Indicé
- Como llegar a Proaza, Inicio de nuestra Ruta
- Croquis de nuestra Ruta
- Proaza
- Senda del Oso
- Torre de los Vázquez de Prada, Proaza
- Torre de Tuñón o de Bandujo
- Comer en Proaza
- Torreón de Peñerudes
- Castillo de las Caldas
- Conjunto Histórico de Olloniego
- Castillo de Campogrande
- Cueva del Sidrón, Vallobal
- Cangas de Onís
- Comer en Cangas de Onís
- Llanes, que ver y hacer
- Muralla y Torre de Llanes
- Comer en Llanes
- Otras Rutas Cercanas
1. Como llegar a Proaza, Inicio de nuestra Ruta
Está situado a 201 m. de altitud en la comarca Camín Real de la Mesa, a orillas del río Trubia.
Se encuentra junto a la AS-228 entre Teverga (15 Km.) y Grado (30 Km.), a 17 Km. de Quirós, 27 Km. de Oviedo, 59 Km. de Gijón, 136 Km. de León, 459 Km. de Madrid, y a 908 Km. de Barcelona.
A sus habitantes se les denominan Proacinos.
2. Croquis de nuestra Ruta
3. Proaza
Vestigios medievales como Banduxu – uno de los pocos pueblos medievales conservados en Asturias – y la Torre de Proaza, Palacio de los González Tuñón en Proaza, el río Trubia, la Senda del Oso…Historia, naturaleza y buena gastronomía…Así es Proaza.
Su ubicación estratégica hizo que en la Edad Media fuese un punto clave en la comunicación de Asturias con la Meseta.
De aquella etapa épica conserva Proaza abundantes y llamativos vestigios como la Torre medieval de Proaza.
Asimismo, testimonio de aquella pujanza es uno de los pocos pueblos medievales conservados en Asturias, es el caso de Banduxu, que además ostentó el rango de ser la primera capital de Proaza.
Proaza es un terreno ideal para el senderismo y para todo tipo de actividades en la naturaleza.
El río Trubia y los verdes y frondosos paisajes que la componen hacen que sea la meca de senderistas y cicloturistas que recorren la Senda del Oso, uno de los itinerarios verdes y ecológicos más destacados de España y que transcurre por el corazón de Proaza, en cuya capital también está la Casa del Oso.
Es una senda ideal para hacerla andando o en bici, que discurre los concejos de Proaza, Teverga, Quirós y Santo Adriano, por el camino en donde antaño el tren minero recorría el Valle del río Trubia hasta que en 1963 su poca rentabilidad económica propició su cierre.
Tiene tres tramos diferenciados:
Senda del Oso, Proaza, Asturias
Primer tramo: Tiene una longitud de 6 Km. entre Tuñón (Santo Adriano) y Proaza, que fue inaugurado en 1995.
Segundo tramo: Tiene una longitud de 23 Km. entre Caranga (Proaza) y Cueva Huerta (Teverga), que fue inaugurado en 1996.
Tercer tramo: Tiene una longitud de 4,5 Km. entre Caranga (Proaza) y el embalde de Valdemurio (Quirós), que fue inaugurado en 1999.
5. Torre de los Vázquez de Prada, Proaza
La torre palacio de los Vázquez Prada se encuentra a las afueras de la
localidad de Proaza en dirección a Trubia, provincia de Asturias.
Se trata de una torre defensiva medieval cuya datación no está del todo
clara, si bien su construcción está comprendida entre los siglo XII y XV. Su
última construcción fue por mandato de Diego Vázquez de Prada (fallecido en
1491).
La torre, que es de forma redondeada, se divide en cuatro pisos, posee
pocas ventanas o vanos pero numerosas saeteras, de mostrando su carácter
defensivo. Fue construida a base de sillarejo, con sillares en los
vanos.
Con dos entradas, aquella que daba paso a la torre, era la situada
en la segunda planta que, gracias a un puente levadizo permitía el acceso
a través de un arco de medio punto.
La torre del Campo, de impecable planta redonda la confunden los iletrados con el castillo de Proaza, otra de las fortalezas del conde don Gonzalo.
Pero es evidente que no estamos hablando de la misma, pues la torre del Campo, que tiene cerca y un pequeño foso, no puede ser la fortaleza poderosa que se enfrentó al poder real. Esta última está perdida y nadie en Proaza sabe donde encontrarla.
El castillo de Proaza fue una antigua fortaleza española situada en las proximidades de esta localidad asturiana, capital del concejo homónimo (Asturias), dominando el valle del río Trubia.
.
La primera referencia a un castillo en Proaza se vincula al notable conde rebelde Gonzalo Peláez, que se huzo con el gobierno de buena parte de Asturias en el reinado de Urraca I de León, incluyendo la tenencia de los castillos de Alba de Quirós, y Buanga.
Conoció los avatares de la guerra durante el enfrentamiento del conde con el rey Alfonso VII de León, entre 1132 y 1138, siendo principal sede del tumultuoso conde, que aguantó diversos sitios.
En 1184 Fernando II de León donó la fortaleza a la Catedral de Oviedo. Tras caer en poder del linaje Bernaldo de Quirós, a instancias de Rodrigo Álvarez, conde de Noreña el obispado recuperó sus posesión en 1377, pero Enrique II de Castilla determinó que volviera a manos de los Bernaldo de Quirós, que en 1381 prestaron al obispo el correspondiente pleito homenaje.
