Calles de Tabarca, Alicante
Tabarca es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana y se encuentra
frente a la ciudad de Alicante, a once millas náuticas y cerca del cabo de
Santa Pola.
En realidad más que de una isla, se trata de un pequeño archipiélago,
compuesto, además de Tabarca, por los islotes La Cantera, La Galera y la
Nao.
Posee una longitud aproximada de 1.800 metros y una anchura máxima de unos
400 metros.
Sus costas albergaron en el pasado un refugio de piratas berberiscos.
En el siglo XVIII, Carlos III ordenó fortificar y levantar en ella un pueblo
en el que alojar a varias familias de pescadores de Génova que estaban
cautivos en la ciudad tunecina de Tabarka.
Las murallas que rodean su núcleo urbano han sido declaradas Conjunto
Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.
Indice:
1. Cómo llegar a Tabarca
Hay distintas formas de llegar a la isla, pero lo más recomendado es ir en
barco. Así podrás realizar un bonito paseo, a la vez que disfrutas de las
vistas del litoral alicantino.
Lo más recomendado, sino dispones de barco propio, es tomar uno de los
barcos que salen hacia Tabarca desde los distintos puertos, como el de
Benidorm, Calpe, Villajoyosa, Alicante o Santa Pola.
Desde Benidorm, en temporada alta los barcos con destino a Tabarca suelen
salir entre 4 y 5 días por semana (según demanda): lunes, martes, jueves,
viernes y sábados.
Se trata de un horario que se reduce considerablemente a dos días en
octubre.
A partir de noviembre no se ofrece este servicio.
Mapa de Situación de la Isla de Tabarca, Alicante
Encontrarás barcos que salen del puerto a partir de las 10.30 h.
Los horarios son variados en función de los días, y en algunas las visitas
se reparten entre Alicante y la Isla Tabarca, permaneciendo en cada una de
estas localidades un tiempo de dos horas y media, en el caso de visita
exclusiva a Tabarca, la estancia en la isla es de 5 horas.
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El trayecto dura aproximadamente una hora y cuarto. Desde Alicante salen
diariamente distintos barcos cada 45 minutos, y el trayecto tarda entre 45
y 60 min.
Recomendación: Otra opción para tu travesía a Tabarca es salir desde el
Puerto de Santa Pola. El precio es más bajo, ya que solo distan 8 km, y
tienes opción de escoger pequeñas lanchas a cualquier hora.
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2. Algo de Historia
En la isla se han recuperado materiales de época romana, que evidencian que
ya entonces debió estar poblada, aunque no se han localizado restos de
construcciones que den fe de un poblamiento estable.5 No obstante, existen restos de una necrópolis y de pecios con ánforas,
así como edificaciones quizá industriales.
Probablemente se identifica con la Planesia de los antiguos griegos,
que Estrabón describió como una isla peligrosa por la abundancia de
escollos, hecho que podría confirmarse por los diversos naufragios de naves
romanas que se han hallado en las cercanías de la isla. Otro argumento a
favor de esta hipótesis es que el geógrafo ceutí al-Idrisi menciona la isla
como بلناسية (Blanāsīa), clara derivación del nombre griego.
Las primeras noticias sobre la necesidad de establecer alguna fortificación
datan del siglo XIII. En 1337 se autorizó la construcción de una torre, pero
se desconoce si llegó a realizarse.
Comoquiera que fuera, en 1427 se propuso organizar un buen sistema defensivo
para impedir que fuera ocupada por los corsarios berberiscos venidos de
Argel, que la usaban como base de sus acciones contra el Campo de Alicante y
el Bajo Vinalopó.
Durante esta época se la conocía popularmente como Isla de San Pablo (Illa
de Sant Pau), ya que según la tradición éste fue el lugar donde desembarcó
el apóstol.
Fue conocida también como Isla Plana (Illa Plana), aunque los cronistas
persisten en las denominaciones Alones Insula e Islote de Santa Pola.
En época de Felipe III se consideró la idea de construir una fortificación
de grandes dimensiones, pero esta se desechó por los gastos que entrañaría
su mantenimiento.
Plano original de la fortificación tal y como se proyectó, que se
conserva en el Archivo Histórico Nacional.
La historia de la actual Tabarca comienza en 1768, cuando Carlos III,
instado por el trinitario fray Alonso Cano Nieto, consiguió la redención de
un grupo de 323 personas de origen ligur que, bajo el gobierno de la
República de Génova se habían instalado en la isla tunecina de
Tabarka.
