jueves, 26 de agosto de 2021

Escapada a Chinchón, Maravilla del Sur de Madrid

Plaza Mayor de Chinchón, Madrid

Plaza Mayor de Chinchón, Madrid

Vistas de la Plaza Mayor de Chinchón desde un mirador.

Claustro del Parador de Chinchón

Mesón Típico en Chinchón

Plaza de Colmenar de Oreja, Madrid

Muchas veces nos empeñamos en conocer lugares que están en la otra punta del mundo, cuando muy cerca tenemos auténticas maravillas. Eso es lo que pensé yo después de mi escapada a Chinchón, uno de los pueblos más bonitos de España, situado a unos 45 km al sureste de Madrid. 

Se encuentra, además, muy cerca de, un pueblo precioso que además tiene una historia interesante,  Colmenar de Oreja.

 

Indice:


Si has llegado en avión y necesitas traslado desde el aeropuerto puedes conseguirlo aquí

1. Como Llegar a Chinchón


Cómo llegar en coche

Vías de acceso desde Madrid:

A-3 hasta el Puente de Arganda con desvío señalizado hacia la derecha por la carretera M-311-313, que pasa próxima a Morata de Tajuña camino de Chinchón, de trazado sinuoso en sus últimos tramos.
R-3 a la altura de Perales de Tajuña.

A-4 hasta el cruce con la carretera M-404 Navalcarnero-Chinchón, que pasa por Ciempozuelos y Titulcia, con un trazado más recto. Existen más vías de acceso a la Ciudad de Chinchón, procediendo éstas de los pueblos limítrofes.

Servicios de Autobuses

Desde Madrid hay un buen servicio de autobuses, prácticamente cada hora, realizado por la empresa de transportes La Veloz, que se inicia en la Pza. Conde Casal, cabecera de la N-III, Madrid-Valencia. Se trata de la línea de autobuses 337 Madrid-Chinchón-Valdelaguna.

Desde Aranjuez hay un buen servicio de autobuses, prácticamente cada hora, realizado por la empresa de transportes La Veloz. Se trata de la línea de autobuses 430 Aranjuez-Chinchón-Villarejo.

Aranjuez-Chinchón-Villarejo de Salvanés

2. Algo de Historia

La especial condición geográfica de la vega del Tajuña debió propiciar los asentamientos humanos desde tiempos muy antiguos. Los primeros vestigios prehistóricos se remontan al neolítico. 

De esta época son las múltiples cuevas de la zona. La más conocida es la cueva de la Mora. En el denominado Cerro del Salitral se han descubierto restos de una ciudad íbera con su correspondiente necrópolis.

En la dominación romana Chinchón se convirtió en un pueblo agrícola, aceptando su civilización, leyes y costumbres (hay datos del antiguo hallazgo de una lápida sepulcral romana que en el siglo XVIII servía de dintel a una puerta de una casa de la plaza Mayor).

Posteriormente llegó la dominación árabe, a la cual estuvo sujeto durante tres siglos y medio. Durante dicha hegemonía árabe Chinchón perteneció al Reino o Taifa de Toledo. 

Con la conquista en 1060 por Fernando I El Magno y la reconquista posterior de Alfonso VI en 1083, el pueblo quedaría fuera del dominio musulmán y vinculado al Concejo de Segovia.

Hasta 1480, momento en que se convierte en señorío concedido a los marqueses de Moya, Andrés Cabrera y Beatriz de Bobadilla, este territorio rendía cuentas a los concejos y arzobispados de Segovia y Toledo. 

Este reconocimiento fue otorgado por el apoyo militar a la causa Isabel I en su lucha por el trono de Castilla. Se le concedieron 1200 vasallos y un extenso territorio al sur de Segovia que tenía como epicentro la localidad de Chinchón. Fue entonces cuando se construyó el castillo de Chinchón, de estilo renacentista.

En 1498 los vecinos de Chinchón se «mudaron» para hacer sus reuniones a una casa localizada en la plaza Mayor que pertenecía a un particular. Estas reuniones en asamblea tenían el nombre de concejo abierto. 

Se puede observar que la plaza Mayor es irregular, como era costumbre en la época, cuando alrededor de las casas se guardaba el ganado para que los ganaderos que vivían en la plaza pudieran verlo desde el balcón sin salir de su casa.

En 1520, los comuneros atacaron el castillo del vasallo de Carlos V y lo destruyeron. La reconstrucción la dirigió don Diego Fernández de Cabrera, tercer conde de Chinchón. En 1706, como consecuencia del apoyo del pueblo a la causa de Felipe V, las tropas del archiduque Carlos causaron graves destrozos en el castillo.

