Esta villa y antigua cabeza del partido judicial de Baltanás fue
cabeza de alfoz en la Edad Media y, después cabeza de la Merindad de
Cerrato, con posterioridad a Palenzuela. En la actualidad, es la
capital de la comarca de El Cerrato. Una buena parte de su casco
urbano está ubicado en la falda del cotarro de El Castillo.
Edad Antigua
Los orígenes de Baltanás se remontan a la llegada de las legiones
romanas a la Meseta Norte, donde existió un castro vaceo en el actual
cotarro de El Castillo.
Durante el Imperio romano, creció la población en el término
baltanasiego, a juzgar por los hallazgos arqueológicos encontrados.
Algunos historiadores han llegado a suponer que en esta villa se
encontraba situada la antiquísima Eldana, ciudad de los vacceos,
mencionada por Ptolomeo en su Geografía (siglo ii).
Edad Media
En el siglo ix se empezó a construir el castillo medieval de Baltanás
(actualmente desaparecido), durante las campañas del rey Alfonso III.
La villa estuvo amurallada y tuvo varias puertas almenadas (Puerta del
Sol, Puerta de la Fragua y Puerta Barriuso).
El primer documento histórico que menciona a Baltanás data del año
1030, cuando el rey Sancho Garcés III hizo una donación a la Iglesia
de San Miguel de Baltanás. En 1059 aparece Baltanás en otro documento
por el que el rey Fernando I confirma las donaciones hechas por su
padre el rey Sancho Garcés III.
En 1155 el conde Gonzalo Maráñón, hizo el deslinde municipal de los
concejos de Baltanás, Palenzuela, Royuela y Antigüedad, que fue
aprobado en las Cortes de Toledo en 3 de abril. En 1299, durante la
minoría de edad del rey Fernando IV, se juntaron en Baltanás sus
enemigos los Infantes Don Juan y Don Alfonso de la Cerda, en la
entrada que hicieron en Castilla hasta apoderarse de León y Mayorga.
En 1345, la villa de Baltanás era cabeza del Arciprestazgo de Baltanás
en el Arcedianato del Cerrato y poseía los templos parroquiales de San
Millán y Santa María, dentro del actual término municipal de
Baltanás.
Existían los siguientes poblados con sus correspondientes parroquias:
Santa María de la Aldea (La Aldea) con su iglesia parroquial de Santa
María; Valverde (dehesa de Valverde), con San Salvador; Penidillo, con
Santa Eufemi); Vilialba, con San Juan; Terrados, con San Martín;
Arniellas, con Santa María; Renedo de Baltanás, con San Cristóbal y
Fuente Cirio), donde no figuraba ninguna parroquia. Estos lugares
medievales pertenecían, en lo eclesiástico, al Arciprestazgo de
Baltanás.
En 1352, la villa de Baltanás se hallaba formando parte de la
Merindad del Cerrato y pertenecía al maestre de Santiago. Además,
había vasallos de la Orden de San Juan, Juan Rodríguez de Sandoval y
otros que se llamaban "Escuderos de Baltanás".
En 1442, por resolución arbitral, se ordenó que Gutierre Fernández de
Arenas dejase a la villa de Baltanás el señorío de Terrados y
Villalba. A cambio de esto, el Concejo de Baltanás quedó obligado a
indemnizar a Gutierre Fernández de Arenas con la cantidad de 75 000
maravedíes y a nombrarle alcalde perpetuo de la villa baltanasiega.
En 1451, las fortalezas de Palenzuela y Homillos de Cerrato,
ocupadas por las gentes armadas de Fadrique Enríquez, almirante de
Castilla, se sublevaron contra el rey Juan II y su favorito Álvaro de
Luna. Dichas tropas se apoderaron de Baltanás. Pasados estos
disturbios, el rey Juan II mandó a Garci Martínez de Astudillo a que
valorara los daños y perjuicios sufridos en Baltanás durante la
rebelión.
2
11
El 18 de septiembre de 1475 tuvo lugar la Batalla de Baltanás dentro
de la Guerra de Sucesión por el trono de Castilla. A la muerte de
Enrique IV los partidarios de su hija Juana la Beltraneja no aceptaron
la coronación de Isabel como reina de Castilla.
Para los opositores a la Reina, su matrimonio con Fernando de Aragón
sin autorización regia había invalidado el Tratado de los Toros de
Guisando. Alfonso V de Portugal tomó la iniciativa invadiendo
Castilla, y cuando este avanzaba con sus tropas en auxilio del
castillo de Burgos sostuvo batalla en Baltanás con el conde de
Benavente y se apoderó del castillo de Baltanás, una estrategia que
tuvo su punto final en la llamada batalla de Baltanás.
En ella las tropas portuguesas vencieron a las castellanas y tomaron
prisionero a su comandante, el conde de Benavente, pero bien pudo
calificarse como victoria pírrica, pues los portugueses, muy
superiores en número, sufrieron muchas más bajas y por encima de ello,
la batalla cambiaría el rumbo de la guerra. En 1479 los partidarios de
Isabel de Castilla ganan la guerra.
