
Monasterio de Uclés, Cuenca. El Escorial de la Mancha
Murallas y Castillo de Uclés, Cuenca
Una de ellas consta de cinco plantas y de ella partía la muralla
árabe.
La propiedad de este castillo convento está compartida en tre Ayuntamiento de Uclés e Iglesia católica, y su uso es, por una parte turístico una parte, por otra seminario y colegio.
Murallas y Castillo de Uclés, Cuenca
Casa Palacio Uclés by Domingo Sánchez (Rte)
Calle Angustias, 2 Junto al Ayuntamiento, en la Plaza Pelayo Quintero Nº 1,
y desde aqui nos encaminamos a la villa de Huete pasando por el pequeño
pueblo de

Castillo de Huete, Cuenca
Es un castillo de cerro, de tipo alcazaba y de planta rectangular
muy alargado, siguiendo la forma de norte a sur del mismo cerro
sobre el que se asienta. Para su construcción se utilizó piedra en
sillarejo, quizás aprovechando también el material de la antigua
ciudad romana de Opta (cerro Albaráñez). Se rodeó de quince
torreones y se alzó un decimosexto intramuros.
Tan solo quedan algunos muros en pie, restos de la muralla que circundaba el pueblo y el torreón reconstruido en el extremo sureste, así como algunas dependencias en su interior correspondientes a silos, aljibe y canalizaciones.
9. Monasterio de la Merced
Monasterio de la Merced, Huete
11. Posito Real
En su interior hay actualmente un Centro de Interpretación
sobre las fiestas de San Juan Evangelista, patrón del Barrio
de Atienza y cuyo culto se realiza en esta iglesia,
declaradas como Fiestas de Interés Turístico Regional junto
con las de Santa Quiteria.
Cuevas de Sanabrio, Huete
Los orígenes de Uclés se remontan a la prehistoria, se han hallado
pruebas de asentamientos humanos desde el Neolítico.
Ya en el período romano se convirtió en una importante ciudad, de esa
época se conservan algunos restos de la muralla y un tramo de la calzada
que unía Segóbriga con Alcalá de Henares.
Así como la Fuente Redonda, encargada de surtir de agua a la localidad,
aquí se halló un ara votiva dedicada al dios Airón.Fuente Redonda,
construida por los romanos
Con la llegada de los musulmanes pasó a llamarse Uclis, de donde ha
terminado derivando el nombre actual.
Ellos se encargaron de construir un castillo rodeado de murallas tan
inexpugnables que nunca llegó a ser conquistado.
Durante los siguientes años, cristianos y musulmanes se enfrentaron en
varias ocasiones por el gobierno de Uclés.
Particularmente sangrienta fue la batalla de los Siete Condes, donde
murió el único hijo varón del rey Alfonso VI de León.Torre Albarrana del
Castillo de Uclés
Los cristianos consiguieron hacerse definitivamente conla región en el
año 1157, cuando fue intercambiada por Alfonso VII.
Fernando II de León se la cedió a la Orden de San Juan en 1163, once
años más tarde pasó a manos de la Orden de Santiago.
Ese fue un período de gran esplendor, cuando el Monasterio de Uclés
llegó a convertirse en “Cabeza de la Orden” (Caput Ordinis).
Carlos I ordenó reunificar las órdenes militares bajo la Corona,
adquiriendo todos sus territorios y posesiones
Él encargó la construcción del monasterio que podemos ver hoy, aunque
fue Felipe II quien impulsó el desarrollo de la obras.Muralla de Uclés
Durante la Guerra de Independencia se produjo la Batalla de Uclés, dando
como resultado el saqueo y destrozo de la villa.
Indice:
- Como llegar al Monasterio de Uclés
- Croquis de nuestra Ruta
- Monasterio de Uclés
- Murallas y Castillo de Uclés
- Comer en Uclés
- Ermita Virgen de la Cuesta, Huelves
- Algo de historia sobre Huete
- El castillo de Huete
- Monasterio de la Merced
- Mina de Lapis Specularis
- Posito Real
- Torre del Reloj y Arco de Almazán
- Otros lugares a visitar en Huete
- Museos de Huete
- Comer en Huete
- Otras Rutas Cercanas
1. Como llegar al Monasterio de Uclés
Desde Madrid (98 km.)
Toma la autovía A3 en sentido Valencia.
Desvíate en la salida 90 "Tribaldos-Uclés". Sigue las indicaciones hacia
Uclés haciendo las dos rotondas y atravesando el pueblo de Tribaldos. Al
llegar a Uclés, verás señalizada la carretera de acceso al monasterio.
Desde Cuenca (72 km.)
Toma la autovía A40 sentido Madrid. Desvíate en la salida 254 "Carrascosa
del Campo (oeste)". En las dos primeras rotondas toma las salidas a
Carrascosa del Campo. En la tercera rotonda toma la primera salida hacia
Uclés. Sigue 12 km, atravesando la población de Rozalén del Monte. Una vez
llegues a Uclés, gira a la derecha bordeando el pueblo hasta la carretera
de acceso al monasterio.
NOTA: La salida 244 de la A40 (Paredes-Uclés) te dirige por un camino
agrícola. NO es recomendable.
Desde Valencia, Albacete o C. Real
Llegar a la autovía A3 y tomarla en sentido Madrid. Desviarse en la salida
91 "Tribaldos-Uclés". Seguir las indicaciones desde la rotonda atravesando
el pueblo de Tribaldos hasta llegar a Uclés.
Si usas navegador GPS puede que te dirija a través de la salida 104 de la
autovía y el pueblo de Saelices por la "ruta turística alternativa" que te
indicamos bajo el mapa, lo que también es una buena opción. El camino
rural desde Saelices está en buenas condiciones. Recomendamos respetar las
señales de tráfico y el limite de velocidad.
