Torre de Terreros, Zalla
Está situado en el extremo suroeste de Vizcaya, en su límite con la
provincia de Álava, rodeado por los municipios vizcaínos de
Arrancudiaga, Aracaldo, Artea (Castillo-Elejabeitia), Ceberio, Villaro y
Ceánuri, y los alaveses de Zuya, Amurrio, Ayala y Llodio).
Iniciamos nuestra ruta en el
Valle de Orozco, Vizcaya
Palacio de Anunciabai, Orozco
Parque Natural de Gorbea
Casa Palacio Legorburu, Orozco
Cascada de Belaustegi, Orozco
Barrios de Orozco
Ermita Santa Catalina, Orozco
Aunque en este mismo apartado también hemos incluido el Parque Natural
de Gorbea, espacio al que pertenece Itxina, creemos que la belleza y
singularidad de este espacio hace que se merezca un espacio
independiente.
Skamata
Lehendakari Agirre Kalea, 1,
Aretxaga Jatetxea
Barrio Aretxaga 16,
Taberna de Eloy
El Puerto, 17,
Castillo de Muñatones, Vizcaya
Las casas torre fueron un tipo de vivienda fortificada construida por los
linajes feudales, la mayoria, entre los siglos XIV al XVI.
Durante la Edad Media los linajes más poderosos, agrupados en dos grandes
bandos, oñacinos y gamboínos, se enfrentaron por las fuentes de riqueza y
poder en todo el Territorio de Vizcaya.
Para su defensa construyeron casas-torre en lugares estratégicos. Estos
edificios cubrían simultáneamente las funciones de residencia familiar,
bastión de defensa militar y símbolo de prestigio público en una sociedad
que vivió de manera convulsa y violenta las etapas finales de la
transición bajo medieval.
La torre, torre fuerte o casa torre es uno de los elementos más populares
del paisaje construido en Vizcaya, posiblemente sólo superado por el
caserío.
Esta popularidad deriva en parte de su abundancia. Cuando en 1946 Javier
de Ibarra y Pedro de Garmendia publicaron su obra Torres de Vizcaya
recogieron noticias de cerca de 200 de estas construcciones en todo el
Señorío y eso que se les escaparon unas cuantas. De hecho, prácticamente
no hay municipio que no presuma de poseer al menos una torre, y en
ocasiones llegan a acumularse de forma sorprendente en algunos pueblos.
Sirva de ejemplo el caso de Gordexola, donde aún pueden verse 7 y la
documentación nos recuerda la existencia de otras 7: 14 torres en una
extensión de 41 km. .
Pero, sobre todo , el afecto hacia las viejas torres fuertes se debe a su
carácter evocador de uno de los más grandes momentos épicos del pasado
vizcaíno: las guerras de bandos.
Indice:
- Como Llegar al Valle de Orozco, origen de nuestra ruta
- Algo de Historia
- Croquis de nuestra ruta
- Valle de Orozco
- Comer en Orozco
- Torre Aranguren
- Torre de Torrelanda
- Castillo de Unzueta
- Casa Torre de Zubiete
- Torre de Ibarguen
- Torre de Terreros
- Castillo de La Piedra (Zalla)
- Comer en Balmaseda
- Torre de La Quadra
- Torre Loizaga
- Torre de Portugalete
- Comer en Portugalete
- Castillo de Muñatones
- Comer cerca del Castillo de Muñatones
- Otras Rutas Cercanas
1. Como Llegar al Valle de Orozco, origen de nuestra ruta
2. Algo de Historia
LOS ORIGENES
Las leyendas, siempre atractivas pero pocas veces fundadas, remontan
algunas de estas torres hasta épocas remotas .
La de Alcedo (Sopuerta) habría sido edificada nada menos
que por Hércules hacia el año 1335 antes de Cristo.
La de Echaburu (Izurza) sería obra de Lope de Odino, que la
levantó en tiempos del emperador romano Antonino Pío (138-161), para ser
sitiada y derribada por las tropas del visigodo Ataúlfo (410-415).
La de Butrón (Gatika) se debería a un tal capitán Gamíniz, caballero del
siglo VIII... La realidad, sin
embargo , se muestra mucho menos heroica y, por supuesto, más próx ima
cronológicamente.
En efecto, las torres vizcaínas fueron construidas en una coyuntura
muy concreta: la crisis que sufrió el
Señorío -como toda Europa Occidental- durante los siglos XIV Y xv.
Torrelanda de los Leguizamón, Orozko
Las dificultades afectaron a todos los grupos sociales, pero fueron los
hidalgos más acomodados - la pe
queña nobleza, podríamos decir-la primera en reaccionar ante esta dura
situación.
Y su reacción consistió , fundamentalmente , en el recurso a la
violencia: impusieron cargas sobre los labradores, usurparon tierras
camunales, se apropiaron de los diezmos de las parroquias , asaltaron a
los viandantes..
Pero estas actividades no solucionaron todos los problemas de los
señores. No contentos con expoliar a
los más débiles, cada familia noble -cada linaje- trató de apoderarse de
las fuentes de riqueza de los clanes vecinos, en un intento de extender
su poder económico y político, de «valer más», en palabras de Lope
García de Salazar, uno de los grandes protagonistas de aquellas
luchas.
Los linajes así enfrentados fueron asociándose entre sí en una extensa
trama de alianzas que finalmente se resumía en dos grandes bandos,
Oñacinos y Gamboínos.
El constante estado de guerra que suponían los conflictos banderizos
obligó a la nobleza rural a reforzar sus viviendas, a convertirlas en
pequeñas fortalezas en las que poder resistir los embates de los clanes
rivales. Nacían así las torres fuertes.
Torre del Casco, Sestao
La torre era, por tanto , la mansión del jefe de un linaje, del
«pariente mayor» de un grupo familar amplio -incluía a criados,
«atreguados», campesinos más o menos sometidos ...- al que dirigía tanto
en la guerra como en la paz.