Tras la batalla de Baltanás, la reina Isabel de Castilla se presentó
en Baltanás para llorar a los caídos, que según parece fueron seis
soldados castellanos, y consolar a los vecinos de Baltanás por el
saqueo sufrido. La reina concedió a la villa de Baltanás una demora de
dos años para todas sus deudas y quiso que sus rentas fueran
destinadas a resarcir a los perjudicados.
15
Durante el reinado de los Reyes Católicos, la villa de Baltanás llegó
a la cumbre de su grandeza al ser establecida en ella la cabeza o
capitalidad de la Merindad del Cerrato, que anteriormente lo había
sido Palenzuela. También, los Reyes Católicos otorgaron a Baltanás el
privilegio de que sus alcaldes pudieran ir con vara levantada hasta
ciertos pueblos de su jurisdicción.
Edad Moderna
D. Pedro de Zúñiga y Enríquez, IV Marqués de Aguilafuente.
En 1543, Baltanás fue desmembrada de la Encomienda de Castroverde de
Cerrato, de la Orden de Santiago.
En 1545, la villa de Baltanás continuaba siendo cabeza de
Arciprestazgo en el Arcedianato del Cerrato de la Diócesis de
Palencia. A dicho Arciprestazgo seguían perteneciendo el poblado de
Valverde y los lugares de Terrados y Arnillas.
En 1585, fue subastada la construcción de la iglesia de San Millán,
siendo rematada por Francisco del Río, maestro de cantería, de la
Merindad de Trasmiera.
Dicha obra era conforme a unas condiciones de Alonso de Tolosa.
Durante los siglos xvii y xviii, se edificó la ermita de Nuestra
Señora de Revilla.
En el siglo xiv, la villa de Baltanás era señorío del Maestre de
Santiago. Después, lo fue del duque del Infantado y de los hermanos
Calvo (inquisidores generales en el reinado de Felipe II), que lo
vendieron en 1543 a D. Pedro de Zúñiga y Enríques, IV Marqués de
Aguilafuente.
En 1752, la villa seguía perteneciendo al Marqués de Aguilafuente,
conde de Aguilar y señor de los Cameros, quien tenía el poder de
nombrar teniente alcalde mayor y dos alcaldes ordinarios, por ambos
estados y percibía los derechos de portazgo y Mesa maestral, por razón
de vasallaje.
En esta época se hallaba un convento de religiosos Franciscanos
Descalzos con 32 monjes y Baltanás tenía una población de 450 vecinos
y poseía 420 casas habitables.
Edad Contemporánea
En 1826, Baltanás continuaba siendo villa realenga del Partido del
Cerrato, con alcalde ordinario. Su población era de 2840 habitantes.
Por entonces, la ermita de Nuestra Señora de Revilla era ayuda de
parroquia y, fuera de la población, se hallaban las dos ermitas
rurales de San Pedro y San Gregorio, el convento de San Francisco y el
cementerio que se construyó en 1804.
En la plaza principal, se encontraban la Casa Municipal y el palacio
del duque de Abrantes. Había en la villa una escuela pública con 60
niños, una escuela particular para niños y otra para niñas, con 40
niños de ambos sexos cada una y, un hospital costeado por el señor
Godoy. El vecindario se surtía de aguas de la "Fuente Vieja", "Fuente
de la La Cobata" y “Fuente Santiago”,
En 1918 se produce una de las pandemias más devastadoras del siglo
xviii y xix, la pandemia de gripe de 1918, también conocida como
la gripe española. En el partido judicial de Baltanás dejó un total de
282 fallecimientos y 9571 contagiados.
Actualmente, Baltanás es el centro neurálgico y económico de la
comarca del Cerrato, al ser su capital.
La economía se basa en la agricultura, ganadería, servicios y turismo.
Cabeza de la Merindad del Cerrato por nombramiento de los Reyes
Católicos.
Ermita de la Virgen de Revilla, Baltanás
A lo largo de las calles de la villa podremos ver buenas muestras de
arquitectura civil de los siglos XVI y XVIII, de entre las que
sobresalen la Ermita de la Virgen de Revilla elevada en un altozano (conserva la escultura de la Virgen de
Revilla, considerada la figura de belén más antigua de
España) y la Iglesia de San Millán.
Museo del Cerrato
El museo del Cerrato en la localidad
de Baltanás puede ser un buen punto de partida
para familiarizarse con esta tierra, tomar la documentación
necesaria para adentrarse por caminos y senderos y descubrir sus
tesoros.
Museo del Cerrato, Baltanás
Hablar de Cerrato además es hacerlo de Enogastronomía, con
mayúsculas, de buen vino, de lechazo churro, de excelentes quesos,
panes y repostería, de productos estrella de la huerta palentina,
como el Pimiento de Torquemada o la Cebolla de Palenzuela.
Museo del Cerrato, Baltanás
Visitaremos también el Museo del Cerrato, ubicado en el antiguo
Hospital de Santo Tomás, un edificio barroco fechado en 1782.