2. Croquis de nuestra Ruta
3. Monasterio de Uclés
El Monasterio de Uclés está construido sobre el antiguo convento de la
Orden de Santiago. Las obras del Monasterio Convento de Santiago
comenzaron en el siglo XVI. El conjunto lo forman la iglesia, edificio
monacal y restos de la antigua fortaleza.
Se encuentra sobre una plataforma natural impresionante, ocupando
un kilómetro cuadrado rodeado de murallas, torreones, contrafuertes y
bastiones, y fue declarado Monumento Nacional en 1931.
Del castillo primitivo quedan en pie las torres del Palomar, el Póntido
y la Albarrana, ésta última reformada en el siglo XVI, para convertirse
en la torre del homenaje. El castillo no es visitable.
Destaca al suroeste la puerta de Sicuendes y en dirección oeste-norte
una muralla en forma de dientes de sierra. En la ladera este, tras una
fuerte pendiente, se encuentra enclavado el casco urbano.
El monasterio es de planta cuadrada con patio central, claustro de dos
alturas y nueve arcos de medio punto por cada lado, sobre pilastras de
planta cuadrada; el deambulatorio está cubierto con una bóveda de cañón
con lunetos y arcos formeros, resaltados en piedra. En el centro del
patio hay un aljibe en piedra caliza y decoración barroca, con el escudo
real a un lado y en el otro el de la Orden.
El ala oriental del edificio es de estilo plateresco, construida entre
los años 1530-1550, con balcones y ventanales con rejería, abocinados y
ornamentados con conchas y tallas en bajorrelieve, con repetición de
conchas y del motivo de la cruz de Santiago.
Monasterio de Uclés, Cuenca
El ala norte corresponde a la iglesia y tiene un sobrio estilo
herreriano con dos puertas de acceso con escalinata.
El ala occidental fue construida en el siglo XVII, en estilo herreriano,
y tiene tres plantas.
El ala sur, levantada en el siglo XVIII, cuenta con una gran portada
churrigueresca, realizada en 1735 y atribuida a Pedro Ribera.
En su interior alberga una extraordinaria escalera bajo cúpula
elipsoidal sobre pechinas decoradas en forma de concha y otra de estilo
imperial, donde destaca el esviaje de los arcos. La sacristía es de
estilo plateresco, con cubiertas de lacería gótica. El refectorio
conserva un artesonado de extraordinaria calidad, con casetones
hexagonales, combinado en su interior motivos vegetales y medallones con
la efigie del emperador Carlos V, la muerte y diversos personajes.
El cerro sobre el que se asienta el monasterio, acogió ya en la
antigüedad un castro
celtíbero.
Fueron sin embargo los musulmanes quienes construyeron una fortificación
con imponentes parapetos defensivos, algunos de los cuales se pueden
observar aún hoy en día. Tras ser definitivamente conquistado por los
cristianos, el rey Alfonso VIII cedió en 1174 el castillo a la Orden de
Santiago, convirtiéndose en su casa matriz. Con el paso del tiempo, se
fue constituyendo un intrincado conjunto de dependencias, en las que
residían los miembros de la orden, que se unieron a la fortaleza y a la
iglesia construida tras la conquista cristiana.
Tras el fin de la Reconquista, el conjunto de edificios sufrió una
remodelación radical, que acabó con gran parte de los elementos
defensivos del castillo y le dio el aspecto actual. No así con las
murallas, que aún se conservan, una tapia protege la antigua huerta,
regada con las aguas del río Bedija, le sigue la muralla, que tiene una
parte restaurada (al sur) y el resto en muy mal estado, deja aún
entrever su disposición en forma de dientes de sierra.
La construcción del actual monasterio se inició el 7 de mayo de 1529,
durante el reinado de Carlos I (en 1523 la corona se convierte en
administradora de la Orden de Santiago), comenzando por el ala este, que
es de estilo plateresco. Las trazas originales son de Enrique
Egas.
En el último cuarto del siglo xvi comenzó la construcción de la iglesia,
de estilo herreriano. Avanzado el siglo xvii continuaron las obras de
las alas oeste y sur , para continuar luego las del patio y la escalera
principal. La obra finalizó en 1735, bajo el reinado de Felipe V,
elevándose un cuerpo la nave oriental y terminándose la portada
principal, que es de estilo churrigueresco.
En la primera fase de su construcción, se utilizó piedra del cerro
«Cabeza del Griego» (Segóbriga), puede verse inscripciones romanas en
dos piedras de sillería de la fachada este.
Grabado de Francisco Javier Parcerisa, de 1853, en el que pueden
verse los chapiteles de todas las torres.
En 1836, con la desamortización de Mendizábal, se suprimen de forma
definitiva los conventos por decreto de 9 de marzo, la comunidad
santiaguista quedó disuelta. Los gobernadores eclesiásticos
administraron el antiguo priorato desde la muerte del último
Obispo-Prior en 1844 hasta la disolución de las Órdenes Militares en
1873.
El 4 de febrero de 1874, la Casa-Matriz de Uclés se agrega al Obispado
de Cuenca, se funda un Colegio Seminario, y en septiembre comienza el
curso. Desde 1880 y hasta 1897, el convento de Uclés acoge al
Escolasticado de la Compañía de Jesús de Toulouse.
En 1902 se establece en el convento un colegio de Segunda Enseñanza
regentado por agustinos, hasta que en 1936, al comienzo de la Guerra
Civil, fue saqueado y destrozado, instalándose poco después en el
edificio un hospital de sangre.
El edificio fue restaurado por el Servicio Nacional de Regiones
Devastadas y Reparaciones, y desde octubre de 1949 hasta junio de 2012
acogió el seminario menor del obispado de Cuenca, con el nombre de
Seminario Menor «Santiago Apóstol».
Vista del monasterio de Uclés en la cima del cerro de El Portillo
(desde el oeste).
El monasterio fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de
abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En 2003 se amplió la protección a su entorno.
