
Plaza Mayor de Chinchón, Madrid

Plaza Mayor de Chinchón, Madrid

Vistas de la Plaza Mayor de Chinchón desde un mirador.

Claustro del Parador de Chinchón

Mesón Típico en Chinchón

Plaza de Colmenar de Oreja, Madrid
Muchas veces nos empeñamos en conocer lugares que están en la otra punta del
mundo, cuando muy cerca tenemos auténticas maravillas. Eso es lo que pensé
yo después de mi escapada a Chinchón, uno de los pueblos más bonitos de
España, situado a unos 45 km al sureste de Madrid.
Se encuentra, además, muy cerca de, un pueblo precioso que además tiene una
historia interesante, Colmenar de Oreja.
Indice:
Si has llegado en avión y necesitas traslado desde el aeropuerto puedes conseguirlo aquí
1. Como Llegar a Chinchón

Cómo llegar en coche
Vías de acceso desde Madrid:
A-3 hasta el Puente de Arganda con desvío señalizado hacia la derecha por la
carretera M-311-313, que pasa próxima a Morata de Tajuña camino de Chinchón,
de trazado sinuoso en sus últimos tramos.
R-3 a la altura de Perales de Tajuña.
A-4 hasta el cruce con la carretera M-404 Navalcarnero-Chinchón, que pasa
por Ciempozuelos y Titulcia, con un trazado más recto. Existen más vías de
acceso a la Ciudad de Chinchón, procediendo éstas de los pueblos limítrofes.
Servicios de Autobuses
Desde Madrid hay un buen servicio de autobuses, prácticamente cada hora,
realizado por la empresa de transportes La Veloz, que se inicia en la Pza.
Conde Casal, cabecera de la N-III, Madrid-Valencia. Se trata de la línea de
autobuses 337 Madrid-Chinchón-Valdelaguna.
Desde Aranjuez hay un buen servicio de autobuses, prácticamente cada hora,
realizado por la empresa de transportes La Veloz. Se trata de la línea de
autobuses 430 Aranjuez-Chinchón-Villarejo.
Aranjuez-Chinchón-Villarejo de Salvanés
2. Algo de Historia
La especial condición geográfica de la vega del Tajuña debió propiciar los
asentamientos humanos desde tiempos muy antiguos. Los primeros vestigios
prehistóricos se remontan al neolítico.
De esta época son las múltiples cuevas de la zona. La más conocida es la
cueva de la Mora. En el denominado Cerro del Salitral se han descubierto restos de
una ciudad íbera con su correspondiente necrópolis.
En la dominación romana Chinchón se convirtió en un pueblo agrícola,
aceptando su civilización, leyes y costumbres (hay datos del antiguo
hallazgo de una lápida sepulcral romana que en el siglo XVIII servía de
dintel a una puerta de una casa de la plaza Mayor).
Posteriormente llegó la dominación árabe, a la cual estuvo sujeto durante
tres siglos y medio. Durante dicha hegemonía árabe Chinchón perteneció al
Reino o Taifa de Toledo.
Con la conquista en 1060 por Fernando I El Magno y la reconquista posterior
de Alfonso VI en 1083, el pueblo quedaría fuera del dominio musulmán y
vinculado al Concejo de Segovia.
Hasta 1480, momento en que se convierte en señorío concedido a los marqueses
de Moya, Andrés Cabrera y Beatriz de Bobadilla, este territorio rendía
cuentas a los concejos y arzobispados de Segovia y Toledo.
Este reconocimiento fue otorgado por el apoyo militar a la causa Isabel I en
su lucha por el trono de Castilla. Se le concedieron 1200 vasallos y un
extenso territorio al sur de Segovia que tenía como epicentro la localidad
de Chinchón. Fue entonces cuando se construyó el castillo de Chinchón, de
estilo renacentista.
En 1498 los vecinos de Chinchón se «mudaron» para hacer sus reuniones a una
casa localizada en la plaza Mayor que pertenecía a un particular. Estas
reuniones en asamblea tenían el nombre de concejo abierto.
Se puede observar que la plaza Mayor es irregular, como era costumbre en la
época, cuando alrededor de las casas se guardaba el ganado para que los
ganaderos que vivían en la plaza pudieran verlo desde el balcón sin salir de
su casa.
En 1520, los comuneros atacaron el castillo del vasallo de Carlos V y lo
destruyeron. La reconstrucción la dirigió don Diego Fernández de Cabrera,
tercer conde de Chinchón. En 1706, como consecuencia del apoyo del pueblo a
la causa de Felipe V, las tropas del archiduque Carlos causaron graves
destrozos en el castillo.
