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viernes, 26 de mayo de 2023

Escapada de Fin de Semana a la Villa de Hervás, Cáceres



Hervás, Cáceres

Hervás, Cáceres

Hervás, Cáceres

Hervás, Cáceres

Puente de la Fuente Chiquita, Hervás


Índice:


1. Como Llegar a Hervás

¿Cómo llegar a Hervás?

Hervás está junto a la autopista A-66 o ruta de la plata, la carretera que une Salamanca con Extremadura. 

Para los que venís de Madrid llegar depende del tráfico de la capital. 

La mejor alternativa es la A-5 y luego tomar el desvío a Plasencia, pero también se puede ir por Ávila, ya que más o menos se tarda lo mismo. 

La segunda, menos de autovía, la carretera es mucho más bonita.

¿Cuándo ir?

Nosotros recomendamos el otoño, que es cuando el valle está en su máximo esplendor. 

Ver los castaños es algo único por estas fechas. 

En cambio si eres de los que buscan darse un buen chapuzón el verano es la temporada, ya que el Valle de Ambroz está lleno de pozas y piscinas naturales.

2. Algo de historia sobre Hervás

El municipio de Hervás, surge allá por el siglo xii de una ermita situada a la ribera del río Santihervás, del cual procede su nombre, edificada en su día por monjes templarios, los cuales ayudaron a repoblar zonas tras la conquista de los cristianos, creando asentamientos en los que edificaban ermitas bajo la advocación de mártires. Tras la expulsión de los mismos, a principios del siglo xiii, se construyó un castillo donde se fueron asentando diversas familias.

Panorámica de Hervás.

En el siglo xv se estableció una importante comunidad hebrea junto al río Ambroz, fundándose con el patronazgo de San Gervasio y San Protasio, que darían nombre al pueblo. Si bien hay quien atribuye éste a la raíz latina de "hierba". Vestigios hebreos importantes que perduran como legado en el municipio, son los entramados de calles y edificios judíos que conforman, la ahora célebre Judería de Hervás.

De importancia fue el castillo de la Orden del Temple en tiempos de la Reconquista por el rey Alfonso VIII de Castilla, época en la que Hervás era una aldea del alfoz de Béjar, pasando a depender del Señorío de Los Zúñiga en 1396. Hasta entonces, la villa había pertenecido a la Comunidad de Villa y Tierra de Béjar (perteneciente inicialmente al Reino de Castilla y posteriormente al Reino de León),​ hecho que motivó la pertenencia de Hervás a la provincia de Salamanca en la Edad Moderna.​

Tras la elevación del Señorío de Béjar a Ducado en 1485 por concesión de los Reyes Católicos, Hervás fue una de las localidades bajo el dominio de los duques de Béjar, hasta que en 1816, por concesión de Fernando VII, fue declarada villa libre y cabeza de una jurisdicción que antes estuvo sujeta a Granadilla, "por tener todas las proporciones para ser uno de los pueblos más felices del reino", según consta en el Real Privilegio de Exención y Villazgo.

Posteriormente, con motivo de la reforma administrativa del 30 de noviembre de 1833, Hervás pasó a depender de la provincia de Cáceres y, con ello, quedó adscrito a la región de Extremadura.​

En 1893 se abrió parcialmente al tráfico la línea Plasencia-Astorga, que permitió la conexión de la zona con el resto de la red ferroviaria española. El trazado sería inaugurado en su totalidad en 1896 y durante muchos años formó parte del corredor ferroviario entre Gijón y Sevilla. 

El municipio contaba con una estación propia, que disponía de un edificio de pasajeros e instalaciones para mercancías. La estación sería cerrada al tráfico de pasajeros en 1985, mientras que la línea fue clausurada en 1996.

Su emplazamiento paisajístico es privilegiado y el atractivo del conjunto urbano es muy notable, tanto por sus edificios histórico-artísticos, como por textura y trazado urbano popular y tradicional. En febrero de 2019, la localidad cumple el 50 aniversario de su nombramiento como Conjunto Histórico Artístico.


3. Que Ver y Hacer en Hervás


  Al contrario que Cáceres –toda una capital de provincia- y Plasencia –toda una ciudad, aunque pequeña- Hervás es un pueblo grande que, eso sí, tiene cosas extraordinarias en él.

Hervás, el pueblo extremeño que desafía a la España vacía | España
Hervás, Cáceres

Repuestas las fuerzas me lanzo al bellísimo barrio medieval de la ciudad, sin duda uno de los más bonitos de España, una joya que por suerte ha llegado hasta nuestros días en un estado insólito de preservación.

Allí, sobre todo alrededor de la Calle Rabilero, se encontraba una judería cuyas señales llegan nítidas hasta nuestros días y que Hervás ha sabido recordar y reivindicar con preciosos homenajes, como crear la calle de la Amistad Judeo Cristiana, que atraviesa esa zona medieval llena de símbolos como Cruces de David o bellas menorás.

Recorro despacio toda este casco viejo, tan evocador que llega a ser emocionante. 

Hago muchas fotos y bajo y subo las empinadas calles siguiendo su trazado irregular, desde la zona cercana a la plaza al límite del pueblo, marcado por el río Ambroz sobre el que se levanta, con su gracia medieval, el Puente de la Fuente Chiquita.

Judería de Hervás

Desde el otro lado del río, un mirador nos ofrece una de las vistas más conocidas y hermosas de Hervás, que sorprende y maravilla pese a que ya la haya visto en tantas fotos a las que no puedo resistirme a unir las mías. 

Es mi último día de viaje y lo voy a empezar de la forma más dulce: conociendo a Abigail Cohen, la propietaria de La Candela, una pastelería de Hervás que se dedica a elaborar repostería judía, basándose en antiguas recetas sefardíes que aprendió de su abuela y a quien, muy seguramente, fue enseñada por la suya y, así, a saber hasta cuantas generaciones atrás.

Me aclara que no buscaba sus raíces ni nada por el estilo, “simplemente vinimos aquí de visita, nos encantó y decidimos mudarnos”.

Pero sí ha encontrado en Hervás un lugar en el que es feliz y en el que, en cierta forma, honra el pasado, aunque sea sin pretenderlo, y a través de algo tan aparentemente banal como unas viejísimas recetas y unas pastas absolutamente deliciosas que no pueden dejar de llevarse si visitan el pueblo.

Me quedan unas horas y no puedo evitar dar otro paseo por la vieja judería, disfrutando de la bellísima arquitectura popular, buscando otra luz con la que hacer otras fotos… ¡hay tanta fotos en Hervás! tiempo y he de volver a casa. 

Judería de Hervás

Surge allá por el siglo XII de una ermita situada a la ribera del río Santihervás, del cual procede su nombre, edificada en su día por monjes templarios, los cuales ayudaron a repoblar zonas tras la conquista de los cristianos, creando asentamientos en los que edificaban ermitas bajo la advocación de mártires.

4. Castillo de Hervás

Tras la expulsión de los mismos, a principios del siglo XIII, se construyó un castillo donde se fueron asentando diversas familias.

Castillo de Hervás, Cáceres

Prácticamente ha desaparecido aunque actualmente todavía se ve algún trozo de sus murallas sobre las que se encuentra construida la actual parroquia de Santa María siendo la torre de esta iglesia, con algunas deformaciones, la torre del homenaje del antiguo castillo del Temple.

Al disolverse la Orden pasó dicho castillo, al igual que el de Segura de Toro, a las Órdenes Militares y posteriormente a la Corona, siendo por donación de esta a la poderosa casa de los Zúñiga (Duques de Béjar).

Panorámica de Hervás

Al desaparecer los señoríos, estos castillos hoy día son propiedad de la iglesia o propiedad municipal.

De importancia fue el castillo de la Orden del Temple en tiempos de la Reconquista por los reyes de Castilla, donde Hervás era una aldea del alfoz de Béjar.