Esta isla, que distaba unos trescientos metros de las costas norteafricanas,
había sido sometida por Ali I, bey de Túnez, en 1741 y había reducido a sus
habitantes a esclavitud y llevados a Argel.
En ese estado permanecieron hasta el 14 de octubre de 1768, en que comenzó
el rescate, promovido por Carlos III y encargado en secreto a los
provinciales de Castilla de las dos órdenes redentoras: fr. Alonso Cano
Nieto, trinitario calzado, y fr. Antonio Manuel de Artalejo, mercedario
descalzo. La redención se alargó hasta el 8 de diciembre del mismo
año.
Muralla de Tabarca, Alicante
Probablemente los tabarquinos llegaron por vía marítima a Cartagena y, de
allí, en carretas hasta Alicante, donde, tras la procesión de acción de
gracias de los cautivos, quedaron provisionalmente instalados en el antiguo
Real Colegio de la Compañía de Jesús, vacío tras la expulsión de los
jesuitas en 1767.
La fecha tradicional de su llegada a la ciudad es el 19 de marzo de 1769.
Finalmente el conde de Aranda consiguió su traslado a la isla de Santa Pola,
a fin de permitirles recuperar el hábitat cotidiano, así como que pudieran
seguir ejerciendo la pesca como actividad predominante.
Además, el conde había estimado que una población civil estable en la isla
sería una gran ventaja a la hora de mantener la plaza. Por tanto, no sólo
se construyó un fuerte, sino que también se edificó un poblado con categoría
de ciudad, que tomó el nombre de Nueva Tabarca.
En total, fueron 296 los tabarquinos instalados en la isla, de los cuales 31
habían nacido en Italia, 137 en Tabarka, 70 durante el cautiverio en Túnez y
58 durante el cautiverio en Argel. Todo este episodio aparece recogido en
el mismo libro de bautizos de la parroquia de San Pedro y San Pablo de la
siguiente manera:
"Ciertamente consta que entre las muchas islas que pueblan el
Mediterráneo, hay una muy pequeña llamada Tabarca, distante de tierra
firme de África poco más de un tiro de piedra. Era ésta protegida y
gobernada por la insigne República de Génova y habitada de inmemorial
tiempo de cristianos. Fue tomada esta isla por el rey de Túnez en año mil
setecientos cuarenta y uno, quedando todos cautivos bajo este rey
bárbaro.
Quince años y meses estuvieron estos miserables tabarquinos llorando en
Túnez su cautiverio. Hasta que moviéndose guerra entre Túnez y Argel, sin
dejar de ser cautivos, pasaron a serlo del argelino, de Túnez pasaron a
Argel, en cuyo tránsito parieron muchas mujeres en el camino, con la mayor
penalidad y trabajo.
Estuvieron estos desgraciados tabarquinos bajo el yugo del argelino doce
años y meses. Pero, sin embargo de haber pasado la mayor parte del pueblo
a Argel, quedaron algunas familias tabarquinas en la ciudad de Túnez, por
cuyas cenizas eran varias las romerías que hizo el reverendo padre fray
Juan Bautista Riverola, agustino, cura del pueblo, desde Argel a Túnez y
de Túnez a Argel, para visitar, asistir y consolar a su amado pueblo; y
cuando más se imposibilitaba su rescate y menos pensaba en su redención,
nuestro católico monarca, de eterna memoria, don Carlos III, el año de mil
setecientos sesenta y nueve, los redimió con suma liberalidad y
magnificencia, día de la Concepción Purísima de María Santísima, se
efectuó el precio de su redención, fueron conducidos a la ciudad de
Alicante, trescientos noventa y cuatro con el expresado cura.
Luego que estuvieron en Alicante, se pensó en buscar un lugar
proporcionado, para hacer decentes habitaciones para estas redimidas
familias, y el primer ministro gobernador y presidente del Consejo, el
Excmo. Conde de Aranda, influyó para con el monarca, para que la isla
Plana de San Pablo fuera lugar elegido para su morada y descanso."
Libro primero de Bautismos de la parroquia de Nueva Tabarca.
A cada familia le fue asignada en la isla una casa numerada, con acto formal
y recibo regular. Además, se concedió a los colonos una serie de privilegios
y exenciones, eximiéndoles del servicio de las armas y del pago de los
impuestos directos e indirectos a que estaban sujetos los pueblos de la
monarquía.