Monasterio
Fruto del largo período durante el cual se ejecutaron las obras, pueden
apreciarse en el monasterio tres estilos arquitectónicos: plateresco,
herreriano y churrigueresco, lo que le convierte en un lugar ideal para
realizar un repaso de historia del arte.
El ala este del monasterio, de la primera mitad del siglo xvi, se
ejecutó en estilo plateresco. La iglesia, que ocupa el ala norte, y fue
finalizada en 1602, es de estilo herreriano. El resto del monasterio,
erigido durante el siglo xvii es de estilo barroco y culmina con su
fachada de estilo churrigueresco, atribuida a Pedro de Ribera.
ACCESO
Es necesario realizar reserva a través del correo:
reservas@monasteriodeucles.es
Horario: de martes a domingo (pases cada 15 minutos)
Mañana: 10:15 h. hasta las 13:00 h.
Tarde: varía en invierno y verano (consultar www.monasterioucles.com)
Tiempo mínimo recomendado para la visita; 1h 15min
Tarifa:
Individual Ordinaria: 8 €/persona.
Individual Reducida: 4€/persona menores de 5 a 12 años.
Gratuita: Sólo para Amigos del Monasterio de Uclés.
Grupos (a partir de 20 personas, con reserva previa): 6,00 €/persona.
CURIOSIDADES
Una tienda en su interior ofrece productos regionales.
En el S. XIX, volvió a tener usos militares a consecuencia de las
guerras carlistas. Testigo de ello eran las fusileras que
presentaba los adarves dela cortina del S. XV y la Torre Palomar.
La reciente restauración terminó por suprimirlos.
El castillo viejo de la Orden de Santiago, tiene su origen en la
alcazaba islámica, pues consta que Alfonso VIII entrega “villa y
castillo” en el aludido año de 1174. Sobre esta edificaron una
fortaleza que en el S. XV; constaba de Patio de Armas, Torre del
Pontido, Torre Palomar, Torre Albarrana, Torre Blanca y Torre de
la Plata, Puente levadizo junto a las correspondientes bodegas,
almacenes y salas.
La mayor parte del edificio se encuentra hoy bajo el actual
Monasterio; uno de los paramentos salió a la luz en una reciente
excavación arqueológica a la altura de ábside de la Iglesia. Hoy
en pie quedan las denominadas Torre Albarrana, la Torre Palomar y
parte de restos de lienzos que cerrarían el castillo por el sur.
Por fotografías cotejadas antes de su restauración, sabemos que
dichos lienzos aparejaban una mampostería de calizas concertada
similar, a la existente en la Albacara. Ello nos lleva a datar el
castillo santiaguista en la IIª mitad del S. XII.
Las torres existentes presentan diversa momentos de reforma, que
debido al intenso rejuntado de las obras recientes, no podemos
precisarlos. No obstante, el libro de visitas de 1494 alude a
reformas de la la IIª mitad del S. XV por parte del Maestre Alonso
de Cárdenas.
De la fortificación original quedan 3 torres unidas por un muro y
parte de la muralla en forma de zigzag. También hay otras
edificaciones posteriores visitables e incluye una tienda con
productos locales.
Información sobre horario y tarifas:
De mayo a septiembre: de 10:00 a 20:00h
Resto del año: de 10:00 a 18:00h
Entrada general con audioguía: 4€
Entrada para grupos: 3€
4. Murallas y Castillo de Uclés
Murallas y Castillo de Uclés, Cuenca
El castillo de Uclés fue una importante fortaleza musulmana del
siglo X y está situado sobre un imponente cerro. Ha pasado por
varias manos, incluidas las de la Orden de Santiago. En el siglo
XVI el castillo fue destruido y se construyó un monasterio, así
que combina muchos estilos diferentes.
El castillo convento de Uclés se alza sobre un cerro alargado en
la zona más alta de la localidad. Este castillo, construido a
principios del siglo X, fue una importante fortaleza musulmana.
En el año 1157 pasó a manos de Alfonso VII, posteriormente a la
Orden de San Juan y luego a la de Santiago. En el año 1528 el
castillo fue destruido, y se construyó el monasterio de estilo
herreriano.
En el siglo XIX, con la desamortización de Mendizábal, la orden
tuvo que abandonar el edificio. Esta zona es una mezcla de las
culturas musulmana y judía, como lo demuestran los restos
históricos que aún quedan.
Los judíos fueron expulsados por los Reyes Católicos en 1492 y
los árabes fueron aislados en 1502, y Uclés se convirtió en una
fusión de culturas defendidas tras los muros del castillo.
De la estructura primitiva de esta fortaleza quedan tres torres
con un muro que las une y la muralla en zigzag. Como elementos
defensivos de la fortaleza destacan las torres del Homenaje y la
de Plata.
Una de ellas es albarrana, elemento defensivo árabe que consiste
en separarla del edificio y unirla a él por medio de un pequeño
puente. Ambas torres son de planta cuadrada, pero carecen de
remate en almenas. La una se une con la otra por medio de un
muro.

Otra nota significativa de la fortaleza es su muralla en forma
de zigzag, o con aspecto de cremallera.
Murallas y Castillo de Uclés, Cuenca
Este sistema servía para dotar al edificio de una amplia
visibilidad sorteando las torres y los ángulos que limitaban la
visión, haciendo muy difícil el acceso al recinto.
Este sistema no aparece en las fortificaciones de otras
zonas. Su ubicación en un montículo elevado es también una
característica defensiva, pues dificultaba el ataque.
El material utilizado en su construcción fue la piedra escasa o
nulamente labrada, como es costumbre en la mayoría de estos
edificios. Para la construcción de la muralla se utilizó piedra
de Segóbriga, ciudad de origen romano. La piedra de la muralla
está trabajada en sillería. Los materiales se extraían de
lugares cercanos a la propia construcción.
De la antigua fortaleza musulmana, el castillo viejo, sólo
quedan las torres y la muralla. El resto es obra posterior a la
Orden de Santiago, orden a la que perteneció hasta la
desamortización de Mendizábal. Su restauración se centra en las
zonas que más daño han sufrido.
