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miércoles, 14 de diciembre de 2022

Una Excursión a las Bardenas Reales, Navarra

Bardenas Reales, Navarra

Ermita de la Virgen del Yugo, Arguedas

Flora de las Bardenas Reales

Bardenas Reales, Navarra

Buitre de las Bardenas Reales

Casas Cueva, Arguedas

Castil de Tierra o Chimenea de las hadas, Bardenas Reales

¡Un desierto a 70 km de los Pirineos!

No nos extraña, porque toparse con un desierto a 70 kilómetros de los Pirineos es algo que sorprende a la mayoría. Por la rareza geográfica y por lo sobrecogedor del entorno. Pero así es. En Navarra hay desierto y no un desierto cualquiera.

¿Cómo te quedas? ¿Te puede la curiosidad? Pues aprovecha tu visita a Navarra y descubre un paisaje más propio de la Luna que del norte peninsular.

A continuación tienes información básica y necesaria para organizar tu visita a las Bardenas Reales.

Pero antes de seguir algo muy importante: el paisaje y las formaciones geológicas son parte esencial del Parque Natural y, como visitantes, no debemos subirnos a las laderas y cimas de las formaciones, porque podemos degradarlas. Hablamos de un ecosistema de suma fragilidad que debemos cuidar entre todas las personas.

Índice:


1. Como llegar a Arguedas, puerta de las Bardenas Reales

Para llegar a Arguedas, tenemos que tomar como referentes las localidades de Tudela si se viene del sur, y de Valtierra si se viene del norte.

A Tudela se puede llegar por la autopista AP-68 (Zaragoza-Bilbao), salida Tudela-Tarazona. 

Al salir hay que dirigirse hacia Tudela (derecha), tomar la autovía A-68 en dirección Zaragoza (derecha) y en la salida Tudela-Fontellas, seguir la carretera recto dirección Arguedas. 

Si se llega por la autovía A-68, es esta misma salida la más directa hacia Arguedas.

A Valtierra, se puede llegar por la Autopista de Navarra AP-15, en su propia salida o la salida Castejón-Valtierra si se viene del norte. Y continuando la variante de la localidad llegaremos hasta Arguedas y la entrada a las Bardenas Reales.

Arguedas

2. Algo de historia sobre Arguedas

Edad Antigua

Torque celtíbero hallado en Arguedas.

Existen, tras diversas excavaciones, referencias muy antiguas de pobladores de estas tierras. En las Bardenas se han encontrado restos de poblados del 4.500 a.c. y, ya más cerca de la actual Arguedas, a pocos kilómetros, en el cerro de Castejón se han hallado varios poblados de la Edad del Hierro.4

Junto a estos poblados se encontró la necrópolis celta donde se incineraban a sus habitantes.5

Estos poblados, excavados inicialmente en 1942, sitúan uno de ellos en la primera Edad del Hierro (unos 1200 años a.c.), el cual tenía cabañas de madera y barro, en él se han encontrado vasos de cerámica, huesos de ganado, instrumentos de hueso y asta entre otros restos. 

El segundo poblado, de la segunda Edad del Hierro (300 años a.c.), era una aldea sin fortificaciones con viviendas rectangulares de muros de adobe, donde se ha hallado cerámica celtibérica.

En el mismo cerro, también se han encontrado restos de un poblado romano, de entre los siglos I al III. Esta aldea, de tipología anárquica, se fundamentaría en construcciones de mampostería asentada en barro, cubiertas de ramajes. De esta época se han encontrado escasos restos de vasijas, así como alguna moneda de Tiberio. 

Estos restos romanos, fueron encontrados en el montículo que se yergue sobre Arguedas, y que hoy es conocido por el nombre de Balconico de los Moros, en la misma ubicación se han hallado restos de una columna romana, así como ídolos mitológicos de bronce, que indicarían la posibilidad de la existencia de una mansión romana en dicho lugar.​ 

Es lógico suponer que este espacio era propicio para asentamientos humanos por su interesante situación estratégica, con respecto al valle del Ebro e inicio del camino de acceso a las Bardenas.

Igualmente se ha especulado sobre la existencia de una calzada romana, que con origen en Tudela atravesaría la actual Arguedas.

Edad Media

Sí se puede afirmar que Arguedas y su castillo sobre el cerro existían desde la mitad del siglo ix. En el año 1084 el rey Sancho Ramírez (rey de Pamplona y Aragón) conquistó la villa junto con otros territorios bajo dominio musulmán del valle del Ebro.

Sobre el siglo xi y xii, hay noticias históricas de Arguedas de 1.093, cuando el rey Sancho Ramírez dona la Iglesia de San Esteban Protomártir de Arguedas, al monasterio de San Ponce de Torneras. 

Tras la separación entre el Reino de Pamplona y el de Aragón con García Ramírez el Restaurador en 1134, Tudela y su comarca pasaría a formar parte del Reino de Pamplona siendo invadida en 1.172 por el rey aragonés Alfonso II de Aragón quien anexionó villa y castillo a su reino concediendo a Arguedas diversas tierras circundantes, para ser reintegrada, años más tarde, en el reino navarro por Sancho el Sabio.

Ya en el siglo xiii y en un alarde precursor de lo que actualmente son denominadas mancomunidades de servicios, Arguedas junto a otras dos villas cercanas, Valtierra y Cadreita, hicieron en 1221 hermandad para defenderse de cuantos hombres les quisiesen hacer daño y para establecer normativas de uso de los riegos.

También se conoce que en 1254, se devolvió a Arguedas el uso de diversas tierras en las Bardenas y el monte, que los reyes Sancho el Fuerte y Teobaldo I, habían despojado a la villa.

Los primeros datos de población se encuentran en el siglo xiv, siglo de pestes, guerras y calamidades. En 1.353 había en Arguedas 191 hogares, dos de ellos moros, pero 13 años después en 1.366 se había reducido a 120, incluidos los 12 hidalgos, y 13 años más tarde, en 1379, había en Arguedas sólo 30 fuegos (fuego es una medida de población, que se corresponde a hogar o familia, que equivaldría a un número entre 3 y 5 habitantes).

De la Edad Media a nuestros días

Ya en el siglo xv; nos encontramos que el rey Juan II, donó en 1456 el pueblo de Arguedas y su castillo a Mosén Martín de Peralta, canciller del reino y merino de la Ribera, en consideración a los muchos servicios que hizo en la guerra contra el príncipe de Viana. 

Años más tarde, el pueblo logró que su hijo Martín, renunciara a estos derechos en 1491, agregando el rey Juan III, al final de dicho año, Arguedas al patrimonio real, concediéndole el privilegio de proponer tres personas para alcalde, de las cuales el rey eligiese una, y que ésta, con el baile, ejerciese la jurisdicción y administrase justicia.