Mientras tanto, el pueblo había ido creciendo en importancia, como
testimonian los edificios barrocos de este período, y la plaza Mayor se
consolidaba como centro del poder público.
En 1638, las propiedades de la corteza de la quina fueron descubiertas por
la condesa de Chinchón (esposa del virrey Luis Jeronimo Fernández de
Cabrera) en el Perú, cuando observó que los nativos la empleaban para tratar
las fiebres, pero las referencias a las propiedades curativas de la quinina
y su exportación habían comenzado tiempo atrás con los misioneros
jesuitas.
El nombre científico cinchona se refiere directamente a la condesa (Linneo
transcribió el sonido español 'chi' a la manera italiana: 'ci', lo cual era
frecuente en la época).
En 1738, el condado pasó, por compra, a manos del infante Felipe de Borbón y
Farnesio, y un año más tarde se le otorgó a la Villa el título de Muy Noble
y Muy Leal en reconocimiento a su fidelidad en la guerra de Sucesión dado
que se le acogió en una de las casas solariegas, conocida como La Casa de la
Cadena y se le aclamó como rey.
La constante adhesión a la Monarquía por parte de la Villa y su desarrollo
agrícola se verían recompensados en el siglo XX por el rey Alfonso XIII, que
en 1916 concede a Chinchón el título de ciudad, y diez años más tarde el
tratamiento de Excelencia a su ayuntamiento.
En 1974 Chinchón fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Antes de comenzar con los imprescindibles que ver en Chinchón, quiero
compartir contigo más opciones de escapadas cerca de Madrid que a mí me
encantaron.
Y en la capital, tienes todo esto para visitar en Madrid.
3. Imprescindibles en una escapada a Chinchón
Chinchón es, ante todo, una plaza. Una plaza histórica, antigua, llena de
soportales, tejados escalonados y 234 balcones de madera pintados de verde
en torno a la cual parecen haber ido creciendo las casas.
De origen medieval, esta Plaza Mayor no es sólo un ejemplo singular de la
arquitectura popular castellana sino el centro neurálgico de la
localidad.
Desde su construcción ha sido escenario de proclamaciones y festejos reales,
juegos de cañas, corral de comedias, corridas de toros, ferias de ganado,
autos sacramentales, ejecuciones e incluso plató de rodaje (Cantiflas, Rita
Hayworth, Orson Welles o John Wayne grabaron allí).
Un ejemplo de arquitectura pintoresca, soportalada y con bellos edificios de
tres plantas y balcones de madera. Chinchón sigue manteniendo en la
actualidad una tradición que data de mediados del siglo XVI: los
encierros.
Sin duda, pasear por la Plaza Mayor y sentarse a disfrutar del ambiente en
alguna de sus terrazas es (casi) una obligación en tu escapada a Chinchón.
Plaza Mayor, es un lugar que no te dejará indiferente, Chinchón.
Otra de sus mayores obras arquitectónicas es el
Convento de los Agustinos, convertido en el actual
Parador de Turismo.
Parador de Turismo de Chinchón
Antiguo Monasterio de los Agustinos
Algunos de los hoteles Parador repartidos por toda España son una
maravilla, tomando algunas veces edificios con mucho pasado.
Es el caso del Parador de Chinchón, en su día un centro de formación
humanista o incluso un juzgado del partido judicial.
En su interior destaca su patio en forma de claustro, donde los
agustinos paseaban ya muchos años atrás. Aunque no se sea huésped del
hotel, es posible entrar y disfrutar de su restaurante o
cafetería.
Nosotros optamos por esta última opción, con mesas en la propia zona del
claustro, siendo toda una experiencia. Tomamos café y una tarta red
velvet que quitaba el sentido.
Se puede entrar a ver el claustro, donde además puedes desayunar a
partir de las 11 horas en un entorno muy agradable (si te gustan las
rosquillas, este es tu sitio).
Anexa al Convento se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Rosario,
antigua iglesia del convento.
La Torre del Reloj es otro
emblema de Chinchón.
Dicen que durante la Guerra de la Independencia se destruyó la Iglesia de
Nuestra Señora de Gracia, la más antigua de Chinchón. Únicamente se salvó la
torre, que ha sido restaurada en numerosas ocasiones a lo largo de la
historia.