Mientras tanto, el pueblo había ido creciendo en importancia, como testimonian los edificios barrocos de este período, y la plaza Mayor se consolidaba como centro del poder público.

En 1638, las propiedades de la corteza de la quina fueron descubiertas por la condesa de Chinchón (esposa del virrey Luis Jeronimo Fernández de Cabrera) en el Perú, cuando observó que los nativos la empleaban para tratar las fiebres, pero las referencias a las propiedades curativas de la quinina y su exportación habían comenzado tiempo atrás con los misioneros jesuitas. 

El nombre científico cinchona se refiere directamente a la condesa (Linneo transcribió el sonido español 'chi' a la manera italiana: 'ci', lo cual era frecuente en la época).

En 1738, el condado pasó, por compra, a manos del infante Felipe de Borbón y Farnesio, y un año más tarde se le otorgó a la Villa el título de Muy Noble y Muy Leal en reconocimiento a su fidelidad en la guerra de Sucesión dado que se le acogió en una de las casas solariegas, conocida como La Casa de la Cadena y se le aclamó como rey.

La constante adhesión a la Monarquía por parte de la Villa y su desarrollo agrícola se verían recompensados en el siglo XX por el rey Alfonso XIII, que en 1916 concede a Chinchón el título de ciudad, y diez años más tarde el tratamiento de Excelencia a su ayuntamiento.

En 1974 Chinchón fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. 

Plaza de Chinchón, Madrid

Antes de comenzar con los imprescindibles que ver en Chinchón, quiero compartir contigo más opciones de escapadas cerca de Madrid que a mí me encantaron. 

Aquí te dejo mis recomendaciones de Ávila, Toledo y Segovia

Y en la capital, tienes todo esto para visitar en Madrid.

3. Imprescindibles en una escapada a Chinchón


Chinchón es, ante todo, una plaza. Una plaza histórica, antigua, llena de soportales, tejados escalonados y 234 balcones de madera pintados de verde en torno a la cual parecen haber ido creciendo las casas.

De origen medieval, esta Plaza Mayor no es sólo un ejemplo singular de la arquitectura popular castellana sino el centro neurálgico de la localidad. 

Desde su construcción ha sido escenario de proclamaciones y festejos reales, juegos de cañas, corral de comedias, corridas de toros, ferias de ganado, autos sacramentales, ejecuciones e incluso plató de rodaje (Cantiflas, Rita Hayworth, Orson Welles o John Wayne grabaron allí).


La Plaza Mayor de Chinchón fue elegida en 2008 por votación popular como una de las siete maravillas de la Comunidad de Madrid. 

Un ejemplo de arquitectura pintoresca, soportalada y con bellos edificios de tres plantas y balcones de madera. Chinchón sigue manteniendo en la actualidad una tradición que data de mediados del siglo XVI: los encierros. 

Sin duda, pasear por la Plaza Mayor y sentarse a disfrutar del ambiente en alguna de sus terrazas es (casi) una obligación en tu escapada a Chinchón.

Plaza Mayor, es un lugar que no te dejará indiferente, Chinchón.

Otra de sus mayores obras arquitectónicas es el Convento de los Agustinos, convertido en el actual Parador de Turismo.

Parador de Turismo de Chinchón

Claustro del Parador de Turismo de Chinchón

 Antiguo Monasterio de los Agustinos

Algunos de los hoteles Parador repartidos por toda España son una maravilla, tomando algunas veces edificios con mucho pasado. 

Es el caso del Parador de Chinchón, en su día un centro de formación humanista o incluso un juzgado del partido judicial.

En su interior destaca su patio en forma de claustro, donde los agustinos paseaban ya muchos años atrás. Aunque no se sea huésped del hotel, es posible entrar y disfrutar de su restaurante o cafetería. 

Nosotros optamos por esta última opción, con mesas en la propia zona del claustro, siendo toda una experiencia. Tomamos café y una tarta red velvet que quitaba el sentido.

Se puede entrar a ver el claustro, donde además puedes desayunar a partir de las 11 horas en un entorno muy agradable (si te gustan las rosquillas, este es tu sitio). 

Anexa al Convento se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Rosario, antigua iglesia del convento.

La Torre del Reloj es otro emblema de Chinchón. 

Dicen que durante la Guerra de la Independencia se destruyó la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, la más antigua de Chinchón. Únicamente se salvó la torre, que ha sido restaurada en numerosas ocasiones a lo largo de la historia.