Ello le obligaba a disponer de una casa que reflejara su jerarquía -o lo
que era lo mismo, su preeminencia socioeconómica- y que, al mismo
tiempo, ofreciera ciertas garantías en caso de ataque exterior.
y era lógico que se adoptara la torre como modelo a seguir.
No sólo era el tipo más sencillo de edificación castrense, sino que
además gozaba de una larga tradición como construcción de lujo y
prestancia social: la torre era siempre el cuerpo principal de las casas
de los terratenientes o de los gobernantes reales o señoria.
EVOLUCION FORMAL
Apenas sabemos nada sobre las torres del siglo XIV, ya que los edificios
actualmente conservados son muy posteriores y las noticias documentales
escasas e inconcretas.
Sin embargo, podemos afirmar que las torres más primitivas eran de
madera, lo que explica su frecuente - destrucción por incendio. Serían
edificios muy simples, de planta cuadrangular y dos o a lo sumo tres
alturas.
El esqueleto portante del edificio sería una estructura entramada de
postes y vigas, con los cerramientos de tabla.
Las torres más desarrolladas estarían rodeadas por una empalizada y
contarían con algunas construcciones auxiliares, unas de uso
agropecuario y otras destinadas a acoger a la tropa al servicio
permanente del pariente mayor. Estas torres de madera se mantuvieron
vigentes en Vizcaya hasta principios del siglo XVI, pero al menos desde
fines del XIV empezaron a convivir con construcciones de piedra.
Las razones fundamentales de esta evolución serían la progresiva
difusión de las armas de fuego, contra las que poco podía hacer la
tabla, y la evidente imagen de prestigio que una casa pétrea
proporcionaba a sus propietarios: la piedra es el material noble por
excelencia, el único que puede desafiar con éxito al paso del tiempo y
los embates de las inclemencias climatológicas; la piedra es poder,
riqueza y durabilidad.
Ello explica que en el testamento de Gonzalo Gómez de Butrón, redactado
en 1404, se insistiera en el hecho de que la torre que poseía en la
villa de Balmaseda era «de cal y canto» (mampostería).
Y más de un siglo después, al iniciarse la reconstrucción de la torre de
Arteaga (Gauteguiz de Arteaga) el contrato de obras recalcaba
repetidamente que el nuevo edificio había de ser «de piedra» (sillería)
-sin duda con anterioridad era de mampostería.
De acuerdo con una norma arquitectónica muy extendida entre los pueblos
periféricos de Europa, el paso de la madera a la piedra sería lento, a
partir de la progresiva sustitución de piezas lígneas por otras pétreas,
aunque sin cambio sustancial de función.
Es decir, que cambiaron los materiales, pero no el aspecto de las
torres. En un primer momento sólo la parte baja de las fortalezas se
aparejaría en piedra, mientras la superior seguiría siendo de
tabla.
Así era la casa fuerte que construyera Gómez González de Butrón en
Mungía, pero que no pudo resistir el ataque artillero de los Avendaño
«pasandola [los proyectiles] de parte en parte por la madera e por las
paredes debaxo que eran delgadas».
Más tarde se pasaría a las torres íntegramente levantadas en piedra, y
que seguirían repitiendo el mismo modelo que hemos descrito más arriba:
planta cuadrangular, dos o tres alturas, posiblemente remate aterrazado
defendido por una baranda o incluso por almenas, empalizada exterior...
Pero tampoco son éstas las torres que hoy podemos contemplar en
pie.
Por razones que nos son desconocidas, y que probablemente tengan más que
ver con las mentalidades que con los hechos políticos y militares, todas
las torres fueron reconstruidas en torno al año 1500, y sólo en algunos
casos -Muñatones (Muskiz), La Quadra (Güeñes), Martiartu (Erandio),
Ucona (Ond árroa)...- se reutilizaron los restos de los edificios
anteriores.
LAS TORRES CONSERVADAS
Podemos suponer que , en líneas generales , estas tardías torres
conservadas no serán muy diferentes a sus predecesoras . aunque ciertos
datos nos inclinan a pensar que pudieron ganar algo de altura y quizá
perder ciertos elementos de carácter militar en beneficio de otros más
residencialistas.
Son edificios de dimensiones modestas, de planta cuadrangular y
volumen ligeramente vertical (la altura nunca llega a la mitad del
perímetro) .
Carecen de cimientos, por lo que la sustentación se confía totalmente a
los muros.
Es por ello que éstos superan en el piso bajo l metro de espesor.
llegando a los dos -Martiartu (Erandio)- e incluso rodando los tres
metros -Muñatones (Muskiz), Zamudio (Zamudio).
Se aparejan en mampostería o en sillarejo -éste es habitual en las
comarcas costeras-, reservándose la sillería para los esquinales y el
recerco de los vanos. En algunas torres todo el edificio es de sillería,
pero en estos casos podemos decir sin temor a equivocarnos que se trata
de edificios de l siglo XVI. Este volumen acoge dos o tres
alturas.
La baja, dedicada a cuadra, es cas i ciega : tan sólo algunas aspilleras
y un pequeño acceso para el ganado, por lo general en una fachada
lateral. La primera planta es la propiamente residencial. En ella se
sitúa el acceso principal, al que se llega a través de una escalinata
exterior de piedra, el «patín». Una vez dentro, unos tabiques de tabla o
de vergana - zo recubierto de yeso separaban las distintas habitaciones:
cocina, comedor , alcobas ...
Unas pocas y estrechas ventanas servían para iluminar estas estancias .
Las torres más sencillas culminan con un camarote de escasa altura.
Seguramente son las más parecidas a las fortalezas anteriores, las
desaparecidas, aunque quizás éstas contaran con un remate en
almenado.
Las más desarrolladas, sin embargo, cuentan con un segundo piso ocupado
por una única habitación, un amplio salón abierto al exterior a través
de varias ventanas de mayores dimensiones que las que se ven en el piso
inferior.