6. Torre de Tuñón o de Bandujo

Torre de Tuñón o de Bandujo
La Torre de Tuñón o de Bandujo se sitúa en la localidad asturiana homónima, incluido en el concejo de Proaza, zona que posee una riqueza natural digna de ser destacada.
Las construcción, levantada alrededor del siglo XIII, se dividía en varias alturas y entre ella destacan los escasos vanos y ventanas que sólo son complementados son saeteras.
El estado de conservación es excepcional.
7. Comer en Proaza
Calle el Puente 2,
33114, Proaza España
+34 622 15 82 98
Sidrería Benjamín, Casa Clemente
Carretera General Ctra. General,24,
33114, Proaza España
+34 985 76 10 06
Calle Bolera 7,
33114 Linares, Proaza España
+34 603 03 37 67
El Manantial
Carretera general s/N,
33114, Proaza España
+34 984 18 29 51
Lugar Pedroveya 16,
33115 Pedroveya España
+34 985 78 30 46
Castillo de Campogrande o de Blimea, San Martín del Rey Aurelio
12. Cueva del Sidrón, Vallobal
Cueva del Sidrón, Vallobal
Cueva del Sidrón, Vallobal
Dolmen en Iglesia de Santa Cruz, Cangas de Onís
Dolmen e Iglesia de Santa Cruz, Cangas de Onís
Tras la muerte de Pelayo en el 735, su hijo y sucesor, llamado Favila, entendió la necesidad de afianzar y potenciar el incipiente nacimiento del Reino Astur apoyándose en fuertes símbolos que unieran a la población.
Para ello decidió construir una capilla que santificase la Cruz de la Victoria, la cruz de madera que se cuenta enarboló el primer rey Astur en la Batalla de Covadonga.
Un lugar sagrado desde hace más de 5.000 años
El Puente Romano de Cangas de Onís
Puente Romano de Cangas de Onís
14. Comer en la zona de Cangas de Onís
Sidreria La Caldera
Calle Roberto Frassinelli,
Llanes. Asturias
Paseo de San Pedro, Llanes
Palacio de los Duque de Estrada, Llanes
Centro histórico de Llanes
Casas de Indianos, Llanes
Faro de Llanes
Playa del Sablón, Llanes
Puerto de Llanes
Ermita de la Virgen de la Guía, Llanes
La muralla y la torre de Llanes son, entre otros, los restos de «su
pasado rector, influyente y poderoso», como escribe Magín Berenguer.
Torreón de Llanes
Casa Xico
Mestas de Ardisana,
La Central
33592 Nueva de Llanes,
8. Torreón de Peñerudes
El torreón de Peñerudes llama nuestra atención por su localización y
gran envergadura, que alcanza de los 17 metros, altura que parece más,
debido a que fue construido sobre un montículo que se levanta 500 metros
sobre el nivel del mar.
Torreón de Peñerudes
Las crónicas sitúan el torreón a principios del siglo XII aunque hay voces
que hablan de su origen romano.
De cualquier forma, se sigue el rastro de este torreón, según las fuentes
históricas halladas, en el siglo XIV, cuando era usado como coto de caza
por el Obispo de Oviedo, tras lo cual, en 1427, pasa a manos de la familia
Argüelles.
La torre posee adosada los restos de un palacio.
9. El Castillo de las Caldas (S. XIX)

Castillo de las Caldas
está situado cerca de la ciudad de Oviedo en el Principado de Asturias. Se
edificó a partir de las ruinas de otro castillo de la época de Alfonso II
(760-842).
Sirvió, de refugio al noble insurrecto Gonzálo Peláez, El Libro de Oviedo,
Oviedo, 1887) escribe respecto de él: «Se levanta en el término de esta
parroquia San Juan de Priorio ell castillo de Priorio, que pertenecía a la
Mitra de Oviedo. Siguió siempre perteneciendo a los prelados ovetenses, y,
en 1381, García Alvarez de Palomar, rindió pleito-homenaje, como alcalde
del castillo, al obispo don Gutierre».
Existe una leyenda que dice: los desgraciados amores de Irene, hija de
Rodrigo, señor de Priorio y dueño del castillo, con un paje, Pablo.
Enterado el padre de la fémina de tal circunstancia, atacó con su espada a
Pablo, quien, al verse acosado, se defendió y mató a su amo.
Irene lo maldijo por eso; entonces, Pablo, desesperado, se arrojó al río.
Según cuentan los más viejos del lugar, una roca todavía aparece manchada
con sangre de Rodrigo. Se encuentra en muy buen estado y se puede visitar.
10. Conjunto Histórico de Olloniego

Conjunto Histórico de Olloniego
Olloniego jugó un importante papel en época medieval. Situado en la
entradas de los valles de Langreo y de Mieres, suponía un lugar de
comunicación entre Castilla y la ciudad de Oviedo.
Olloniego se sitúa en la falda de una colina presidida por las
ruinas del Castillo de Tudela.
La importancia de Olloniego y su puente medieval sobre el río Nalón
ya es referenciada en 1145, por una donación de Alfonso VII al
monasterio de San Pelayo del portazgo del puente de Olloniego, peaje
que se debía de pagar para cruzar el río.
La torre defensiva, quizás construida como lugar de control para el
paso del puente, quedó incluida en el palacio de los Quirós en el
siglo XVI, similar a otras casonas de Asturias en la época.
Con el desvío del río Nalón en 1676 debido a una gran crecida, mudó
su lecho. Junto al palacio pasa una de las ramas del Camino de
Santiago.