Torre del Reloj de Chinchón

Otra gran joya que esconde Chinchón es el cuadro de Francisco de Goya que decora el Altar Mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ‘La Asunción de la Virgen’. 

Además, se dice que Goya pintó aquí uno de sus lienzos más famosos, ‘La Condesa de Chinchón’. 

Además, desde el mirador que hay frente a la iglesia tienes unas vistas magníficas de la Plaza Mayor.

Plaza Mayor e Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Chinchón.

El famoso cuadro ‘Asunción de la Virgen’, de Francisco de Goya, en el altar de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción.

El Castillo de los Condes es otro imprescindible en tu escapada a Chinchón. En 1808, durante los tres días de asedio en la Guerra de la Independencia, sufrió expolio e incendio. 

De camino al Castillo de los Condes desde la Plaza Mayor puedes detenerte en otro mirador con unas vistas fabulosas. 

Si te fijas a lo lejos, verás hasta las cuatro Torres de Plaza Castilla.

Castillo de los Condes, Chinchón.

Castillo de los Condes de Chinchón


En la Villa de Chinchón se encuentra un castillo que ha sido testigo de la historia de esta importante Villa de Madrid.

Castillo de los Condes de Chinchón, Madrid

El castillo que ha llegado hasta nuestros días se asienta sobre una primitiva fortaleza, alrededor de la cual se articulaba el señorío de Chinchón, ostentado por la familia de los Cabrera desde tiempos del rey Enrique IV de Castilla.

El castillo fue construido como residencia y ostentación de poder de los nuevos señores de Chinchón allá por finales del siglo XV. 

El edificio original sufrió daños de consideración en el ataque que realizaron las tropas comuneras en el año 1520.

La plaza fue entregada con toda su artillería el 21 de enero de 1521.

El tercer conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, decidió demoler los restos que quedaron. Sobre su solar, ordenó levantar un nuevo castillo, aprovechando los materiales del viejo.

La autoría y cronología de las fases de la obra son desconocidas, si bien se sabe que su edificación se prolongó desde 1590 hasta 1598.

Asimismo, existen referencias de los costes de la construcción. En su testamento, Fernández de Cabrera y Bobadilla hizo constar que llevaba gastados cincuenta mil ducados, sin haber salido de los cimientos.

Castillo de los Condes de Chinchón, Madrid

El castillo estuvo bien conservado hasta 1705, año en el que sufrió las consecuencias de la Guerra de Sucesión española.

 En esa fecha fue ocupado por las tropas del ejército del Archiduque de Austria, dirigidas por el marqués de las Minas. 

Sus dependencias fueron aprovechadas para la instalación de abundante artillería. Más tarde, sufrió un incendio en su parte noroeste, a consecuencia del almacenamiento de cáñamo.

Un siglo después, en 1808, durante los tres días de asedio a Chinchón, fue expoliado e incendiado a manos de la Brigada Polaca del mariscal francés Claude Perrin Victor, en el contexto de la Guerra de la Independencia.

El castillo posee dos cuerpos rectangulares con esquinas rematadas en torres. 

Entre los muros y el patio central se distribuyen las galerías. Si lo visitas, también podrás ver el foso que aún se conserva.

Es inevitable, estar en chinchón y disfrutar de su increible plaza

Su origen es medieval, del siglo XV, y se la considera una de las plazas más bellas. Cuenta con doscientos treinta y cuatro balcones denominados "claros" y ha sido centro de numerosas actividades a lo largo de su larga existencia, como fiestas reales, proclamaciones, corral de comedias, corridas de toros, plató de cine, entre otros

Los edificios que la rodean constan de elementos de madera vista, contabilizándose un total de 234 balcones.1​ Goza de una protección integral de grado 1​ y hace las veces de coso taurino.

Las balconadas están pintadas de color verde, aunque en el pasado habrían lucido uno azul.​

Desde Chinchón puedes ver las cuatro torres de Plaza Castilla a lo lejos.

El Teatro Lope de Vega 

alberga en su interior un lienzo que hace las veces de telón. El teatro tiene este nombre porque Lope de Vega escribió y firmó aquí la comedia “El Blasón de los Chaves de Villalba”.

Teatro Lope de Vega, Chinchón.

Otro edificio, de gran austeridad, es el Convento de las Clarisas.

Convento de las Monjas Clarisas

Si uno se quiere llevar a casa algunos dulces típicos de la zona, una de las mejores opciones pasa por comprarlos directamente a las monjas del Convento de las MM. Clarisas. 