Ya en el siglo xvi, con posible origen en la anexión del Reino de Navarra a Castilla por parte de Fernando el Católico, en 1512, se llevó a cabo en diversas villas del reino la destrucción de diversas fortalezas y castillos navarros de alto poder estratégico, por orden del mismo rey, siendo el Castillo de San Esteban de Arguedas uno de los afectados por la demolición. En el ámbito de la anexión, Fernando el Católico confirmó ciertos privilegios poseídos por la villa de Arguedas, en carta fechada en 1514 en Segovia.

En 1608, ya en el siglo xvii, Arguedas obtuvo asiento las Cortes de Navarra y en 1665 se le concedieron nuevos privilegios, entre ellos el de nueva forma de gobierno municipal, y el disfrute de la Bardena, como lo tenía Tudela, por lo cual pagó la villa 800 ducados.

Ya en el siglo xix se conoce que en la villa había fábricas de salitre, jabón y alfarería, un hospital y dos posadas. También matadero y dos escuelas, una de niños y otra de niñas. En el pueblo había un molino de aceite, otro harinero, e industria doméstica de lienzos. Cada año se cultivaban 6.000 robadas y había más de 14.000 de pastos de monte.

El siglo xix fue año de epidemias, el cólera afecto a la villa en varias ocasiones, de forma muy fuerte en 1834 con 80 adultos fallecidos, y en 1855 con 72 defunciones. Pero también fue ocasión de faustos. La villa, en 1828 “tiró la casa por la ventana” como vulgarmente se dice, para engalanar la villa y recibir la comitiva de una visita real, la de los reyes de España Fernando VII y su esposa María Amalia. 

Ya en la segunda década del siglo xx , nos encontramos con un pueblo ribero con 2.700 habitantes, más que en la actualidad, eminentemente agrícola. Entre las diversas actividades que se realizaban en la villa, se encuentran: dos trujales para la oliva, varias bodegas, numerosos graneros, fábricas de chocolate, gaseosas, aguardiente, harina, ladrillo y teja; así como seis hornos para conocer pan.

3. Que ver y hacer en Arguedas


Arguedas, un pequeño pueblo de la Ribera Navarra, recibe con los brazos abiertos a todas esas personas que deciden conocer y disfrutar del Parque Natural de las Bardenas Reales. Y es que debemos recordar que este pueblo representa la puerta de entrada natural a este pintoresco desierto de Navarra. 

Un espacio esencial a la hora de pernoctar, comprar e informarse antes de adentrarse entre las más de 42.000 hectáreas que forman este desértico paisaje

Casa Consistorial

Casa Consistorial de Arguedas

Se compone a su vez de dos edificios de distinta altura y época. Vista desde la calle, la fachada derecha (siglo XVI) consta de un primer cuerpo con un arco de medio punto, de rosca muy marcada, descentrado, que comunica con la plaza; un segundo cuerpo alto y macizo, a excepción de los dos balcones de arcos rebajados, se remata con una cornisa de bolas, estilo Reyes Católicos, que marca el tránsito al coronamiento de la galería de arquillos rebajados con alero de ladrillo tallado.

Casa Muruzabal

Conocida popularmente de esta manera, es una construcción de propiedad privada que aglutina a dos palacios del siglo XVIII.

La Iglesia de San Esteban 

es un templo parroquial de Arguedas. Su fábrica, enteramente de ladrillo, corresponde fundamentalmente a los siglos XVI y XVII. 

Destaca su gran torre prismática de varios cuerpos.

Exterior

Visualmente, se observa como sobre el basamento de sillería se levantan los muros de ladrillo reforzados con unos contrafuertes en la cabecera y en los pies. 

Se muestra todo el edificio como un bloque prismático, al igual que su torre, de gran austeridad estructural.

La Iglesia de San Esteban, Arguedas

La torre muestra una fuste liso del siglo XVI sobre el cual se apilaron otros dos cuerpos cúbicos en el siglo XVIII y un doble coronamiento octogonal.

Interior

Es un templo de una sola nave estructurada en dos tramos en cuya planta destaca el crucero y la cabecera poligonal. 

Está cubierta por bóvedas estrelladas, con una colección decorativa muy profusa y variada, cuyos nervios se apoyan en ménsulas platerescas con grutescos y que presentan unas claves con florones y medallones con cabezas.

El altar mayor está presidido por un retablo de estilo rococó, fechado en la segunda mitad del siglo XVIII.

Eemita de la Virgen del Yugo

Ermita de la Virgen del Yugo, Arguedas

Cuenta igualmente la tradición que fue en el mismo lugar donde se apareció María, donde se construyó una ermita. 

Ermita de San Miguel

La ermita de San Miguel es el edificio religioso más antiguo que se conserva en Arguedas. Las primeras referencias halladas sobre esta construcción datan de principios del siglo XVI.

Además

Recomendamos visitar las cuevas, unas curiosas viviendas excavadas en la montaña en las que hasta hace poco vivían los más humildes de los arguedanos. 

El ayuntamiento ha habilitado alguna de ellas, a las que se puede entrar de forma gratuita. Tenga el debido respeto y deje todo en las mismas condiciones en que las encontró.

– Hay un amplio aparcamiento junto a las cuevas, que también es zona acondicionada para aparcar caravanas.


Casas Cueva, Arguedas

Las cuevas de Arguedas, surgieron a finales del siglo XIX. Estos habitáculos se horadaban en el monte para dar lugar a viviendas donde vivían los arguedanos con menos recursos económicos.

Fue una época difícil, en la que se optaba por este tipo de construcción, por la relativa facilidad para excavar el terreno, e ir ampliando las viviendas conforme aumentaban las necesidades de las familias.

La orografía del terreno posibilitó excavar en la roca estos habitáculos que se disponían a lo largo de la fachada para aprovechar la luz natural, pues sólo los más privilegiados tenían suministro eléctrico. No existían los pasillos y se pasaba de una dependencia a otra directamente. Y muchas de las casas contaban con granero y corral, ya que la mayoría de sus propietarios eran agricultores.

En 1940 se contabilizaban en Arguedas 52 viviendas en cuevas; estas fueron abandonadas en los años 60 debido a la construcción de vivienda social en la localidad. La gran mayoría han sido clausuradas.

Normalmente la estructura de la vivienda se disponía a lo largo de la fachada para aprovechar la luz natural, no había pasillo y se pasaba de una dependencia a otra directamente. Muchas de las casas contaban con granero y corral, ya que la gran mayoría pertenecían a agricultores que necesitaban espacio para dejar sus útiles de trabajo.

– El paseo por el pueblo nos llevará desde la Plaza de los Fueros a la iglesia de San Esteban para terminar accediendo a las ruinas del castillo y disfrutar de las vistas desde el balconcillo del moro.

Ruinas del castillo de Arguedas

– El Parque de Senda Viva es otro de los principales atractivos que encontraremos junto a Arguedas. La visita al parque es de un día completo.

Arguedas cuenta con numerosos servicios de alojamiento y hostelería y es lugar habitual para comer después de visitar el parque natural de las Bardenas.