Ambos, Béjar y Hervás, pasaron a depender del Señorío de Los Zúñiga, Duques de Béjar, hasta que en 1816, por concesión del Rey Fernando VII, fue declarada Villa Libre y cabeza de una jurisdicción que antes estuvo sujeta a Granadilla, "por tener todas las proporciones para ser uno de los pueblos más felices del reino", según consta en el Real Privilegio de Exención y Villazgo.

Columnas Templarias, Hervás

5. La Maldición del Templario en Hervás

En Hervás también se puede seguir el rastro de los Templarios en Extremadura.

El pasado templario de Hervás está recogido, además, en La Maldición del Templario, una obra escrita por Miguel Gómez Gol, pensada para hacer una ruta teatralizada que recrea escenas de la época en la que caballeros templarios, campesinos cristianos, judíos y sarracenos convivían en la localidad.

La Judería de Hervás está declarada Conjunto Histórico-Artístico y es uno de los barrios judíos mejor conservados de España.

Está formada por calles en pendiente, estrechas y sin orden aparente, que conservan muy bien la estructura original de los siglos XIV y XV. Muchas de las casas que vemos en la actualidad son de adobe con el típico entramado de madera y balconadas en el segundo piso.

La presencia judía en esta localidad no duró más de un siglo.

Los judíos decidieron establecerse en Hervás huyendo del clima antijudío que se respiraba en Castilla en el siglo XIV. Como consecuencia de las revueltas, numerosos judíos se convirtieron al cristianismo para salvar sus vidas y propiedades, otros emigraron a Portugal y algunos se quedaron en el Valle de Ambroz, que se fue poblando con los sefardíes que se situaban en la vía de la Plata.

En 1246 Fernando III donó a Violante de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador, el señorío de Béjar y Hervás como regalo de bodas, por haber contraído matrimonio con Alfonso X el Sabio.

Ya en junio de 1396, Diego López de Estúñiga, recibió Béjar a cambio de la villa de Frías, convirtiéndose en señor de Béjar hasta principios del siglo XIX.

Los judíos de Hervás se encargaban de desempeñar oficios como el de tejedor, médico, arrendador de rentas y mercader. Tenían varias propiedades como edificios públicos y además, poseían viñedos, linares y castañares en las mejores zonas del lugar.

Durante el reinado de los Reyes Católicos, comenzaron las expulsiones de estos judíos de sus tierras.

Pero más tarde se procedió al retorno hebreo, que no fue muy bien visto entre los habitantes de Hervás. Con la inquisición extremeña fueron perseguidos .

  

Suele incluirse en el programa de actividades de Los Conversos de Hervás que se celebra en julio.

6. Puente de La Fuente Chiquita en Hervás 

Puente de La Fuente Chiquita, Hervás

Considerado el monumento más antiguo de la localidad, está situado en la parte más baja de Hervás. En el siglo XV era el lugar donde se situaban los telares de los artesanos judíos.

El puente tiene un arco con una estructura semicircular de sillería de fábrica con los estribos en cada extremo. 

Es diseñado el arco en semicírculo para desviar el peso de la cubierta del puente hacia los estribos.

Calle de la Judería de Hervás

El puente románico fue construido dentro del nudo de comunicaciones que unía antigua Vía de la Plata.

Si dispones de tiempo suficiente vale la pena hacer este trayecto, por las vistas espectaculares desde lo alto del puerto y para disfrutar del Barrio Judío de Hervás y de su gastronomía.

Hay que tener cuidado con el coche porque es una carretera de montaña con muchas curvas y algo estrecha. 

En invierno puede estar cortada por la nieve y en cualquier caso hay que tener precaución con el hielo en la calzada en las zonas de sombra.

Visitar el Valle del Ambroz y no pasear por las callejuelas del Barrio Judío de Hervás es casi delito… El conjunto arquitectónico de la Judería de Hervás data del S. XIII y es una de las juderías mejor conservadas de todas España.

Dar un paseo por sus empinadas calles es sumergirte de lleno en una época que se remonta cinco siglos atrás y cuya huella pervive hoy día en sus construcciones, gastronomía y celebraciones.

Puerta de la Judería de Hervás

Sus estrechos callejones plagados de casas con grandes voladizos y construidas con los típicos materiales de la zona son un verdadero museo al aire libre a través del que conocer la esencia hebrea y su modo de vida.

Unas callejuelas que esconden lugares en los que degustar la gastronomía extremeña y donde disfrutar del más auténtico vino de pitarra, un licor complicado de asimilar por su alta graduación, que se elabora de manera artesanal en los núcleos familiares.

7. Judería de Hervás 

está declarada Conjunto Histórico-Artístico y es uno de los barrios judíos mejor conservados de España. 

Está formada por calles en pendiente, estrechas y sin orden aparente, que conservan muy bien la estructura original de los siglos XIV y XV. Muchas de las casas que vemos en la actualidad son de adobe con el típico entramado de madera y balconadas en el segundo piso.

Resultado de imagen de Judería de Hervás

La presencia judía en esta localidad no duró más de un siglo.

 Los judíos decidieron establecerse en Hervás huyendo del clima antijudío que se respiraba en Castilla en el siglo XIV. Como consecuencia de las revueltas, numerosos judíos se convirtieron al cristianismo para salvar sus vidas y propiedades, otros emigraron a Portugal y algunos se quedaron en el Valle de Ambroz, que se fue poblando con los sefardíes que se situaban en la vía de la Plata.

En 1246 Fernando III donó a Violante de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador, el señorío de Béjar y Hervás como regalo de bodas, por haber contraído matrimonio con Alfonso X el Sabio.

Ya en junio de 1396, Diego López de Estúñiga, recibió Béjar a cambio de la villa de Frías, convirtiéndose en señor de Béjar hasta principios del siglo XIX.


Los judíos de Hervás se encargaban de desempeñar oficios como el de tejedor, médico, arrendador de rentas y mercader. Tenían varias propiedades como edificios públicos y además, poseían viñedos, linares y castañares en las mejores zonas del lugar.

Durante el reinado de los Reyes Católicos, comenzaron las expulsiones de estos judíos de sus tierras.

8. Fiestas de Hervás

San Antón

La primera fiesta del año es el día de San Antón, el 17 de enero. Se celebra en la ermita del santo, donde se acude para bendecir a los animales después de la misa. Tras eso, es tradición comer el bollo de San Antón, compuesto por un pan redondo que contiene una tortilla de chorizo.

Semana Santa

Ya pasado el clásico carnaval, continúa, al igual que en toda España las celebraciones religiosas con desfiles procesionales. El lunes y martes de Pascua, los hervasenses comen el tradicional hornazo y dulces.

Fiestas patronales del Cristo de la Salud

Del 14 al 17 de septiembre, las fiestas del Cristo o las fiestas de septiembre. Son las fiestas más queridas por los hervasenses y son en honor del Santísimo Cristo de la Salud, patrón del pueblo. Previamente, se celebran con una novena desde el día 5 hasta el 13 en honor al cristo. 

Toro de fuego de Hervás

Las festividades se realizan en la ermita que se encuentra a las afueras del pueblo, junto a la plaza de toros, en medio del castañar. Tras la misa, se toman peces y bacalao en los chozos de escoba que hay por los alrededores, antes de continuar de vinos por el pueblo.

Toro de fuego

Tanto en las ferias de agosto, como en las fiestas patronales de septiembre, se realiza en la plaza del pueblo (Plaza de la Corredera) una verbena popular, en cuyo descanso aparece en escena el famoso toro de fuego. 

Una vaca de latón que corre alrededor de la plaza mientras, el juego pirotécnico de bengalas y cohetes que porta, hace el deleite de visitantes y lugareños.