Convento de las Clarisas, Chinchón

Una edificación religiosa del siglo XVII, de estilo barroco y muy austero, todo un icono de Chinchón.

Aunque no se puede visitar su interior, si que se puede acceder al pequeño jardín que da acceso a la tienda donde comprar los dulces. Se pueden comprar todos los días, siendo su horario de 10.15 a 14h por las mañanas y de 16 a 19h por las tardes. ¡A tomar azúcar se ha dicho!

Aquí puedes ver el panteón de los V Condes de Chinchón, realizado en mármol.


 “Se venden rosquillas”, dice el cartel de la puerta principal. Ya solo por comprar los famosos dulces elaborados por las monjas, merece la pena la visita.

Justo enfrente del Convento de las Clarisas se encuentra el Centro de Interpretación Turística “El Matadero”, donde puedes leer mucha información sobre la ciudad, sus costumbres y gastronomía. Aquí puedes ver también una maqueta con los puntos más representativos de Chinchón y descubrir muchas curiosidades.

 ¿Sabías que el actor y director de cine Orson Welles fue un gran enamorado de Chinchón, donde rodó escenas de sus películas “Campanadas a medianoche” y “Una historia inmortal”?

La ermita de San Roque

de estilo barroco, está dedicada a San Roque, patrono de la ciudad. 

Construida en la segunda mitad del siglo XVII, alberga dos retablos: uno con la imagen de Nuestra Señora de Gracia, patrona de Chinchón, y otro mayor con una talla de San Roque de 1716.

Ermita de San Roque, Chinchón.

Casa de la Cadena

Este pequeño edificio es conocido por servir de alojamiento en su paso por Chinchón al monarca Felipe V, una noche de fría de febrero de 1706. 

Casa de la Cadena, Chinchón

Su estilo barroco de finales del siglo anterior a la visita del Borbón lo hace uno de las construcciones más importantes que ver en Chinchón. Desafortunadamente su interior no es visitable.

Museo Etnológico «La Posada»

Este museo de carácter privado se encuentra a dos pasos de la Plaza Mayor, ubicado en una antigua posada de principios del s. XIX. Aunque uno no quiera entrar al museo, si que recomendamos acercarse y ver el patio interior del edificio, super bonito.

Museo Etnológico «La Posada», Chinchón

El museo ofrece toda clase utensilios, bártulos, maquinarias y elementos de épocas pasadas, las cuáles ofrecen una visión de como era la época en la región en los siglos pasados. 

Su horario es de 11 a 14h y de 16 a 19h, aunque conviene informarse antes, ya que parece que no abre todos los días (no cuentan con web propia). El precio es de 4€.

El Tren Turístico 

«Chinchón sobre ruedas», una de los mejores planes que hacer en Chinchón con niños

El tren turístico «Chinchón sobre ruedas»

Uno de los mejores planes para visitar Chinchón con niños y de un modo diferente es hacerlo a través del tren turístico que atraviesa sus calles principales, ofreciendo un rato ameno. 

Se puede tomar desde la propia Plaza Mayor, por lo que no tiene ningún tipo de perdida. ¡Y por supuesto que los mayores sin niños también estamos más que invitados, jaja!

4. Chinchón, paraíso gastronómico

Ir a comer a Chinchón forma parte del decálogo del buen madrileño dominguero. Es todo un clásico y por ello el resultado es clásico. En los restaurantes que inundan la plaza y las calles colindantes el menú suele ser parecido, con una oferta de primero, segundo y postre muy tradicional. A Chinchón se viene a comer como antaño, nada de moderneces

Chinchón cuenta con una amplia oferta gastronómica, que incluye desde cordero, cochinillo y cabritos asados en hornos de leña, sopa de ajo, potaje de vigilia, quesos artesanales, anís, aceite y ajo, entre otros productos.

El vino es protagonista en esta zona, de hecho el viñedo es el cultivo habitual, siendo la garnacha la uva autóctona.

No olvides probar la repostería en tu escapada a Chinchón. ¡Apuesto a que sonreirás al descubrir postres como las pelotas de fraile o las tetas de novicia! Además, es famoso el hornazo, bollo de pan dulce con un huevo, y las pastas de anís.


Sopa de ajo en el Mesón Cuevas del Vino.


Plato de cordero asado en el Mesón Cuevas del Vino.


Leche frita en el Mesón Cuevas del Vino.

5. De vinos y Tapas por Chinchón

En Chinchón el aperitivo se goza o bien en la plaza (el Café de la Iberia se lleva el Oscar) o bien bajo tierra. Vayamos a lo más extravagante. 