Descripción
El valor singular de este conjunto viene determinado por ser un
complejo de edificaciones en el que se reúne una obra religiosa, una
obra civil y una obra de ingeniería, vinculadas a un camino y a un
manantial natural. Se relacionan con el antiguo camino del Reino de
León y probablemente con la desparecida Ruta Jacobea de Tarna.
Los elementos que componen el denominado Conjunto de Olloniego son:
Puente del río Nalón:
puente de gran tamaño y de origen medieval reformado en el siglo XVI
y abandonado en el siglo XVII tras ser parcialmente destruido por
una gran riada que mudó el lecho del río y lo dejó sin uso.
Antiguo camino hacia la Meseta, constaba de cinco arcos de distinta
altura conservando hoy tres, de los cuales el central es más
apuntado. Son bien visibles los tajamares.
Capilla románica de San Pelayo,
es la construcción de mayor antigüedad del conjunto , quizás con
origen de época prerrománica, aunque la obra actual es una
construcción del siglo XIV, con remodelaciones posteriores.
Actualmente sólo se conserva el arco triunfal y el ábside,
convertido en la capilla del cementerio de Olloniego. En el interior
existen aún restos de pintura mural. La puerta del cementerio fue,
quizás, la portada de acceso a la iglesia.
Capilla nueva
levantada en el XVII por orden de Felipe Bernardo de Quirós, quizás
ante el mal estado del antiguo templo. Se sitúa junto al palacio.
Palacio: la Torre Muñiz y Casa de Quirós.
Su origen en la torre circular de carácter defensivo, levantada en
el siglo XIII o XIV con cuatro alturas. La mayor parte de lo que hoy
conocemos corresponde al siglo XVI, época en la que la torre
defensiva se transforma en palacio. Esta construcción tendrá
distintas ampliaciones hasta la definitiva en el siglo XVIII.
Hospital de Peregrinos,
de finales del siglo XVIII, junto con los de Pola de Lena,
Castiello, Villayana, Mieres y otros ayudó a formar una cadena de
hospitales entre Pajares y Oviedo. Está situado en el carrio de La
Plazuela y ha sido reformado como vivienda.
11. Castillo de Campogrande
El Castillo de Campogrande, conocido popularmente como
el castillo de Blimea o fortaleza de La Cabezada, está
situado en las cercanías de la población de Blimea, en el municipio
asturiano de San Martín del Rey Aurelio.
Actualmente se encuentra en estado de ruina.
Probablemente su origen se encuentra en una de las torres defensivas
que se alzaban a lo largo del Valle del Nalón, construidas por los
romanos. Parece ser que en época medieval, en torno al siglo xiv, se
construyó el castillo aprovechando el asentamiento defensivo
anterior. Existe una leyenda sobre su dueño y la hija de este,
Florinda, que acabó suicidándose por amor.
Después de caer en el abandono, ese lugar sirvió de asentamiento
para el lugar que ocuparía el castillo, que al principio no era un
castillo propiamente dicho, sino una casona.
Fueron los antepasados de los Fernández Miranda, procedentes del
concejo de Quirós, sus primeros habitantes de los que se tiene
constancia, que llegarían a Blimea entre los siglos xi y xii,
asentándose en primer lugar en la conocida como Casona del
Bravial.
Tiempo después, en el año 1496, descendientes de esta misma familia
trasladarían su residencia al lugar que ocupaba el castillo en La
Cabezada. Es precisamente ese año el último en el que se encuentran
referencias escritas sobre los Fernández Miranda.
Los siguientes moradores del lugar son Garci González y Teresa
Fernández de Ciaño, que van a fundar el mayorazgo de los García
Argüelles de La Cabezada. Los García Argüelles quedaron sin
descendencia, y los bienes pasaron a la familia Fernández Miranda y
Llano Ponte, de Grado
Ya en el siglo xix, encontrándose en ruinas, fue rescatado y
reconstruido por el vizconde de Campogrande, Álvaro Fernández de
Miranda, para convertirlo en su residencia.
Castillo de Campogrande o de Blimea, San Martín del Rey Aurelio
Durante dicha reconstrucción se le añadieron almenas y una torre que
imitaba una primitiva torre defensiva.
Como cualquier castillo que se precie, este castillo también tiene
su propia leyenda:
Decía tal que así: En una época no determinada habitaba el castillo
un señor bondadoso y caritativo y que había convertido su solar en
un refugio de paz y piedad para los menesterosos. El noble tenía una
hija llamada Florinda, hermosísima, como no podía ser de otra
manera, y que traía locos a todos los infanzones del Nalón.
Ella les iba dando largas como podía, hasta que uno de los más
poderosos, el señor de La Buelga, consiguió convencer a su padre
para que se la otorgase en matrimonio, pero para entonces ya era
tarde porque el corazón de la joven ya tenía dueño: un villano, un
ningurris bueno como el pan, pero sin apellido ni dote, lo que en
aquellos tiempos de sociedad estamental en la que los hombres se
dividían por niveles escalonados y estancos significaba no sólo un
amor imposible sino un insulto al linaje.
El señor ofendido insistió en vano para conocer el nombre del
pretendiente imposible que manchaba su honor, pero el amor sellaba
los labios de la dama; la amenazó de mil maneras, también sin éxito,
y al final, como se hacía entonces con los casos más recalcitrantes,
acabó encerrándola en una de las torres de su fortaleza hasta que la
prometió con el señor de La Buelga.
Entonces vino el drama: ella aseguró que su cuerpo sólo podía ser
del amante secreto y de nadie más y que si la obligaban a renunciar
a él se mataría sin remedio.