La propiedad de este castillo convento está compartida en tre Ayuntamiento de Uclés e Iglesia católica, y su uso es, por una parte turístico una parte, por otra seminario y colegio.
Murallas y Castillo de Uclés, Cuenca
El castillo nuevo se encuentra hacia el sur, en el extremos del
cerro. Consta de una Torre de Homenaje a cuyos pies se abría un
recinto cuadrado articulado por una barrera y un patio central.
La barrera disponía de un cubo de planta circular con troneras
de palo y orbe para artillería. Posiblemente este corresponda a
la Torre Blanca de la documentación.
El Libro de Visitas arriba citado alude a la Torre Vieja del
Homenaje – que estaría en el castillo que ocupa hoy el
Monasterio – y la Torre de Homenaje Principal que interpretamos
como referida a la existente en este “castillo nuevo”.
Además informa que su obra la realizan Juan Pacheco y Alonso de
Cárdenas, lo cual se sitúa documental y formalmente en la IIª
mitad del S. XV. No obstante, la lectura de la cara sur de la
torre de Homenaje detecta también unidades estratigráficas
murarias de entidad en el S. XVI.
Este castillo se conecta con una cortina que integra seis tramos
y cinco cubos rectangulares, aparejados en mampostería también
con llagueado animado de escorias; técnica constructiva, que
como hemos visto, tiene gran pervivencia en el tiempo. La
fabrica de este elemento apoya sobre la Torre de Homenaje del
“castillo nuevo”, lo cual indica que también fue ejecutado por
las mismas fechas. Los elementos turriformes de esta cortina
parecen ya anticuados para la centuria del 1400.
Estos miran hacia el interior dela población; hecho nada extraño
para una centuria en que la violencia antiseñorial estaba muy
extendida. La cortina remata en norte en un baluarte que fue
construido también por Alonso Cárdenas, y conectaría con el
“castillo viejo” mediante un puente levadizo. Nuevamente por el
Libro de Visitas de 1494, sabemos que esta cortina se debe
también a este último personaje.
El Castillo no debía encontrarse en muy buen estado este último
año pues se cifran las obras de reparación en 934.206
maravedíes, cifra respetable, casi la misma en que cuesta al
Duque de Alba el Castillo de Granadilla.
Es posible que no se ejecutase en su totalidad, pues lo cierto
es que en 1597, El freile de Santiago Diego de Mota escribe que
el castillo de Uclés: “por mucha vejez y guerras, y por lo que
el Convento a derribado para el edificio que va haziendo, está
en muchas partes arruinada”.
No obstante, todas estas construcciones poliorcéticas también
son símbolo de la relaciones no siempre bien avenidas entre los
propios miembros de la Orden de Santiago. Intuimos que estas no
debieron de ser muy buenas en tiempos del Maestre Juan Pacheco,
pues es el promotor de un castillo que desafía en un extremo a
la vieja fortaleza sede tradicional de los caballeros
santiaguistas.
5. Comer en Uclés
La cocina local está muy influenciada por la gastronomía manchega, pero también cuenta con productos típicos de La Alcarria.
Así entre los entrantes podemos encontrar: ajoarriero, morteruelo, pisto manchego, gachas, migas o queso frito.
Entre los platos principales destacan los elaborados con carne de caza, como las judías con perdiz.
Aunque también se utiliza mucho cordero, bien asado o bien en caldereta.
Calle Angustias, 2 Junto al Ayuntamiento, en la Plaza Pelayo Quintero Nº 1,
16452 Uclés España
+34 969 13 50 65
La Posada de Perico
Plaza Pelayo Quintero No 4,
16452 Uclés España
+34 969 13 52 54
Heras Sanz
16452 Uclés España
+34 696 77 52 55
6. Huelves
Ermita Virgen de la Cuesta, Huelves
Este pequeño pueblo, con menos de 80 habitantes, está a 71 km de Cuenca,
dentro de la comarca de la Alcarria. De su pasado romano es prueba
viviente el miliario encontrado en sus terrenos y actualmente expuesto
en el museo de Segóbriga.
Al parecer pertenecía a la vía que unía Segóbriga y Alcalá de Henares en
el año 98 d.C. Otra muestra de este legado romano son las formas de su
ermita de la Virgen de la Cuesta o la Antigua que podemos visitar.
QUÉ VEREMOS
Situada en la mitad de la ladera tiene esta ermita su origen en un
mausoleo tardorromano del siglo IV d.C. parecido al de LLanes en
Albendea.
Su planta trilobulada con tres ábsides semicirculares dan paso a un
espacio interior cuadrangular.
Todo el edificio está cubierto de cal, lo que le confiere un sabor más
popular.
ACCESO
Preguntar en la iglesia o el Ayuntamiento por los horarios de visita.
TE RECOMENDAMOS
Una visita a los restos del castillo de Acuña, a alguna de las casas
palaciegas que aún se conservan en la Plaza Mayor y a la iglesia de San
Miguel Arcángel, donde se conserva una pila bautismal románica, con
cenefa de dientes de sierra y borde de soga de gran belleza.
7. Huete

Huete, Cuenca
Huete se encuentra en el noroeste de la provincia, a 54 km de Cuenca.
Se localiza en las laderas este y sur de un alto cerro, conocido como
del Castillo, entre el río Cauda o Borbotón y el arroyo de las
Canales, en un valle cerca de la confluencia de ambos cursos con el
río Mayor.
Entre su patrimonio destaca el Castillo de Luna, de tipo
alcazaba y de planta rectangular muy alargado, siguiendo la forma de
norte a sur del mismo cerro sobre el que se asienta.
Para su construcción se utilizó piedra en sillarejo, quizás
aprovechando también el material de la antigua ciudad romana de Opta.
Algo de historia sobre Huete
Prehistoria
Los primeros vestigios que indican la presencia del hombre en su
territorio datan del final del Paleolítico Inferior —hace unos 10 000
años—, aunque, a lo largo del Paleolítico Medio (Musteriense), esta
ocupación se hizo más patente y generalizada en forma de pequeños
grupos que nomadeaban por los valles de los ríos Mayor y Borbotón,
encontrando en sus márgenes no solo caza, pesca y abrigo, sino también
el abundante material de sílex —pedernal—, con el que fabricaban sus
distintos útiles y herramientas.
Hace unos cuatro mil años, se producía el primer asentamiento estable
en la cima del cerro del Castillo por grupos de la Edad de Bronce,
lugar elegido tanto por cuestiones defensivas como de control del
territorio. Estos factores continuaron siendo válidos a lo largo de la
Primera Edad del Hierro, de la que también se han encontrado
abundantes vestigios en este mismo lugar.
Protohistoria y Edad Antigua
En siglo VI a. C. se documenta un nuevo centro de población en el
cerro de Álvar Fáñez, núcleo posteriormente romanizado del que
dependería la explotación minera del lapis specularis (yeso
especular), minas, de las que hay buenos ejemplos en la zona.
Repartidas, en los valles de ambos ríos, se encuentran restos de
varias villas tardo-romanas que tendrían como principal eje económico
el cultivo de cereales de los campos de su alrededor.
Edad Media
Tras una hipotética presencia visigoda, el actual núcleo de Huete
entró verdaderamente en la historia en la Edad Media durante el
período andalusí, ya en su fase emiral, tal como constatan las fuentes
escritas y arqueológicas, siendo conocida como Wabda.
Formando parte de la cora de Santabariyya o Shant Bariya (Santaver),
el cerro del Castillo y una gran parte de su ladera meridional se
fortificaron con murallas.
Durante los siglos IX y X, fue un centro importante en la zona
de las tribus bereberes de los Hawwara y Madyuna, bajo el poder de la
familia de los Banu Di-l-Nun, que más adelante se haría con el control
de la región estableciendo la
Taifa de Toledo (1031-1085).
Precisamente fue a Huete donde al-Qádir, el último rey toledano, se
retiró tras dejar el poder de Toledo en manos de Alfonso VI, y antes
de establecerse como rey en Valencia. Tras morir en esta ciudad
(1091), tanto Huete como sus tierras particulares al sur del
Tajo pasaron a manos
de Álvar Fáñez.
Tras su paso al reino de Castilla, Huete fue repoblándose con gentes
de la Meseta norte; y no sin grandes dificultades, debidas a la
consiguiente reacción almorávide tras la conquista de estas tierras
por Alfonso VI —muy cerca de la localidad de Huete se produjo la
derrota de las tropas castellanas en la batalla de Uclés (1108), y que
puso al reino en un gran aprieto—. A lo largo del siglo XII, al estar
en la vanguardia del reino por su parte más oriental, Huete fue
adquiriendo un papel cada vez más destacado frente al poder andalusí.
Ello explica que el ejército almohade —el nuevo poder africano
dominante en al-Ándalus en ese momento—, en julio de 1172, y dirigido
por el propio califa Abu Yaqub Yusuf (Yusuf I), se dirigió contra
Huete, cercándola durante diez días.
Después de instalar sus reales en el llamado Cerro de las Tiendas —que
alude a este hecho de armas—, los almohades, tras los numerosos
asaltos que realizaron, llegaron a entrar en los arrabales pero no
lograron tomar el castillo.
Agotados ambos contendientes —los cristianos, por la falta de agua, y
los almohades, por la falta de forrajes—, el 22 de julio el ejército
musulmán levantó el campo dirigiéndose hacia Cuenca.
De esos críticos momentos data el patronazgo de las santas Justa y
Rufina, pues la tradición narra que el 19 de julio, durante el cerco
almohade y tras fracasar el último asalto del califa, cayó tal
tormenta en Huete que llenó los secos aljibes de la fortaleza,
permitiendo así que los defensores esperaran, sin los apuros
anteriores, la llegada del rey Alfonso VIII para poder desbaratar los
planes del ejército sitiador.
Tras la retirada almohade y previendo nuevos ataques, que ya no
sucedieron, se acometería la reconstrucción de las murallas de Huete,
para así poder acoger mejor a sus habitantes, que desde ese momento,
ya en paz la región y relativamente alejado el peligro almohade,
fueron a poblar el lugar: una villa de frontera.
En 1164 tuvo lugar en la localidad la Batalla de Huete, en la que las
tropas de la Casa de Castro, a las órdenes de Fernando Rodríguez de
Castro "el Castellano", derrotaron a las tropas de los partidarios de
la Casa de Lara, dirigidas por el conde Manrique Pérez de Lara, que
resultó muerto en la batalla, y sus hermanos Álvaro y Nuño. La batalla
tuvo lugar en el contexto de la turbulenta minoría de edad de Alfonso
VIII de Castilla, vencedor de la batalla de las Navas de Tolosa,quien
tuvo que combatir, entre otros, con su tío el rey Fernando II de León,
quien ocupó la ciudad de Toledo en el año 1162.
En 1290 se realizaría en Huete el padrón de las aljamas de los judíos
castellanos.
Huete, aunque nunca perdió su condición de villa de realengo —con
título de ciudad desde que el 26 de julio de 1428 el monarca Juan II
se lo otorgara—, junto a su fortaleza, con la intención de asentar su
poder en la zona o resolver cuestiones dinásticas, sólo fue dada por
los monarcas castellanos a diferentes parientes suyos.
Pese a ello, sobre todo a lo largo de la baja Edad Media, los amplios
términos de Huete fueron mermando a favor de la clase nobiliaria.
Ésta, que poseía amplias tierras en la región, contando con la
intervención de algunos de sus miembros, fue ocupando a favor de sus
propios intereses diversos cargos en el gobierno del concejo de la
ciudad.
Desde el siglo XII la presión sobre Huete de la nobleza era evidente,
pues tanto los Laras como los Castros, las familias que por entonces
se disputaban el control del poder real, intervinieron en la
designación de los tenentes de su fortaleza. Alfonso VII le otorgaría
su primer Fuero (un fuero breve de conquista), mejorado posteriormente
por uno similar al de Cuenca en época de Alfonso VIII.
En esta época también tendría su origen el escudo de la ciudad: un
león rampante sobre una media luna menguante en campo azul.
Durante el período trastámara, en 1388, Juan I dio Huete a Doña
Constanza, hija mayor de Pedro I y duquesa de Lancaster, con el fin de
resolver el problema dinástico que en ese momento se daba al aspirar
ésta al trono castellano.
En la Paz de Troncoso y el tratado de Bayona se acordó que, junto a
Guadalajara, Olmedo y Medina del Campo, Huete, con todas sus rentas y
derechos, fuera dada de por vida a Doña Constanza, y que su hija,
Catalina, casara con el infante Enrique, adoptando ambos, como
príncipes herederos al trono castellano y por primera vez, el título
de Príncipes de Asturias.
Tras la muerte (1394) de la duquesa de Lancaster, tal como estaba
acordado, Huete pasó a su hija Catalina, ya reina desde 1390, que unió
a sus propias villas, dadas a raíz su matrimonio con Enrique III, de
Soria, Atienza, Almazán, Deza y Molina de Aragón —todas ellas, en una
misma zona geográfica del oriente de Castilla—. La nueva posesión no
acabó con los intentos de la nobleza por hacerse con el control de la
zona de Huete.
Así, durante el reinado de Enrique III, diversos linajes fueron
alcanzando un progresivo protagonismo en las comarcas cercanas a ella,
y que a la postre convirtieron en señoríos, rápidamente ampliados
hasta convertirse en importantes estados señoriales. Tales fueron los
linajes de los Mendoza —en alguna de sus ramas—, y sobre todo los
Carrillo y los Acuña, que emparentaron entre sí.
Renacimiento
Ya en el siglo XV, Juan II le concedió el título de ciudad, gracias a
la intervención de Pedro Carrillo de Huete, El Halconero, su
cronista.
Los Reyes Católicos, el 28 de febrero de 1477, la distinguirían con
los títulos de Noble y Leal, tratamiento con el que se denominará a
partir de entonces.
Con los Austrias pasó a ser cabeza del Partido de Huete, dentro de la
provincia de Cuenca.
Edades Moderna y Contemporánea
En el siglo XIX, el rey Fernando VII, durante el verano de 1816,
permaneció varios días en la ciudad.
8. El castillo de Huete
también denominado alcazaba de Wabda y castillo de Luna, es
un castillo medieval, al noroeste de la ciudad española
de Huete, en la provincia de Cuenca.
Se ubica al oeste del barrio de Atienza de dicha localidad,
ocupando lo que fue un importante enclave geoestratégico desde el
que se domina una amplia zona hasta la sierra de Altomira al
oeste, desde el valle del Mayor hasta las alcarrias de Sacedón
hacia el norte, la entrada hacia la serranía conquense al este y
los primeros cerros de la Manchuela al sur.
Descripción
La torre sureste, restaurada en parte en el siglo xx, fue la
mayor de la alcazaba con una altura de unos 12 metros y un
diámetro de unos 22.
Los muros que surgen de la torre principal ostentaron otras
torres emirales (siglo ix) y califales (siglo x) menores, de unos
4 metros de altura y 3 de profundidad, formadas por tizones con
talud de tres escalones en sus partes inferiores. De la torre
situada al norte partiría la muralla con cinco torres que rodearía
la población hasta enlazar con el extremo sur del castillo.
En su interior se asientan cinco silos y un aljibe de unos 25 m²
de superficie dividido en dos compartimentos.
Historia
Restos de la Edad de Bronce hallados en la zona dan cuenta de un
posible asentamiento prerromano en la zona. Claudio Ptolomeo
citaba en su Geografía un asentamiento celtibero a la que denominó
Istonium, siendo una de las posibles ubicaciones de este castro
celtibero el cerro de Alvar Fáñez.
En el siglo vi a.c., los romanos situaron en su cima Julia Opta
(en castellano actual, 'recinto fortificado' o 'plaza fuerte',
dando constancia al carácter fortificado del asentamiento) del
cual aún queda algún resto. Este asentamiento romano tuvo cierta
importancia debido a la explotación del yeso especular, muy
abundante en la comarca.
La decadencia de Roma lleva al gobierno a los visigodos a finales
del siglo v d.c., que poco dejaron legado en la antigua Opta.
Ya en el siglo viii los bereberes llegan a la antigua Julia Opta y
sobre sus restos Al-Mutamid, rey taifa de Sevilla, funda en el
siglo ix Wabda (en el castellano actual 'río' o 'valle', dando
referencia al valle del río Borbotón hacia el que se extiende
Huete) y se levanta la alcazaba sobre el cerro de Álvar Fáñez.
Es en 1150 —las crónicas de la época datan en el 19 de julio—
cuando Wabda cae en manos cristianas de manos de las tropas del
rey Alfonso VII de Castilla. Se daría entonces lugar a la
ubicación actual de Huete, cuyo poder se disputarían los Castro y
los Lara en 1164, recayendo la batalla en favor de los
últimos.
La alcazaba sufre reformas a lo largo de este siglo x y queda
convertida en el castillo de la Luna. Todavía este castillo
tendría un último cometido en 1174 cuando los almohades sitiaron a
Huete en el castillo, donde el pueblo resistió produciendo así la
huida de los sitiadores.
El desplazamiento al sur del frente de batalla entre los reinos
cristianos y los musulmanes dejó en un segundo plano, por
inutilidad, el castillo de Huete cayendo en el incipiente abandono
en el cual se encuentra en la actualidad.