En cualquier caso , los vanos son escasos , con la excepción de los de
la última planta. En general se distribuyen de forma arbitraria por las
distintas caras, no primando a ninguna sobre las demás -hasta el extremo
de que , de no . ser por la presencia del acceso , en ocasiones es
difícil decidir cúa l es la fachada principal. La estructura interna de
l edificio era íntegramente de madera , aunque lo cierto es que hoy casi
ninguna torre conserva su «esqueleto» original.
En éste un grueso pie derecho sustentaba una viga central secundada por
otras dos vigas durmientes , paralelas a aquélla, asentadas en un
escalonamiento de los muros o en ménsulas dispuestas a tal fin . Sobre
ellas descansaban las solibas , que a su vez servían de base al piso
holladero de tabla.
En las construcciones de mayores dimensiones este sistema se complicaba
ligeramente. al utilizarse dos o cuatro pies exentos. Ocasionalmente
esta estructura podía ser independiente de los muros perimetrales, que
sólo hacían las veces de cortinas de cierre.
En estos casos las vigas horizontales laterales no apoyaban en las
paredes, sino que reposaban sobre un juego de pies derechos ordenados en
retícula (entre 3 x 3 y 4 x 4). El remate de las torres es
variable.
La mayoría terminan en un tejado a cuatro aguas, que parece haber sido
el sistema habitual de cubrición.
Pero algunas cuentan con almenado volado sobre matacán -Martiartu
(Erandio), Zamudio (Zamudio), Villela (Mungía), La
Puente (Güeñes)-, aunque no parece que este método haya estado
muy generalizado.
Ya hemos dicho que las torres son muy numerosas en Vizcaya, pero son
sobre todo abundantes en la comarca de Las Encartaciones, la más
occidental del Señorío: con sólo una cuarta parte del territorio
vizcaíno, concentra más de la mitad de las torres conservadas.
LOS CASTILLOS
En ocasiones estas fortalezas estaban dotadas de sistemas de defensa
exterior permanentes: murallas con torres angulares y fosos.
Esto las convertía en pequeños castillos , y las diferenciaba
sensiblemente del resto de las casas fuertes del territorio. En
concreto, en Vizcaya se conservan restos de cinco de estos
castiIlos:
Butrón (Gatika), Arteaga (Gauteguiz de Arteaga), La Piedra (Zalla),
La Ouadra (Güeñes) y Muñatones (Muskiz).
De los dos primeros sólo queda el arranque de las murallas y sus
torreones: en el siglo XIX ambos edificios fueron reconvertidos en
sendos castillos de corte romántico, de gran calidad arquitectónica pero
de escasa consonancia con lo que habían sido hasta entonces.
El castillo de Piedra, por su parte, está casi totalmente arruinado , a
excepción de un paño de sus murallas y una torrecilla. La torre de La
Ouadra es la más modesta de la serie. Se trata de una torre fuerte -una
de las más características- rodeada por una muralla simple, sin cubos,
pero con un desarrollado y bien defendido sistema de acceso.
El castillo más importante es el de Muñatones. Como en los casos
anteriores el núcleo de la fortaleza es una torre, pero en este caso
cuenta con dos murallas poderosamente almenadas : la primera es simple,
pero la segunda cerca cuenta con torres cilíndricas en las esquinas y
cubos en el centro de los paños delantero y trasero, protegiendo los
accesos .
3. Croquis de nuestra ruta
4. Valle de Orozco
Orozco, uno de los municipios con mayor riqueza natural de la
provincia de Vizcaya, nos abre sus puertas para que disfrutemos de sus
montañas, bosques, cuevas y ríos.
Un gran entorno natural, que se ve complementado por el patrimonio
cultural, histórico y arquitectónico que nos ofrece el valle que hoy
os presentamos.
La anteiglesia de Orozco, se encuentra protegida por el Parque Natural
de Gorbea y los ríos Altube y Arnauri. Un valle, en el que existen
decenas de barrios diseminados por sus laderas. Y es que, lo que hoy
en día es el centro neurálgico de Orozco, Zubiaur, no es más que uno
de los muchos barrios existentes en este municipio vasco.
Si queréis saber qué ver en Orozco os recomendamos que sigáis
leyendo. ¡No tiene desperdicio!
Los más de 100 kilómetros cuadrados de superficie con los que cuenta
Orozco hacen que nos sea difícil recorrer cada uno de los puntos de su
geografía.
Qué ver en Orozco.
Orozco cuenta con muchos espacios que merecen la pena visitar. Algunos
de ellos situados en el centro del municipio, otros, esparcidos entre
valles. En cualquier caso, todos ellos cuentan con un encanto muy
especial.
Puente de Anuncibai
El puente de Anuncibai se encuentra al principio del valle de Orozco,
en los límites con la vecina localidad de Llodio.
Puente de Anuncibai, Orozco
Construido por Martin de Larrea, esta increíble estructura de piedra
representa uno de los puentes más llamativos de Vizcaya junto al
puente viejo de Balmaseda.
Cerca de este puente, encontramos la antigua ferrería, la ermita
de San Miguel o el Palacio Anuncibai, construido en 1941 por el
arquitecto Jesus Basterrechea.
El río Altube, es el encargado de dividir este conjunto de
edificaciones definiendo las edificaciones que se encuentran entre los
límites territoriales de Orozco (casa torre, ferrería y molino) y los
de Llodio (palacio y la ermita).
Parque Natural de Gorbea
El Parque Natural de Gorbea es uno de los espacios naturales más
emblemáticos de Orozco. Y es que se trata del Parque Natural más
extenso de todo el territorio.
Un lugar de referencia para el montañismo. La cima del Gorbea tiene
1.482 metros.
Museo etnográfico de Orozco
Este museo ubicado en la Casa Palacio Legorburu, se encuentra en el
centro neurálgico de Orozco, en Zubiaur. Frente al frontón y el
ayuntamiento.