9. Llegando la hora de Comer o picar algo disponemos de un par de sitios:

A Fuego Lento
Calle Vedelejos, 6, 10700
Hervás, España
+34 927 48 16 74

y de precio mas moderado

Sésamo Casa de Comidas
Calle La Cuestecilla, 4, 10700 Hervás, España
+34 927 47 30 31

10. Otras Rutas Cercanas

sábado, 15 de abril de 2023

Una Escapada de Fin de Semana en la Templaria Pollensa, Mallorca


Pollensa, Mallorca

Ciudad romana de Pollentia, Mallorca


Puerto de Pollensa, Mallorca

Cabo Formentor, Mallorca

Cala de San Vicente, Mallorca

Alcudia, Mallorca

Pollensa, su Puerto, la península de Formentor y Cala San Vicente conforman un destino cargado de contenidos, recorridos y paisajes que respiran historia por todos sus rincones.

Se trata de uno de los municipios que más invitan a visitar el por qué de su idiosincrasia, de sus costumbres, de sus lugares.

Índice


1. Como llegar a Pollensa

Un viaje de sesenta minutos de duración por la carretera MA19 y MA13 separa el aeropuerto del centro de Pollensa. 

El viajero dispone de varias opciones para realizarlo:

Buses

Hay autobuses que salen con frecuencia desde el aeropuerto con dirección a la estación de autobuses de Palma, en el centro de la ciudad, desde donde es posible enlazar con otras líneas de transporte y llegar a Pollensa.

Pollensa y el Port de Pollensa están comunicados por una línea de bus que realiza hasta veinticuatro trayectos diarios durante la temporada estival y dieciséis trayectos durante el invierno.


Otros lugares conectados por autobús con Pollensa son Inca, Alcúdia, Formentor y Lluc.

                     

2. Algo de historia sobre Pollensa

El nombre de Pollensa procede del nombre del establecimiento romano de Pollentia - del latín polent, "poderoso" -, fundada por Quintus Caecilius Metellus en el año 123 aC tras conquistar Mallorca, los restos de la antigua Pollentia pocos kilómetros de Pollença, en el territorio del municipio de Alcudia.

Ruinas de la Pollentia romana

Las noticias de los primeros pobladores se remontan en el tiempo hasta la protohistoria. Así, son numerosos los restos de la época pretalayótica, como por ejemplo las construcciones de navetiformes de la sierra de Cornavacas, Bóquer y Formentor, datadas entre 2000 y 1500 aC. 

De esta misma época son también los entierros funerarios, como el conjunto de doce cuevas en San Vicente construidas entre 1600 y 1300 a. C., o los restos de la cueva de Can Martorellet, el último hallazgo importante hecho en Pollensa.

 Ya dentro del talayótico (1300 aC – 500 aC) destacan numerosas construcciones aisladas (talayots), pero también dos poblados emblemáticos: Can Daniel Gran, con 15.300 m2 de área urbana, y el poblado de Bóquer, que coexistió con la ciudad de Pol lentia, ya en época romana. También del talayótico final hay que mencionar los toros de la Punta (encontrados en Can Tirana), realmente unos ataúdes de madera en forma de toro creados alrededor del 300 a. que están depositados en el Museo de Pollença.

Lógicamente, estas tierras recibieron el influjo de la ciudad romana de Pol·lèntia, creada el 123 aC cerca de la actual Alcúdia. Esto provocó que en época árabe éstos llamaran Pollentia (Bullansa en árabe) toda la comarca. 

Fue una época en la que seguramente no existió una localidad que concentrara a la población dado que los musulmanes vivían en alquerías y rafales, es decir, pequeños núcleos de origen clánico. Uno de ellos estaba situado en la actual zona de Son Grua, lugar donde se encontró una estela funeraria con inscripciones en árabe fechada en 1123-4 d. Allí figura el nombre de la primera pollencina conocida: Zaynab.

La conquista cristiana 

La villa de Pollensa no nacerá hasta la conquista cristiana de 1229-32, momento en que se pondrán los cimientos materiales y culturales de nuestro pueblo. Las tierras de la antigua Pol·lèntia-Bullansa permanecieron dentro de la porción real. 

Pronto el Rey aragonés Jaime I transfirió buena parte de lo que sería el municipio de Pollensa a la orden del Temple y, en menor medida, al Obispo de Mallorca, a los caballeros de Tortosa y a otros varones. 

Serán los señores directos de la mayoría de las tierras y de las futuras viviendas, pero al mismo tiempo cedieron el dominio útil a multitud de enfiteutas. Sin embargo, en pocos años los templarios irían adquiriendo casi todo el dominio señorial de las propiedades del término de Pollensa, lo que significaba un gran poder económico (percepción de rentas), pero también jurídico (mero y mixto imperio) y religioso (el obispo Ramon de Torrella les cedió la Parroquia en 1240). El monte del Temple, el actual Calvario, se erigió como símbolo de este dominio, ya que en lo alto se instalaron las horcas.

Al mismo tiempo que los templarios fortalecían su poder, Pollensa crecía demográficamente y la incipiente villa se iba desarrollando, primero con callejuelas estrechas y rodeadas, y después de forma más rectilínea. 

Si en 1236 ya había parroquia y en 1248 la Bulla del papa Inocencio IV la reconoce, a finales de siglo era una de las villas más importantes de la parte foránea. Fue entonces cuando se empezaron a evidenciar incipientes síntomas de organización municipal, aparte de las instituciones reales y señoriales preexistentes (Batlius).

Por otra parte, a medida que la villa fue creciendo, el enfrentamiento del pueblo con los templarios fue también aumentando, ya que éstos no respetaban las franquezas otorgadas por Jaime I. En 1314 el Templo fue sustituido por la orden del Hospital como principal señor jurídico y titular de la Parroquia. 

Entonces Pollensa ya era una de las poblaciones más importantes de la parte foránea y quizás llegaba a los 3.000 habitantes. Su economía estaba diversificada, destacando su ganadería ovina. Sin embargo, el crecimiento se romperá notablemente con la llegada de la peste negra en 1348. 

Este año se empezó a construir el oratorio del Puig de Maria, ampliado en 1370 y que ha quedado, con las sucesivas reformas, como uno de los monumentos más emblemáticos de Pollença.

La época moderna 

En 1450 y 1520 Pollensa participó notablemente en las dos revueltas más importantes que sufrió la isla durante la baja edad medieval y la época moderna: la Revuelta Forana y la Germania. 

Estos hechos marcarán unos años de crisis, como en la mayoría de pueblos de la isla. Además, la situación costera la hacía presa fácil de los corsarios turcos-barbarescos, que no dudaron en lanzar numerosas razias sobre sus costas. La más importante fue la protagonizada por Dragut el 31 de mayo de 1550, que sin embargo fue rechazada por los pollencinos . 

Pero al final de este siglo la situación mejoró. De nuevo creció la población, superando los 4.000 habitantes a principios de los seiscientos. Éstos se dedicaban esencialmente a la agricultura, pero también a la menestralía, sobre todo a la industria de los tejidos, un aspecto por el que destacaba Pollensa en el conjunto de las villas foráneas de Mallorca. 

Este crecimiento se ejemplifica con la llegada de los dominicos en 1578 y la posterior construcción del gran convento de San Domingo en 1588, que todavía conserva su retablo barroco datado en 1651.

En esta época los pollensinos posiblemente experimentaron las cuotas más altas de violencia interna. Las parcialidades de Canamunt y Canavall reprodujeron las divisiones que desde siempre había manifestado la sociedad mallorquina, pero ahora agravadas por la proliferación de las armas de fuego. Sin embargo, a partir del último tercio del siglo XVII, esta violencia partidista entró en un declive irreversible. 

 Fue en este contexto de pacificación, concretamente en 1688, cuando se instalaron en Pollensa los jesuitas, que empezaron su colegio de Montesion con la iglesia de estilo barroco, que no terminaron hasta 1738, poco antes de su expulsión del Reino de España. 

Al mismo tiempo se procedió a la construcción del nuevo templo parroquial, entre 1714 y 1790 básicamente, aunque algunos elementos, como la fachada, no terminaron hasta la segunda mitad del XIX.

Entrada a la era contemporánea 

Durante el siglo XVIII Pollensa sufrió la última de las grandes crisis demográficas, que supuso, en 1755, que el número de habitantes fuera sólo de 3.500. A partir de esa fecha se incrementó de forma continuada la esperanza de vida y la población, que alcanzó un máximo de 9.000 habitantes en 1887, la mayoría de los cuales se dedicaban al sector primario. 