El castillo de Huete es de propiedad municipal y de acceso libre a
través de un ancho camino que sale desde la parte más alta del
barrio de Atienza y que concluye en la cima del cerro, donde se
sitúa el monumento del Sagrado Corazón de Jesús asentado sobre un
gran pilar realizado con piedras extraídas del propio
castillo.
Tan solo quedan algunos muros en pie, restos de la muralla que circundaba el pueblo y el torreón reconstruido en el extremo sureste, así como algunas dependencias en su interior correspondientes a silos, aljibe y canalizaciones.
9. Monasterio de la Merced
Fue fundado a finales del siglo XIII. Su magnificencia y prestigio
lo convirtieron en uno de los monasterios más importantes de la
Orden mercedaria en Castilla, sede de algunos capítulos generales
y provinciales, en los que tomaron parte representantes de los
monasterios mercedarios más importantes de todo el mundo para
decidir los designios de la institución.
De la edificación actual lo más antiguo es el tramo central de la
fachada principal, único vestigio de una bella obra diseñada en 1639
por Cosme de Peñalacia.
Aquella obra contaba con dos torres rematadas en chapitel de pizarra
en los extremos y dos bellas portadas, una con columnas para la
iglesia y otra más discreta para la portería, todo ello
desaparecido.
La fachada correspondiente a la iglesia fue remodelada en estilo
neoclásico en 1867 y la esquina sur (la más cercana a la puerta del
Ayuntamiento) fue transformada a finales del siglo XIX.
El claustro, uno de los mejores patios barrocos de la provincia,
fue diseñado y construido por el arquitecto Cosme de Peñalacia
entre 1645 y 1647, destacando el bello contraste cromático
producido por la utilización de distintos materiales.
Monasterio de la Merced, Huete
La iglesia, diseñada en 1670 por el arquitecto madrileño José de
Arroyo, incorpora un entablamento de piedra con ménsulas pareadas y
dentículos que recorre todo el perímetro del templo.
Sobre el crucero se eleva una bella media naranja con una pintura al
temple que representa la aparición de la Virgen a San Pedro Nolasco,
fundador de la Orden.
En 1754 se construyó la sacristía, que actualmente incorpora un
retablo manierista procedente de la abadía de Caracena del Valle.
Realizado en la segunda mitad del siglo XVI, la mazonería fue
encargada a Diego de Villadiego mientras que las pinturas sobre
tabla son obra de Pedro Muñoz de Aguilar.
Por último, en la segunda mitad del siglo XVIII se llevó a cabo la
ampliación del monasterio, seguramente con la intervención de José
Martín de Aldehuela, con dos bellas fachadas con un orden de rejas y
dos de balcones, una sala capitular y un refectorio, hoy Museo de
Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente.
Actualmente el edificio alberga el Ayuntamiento de la Ciudad, así
como diversas dependencias administrativas, la oficina de turismo,
la biblioteca municipal, la Parroquia de San Esteban y tres museos.
En el año 1992 el conjunto es declarado Bien de Interés Cultural.
10. Mina de Lapis Specularis
El Lapis Specularis es un yeso cristalizado que los romanos usaron
como cristal para las ventanas durante los dos primeros siglos de
nuestra era.
Según Plinio el Viejo el mejor Lapis Specularis de todo el Imperio
Romano se encontraba a 100.000 pasos alrededor de la ciudad de
Segóbriga, y dentro de esos 100.000 pasos se encuentran las minas
de Lapis Specularis de Huete.
Hispania no fue la única fuente de este mineral (también hubo
yacimiento en el norte de África y en Próximo Oriente) pero sí
proporcionó el mineral de mayor calidad y en mayores cantidades,
especialmente en la cuenca Loranca-Huete, en la meseta hispánica.
El lapis specularis es una variedad mineralógica del yeso conocida
como yeso selenítico (también conocido como Cristal de Hispania,
espejuelo o espejillo). Suele aparecer en filones encajada entre
otros yesos estratificados.
Las Cuevas del Sanario, en concreto la Cueva de los Cuchillos y la
de Máximo Parrilla, son visitables para que el público conozca en
primera persona cómo era este material y como era su extracción
por parte de los romanos. Un mineral que significó el motor
económico de toda la región durante prácticamente un siglo y medio
que se localiza e muy poquitos lugares de Europa.
Una visita muy recomendable y única donde te puedes adentrar en
antiguas galerías romanas y aprender cómo se iluminaban, cómo
trabajaban y cómo extraían un cristal que se vendía por todo el
Mediterráneo.
LOCALIZACIÓN
Carretera CM310, desvío KM111. A 400 m se encuentra la zona de
parking.
11. Posito Real
Los pósitos eran los antiguos almacenes de grano cuyo objetivo
era prestar cereal en diversas condiciones y podían tener el
carácter de municipal o real, dependiendo de quien lo
gestionase. En el caso de Huete, el Pósito era de titularidad
real y, dada la extensión de las Tierras de Huete, fue uno de
los más importantes en la actual provincia de Cuenca.
Su construcción data del siglo XVII, como consta en el escudo
real que hay en la portada que está flanqueado por dos escudos
de la Ciudad de Huete, aunque en el siglo XIX sufrió una amplia
transformación. El interior está distribuido por 7 bóvedas
consecutivas construidas en sillar que tenían como objetivo
aislar de humedad el grano que se situaba en el piso superior.
12. Torre del Reloj y Arco de Almazán
En la Edad Moderna se realiza la construcción de la la Torre del Reloj en la ubicación actual.
La torre del Reloj es sin duda el monumento más simbólico y
famoso de Huete, tanto por su posición central en el caso urbano
como por su belleza.
Torre del Reloj y Arco de Almazán, Huete
La Torre del Reloj fue en su día una estructura anexa al antiguo
Ayuntamiento, aunque este se sitúa actualmente en el Monasterio
de la Merced.
Fue diseñada en estilo neoclásico por el arquitecto Francisco de
Toledo y realizada en 1795.