A lo largo de sus 3 plantas encontramos diferentes temáticas que
nos permiten conocer el patrimonio histórico del valle de Orozco, la
vida tradicional en el valle y los pobladores de las tierras altas de
Gorbea.
Ayuntamiento
El ayuntamiento de Orozco, un edificio construido entre los años 1750
y 1754, cuenta con el escudo del Señorío de Vizcaya en su fachada
principal, un elemento, que, fusionado con la piedra, llama la
atención de todas las personas que visitan esta localidad.
Ayuntamiento de Orozco
La piedra con la que fue construido se extrajo de Nafarrondo, la
cantera que encontramos en el propio municipio de Orozco.
Antaño, cada una de las plantas estaba destinada a un fin especifico,
así, en la planta baja se encontraba la cárcel, en la primera planta
el salón y el archivo y en la segunda el consultorio médico.
Cascada de Belaustegi
La cascada de Belaustegi es una de las grandes joyas de Orozco. Un
pequeño paraíso natural, que, escondido entre humedales, bosques y
ríos nos ofrece un espacio de ensueño, de película.
En caso de que queráis visitarlo, os recomendamos que vayáis
preparados, y es que el acceso hasta la cascada es de todo menos
sencillo.
Iglesia de San Bartolome de Olarte
Esta iglesia de una sola nave se encuentra junto al cementerio de
mismo nombre, en el barrio de Ibarra.
La construcción de este cementerio supuso el final de los
enterramientos en el interior de esta iglesia de Orozco.
Iglesia de San Bartolome de Olarte
Como habéis podido comprobar, esta iglesia, al igual que la Torre
Aranguren, estaba vinculada a la familia Olarte, uno de los grandes
linajes del valle.
Las primeras constancias escritas de esta iglesia están datadas en
1381, pero la mayoría de los elementos son del siglo XVI. En su
interior se conserva la tumba de los Olarte junto con un tríptico
procedente de Flandes.
Barrios de Orozco
Como hemos indicado anteriormente, Orozco está formado por decenas de
barrios, que, asentados en las laderas de los valles que componen el
municipio, nos regalan una estampa de película.
Iglesia San Juan Bautista
Esta iglesia situada en un alto, en el barrio de Donibane, fue el
principal templo religioso de todo el valle.
Iglesia San Juan Bautista, Orozco
Según varios estudios, esta iglesia construida sobre el año 1180
se levantó en honor a San Román, aunque sobre el año 1498 paso a ser
en honor a San Juan Bautista.
Actualmente esta iglesia está abandonada y cerrada al culto.
Ermita Santa Catalina
La ermita de Santa Catalina es una de las 11 ermitas que
encontramos esparcidas por todo el valle de Orozko.
En este caso, la ermita que tenemos ante nosotros está ubicada en
Jauregia, junto a la carretera principal y el arroyo Atxuri.
Itxina

Este biotopo protegido es donde se encuentra el ojo de Atxulaur y la
cueva cárstica Supelegor, hogar de las brujas y lamias de
Gorbea.
Si los lugares que hemos mencionado en este apartado os han sabido a
poco, os recomendamos que sigáis conociendo este municipio visitando
lugares como los restos del castillo Medieval de Untzueta, Torrelanda,
el Palacio Muñoz o la iglesia San Pedro de Murueta.
48410 Orozko España
+34 946 61 00 01
Iza
Calle De Gorbeia, 7,
Calle De Gorbeia, 7,
48410 Orozko España
+34 946 61 00 03
Castillo de Unzueta, Orozco (Simulación)
Barrio Lekunbiz, 26,
48170 Zamudio España
+34 846 66 23 90
6. Torre Aranguren
La Torre Aranguren es una de las estructuras más llamativas de
todo Orozco, sin lugar a duda uno de los edificios civiles más
emblemáticos de todo Vizcaya.
Torre Aranguren, Orozco
La casa-torre de Aranguren fue construida en torno al año
1500. Es de estilo renacentista y una de las más bellas de
Vizcaya. Lleva un escudete con las armas de los Olarte, con
quienes estuvieron emparentados los Aranguren desde el siglo
XIV, y fueron los dueños de este edificio hasta el siglo XVII.
De hecho, el barrio de Aranguren forma parte de la feligresía
de la Parroquia de San Bartolomé de Olarte.
Esta edificación, ha sido rehabilitado por los diferentes
propietarios que ha tenido a lo largo de su historia. Un
hecho, que hace que se encuentre en perfecto estado de
conservación.
La Casa Torre de Aranguren no es, pese a su nombre, un
castillo o fuerte, sino un caserío de hidalgo o un palacete
rural.
7. Torre de Torrelanda
Torre de Torrelanda, valle de Orozco
Localización: 43°06’54.7″N 2°54’38.8″W
La Torre de Torrelanda data del siglo XVI, más concretamente a
partir de 1.523 cuando Carlos I de España y V de Alemania vende
al señor Sancho Díaz de Leguizamón, titular de una de las más
importantes y acaudaladas familias bilbaínas todo el valle de
Orozco por 900.000 maravedíes, tras habérselo expropiárselo en
1.521 al señor de Ayala (Pedro de Ayala) que había apoyado a
Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, los Comuneros
de Castilla en su guerra con Carlos I.
Se trata de una torre de planta cuadrada, desmochada y
construida en sillarejo, alcanza los 15 metros de altura. En sus
muros pueden veremos dos accesos ojivales, ventanas góticas,
varias aspilleras, el escudo de los Leguizamón y Calatrava en su
fachada norte.
8. Castillo de Unzueta
Otro de los Castillos de Vizcaya que debéis conocer es El
Castillo de Unzueta.
Esta antigua fortaleza medieval, se sitúa en el precioso
pueblo de Orozco. Su localización estratégica, en lo alto
del monte Unzueta, ya nos da una idea de su carácter
defensivo.
