Hervás, Cáceres
Índice:
1. Como Llegar a Hervás
¿Cómo llegar a Hervás?
Hervás está junto a la autopista A-66 o ruta de la plata, la carretera que
une Salamanca con Extremadura.
Para los que venís de Madrid llegar depende del tráfico de la capital.
La mejor alternativa es la A-5 y luego tomar el desvío a Plasencia, pero
también se puede ir por Ávila, ya que más o menos se tarda lo mismo.
La segunda, menos de autovía, la carretera es mucho más bonita.
¿Cuándo ir?
Nosotros recomendamos el otoño, que es cuando el valle está en su máximo
esplendor.
Ver los castaños es algo único por estas fechas.
En cambio si eres de los que buscan darse un buen chapuzón el verano es la
temporada, ya que el Valle de Ambroz está lleno de pozas y piscinas
naturales.
2. Algo de historia sobre Hervás
El municipio de Hervás, surge allá por el siglo xii de una ermita situada a
la ribera del río Santihervás, del cual procede su nombre, edificada en su
día por monjes templarios, los cuales ayudaron a repoblar zonas tras la
conquista de los cristianos, creando asentamientos en los que edificaban
ermitas bajo la advocación de mártires. Tras la expulsión de los mismos, a
principios del siglo xiii, se construyó un castillo donde se fueron
asentando diversas familias.
Panorámica de Hervás.
En el siglo xv se estableció una importante comunidad hebrea junto al río
Ambroz, fundándose con el patronazgo de San Gervasio y San Protasio, que
darían nombre al pueblo. Si bien hay quien atribuye éste a la raíz latina de
"hierba". Vestigios hebreos importantes que perduran como legado en el
municipio, son los entramados de calles y edificios judíos que conforman, la
ahora célebre Judería de Hervás.
De importancia fue el castillo de la Orden del Temple en tiempos de la
Reconquista por el rey Alfonso VIII de Castilla, época en la que Hervás era
una aldea del alfoz de Béjar, pasando a depender del Señorío de Los Zúñiga
en 1396. Hasta entonces, la villa había pertenecido a la Comunidad de Villa
y Tierra de Béjar (perteneciente inicialmente al Reino de Castilla y
posteriormente al Reino de León), hecho que motivó la pertenencia de Hervás
a la provincia de Salamanca en la Edad Moderna.
Tras la elevación del Señorío de Béjar a Ducado en 1485 por concesión de los
Reyes Católicos, Hervás fue una de las localidades bajo el dominio de los
duques de Béjar, hasta que en 1816, por concesión de Fernando VII, fue
declarada villa libre y cabeza de una jurisdicción que antes estuvo sujeta a
Granadilla, "por tener todas las proporciones para ser uno de los pueblos
más felices del reino", según consta en el Real Privilegio de Exención y
Villazgo.
Posteriormente, con motivo de la reforma administrativa del 30 de noviembre
de 1833, Hervás pasó a depender de la provincia de Cáceres y, con ello,
quedó adscrito a la región de Extremadura.
En 1893 se abrió parcialmente al tráfico la línea Plasencia-Astorga, que
permitió la conexión de la zona con el resto de la red ferroviaria española.
El trazado sería inaugurado en su totalidad en 1896 y durante muchos años
formó parte del corredor ferroviario entre Gijón y Sevilla.
El municipio contaba con una estación propia, que disponía de un edificio de
pasajeros e instalaciones para mercancías. La estación sería cerrada al
tráfico de pasajeros en 1985, mientras que la línea fue clausurada en 1996.
Su emplazamiento paisajístico es privilegiado y el atractivo del conjunto
urbano es muy notable, tanto por sus edificios histórico-artísticos, como
por textura y trazado urbano popular y tradicional. En febrero de 2019, la
localidad cumple el 50 aniversario de su nombramiento como Conjunto
Histórico Artístico.
3. Que Ver y Hacer en Hervás
Al contrario que Cáceres –toda una capital de provincia- y
Plasencia –toda una ciudad, aunque pequeña- Hervás es un pueblo grande
que, eso sí, tiene cosas extraordinarias en él.

Hervás, Cáceres
Repuestas las fuerzas me lanzo al bellísimo barrio medieval de la
ciudad, sin duda uno de los más bonitos de España, una joya que
por suerte ha llegado hasta nuestros días en un estado insólito de
preservación.

Recorro despacio toda este casco viejo, tan evocador que llega a
ser emocionante.
Hago muchas fotos y bajo y subo las empinadas calles siguiendo su
trazado irregular, desde la zona cercana a la plaza al límite del
pueblo, marcado por el río Ambroz sobre el que se levanta, con su
gracia medieval, el Puente de la Fuente Chiquita.
Judería de Hervás
Desde el otro lado del río, un mirador nos ofrece una de las
vistas más conocidas y hermosas de Hervás, que sorprende y
maravilla pese a que ya la haya visto en tantas fotos a las que no
puedo resistirme a unir las mías.