Un año más tarde empezaba la importante emigración a Argentina –especialmente a Rosario y La Plata-, que se mantendría, con algunos altibajos, hasta la Guerra Civil. Hay que remarcar que la mayor parte de los pollentinos se concentraban todavía en el antiguo núcleo urbano o vivían dispersos fuera de la villa. 

Sin embargo, poco a poco, estos años vieron nacer un nuevo núcleo de población, el Port de Pollensa. En éste -conocido como el Muelle por los propios pollentinos- en 1860 residía una sola familia de pescadores. 

Fue la conversión de esta actividad en una profesión con futuro y la obtención de una aduana en 1865, la que hizo crecer paulatinamente el Muelle. En 1900 ya eran cerca de un centenar las personas empadronadas.

Por otra parte, desde finales del siglo XIX, el crecimiento de la población, la emigración o el desarrollo de nuevas actividades económicas coexistieron con una gran reanudación cultural. También fueron unos años de gran importancia para las fiestas cívicas de la Patrona, que desde 1607 se celebraba el 2 de agosto en honor de la Virgen de los Ángeles, y cuando se recuperó también el simulacro de Moros y Cristianos iniciado a mediados del mismo siglo. 

Este simulacro se convertirá, en la segunda mitad del XX, en el acto más representativo de las fiestas patronales y en uno de los símbolos de Pollensa. El referido renacimiento cultural fue seguido, durante las primeras décadas de 1900, de la llegada de artistas foráneos, que marcaron para siempre el carácter del pueblo.

Este hecho no fue ajeno al comienzo del turismo en el Puerto de Pollensa, principalmente después de la Primera Guerra Mundial. Este incipiente turismo de calidad dio un nuevo impulso al pequeño núcleo de población, que llegó a sobrepasar los 500 habitantes alrededor de 1930. 

En 1932, ya se habían abierto los hoteles Mar i Cel, Miramar, Marina, Bristol, Puerto, Bellavista y la Isla de Oro en el Puerto de Pollensa y el hotel Formentor; además de los hoteles de cal Lloro y Cosmopolita situados en la villa, y la pensión Niu en la Cala de San Vicente. 

Asimismo, por estas fechas la mayoría de habitantes del Muelle todavía eran marineros. Pero esta época tuvo un final trágico con el advenimiento de la Guerra Civil, y la ruptura del turismo que se produjo.

Pollensa en el mundo actual 

En la década de los 50, de nuevo el turismo volvió a reanudarse con fuerza. Sin embargo, en este caso el turismo elitista de principios de siglo fue sustituido por el de masas, aunque el Puerto de Pollensa siempre ha gozado de un cierto tono distintivo de calidad dentro del conjunto mallorquín, sesgo que todavía conserva. 

Esta recuperación económica tuvo como consecuencia que, por primera vez en la historia moderna y contemporánea, Pollensa se convirtiera en tierra de inmigrantes, ya que a principios de la década de 1950 empezaron a llegar trabajadores de Andalucía a la vez que se allí instalaba una colonia británica. 

Lógicamente, la población creció más por este proceso que por el incremento vegetativo, que sobrepasó los 10.000 habitantes por primera vez en la historia en 1968. El Puerto de Pollensa dejó de ser una aldea de pescadores y pasó a convertirse en una localidad en continuo crecimiento cada vez más moderna y cosmopolita. Tanto es así que en 1981 prácticamente eran 3.000 los residentes en este sitio. 

Una de las primeras causas que explica este fenómeno fue la creación de la base de Hidroaviones, que gozó de un gran desarrollo durante la guerra y la posguerra, y hasta los años setenta mantuvo una importante actividad que dinamizó la vida del Muelle. 

En términos cuantitativos, fue aún más importante el impacto del turismo a partir de la segunda mitad de los años cincuenta. Primero con la reapertura de los primeros hoteles y, después, con la inauguración de una nueva planta hotelera que creó numerosos puestos de trabajo.

Como se ha podido intuir, el cambio económico entre 1960 y 1970 en todo el municipio fue, sencillamente, espectacular. Lo característico fue la desaparición del sector primario en favor del terciario y, en menor medida, del secundario. 

Por otra parte, el fenómeno fue acompañado de una nueva reanudación inmigratoria, ahora con la novedad que incorporó, desde 1990, a trabajadores magrebíes, de la Europa del Este, especialmente de Rumanía, y de América del Sur. En total, el conjunto de Pollença, que había superado los 10.000 habitantes en 1968, llegaría a los 15.000 en 2002, ya los 17.000 en 2008. 

Llegados a este punto, el siglo XXI se abría, como en el resto de la isla, con grandes expectativas pero también con nuevos retos para la sociedad pollentina, como son el de la convivencia cultural entre los naturales de Pollensa y los recién llegados , o el de hacer compatible una sociedad altamente consumista en bienes, energía y territorio con el respeto al medio ambiente .

3. Que ver y hacer en Pollensa


Pollensa, Mallorca

Pollensa es un pueblo antiguo ubicado en el norte de la isla, con atractivas calles estrechas y una impresionante plaza principal rodeada de cafés, restaurantes y bares, todo a pocos kilómetros del Puerto de Pollensa. 


El sol y la playa no son los únicos alicientes que Pollensa ofrece a residentes y visitantes. Pollensa cuenta con una amplia bahía de aguas tranquilas, con cómodas playas y también con pequeñas calas de aguas calmas y transparentes como cala Bóquer, cala Figuera o cala Murta. 

Pollensa tiene pequeños montes como el del Calvario, el de Santuïri, el Puig de María o el de Almadrava y montañas de considerable altura como el Tomir, el Puig Gros de Ternelles o el Puig del Ca, entre los que podemos encontrar rincones paradisíacos como la Cala Sant Vicenç y Formentor.

Pollensa, Mallorca

Pollensa también ofrece al visitante un atractivo especial que puede descubrir haciendo un recorrido por el casco urbano; la tradición, la historia, la arquitectura y la cultura son algunos de los ingredientes básicos para que el visitante pueda conocer el municipio de Pollença.

Ubicada en el norte de la isla, en plena Serra de la Tramontana, Pollensa destaca por su interesante historia de más de 3.000 años durante la cuál ha sido conquistada y reconquista por diferentes civilizaciones dejándole un gran legado.

Aunque medio día es suficiente para conocer sus principales atractivos turísticos, te aconsejamos invertir más tiempo para visitar también algunas de las maravillas que ver en Mallorca, ubicadas en el cercano Cabo de Formentor.

Basándonos en la experiencia del tiempo que pasamos en esta población, hemos realizado esta lista de los que pensamos son los lugares a visitar en Pollensa imprescindibles. ¡Empezamos!

El Puig de Pollensa

Concebido en el siglo XIV como una súplica de protección a la Virgen ante la peste negra, este edificio, actualmente de aspecto neogótico, acoge tanto visitantes como huéspedes.

A 330 metros sobre el nivel del mar se encuentra este santuario dedicado a la Virgen María, cuya construcción comenzó en 1348 para implorarle protección ante la epidemia de peste negra que azotaba toda Europa y que ese año llegó a Mallorca, provocando la muerte de cerca del 20 por ciento de la población. 

El Puig de María, Pollernsa

El lugar escogido no fue casual, ya que, según la tradición, en él encontraron una talla de la Virgen varios pollensines que subieron hasta este lugar atraídos por unos fenómenos sobrenaturales luminosos.

El monasterio que hoy pueden ver en esta colina, desde la que se obtienen unas hermosas vistas de las bahías de Pollença y Alcudia, la Sierra de Tramuntana y la Albufera de Pollença, ha vivido una gran transformación desde su origen. Así, en 1348 se autorizó la construcción de la capilla, que se dio por acabada en 1355 bajo la invocación de la Virgen María del Puig de Pollença.

