
Ávila

Túmulos de Los Tiesos, Mediana de Voltoya
Los vettones fueron uno más de tantos pueblos que habitaron la península
Ibérica desde finales del siglo V a.C. encuadrados dentro lo que se conoce
como cultura céltica. Las fuentes de la época los situaban en las actuales
provincias de Ávila, Salamanca, Cáceres, parte de Toledo y de Badajoz.
Su forma de poblamiento eran los hoy llamados Castros, lugares elegidos por
sus condiciones defensivas naturales que eran además reforzados por potentes
murallas, torres, campos de piedras hincadas para dificultar el acceso de la
caballería, fosos, etc.
En sus necrópolis de incineración se enterraban las cenizas de aquellas
gentes que vivieron un momento de gran trascendencia como fue la conquista
romana, cuya culminación para los vettones fue hacia el 133 a.C., momento en
el que esos lugares pierden su independencia, aunque siguen habitados al
menos un siglo después. Su abandono en el siglo I a.C. dio lugar a las
ruinas arqueológicas que hoy constituyen un exponente cultural de gran
monumentalidad, rehabilitadas para el disfrute público.
Como continuación a la Primera parte de nuestra ruta:
Castro de el Raso, Candeleda
Indice:
- Croquis de nuestra ruta
- Como Llegar a Avila
- Castro de los Castillejos
- Castro de las Cogotas
- Maqbara de San Nicolás
- Verracos de Tornadizos
- El Dolmen de Bernuy
- Túmulo de Los Tiesos
- Castro de El Berrueco
- Otras Rutas Cercanas
1. Croquis de nuestra ruta
2. Como Llegar a Avila
Como todos nuestro destinos están circunvalando la ciudad de Ávila, no
tenemos mas remedio que utilizarlo como punto de referencia y soporte de
nuestra ruta, y para saberlo todo sobre Ávila podemos clickar en el enlace
siguiente:
3. Castro de los Castillejos
El castro de los Castillejos se encuentra ubicado en el corazón de la
sierra de Ávila, en el término municipal de Sanchorreja.
Es una zona excelente para el senderismo de dificultad baja, pudiéndose
disfrutar de un entorno saludable y unos paisajes de gran belleza. Es el
territorio habitual de la raza avileña de ganado vacuno, de reconocida
fama dentro del mundo de la gastronomía.
El poblado de Los Castillejos se encuentra situado a 1.553 metros sobre el
nivel del mar, en un cerro amesetado, prácticamente aislado, a modo de
monte isla, unido al resto de la sierra por un collado alto que constituye
la divisoria de aguas de los dos barrancos que aíslan el cerro.
Utiliza eficazmente como defensa la escarpada orografía y solo precisa
muralla en los tramos débiles de los dos recintos incrustados entre los
berrocales.
El poblado se desarrolla desde la Edad del Bronce hasta la Romanización.
Relación de yacimientos arqueológicos en la comarca de La
Moraña Oriental y la Comarca de Tierra de Pajares en
la provincia de Ávila (Castilla y León, España).
Se trata de yacimientos arqueológicos que han sido catalogados por
la Junta de Castilla y León.
Su grado de explotación y estudio varía, pero en general muchos de ellos
no pasan de la catalogación y determinación con pocos o esporádicos
trabajos de campo.
4. Castro de las Cogotas
A 10 Km de Ávila está ubicado en un cerro granítico en el termino
de Cardeñosa, un lugar estratégico rico en fuentes y manantiales,
en las estribaciones de la Sierra de Ávila, bañada por el río
Adaja y el arroyo Rominillas. Desde aquí podemos contemplar
amplias vistas, desde la Catedral de Ávila hasta Arévalo.
Descubierto en 1876, tiene 455 m. de largo y 312 m. de ancho, con
un doble recinto amurallado, piedras hincadas para impedir la
llegada de caballería enemiga; y mas de 1400 tumbas en la
necrópolis de la inmediata vaguada. Tuvo su esplendor en el siglo
V a III a.C.