4. Comer en Arguedas

Restaurante Bardenas
C/Real, 96, 
31513 Arguedas España
+34 948 83 01 45

La Brasserie de Belén Floristan
Grupo Virgen del Yugo, 50, 
31513 Arguedas España
+34 610 27 58 59

Cafe Mallen
los Fueros Plaza 8,
 31513 Arguedas España
+34 948 83 00 03

Las Bardenas Reales

Bardenas Reales

Las Bardenas Reales es un Parque Natural de 42.500 hectáreas, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Esto significa que te vas a encontrar con un espacio de gran riqueza biológica en el que se respeta el desarrollo sostenible.

5. ¿Dónde están las Bardenas Reales de Navarra?

Con una forma irregular y alargada de Norte a Sur, 45 Kilómetros de longitud y 24 Kilómetros de anchura, las Bardenas Reales son un sorprendente territorio desértico, que se expande entre los valles del Ebro y del Aragón y entre la sierra del Yugo y la comarca aragonesa de Cinco Villas.

Las Bardenas Reales se caracterizan climatológicamente por sus escasas precipitaciones de carácter torrencial, veranos muy calurosos e inviernos fríos, debiendo remarcarse el efecto erosivo de las tormentas y el fuerte viento.

Con una morfología nada convencional, su paisaje está formado por grandes planos o llanuras, multitud de cabezos, cerros-testigo y planas de estructura tabular. Su altitud ronda los 659 metros de cota máxima y 280 de cota mínima.

La red hidrográfica de las Bardenas Reales está constituida por barrancos que se expanden por todo su territorio. El agua sólo discurre por ellos cuando llueve, formándose en los barrancos de mayor tamaño balsas aisladas que se mantienen el resto del año.

Entre los barrancos más importantes, destacan el barranco de Agua Salada, que drena la parte Noroccidental y desemboca en el Aragón cerca de Villafranca, el barranco de Limas, que cuenta con la mayor cuenca y recibe las aguas de la depresión de la Blanca que traslada al Ebro, cerca de Arguedas, y el barranco de Tudela, paralelo a la carretera de Egea y que también desagua en el Ebro.

6. Mapa de las Bardenas Reales


Al Parque Natural se accede principalmente desde la localidad de Arguedas, aunque también puedes hacerlo por algún otro paso secundario. Y en él observarás tres zonas diferenciadas:

El Plano, que es la gran meseta horizontal de las zonas norte y oeste dedicada a los cultivos

La Negra, en el sur, formada por un conjunto de relieves horizontales cubierto de bosques de pino y matorral

La Blanca, que es la zona deprimida entre las dos anteriores y la de mayor erosión. También es la más fotografiada y visitada ya que aquí se encuentran las formaciones más espectaculares, entre las que destacan Castildetierra y Pisquerra, que seguramente te suenen de alguna película.

7. Actividades y Normativa

En un terreno tan abrupto como el de las Bardenas Reales, un plan ideal es contratar un guía que te haga la ruta en 4x4. De esta manera accedes a los lugares más especiales y te llevas una buena explicación de todo el patrimonio natural.


Otras formas de hacer la vista son en segway, en bicis eléctricas, a caballo… Y hay otras propuestas muy chulas, que puedes consultar visitando sus páginas. Las opciones que te brindan las agencias de experiencias locales son de lo más imaginativas.

Nrmativa

Recuerda que la entrada al parque debe hacerse a partir de las 8:00 y la salida una hora antes del anochecer. En diciembre y enero el sol se pone hacia las 17:30h, así que tendrás que abandonarlo antes de las 16:30h.


8. Fauna y Flora de las Bardenas Reales

Buitres Quebrantahuesos en las Bardenas Reales

Su fauna y su flora son más propias del continente africano que del norte de la Península Ibérica llegando a ser paraíso antaño de cocodrilos y tortugas.

Hoy día, águilas, buitres, búhos, avutardas, zorros, gatos monteses, ginetas, anfibios y reptiles campan entre matorrales, sisallares, saladares y espartales. . Es como encontrar un oasis en mitad del desierto… Solo que al revés.

Vegetación y Flora de las Bardenas Reales



El interés botánico de la flora y vegetación bardenera está relacionado con la singularidad climática de la Depresión del Ebro, caracterizada por una aridez que ha permitido el mantenimiento de comunidades y especies de carácter estepario. Por este motivo, las Bardenas Reales, son consideradas como uno de los ejemplos paradigmáticos de las estepas ibéricas, junto a Monegros.

La vegetación más interesante a este respecto está formada por ontinares y sisallares, espartales, romerales sobre yesos y algunas de las comunidades que integran los saladares. El resto de las comunidades, de carácter mediterráneo, también presentan interés dentro de un contexto europeo.

El interés de la conservación de la flora y vegetación de Bardenas puede contemplarse en la actualidad bajo una perspectiva europea, dado que en el proceso de aplicación de la Directiva 92/43 CEE de Hábitats, se realizó un Inventario Nacional de Hábitats (Ministerio de Medio Ambiente) con cartografía de los hábitats de interés y prioritarios presentes en España (Anexo I de la Directiva) y con valoración de su naturalidad.

De acuerdo con la Directiva Hábitats, son hábitats de interés comunitario aquellos que «se encuentran amenazados de desaparición en su área de distribución natural, o presentan un área de distribución natural reducida a causa de su regresión o a su área intrínsecamente restringida, o constituyen ejemplos representativos de características típicas de una o de varias de las cinco regiones biogeográficas siguientes: alpina, atlántica, continental, macaronesia y mediterránea» y los prioritarios aquellos «hábitats naturales amenazados de desaparición cuya conservación supone una especial responsabilidad, habida cuenta de la importancia de la proporción de su área de distribución natural incluida en el territorio en que se aplica la citada Directiva«.


Once son los hábitats de interés comunitario presentes en Bardenas, de los que tres son además prioritarios. Los hábitats prioritarios son algunos de los tipos de vegetación halófila, asociada a suelos salinos (comunidades de Limonium spp. y de anuales halonitrófilas), los lastonares y pastos terofíticos (dominados por vegetación anual) y algunos de los sabinares. 

De estos hábitats destaca por la superficie que ocupan la vegetación halófila, que representa el 94% de la superficie de este hábitat cartografiada en Navarra. Los lastonares también representan una proporción significativa, con el 20%.

Entre los hábitats de interés no prioritarios, en Bardenas se concentra más del 50% de ellos en el caso de los ontinares y sisallares (71,2%), matorrales de sosa (68,7%) y tamarizales (53,4%). Otro tipo de comunidad bien representada son las comunidades de Salicornia patula, con un 35,5% de la superficie de este hábitat en Navarra.

Si bien estos son los hábitats de interés de acuerdo con la Directiva de Hábitats, las restantes comunidades de Bardenas también presentan interés desde una perspectiva regional. 

Los pinares, coscojares, sabinares y jarales tienen relevancia por su carácter de formaciones maduras con capacidad formadora y protectora del suelo, precisamente en una zona de Navarra donde los matorrales altos y los bosques son muy escasos (Ministerio de Agricultura, 1.994). Por otra parte, los jarales de Cistus laurifolius sólo se encuentran en la localidad bardenera dentro de Navarra.