Pocos años después, en 1362, se instalaron en este lugar tres monjas que habían formado una pequeña comunidad de clausura y que, tras incluir en ella a otras religiosas, decidieron levantar un monasterio que fue consagrado en 1371. A esta construcción se le añadieron años después las murallas y una torre de defensa desde la que se vigilaban las posibles invasiones por vía marítima.

Esplendor y declive

El monasterio vivió su máximo esplendor en el siglo XV, ya que diversas familias de la nobleza llevaban allí a sus hijas y se aseguraban de su comodidad. 

El Puig de María, Pollernsa

Pero en 1564 el obispo de Mallorca ordenó el cierre del monasterio por el rechazo de buena parte de las religiosas a las reformas impuestas por el Concilio de Trento (1) y las monjas fueron trasladadas a Palma. 

El monasterio no volvería a abrir sus puertas hasta el año 1638, aunque sin una comunidad religiosa que se hiciera cargo del culto en el mismo

Ya en el siglo XVIII la iglesia sufrió una profunda reforma que modificó incluso su estilo arquitectónico, pasando del gótico (2) al barroco (3), si bien a finales del siglo XIX una nueva intervención le devolvería a su estilo original gracias a la corriente neogótica que hacía furor entonces en Europa. Esta última remodelación fue impulsada por el poeta y sacerdote pollensí Miquel Costa i Llobera (4) y desde entonces el monasterio ha estado en manos de varias comunidades religiosas, albergando en la actualidad un servicio de hospedería con 12 celdas para pernoctar.

Entre lo más destacable del monasterio del Puig de Maria figuran sin duda su refectorio (5), uno de los espacios más puros que se conservan, así como la imagen de la Virgen que puede contemplarse en el retablo del altar mayor y que data del siglo XIV.

(1) Concilio de Trento: Conjunto de reuniones de los principales cargos de la Iglesia Católica iniciadas por el Papa Paulo III que se desarrollaron en la localidad italiana de Trento entre los años 1545 y 1563 con dos objetivos fundamentales: responder a la Reforma protestante y fijar el dogma católico tras la degradación a la que había llegado la Iglesia Católica en el siglo XVI. Entre las cuestiones que se abordaron figuran varias relacionadas con los conventos de clausura, como era el Puig de Maria, y que fueron el origen de las desavenencias entre las religiosas de la comunidad y el obispo de Mallorca del momento, Diego de Arnedo.

(2) Estilo Gótico: Estilo artístico comprendido entre el Románico y el Renacimiento, desarrollado en la Europa Occidental entre los siglos XII hasta el XV, si bien hay aún trazos del mismo en el siglo XVI. Su nombre procede de la palabra 'godo', en referencia al pueblo germánico oriental que vivió entre los siglos III y VI, y con él se pretendía denominar una arquitectura con elementos confusos y desordenados en contraste a la perfección y racionalidad del arte clásico. Este estilo puso especial énfasis en la ligereza estructural y la iluminación interior de las naves.

(3) Estilo barroco: Término con el que se identifica un movimiento cultural y estilo artístico desarrollado aproximadamente entre el siglo XVII y mediados del XVIII que se caracterizó por la ornamentación excesiva. De hecho, el concepto de Barroco fue acuñado por sus críticos utilizado el vocablo francés 'baroque', una de cuyas posibles traducciones es 'extravagante', en referencia a lo que consideraban un exceso por parte de ciertos artistas. Como estilo sucedió al Renacentismo y precedió al Neoclasicismo, y comenzó a popularizarse en Italia para luego extenderse al resto de Europa.

(4) Miquel Costa i Llobera: Considerado uno de los grandes poetas en lengua catalana de todos los tiempos, Miquel Costa i Llobera nació en 1854 en el seno de una de las familias más ricas de la isla, si bien su orientación hacia la literatura hizo que dejara de lado su papel como gestor de la herencia familiar. Su poesía tiene un carácter clásico, regionalista y religioso. Este último aspecto le marcó tanto que llegó a hacerse sacerdote. 

Fue además un personaje clave para explicar el renacimiento de la cultura catalana no sólo en Pollença sino en toda Mallorca, consiguiendo que la lengua propia ganase prestigio local y normalidad en su uso en el ámbito de la creación literaria o el ámbito oficial. Murió en Palma de Mallorca en 1922. En Pollença pueden encontrar una plaza con su nombre en la que también hay un monumento dedicado a su memoria.

(5) Refectorio: Comedor de monjes y monjas en los monasterios, que suelen tener una forma rectangular y en los que las mesas y bancos se sitúan alineados a lo largo de las paredes, en las que suele haber amplias ventanas para dejar pasar la luz.

Parroquia Madre de Dios de los Ángeles 

Parroquia Madre de Dios de los Ángeles, Pollensa

Entregada a los Templarios tras su fundación en el siglo XIII, esta iglesia marcó el punto a partir del cual Pollença comenzó a crecer hasta ser una de las principales villas de la isla.

Esta iglesia parroquial fue fundada en 1236, pero sólo cuatro años después fue entregada a los Caballeros Templarios (1), a quienes el rey Jaime I de Aragón concedió un amplio territorio en el norte de Mallorca en reconocimiento a la ayuda que le prestaron durante la Conquista de Mallorca (2) de 1229. Fue precisamente en torno a esta iglesia que Pollença fue creciendo hasta poder ser considerada una villa -ya que seguramente durante la época islámica la población de la zona vivía dispersa-, para acabar el siglo XIII como una de las principales localidades de la isla.

Una vez disuelta la Orden de los Templarios en 1312, todas sus propiedades, incluyendo esta iglesia, pasaron a manos de la Orden de los Hospitalarios, más tarde conocida como Orden de Malta (3), en las que se mantuvo hasta 1836. Eso sí, el entonces rey Jaime II aprovechó este cambio de titularidad para recuperar parte del poder que había dado inicialmente a los Templarios y que éstos habían ejercido de manera casi absoluta, provocando un gran descontento entre la población.

Como suele ser habitual en construcciones tan antiguas, esta iglesia de la Mare de Déu dels Ángels ha sufrido importantes cambios en su estructura. Así, hasta el siglo XVIII era un edificio de pequeñas dimensiones, con la entrada mirando al Calvario, es decir, en la parte opuesta a la actual. Además, de su aspecto original se conserva únicamente los primeros tramos del campanario, que se empezó a construir a partir de 1470, si bien no alcanzó su altura actual hasta el año 1921.

El edificio que hoy pueden ver fue construido entre 1714 y 1790. Se trata de una iglesia de planta basilical (4) y con capillas laterales y abovedadas. En el altar mayor pueden observar su pieza más destacada, un retablo barroco dedicado a la Mare de Déu dels Àngels realizado entre 1752 y 1764 por el escultor mallorquín Pere Joan Obrador.

Asimismo, en los laterales pueden ver catorce cuadros de grandes dimensiones que representan el Vía Crucis (5). Ocho de estos cuadros fueron realizados por el argentino Atilio Boveri (6), uno de los numerosos pintores que se establecieron en Pollença a comienzos del siglo XX atraídos por su luz y su tranquilidad, y parte de cuya obra puede verse también en el Museo de Pollença.

Parroquia Madre de Dios de los Ángeles, Pollensa

(1) Caballeros Templarios: Se conoce como Caballeros Templarios a los miembros de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, también llamada Orden del Temple, una de las más famosas órdenes militares cristianas de la Edad Media. 

Fue fundada entre 1115 y 1120 por caballeros franceses con el propósito de proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista. 

El creciente poder de los Templarios, que empleaban como distintivo un manto blanco y una cruz paté de color rojo, despertó fuertes recelos y fue precisamente el origen de su forzada disolución por orden del papa Clemente V en 1312. El secretismo que rodeó sus actividades y ceremonias ha rodeado a esta Orden de un halo de misterio que perdura hasta nuestros días.