Es mi último día de viaje y lo voy a empezar de la forma más
dulce: conociendo a Abigail Cohen, la propietaria de La Candela,
una pastelería de Hervás que se dedica a elaborar repostería
judía, basándose en antiguas recetas sefardíes que aprendió de su
abuela y a quien, muy seguramente, fue enseñada por la suya y,
así, a saber hasta cuantas generaciones atrás.
Me aclara que no buscaba sus raíces ni nada por el estilo, “simplemente vinimos aquí de visita, nos encantó y decidimos mudarnos”.
Pero sí ha encontrado en Hervás un lugar en el que es feliz y en
el que, en cierta forma, honra el pasado, aunque sea sin
pretenderlo, y a través de algo tan aparentemente banal como unas
viejísimas recetas y unas pastas absolutamente deliciosas que no
pueden dejar de llevarse si visitan el pueblo.
Me quedan unas horas y no puedo evitar dar otro paseo por la vieja
judería, disfrutando de la bellísima arquitectura popular,
buscando otra luz con la que hacer otras fotos… ¡hay tanta fotos
en Hervás! tiempo y he de volver a casa.
Judería de Hervás
Surge allá por el siglo XII de una ermita situada a la ribera del
río Santihervás, del cual procede su nombre, edificada en su día
por monjes templarios, los cuales ayudaron a repoblar zonas tras
la conquista de los cristianos, creando asentamientos en los que
edificaban ermitas bajo la advocación de mártires.
4. Castillo de Hervás
Tras la expulsión de los mismos, a principios del siglo XIII, se construyó un castillo donde se fueron asentando diversas familias.
Castillo de Hervás, Cáceres
Prácticamente ha desaparecido aunque actualmente todavía se ve algún
trozo de sus murallas sobre las que se encuentra construida la actual
parroquia de Santa María siendo la torre de esta iglesia, con algunas
deformaciones, la torre del homenaje del antiguo castillo del Temple.
Al disolverse la Orden pasó dicho castillo, al igual que el de Segura
de Toro, a las Órdenes Militares y posteriormente a la Corona, siendo
por donación de esta a la poderosa casa de los Zúñiga (Duques de
Béjar).
Panorámica de Hervás
De importancia fue el castillo de la Orden del Temple en tiempos
de la Reconquista por los reyes de Castilla, donde Hervás era una
aldea del alfoz de Béjar.

Columnas Templarias, Hervás
5. La Maldición del Templario en Hervás
En Hervás también se puede seguir el rastro de los Templarios en
Extremadura.
El pasado templario de Hervás está recogido, además, en La
Maldición del Templario, una obra escrita por Miguel Gómez Gol,
pensada para hacer una ruta teatralizada que recrea escenas de la
época en la que caballeros templarios, campesinos cristianos,
judíos y sarracenos convivían en la localidad.
La Judería de Hervás está declarada Conjunto Histórico-Artístico y
es uno de los barrios judíos mejor conservados de España.
Está formada por calles en pendiente, estrechas y sin orden
aparente, que conservan muy bien la estructura original de los
siglos XIV y XV. Muchas de las casas que vemos en la actualidad
son de adobe con el típico entramado de madera y balconadas en el
segundo piso.
La presencia judía en esta localidad no duró más de un siglo.
Los judíos decidieron establecerse en Hervás huyendo del clima
antijudío que se respiraba en Castilla en el siglo XIV. Como
consecuencia de las revueltas, numerosos judíos se convirtieron al
cristianismo para salvar sus vidas y propiedades, otros emigraron
a Portugal y algunos se quedaron en el Valle de Ambroz, que se fue
poblando con los sefardíes que se situaban en la vía de la Plata.
En 1246 Fernando III donó a Violante de Aragón, hija de Jaime I el
Conquistador, el señorío de Béjar y Hervás como regalo de bodas,
por haber contraído matrimonio con Alfonso X el Sabio.
Ya en junio de 1396, Diego López de Estúñiga, recibió Béjar a
cambio de la villa de Frías, convirtiéndose en señor de Béjar
hasta principios del siglo XIX.
Los judíos de Hervás se encargaban de desempeñar oficios como el
de tejedor, médico, arrendador de rentas y mercader. Tenían varias
propiedades como edificios públicos y además, poseían viñedos,
linares y castañares en las mejores zonas del lugar.
Durante el reinado de los Reyes Católicos, comenzaron las
expulsiones de estos judíos de sus tierras.
Pero más tarde se procedió al retorno hebreo, que no fue muy bien
visto entre los habitantes de Hervás. Con la inquisición extremeña
fueron perseguidos .
6. Puente de La Fuente Chiquita en Hervás
Considerado el monumento más antiguo de la localidad, está situado en
la parte más baja de Hervás. En el siglo XV era el lugar donde se
situaban los telares de los artesanos judíos.