La vegetación de charcas y balsas es interesante dada su escasez en Bardenas y además por albergar en algún caso taxones amenazados.

A través del Decreto Foral 94/1997, de 7 de abril, se crea el Catálogo de la Flora Amenazada de Navarra y se adoptan medidas para la conservación de la flora silvestre catalogada. En este Catálogo se utilizan las categorías de amenaza de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Fauna y Flora Silvestres, salvo la de «interés especial» que se pospone para su aplicación posterior.


En Bardena se encuentran tres especies catalogadas como «vulnerables». Se trata de los siguientes taxones:

1.-Baldellia ranunculoides (L.) Parl. (alisma menor, junquera, llantén de agua).
2.- Senecio auricula Bourgeau ex Cosson.
3.- Ziziphora aragonensis Pau.

Como candidatas a su catalogación como de «interés especial» pueden mencionarse:

+ Cistus laurifolius L. (Jara o estepa de montaña).
+ Ephedra fragilis Desf. (Efedra).
+ Juniperus thurifera L. (Sabina albar).
+ Rochelia disperma (L. fil.) C. Koch.
+ Salsola soda L. (Barrilla. Barrilla común. Barrilla de Sevilla. Peralejo. Salicor. Salicor de la Mancha. Soda. Sosa álcali. Sosa común).


Vegetación

La posición de Bardenas en la unidad geomorfológica del Valle del Ebro, muy próxima a la zona más árida, condiciona irremediablemente la flora y vegetación existentes.

La vegetación natural de Bardenas es de carácter estepario y mediterráneo. La vegetación actual está formada por la vegetación natural (pastos, matorrales…) y la de origen antrópico (cultivos, repoblaciones…).

Además, en torno a las charcas de agua dulce se encuentra un complejo de comunidades de carácter permanente, que se distribuyen en función del gradiente de humedad.

Dejando atrás las leyendas urbanas que cuentan la existencia de grandes bosques bardeneros hace pocos siglos, la vegetación potencial en Bardenas, es decir, el máximo ecológico que se podría alcanzar si cesara la influencia del ser humano, no es siempre un bosque. Las condiciones del suelo y del clima hacen que en buena parte del territorio bardenero el máximo esperable sea un matorral alto u otras comunidades parecidas. Esto es lo que se conoce como vegetación potencial, aquella que existiría si el hombre dejase de influir y modificar continuamente el ecosistema.

La extensión, distribución y dinámica de la vegetación natural está fuertemente condicionada, además de por los factores abióticos del medio (suelos, geomorfología, clima…) por la presión antrópica. Actualmente, la presión ganadera y las actividades agrícolas pueden presentarse como los factores de presión humana más visibles, pero no podemos olvidar que incendios sucesivos a lo largo de los siglos, la tala y extracción de leña, la producción de carbón, la recogida de esparto para la elaboración de pasta de papel y otros usos ya desaparecidos han tenido consecuencias sobre la vegetación muy importantes que el presente ha heredado del pasado.

En el caso concreto de Bardenas Reales, la vegetación potencial que correspondería para las llanuras superiores de La Plana de la Negra y el Plano sería un bosque de encinas y quejigos que, en las zonas más secas, pendientes y abarrancamientos se mezclaría con pino carrasco. En los sitios con más pendiente nunca llegaría a formarse un encinar y el máximo esperable sería un pinar de carrasco con coscoja.

La Blanca, zona más llana, deprimida y semiárida, presentaría como vegetación potencial un matorral dominado por coscoja y escambrón.

Se ha hablado mucho sobre la existencia en el pasado de una masa forestal muy importante y uniforme. Hoy sabemos, en base a los datos de clima, geología, edafología y vegetación potencial, que en los últimos milenios existía en la Bardena un mosaico de zonas arboladas y desarboladas y que, en determinados ambientes, como en los suelos fuertemente salinos, difícilmente pudo desarrollarse el árbol, ya fuera pino o carrasca, aunque quizás si pudieran encontrarse pies de tamariz.

En la Edad Media ya se encontraban deforestados gran parte de los parajes bardeneros actuales, debido a la incidencia de los usos tradicionales ancestrales. 

Las áreas con más vegetación entonces serían bosquetes más o menos abiertos de pinos, sabinas y carrascas, además de los saladares con manchas de vegetación halófila. A finales del siglo XIX la gran roturación supuso la desaparición de la mayoría de esas zonas. No obstante, la relativa lentitud del proceso, habida cuenta de que la agricultura no estaba mecanizada, la forma de explotación poco extensiva y la existencia de importantes linderos entre fincas, mantendrían una alta diversidad faunística y botánica.

A partir de los años sesenta se intensifica la mecanización del campo, surgen abonos inorgánicos y plaguicidas y más superficies en regadío. Esto supone una nueva transformación del paisaje estepario, cuyas consecuencias son el aumento de superficies cultivadas, mayor deforestación y disminución de la diversidad

Hoy por hoy, las comunidades que componen el paisaje vegetal bardenero se agrupan en cinco grandes tipos atendiendo a su fisonomía, bosques, matorrales, pastizales, otras comunidades vegetales y paisaje agrario.

A continuación, se presenta un resumen de estas formaciones, incluyendo algunas de las especies más características de las mismas.

Bosques

Pinares de pino carrasco

Los únicos bosques que existen en Bardenas son los pinares localizados en las laderas de La Negra. Son bosques abiertos en los que domina el pino carrasco (Pinus halepensis), al que acompañan especies como la sabina negral, coscoja, lentisco o escambrón.

Carrascales

Del bosque de carrascas (Quercus ilex), sólo queda el testimonio de las carrascas aisladas del Plano y la Plana de la Negra y algún pequeño bosquete en las proximidades de esta última. En la Negra existen además algunos ejemplares de quejigo (Quercus faginea) en las umbrías más frescas, que forman parte de este bosque.

Tamarizales

Existen algunos bosquetes de tamariz (Tamarix canariensis) a lo largo de los barrancos que recorren las Bardenas y en las zonas llanas con tendencia al encharcamiento, aunque lo más habitual es que formen manchas discontinuas o que se presenten arbolillos aislados en mosaico con matorrales halófilos.
2.2. Matorrales

Los matorrales son las formaciones vegetales más abundantes en Bardenas. Son la respuesta de la vegetación a la presión ganadera secular y se alternan con las zonas de pastos.

Coscojares, sabinares, lentiscares

Se localizan en laderas de las planas de La Negra y caídas del Plano y son matorrales altos en los que las especies principales son la coscoja, la sabina o el lentisco.

Jarales

La especie Cistus laurifolius se encuentra en las laderas que miran al Norte de la Plana de Sancho Abarca junto a carrascas, coscojas, pinos. También podemos encontrar otras especies de jaras formando parte de romerales, en claros de Coscojares y pinares y en laderas sin cultivar (C. albidus).

Romerales, tomillares y salviares

Son los típicos matorrales mediterráneos, de corta talla, que requieren mucha luz para su desarrollo, son basófilos (soportan valores de pH altos) y viven en suelos con frecuencia someros y erosionados. En ellos predominan matas como el romero (Rosmarinus officinalis), tomillo (Thymus vulgaris), o aliaga (Genista scorpius). Forman mosaico con lastonares de Brachypodium retusum, especie que es frecuente en estos matorrales. En la Bardena Blanca ocupan todas las pequeñas lomas.

Romerales y tomillares sobre yesos

Estas formaciones se encuentran sobre todo en las zonas de Espartosa siendo también frecuentes en la Bardenilla y en la Estroza. Son matorrales similares a los anteriores, compartiendo buena parte de su flora.

Ontinares y sisallares

Los ontinares y sisallares, junto a los espartales y la vegetación halófila, son la mejor representación de la vegetación esteparia. Son matorrales abiertos en los que suelen dominar la ontina (Artemisia herba-alba) y el sisallo (Salsola vermiculata), a las que acompañan especies de los romerales, numerosas especies anuales y nitrófilas y ruderales. En Bardenas son frecuentes en la Blanca y en general junto a cañadas y cercanías de corrales. Otras comunidades relacionadas son las dominadas por la sosa (Atriplex halimus) localizadas en suelos salinos con cierta humedad.

 Pastizales

Lastonares

Son pastos formados por gramíneas vivaces que están dominados por el lastón (Brachypodium retusum) y forman tupidos pastizales en las laderas orientadas al norte de los cabezos, aunque aparecen ocupando superficies más o menos amplias en todos los cerros y lomas, en suelos más o menos pedregosos.

Espartales

Los espartales son pastos duros dominados por el esparto (Lygeum spartum), situados normalmente en áreas de acúmulo de materiales limo-arcillosos. Ocupan la extensa depresión erosiva de la Bardena Blanca y los rebordes de la misma.

Otras Comunidades

Saladares

Estas comunidades vegetales se distribuyen en el espacio en función de los gradientes de salinidad y humedad, dependientes de la oscilación anual del nivel freático. Ocupan grandes extensiones en los barrancos y depresiones de la Blanca, aunque pueden encontrarse en todos los terrenos deprimidos donde se acumulan sales.

Los tamarizales son la formación más importante por su porte arbóreo. Otra formación, muy extendida, son los matorrales de sosa (Suaeda braun-blanquetii). Los espartales halófilos y los matorrales de sosa (Atriplex halimus), también se integran en el complejo de la vegetación halófila junto a otras formaciones vegetales como juncales, comunidades de anuales suculentas (Salicornia ramossisima) y de plantas arrosetadas del género Limonium.

Vegetación de charcas

En las balsas, balsetes y charcas se instalan diversos tipos de vegetación acuática que se disponen en cinturones concéntricos en función del gradiente de humedad (carrizo, juncos, etc.). Estas comunidades tienen una buena representación en la balsa de Cortinas.

Vegetación nitrófila

Ligadas a la actividad agrícola y ganadera, existen numerosos tipos de herbazales nitrófilos. Entre ellos, merecen destacarse las comunidades de grandes cardos (Onopordum nervosum, O. acanthium y O. corymbosum) características de ambientes esteparios semiáridos y continentales.

Paisaje Agrario

El paisaje actual de Bardenas, está formado por un mosaico de cultivos de cereal en secano, con sus diferentes fases de sembrado, rastrojo y barbecho, separados por retazos de vegetación natural. Todo ello permite la existencia de altos valores de diversidad biológica. La superficie total cultivada en Bardenas (2012) es de 21.019 Ha, lo que supone un 50,28% de la superficie total.

Cultivo de secano. Cereal en régimen de año y vez

Suponen un 46,63% de la superficie agrícola total. El cultivo mayoritario es la cebada y puede observarse en casi la totalidad de la superficie del Parque Natural.

El régimen de año y vez supone que el paisaje agrario presente una mezcla de campos sembrados, otros en rastrojo y los restantes en barbecho, que se van sucediendo a lo largo del año.

Otros cultivos de secano

Supone un 0,22% del total, siendo las más representativas las plantaciones de almendro de la Plana de la Negra.

Cultivos en regadío

El 3,44% está ocupado por cultivos de regadío entre los que destacan los cereales (sobre todo maíz), siendo el resto hortalizas. El regadío en la Bardena se localiza sobre todo en la zona de Landazuría, Barranco de Agua Salada, Espartosa y Bardenilla.

Flora

La flora de Bardenas se compone por un número de taxones que debe aproximarse al millar, correspondiéndose estos con un fondo florístico marcadamente mediterráneo. 

Algunas de las especies son de distribución amplia, como el lastón (Brachypodium retusum), romero (Rosmarinus officinalis), sillerilla (Fumana ericoides), tomillo (Thymus vulgaris) o gamoncillo (Asphodelus fistulosus) entre otras.

Entre los elementos florísticos se encuentran también especies esteparias de área amplia, como el esparto (Lygeum spartum), sisallo (Salsola vermiculata), ontina (Artemisia herba-alba), Stipa spp., Astragalus hamosus o voladera (Salsola kali).

Fuera de la zona esteparia, en áreas mediterráneas de mayor altitud, se han localizado especies como la escorzonera (Scorzonera hispanica), diferentes especies de euforbia (Euphorbia spp.), Thalictrum tuberosum, Arctostaphylus uva-ursi, o garbancera (Ononis fruticosa).

La flora endémica ibérica está tambien representada en Bardenas: en los yesos se encuentran el asnallo (Ononis tridentata), Lepidium subulatum, Herniaria fruticosa; entre las nitrófilas el gran cardo Onopordum nervosum; y en los romerales Centaurea linifolia. También existen especies ibero-magrebíes como Serratula flavescens o la jara de escamillas (Helianthemum squamatum).

Algunas de las especies de flora más destacadas, forman parte a su vez, de hábitats de interés comunitario recogidos en la Directiva 92/43 CEE de Hábitats. Es el caso de algunos tipos de vegetación halófila (Comunidades de Limonium spp.), lastonares y algunos de los sabinares. Entre los hábitats no prioritarios pueden subrayarse las comunidades de Salicornia patula.

Además, en Bardenas se encuentran tres especies catalogadas como «vulnerables» en el Catálogo de Flora Amenazada de Navarra. Se trata de:

1.-Baldellia ranunculoides (Llantén de agua): localizada en charcas de La Blanca.
2.- Senecio auricula: en suelos arcillosos y salinos, en claros de matorrales, espartales y tamarizales.
3.- Ziziphora aragonensis (Poleo): su única localidad conocida se encuentra en un cerro margoso del Vedado de Eguaras, aunque merece ser citada porque es muy probable que también existan localizaciones en territorio bardenero.



De interés especial serían así mismo los taxones siguientes:

Cistus laurifolius: una de las dos localidades donde se cita esta especie en Navarra es en Bardenas.
Ephedra fragilis: con escasas localidades dispersas por la Ribera.
Juniperus thurifera: con varios ejemplares conocidos en Bardenas y citada también en el Vedado de Eguaras.
Rochelia disperma: sólo citada en Navarra en claros de lastonar de Sancho Abarca.
Salsola soda: conocida de comunidades halonitrófilas; única cita para Navarra.