Finalmente lo cumplió, aunque no por su propia mano. El mismo día de
la boda el noble del castillo pudo conocer por fin quien era el amor
de su hija. Uno de sus criados se presentó ante él para anunciarle
que acababa de dar muerte a la doncella cumpliendo sus propios
deseos.
Y en este punto se demostró el carácter misericordioso del señor del
castillo pues el hombre, desesperado por el dolor, aún tuvo fuerzas
para perdonar el crimen, aunque -ya saben cómo eran las cosas del
honor antiguo-, el matador, cumpliendo también lo que de él esperaba
la tradición, agradeció el perdón como si fuese un caballero pero
cerró el círculo del dolor acuchillándose a sí mismo con el puñal
que aún goteaba la sangre de su amada.
La historia del castillo de La Cabezada en el siglo XX es tan
dramática como la de su leyenda.
Don Álvaro, el vizconde que había resucitado el edificio, tuvo mala
suerte: el día de Reyes de 1904 echaba a andar la Sociedad Eléctrica
de Langreo, lo que luego sería Ercoa, una empresa en la que el noble
puso su empeño y su dinero para subirse al carro de la
industrialización y los nuevos tiempos del capitalismo, como estaban
haciendo algunos de los ricos de nuestras Cuencas que hasta entonces
sólo habían vivido de rentas, pero un extraño accidente causó la
quiebra del proyecto y de manera indirecta truncó también el ascenso
del personaje, que nunca se recuperó económicamente.
En los años treinta la residencia, convertida en una de las
mansiones más emblemáticas del Nalón, simbolizaba también el poder
de los ricos y por su atractivo se convirtió en objetivo quienes de
una u otra forma fueron teniendo el poder a lo largo de los
diferentes enfrentamientos militares de aquella desgraciada
década.
En 1934 los revolucionarios la asaltaron buscando armas y dos años
más tarde, con el estallido de la Guerra Civil, sus puertas
volvieron a abrirse a otra tropa que en esta ocasión requisó los
mejores muebles,sin que pueda confirmarse su destino final.
Con el final de la contienda, un último asalto, esta vez de los
vencedores que volvieron a ocupar el edificio y se llevaron la
biblioteca.
Entre tanto el vizconde también había padecido en sus propias carnes
las consecuencias de estos conflictos con escapadas, ocultamientos y
detenciones cuyo relato ocuparía otra de estas entregas. Eran
demasiadas contrariedades para que alguien quisiese seguir
manteniendo la ilusión por el castillo, de manera que todo se fue
abandonando definitivamente.
Una vecina mayor que había conocido por dentro el castillo, contó
que tenía una biblioteca bien dotada, lujosos salones tapizados
hasta el techo, cuadros, armas y panoplias en la misma línea
decorativa que su sueño había querido dar a todo el edificio y que
el detalle llegaba al punto de que las tres habitaciones de los
señores, la blanca, la rosa y la amarilla, sólo lucían en cada una
objetos de los mismos colores.
Decadencia
Durante la Revolución de 1934 y la Guerra Civil Española, fue
asaltado. Según algunos testimonios, habría sido el socialista
Belarmino Tomás el que ordenase el saqueo de los valiosos muebles y
obras de arte.
Más tarde sería asaltada la biblioteca por parte de los sublevados.
Tras la Guerra Civil el castillo permaneció habitado hasta la década
de 1970.
Desde entonces quedó abandonado definitivamente y el paso del tiempo
hizo que hoy nada más queden unos pocos restos. Entre las causas de
su derrumbe se habla de que el edificio sufrió daños con motivo de
las explotaciones del pozo San Mamés, en Sotrondio o también por la
construcción de la carretera que va al cementerio.
en nuestra ruta nos acercamos a la
Cueva del Sidrón, Vallobal
Situada en las cercanías de Vallobal en el concejo de Piloña, es la cavidad asturiana más grande de conglomerados terciarios; sirve de refugio a cinco especies de quirópteros y cuenta con dos nuevas especies de coleópteros.
La cavidad posee, asimismo, un yacimiento prehistórico con algunas pinturas rupestres (varios signos de color rojo) y se ha encontrado material fósil de neandertal.
Se han encontrado vestigios de los primeros habitantes asturianos en esta Reserva Natural parcial
La del Sidrón es la mayor cavidad asturiana de calizas no carboníferas, pero además, el principal interés de esta cueva reside en sus valores biológicos, pues sirve de refugio a cinco especies de quirópteros y cuenta con dos nuevas especies de coleópteros.
La cavidad posee, asimismo, un yacimiento prehistórico con algunas pinturas rupestres y han sido encontrados numerosos restos humanos neandertales, el hallazgo más importante de la prehistoria asturiana.
La Cueva del Sidrón, ubicada en la falda del Sueve, es un complejo kárstico que se abre en calizas cretácicas y conglomerados terciarios, con diez entradas conocidas que se agrupan en diferentes sectores: el Sector de la Tumba, que incluye la cueva y sumidero de la Tumba; el Sector de la Cabañina, que comprende la cueva y sumidero de la Cabañina y las cuevas del Sidrón; los pozos de Aura y el Sector de Salelagua, con la cueva y resurgencia de Salelagua.
El desarrollo total topografiado es de 3.226 metros, y se distribuye en tres niveles: el nivel superior, sin circulación de agua, y compuesto por entradas y galerías fósiles elevadas; el nivel intermedio, se localiza desde la Tumba hasta Salelagua, y está constituido por una galería principal de recorrido sinuoso, con morfología variada y diferentes secciones.