Torre del Reloj de Chinchón
Otra gran joya que esconde Chinchón es el cuadro de Francisco de Goya que
decora el Altar Mayor de la
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ‘La Asunción de la Virgen’.
Además, se dice que Goya pintó aquí uno de sus lienzos más famosos,
‘La Condesa de Chinchón’.
Además, desde el mirador que hay frente a la iglesia tienes unas vistas
magníficas de la Plaza Mayor.
Plaza Mayor e Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Chinchón.

El famoso cuadro ‘Asunción de la Virgen’, de Francisco de Goya, en el
altar de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción.
El Castillo de los Condes es otro imprescindible en tu escapada a Chinchón.
En 1808, durante los tres días de asedio en la Guerra de la Independencia,
sufrió expolio e incendio.
De camino al Castillo de los Condes desde la Plaza Mayor puedes detenerte en
otro mirador con unas vistas fabulosas.
Si te fijas a lo lejos, verás hasta las cuatro Torres de Plaza Castilla.
Castillo de los Condes, Chinchón.
Castillo de los Condes de Chinchón
En la Villa de Chinchón se encuentra un castillo que
ha sido testigo de la historia de esta importante Villa de Madrid.
Castillo de los Condes de Chinchón, Madrid
El castillo que ha llegado hasta nuestros días se asienta sobre una
primitiva fortaleza, alrededor de la cual se articulaba el señorío
de Chinchón, ostentado por la familia de los Cabrera desde tiempos
del rey Enrique IV de Castilla.
El castillo fue construido como residencia y ostentación de poder de los nuevos señores de Chinchón allá por finales del siglo XV.
El castillo fue construido como residencia y ostentación de poder de los nuevos señores de Chinchón allá por finales del siglo XV.
El edificio original sufrió daños de consideración en el ataque que
realizaron las tropas comuneras en el año 1520.
La plaza fue entregada con toda su artillería el 21 de enero de 1521.
La plaza fue entregada con toda su artillería el 21 de enero de 1521.
El tercer conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla,
decidió demoler los restos que quedaron. Sobre su solar, ordenó levantar
un nuevo castillo, aprovechando los materiales del viejo.
La autoría y cronología de las fases de la obra son desconocidas, si bien se sabe que su edificación se prolongó desde 1590 hasta 1598.
Asimismo, existen referencias de los costes de la construcción. En su
testamento, Fernández de Cabrera y Bobadilla hizo constar que llevaba
gastados cincuenta mil ducados, sin haber salido de los cimientos.
Castillo de los Condes de Chinchón, Madrid
El castillo estuvo bien conservado hasta 1705, año en el que sufrió las consecuencias de la Guerra de Sucesión española.
En esa fecha fue ocupado por las tropas del ejército
del Archiduque de Austria, dirigidas por el marqués de las
Minas.
Sus dependencias fueron aprovechadas para la instalación de abundante
artillería. Más tarde, sufrió un incendio en su parte noroeste, a
consecuencia del almacenamiento de cáñamo.
Un siglo después, en 1808, durante los tres días de asedio
a Chinchón, fue expoliado e incendiado a manos de la Brigada Polaca
del mariscal francés Claude Perrin Victor, en el contexto de
la Guerra de la Independencia.
El castillo posee dos cuerpos rectangulares con esquinas rematadas en
torres.
Entre los muros y el patio central se distribuyen las galerías. Si lo
visitas, también podrás ver el foso que aún se conserva.
Museo Etnológico «La Posada», Chinchón
Es inevitable, estar en chinchón y disfrutar de su increible plaza
Su origen es medieval, del siglo XV, y se la considera una de las plazas
más bellas. Cuenta con doscientos treinta y cuatro balcones denominados
"claros" y ha sido centro de numerosas actividades a lo largo de su
larga existencia, como fiestas reales, proclamaciones, corral de
comedias, corridas de toros, plató de cine, entre otros
Los edificios que la rodean constan de elementos de madera vista,
contabilizándose un total de 234 balcones.1 Goza de una protección integral de grado 1 y hace las veces de coso
taurino.
Las balconadas están pintadas de color verde, aunque en el pasado
habrían lucido uno azul.