Hoy en día, tan solo se conservan algunos vestigios de sus
cimientos. Aún así, resulta una visita muy interesante si
quieres conocer a fondo la historia de esta provincia vasca.
A pesar de que hoy en día solo quedan restos de esta
fortaleza, en su pasado el Castillo de Unzueta tuvo gran
importancia. Aunque sus orígenes no están del todo claros,
ya que se hace mención a este castillo en distintas leyendas
que marcan su existencia incluso en el siglo VI.
Otro de los hechos significativos en la historia del
Castillo de Unzueta se sitúa en el siglo XIII, cuando
Alfonso X el Sabio tomó la fortaleza. El castillo fue
finalmente destruido durante la Primera Guerra Civil
Castellana.
El Castillo de Unzueta fue destruido en el siglo XIV y
actualmente solo se conservan sus ruinas
Sus restos situados en lo alto de un monte, nos muestran
un recinto amurallado donde se encontraba una torre de
tres plantas. Todos los detalles de su edificio que hoy
conocemos, hacen referencia a una construcción defensiva
que resistió numerosos ataques.
Para aquellos que les gusten realizar rutas de senderismo
y disfrutar de la montaña, una visita a estas ruinas es
una opción perfecta. Anímate a conocer los restos
históricos del Castillo de Unzueta.
9. Casa Torre de Zubiete
Casa Torre de Zubiete, Torre de Oribay, Torre
Palacio de Zubiete
Localización: 43°11’16.7″N 3°03’12.1″W
Historia y descripción
La Torre de Zubiete se levanta sobre la ribera derecha
del Herrerías, al lado del puente que le da nombre, en
el que confluía el camino que llegaba desde Okondo, a
través de Zaldu, con la calzada Artziniega-Sodupe.
Se trata de un conjunto compuesto por dos volúmenes bien
diferenciados: La Torre propiamente dicha, de estilo
gótico-renacentista, y el Palacio moderno barroco,
construido en el siglo XVII. Presenta planta en forma de
«L», ruto del adosamiento del palacio, que fue
construido en menores proporciones y a diferente altura.
La Torre de Zubiete combina características de varias
tipologías. Cuenta con salón, pero su volumen, el grosor
de sus muros y la amplitud y situación del acceso bajo
la acercan más a las torres sin salón, y la probable
ausencia de patín la relaciona conalgunos palacios
torre.
En cuanto al Palacio, es, pese a su sencillez, un buen y
temprano ejemplo de la llegada a Vizcaya de las modas
clasicistas italianizantes, en este caso, importadas de
Castilla, más concretamente desde Álava. La Torre es de
planta prácticamente cuadrada con un moderado desarrollo
vertical, pero por la disposición de los vanos de la
sala, rozando el tejado, es posible que fuera algo más
alta en origen.
Se divide en tres alturas que no respetan totalmente
laestructura interna original del edificio. La fábrica
es de mampostería, de piezas areniscas desbastadas
combinadas con canto de río, ordenado todo ello en
hiladas irregulares y toscas. En los ángulos y recerco
de los vanos se utiliza la sillería arenisca trabajada a
escoda.
El piso bajo sólo conserva un hueco original: un amplio
arco apuntado de nueve dovelas irregulares, sin clave,
que asientan sobre prolongados salmeres. Este ingreso se
sitúa en la cara principal, ligeramente descentrado. En
las restantes fachadas seabren tres huecos adintelados
modernos. La planta residencial dispone en el frente de
un nuevo ingreso apuntado.
Actualmente se llega a él a través de un patín moderno
englobado en el palacio adosado. Una pequeña ventana
apuntada y otros siete vanos, de diversas cronologías
pero todosmodernos o contemporáneos completan el
fenestraje de este piso. El segundo piso, el salón, es
el más singular.
Al centro de la fachada principal abre un vano de cuerpo
entero, ligerísimamente apuntado, estrecho y bastante
alto, cuya peculiaridad radica en que su cañón es de
medio punto con dovelaje de corto radio,algo insólito en
la comarca.
Este tipo de vano se repite en la cara derecha, y, como
en el caso anterior, su túnel es de medio punto y
dovelas cortísimas, de tal forma que presenta más arco
que radio.El Palacio se adosó a la fachada principal,
pero sin ocultarla en toda su anchura, de forma que los
dos edificios forman un ángulo recto y crean ante ellos
una pequeña plazoleta.
Es una construcción modesta, que combina las necesidades
residenciales de cierto lujo con la dedicación
agropecuaria. A lo primero responden las ventanas
molduradas y el escudo de la planta noble; a lo segundo,
el doble arco que forma un soportal, como en los más
genuinos caseríos.
El resultado de esta intervención fue un volumen
acostado, ligeramente más profundo que ancho, aparejado
en mampostería reforzada mediante sillares de muy buena
talla en el recerco de los vanos, y bastante más
torpemente trabajados en los esquinazos.
Solo la fachada principal conserva su primitiva
imagen. En el bajo se construye un doble arco
escarzano sobre pilar central y pilastras esquineras
rematadas en pequeño capitel moldurado. Ya en el
primero se abren tres ventanas, dos de ellas
coincidiendocon los arcos del bajo y una tercera
ligeramente desplazada a la izquierda.
Son huecos adintelados recercados de orejeras lisas
con alféizar moldurado; al interior, poseen túnel
escarzano y están dotadas de asientos. En el eje con
el pilar del soportalse ha instalado un escudo con las
armas de los Urrutia protegido con un guardapolvos
10. Torre de Ibarguen
Gordexola, Provincia de Vizcaya
Torre de Ibargüen, Torre del Pontón
Visita: Exterior
Localización: 43°10’28.0″N 3°05’21.8″W
La Torre de Ibarguen se alza en el barrio de El
Pontón, a escasos metros del puente al que se debe
esta denominación. Es una construcción de estilo
gótico-renacentista llevada a cabo en el siglo XVI,
que tipológicamente, responde a los esquemas de
astorres sin salón: volumen cúbico, dos alturas más
camarote, hermetismo de los muros en el piso bajo y
algunas ventanasen el primero, vano de ingreso a la
cuadra estrecho, presencia de aspilleras altas de
iluminación en parte de los muros.