Por último, el nivel inferior es solo accesible en cortos tramos, recorrido por dos cursos de agua entre los sumideros y la resurgencia de Salelagua.
y en nuestro camino hacia Llanes nos topamos con la Villa de
13. Cangas de Onís
Cangas de Onís fue capital del Reino de Asturias hasta el año 774.
En esta población se estableció el rey Don Pelayo, y desde aquí
emprendió con sus gentes acciones sobre los territorios del norte de
España, como único foco de resistencia al poder musulmán, una vez
desaparecido el Reino visigodo.
En este término municipal tuvo lugar en el año 722 la batalla de
Covadonga, donde Don Pelayo venció a las fuerzas musulmanas y
consolidó un poder y prestigio que le permitió permanecer
independiente y fundar el primer reino cristiano posterior a la
derrota de los visigodos en la batalla de Guadalete.
Tras la victoria de Covadonga en el 722 Pelayo elige como capital
del reino Cangas de Onís, para aprovechar el existente poblado
romano. Entre sus sucesores está
Alfonso I de Asturias, que aumentó las fronteras del reino y repobló con gentes
cristianas de la meseta zonas de Asturias.
Dentro del parque se encuentra el conjunto monumental de Covadonga,
donde se inició la Reconquista en el año 722. A 12 kilómetros de
Covadonga se encuentran los llamados lagos de Covadonga (son tres:
el Enol, el Ercina y el Bricial, aunque este solo tiene agua durante
el deshielo), de gran relevancia en el ámbito ciclista. En la
capital de Cangas de Onís se halla el conocido como "Puente Romano",
aunque su construcción data en realidad de la Edad Media.
La población de Cangas de Onís está asentada en el entronque de los
ríos Sella y Güeña, siendo este último tributario del anterior. En
el valle situado entre ambos ríos se encuentra la Capilla de la Santa Cruz, que fue un templo de época romana, reconstruido durante el
reinado de Favila de Asturias.
Tras la muerte de Pelayo en el 735, su hijo y sucesor, llamado Favila, entendió la necesidad de afianzar y potenciar el incipiente nacimiento del Reino Astur apoyándose en fuertes símbolos que unieran a la población.
Para ello decidió construir una capilla que santificase la Cruz de la Victoria, la cruz de madera que se cuenta enarboló el primer rey Astur en la Batalla de Covadonga.
Un lugar sagrado desde hace más de 5.000 años
Y dónde mejor para erigir este nuevo mito que el lugar más sagrado de
la zona: un túmulo del año 3.000 a.C. que, al contrario que otros
dólmenes de la región construidos en zonas altas, fue construido ex
profeso en un área de tránsito entre la costa y las montañas, punto de
unión de las diferentes comunidades que habitaban el territorio.
Dolmen e Iglesia de Santa Cruz, Cangas de Onís
Así, en el año 737 se levantó sobre este santuario neolítico la que se
considera la primera iglesia cristiana construida en España tras la
invasión musulmana.
A su muerte, el propio rey Favila y su esposa Froiluba fueron
enterrados aquí.
La Cruz de la Victoria no es la de Pelayo
En el año 908, Alfonso III el Magno regaló una lujosa cruz a la Cámara
Santa de la Catedral de Oviedo que siempre se ha considerado la
humilde Cruz de la Victoria que el monarca y su mujer mandaron
recubrir y decorar lujosamente.
Pero en 2010 la prueba del carbono 14 dirigida por los arqueólogos
Alejandro García-Álvarez del Busto e Iván Muñiz confirmó que la madera
del interior de esta cruz correspondía a un árbol talado en época del
propio Alfonso III, por lo que no podía ser la cruz que se supone
enarboló Pelayo.
Perdió fuerza la reliquia pero no el mito, ya que independientemente
de si es la de Pelayo o no, sí es la cruz símbolo de Asturias y de la
Reconquista.
El templo fue abandonado con la invasión napoleónica, destruido en la
guerra civil y reconstruido en 1950 en el estilo barroco tradicional
de la zona.
Hoy día, desde su interior pueden verse los restos del dolmen con la
cámara sepulcral rodeada por grandes lajas de piedra de más de 2
metros de altura. Las caras interiores del dolmen contienen pinturas y
grabados neolíticos
Puente Romano de Cangas de Onís
El puente romano de Cangas de Onís, es una edificación emblemática,
única que no te puedes perder. Situado sobre el río Sella, en la
localidad de Cangas de Onís, es uno de los símbolos de Asturias. Es uno
de los lugares más visitados del norte de España.
Sin duda, su localización también ayuda a seguir manteniendo su fama, ya
que se encuentra en plena ruta cuando te dirijas a los Picos de Europa,
o de camino a Los Lagos de Covadonga.
No dejes de pasear por su empedrado, elevado sobre el río, te
transportará a tiempos antiguos, te sumergirás en un tiempo pasado en el
que las construcciones mostraban toda su fuerza. Sin duda, es un símbolo
que refuerza el espíritu que se vivió en tiempos pasados en esta
localidad asturiana de Cangas de Onís, de Monarquía y Reconquista.
Aunque se le conoce como puente romano, realmente es una construcción
posterior medieval. Fue construido sobre uno anterior que pudiera haber
tenido origen romano. Originalmente, constaba de 7 arcos, tras lo que
fue restaurado en multitud de ocasiones.
Si visitas el puente romano de Cangas de Onís, no dejes de pasarte el
domingo por el mercado de Cangas de Onís dominical.