Desde Chinchón puedes ver las cuatro torres de Plaza Castilla a
lo lejos.
El Teatro Lope de Vega
alberga en su interior un lienzo que hace las veces de telón. El
teatro tiene este nombre porque Lope de Vega escribió y firmó aquí la
comedia “El Blasón de los Chaves de Villalba”.
Teatro Lope de Vega, Chinchón.
Otro edificio, de gran austeridad, es el Convento de las
Clarisas.
Convento de las Monjas Clarisas
Si uno se quiere llevar a casa algunos dulces típicos de la zona,
una de las mejores opciones pasa por comprarlos directamente a las
monjas del Convento de las MM. Clarisas.
Convento de las Clarisas, Chinchón
Una edificación religiosa del siglo XVII, de estilo barroco y muy
austero, todo un icono de Chinchón.
Aunque no se puede visitar su interior, si que se puede acceder al
pequeño jardín que da acceso a la tienda donde comprar los dulces.
Se pueden comprar todos los días, siendo su horario de 10.15 a 14h
por las mañanas y de 16 a 19h por las tardes. ¡A tomar azúcar se
ha dicho!
Aquí puedes ver el panteón de los V Condes de Chinchón, realizado en
mármol.
“Se venden rosquillas”, dice el cartel de la puerta
principal. Ya solo por comprar los famosos dulces elaborados por
las monjas, merece la pena la visita.
Justo enfrente del Convento de las Clarisas se encuentra el Centro
de Interpretación Turística “El Matadero”, donde puedes leer mucha
información sobre la ciudad, sus costumbres y gastronomía. Aquí
puedes ver también una maqueta con los puntos más representativos
de Chinchón y descubrir muchas curiosidades.
¿Sabías que el actor y director de cine Orson Welles fue un
gran enamorado de Chinchón, donde rodó escenas de sus películas
“Campanadas a medianoche” y “Una historia inmortal”?
La ermita de San Roque
de estilo barroco, está dedicada a San Roque, patrono de la
ciudad.
Construida en la segunda mitad del siglo XVII, alberga dos
retablos: uno con la imagen de Nuestra Señora de Gracia, patrona
de Chinchón, y otro mayor con una talla de San Roque de 1716.
Ermita de San Roque, Chinchón.
Casa de la Cadena
Este pequeño edificio es conocido por servir de alojamiento en su
paso por Chinchón al monarca Felipe V, una noche de fría de
febrero de 1706.
Casa de la Cadena, Chinchón
Su estilo barroco de finales del siglo anterior a la visita del
Borbón lo hace uno de las construcciones más importantes que ver
en Chinchón. Desafortunadamente su interior no es visitable.
Museo Etnológico «La Posada»
Este museo de carácter privado se encuentra a dos pasos de la
Plaza Mayor, ubicado en una antigua posada de principios del s.
XIX. Aunque uno no quiera entrar al museo, si que recomendamos
acercarse y ver el patio interior del edificio, super bonito.
El museo ofrece toda clase utensilios, bártulos, maquinarias y
elementos de épocas pasadas, las cuáles ofrecen una visión de como
era la época en la región en los siglos pasados.
Su horario es de 11 a 14h y de 16 a 19h, aunque conviene informarse
antes, ya que parece que no abre todos los días (no cuentan con web
propia). El precio es de 4€.
El Tren Turístico
«Chinchón sobre ruedas», una de los mejores planes que hacer en
Chinchón con niños
El tren turístico «Chinchón sobre ruedas»
Uno de los mejores planes para visitar Chinchón con niños y de un modo
diferente es hacerlo a través del tren turístico que atraviesa sus
calles principales, ofreciendo un rato ameno.
Se puede tomar desde la propia Plaza Mayor, por lo que no tiene ningún
tipo de perdida. ¡Y por supuesto que los mayores sin niños también
estamos más que invitados, jaja!
4. Chinchón, paraíso gastronómico
Ir a comer a Chinchón forma parte del decálogo del buen madrileño
dominguero. Es todo un clásico y por ello el resultado es clásico.
En los restaurantes que inundan la plaza y las calles colindantes el
menú suele ser parecido, con una oferta de primero, segundo y postre
muy tradicional. A Chinchón se viene a comer como antaño, nada de
moderneces
Chinchón cuenta con una amplia oferta gastronómica, que incluye desde
cordero, cochinillo y cabritos asados en hornos de leña, sopa de ajo,
potaje de vigilia, quesos artesanales, anís, aceite y ajo, entre otros
productos.
El vino es protagonista en esta zona, de hecho el viñedo es el cultivo
habitual, siendo la garnacha la uva autóctona.
No olvides probar la repostería en tu escapada a Chinchón. ¡Apuesto a
que sonreirás al descubrir postres como las pelotas de fraile o las
tetas de novicia! Además, es famoso el hornazo, bollo de pan dulce con
un huevo, y las pastas de anís.