Fauna de las Bardenas Reales


La acción antrópica en la naturaleza ha sido tan significativa que es difícil encontrar algún lugar en el mundo donde la presencia del hombre no se haya hecho notar (Soler, 1992). 

Por eso, al hablar de Espacios Naturales nos referimos tanto a los que se han conservado a través del tiempo sin sufrir otras modificaciones que las derivadas de los procesos naturales, espacios prácticamente inexistentes en áreas como la mediterránea o la europea en las que la acción del hombre es siempre evidente, como aquellos que deberían llamarse en puridad “seminaturales” que, aunque más o menos profundamente modificados por el hombre, conservan esencialmente la estructura y las especies primitivas (Ortuño, 1982), aunque esto tampoco debe significar que haya que considerar toda la biosfera como un espacio natural.

La comunidad faunística de Bardenas está muy ligada a los tipos de vegetación (tanto natural como antrópica) y a los diferentes hábitats presentes, de manera que en cada uno de ellos se hallan especies características de las estepas ibéricas, que indican el alto valor ecológico del Parque Natural.

En cuanto al Catálogo de Especies amenazadas de Navarra, en Bardenas están presentes 5 especies en peligro de extinción, 2 especies sensibles a la alteración de su hábitat, 10 en la categoría de vulnerables, 8 tienen interés especial y 13 tienen interés especial, pero se consideran insuficientemente conocidas.

En el Libro Rojo de los Vertebrados de España, se recogen al menos 63 taxones (especies), calificadas como de Interés Especial en Bardenas. Si nos trasladamos al ámbito europeo, la Directiva Hábitats (92/43/CEE) considera que, 4 son especies que pueden ser objeto de medidas de gestión, 5 de nuestras especies deben ser objeto de medidas de conservación de su hábitat, mientras que 17 más están estrictamente protegidas (lo que conlleva conservar su hábitat igualmente). En aplicación de la Directiva Aves (79/409/CEE), únicamente con las rapaces y aves esteparias ya suman 27 especies que deben ser objeto de medias de conservación del hábitat.

A nivel mundial, existe al menos un endemismo (Xeroplexa blancae).

Grupos de Animales

 

Invertebrados

Podemos encontrar diferentes especies de invertebrados en Bardenas. Entre los más conocidos, destacarían los caracoles, los cangrejos, los insectos y algunos arácnidos. 
Constituyen la base sobre la que se asientan numerosos eslabones de la cadena alimenticia. En las zonas esteparias forman una comunidad muy bien adaptada, gracias a su especial habilidad para soportar condiciones extremas.

Caracoles: 
Aunque existen doce especies, tres de ellas sobresalen por su importancia antrópica: el caracol blanco (Iberus gualtieranus alonensis), la parda (Otala punctata) y en menor medida la papatierra (Sphincterochila candidissima), además de Xeroplexa blancae por haber sido descrita por primera vez en Bardenas, en 1.984 por Mariano Larraz.

Cangrejos: 
Representados por cangrejo rojo (Procambarus clarkii) y cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus), ambas especies introducidas. 

Insectos: 
Aunque se trata de uno de los grupos menos estudiados, podemos encontrar representantes de todos órdenes. 

Desde libélulas, tijeretas y mantis, hasta saltamontes narigudos (Truxalis nasuta) y escarabajos como el julodis (Julodis onopurdi), el blaps, el asnillo (Staphytínus oiens), la chrysolina, la cicindela y la aceitera (Meloe sp.). 

Igualmente, existen diferentes especies de mariposas, algunas cuya oruga puede resultar altamente vistosa como es el caso de la esfinge de la euforbia (Hyles euphorbiae), considerada una especie rara.Arácnidos: Como la araña lobo o Lycosa tarantula o los escorpiones (Buthus occitanus).

Vertebrados

Están representadas las cinco Clases existentes. Peces: Aunque sólo podemos encontrarlos en las balsas y embalses de carácter permanente y en algunos cursos de barrancos, en Bardenas las especies autóctonas son el barbo (Barbus graellsii), la madrilla (Parachondrostoma miegii), el pez fraile o blenio de río (Salaria fluviatilis) y la anguila (Anguilla anguilla). 

Se ha detectado la presencia de Gobios (Gobio lozanoi) en algunas balsas, y aunque no existen datos fiables es posible también la presencia de chipa o piscardo (Phoxinus biguerri).

Anfibios: 
También están ligados a los puntos de agua. Las especies más abundantes son la rana común (Pelophylax perezi) y el sapo corredor (Bufo calamita), siendo la más importante de todas el sapo de espuelas (Pelobates cultripes).

Además, podemos encontrar sapillo moteado (Pelodytes punctatus), sapo común (Bufo spinosus) y tritón jaspeado (Triturus marmoratus), aunque ya es muy raro en la Bardena. 

Antiguos estudios citaban también tritón palmeado (Triturus helveticus) y sapillo pintojo común (Discoglossus galganoi), pero dichas especies no fueron localizadas en el último inventario realizado en 2012, ya sea porque son especies que han podido desaparecer, o porque sus poblaciones son de difícil detección debido al escaso número de individuos. 

 Reptiles: 
Los diversos estudios realizados en la zona, permiten confirmar la presencia del lagarto ocelado (Timon lepidus); lagartija parda (Podarcis liolepis); lagartija colilarga (Psammodromus algirus); lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus); culebra de escalera (Rhinechis scalaris); culebra lisa meridional (Coronella girondica); culebra bastarda (Malpolon monspessulanus); culebra viperina (Natrix maura) y víbora hocicuda (Vipera latasti) entre otros, aunque ésta última es muy rara en la Bardena.

Además, a pesar de la aridez bardenera característica, los últimos estudios realizados han localizado la que podría ser la mejor población de galápago europeo (Emys orbicularis) de Navarra. Su importancia reside en que esta especie es el reptil con mayor categoría de amenaza en la Comunidad Foral al estar catalogada como “Sensible a la alteración de su hábitat” en el Catálogo de especies amenazadas de Navarra.

Mamíferos: 
El total de 32 especies de mamíferos presentes en la Bardena se corresponde con:

Micromamíferos – Son 8 especies entre las que encontramos musarañita (Suncus etruscus); musaraña común (Crocidura russula); lirón careto (Eliomys quercinus); ratón de campo (Apodemus sylvaticus); rata negra (Rattus rattus); ratón moruno (Mus spretus); rata de agua (Arvicola sapidus) y topillo común (Microtus duodecimcostatus).

Murciélagos – Son 10 las especies representadas en Bardenas. El murciélago común (Pipistrellus pipistrellus); murciélago de borde claro (Pipistrellus kuhlii); murciélago de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus);murciélago orejudo gris u orejudo meridional (Plecotus austriacus); murciélago montañero o de montaña (Hyspugo savii); murciélago ratonero grande (Myotis myotis); murciélago de Natterer (Myotis escalerai, antes Myotis nattereri); murciélago hortelano (Eptesicus serotinus); murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum); y murciélago rabudo (Tadarida teniotis).