El mesón Quiñones tiene como reclamo conocer sus míticas cuevas del murciélago, donde se agolpan las tinajas gordas y donde se puede hacer un break para probar un vino joven de la tierra. 

Nada de snobismos, que lo verdaderamente atractivo está en el contexto, no en la calidad del mismo.


El aperitivo, cómo no, en la plaza

El Oscar del aperitivo en la plaza

 

 6. Para Comer en Chinchón
y visitar sus famosa bodegas, para disfrutar de su gastronomia,
Ajofino
Plaza Mayor 32, 
28370 Chinchon, España
+34 910 57 97 87

Restaurante La Casa del Pregonero
Plaza Mayor 4, 
28370 Chinchon, España
+34 918 94 06 96

y algo mas económico

La Estación
Carretera de Madrid, 7, 
28370 Chinchon, España
+34 918 94 03 41

7. y en los alrededores:

Colmenar de Oreja

Plaza Mayor de Colmenar de Oreja, Madrid

Colmenar de Oreja se encuentra situado en el sureste de la Comunidad de Madrid, a tan sólo 4 kilómetros de Chinchón. 

De por sí, su Plaza Mayor y el Museo Ulpiano Checa hacen que el viaje merezca la pena, pero para completarlo… nada mejor que un buen vino para acompañar a su rica gastronomía. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo…

Un poco de historia

La historia de Colmenar está ligada al cercano castillo de Oreja, una fortaleza de origen prerromano cuyos restos se hallan a unos kilómetros de la localidad, en la provincia de Toledo. La fortaleza cobró importancia bajo el nombre de Aureliae, probablemente le debe el nombre al cónsul romano Aurelio.

En torno al castillo surgieron varias aldeas, entre la cuales estaba Apis Aureliae en referencia a las colmenas, que más tarde pasaría a ser Colmenar de Oreja (de Aureliae). 

Fuente barranco y Puente del Zacatín, Colmenar de Oreja

El castillo, por su parte, se halla en un enclave estratégico para controlar el río Tajo, por lo que pasó varias veces de manos árabes a cristianas, hasta ser conquistado por Alfonso VII en 1139. 

Ese mismo año otorgó el Fuero de Oreja, por el que se decretaba la repoblación de la zona y se concedían prebendas a sus pobladores.

Poco después toda el área, agrupada en la Encomienda de Oreja, pasó a depender de la Orden de Santiago. 

En 1440 adquirió el rango de villa, pasando por ella la corte itinerante de los reyes castellanos. En el siglo XVI quedó bajo el control del duque de Maqueda, con el que se inicia la etapa de señorío de la localidad, marcada por el progreso urbano y comercial.

En 1922, Alfonso XIII concede a Colmenar de Oreja el título de Ciudad, que conserva aún hoy. A principios de siglo XX el ferrocarril llegó a la villa, aunque en la década de 1940 la línea dejó de estar operativa y hoy puede recorrerse como parte de la vía verde del Tajuña.

Famosas canteras y otros oficios

Son famosas sus canteras de las que ha salido piedra para los Palacios Reales de Madrid y Aranjuez, el Teatro Real y fuentes como la Cibeles y Neptuno, entre otras. 

Es precisamente durante el desarrollo de Aranjuez cuando Oreja pierde su hegemonía, mientras que comienza el auténtico desarrollo de Colmenar, llegando a ser durante el siglo XIX el tercer municipio más poblado de la provincia de Madrid.

Puente de Zacatín, en la actualidad. Comenar de Oreja

Pero además, la localidad también conoció un importante desarrollo industrial gracias a los hornos donde se fabricaban las tinajas para el vino y el aceite, una actividad mantenida hasta bien entrado el siglo XX. 

 En 1966 aún se mantenían dos centros productores, mientras que en 1979 ya sólo quedaba un horno en activo. Este oficio del pasado queda reflejado hoy en los grandes hornos donde se cocían las piezas, que se exportaban a toda la península e incluso a ultramar. En el casco urbano pueden observarse algunos.



8. Comer en Comenar de Oreja

Restaurante Casa Pepe
Plaza Mayor, 20, 
28380 Colmenar de Oreja España
+34 918 94 35 70

El Casinillo
Calle Madrid 2, 
28380 Colmenar de Oreja España
+34 918 94 47 18

Restaurante Crescencio
Calle Fosant,1, 
28380 Colmenar de Oreja España
+34 918 94 43 06


9.Otras Rutas Cercanas:










No hay comentarios:

Publicar un comentario