Es de plantacuadrangular, con una considerable altura,
la mayor en cifras relativas entre las torres sin
salón de la comarca, a la que, además, se ha añadido
un camarote que recrece el edificio en más de un
metro. Este volumen, bastante cúbico en origen, acoge
hoy tres alturas más el ya mencionado desván.
Sus muros, asentados sobre un zócalo de escasa salida,
se aparejan en mampuesto de pequeño tamaño, recuadrado
conformando piezas alargadas y ordenadas en hiladas.
Las esquinas y recercos de vanos se refuerzanmediante
sillares areniscos. El sistema de vanos está muy
modificado, ya que en el siglo XVII la torre sufrió
profundas transformaciones, pero aún pueden verse
algunos de los huecos primitivos, y huellas de otros
desaparecidos.
Así, en el piso bajo, enla cuadra, se conserva
unacceso apuntado abierto en la cara derecha. Aquí se
hallan, además, varios luceros, todos ellos abocinados
hacia el interior. El ingreso principal, un gran
portón adintelado abierto en el siglo XVII, se sitúa
en la caradelantera.
De esta fase originalnos resta el trazado de un acceso
que tendría su alcance a través de un patín de piedra
adosado del que no queda rastro alguno. Una reciente
intervención ha dotado a la casa de un nuevo acceso de
medio punto.
El piso residencial se hallaba mejor
iluminado.
A la izquierda de la fachada principal muestra un
vano de acceso en arco ligeramente apuntado. Sobre
la que fuera su clave existía un espacio cuadrado
relleno de mampuesto, que hoy acoge un escudo de los
Urrutia.EnIbargoen falta la sala superior, la
segunda altura residencial que caracteriza a las más
genuinas torres.
11. Torre de Terreros
La Herrera, Provincia de Vizcaya, Torres de Vizcaya
Torre de Terreros
Estado: Ruina
Visita: Exterior
Localización: 43°12’19.6″N 3°10’16.9″W
El barrio de La Herrera se sitúa en un meandro del
Cadagua que serpentea por un paso muy angosto, donde
la vega es apenas más ancha que el propio río. Por
allí discurría también, en un pequeño desmonte en la
margen izquierda del cauce, el camino real
Balmaseda-Bilbao, y al otro lado, “allende el vado”,
en palabras del cronista medieval Lope García de
Salazar, está la torre de Terreros.
La primera noticia sobre el linaje de Terreros se
remonta a 1385, cuando uno de sus miembros participó
de forma activa en la guerra entre los bandos
-facciones nobiliarias- oñacino y gamboíno, que
durante los siglos XIV y XV asoló el País Vasco. Los
Terreros militaron siempre en el bando oñacino.
Aunque la torre ya existiría posiblemente en el XIV,
lo que hoy podemos contemplar fue construido a fines
del siglo XV por Juan Galíndez de Terreros.
Con posterioridad la fortaleza no parece haber
conocido grandes cambios, salvo el adosamiento de un
caserío. Pero, tras ser abandonada por sus
ocupantes, durante las dos últimas décadas ha
sufrido un importante deterioro. La falta de
mantenimiento culminó con la caída de la cubierta, y
con ella la de toda la estructura interna del
edificio.
A pesar de ello, Terreros aún mantiene una silueta
imponente y suficientes elementos de interés como
para hacer de ella una de las torres más
características de Vizcaya.
La torre de Terreros es un llamativo volumen
vertical, con una planta cuadrada de cerca de 10
metros de lado y unos 15 metros de altura.
Sus gruesos muros (1.20) se aparejan en el habitual
mampuesto recuadrado, reforzado con sillares muy
grandes en las esquinas y más reducidos en el
recerco de los huecos.
El piso bajo servía de cuadra y almacén -y
ocasionalmente de cárcel-. Tenía un único acceso, un
arco apuntado alto y estrecho abierto en la que hoy
aparece como fachada principal. A su lado, un poco
más alta, una aspillera de grandes dimensiones
servía para iluminar la planta, al igual que otra
muy similar en la fachada izquierda.
El piso residencial era el primero. Su acceso está
tapiado al exterior (oculto bajo la casa adosada),
pero desde el interior se aprecia su silueta. Sería,
como es usual en estas construcciones, un arco
apuntado al que se llegaba a través de un patín
-escalera exterior de piedra-, que fue desmontado
con motivo de la construcción del caserío anexo.
Ya en el interior, en este nivel se hallaban el
hogar, los camastros en los que dormían los
servidores y la alcoba o cámara del pariente mayor.
Sólo esta última estaría individualizada del resto
del espacio mediante unos tabiquillos de verganazo
-varas de avellano entrelazadas y forradas con yeso
o arcilla-. Se iluminaba esta altura mediante
algunas ventanas y luceros, aunque en la actualidad
todos estos huecos han sido alterados en Terreros.
Esta planta es, como corresponde a una verdadera
torre, desproporcionadamente alta (cerca de la mitad
del total del edificio). Esto planteaba problemas de
iluminación y ventilación, por lo que fue necesario
abrir en la parte más alta del piso unos grandes
luceros -el de la cara principal puede verse en el
centro de la fachada-.
La segunda planta la ocupaba una sala, un amplio
espacio sin divisiones interiores abierto al
exterior a través de tres ventanas ligeramente
apuntadas situadas en las tres caras que eran
visibles desde el camino, mientras que la actual
fachada principal, pese a estar orientada al sur,
carece de vano. Además hay varias aspilleras que
posiblemente compartían las funciones militares
-bocas de tiro- con las de lucero.
Por encima de la sala existía un camarote, lo que
resulta poco habitual en las torres. Y es este
espacio el que presenta los elementos más singulares
de Terreros: además de algunas aspilleras, cada
fachada cuenta con una ladronera, un cuerpo volado
que permitía a los defensores de la fortaleza
arrojar objetos sobre cualquier atacante que lograra
acercarse hasta los muros de la torre. Son éstas las
únicas ladroneras conservadas en las torres
vizcaínas, lo que hace de Terreros un caso muy
especial.
Es posible que por encima de este camarote con
ladroneras discurriera un remate almenado, pero si
así fue, nada ha quedado de él.
12. Castillo de La Piedra (Zalla)
Fue construido por Juan de Velasco.
Fue volado en la primera guerra carlista, 1833-1840
Castillo de La Piedra, Zalla
Bernardino Fernández de Velasco, condestable de Castilla, lo edificó
en 1500 sobre una torre anterior.
Era un gran torreón con murallas y cubos esquineros.
Fue volado después de 1876, al terminar la tercera guerra carlista,
desapareciendo así la torre del homenaje y dos lienzos de su
muralla. Hoy sus restos forman parte de una finca particular.
Sólo conserva los restos de dos lienzos de la muralla y dos cubos
Sistema constructivo: Mampostería Sillería Ladrillo
Estado de conservación:
Muy bueno
Titularidad:
Privado
13. Comer en Balmaseda
Lehendakari Agirre Kalea, 1,
48800 Balmaseda España
+34 946 80 18 47
Restaurante Mendiondo
Barrio De Revilla, 1 B. Revilla, 1 - San Martin de Carral,
48190 Sopuerta España
+34 946 50 44 52
Aretxaga Jatetxea
Barrio Aretxaga 16,
48860 Zalla España
+34 946 39 06 79
Restaurante Calera
La Matanza, 41,
Restaurante Calera
La Matanza, 41,
39880 Valle de Villaverde España
+34 638 85 66 62
Esta majestuosa fortaleza, se erige en el siglo XIII, antiguo bastión defensivo del linaje
Ochoa García de Loyzaga.
14. Torre de La Quadra
La Quadra, Provincia de Vizcaya, Torres de Vizcaya
Localidad: La Quadra
Visita: Exterior
Localización: 43°13’18.6″N 3°01’14.3″W
Se sitúa en una suave ladera sobre la margen derecha del río
Cadagua, dominando una de las entradas al valle de Salcedo. En lo
más alto del lugar se alza la torre de La Quadra. Su
característico volumen destaca sobre el resto del caserío,
recreando una imagen que sin duda fue bastante habitual en los
momentos finales de la Edad Media.
El linaje de La Quadra de Salcedo parece arrancar de un hijo
bastardo de Ordoño de Zamudio, que a principios del XV se asentó
en este estratégico punto de la vega. Durante aquel siglo los La
Quadra tomarían parte en las guerras entre los bandos -facciones
nobiliarias- oñacino y gamboíno, militando siempre con los
primeros.
Pero ello no les evitó tener algunos roces con otras familias
oñacinas. Como cuando hacia 1453 un Salazar se apoderó de la torre
y obligó a su propietaria, la viuda de Juan de La Quadra, a
casarse con él, a fin de hacerse con el importante y estratégico
patrimonio del linaje.
La respuesta no se hizo esperar, y el prestamero de Vizcaya -el
encargado de administrar justicia-, secundado por varias familias
tanto oñacinas como gamboínas, reunió un verdadero ejército de
1.500 hombres para atacar a los Salazar. Estos, por su parte, les
hicieron frente -y derrotaron con 800 hombres. Pero, pese a su
victoria, la fortaleza fue finalmente devuelta a los La Quadra.
Posiblemente después de estos hechos se reconstruyó la torre, ya
que por sus características formales podemos datarla en los años
finales del siglo XV. Con el paso del tiempo La Quadra fue
transformada en un caserío.
Ello supuso algunas alteraciones, aunque no tan graves como en
otros casos semejantes. Sin embargo, en 1981 un incendio destruyó
la estructura interna, y la casa fue abandonada, iniciándose un
acelerado proceso de ruina.
Afortunadamente sus propietarios acometieron hace ya algunos años
la reparación del tejado, con lo que parece que se ha detenido el
deterioro. Pero aún será necesario intervenir de forma decidida si
queremos recuperar una de las mejores torres vizcaínas.
Es una fortaleza más compleja de lo habitual, al estar formada por
la torre propiamente dicha y una cerca exterior que define un
amplio espacio cuadrado. La muralla aún alcanza en algunos puntos
los 4.5 metros de altura, aunque en otras zonas se ha arruinado
por completo.
Han desaparecido también sus arcos de entrada -debieron de ser
dos-, pero se conservan en parte las dos líneas de saeteras,
pequeñas las inferiores y de gran tamaño las de arriba, que
recorrían la cerca.
Al parecer esta muralla servía de base a unas construcciones o
“camaras” de madera que permitían ampliar las limitadas
capacidades residenciales de la torre, y que, aunque muy
alteradas, se mantuvieron en pie hasta el incendio de 1981.
El cuerpo de la torre es de planta cuadrangular (aproximadamente
11 x 9 metros) y con una gran altura (cerca de 18 metros). Los
muros, de más de un metro de espesor, se aparejan en mampostería
reforzada con sillares en las esquinas y en el recerco de los
vanos.
Su interior acoge tres alturas. El bajo era cuadra, almacén y,
cuando era preciso, cárcel. Se entraba en él a través de un arco
levísimamente apuntado de grandes dovelas. Además pueden verse en
este nivel algunas aspilleras: unas servirían para disparar sobre
los atacantes que hubieran logrado superar la cerca exterior;
otras serían simples luceros.
El piso primero, con una altura interna de unos de 8 metros -casi
la mitad del total de la torre-, era el principal. Se llegaba
hasta él a través de un patín o escalera exterior de piedra
protegido por un muro, de forma que quedaba oculto a los ojos de
un posible atacante.