Sopa de ajo en el Mesón Cuevas del Vino.

Plato de cordero asado en el Mesón Cuevas del Vino.

5. De vinos y Tapas por Chinchón
En Chinchón el aperitivo se goza o bien en la plaza (el
Café de la Iberia se lleva el Oscar) o bien bajo tierra.
Vayamos a lo más extravagante.
El mesón Quiñones tiene como reclamo conocer sus míticas
cuevas del murciélago, donde se agolpan las tinajas gordas y donde se
puede hacer un break para probar un vino joven de la tierra.
Nada de snobismos, que lo verdaderamente atractivo está en el
contexto, no en la calidad del mismo.

El aperitivo, cómo no, en la plaza

El Oscar del aperitivo en la plaza
6. Para Comer en Chinchón
y visitar sus famosa bodegas, para disfrutar de su
gastronomia,
Ajofino
Plaza Mayor 32,
28370 Chinchon, España
+34 910 57 97 87
Restaurante La Casa del Pregonero
Plaza Mayor 4,
28370 Chinchon, España
+34 918 94 06 96
y algo mas económico
Carretera de Madrid, 7,
28370 Chinchon, España
+34 918 94 03 41
7. y en los alrededores:
Colmenar de Oreja
Colmenar de Oreja se encuentra situado en el sureste de la Comunidad de
Madrid, a tan sólo 4 kilómetros de Chinchón.
De por sí, su Plaza Mayor y el Museo Ulpiano Checa hacen que el viaje
merezca la pena, pero para completarlo… nada mejor que un buen vino para
acompañar a su rica gastronomía. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo…
Un poco de historia
La historia de Colmenar está ligada al cercano castillo de Oreja, una
fortaleza de origen prerromano cuyos restos se hallan a unos kilómetros
de la localidad, en la provincia de Toledo. La fortaleza cobró
importancia bajo el nombre de Aureliae, probablemente le debe el nombre
al cónsul romano Aurelio.
En torno al castillo surgieron varias aldeas, entre la cuales estaba
Apis Aureliae en referencia a las colmenas, que más tarde pasaría a ser
Colmenar de Oreja (de Aureliae).
Fuente barranco y Puente del Zacatín, Colmenar de Oreja
El castillo, por su parte, se halla en un enclave estratégico para
controlar el río Tajo, por lo que pasó varias veces de manos árabes a
cristianas, hasta ser conquistado por Alfonso VII en 1139.
Ese mismo año otorgó el Fuero de Oreja, por el que se decretaba la
repoblación de la zona y se concedían prebendas a sus pobladores.
Poco después toda el área, agrupada en la Encomienda de Oreja, pasó a
depender de la Orden de Santiago.
En 1440 adquirió el rango de villa, pasando por ella la corte itinerante
de los reyes castellanos. En el siglo XVI quedó bajo el control del
duque de Maqueda, con el que se inicia la etapa de señorío de la
localidad, marcada por el progreso urbano y comercial.
En 1922, Alfonso XIII concede a Colmenar de Oreja el título de Ciudad,
que conserva aún hoy. A principios de siglo XX el ferrocarril llegó a la
villa, aunque en la década de 1940 la línea dejó de estar operativa y
hoy puede recorrerse como parte de la vía verde del Tajuña.
Famosas canteras y otros oficios
Son famosas sus canteras de las que ha salido piedra para los Palacios
Reales de Madrid y Aranjuez, el Teatro Real y fuentes como la Cibeles y
Neptuno, entre otras.
Es precisamente durante el desarrollo de Aranjuez cuando Oreja pierde su
hegemonía, mientras que comienza el auténtico desarrollo de Colmenar,
llegando a ser durante el siglo XIX el tercer municipio más poblado de
la provincia de Madrid.
Pero además, la localidad también conoció un importante desarrollo
industrial gracias a los hornos donde se fabricaban las tinajas para el
vino y el aceite, una actividad mantenida hasta bien entrado el siglo
XX.
En 1966 aún se mantenían dos centros productores, mientras que en
1979 ya sólo quedaba un horno en activo. Este oficio del pasado queda
reflejado hoy en los grandes hornos donde se cocían las piezas, que se
exportaban a toda la península e incluso a ultramar. En el casco urbano
pueden observarse algunos.
8. Comer en Comenar de Oreja
Restaurante Casa Pepe
Plaza Mayor, 20,
28380 Colmenar de Oreja España
+34 918 94 35 70
Calle Madrid 2,

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