Todas las casas son de planta rectangular, con zócalos de
mampostería e hiladas de adobe. Se han hallado objetos en su
mayoría de hierro aunque también de adorno de bronce y objetos de
cerámica fabricados a mano o a torno con decoración calada y a
peine. El grueso de los testimonios visibles corresponden a la
segunda Edad del Hierro.
A finales del siglo XIX el yacimiento empieza a ser conocido y
despierta el interés de los eruditos de la zona. La mayor parte
del yacimiento fue excavado entre 1927 y 1931 por Juan Cabré,
quien valoró el hallazgo de una escultura completa de jabalí y dos
toros en fragmentos.
Castro de las Cogotas, Cardeñosa
El jabalí tiene un excelente estado de conservación y su cronología
puede establecerse en los siglos IV-III a.C. Cabré demostró la firme
correspondencia de una parte de la estatuaria en piedra con los
recintos fortificados de la Segunda Edad del Hierro y la riqueza
ganadera de estas poblaciones.
Éstas últimas presentaban un aspecto no muy diferente al de las
estelas de la necrópolis y, recordando que algunos de los verracos
conocidos en Ávila ostentaban inscripciones latinas de carácter
funerario, excavó los espacios intermedios de las piedras, concluyendo
que las esculturas no tenían contexto funerario.
Ante este hecho, y dada la lejanía del cementerio del castro del lugar
del hallazgo, planteó la hipótesis de que ésta y otras esculturas
fueron concebidas por los vettones como símbolos relacionados con la
protección del ganado.
La escultura de jabalí se conserva hoy en la plaza de Calvo Sotelo en
Ávila (Plaza del Alcázar) a donde llegó por orden de Alfonso XII en
1877. junto al Mercado Grande, y uno de los toros puede verse en el
almacén visitable de la Iglesia de Santo Tomé el Viejo, junto al
Museo.
La visita al castro de Las Paredejas y a todo el Cerro del Berrueco
implica una interesante excursión a pie por un impresionante paisaje
granítico poblado de encinas. El complejo arqueológico del Cerro del
Berrueco se compone de dos cerros unidos por la base: El Berrueco y el
Berroquillo. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931,
siendo en la actualidad Bien de Interés Cultural.
5. Maqbara de San Nicolás
La maqbara de San Nicolás fue
una necrópolis islámica situada
en Ávila (España), en un paraje al suroeste del recinto
amurallado denominado Vado de San Mateo, entre la iglesia de
San Nicolás y el río Adaja.
La necrópolis fue excavada entre 1999 y 2003, durante las obras de
construcción de una urbanización en el suroeste de Ávila en el contexto
de la burbuja inmobiliaria en España.
Fue identificada desde el primer momento como un cementerio islámico,
debido a la disposición de los cuerpos, colocados en
posición decúbito lateral derecho en fosas estrechas con
orientación este-oeste o nordeste-suroeste, y a la ausencia de ataúd o
ajuar.
Se descubrieron 3171 sepulturas fechadas entre el
siglo XIII y el año 1502, antes de la conversión
forzosa de los musulmanes en España, en una parcela de forma
prácticamente cuadrangular, con una superficie de 2564 m2.
Maqbara de San Nicolás, Ávila
Ante el descubrimiento, el historiador Serafín de Tapia inició
una campaña a favor de la conservación de la maqbara, que contó el el
apoyo de las universidades
de Valladolid, Salamanca, Complutense y Oxford,
así como el Ministerio de Cultura de Francia y los grupos
políticos de oposición del Ayuntamiento de
Ávila, PSOE e Izquierda Unida.
Esta maqbara de San Nicolás (actualmente no conservada; el lugar está
urbanizado y no hay ninguna referencia a la necrópolis) , existen
sólidos indicios documentales de la existencia de otros lugares de
enterramiento de musulmanes en Ávila: uno junto al monasterio
cisterciense de Santa Ana y otro junto al premostratense del Sancti
Spiritus. De ellos no se ha documentado nada arqueológicamente hasta el
momento, aunque algunas de las estelas conocidas podrían venir de allí.