(2) Conquista de Mallorca: Decidido a conquistar Mallorca para anexionarla a la Corona de Aragón (que por entonces incluía a las actuales Cataluña y Aragón), el rey Jaime I desembarcó en septiembre de 1229 con más de 150 naves en la localidad de Santa Ponça (suroeste de Mallorca) con la intención de expulsar a los musulmanes de la isla. Tras encarnizados combates logró tomar el 31 de diciembre de ese mismo año la entonces capital Madina Mayurqa, actual Palma de Mallorca, si bien los musulmanes que quedaron en Mallorca se organizaron y resistieron en la Sierra de Tramuntana hasta la conquista total del territorio en 1332.

(3) Orden de Malta: Nacida en Jerusalén aproximadamente en el año 1048, la Orden de San Juan de Jerusalén, que pasaría a llamarse Orden de Malta ya en el siglo XVI tras su instalación en esa isla mediterránea, es una de las pocas órdenes nacidas en la Edad Media que todavía está en activo. Su objetivo inicial era atender a los peregrinos que viajaban a Tierra Santa en el hospital que allí tenían --de ahí que también se le llame Orden de los Hospitalarios-- y sus miembros debían pronunciar votos de castidad, pobreza y obediencia, así como de atención a los enfermos. Adquirió una dimensión militar tiempo después para asumir la defensa militar de enfermos, peregrinos y de sus centros médicos. Su símbolo es una cruz de ocho puntas blanca.

(4) Planta basilical: Tipo de planta arquitectónica que tiene su origen en los edificios públicos romanos consistente en una nave principal que se encuentra separada por otras naves laterales de menor altura por filas de columnas, lo que permite a los fieles encauzar su visión hacia la cabecera de la iglesia, que suele ser un ábside en el que se encuentra el altar mayor. El acceso a la iglesia se realiza por los pies de la misma.

(5) Vía crucis: Conjunto de catorce cruces o catorce cuadros, dependiendo del caso, que representan los principales momentos vividos según la tradición cristiana por Jesucristo desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura.

(6) Atilio Boveri: Nacido en la provincia de Buenos Aires en 1885, Boveri inició su formación artística en La Plata, pero en 1911 recibió una beca para perfeccionar sus estudios en Europa. Tras pasar por Italia, se trasladó a Pollença siguiendo un consejo de otro pintor argentino, Cesáreo Bernaldo de Quirós. La estancia en Pollença entre 1912 y 1915 marcó su obra ya que en ella se manifestaron los rasgos que siempre le acompañarían: amor por la naturaleza, perfección técnica, uso de técnicas diversas y búsqueda de una utilidad práctica a nivel social para sus conocimientos. 

De hecho, Boveri fue uno de los primeros extranjeros en establecerse en el Puerto de Pollença y su implicación con la sociedad local fue tal que llegó a crear una sociedad de ayuda mutua entre los pescadores pollensines denominada Las Abejas de la Playa durante su estancia en el Puerto, a la vez que enseñó a leer y escribir a los hijos de los agricultores durante el tiempo que estuvo instalado en una casa de la huerta pollensina.

Convento de Sant Domingo

Convento de Sant Domingo, Pollensa

Después de dejar el coche en alguno de los parkings de la entrada del pueblo (marcados en el mapa más abajo), puedes empezar la visita a Pollensa por el Convento de Sant Domingo.

Este edificio construido por los frailes dominicos entre 1558 y 1616, impresiona por su precioso claustro barroco en el que se celebra cada año un importante Festival de Música Clásica.

En el interior del convento también se encuentra el Museo de Pollença que alberga una colección de pinturas, piezas arqueológicas, un mandala budista y la colección de Atilio Boveri.

Horario de visita: de lunes a viernes de 8.30h a 16h; domingos de 10h a 13h.Convento de Sant Domingo

Torre Desbrull, uno de los lugares que ver en Pollensa

Torre Desbrull, Pollensa

Al salir del convento puedes dar un relajante paseo por los jardines Joan March donde encontrarás una estatua del héroe local Joan Mas y vegetación mediterránea, aunque su elemento más destacado es la Torre Desbrull.

Esta torre gótica medieval pertenecía a la casa señorial de la familia Desbrull, una de las familias más poderosas de la villa, y se ha convertido en otro de los lugares que ver en Pollensa más interesantes.Torre Desbrull

Plaza Mayor de Pollensa

Plaza Mayor de Pollensa

Siguiendo por la calle de Antoni Maura llegarás en pocos minutos a la Plaza Mayor de Pollença, presidida por la Iglesia de la Mare de Déu dels Àngels.

Construida a mediados del siglo XIX, en esta plaza se monta cada domingo un mercadillo de productos de proximidad y tiene algunos de los mejores restaurantes donde comer en Pollensa como Il Giardino, Q11 Restaurant y Numero Ocho.

Otra de las mejores cosas que hacer en Pollensa y en esta plaza es entrar en la iglesia de la Mare de Déu dels Àngels, dedicada a la patrona de Pollensa, para ver un retablo barroco y los 14 cuadros que representan el Vía Crucis.

Plaza Vieja

Plaza Vieja de Pollensa

En uno de los laterales de la Iglesia de la Mare de Déu dels Àngels, se encuentra la Plaça Vella (Plaza Vieja), que tiene su origen en la época medieval y que fue la más importante de Pollensa hasta la construcción de la Playa Mayor.

Entre sus edificios históricos destaca la casa señorial de Can Llobera, construida a principios del siglos XVI por una de las familias más importantes de Pollensa y que actualmente pertenece al Ayuntamiento.

Plaza de la Almoina

Plaza de la Almoina, Pollensa

La ruta por los lugares que ver en Pollensa en un día continua por las calles más bonitas del centro histórico como el Carrer del Vent, el d’en Moro, el de los Ángeles y la calle comercial Joan Mas repleta de tiendas y que conduce hasta la popular Plaza de la Almoina.

En esta pequeña plaza, adornada con una fuente culminada con una escultura de un gallo, símbolo de Pollença, han acontecido algunos de los hechos históricos que marcaron el futuro del pueblo como la batalla contra los corsarios otomanos en 1550.

Oratorio de Sant Jordi

Desde la Plaza de la Almoina puedes continuar por la Calle de Miguel Costa y Llobera hasta el Oratorio de Sant Jordi, construido en el siglo XVI, a las afueras de la villa medieval.

Oratorio de Sant Jordi, Pollensa

Esta iglesia de estilo gótico mallorquín fue levanta en piedra marés, característica de Mallorca, y era el punto de encuentro para los soldados locales cuando tenían que repeler un ataque pirata en la costa de Pollença.

Merece la pena entrar en el interior de este templo para ver el retablo de estilo barroco de mitad del siglo XVII y la capilla dedicada a San Marcial.

Cruzar el Puente Romano, otra de las cosas que hacer en Pollensa

Puente Romano de Pollensa

Después de la visita al Oratorio de Sant Jordi puedes continuar la ruta por Pollensa pasando por delante de la Casa Museo Dionís Bennàssar, que alberga una colección de este pintor local, hasta llegar en unos 10 minutos al Pont Romà (Puente Romano).

Cruzar este puente de piedra construido sobre el Torrente de Sant Jordi y de origen desconocido, algunos creen que fue un acueducto romano y otros que se construyó en la época medieval, es otra de las mejores cosas que hacer en Pollensa.

El Calvario

El Calvario, Pollensa

Para finalizar la ruta por el pueblo nada mejor que subir los 365 escalones, uno por cada día del año, que te llevarán a la cima del monte del Calvario, en el que se encuentra una pequeña iglesia del siglo XVIII y que ofrece unas fantásticas vistas de Pollença y la Serra de Tramontana.

Durante el ascenso por las escaleras te encontrarás con varias tiendas de souvenirs y con hasta 14 cruces que recuerdan el calvario que sufrió Jesucristo en su camino al Monte Gólgota para su crucifixión.alvari de Pollensa

4. Mejores Calas y Playas de Pollensa


Playa de Albercuix

Playa de Albercuix. Pollensa

Es una cadena de pequeñas playas de arena muy fina, situada en la Bahía de Pollença. La...