Es diseñado el arco en semicírculo para desviar el peso de la cubierta
del puente hacia los estribos.
Calle de la Judería de Hervás
El puente románico fue construido dentro del nudo de comunicaciones
que unía antigua Vía de la Plata.
Si dispones de tiempo suficiente vale la pena hacer este trayecto, por
las vistas espectaculares desde lo alto del puerto y para disfrutar del
Barrio Judío de Hervás y de su gastronomía.
Hay que tener cuidado con el coche porque es una carretera de montaña
con muchas curvas y algo estrecha.
En invierno puede estar cortada por la nieve y en cualquier caso hay que
tener precaución con el hielo en la calzada en las zonas de sombra.
Visitar el Valle del Ambroz y no pasear por las callejuelas del Barrio
Judío de Hervás es casi delito… El conjunto arquitectónico de la Judería
de Hervás data del S. XIII y es una de las juderías mejor conservadas de
todas España.
Dar un paseo por sus empinadas calles es sumergirte de lleno en una
época que se remonta cinco siglos atrás y cuya huella pervive hoy día en
sus construcciones, gastronomía y celebraciones.
Puerta de la Judería de Hervás
Sus estrechos callejones plagados de casas con grandes voladizos y
construidas con los típicos materiales de la zona son un verdadero museo
al aire libre a través del que conocer la esencia hebrea y su modo de
vida.
Unas callejuelas que esconden lugares en los que degustar la
gastronomía extremeña y donde disfrutar del más auténtico vino de
pitarra, un licor complicado de asimilar por su alta graduación, que se
elabora de manera artesanal en los núcleos familiares.
7. Judería de Hervás
está declarada Conjunto Histórico-Artístico y es uno de los
barrios judíos mejor conservados de España.
Está formada por calles en pendiente, estrechas y sin orden aparente, que conservan muy bien la estructura original de los siglos XIV y XV. Muchas de las casas que vemos en la actualidad son de adobe con el típico entramado de madera y balconadas en el segundo piso.
Los judíos decidieron establecerse en Hervás huyendo del
clima antijudío que se respiraba en Castilla en el siglo XIV. Como
consecuencia de las revueltas, numerosos judíos se convirtieron al
cristianismo para salvar sus vidas y propiedades, otros emigraron
a Portugal y algunos se quedaron en el Valle de Ambroz, que se fue
poblando con los sefardíes que se situaban en la vía de la Plata.
En 1246 Fernando III donó a Violante de Aragón, hija de Jaime I el
Conquistador, el señorío de Béjar y Hervás como regalo de bodas,
por haber contraído matrimonio con Alfonso X el Sabio.
Ya en junio de 1396, Diego López de Estúñiga, recibió Béjar a
cambio de la villa de Frías, convirtiéndose en señor de Béjar
hasta principios del siglo XIX.
Los judíos de Hervás se encargaban de desempeñar oficios como el de tejedor,
médico, arrendador de rentas y mercader. Tenían varias
propiedades como edificios públicos y además, poseían viñedos,
linares y castañares en las mejores zonas del lugar.
8. Fiestas de Hervás
San Antón
La primera fiesta del año es el día de San Antón, el 17 de enero. Se
celebra en la ermita del santo, donde se acude para bendecir a los
animales después de la misa. Tras eso, es tradición comer el bollo de
San Antón, compuesto por un pan redondo que contiene una tortilla de
chorizo.
Semana Santa
Ya pasado el clásico carnaval, continúa, al igual que en toda España las
celebraciones religiosas con desfiles procesionales. El lunes y martes
de Pascua, los hervasenses comen el tradicional hornazo y dulces.
Fiestas patronales del Cristo de la Salud
Del 14 al 17 de septiembre, las fiestas del Cristo o las fiestas de
septiembre. Son las fiestas más queridas por los hervasenses y son en
honor del Santísimo Cristo de la Salud, patrón del pueblo. Previamente,
se celebran con una novena desde el día 5 hasta el 13 en honor al
cristo.
Toro de fuego de Hervás
Las festividades se realizan en la ermita que se encuentra a las afueras
del pueblo, junto a la plaza de toros, en medio del castañar. Tras la
misa, se toman peces y bacalao en los chozos de escoba que hay por los
alrededores, antes de continuar de vinos por el pueblo.
Toro de fuego
Tanto en las ferias de agosto, como en las fiestas patronales de
septiembre, se realiza en la plaza del pueblo (Plaza de la Corredera)
una verbena popular, en cuyo descanso aparece en escena el famoso toro
de fuego.
Una vaca de latón que corre alrededor de la plaza mientras, el juego
pirotécnico de bengalas y cohetes que porta, hace el deleite de
visitantes y lugareños.
Calle La Cuestecilla, 4, 10700 Hervás, España
+34 927 47 30 31
10. Otras Rutas Cercanas