6. Verracos de Tornadizos
En la dehesa conocida como la «Alameda Alta», en el término municipal
de Tornadizos de Ávila, existen más de veinte ejemplares de esculturas
de toros alineados en series.
Verracos de Tornadizos
Comoquiera que los toros de piedra -igual que los célebres Toros de
Guisando- aparecían en pleno campo, lejos de poblados, en fértiles
prados, donde pacerían constantemente numerosas cabezas de ganado de
cerda y vacuno, y recordando que otras muchas esculturas de la
provincia no tenían carácter funerario, Juan Cabré lanzó la hipótesis
de que se trataba de símbolos relacionados con la protección del
ganado, favorecedores de una magia de pastos y, tal vez, de
reproducción.
La dehesa se localiza a unos 9 km al sureste de Ávila, bien delimitada
por pequeños tesos y suaves ondulaciones, a unos 1.250 m de altitud.
Su ubicación ofrece un estricto control visual del territorio
circundante, abierto al noroeste, por donde se comunica fácilmente con
la vega del río Adaja y la capital abulense.
La importancia del lugar elegido también es manifiesta a la vista de
los ricos pastizales situados a media altura, únicos aprovechables en
gran parte del año. Las esculturas configuran un espacio topográfico
humano. La visibilidad es excepcional para quien accediera a la zona
desde la llanura del Adaja y para quienes se movieran con los ganados
por las cuerdas de las alturas que cierran la hondonada de Alameda
Alta.
La propuesta de los verracos de Tornadizos como delimitadores de
propiedad, se corresponde bastante bien con el patrón de poblamiento
jerarquizado que ofrece el extremo oriental del valle Amblés. En este
sentido, creemos muy importante referirnos a su probable relación con
los orígenes de la ciudad de Ávila, perfectamente visible desde la
hoya.
Estaríamos ante un ejemplo característico de progresiva concentración
de la población y sus ganados en torno a un «lugar central» a finales
de la Edad del Hierro (siglo I a.C.), inmediato a la vega agrícola del
Adaja y a media distancia de las dehesas más ricas de la comarca.
Se conocen exactamente veintidós de estas esculturas, conservándose
allí ocho y el resto en la capital. Se ha querido relacionar la zona
donde aparecen estos ejemplares con los santuarios europeos de tipo
céltico, llamados Viereckschanzen, pero no hay nada seguro en este
sentido.
7. El Dolmen de Bernuy
un «Stonehenge que no conocemos»
Dolmen del Prado de las Cruces, Bernuy-Salinero
El Dolmen del Prado de las Cruces, sito en Bernuy-Salinero,
constituye un singular ejemplo de arquitectura megalítica en
la provincia de Ávila
El monumento funerario corresponde al tipo de los denominados «sepulcros
de corredor», consta de cámara circular y corredor de acceso, orientado al
sureste, todo ello cubierto por un túmulo de tierra y piedras, que en el
espacio conservado alcanza los 20 metros de diámetro.
Su utilización como lugar de enterramiento se extiende desde finales
del Neolítico hasta principios de la Edad del Bronce, entre
los últimos siglos del cuarto milenio y el primer tercio del segundo
milenio adC.
Mª Ángeles Álvarez fue la responsable del hallazgo de este monumento
megalítico, que cumple tres décadas desde su descubrimiento
Data de dos mil años antes de Cristo y los expertos lo sitúan dentro del
fenómeno megalítico. Es un monumento funerario que ha sido utilizado por
diferentes pueblos a lo largo de la Historia, propiciando «un batiburrillo
de datos espectacular, de diferentes culturas».
Sepulcro megalítico de corredor
descubierto en 1987 por M.A. Álvarez.
En octubre de ese mismo año comenzaron los trabajos arqueológicos bajo la
dirección de J.F. Fabián García. Fue erigido con toda probabilidad en los
últimos estadios del neolítico, con alta frecuencia de uso entre el
2300-1800 a.n.e. y uso residual hasta el Bronce Final. Se localiza sobre
la confluencia de dos arroyos dentro de la divisoria inicial entre los
ríos Adaja y Voltoya. Fue construido con materiales locales, tanto las
grandes lajas que conformaban el corredor y la cámara funeraria, como los
elementos menores que rellenaban el túmulo.