Playa del Puerto de Pollensa

Playa de Llenaire, Pollensa

La playa del puerto de Pollensa o playa de Llenaire es la más famosa del puerto de Pollensa....

Cala de San Vicente

Cala de San Vicente, Pollensa

Cala San Vicente es el conjunto de tres pequeñas calas rústicas, Cala Molins, la más...

Cala En Feliu

Cala En Feliu. Pollensa

Pequeña cala con un paisaje idílico y un entorno que se presta a la práctica del submarinismo.

Cala Murta

Cala Murta

Cala de acceso complicado si no se hace por mar, con un entorno que se presta a la práctica del...

Cala en gossalba

Cala en gossalba, Pollensa

Situada al norte de Cala Murta, de carácter aislado y con un entorno que se presta a la...

Cala Figuera

Cala Figuera, Pollensa

Playa situada camino del faro, con un entorno virgen, arena blanca y fina con gravas y bolos...

Cala Boquer

Cala Boquer, Pollensa

Pequeña playa aislada con oleaje moderado

Cala Castell

Cala Castell, Pollensa

Cala de piedras, cantos y bolos sueltos, situada al pie de un acantilado.

Ca'n Cuarassa

Ca'n Cuarassa, Pollensa

Entre grava y abundantes restos de Posidonia, no es la playa ideal para darse un buen baño pero...

Es Caló

Es Caló, Pollensa

Pequeña cala aislada con oleaje moderado

Cabo de Formentor

Playa de Formentor, Pollensa

Si prefieres bañarte en alguna de las mejores playas de Mallorca como Cala Figuera y Playa de Formentor, deberás conducir una media hora hasta el Cabo de Formentor.

Cala Formentor

Cala Formentor, Pollensa

Siguiendo la carretera hacia Formentor, a 9 km del puerto de Pollensa, se encuentra esta preciosa cala

Estas playas de arena blanca y aguas de color turquesa son un complemento ideal para una ruta de un día por el Cabo de Formentor, que presume de tener uno de los paisajes más impresionantes de las Islas Baleares, que puedes observar desde diferentes miradores como Es Colomer y la Talaia d’albercutx.

Para poner la guinda a este día nada mejor que llegar al atardecer al icónico Faro de Formentor para ver el mejor atardecer de Mallorca sobre imponentes acantilados de más de 300 metros de altura.


5. Fiestas Principales y Mercados en Pollensa

En agosto, como parte de las fiestas anuales del pueblo, se lleva a cabo una representación de la batalla que tuvo lugar entre los locales y los moros durante la invasión de 1550. 

Este lugar también alberga el Festival de Pollensa, un evento anual que odrece un programa de eventos culturales y musicales que tienen lugar en el atractivo claustro de Santo Domingo. Y... tampoco te pierdas el mercado de los domingos.

• Mercados. Todos los domingos
• El Pi de Sant Antoni. Se celebra el 17 de enero.
• Fiestas de San Sebastián. Se celebra el 20 de enero, procesión y danzas de los "cavallets".
• Feria del Vino. Se celebra a principios de mayo.
• Corpus Christi. Se celebra en Junio.
• Fiestas de la Patrona. Se celebra el 2 de agosto, destaca el baile de los "cossiers" o el simulacro de la batalla entre moros y cristianos.
• La Feria de Pollensa. Se celebra en noviembre, feria artesana.

6. y para Comer en Pollensa



Finca 49
A49 Poligono de Pollenca Justbehind Eroski/lidl, 
07460 Pollença, Mallorca España
+34 971 00 74 85

Celler El Moli
C/Padre Vives & C/Mar Abierto Por Las Noches,
07460 Pollença, Mallorca España
+34 971 53 19 50

R3SPIRA
Calle Miquel Bota Totxo 6, 
07460 Pollença, Mallorca España
+34 971 50 80 59

Cantonet
Carrer de Monti Sion 17 Pollensa, 
07460 Pollença, Mallorca España
+34 971 53 04 29

Q11 Restaurant
Calle D'antoni Maura 11, 
07470 Pollença, Mallorca España
+34 971 53 02 39

7. Puerto de Pollensa

Para completar esta lista de lugares que ver en Pollensa te proponemos acercarte en coche o moto al puerto, uno de los más importantes de Mallorca, para relajarte en su playa o practicar algún deporte acuático.

Después del baño puedes dar una vuelta por el largo paseo marítimo hasta la zona del puerto para ver las embarcaciones recreativas y tomar algo en alguna de sus numerosas terrazas.

Puerto deportivo Pollensa, Mallorca

El Puerto de Pollença es a la vez puerto y centro turístico, muy popular entre los británicos. Dispone de muy buenas instalaciones, largas playas de arena con palmeras y es un lugar de vacaciones ideal para familias. 

Su oferta es limitada fuera de temporada, pero sigue manteniendo algo de vida durante el invierno para los que viven aquí. Mantiene parte de su encanto original y sigue atrayendo a veraneantes año tras año.

Port de Pollensa

Descubre todo lo que hace Port de Pollensa un lugar tan especial. En esta guía de abcMallorca encontrarás información sobre los mejores restaurantes, hoteles y actividade...

8. para Comer en el Puerto de Pollensa

Moll de Bellagio
Calle de Llevant 14,
 07470 Port de Pollença, Mallorca España
+34 971 86 82 05

Himalaya INDIAN nepalese restaurante
Paseo Anglada Camarassa 13 Port de Pollensa, 
07470 Port de Pollença, Mallorca España
+34 871 71 46 30

No31Restaurant and Bar
Calle Vicenc Buades 31, 
07470 Port de Pollença, Mallorca España
+34 608 05 29 29

Pizzeria Vitho cafe
Paseo Saralegui 130, 
07470 Port de Pollença, Mallorca España
+34 871 04 42 15


9. Cabo y Playa de Formentor

Playa de Formentor, Mallorca

Si estás en el norte de Mallorca no te puedes quedar sin visitar el Cabo de Formentor, donde la Sierra de Tramuntana se encuentra con el Mediterráneo, al final de una península de 20 kilómetros. 

El paisaje que atraviesa esta dramática carretera es realmente espectacular, con miradores en Mal Pas y la torre de Talaia d’Albercutx. 

A pesar de no estar abierto al público, la zona alrededor del faro goza de increíbles vistas de este promontorio salvaje. 

Cabo de Formentor

La playa de arena blanca, con su bosque de pinos, es una de las más espectaculares de la isla con vistas a la bahía de Pollença; y sus aguas cristalinas hacen que sea uno de los grandes atractivos de la costa norte.

Torre de Talaia d’Albercutx, Mallorca

La Sierra de la Tramuntana acaba en el Cabo de Formentor, la punta más al norte de la isla. Descubre el mejor paraje para fotografiar la isla.

10. Alcudia

Puerto de Alcudia, Mallorca

Alcudia es uno de los pueblos más bonitos de Mallorca, sus playas paradisiacas, su gastronomía su gran patrimonio cultural e historico atraen cada año a miles de turistas de todo el mundo

Alcudia es un pequeño municipio de 20.000 habitantes situado al norte de la isla de Mallorca, a 57 km de a capital Palma de Mallorca. 

El municipio se encuentra en una pequeña península de 65 km2 entre la Bahía de Pollensa y la Bahía de Alcudia, formando uno de los rincones más bonitos y mágicos de la isla. 

Descubre que ver y hacer en Alcudia.

Centro histórico de Alcudia

Alcudia respira historia por cada rincón, allí encontraremos restos de ciudades romanas, murallas templarías, castillos e infinidad de edificios históricos repartidos por todo el municipio.

Murallas de Alcudia, Mallorca

Este territorio fue habitado antiguamente por diferentes civilizaciones que han ido dejando su huella a lo largo de los siglos como son los fenicios, griegos y romanos, pero el nombre de la población tiene sus orígenes en el asentamiento musulmán Al-qudya . 

