resumen extraído de
Arte Medieval)
17. Comer en Peratallada
Carrer Major, 9,
17113 Peratallada España
+34 972 63 41 81
Cala Nena
Placa de les Voltes 11,
17113 Peratallada España
+34 972 63 48 03
El Borinot
Carrer del Form,15,
17113 Peratallada España
+34 972 63 40 07
18. Castillo de Farners
Visitamos el término municipal de Santa Coloma de Farnérs, en la
comarca gerundense de La Selva, para descubrir otra de las fortalezas
de Girona más bellas. Entre sus lugares de interés turístico,
posiblemente el más destacable sea su castillo.
El Castillo de Farnérs es una fortaleza románica del siglo XI, el cual
antiguamente era un feudo el vizcondado de Cardona.
El Castillo de Farnérs vivió distintas épocas de esplendor, pero
algunos de los episodios más destacados fueron durante la guerra civil
catalana.
Tras sufrir varias ocupaciones, se sabe que su último uso fue durante
el siglo XVIII cuando fue ocupado durante la Guerra de Sucesión.
Castillo de Farners, Gerona
El Castillo de Farnérs se puede visitar de forma gratuita, en la
localidad de Santa Coloma de Farnérs
Ho yen día podéis visitar de forma gratuita el Castillo y subir a su
torre, para disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes.
Lo que se conserva en la actualidad de esta fortaleza es su torre
rodeada de una muralla en buen estado.
Junto a este castillo, el cual está declarado BIC de la provincia de
Gerona, también encontrareis una ermita. ¡No os lo podéis perder!
19. Castillo de La Bisbal
Otro castillo convertido en hotel es el de La Bisbal d'Empordà,
construcción gótica del siglo XIV que hoy funciona como alojamiento y
restaurante de lujo.
Documentado desde el año 1180, entre los siglos XII y XIII fue
escenario de los duros enfrentamientos entre la familia Cruïlles y el
obispado de Gerona. Finalmente, el obispado recibiría la plena
jurisdicción civil y criminal de la villa por decisión de Jaime I de
Aragón. A partir de aquí, el obispado centralizó la administración de
sus importantes posesiones.
De origen románico de finales del siglo XII, fue fuertemente reformado
en el siglo XIV con la construcción de otras dependencias como un
patio de armas, graneros, huertos, y sobre todo con una muralla
exterior. También se modificó en los siglos XVI y XVII con el añadido
de un cuerpo rectangular en la fachada de poniente.
Tiene un patio central y enfrente de la fachada quedan los restos de
sus antiguas murallas que rodeaban la antigua plaza de armas del
castillo.
Conserva una capilla románica en la parte alta. Sobre la puerta
principal se observan los signos de identidad, escudo, nombre del
obispo Francisco Arévalo de Zuazo, y el año 1604, para conmemorar las
obras de reformas realizadas.
Durante el siglo XIX se utilizó como prisión.
Actualmente aloja el Archivo Histórico Comarcal y desde su terraza
superior se observa una vista panorámica excelente de la ciudad y de
la llanura que se extiende hasta la sierra de las Gavarres.
20. Comer en La Bisbal
Calle Del Bisbe, 6,
17100 La Bisbal
+34 972 64 34 13
MÖNDO RESTAURANT
17100 La Bisbal
+34 972 66 31 70
Passeig Marimon Asprer,
17100 La Bisbal
+34 972 64 44 09
y algo mas economicos
Cafeteria Bisbal Park
C. L'Aigueta s/n,
17100 La Bisbal
+34 972 64 10 06
Restaurante/Cafeteria L'Escut
Les Voltes 11,
17100 La Bisbal
+34 972 64 01 02
21. Otras Rutas Cercanas
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