Supone uno de los escasísimos ejemplos de esta arquitectura funeraria en
el centro peninsular -Segovia, Madrid, Ávila-.
El monumento muestra, en efecto, una cámara de planta pseudocircular, con
un perímetro superior a los 3 m, cierre de al menos una decena de lajas
rectangulares en posición vertical de caras planas y un borde superior
redondeado.
Cuenta además con un corredor de acceso, de algo más de un metro de ancho
y cuatro de largo con el eje de enfouqe hacia la salida del sol. Alrededor
se encontraba un túmulo pétreo revestido de tierra de aproximadamente 22 m
de diámetro.
La edificación se presenta actualmente cercada. Dentro del recinto se
puede consultar un par de sencillos paneles descriptivos.
Mª Ángeles Álvarez habla con pasión de este descubrimiento, del que fue
responsable en el año 1987, hace ahora poco más de treinta años, cuando se
encontraba finalizando sus estudios de arqueología y realizando trabajos
de prospección en la provincia de Ávila. «La excavación estuvo llena de
emoción. Fue el primer y el único dolmen que ha aparecido en Ávila hasta
el momento, en una zona en la que quizá no se había estudiado el fenómeno
megalítico», asegura.
A través de los hallazgos de esta magnitud «nos damos cuenta de que el
lugar donde transcurre nuestra vida también ha sido el sitio donde han
vivido personas hace miles de años, de cómo se organizaban, cuál era su
modo de enterramiento. Produce una verdadera emoción vislumbrar el mundo
de sus creencias».
El Dolmen del Prado de las Cruces, conocido como el Dolmen de Bernuy, está
situado en el término municipal de este pueblo, Bernuy Salinero, a siete
kilómetros al este de la capital abulense. Desde que se construyó, ha sido
utilizado por diferentes pueblos a lo largo de la Historia.
El monumento está «claramente identificado en el campo», explica Álvarez,
y contiene los elementos religiosos y rituales que todos los pueblos
conocían. Por esta razón también, todos los pueblos sabían que se trataba
de un monumento funerario, en el que se enterraba a los muertos con el
ajuar que llevarían en la otra vida.
Este es uno de los motivos por los que «ha sido saqueado desde épocas
prehistóricas, incluso con fines de limpieza», como en el caso de las
poblaciones que se asentaban en el lugar, las cuales apartaban los restos
de las anteriores, para poder enterrar a los suyos.
Dolmen del Prado de las Cruces, Bernuy-Salinero
Este hecho provocó que en la zona exista «un batiburrillo espectacular de
restos de culturas, que nos dan muchísimos datos no solo de los pueblos
que aquí vivían, sino de cómo se interrelacionaban y cómo hubo
determinados elementos culturales y religiosos que se fueron manteniendo a
lo largo del tiempo durante milenios».
Stonehenge: la Historia a través de las piedras
Pero este dolmen no es el único descubrimiento de la zona. Cerca de este,
que está excavado y estudiado en su totalidad, se encuentra un «círculo
megalítico impresionante, una especie de Stonehenge que no conocemos, y
que nos lleva a un mundo de creencias de la época espectacular», cuenta
Álvarez.
Este círculo megalítico se encuentra en una vaguada «sobrecogedora», en
una pradera abierta que lleva la vista a las pinturas rupestres de Ojos
Albos, al este de la provincia abulense, que tienen relación con «este
mundo de creencias de los hombres primitivos, que les llevaba a tener
santuarios al aire libre, a adorar a la naturaleza y a observar los
astros».
Y es que toda la distribución de estos crómlech «tiene que ver con la
ubicación del cielo», algo que se «comprueba cada día a través de una
disciplina denominada astroarqueología», explica Mª Ángeles.
Los monumentos de piedra existentes en esta zona se excavaron en su
totalidad y se restauraron en su momento. También se colocaron las piedras
que no estaban ubicadas en su lugar correspondiente, como las que
componían «el corredor, porque este es un dolmen con corredor, de una
cámara, con pasillo.
Los dólmenes hay que entenderlos así, como una especie de cuevas donde los
hombres primitivos entraban en esa especie de conexión entre la vida y la
muerte, entre el cielo y la tierra. Entraban reptando y realizaban una
serie de posturas que vamos descubriendo a través de pequeños indicios»,
explica Álvarez.
8. Túmulo de Los Tiesos
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Túmulo de Los Tiesos, Mediana de Voltoya
Túmulo de Los Tiesos, Mediana de Voltoya
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Túmulo de Los Tiesos, Mediana de Voltoya
Los Tiesos es un túmulo prehistórico que se encuentra en
la provincia de Ávila (España), en la cuenca del río
Voltoya, cerca de la localidad de Mediana de Voltoya, comarca
de Campo Azálvaro.
Descubierto en 1997, no fue investigado hasta 2001 y restaurado un año más
tarde. Se encuentra sobre un alto próximo al arroyo de la Mediana o
Ciervos, lo que le daba carácter de hito para ser visto.
Durante la época postmedieval fue saqueado por buscadores de tesoros que
alteraron la cámara y se llevaron las ofrendas y ajuares en ella
depositados. Basándose en los objetos que han quedado, los investigadores
datan el túmulo y su uso entre los años 3500 a. C. y 1400 a. C., es decir,
del Neolítico a la Edad del Bronce.
Este conjunto se compone de una cámara central, seguramente circular,
compuesta de lajas de pizarra colocadas verticalmente, donde se llevaban a
cabo las ofrendas y los enterramientos. Tapando la cámara y rodeándola se
encuentra un túmulo de piedras y tierra que le confería grandeza y
singularidad.
Como muchos otros, su función no fue tan sólo funeraria sino que también
servía como hito o mojón relacionado con la propiedad de las tierras, su
uso y el control de las vías pecuarias.
En el caso del túmulo de Los Tiesos es posible que marcara la separación
entre pastos de las poblaciones prehistóricas que frecuentaban las tierras
de Campo Azálvaro con sus ganados de manera estacional.
En la actualidad se accede a él desde la localidad abulense de Mediana
de Voltoya, tomando el camino vecinal que lleva a Urraca Miguel,
hacia el SE.
Se encuentra señalizado, descrito y protegido por una valla metálica que
impide el acceso del ganado y otros grandes mamíferos. Su mantenimiento
y estudio está gestionado por la Junta de Castilla y León.
y ya fuera de esta zona, entre las provincias de Salamanca y
Ávila, y a cierta distancia encontramos el
9. Castro de El Berrueco
El yacimiento arqueológico de Las Paredejas se encuentra dentro del
complejo arqueológico conocido como Cerro del Berrueco, entre las
provincias de Salamanca y Ávila, ubicado en las inmediaciones de las
sierras de Gredos y Béjar, dominando una amplia zona del valle del
Tormes, en los términos municipales de El Tejado y Puente de
Congosto y Medinilla (Ávila).

Ha constituido desde antiguo un lugar cargado de historias que
hablan de hallazgos fantásticos y reales.
Los vestigios arqueológicos abarcan una superficie de unos 5 km2 y
engloban distintos yacimientos fechados entre la Edad del Bronce y
época romana.
Ídolo procedente del castro del Berrueco (Ávila)
Seguramente, las comunidades que habitaron el cerro y sus
alrededores, jugaron un papel clave en los contactos entre el sur de
la Península Ibérica y las tierras del interior durante la Edad del
Hierro.
Según las fuentes antiguas, en esta zona habitaban los vettones, un
pueblo de cultura céltica del que las crónicas hablan que estaba
aliado a sus vecinos lusitanos en las luchas contra los romanos.
10. Otras Rutas Cercanas

Escapada al Valle de Ambroz, Cáceres

Viaje a la Leyenda: Las Hurdes, Caceres

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