Macromamíferos – Son las 14 especies restantes. 

Encontramos erizo europeo occidental (Erinaceus europaeus), comadreja (Mustela nivalis), turón (Mustela putorius), garduña (Martes foina), tejón (Meles meles), zorro (Vulpes vulpes); gato montés (Felis silvestris), gineta (Genetta genetta), nutria (Lutra lutra), visón europeo (Mustela lutreola), conejo (Oryctolagus cuniculus), liebre ibérica (Lepus granatensis), jabalí (Sus scrofa) y corzo (Capreolus capreolus).


Una mención especial merece el conejo, pieza fundamental del ecosistema bardenero, que ha sido tradicionalmente la especie cinegética por excelencia. Sin embargo, su población pasó por una delicada situación en los años cincuenta, tras la llegada de la mixomatosis a España. Tardó más de un decenio en recuperarse y de nuevo a finales de los ochenta otro virus, el causante de la enfermedad hemorrágica, volvió a poner a su población en jaque. 

Quince años después, en algunas localidades cercanas el conejo experimentó recuperaciones espectaculares, pero no ocurrió así en Bardenas, a pesar de los importantes esfuerzos que han realizado.Aves: Superando el centenar de especies, los grupos más sobresalientes son los constituidos por las aves rapaces y las esteparias.

Rapaces – En función del uso del hábitat y de los lugares de nidificación, se pueden distinguir tres grandes grupos: rapaces forestales (con diez especies); rapaces rupícolas (con ocho especies); rapaces esteparias (seis especies). Entre las más características se distinguen el alimoche (Neophron percnopterus), el buitre leonado (Gyps fulvus) y el búho real (Bubo bubo).


Esteparias – Entre ellas, encontramos a la avutarda (Otis tarda), el sisón (Tetrax tetrax), el alcararaván (Burhinus oedicnemus), la ganga (Pterocles alchata), la ortega (Pterocles orientalis), la alondra de Dupont (Chersophilus duponti), diferentes especies de terreras (Callandrella sp.), cogujadas (Gallerida sp.) y collalbas (Oenanthe sp.) entre otras.

9. Cómo recorrer las Bardenas Reales


En coche (hablamos de turismos, no deportivos, ni minis):

 si llegas desde Arguedas, por la pista perimetral. Y si llegas desde El Paso desde Carcastillo, por una pista que termina empalmando con la perimetral. Estos son los dos recorridos principales.

En bici y a pie: 

dispones de varias pistas agrícolas. Todas pueden recorrerse a pie y algunas están autorizadas para bicis. Si te apetece patear existen 2 paseos muy cortitos, uno en la Bardena Blanca y uno en la Negra, ideales para visitar los principales puntos de interés. 

Y si te va la bici debes saber que existen 9 recorridos que pasan por las pistas agrícolas y que recorren prácticamente toda la Bardena. Lo mejor es que te informes en el Centro de Información.


Nuestra recomendación: que contrates una actividad organizada por empresas profesionales de la zona para sacarle el mayor jugo posible a tu visita.

Su enorme red de pistas y caminos, entre las que se encuentran la Cañada Real de los Roncaleses procedente del Pirineo, te permite la práctica de senderismo y ciclismo en un espacio inabarcable.

Y también las puedes visitar en coche siguiendo las rutas señalizadas, por supuesto, y en quad, segway y buggy contactando con empresas locales.

10. Senderismo en las Bardenas Reales

Senderismo en las Bardenas  Reales

TK. Ruta 540 Circular Piskerra, y Rallón, (Bardenas Blancas)

Distancia  12,2 km
Desnivel positivo  331 m
Dificultad técnica  Moderado
Desnivel negativo  331 m
Altitud máxima  499 m
Altitud mínima  301 m
Tiempo en movimiento  2 horas 35 minutos
Tiempo  3 horas un minuto
 
Mapas
Leaflet | Ortofoto PNOA CC-BY 4.0 scne.es
499 m
301 m
12,2 km

Vista 979 veces, descargada 60 veces

cerca de Arguedas, Navarra (España)

Ruta realizada el 02/05/22
Salida y comienzo de la ruta desde la carretera que bordea el polígono de tiro de las Bardenas Blancas.
Lo primero decir, que solo se puede realizar esta ruta en los meses de....

Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre y
Enero.

El resto de los meses está prohibido el paso a esa zona tanto andando como en bici o cualquier vehículo, por protección de la anidación de las aves del parque, zona protegida.

Empezamos a caminar siempre con lavista de Piskerra de frente, cuando llegamos al lado de la pared, giramos a la izquierda y cojemos una pequeña canal, luego giramos a la derecha donde vemos unas escaleras completamente desechas, pero que algo ya te ayudan para subir al mirador, donde hay una pequeña chabola, con una puerta pero sin pared trasera, por lo que de lejos parece un dolmen.

Desde aqui tenemos unas vistas expectaculares de Piskerra, bajamos un poco para subir de nuevo a una meseta y giramos a la izquierda, para iniciar enseguida el tramo final a la cima, subimos y primero vamos a la cima oeste y después a la cima este, donde podemos observar lo que desde lejos parece un esparrago con boina.

Desde la cima vemos el camino que devemos de seguir para llegar hasta el siguiente objetivo, la cima del Rallon, al que llegamos una hora mas tarde y sin ninguna complicación, ya que la senda esta muy bien marcada, a veces atravesamos cercados sembrados pero que la senda está también marcada, una vez en la cima retrocedemos hasta el Waypoint donde giraremos a la izquierda para bajar de la meseta por un terreno lunar espectacular, de pelicula. 

Una vez que abandonamos la zona bonita vamos por una seda siempre bordeando los sembrados hasta llegar al camino principal, donde giramos a la derecha y llegamos de nuevo al punto inicial de la ruta, habiendo disfrutado de un paisaje expectacular.

Circular al Piskerra por el Paso de los Ciervos y la Plana del Rallón

Distancia 8,86 km
Desnivel positivo 181 m
Dificultad técnica Moderado
Desnivel negativo 181 m
Altitud máxima 456 m
Trailrank 88 4,1
Altitud mínima 311 m
Tipo de ruta Circular
Tiempo 2 horas 49 minutos
Mapas
Leaflet | Ortofoto PNOA CC-BY 4.0 scne.es
456 m
311 m
8,86 km

Vista 29188 veces, descargada 1704 veces


cerca de Arguedas, Navarra (España)

IMPORTANTE: Desde mediados de febrero hasta final del mes de agosto la Comunidad de Bardenas Reales ha prohibido el acceso a los parajes de la Ralla, Rallón, Piskerra, La Gorra y Balsa de Zapata con el fin de proteger a algunas aves que anidan en la zona.

Descripción

Este espectacular Parque Natural semidesértico de belleza salvaje fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Un espectáculo insólito al sureste de Navarra próximo a Tudela, que a pesar de contar con una apariencia desnuda e inhóspita, esconde grandes valores naturales. La erosión de sus suelos arcillosos, yesos y areniscas ha esculpido caprichosas formas creando un mundo de apariencia casi lunar poblado de barrancos, mesetas planas y cerros solitarios. 

Es por ello por lo que ha servido como fuente de inspiración a pintores y escritores, además de ser escenario de anuncios televisivos, videoclips musicales y películas. Las Bárdenas carecen de núcleos urbanos, su vegetación es muy escasa y las múltiples corrientes de agua que surcan el territorio tienen un caudal marcadamente irregular, permaneciendo secos la mayor parte del año.

El paisaje está marcado por la erosión, la cual crea un paisaje que es uno de sus principales atractivos

En la presente ruta ascenderemos a la cima de Piskerra pasando por el mirador y realizar la vuelta por el conocido Paso de los Ciervos, todo ello en un entorno espectacular por el que el paisaje no deja de sorprenderte. La he calificado como moderada debido al estado de las escaleras de acceso al mirador (No es peligroso pero sin el calzado adecuado podría suponer algún problema).

Indicar que el acceso en vehículo se hace muy lento debido al estado de la carretera, pista de tierra con piedrillas. Desesperante la verdad.

Itinerario

Una vez estemos dentro de las Bardenas, buscaremos un camino que nos lleve al Castildetierra, un pequeño montículo que es el emblema de Las Bardenas. Luego debemos continuar por la pista que discurre (NE) entre Castildetierra y Cabezo de las Cortinas. El camino bordea el polígono de tiro (siempre a nuestra derecha) por el norte hasta el desvío a Carcastillo. Cogeremos este desvío. Unos 500 metros más adelante veremos un pequeño sendero que sale a mano derecha de la pista. Ahí habrá un pequeño sitio para dejar el coche.

A los pocos metros de empezar a andar nos encontramos con el camino cortado debido a un cauce de un río que ha hecho un socavón, pero lo sorteamos sin problemas por arriba hasta que enlazamos con una senda. Sin mayores problemas alcanzamos la Cabaña de Piskerra y poco despues, nos internamos en plena Bardena Blanca dejando el mirador a la derecha (waypoint "Cruce").

A partir de este punto, el paisaje cambia y es espectacular, parece que estamos en Arizona en lugar de Navarra.

Damos con las escaleras de mirador, en deplorable estado, debido a las lluvias probablemente. El suelo al ser arcilloso no es firme y con algo de agua los cimientos se caen por si solos. Ascendemos por las escaleras o lo que queda de ellas, algunas caídas por la ladera, otras rotas y en otros puntos cubiertas por la tierra. 

Una vez arriba el panorama es espectacular. El mirador, parece ser que fue un observatorio en su día, está hecho polvo tambien. Descendemos hacia lo que parece un pequeño valle elevado siempre con el Piskerra a la izquierda. La salida no se ve a simple vista, de hecho yo subí a derecho por una pedrera y una vez arriba, se ve bien la senda. He marcado el waypoint correspondiente con una foto desde arriba.

Un vez arriba, nos animamos a acercarnos al Piskerra, que cuenta con una ascensión sencilla y corta, balizada con hitos. Podemos contemplar la Bardena a nuestros pies. Se eleva en el límite del campo de tiro y es una de las zonas más espectaculares de este territorio, cuya seña de identidad es el entorno desértico fuertemente erosionado por el agua de lluvia. Bajaremos del Piskerra por donde subimos y seguimos recto hasta el el punto de subida. El próximo destino es el conocido Paso de los Ciervos, una bajada de unos 600m hacia la Plana de Rallón, otro lugar espectacular.

Estamos en la base del monte Rallón y la senda es algo difusa pero siempre se ve claro por donde ir.

En esta zona el cielo se cubre de nubes y viene el fresco. La zona es espectacular, parece el mismísimo desierto rodeado de dunas y de curiosas formaciones rocosas. No hay marca alguna pero nos hitos y las rodaduras de las BTT nos guían sin pérdida. En un momento dado, vislumbramos la salida y emprendemos el regreso bordeando todo el macizo por la izquierda par alcanzar el punto de inicio.

Barranco de las Cortinas 

Distancia 7,71 km
Desnivel positivo 129 m
Dificultad técnica Fácil
Desnivel negativo  129 m
Altitud máxima 361 m
Trailrank 68 5
Altitud mínima 273 m
Tiempo 2 horas 13 minutos
Mapas
Leaflet | Ortofoto PNOA CC-BY 4.0 scne.es


cerca de Arguedas, Navarra (España)

Las predicciones meteorológicas para bardenas, decían que la temperatura no pasaría de 25 grados, la lluvia se preveía para la noche en poca cantidad, lo que hacía un día ideal para visitar dicha zona, concretamente el barranco de las Cortinas. 

En el navegador puse, parking de bardenas, y me llevo hasta el parking situado debajo del lugar más emblemático de las bardenas, el Castildetierra, una formación de tierra que termina de forma puntiaguda y que resiste al paso de los años.

La primera sorpresa al comenzar a caminar es que la lluvia ha caído con ganas durante la noche, y que quedan restos de tierra humedecida. Esto hace que hay que pisar con cuidado sobre algunas zonas si no quieres que cada zapatilla o el calzado que lleves acabe con unos cuantos kilos debajo de ellas. La segunda la temperatura, que ronda los 21 grados y con el suave aire del cierzo, hacen que sea un precioso día para caminar por estas tierras.

Después de realizar las primeras instantáneas al Castildetierra nos dirigimos al monumento dedicado a todos aquellos segadores que cultivaron y cosecharon estas ricas tierras en la producción del cereal. Abandonamos la zona y nos dirigimos a la mayor balsa que hay en esta zona, la balsa de las Cortinas, hoy esta preciosa y se aprecias bandadas de aves revoloteando por ella. 

Al poco una pequeña balsa, llamada la isla, de las Cortinas, la cual rodea y nos posiciona en dirección al cabezo de las Cortinas. Unas cuantas formaciones acabadas en pequeñas explanadas nos invita a subir a ellas, para terminar, la subida de los casi 200 escalones de cemento que nos dejan en la mayor, y en ella, la mayor explanada. 

Esta nos ofrece una de las mejores vistas de toda la ruta. Abandonamos el lugar por las mismas escaleras y buscamos la pista por donde transita los vehículos y al poco, unos 200 metros la abandonamos a la derecha y llegamos entre campo al corral de la Cortina. 

Después de contemplar este bonito lugar nos tiramos hacia abajo y comenzamos a caminar por los barrancos de la Cortina. 

Como he comentado anteriormente el terreno esta húmedo y se han formado pequeñas balsas, siendo imposible transitar por su interior. La alternativa es más aventurera, ya que vamos buscando donde los cortes de los barrancos nos permiten cruzar y acercarnos a nuestro objetivo final, que no es otro que el Castildetierra.



11. Otras Rutas Cercanas