Este patín es posiblemente el más complejo de los conservados en
Vizcaya: una pequeña escalinata de doble tiro lleva a un ingreso
en arco levemente apuntado; por él se pasa a la escalera
propiamente dicha, que a su vez conduce a un nuevo arco ojival;
éste da paso a un rellano desde el que, por fin, se entra en la
torre.
En esta planta se hacía la vida diaria: aquí estaban el hogar,
aquí dormían y comían servidores y tropa, aquí estaba la alcoba o
cámara del pariente mayor, que estaría individualizada del resto
del piso mediante unos tabiquillos de verganazo –varas de avellano
entrelazadas y forradas con yeso o arcilla-. Este piso contaba con
varios vanos: aspilleras de defensa y de iluminación, una ventana
conopial en cuya rosca se tallaron dos escudetes con las armas de
los Salcedo y los Zamudio, y unas puertas apuntadas -hoy cegadas-
para pasar a las “camaras”.
La segunda planta estaba conformada por una única y amplia sala
iluminada por cuatro ventanas ligeramente apuntadas, una por
fachada, además de nuevas aspilleras. La estructura interior era
a base de pisos de madera sustentados en un pie derecho central
y los escalones que presentan los muros en cada piso, pero casi
todo ello se perdió tras el incendio de 1981. Remata la torre un
tejado piramidal, recientemente restaurado.
15. Torre Loizaga
Fue rescatada de sus ruinas por el empresario y coleccionista
originario de Galdames, Miguel de la Vía, cuyo temperamento artístico le impulsó a acometer una
titánica obra de reconstrucción que abarcaría décadas de
artesanal y dedicado trabajo.
Situada en un alto de Galdames, esconde la mayor colección privada
de Rolls-Royce de Europa
No hay lugar mejor para albergar los modelos más selectos de
esta y otras marcas de lujo, resguardados entre montañas, bosques
y viñedos.
La torre se alza en un paraje exuberante y cautivador, muy cercano
a la costa y sus playas.
Torre Loizaga es la única colección europea que cuenta con todos
los modelos de Rolls-Royce fabricados entre 1910 y 1998,
conservados en perfecto estado y listos para ser puestos en marcha
en cualquier momento.
17. para comer en Portugalete
The Willows
Las Mercedes, 28,
16. Torre de Portugalete
Torre de Portugalete, Torre de Salazar
Estado: Restaurada
Localización: 43°19’13.0″N 3°01’01.9″W
Antigua casa-torre, su construcción data de finales del siglo
XV, construcción cuadrangular, realizada en mampostería, con
sillares en las zonas nobles del edificio. Cuenta con cuatro
plantas. y su cubierta es un tejado a cuatro aguas, típico de
las casas-torre medievales.
Perteneciente al linaje de los Salazar en Portugalete.
Representa la fuerza militar y el poder de esta familia en el
intento, por parte del Pariente Mayor, de introducirse en
Portugalete. Desde aquí podía dominarse todo el tránsito
marítimo, así como los caminos que circunvalaban la Villa.
El edificio, con el tiempo, pasó de ser torre defensiva, a ser
una residencia señorial, transformándose según las nuevas
necesidades de sus moradores. En el año 1934, con la
Revolución de Octubre, la casa fue incendiada. Entonces,
apareció un muro de la antigua casa-torre.
Sobre estos restos, el arquitecto Joaquín Irízar, en el año
1958, reconstruyó La Torre con aspecto de castillo medieval.
La última reconstrucción se llevó a cabo cuando fue
adquirida por el Ayuntamiento para ser destinada a fines
culturales. Era el año 2003. Alberga en su interior un Museo
y un restaurante de alta cocina vasca.
The Willows
Las Mercedes, 28,
48930 Getxo España
+34 946 57 99 39
El Bar de Rafa
Ibaigane 17 Metro Areeta,
El Bar de Rafa
Ibaigane 17 Metro Areeta,
48930 Getxo España
+34 944 80 26 90
Jai Alai
Ibaiondo Kalea, 2,
Ibaiondo Kalea, 2,
48930 Getxo España
+34 944 98 70 90
y una vez en Bilbao si queremos mas información de la
ciudad, podemos clickar aquí:
y desde aquí acabamos la primera parte de nuestra ruta en
el
Nos dirigimos hasta la localidad de Musques, en el espacio natural
protegido de la Ría del Barbadún, para descubrir otro de los Castillos
de Vizcaya qué debes visitar.
El Castillo de Muñatones fue construido durante el siglo XIII, sobre
los restos de una torre que data del siglo XI. Se encuentra situado en
un lugar estratégico, desde donde se domina tanto los prados como el
Mar Cantábrico.
El Castillo de Muñatones se compone de una torre y dos recintos,
siendo el primero cuadrado con un cubo a cada lado y un segundo
recinto más simple con almenas. Su historia está ligada a uno de los
personajes destacables de la época, Lope García de Salazar.
De su estructura actual podemos observar un arco ojival junto al
acceso de su torre, sobre donde se sitúan los escudos de los
Muñatones, Salazar y Butrón.
Debido a sus murallas exteriores, el Castillo de Muñatones es la única
torre de Vizcaya considerada castillo
Debido a su monumentalidad y a su importancia dentro del patrimonio de
Vizcaya, fue declarado conjunto monumental. También destaca por su
valor histórico y por el buen estado de conservación de los restos de
esta torre.
Este conjunto monumental, se ganó la declaración de Monumento
Histórico-Artístico en el año 1944.
19. y para comer cerca del Castillo de Muñatones
Rest.La Fabrica de Juan
Playa la Arena,
48508 Zierbena España
+34 946 36 53 61
Asador Zubia
Pobena,15,
48550 Pobeña España
+34 946 70 69 25
A Morenillo Bidea 2 Plaza de Pobeña,
48550 Pobeña España
+34 617 03 82 92
El Puerto, 17,
48508 Zierbena España
+34 946 36 53 13
20. Otras Rutas Cercanas