Fue a la llegada del rey Jaime I cuando tras conquistar la isla, la dividió en 8 partes de la cuales una de ellas fue Alcudia, que quedó en manos de los Templarios. 

Más tarde, el Rey Jaime II sería quien haría construir gran parte de las murallas que conocemos hoy en día, así como una iglesia y diferentes monumentos históricos que se han conservado hasta la actualidad.

Podremos acceder a la ciudad por alguna de las dos antiguas puertas de la muralla declaradas Monumento Nacional, como son la Porta del Moll y la Puerta de Mallorca.

Casco antigua, Mallorca

 En la Puerta del Moll todavía podremos apreciar una parte de la antigua verja levadiza que permitía el paso a la ciudad, y en la Puerta de Mallorca sobresalen las dos torres de vigía unidas por un gran arco.

Una vez dentro de la ciudad, una bonita manera de empezar la ruta es hacer los 1500 mts del camino de ronda que recorre la ciudad por encima de las murallas. 


Otra visita recomendable es la bonita Iglesia de Sant Jaume que en sus origenes estaba integrada en la misma muralla y formaba parte de la vigilancia de la ciudad. 

Esta iglesia no es más que una reconstrucción hecha en el siglo XIX de la antigua iglesia fortaleza que quedó totalmente destruida. Junto a ella verás la Capilla del Sant Cristo que también vale la pena visitar.

Antigua Muralla de Alcudia, Mallorca

En el interior de la imponente muralla encontramos un fabuloso casco antiguo de trazado medieval peatonal, con multitud de monumentos históricos y ejemplos de casas señoriales que han conservado todo su encanto. 

También es el lugar perfecto para perderse callejeando y disfrutar de multitud de tiendas de souvenirs y bonitos restaurantes.

Bahia de Alcudia, Mallorca

A dos kilómetros del centro de la ciudad encontramos el puerto de Alcudia, un amplio y moderno puerto turístico y deportivo con más de 750 amarres, situado en la Bahía de Alcudia. 

Esta considerado uno de los puertos más importantes de la isla, en él se puede disfrutar de un agradable paseo, allí encontraremos infinidad de establecimientos y una amplia oferta de ocio, actividades, deportes náuticos, restaurantes y tiendas.

Desde allí puedes hacer una excursión en velero. Te recomendamos el Paseo en catamarán por la bahía de Alcudia, una ruta desde la que visitarás playas paradisíacas y paisajes vírgenes. 

También tendrás tiempo para nadar, tomar el sol o hacer snorkel y disfrutar de un bufet a bordo!


Alcudia y sus playas de postal

Los 30 kilómetros de costa del municipio acogen 20 playas y calas paradisiacas, muchas de ellas son playas de arena blanca y aguas de color turquesa, a menudo con palmeras y pinos que crean unos paisajes de revista. Destacamos la Playa de Alcudia, la Playa s’Illot, la Playa de Sant Joan, la Playa de Sant Pere y la Playa de Muro


Turismo activo en Alcudia

Los amantes de la naturaleza encontrarán aquí una de las áreas naturales más ricas de la Isla con numerosas zonas protegidas. 

11. La Reserva Natural de S’Albufereta                        

a tan solo 4 km de Alcudia, es una de las zonas húmedas más importantes de las Baleares con infinidad de especies de aves, marismas y muchos kilómetros de dunas.

Reserva Natural de S’Albufereta, Mallorca

También podremos disfrutar de la región protegida de Puig de Sant Marti que se ha convertido en los últimos años en destino de excursionistas, senderistas y practicantes de diferentes deportes de montaña por la gran cantidad y calidad de sus rutas. 

Y por último, encontramos el Parque Natural de la Victoria que separa la Bahía de Pollensa y la Bahía de Alcudia formada por acantilados y playas salvajes de cantos rodados que forman una zona protegida de alto valor medioambiental.    

Parque Natural de la Victoria, Alcudia

12. para Comer en Alcudia

Sa Roqueta wine & food
Calle Marisco 10, 
07400 Port d'Alcudia, Alcudia, Mallorca España
+34 971 96 50 69

Basico Gastrobar
Calle Major 3, 
07400, Alcudia, Mallorca España
+34 971 54 53 20

Indian Fusion
Avinguda de Mèxic, 4 L-13/14, 
07400 Port d'Alcudia, Alcudia, Mallorca España
+34 971 89 21 95

Como En Casa
Plaza Dels Pins 4,
07400 Port d'Alcudia, Alcudia, Mallorca España
+34 971 54 90 33

y algo mas económicos:

Lloyd's Chippy
Calle Arta 10, 
07400 Port d'Alcudia, Alcudia, Mallorca España
+34 971 54 68 84

The Foxes Arms
46A Carretera de Arta, 
07400 Port d'Alcudia, Alcudia, Mallorca España
+34 679 15 87 79

Tratoria Italiana S'Espiga
Paseo Maritim 18,
07400 Port d'Alcudia, Alcudia, Mallorca España
+34 971 54 71 06

13. Ciudad romana de Pollentia

 
Ciudad romana de Pollentia, Mallorca

La ciudad romana de Pollentia, denominada actualmente Pol·lèntia en catalán, se encuentra ubicada en el exterior de las murallas medievales del centro histórico de Alcúdia. Es una de las dos ciudades, la otra fue la actual Palma, fundadas por el cónsul Quintus Caecilius Metellus, jefe de la expedición romana que dominó la isla en el año 123 a.C. 

El yacimiento ocupa una superficie de unas doce hectáreas y el conjunto incluye el barrio residencial de la Portella, donde las excavaciones han hecho visibles dos calles y diversas casas, y el Foro, plaza pública donde se han descubierto singulares edificaciones como el templo capitolino dedicado al culto imperial. A partir del siglo III d.C. se construyó una muralla de la cual se conservan cien metros. 

En las afueras de la ciudad, a unos diez minutos a pie, se ubica el teatro romano construido a finales del siglo I d.C. con una capacidad para dos mil personas. 

Ciudad romana de Pollentia, Mallorca

La ciudad romana inició su decadencia a partir del siglo IV d.C., especialmente después de las invasiones de vándalos y bizantinos.

Aunque las ruinas de la ciudad eran conocidas desde el siglo XVI, las primeras excavaciones no se realizaron hasta principios del siglo XX, a causa en buena parte de la confusión generada con el nombre de la ciudad ya que se consideraba que la ubicación de la antigua Pollentia tenía que coincidir con la actual Pollença, población vecina que ha conservado esta denominación. 

Desde el año 1957 un equipo dirigido por A. Arribas, M. Tarradell y D. Woods realiza una campaña anual de excavaciones, patrocinada por The William L. Bryant Foundation. 

Ciudad romana de Pollentia, Mallorca

Durante los trabajos se han hecho importantes descubrimientos arqueológicos, como una cabeza de niña de bronce o diversas monedas, que se conservan en el Museo Monográfico de Pol·lèntia. 

Los hallazgos indican que ésta fue una ciudad rica y refinada, conectada y vinculada económicamente con Roma, Hispania y el norte de África.

La ciudad romana de Pollentia está calificada como Bien de Interés Cultural y también como Conjunto Histórico Artístico, junto con el centro histórico de Alcúdia. 

Actualmente, la gestión del yacimiento y del museo está a cargo de un consorcio integrado por el Ayuntamiento de Alcúdia y otras instituciones como el Consell de Mallorca. A unos quinientos metros del recinto de la ciudad romana también se puede visitar el Oratorio de Santa Anna, que data del siglo XIII.

Para acceder al recinto de la ciudad romana se tiene que pagar una entrada de 2 euros. El precio de la entrada incluye la visita al Museo Monográfico de Pol·lèntia, que está situado dentro del centro histórico de Alcúdia, frente a la iglesia parroquial de Sant Jaume. 

El horario de visita del Museo Monográfico y de la Ciudad Romana es de martes a viernes de 10:00 a 16:00 h, los sábados y domingos de 10:30 a 13:00 h y los lunes y festivos cerrado.

      


14. Otras Rutas Cercanas