La seguridad fue confiada a una galeota y para el desarrollo de la pesca se
concedieron seis embarcaciones aparejadas. El origen genovés de sus
habitantes actuales es fácil de comprobarse a través de un seguimiento
histórico de los apellidos más comunes, algunos fonéticamente hispanizados:
Buzo, Capriata, Chacopino (Jacopino), Colomba, Russo, etc.
Las primeras casas se terminaron en 1770, año en que se trasladó a los
tabarquinos a la isla. Las obras corrieron a cargo del ingeniero militar
Fernando Méndez de Ras, que construyó murallas, baterías, baluartes,
tenazas, puertas, almacenes y glacis.
Las obras concluyeron con la construcción de casas para los colonos, bóvedas
subterráneas donde almacenar los pertrechos militares, caballerizas, la
iglesia, la casa del gobernador y las casas de Ayuntamiento, por si alguna
vez llegara a tenerlo (cosa que nunca sucedió). Además, se realizó toda una
serie de instalaciones imprescindibles para la vida isleña, como lavadero,
cisterna para el agua de lluvia, hornos de pan, cal y yeso, etc.
Nueve años después del comienzo de la colonización, entre el 24 y el 25 de
marzo de 1779, viajó a la isla una comisión encargada de recopilar un elenco
de los residentes, correspondiente con la real situación residencial y
laboral de cada uno, cuyo informe sugirió una clara situación de declive: la
tierra apenas se trabajaba debido a la poca calidad del terreno, las
embarcaciones estaban en desuso y faltas de mantenimiento, la mayoría de los
colonos vivía rozando la miseria, la fortaleza ya estaba comenzando a
desmoronarse, faltaba agua, etc. Por tanto, fue necesario un plan
específico para activar a la población residente, que se tradujo en la
llegada de José Rouge como comandante interino de la Plaza.
Sin embargo, la nueva situación geopolítica de finales del siglo XVIII y
principios del XIX obligó a un cambio en los objetivos de España en el mar
Mediterráneo, lo que redujo drásticamente la importancia militar de la isla
y, por ende, el número de la guarnición.
Además, en 1835, con la implantación del sistema constitucional se retiraron
todos los privilegios y exenciones de que disfrutaban los tabarquinos. En
el Diccionario de Madoz (1845-1850) se describe Tabarca ya en una fase de
cierto declive:
Para gobierno de la pobl[ación] y de la isla háy un alc[alde] p[edáneo]
dependiente del ayunt[amiento] de Alicante, nombrado por el Gefe Político,
un gobernador o comandante militar, y un alc[alde] de mar, que nombra el
comandante de la marina de la prov[incia]. Está edificada con regulares
murallas y un espacioso cast[illo] llamado de San Pablo [...] Comprende
unas 100 casas habitables, sobresaliendo entre ellas la del gobernador y
la del cura; se hallan todas en mal estado, y se distribuyen en 2 calles
principales, 6 callejones y una plaza cuadrada [...] con un algibe á cada
lado. Sirve de cárcel una torre sit[uada] á 300 varas de dist[ancia] de la
c[iudad], en la que hay ademas una igl[esia] parr[oquial] (San Pablo)
[...] El comercio es nulo; solo tiene 7 pequeñas tiendas de comestibles
que proveen el pueblo de lo necesario á la vida, y un horno que abastece
el ramo del pan. Pobl[ación]: 100 vec[inos], 500 alm[as] [...]
Diccionario de Madoz
Finalmente, la guarnición, junto con el gobernador, abandonó la isla en
1850, momento en que empieza realmente el declive de la isla, que no se
recuperaría hasta bien entrada la década de 1960. En 1854 se inauguró el
faro, que llegó a ser escuela de fareros.
Debido por una parte al descenso continuado de la población, y por otro a
los planes especiales de protección redactados desde mediados del siglo XX,
las escasas construcciones nuevas se han situado en el interior del recinto
amurallado y en la zona del istmo, conservando así la isla en conjunto un
aspecto similar al que tenía en el siglo XVIII.
Desde la década de 1980 se han llevado a cabo obras de restauración en la
mayoría de los edificios de la isla como las murallas, el faro, la iglesia
y, con mayor envergadura debido al avanzado estado de ruina que presentaba,
la Casa del Gobernador.
El 14 de abril de 1983 se declaró la isla reserva marina, «a fin de
preservar la fauna y flora marina de la zona y servir de base de repoblación
en beneficio de la riqueza ecológica de las aguas colindantes».
Es la única isla habitada (junto con la de La Graciosa) del territorio
español libre de la pandemia de enfermedad por coronavirus de 2020.
3. Flora y Fauna de la Isla de Tabarca
La isla se sitúa dentro del afloramiento más occidental de la Zona Bética.
Esta posición, anómala, es debida a la existencia de grandes fallas que
afectan al sustrato de dicha zona. En los bordes de la isla se encuentran
rocas calizas, dolomias y yesos de la serie Bética.
Se encuentran también rocas ígneas, metabasitas, con unas características
geotécnicas importantes, como son una capacidad portante muy alta, una buena
excavabilidad, una baja permeabilidad y algunas propiedades enmascaradas por
la presencia de costras calcáreas situadas sobre estos materiales, y
formadas por calizas arenosas fosilíferas.

En la superficie encontramos una débil capa de conglomerados de cantos
verdes en matriz arcillosa y costras calcáreas. Ofitas de color verdoso,
piedras de color ferroso, xofitas ferruginosas y metálicas, se localizan en
uno de los islotes: La Galera.
La isla tiene un relieve plano con restos de antiguos cultivos.
La vegetación natural está desprovista de plantas arbóreas: no existen
árboles y los que existen, son resistentes a los fuertes vientos y al
ambiente salino.
La vegetación es muy variada dependiendo de una parte a otra de la isla;
marrubio, amaranto y espergularia, en los caminos y en los bancales
abandonados; palmitos y espino negro en los terrenos del centro de la isla;
hinojo marino, colecha o siempreviva azul en los pequeños acantilados
salpicados por el oleaje; y la vegetación situada en las playas arenosas y
pedregosas, formada principalmente por la adormidera marina.
Reserva Marina
La RESERVA Marina Isla de tabarca fue la primera de interés pesquero que se
creó en España, tras su declaración, en 1986, los resultados han servido de
guía y experiencia no solo para este espacio en concreto, sino también para
el resto de reservas que se han creado en torno a las costas
españolas.
Aunque se tratara solo de su antigüedad, estamos ante uno de los
“laboratorios marinos” in situ más importantes para conocer la
compatibilidad entre actividad pesquera y protección y conservación de la
biodiversidad.

La posidonia es la indiscutible estrella de la reserva marina de Tabarca y
presenta un excepcional estado de desarrollo, además de formar uno de los
ecosistemas más maduros de nuestros mares.
Entre sus haces es frecuente observar animales de espectaculares colores y
formas, como las sepias y los caballitos de mar, o incluso, morenas fuera de
sus cobijos.
La elevada diversidad de la Reserva Marina de Tabarca se debe, en gran
medida, al buen estado de salud y conservación que presentan las praderas de
Posidonia oceánica. Esta planta es la base del equilibrio de este
ecosistema, ya que produce oxígeno, estabiliza los fondos y sirve de
alimento y de refugio para muchas especies marinas. Además es un lugar ideal
para la cría, reproducción y reclutamiento de especies de elevado interés
pesquero.
Esa destacable biodiversidad de las aguas de Isla Tabarca dio lugar a una
importante flota de pesca artesanal. Tras la creación de la reserva marina
en 1986, las zonas de pesca han sido delimitadas.
Además de trasmallos, palangres y nasas, uno de los artes más empleados
entre los escasos pescadores tabarquinos es la moruna.
El objetivo principal de la Reserva Marina de Isla Tabarca es la protección
de hábitats y especies protegidas de interés ecológico y económico, amén de
la investigación científica y el desarrollo sostenible de todos los recursos
económicos inherentes a la Isla.
4. Cómo organizar la visita a la Isla de Tabarca
«La visita típica suele ser de un día. Existen múltiples salidas, con
mayor o menor regularidad en función de la temporada, desde el puerto de
Alicante en un cómodo paseo marítimo de aproximadamente una hora de
duración. También se puede acceder desde Santa Pola o Benidorm.
Una vez en la isla, los visitantes podrán disfrutar de calas y playas de
aguas transparentes y de un pintoresco puerto marinero, con una
excelente oferta de restauración, con la posibilidad de degustar el
tradicional caldero, el plato típico de la isla.
5. Consejos a tener en cuenta en la visita a la Isla de Tabarca
La Isla de Tabarca en Alicante consta de múltiples encantos: un clima
fantástico durante todo el año, una gastronomía mediterránea muy sabrosa y
unas preciosas calas y playas.
Tabarca, también llamada Isla Plana, es la única isla habitada de la
Comunidad Valenciana y actualmente viven 59 personas.
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Una isla mágica que no tiene nada que desmerecer a Ibiza o Formentera, por
ello tienes que visitarla al menos una vez en la vida.
Si te gusta la tranquilidad, visitar la isla en invierno será tu mejor
opción, y si te gusta practicar snorkel esta isla se convertirá en verano
en tu paraíso soñado.
Y para que disfrutes de la isla en todo su esplendor y le saques el máximo
partido, te vamos a dar 10 tips o consejos para que tu visita a la isla
sea inolvidable.
6. ¿Qué ver en Tabarca?
Tabarca fue declarada conjunto histórico artístico en 1964, y para lo
pequeña que es la isla tienes bastantes monumentos para poder visitar.
Sigue la muralla que rodea al pueblo y disfruta de la belleza del agua
chocando contra sus faldas.
Visita las puertas de San Rafael, San Miguel y San Gabriel, y las iglesias
de San Pedro y San Pablo, no dejes de conocer su Faro y dar un paseo por
el casco antiguo, la plaza y sus calles colindantes.
7. ¿Qué hacer en Tabarca?

Tabarca y sus 500m de ancho dan para mucho; en verano si te gustan los
deportes acuáticos es un paraíso, puedes practicar vela, windsurf o
dar un paseo en barca por los islotes que rodean a esta isla de
piratas.
En invierno el submarinismo y el senderismo serán tus aliados para
disfrutar de lo lindo en la isla.
Declarada en 1986 reserva marina es un paraíso para la práctica del buceo
y el snorkel.
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Si visitas la isla tienes que conocer y disfrutar de su fondo marino, los
mejores sitios para bucear en Tabarca son: La muralla, situada poco antes
de llegar al puerto, es una zona poco profunda donde puedes observar
grandes bancos de peces como barracudas, sargos… No te puedes perder la
Cova del lleó marí y la Cala el francés, dos calas que no te dejarán
indiferentes, ya que desde estas puedes penetrar a 40m de profundidad
debajo de la muralla y pasar de una a otra mediante su túnel comunicador.
Más consejos para tu visita a la Isla de Tabarca

Lleva protección solar, agua para hidratarte bien, gafas de sol e incluso
algún sombrero para protegerte de los rayos solares.
No olvides llevar escarpines o cangrejeras, tus pies lo agradecerán.
Si te gusta el snorkel es imprescindible llevar gafas y aletas de bucear,
aunque también las puedes comprar en alguna de las tiendecitas de la isla.
Recuerda, si te sueles marear en barco, mejor prevenir que curar…
8. ¿Qué comer en Tabarca?
Famosa es la gastronomía de Alicante y cómo no en Tabarca podrás disfrutar
de sabrosos arroces y pescados, en los distintos restaurantes de la isla.
No dejes pasar la oportunidad de probar el sabroso caldero tabarquino, un
exquisito arroz elaborado con caldo de pescado de la bahía de Santa Pola, el
cual se sirve en dos partes: por un lado el pescado gallina con patatas y
algo de all i oli y tras este te servirán el arroz meloso.
También es muy recomendable probar en Tabarca el caldero de bogavante, las
lecholas al curricán o los calamares de potera.
9. ¿Dónde comer en Tabarca?
Si algo hay en Tabarca son restaurantes, elige tu favorito, por su terraza,
sus vistas, su servicio y amabilidad o por sus deliciosos platos.
Si quieres comer con buen servicio y tranquilidad en los meses de verano en
Tabarca, te recomendamos que llames con anterioridad para reservar tu mesa.
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Una buena opción para huir del gentío de los meses de verano es reservar
para comer o bien, prontito, sobre las 12.30 ó 13:00h, o más bien tarde, así
disfrutarás de una agradable comida sin estrés ni aglomeraciones.
Don Jeronimo
Virgen Del Carmen,
Isla de Tabarca España
+34 638 13 45 09
Restaurante Gloria
Calle Playa Tabarca,
Isla de Tabarca España
+34 965 96 03 78
Calle Playa Central,
03138, Isla de Tabarca España
+34 965 97 07 34
Tere Restaurante
03138, Isla de Tabarca España
+34 965 96 10 87
Partida de Tabarca Isla, 22,
03130, Isla de Tabarca España
+34 607 56 04 82
10. Otras Rutas Cercanas
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