Dividida en tres cuerpos, es una bella y esbelta estructura de
sillería, que al exterior tiene forma cuadrangular y en su
interior redondeada.
La torre culmina con una cúpula con linterna horadada por cuatro
ventanas.
La puerta de Almazán es (junto con la de Daroca y Medina) una de
las tres puertas conservadas del recinto de la muralla de Huete,
de las diez que tenía en época medieval. Su estructura no es
original, ya que ha sufrido varias reparaciones y
transformaciones a lo largo de su historia, y su fábrica actual
se debe a la construcción de la Torre del Reloj en el siglo
XVIII.
Se encuentran en la plaza principal de la población y cercanos
al Pósito Real.
13. Otros lugares a visitar en Huete
Iglesia de Nuestra Señora de Atienza
De estilo gótico . Mantiene en pie parte de su ábside,
poligonal, de un primitivo estilo gótico, y con esto basta para
saber con certeza que tuvo que ser una iglesia magnífica, quizá
la más antigua de Huete.
Iglesia de Nuestra Señora de Atienza, Huete
En 1784 fue suprimida como parroquia y poco después, en 1790,
prácticamente fue derruida.
Todo un monumento declarado bien de interés cultural en el
exterior destacan sus sólidos contrafuertes y las columnas
ricamente adornadas. Llama la atención que en cada paño se abre
un larguísimo ventanal apuntado.
Calle Sta. María de Atienza, 20, 16500 Huete, Cuenca
Iglesia de Santo Domingo de Guzman
Fundado a finales del siglo XIV tras una donación de Catalina de
Lancaster, la actual construcción data del siglo XVII y es obra
del arquitecto Fray Alberto de la Madre de Dios, quien trabajó
también en la corte madrileña para el diseño de Convento de la
Encarnación.
Iglesia de Santo Domingo de Guzman, Huete
El edificio sirvió como uno de los conventos dominicos más
importantes de la Corona de Castilla hasta que a finales del siglo
XVIII se empieza a constatar un aparente estado de ruina, algo que
se hizo efectivo en la Guerra de la Independencia tras servir este
edifico como cuartel y caballerizas del ejército francés.
En 1835, con la Desamortizacion de Mendizábal, la iglesia y el
convento fueron enajenados y pasaron a manos particulares.
Arquitectónicamente, la parte más importante es la de la
iglesia, que dispone de una fachada de 20 metros y una
profundidad de 38, distribuida al interior en 3 naves con planta
de cruz latina y rematada por una bóveda de cañón en la nave y
por una cúpula sobre pechinas en el crucero.
Su esbelta fachada está compuesta por un estilo de transición
entre el último Renacimiento y el Barroco (uno de los mejores
ejemplos del Protobarroco en Cuenca), presidida por dos
espadañas. En el exterior, la nave central queda remarcada a
través de dos series de pilastras rematadas por un frontón.
Sin duda uno de los edificios más monumentales e importantes que
tiene Huete.
Colegio de los Jesuitas
El Colegio de Jesuitas de Huete fue fundado en 1570 por
Estaban Ortiz a instancias de Diego Hurtado de Mendoza, padre
de la Princesa de Éboli, y se convirtió en uno de los centros
jesuitas más importantes de la zona.
Colegio de Jesuitas, Huete
Tras la expulsión de los Jesuitas de España por parte de Carlos
III en el año 1767 la labor educativa siguió manteniéndose por
parte del clero secular.
Actualmente recibe el nombre de San Nicolás de Medina, o San
Nicolás el Real, ya que en el año 1770 se trasladó aquí la
antigua parroquia optense de San Nicolás de Medina, situada no
lejos del antiguo Colegio, aunque perdió la categoría de
parroquia en 1896.
La construcción actual data prácticamente al completo del
siglo XVIII, si bien la construcción comenzó en la segunda
mitad del siglo XVI. La Iglesia se comenzó a construir en 1700
y consta al interior de la típica estructura jesuita, con
planta de cruz latina rematada por una bóveda con lunetos y
una cúpula de media naranja en el crucero, disponiendo de
capillas laterales.
Al exterior, la parte más destacada es la portada de la
iglesia, que tiene doble pilastra y estipetes y está remata
por el escudo real de Carlos III, realizada en el momento del
traslado a este edificio de la parroquia de San Nicolás de
Medina.
14. Museos de Huete
Museo Florencio de la Fuente
colección internacional de Arte Contemporáneo con obras de
Villatoro, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Bores, Camille
Corot, Pedro de Matheu, Vicet Ochoa y José Bautista (pintor)
.
Museo de Arte Sacro
destacan la Cruz de San Nicolás de Almazán, con bellos relieves
de Francisco de Becerril y su hijo Cristóbal, y la Cruz de Santa
María de Atienza, realizada en 1618 por el platero Miguel
Martínez de Arta, posiblemente una de las mejores cruces
castellanas del siglo XVII y que desfila en procesión durante
las fiestas de San Juan Evangelista alrededor del 6 de
Mayo.
También es admirable un magnífico Cristo de Marfil del siglo XVII así como la colección de ornamentos y
vestiduras, en la que destaca el llamado Manto de los Cautivos, bordado en estilo filipino en el siglo XVIII para la Virgen
de las Mercedes.
Museo Etnográfico
reúne una colección de útiles relacionadas con las labores
artesanales de carácter tradicional en la alcarria conquense.
Destacan la colección de herramientas de uso agrícola y
ganadero.
Museo de la Fragua: colección de herramientas y trabajos de
forja.
15. Comer en Huete
Calle Salida Vega 1 Huete
+34686006585
Restaurante La Cibera
Calle Mayor 13,
Calle Mayor 13,
16500 Huete España
+34 969 37 20 70
La Casa del Tío Venancio
Calle Pilar Viejo, 2 Huete
+34969272671
Bar Arco Iris
C. Rey Juan Carlos I, 4,
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