Tampoco te puedes perder una visita obligada en la zona, los
espectaculares Lagos de Covadonga
y a unos 5 km de Cangas encontramos
La Cueva de El Buxu
Un lugar donde admirar grabados de caballos, cabras, ciervos y bisontes,
y figuras geométricas y zoomórficas.
La Cueva de El Buxu se encuentra situada en las proximidades del pueblo
de Cardes. Fue descubierta en 1916 y estudiada poco después por el conde
de la Vega del Sella y H. Obermaier, que se ocuparon, sobre todo, de su
arte parietal.
Su estratigrafía alberga importantes niveles solutrenses con industria
lítica y ósea, acompañada de diversas manifestaciones del arte mueble,
entre las que destaca la rara escultura de un ave tallada sobre el
colmillo de un oso de las cavernas y una plaqueta de piedra caliza
grabada con diferentes motivos (animales, signos y antropomorfos).
Cueva de El Buxu, Cardes
En la cueva se combinan las pinturas y grabados de caballos, cabras,
ciervos, bisonte..., con figuras geométricas y zoomórficas.
El arte parietal de la cueva de El Buxu contiene también
representaciones variadas realizadas en diversas técnicas, grabados y
pinturas, y con un amplio repertorio, figuras geométricas y zoomórficas.
Según recientes excavaciones, durante alguna de sus ocupaciones
solutrenses se ha podido precisar que El Buxu funcionó como un
asentamiento estacional de verano y otoño para la caza de ciervos,
rebecos y cabras.
Acceso:
A 5 Km de Cangas de Onís dirección a Panes, por la AS-114, tomamos un
desvío a la izquierda que nos lleva al pueblo de Cardes donde se toma un
sendera de 1 Km que será el que nos conduce a la Cueva.
La Sifonería
Calle San Pelayo 28,
33550, Cangas de Onís España
+34 985 84 90 55
Restaurante El Molín de la Pedrera
33550, Cangas de Onís España
+34 985 84 91 09
Llantares de Pelayo
Calle de San Pelayo 22,
33550, Cangas de Onís España
+34 984 84 30 20
y algo mas económicos
33550, Cangas de Onís España
+34 985 84 94 77
Calle Roberto Frassinelli,
33550, Cangas de Onís España
+34 658 13 63 62
y nos encaminamos al punto final de nuestra ruta
15. Llanes, que ver y hacer .
Situada a orillas del mar Cantábrico, cerca de los Picos de Europa, esta villa marinera goza de un casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Artístico, magníficas casas de indianos y blasonadas, unas playas de ensueño, paseos entre acantilados y un pintoresco puerto, que lo convierten en uno de los destinos de vacaciones favoritos para los viajeros que visitan el norte del país.
Además cuenta con una animada vida nocturna y un sinfín de tiendas de artesanías, restaurantes y sidrerías donde probar los platos más típicos de la cocina asturiana como son el cachopo, la fabada o el pastel de cabracho, entre otros muchos, acompañados siempre de culines de sidra recién escanciada.
Aunque medio día es suficiente para ver sus principales atractivos turísticos, te recomendamos invertir, siempre que puedas, un día completo para disfrutar con más tranquilidad de sus playas y sus paseos a orillas del mar, algo que te aseguramos, merece mucho la pena.
Paseo de San Pedro
Desde el Bluu Beach Café puedes subir unas cuantas escaleras más hasta el mirador de San Pedro, uno de los lugares que ver en Llanes más bonitos. Desde este mirador situado en la parte alta de la Punta del Guruñu tendrás unas fantásticas vistas de la Playa del Sablón y de todo el centro histórico con las murallas en primer plano.
Después de hacer varias fotos empieza el Paseo de San Pedro que data del año 1847 y bordea los abruptos acantilados disfrutando una fantástica panorámica de la costa asturiana y el Mar Cantábrico. Este relajante paseo, que se realiza sobre un manto de hierba, lo puedes alargar hasta la Punta de Jarri o de la Torre, donde se encuentra una atalaya de vigilancia, del siglo XVII.
Como detalle, recuerda que durante este paseo y en otras localizaciones del pueblo verás carteles con escenas de películas que se rodaron y que forman la ruta conocida como el «Llanes de cine» y es que no podemos olvidar que en este pueblo se han rodado hasta 42 secuencias de 18 largometrajes, 3 series de televisión y 1 cortometraje
Palacio de los Duque de Estrada
El Palacio de los Duque de Estrada de estilo barroco, construido en la Edad Media, junto a las murallas, es otro de los lugares que visitar en Llanes imprescindibles.
De su primera etapa todavía se conserva la Torre de los Aguilar de San Jorge del siglo XI, mientras que la fachada fue construida en el siglo XVII, aunque actualmente se encuentra en ruinas ruinas por el gran incendio del 1809, acontecido durante la Guerra de Independencia.
Cerca del palacio puedes ver algunos trozos de la muralla medieval que se conserva del siglo XII y que tiene en el Torreón de Llanes, su punto más destacado. Esta fortaleza de planta circular que sirvió también como cárcel, alberga actualmente la oficina de turismo.
Para conocer mejor la historia de este pueblo y no perderte nada interesante te recomendamos reservar esta visita guiada.
Iglesia de Santa María del Conceyu
A pocos metros del Palacio de los Duque de Estrada, en la Plaza del Cristo Rey, se encuentra la Iglesia de Santa María del Conceyu, otro de los edificios que ver en Llanes más bonitos.
Iglesia de Santa María del Conceyu, Llanes
Este templo construido durante los siglos XIII, XIV y XV, es uno de los pocos ejemplos de estilo gótico en Asturias, aunque también cuenta con dos portadas románicas, una torre campanario y un pórtico del siglo XVI.
En su interior se encuentra la Capilla de la Trinidad o de Juan Pariente, del siglo XIV, y un gran retablo de estilo plateresco que explica la vida de María.
Centro histórico
Una ruta por el centro histórico, declarado como Conjunto Histórico-Artístico y que cuenta con un valioso patrimonio que va del siglo XIII al XX, es otra de las mejores cosas que hacer en Llanes.
El itinerario puede empezar en la Casa del Cercau, un edificio irregular del 1597, pasando después por la Plaza de Santa Ana que tiene como construcciones más destacados la capilla de Santa Ana y la Casa de la Ballena, además de un tramo de la muralla medieval y el Palacio de Gastañaga, una casa señorial de estilo gótico.
Desde esta plaza puedes acercarte a las calles más transitadas del pueblo como son la Calle Mayor y la Calle Posada Arguelles, llenas de tiendas de souvenirs y restaurantes, hasta llegar a la Plaza de la Magdalena, presidida por la antigua Capilla de la Magdalena del siglo XIII, y la Plaza Parres Sobrino, de estilo medieval.
Otro edificio que ver en el centro es el imponente Casino de Llanes, situado a escasos metros del Ayuntamiento y construido en estilo modernista, gracias al deseo y financiación de los ricos indianos.
Casas de Indianos
Las Casas de Indianos o Casonas, que hacen referencia a los vistosos edificios de estilo colonial o ecléctico que hicieron construir los inmigrantes que habían acumulado una gran riqueza durante su viaje a las Américas, es otro de los lugares que visitar en Llanes imprescindibles.
Algunas de las más bonitas se concentran a ambos lados de la Avenida de la Concepción como la Villa Parres, que se hizo famosa por ser escenario principal de la película española El Orfanato.
Si te gusta este tipo de arquitectura te recomendamos acercarte a la población de Colombres para hacer la ruta indiana y ver muchas más muestras arquitectónicas de este estilo
Ir hasta el Faro, una de las cosas que hacer en Llanes
Otra de las mejores cosas que hacer en Llanes es subir por la calle San Antón, que discurre paralela al puerto y pasa por el bonito Monumento a la Mujer del Pescador, que representa a estas sufridas mujeres que esperaban la llegada de su marido o un familiar de faenar en alta mar, hasta llegar a la Punta de San Antón, un pequeño acantilado donde se encuentra el Faro.
Durante el paseo disfrutarás de unas fantásticas vistas al puerto y al pueblo, y una vez arriba también tendrás una buena perspectiva de la playa urbana de Puerto Chico, situada en el otro lado del
Playas de Llanes
Playa del Sablón
Una de las primeras y mejores cosas que hacer en Llanes es dejar el coche en el parking de la Playa del Sablón, situada en pleno centro, y darte un refrescante chapuzón en sus frías aguas.
Esta playa urbana de unos 100 metros de arena dorada, dispone de todos los servicios y es perfecta para familias con niños pequeños ya que las aguas son tranquilas gracias a los acantilados rocosos que la protegen del fuerte oleaje del mar Cantábrico.
Después de ese chapuzón y recorrer el paseo marítimo puedes subir por unas escaleras que te llevarán al Bluu Beach Café, un local con una increíble terraza donde puedes tomar algo mientras disfrutas de unas increíbles vistas de la playa y el casco antiguo.
Desde el Faro puedes bajar hasta la Playa de Puerto Chico, una bonita playa urbana de 150 metros de arena blanca, menos concurrida que la del Sablón.
Siguiendo el paseo por la orilla del mar llegarás en pocos minutos a la Playa de Toró,
una de las más bonitas de Asturias y otro de los lugares que ver en Llanes imprescindibles.
Esta playa, que es única por el conjunto que forman las rocas puntiagudas situadas en medio de su arena blanca y que la convierten en un paraíso para los amantes de la fotografía, es otro de los sitios más recomendables si quieres hacer una parada para descansar durante tu visita a la localidad.
Si dispones de más tiempo y coche puedes acercarte a otras playas cercanas como la de Ballota, Poo, Torimbia, Gulpiyuri (una sorprendente playa interior), Cuevas del Mar y a los famosos Bufones de Pría, unas grietas formadas en un acantilado de las que salen potentes chorros de agua del mar, cuando hay un fuerte oleaje.
Puerto de Llanes
El pintoresco puerto pesquero y recreativo, que tiene cierto parecido un canal de Venecia debido al ensanchamiento de la ría, es otro de los lugares que ver en Llanes más bonitos.
Durante el paseo por ambos lados del puerto, que puedes salvar cruzando un bonito puente, disfrutarás de un gran ambiente en las terrazas de bares y restaurantes, pequeñas embarcaciones saliendo o entrando del puerto, una lonja que hace de oficina de turismo y un espigón donde se encuentra la escultura de los «Cubos de la Memoria».
Esta obra del pintor vasco Ibarrola consiste en unos bloques de hormigón pintados de llamativos colores que protegen el puerto de la fuerza de las olas y que van cambiando de color según la luz y el nivel de agua.
Ermita de la Virgen de la Guía
De vuelta al centro te recomendamos parar en la Ermita de la Virgen de la Guía, ubicada en una cima y nuestra última recomendación en la lista de lugares que ver en Llanes.
Desde esta ermita, que tiene sus orígenes en el siglo XVI y forma de pequeño castillo, tendrás unas excelentes vistas del mar Cantábrico y de la villa de Llanes, además es un lugar de veneración por los locales, sobre todo durante las fiestas del 8 de septiembre, que rinden honor a la Virgen.
16. Muralla y Torre de Llanes
Torre o Castillo de Llanes
Estas murallas fueron levantadas en el siglo XIII, como confirmación
de la carta-puebla otorgada por Alfonso IX de León, el año 1206.
En la actualidad se conserva la parte del Norte, que va paralela al
paseo de San Pedro; y uno se pregunta si desde aquí se otearían velas
vikingas, cosa absolutamente improbable a no ser que las ligeras naves
saqueadoras llegaran de levante: de lo contrario, los vigías no las
verían hasta haber doblado la Punta del Guruñu, casi ya en la playa
del Sablón.
Mas así como el fuerte, del que todavía quedan las troneras de los
cañones, abiertas al mar, se enfrentó a ataques de franceses y de
ingleses, la muralla parece haber tenido un carácter suntuario,
majestuoso y testimonial.
Así la considera Celso Amieva en su canto a la torre:
que eres inofensiva y sin historia
a fuer de dueña honrada.
El paño de muralla que se conserva es, no obstante, el mayor de
Asturias; y hay otros fragmentos incrustados en nuevos edificios.
Las
llaves de las [116] puertas de la villa eran custodiadas por el
Alcalde, salvo las de la puerta del Llegar, que era por donde entraban
los marineros una vez terminadas sus faenas en el mar, y que estaban
en poder del Gremio de Mercantes.
La calle de Mercaderes, en el centro de la villa, proclama su abolengo
medieval, y a su lado está la plaza del mercado, situada lo mismo que
otros tantos mercados de poblaciones medievales al lado y afuera de la
muralla.
Lo más vistoso de la muralla es el sólido y redondo torreón, también
levantado en el siglo XIII: fuerte y austera construcción militar que,
por ironía de la historia, ahora tiene de vecino a la zona trasera del
Casino, hermoso edificio indiano de 1910. A esta torre la cantó, como
dijimos, en versos parsimoniosos, Celso Amieva:
Torre de Llanes que en el siglo XX
desde el fondo del XIII te levantas,
yo me quito la boina ante tu mole
reina y anciana.
Ceñida de galernas, eje rudo
de la rueda terrestre y la terráquea,
tu tronco secular conecta a Llanes
con la Vía Láctea.
Al Norte de la muralla hay otra torre, ésta cuadrada, que fue aljibe
en el siglo XVIII. Hubo intentos de derribarla, para ensanchar la
carretera que lleva al Sablón, pero por fortuna se conserva en su
sitio y no desentona.
Si los bañistas quieren ir a la playa, que vayan
andando, o en vehículo motorizado, si les apetece, que la carretera es
suficientemente amplia.
Esta parte de la muralla ha sido limpiada de maleza recientemente y
queda a la vista un hermoso arco que [117] correspondería a una
puerta. Desde este lugar, un poco a la derecha, se ven las torres de
Llanes: la de la Basílica, maciza y también cuadrada; el torreón, que
se asienta sobre roca; las dos torretas de cúpula del Casino y la
torre del Ayuntamiento, y, al fondo, la cumbre extendida y triangular
del Pico Turbina.
En torno a la muralla o dentro de ella se encuentran algunos de los
edificios monumentales más importantes: la Casa del Cercado, del siglo
XVII, con su gran capilla; la Basílica, cuyas obras se iniciaron en el
siglo XII, como lo atestigua su portada románica, y que sufrió gran
reforma a comienzos del siglo XIII, al que corresponde la portada
principal, gótica, con los arcos apuntados, propios del período de
transición del románico al gótico; el palacio de Posada Herrera, donde
nació y murió el insigne político, y las suntuosas ruinas del palacio
de Duque de Estrada, de comienzos del siglo XVII y quemado por los
llaniscos al retirarse las tropas napoleónicas, por sospechar que sus
propietarios eran afrancesados.
La visión de estas ruinas evoca en Manuel de Foronda los versos de
Rodrigo Caro: «Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora, / campos de
soledad...»
A Celso Amieva le recuerda también los mismos versos, pero los
reelabora con un humorismo socarrón:
Esas, Pinón, que ves ahí ruinas
en donde escarban las gallinas,
crecen la ortiga y el mestranto;
donde por no haber techo no anidan golondrinas
de ñétobas y cárabos, fueron (como adivinas
si las miras despacio
a juzgar por los restos) un palacio.
Cerca del palacio puedes ver algunos trozos de la muralla medieval que
se conserva del siglo XII y que tiene en el Torreón de Llanes, su punto
más destacado.
Esta fortaleza de planta circular que sirvió también como
cárcel, alberga actualmente la oficina de turismo.
17. Comer en Llanes
La Tertulia
Calle Celorio s/n Edificio La Rotonda,
33595 Celorio, Llanes España
+34 984 56 90 31
Mestas de Ardisana,
33507, Llanes España
+34 985 40 60 80
El Chibiski del Chilito
C. Gutiérrez de la Gándara, 6,
33500, Llanes España
+34 985 40 21 53
Restaurante Siete Puertas CB.
Calle Manuel Cue 7,
33500, Llanes España
+34 985 40 27 51
algo mas económicos:
33592 Nueva de Llanes,
Llanes España
+34 985 41 04 34
Casa Canene
Calle Manuel Cue 8 Calle peatonal,
33500, Llanes España
+34 985 40 05 84
Calle Marques de Arguelles, 3,
33500, Llanes España
+34 985 40 29 51
18. Otras Rutas Cercanas
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