Este museo es una fuerte apuesta del Ayuntamiento de Baltanás para
dotar a la extensa comarca del Cerrato Castellano, (que abarca
poblaciones de las provincias de Palencia, Valladolid y Burgos), de
un Centro de Interpretación donde quede representada la singular
personalidad e idiosincrasia de un territorio poco conocido, en el
cual existen una gran variedad de modelos de paisaje, historia,
patrimonio y formas de vida.
Iglesia de San Millán, Baltanás
Una vista opcional es el paseo por el espacio de la Dehesa de Tablada, en las cercanías de Villaviudas y el antiguo Puente del Pisuerga en Reinoso de Cerrato, en los que invertiremos unos 30 km. entre ida y vuelta.
Cercano a Baltanás se encuentra
12. Hornillos de Cerrato
Donde podremos ver los restos de la otrora poderosa fortaleza Castillo de los Enríquez, la Iglesia de San Miguel o la Ermita de Nuestra Señora de Belvis.
Castillo de los Enríquez. Hornillos de Cerrato
A comienzos del siglo XVI el castillo era propiedad de Bernardino
Pérez de Sarmiento, conde de Ribadavia. En 1503 el rey le pidió
explicaciones acerca de las exacciones del alcaide con los pobladores
de Hornillos de Cerrato, a los cuales forzaba a realizar guardias en
la fortaleza.
En 1530 el castillo pasa, junto con el señorío del pueblo, a manos de
Francisco de Cobos, secretario del rey Carlos I. Siete años después, a
Pedro Fernández Portillo; a mediados de siglo a José de Guevara; en
1591 a Pedro Fernández de Villarroel, y ya a mediados del siglo XVIII
al marqués de San Vicente.
Se trató de un castillo de tres pisos y planta cuadrada con fuertes
cubos en las esquinas. En la del sudeste existe tallado un escudo
heráldico con forma de aspa, y en el exterior posee una
imposta que
arranca desde el primer piso, grandes ventanas, troneras de buzón y un
remate de almenas. Todo ello le da la característica de fortaleza
artillera.
2
Su estado es ruinoso, por lo menos desde el siglo XVIII; solo se
conservan el frente este y una puerta prácticamente enterrada con arco
de medio punto en el muro norte.
1 En cuanto a la zona central de la fortaleza, se halla repleta de
escombros.
Tras ver las yeseras de la parte alta del cerro, tomaremos
dirección hacia
13. Herrera de Valdecañas
Herrera de Valdecañas, Palencia
El pueblo de Herrera ya es citado en el siglo xi, exactamente el 1
de enero de 1061 por el rey Alfonso VI de Castilla en el Fuero de
Palenzuela y a la vez dotado por su hermano Sancho II.
Siglos más tarde paso por el la reina Juana I de Castilla cuando iba
en dirección de la villa de Torquemada a unos escasos 7km de esta
misma localidad, aunque no se tiene constancia de que hubiese parado
en el municipio de Herrera.
En el siglo xix había constancia de que en el pueblo había cinco
ermitas: San Miguel, San Antón, San Esteban, San Cristóbal y la
Virgen de los Remedios. De estas cuatro últimas solo se conservan
las imágenes de los titulares en la Iglesia de Santa Cecilia. La
ermita de la Virgen de los Remedios fue abandonada a finales del
siglo xix, pero ha sido recuperada.
Iglesia de Santa Cecilia: Construida en el s. XIII, con
reformas de los ss. XV y XVI. Además consta de varios retablos
barrocos, la mayoría del siglo xvii. Declarada BIC
Iglesia de Santa Cecilia, Herrera de Valdecañas
La Iglesia de Santa Cecilia se sitúa en una ladera de la zona más
alta del pueblo, justo por debajo de la zona de bodegas, goza de un
lugar privilegiado respecto al resto de la población.
El edificio que hoy se conserva proviene de las modificaciones que
sufrió entre los siglos XV y XVI que enmascaran su original
construcción del siglo XIII-XIV. Fue declarada Bien de Interés
Cultural en 1945.
Iglesia de Santa Cecilia, Herrera de Valdecañas
Construida en sillería de piedra caliza a finales del siglo XIII y
comienzos del XIV, pero sufrió algunas reformas en los siglos XV y
XVI.
Tiene planta basilical de tres naves separadas por pilares cruciformes
con columnas adosadas que soportan arcos apuntados doblados y que, a
su vez, recogen bóvedas de crucería sencilla, crucero alineado y
marcado en alzado.
En el exterior, un rosetón con tracería de piedra sorprende al visitante
con su forma de estrella.
Además, la fachada reúne tres puertas góticas enmarcadas en triángulos
entre las que destaca la central con sus arquivoltas repletas de
personajes, y el tímpano con una escultura de Cristo en Majestad y los
Evangelistas.
En el interior, la propia arquitectura gótica y la multitud de retablos
y esculturas esperan a ser descubiertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario