Toros y Verracos de Ávila
A la hora de realizar una de estas rutas arqueológicas por Ávila y
visitar castros vetones, debemos tener en cuenta que Ávila conserva
cerca de medio centenar de esculturas.
Muchas están reutilizadas y alteradas, formando parte de los lienzos de
la muralla medieval que rodea la ciudad.
Otras están expuestas en el Museo de Ávila, en el almacén visitable de
la Iglesia de Santo Tomé el Viejo anexo al anterior, así como en calles,
monumentos y edificios emblemáticos de la ciudad.
Índice:
- Croquis de nuestra ruta
- Algo de Historia
- Como llegar a Candeleda, origen de nuestra ruta
- Candeleda
- Comer en Candeleda
- El Raso, Castro Celta
- Santuario de Postoloboso
- Toros de Guisando
- Castro de Ulaca
- Comer cerca del Castro de Ulaca
- Villa romana de Pared de los Moros
- Verracos de Villanueva del Campillo
- Necrópolis de La Coba
- Castro de La Mesa de Miranda
- Comer cerca del Castro de La Mesa de Miranda
- Villa romana de El Vergel
- Arqueología en Nava de Arévalo
- Comer cerca de Nava de Arévalo
- Otras Rutas Cercanas
1. Croquis de nuestra ruta
2. Algo de Historia
Castro Vetón
Las fuentes de la época los situaban en las actuales provincias de Ávila,
Salamanca, Cáceres, parte de Toledo y de Badajoz.
Su forma de poblamiento eran los hoy llamados Castros, lugares elegidos
por sus condiciones defensivas naturales que eran además reforzados por
potentes murallas, torres, campos de piedras hincadas para dificultar el
acceso de la caballería, fosos, etc.
En sus necrópolis de incineración se enterraban las cenizas de aquellas
gentes que vivieron un momento de gran trascendencia como fue la conquista
romana, cuya culminación para los vettones fue hacia el 133 a.C., momento
en el que esos lugares pierden su independencia, aunque siguen habitados
al menos un siglo después.
Su abandono en el siglo I a.C. dio lugar a las ruinas arqueológicas que
hoy constituyen un exponente cultural de gran monumentalidad,
rehabilitadas para el disfrute público.
Ni las crónicas romanas, ni las visigodas, ni las islámicas sobre la
Península Ibérica repararon en unas extrañas esculturas de granito que
representaban toros, cerdos o jabalíes y abundaban al oeste de la Meseta.
Verracos de Avila
Hubo que esperar hasta finales de la Edad Media para que un texto —el
Fuero de Salamanca, redactado en torno al siglo XIII— hiciese referencia a
una de estas figuras conocidas como verracos.
En dicha compilación de leyes, la talla de un toro piedra, situada en el
puente romano que salva el cauce del río Tormes a su paso por la ciudad
salmantina, adquirió una función de carácter jurídico, de
enclave delimitador.
Si algún ladrón o delincuente lograba alcanzar aquel punto, sus
perseguidores deberían abandonar la persecución bajo pena de pagar un
maravedí de multa en caso de no hacerlo, a menos que fueran autoridades
del concejo.
3. Como llegar a Candeleda, origen de nuestra ruta
Itinerario 1: 183 km, tiempo estimado 2h (A -5)

En la rotonda tomamos la carretera (CM -5150) dirección Candeleda hasta el
límite con la provincia de Toledo, que después de atravesar el puente que
cruza el río Tiétar entraremos ya en la Provincia de Ávila y nos
dirigiremos a Candeleda a través de la AV – 910.
Itinerario 2 (Por la carretera de los pantanos y el Valle del Tiétar) 158
km Tiempo estimado 2 horas 20 minutos.
Madrid: Tomamos la Autovía de Extremadura A-5 dirección Badajoz (Paseo de
Extremadura) hasta el kilómetro 7,9 dónde cogeremos la M-40 dirección A-6
toma la salida 36 hacia M- 501 en dirección Boadilla del Monte. En la
DESDE ÁVILA
Desde Ávila (101 km) Tiempo estimado 1 hora 35 minutos
Itinerario: Salimos de Ávila dirección Talavera de la Reina por la N-110,
4 kilómetros después tomaremos el desvío hacia la N-502 que nos conducirá
hasta Ramacastañas que está situado a 70 km de Ávila, una vez allí
llegaremos a una rotonda donde debemos tomar la carretera CL – 501, 20
kilómetros después nos desviaremos a través de la AV – 910 hasta
Candeleda.
DESDE PLASENCIA
Desde Plasencia (121 km) Tiempo estimado 1 hora 30 minutos
Itinerario: Salida de Plasencia dirección Navalmoral de la Mata por la
carretera EX – A1, recorridos 45 kilómetros llegaremos a una bifurcación
en la que nos incorporaremos a la Autovía A – 5 dirección Madrid –
Talavera hasta la salida 148 (Madrigal/Candeleda), donde tomaremos la
carretera CM – 5150 dirección Candeleda hasta el límite con la provincia
de Toledo, que después de atravesar el puente que cruza el río Tiétar
entraremos ya en la Provincia de Ávila y nos dirigiremos a Candeleda a
través de la AV – 910.
4. Candeleda
Antes de descubrir uno a uno los principales sitios de interés de
Candeleda, aquí tienes una vídeo-guía donde con todo lo que hay que
ver y hacer.
Candeleda, Avila
Historia de Candeleda
Los orígenes hay que buscarlos en la Edad de Hierro, cuando la zona
estuvo habitada por tribus celtíberas.
Desde finales del siglo III a. C. estuvo ocupado el Castro del Raso
por los vetones.
Con la llegada de los romanos en el siglo I a. C., sus habitantes
fueron obligados a abandonar el lugar y trasladarse al valle.
Tras los romanos el área alrededor del Valle del Tiétar se mantuvo
bastante deshabitada, aunque hay algunos indicios de ocupación
visigoda.Detalles del casco antiguo de Candeleda
Tampoco los musulmanes llegaron a establecerse, a pesar de contar
con un importante núcleo poblacional en la cercana Talavera de la
Reina.
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actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
La conquista de Toledo por el rey Alfonso VI en 1085,
pareció dar un impulso a la repoblación de la región.
Pero los constantes enfrentamientos entre cristianos y musulmanes
alargaron el establecimiento definitivo de población hasta el siglo
XIII, tras la victoria de las tropas cristianas en la Batalla de las
Navas de Tolosa.Plaza del Castillo en Candeleda
Su posición geográfica, al sur de la Sierra de Gredos, facilitó el
rápido crecimiento poblacional.
El impulso definitivo llegó con el establecimiento de los Carriles de Candeleda, donde se cobraba el derecho de paso del ganado por el puerto.
El 14 de octubre de 1393 el rey Enrique III le concede el título de
villa, cediéndole sus derechos al noble Ruy López de Dávalos.
En 1423 el señorío fue entregado por Juan II a Pedro López de
Zúñiga, Justicia Mayor del Rey.
Por esa época se instaló una pequeña comunidad judía, hasta que
fueron todos expulsados de España por los Reyes Católicos.
El siglo XVIII trajo grandes cambios, como la introducción del
cultivo del pimiento para obtener pimentón.
En 1805 pasó a formar parte de la provincia de Toledo.
No fue hasta 1834, cuando el ministro Javier
de Burgos llevó a cabo una reordenación del territorio y
devolvió la región a la provincia de Ávila.
A comienzos del siglo XX, parte de los terrenos de Candeleda fueron
cedidos al rey Alfonso XIII para la creación del Coto Real de
Gredos,
En 1932 pasó ser Coto Nacional y actualmente es Reserva Regional de
Caza.
Charco Carreras, uno de los mayores atractivos de Candeleda durante el verano
Charco Carreras, uno de los mayores atractivos de Candeleda durante el verano
La segunda mitad del siglo XX trajo una profunda despoblación, muchos emigraron a grandes ciudades de España e incluso a países como Alemania, Suiza o Francia.
Casas entramadas

La arquitectura popular del Valle del Tiétar se deja ver en cada
rincón.
Las conocidas como Casas Entramadas, fueron construidas entre los
siglos XVI y XVII.
Tenían la doble función de vivienda y otra zona dedicada a labores
agrícolas o ganaderas. Casa Entramadas de Candeleda
Calles con encanto
Las Calle del Moral alberga el mayor conjunto de Casas Entramadas.
Por su parte, los balcones de madera de la Calle del Pozo y la Calle
de la Solana están engalanados con multicolores plantas y flores.
Por último cabe destacar la Calle de la Corredera, el centro comercial
de la villa.

Arquitectura tradicional de Candeleda
Plaza del Castillo
El recorrido se puede empezar en la Plaza del Castillo, llamada así
por el castillo que tenían aquí los Condes de Miranda.
Junto a la plaza se puede ver el Monumento a la Cabra Hispánica, un
símbolo de Candeleda y la Sierra de Gredos.
Por el camino veremos la Plaza de las Burgas, muy frecuentada en las
fiestas patronales y otras celebraciones.
Así como la Plaza del Herreñal, el centro de la antigua judería.
Monumento a la Cabra Hispánica en la Plaza del Castillo de Candeleda
Plaza Mayor
Aquí encontraremos la Casa de las Flores, probablemente la más bella
de la localidad, hoy alberga el Museo del Juguete de Hojalata.
Casa de las Flores, actual Museo del Juguete de Hojalata
Otro edificio histórico rehabilitado ha sido la Casa de la Judería,
donde estaba ubicada la sede de la Santa Inquisición.
Actualmente es un museo que cuenta la historia y la cultura de
Candeleda.
Iglesias y ermitas
En pleno corazón de la villa se ubica la Iglesia de Nuestra Señora de
la Asunción, declarada Bien de Interés Cultural.
La construcción se llevó a cabo entre los siglos XIV y XV, siguiendo
un estilo gótico rural.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Candeleda
En su interior destaca el Altar Mayor, la Capilla del Baptisterio, el Retablo Talaverano y la Pila Bautismal.
En su interior destaca el Altar Mayor, la Capilla del Baptisterio, el Retablo Talaverano y la Pila Bautismal.
Otro edificio religioso de interés es la Ermita de San Blas, también
conocida como Ermita del Cristo de la Cañada
Para encontrar el Rollo de Justicia o Picota hay llegar hasta el
Parque de la Cañá.
Es el monumento que representaba la plena jurisdicción del villazgo.
En el caso de Candeleda, lleva tallado el escudo de los Condes de
Miranda, administradores del señorío.Charco Palomas en la Garganta de
Santa María a su paso por Candeleda
Garganta de Santa María
Junto a la villa discurre la Garganta de Santa María, a su lado se ha
habilitado un paseo fluvial que permite disfrutar del entorno natural.
Sobre ella se alza el Puente Viejo, con más de 100 años de antigüedad.
Pero si por algo es conocida la Garganta de Santa María, es por las
piscinas naturales tan concurridas durante los meses de verano.
Concretamente el Charco Carreras y el Charco Palomas reciben cada año
miles de bañistas.
Santuario de la Virgen de Chilla
Santuario de la Virgen de Chilla
Comenzando por el
Santuario de la Virgen de Chilla, enclavado en la ribera de la Garganta de Chilla.
Santuario de la Virgen de Chilla, enclavado en la ribera de la Garganta de Chilla.
Según cuenta la leyenda, la Virgen se le apareció a un pastor al que
se le había muerto una de las cabras de su rebaño.
Para que no tuviera problemas con el dueño del ganado, le concedió el
milagro de resucitar al animal.
Desde entonces la Virgen de Chilla se convirtió en la patrona de
Candeleda y la Sierra de Gredos.
Sequeros de Candeleda
Otra forma de conocer la historia y la cultura de la villa es visitar
los Sequeros de Candeleda.
Se trata de edificios de piedra de dos plantas, en el piso inferior es donde se hacían las fogatas.
El humo asciende a la planta alta y va secando los pimientos, dándole
al pimentón de Candeleda su característico sabor ahumado.
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actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
Embalse del Rosarito
Embalse del Rosarito
Encargado de represar las aguas del río Tiétar, es un espacio natural
muy frecuentado por los amantes de la pesca y los deportes
acuáticos.

Además constituye un importante ecosistema, ya que recibe cada invierno a miles de grullas comunes.
Puerto de Candeleda

Por último, para los amantes del senderismo recomendamos una excursión al Puerto de Candeleda, un importantísimo paso del ganado por la Sierra de Gredos desde la Edad Media.
Desde la localidad parte una ruta de unos 14 kilómetros, salvando un
desnivel de más de 1.500 metros hasta coronar el puerto.
La Puente del Puerto en Candeleda
La Puente del Puerto en Candeleda

Museos de Candeleda
Museo Etnográfico, inaugurado en 2012, cuenta la historia desde los
primeros moradores del Castro del Raso hasta la definitiva
consagración como villa en la Edad Media.
Casa de la Judería, la antigua sede de la Inquisición hoy es un museo
para conocer la historia y cultura de Candeleda.Museo Etnográfico de
Candeleda
Museo del Juguete de Hojalata, ubicado en la Casa de las Flores,
alberga una colección de más de 2.000 juguetes de hojalata.
Actualmente la población crece considerablemente durante los meses de
verano, miles de visitantes se acercan a refrescarse en las piscinas
naturales de la Garganta de Santa María.
5. Si aquí nos apetece comer
5. Si aquí nos apetece comer
El Refugio de Chilla
Santuario de Nuestra Senora de Chilla Km 7,
05480 Candeleda, España
+34 920 38 06 35
y de precio algo mas moderado
Restaurante Casa Pepe
Plaza Mayor 6,
05480 Candeleda, España
+34 648 18 19 46
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En Candeleda además de sus paisajes y zonas naturales, encontramos un yacimiento arqueológico en El Raso.
6. El Raso, Castro Celta
Como todo grupo humano necesita la diversión colectiva, les resulta
preciso organizar algunas fiestas, a la hora de escoger un patrón hay
diferentes propuestas y, al final, optan por Santiago; para patrona no
tienen dudas ya que todos se sienten muy devotos de la Virgen que
siempre han tenido a su lado, la de Chilla, a cuya ermita acuden por
veredas y trochas ya que hasta hace pocos años no había carretera.
Muchos conocen hoy El Raso por el yacimiento arqueológico vettón, el
más importante de la falda meridional de Gredos; otros lo conocen por
lo temprano que maduran sus cerezas o por la calidad de sus quesos de
cabra y, también, por los parajes naturales del puente de los Riveros.
En los últimos años ha florecido el turismo atraído por una oferta de
restauración y alojamiento rural muy bien establecido, y cuidado.
Por su entorno medioambiental y paisajístico, por sus baños en charcas de aguas puras, por sus excelentes productos alimenticios, o el clima, al igual que en toda la comarca de Candeleda, del Valle del Tiétar sur de Gredos.
El Castro Celta de El Raso"Uno de los yacimientos célticos más importantes de toda la Península Ibérica. Data de la II Edad de Hierro de la Meseta de Castilla, entre los siglos II - III a C. Calificado como Bien de Interés Cultural" (del folleto de información municipal).
Por su entorno medioambiental y paisajístico, por sus baños en charcas de aguas puras, por sus excelentes productos alimenticios, o el clima, al igual que en toda la comarca de Candeleda, del Valle del Tiétar sur de Gredos.
El Castro Celta de El Raso"Uno de los yacimientos célticos más importantes de toda la Península Ibérica. Data de la II Edad de Hierro de la Meseta de Castilla, entre los siglos II - III a C. Calificado como Bien de Interés Cultural" (del folleto de información municipal).
Una necrópolis situada en un nivel inferior nos indica que los primeros siglos estuvieron asentados en zonas más cómodas para la vida y el pastoreo.
Las razzias de Anibal para coger prisioneros y formar ejércitos para
enfrentarse a Roma, allá por el año 220 a. C., acaso les obligó a
subirse a lugares más apropiados para su defensa pues la expedición de
este cartaginés llegó hasta Salamanca y se cree que bajó por el puerto
del Pico. Sea cual fuere la razón, las catas efectuadas en diversos
lugares del castro indican que todo se levantó en el mismo periodo.

Alcanza los 1.800 metros de longitud lo que da al poblado un área de
unos 150.000 metros cuadrados.
Hay restos de varias torres cuadradas y de varios fortines en la parte
superior, que, aunque aparece como más indefensa por la elevación del
terreno en la colina posterior, contaba con varios fosos
defensivos.
Por la parte que el castro limita con la garganta de Alardos se supone que, por lo escarpado del terreno, no existió el amurallamiento.
Por la parte que el castro limita con la garganta de Alardos se supone que, por lo escarpado del terreno, no existió el amurallamiento.
No hay señales de incendios y por la forma de la caída de las murallas
indica que fueron vencidos y obligados a trasladarse al valle pues no
se pidieron llevar las grandes vasijas en las que guardaban las
semillas.
Junto a las creencias mencionadas al hablar de los vettones hay que señalar, además, que por la presencia de una estatuilla de una cabra en una tumba se piensa que los habitantes de esta celebraban cultos a la diosa Ataecina, una divinidad celta a la que se relaciona con estos animales; protegía más allá de la muerte, aseguraba la resurrección; al mismo tiempo era protectora de las mujeres y de la fertilidad.
Junto a las creencias mencionadas al hablar de los vettones hay que señalar, además, que por la presencia de una estatuilla de una cabra en una tumba se piensa que los habitantes de esta celebraban cultos a la diosa Ataecina, una divinidad celta a la que se relaciona con estos animales; protegía más allá de la muerte, aseguraba la resurrección; al mismo tiempo era protectora de las mujeres y de la fertilidad.
Se han encontrado algunas monedas romanas que van desde el año 134 a. C. al 47 a. C. que hablan del periodo mínimo en que estuvo habitado en contacto con los romanos.No se ha encontrado la necrópolis correspondiente al periodo en que estuvo habitado el castro, sino que la hallada pertenece a un periodo en que habitaron en el llano; alcanza hasta el siglo III a. C.
Por las tumbas se conoce que incineraban los cadáveres y las cenizas
las guardaban en urnas junto a las que depositaban vasos
pertenecientes a la actividad cotidiana, fíbulas, brazaletes,
pinzas... con lo que se muestra su creencia en la vida
posterior.
Junto a los guerreros se depositaban sus armas inutilizadas, espadas,
escudos, soliferros, falcatas...Como los vetones no conocen la
escritura ni la moneda, las inscripciones de las aras votivas están
escritas en latín pero los nombres corresponden a personas de
procedencia vettona.
Respecto al posible nombre con que se conociese a este poblado en la
antigüedad Fernando Fernández apuesta por situar en El Raso la Ebora
clásica que otros autores sitúan en la actual Talavera, porque por el
entorno de la población toledana no se puede hablar de defensas
naturales; también apunta que en una de las aras el que la manda hacer
tiene un nombre que apunta esta posibilidad, Eburenius.
Es muy posible también que en los alrededores se asentase el llamado
por los romanos Monte de Venus, en el que acampa Viriato en sus luchas
contra los romanos; una razón muy similar es la que sirve para
localizarlo en la zona; por la diferencia de altura y rocas escarpadas
entre el monte de S. Vicente - donde la mayor parte de los
historiadores sitúan el monte de Venus - y los que rodean al Raso, el
entorno candeledano se presta más a un aprovechamiento para la defensa
que el que rodea Talavera.
Las excavaciones que en el castro ha efectuado, a lo largo de una
serie de veranos, el profesor Fernando Fernández Gómez nos sirven para
conocer bastantes aspectos de la vida de los vettones en el valle del
Tiétar y de su forma de entender la vida
7. Santuario de Postoloboso
El Santuario de Postoloboso se localiza
en Candeleda (Ávila), en la dehesa del mismo
nombre. El emplazamiento parece no ser casual y viene determinado en
la confluencia de la garganta de Alardos, que baja
desde Gredos, con el río Tiétar, en una zona llana junto a
la cual se extiende hoy el embalse de Rosarito, justo en la
divisoria provincial
entre Ávila, Cáceres y Toledo, en un punto
equidistante a las poblaciones de Candeleda (Ávila) al este
y Madrigal de la Vera (Cáceres) en dirección oeste.
Conocimiento arqueológico
De este paraje proceden cerca de
20 aras latinas dedicadas al dios
indígena Vaelico por individuos descendientes de los
habitantes del oppidum vetón del El Raso.
El área, de la que no queda ningún resto
constructivo prerromano ni romano, ha llegado a
nuestros días cristianizada como ermita dedicada primero a San
Juan y luego a San Bernardo de Candeleda, eremita local del
S.XII, al que se atribuyen determinados poderes contra el mal de
la rabia que quizá están en la esencia del carácter
primigenio del dios. En los alrededores del lugar se han documentado
piezas ciertamente singulares.
A medio camino entre el poblado de El Raso y Postoloboso se
halló hace unos años
un exvoto de bronce ibérico y una manecilla
de braserillo; dos falcatas y un puñal sin
contexto arqueológico parecen provenir del inmediato pantano de
Rosarito.
Igualmente en los sondeos arqueológicos practicados en Postoloboso en
los años 70 se recuperaron materiales romanos: fragmentos
de sigillata, la base de un ungüentario de vidrio y un compás de
hierro, además de abundantes escoriales férricos.
Identificamos el lugar como área sacra en un marco geográfico
preclaro, conectada al hábitat indígena (El Raso) de forma física y
simbólica a través del elemento fluvial (arroyo de Alardos). Este
terreno es la sede de una deidad precisa de raíz protohistórica,
reconocida epigráficamente siglos después en un espacio romanizado
primero y cristianizado con posterioridad.
8. Los Toros de Guisando
Los toros se encontraban en un amplio prado que ha sido
recientemente enlosado, cercado y preparado para la visita. Para
llegar a los Toros de Guisando desde Ávila se toma la carretera en
dirección a Toledo (N-403) y después la C-502. A 1 km
aproximadamente, y al este de la carretera, están situadas las
esculturas. Otra opción es desde Madrid, tomando la autovía N-V de
Extremadura y posteriormente la C-501.
Constituyen sin lugar a dudas el conjunto de esculturas zoomorfas
más famosas de la Península Ibérica.
Son citados por Cervantes en Don Quijote de la Mancha y Lope de Vega
también se refiere a estas célebres piezas en El mejor maestro, el
tiempo. Con su metro y medio de alzada y casi 2,80 metros de
longitud, los toros ofrecen un imponente aspecto.
Reciben el nombre del cerro que se levanta en sus
proximidades, en cuyas faldas se emplaza el antiguo Monasterio de la
Orden de los Jerónimos, en el término municipal de El Tiemblo, y muy
cerca del pueblo madrileño de San Martín de Valdeiglesias.
Se hallan expuestos a cielo abierto, probablemente en el mismo
sitio donde fueron esculpidos, en el límite entre las provincias de
Ávila y Madrid. El recinto que los alberga, de cara a la sierra de
Gredos, se conoce como Venta Juradera, ya que en este mismo sitio el
rey Enrique IV se reunió con su hermana Isabel la Católica el 19 de
septiembre de 1468 y la juró por princesa y legítima heredera del
Reino de Castilla.
Las cuatro esculturas aparecen alineadas con sus cabezas hacia el
oeste. Están completas y muy bien conservadas, apoyadas sobre basas
originales que en la actualidad no es posible ver, dado que las
estatuas se hallan enterradas a la altura de las pezuñas. El trabajo
del granito permite distinguir algunos detalles de la anatomía del
animal.
En la cabeza son claramente visibles las mandíbulas, orejas y los
agujeros para la cornamenta, que sería postiza. Se advierten
asimismo las tablas o arrugas del cuello, los antebrazos, rodillas,
genitales, dorso y rabo. Las extremidades se encuentran en resalte
respecto al bloque en el que fue esculpido cada par.
En el costado de alguna de las esculturas se aprecian varios
grabados horizontales y en zig-zag, y en tres de ellas se advierten
restos de inscripciones latinas, aunque sólo una, y parcialmente, se
reconoce en la actualidad en el flanco derecho del toro situado en
el extremo norte.
Se fecha en el siglo I d.C. y nos informa de la inscripción que fue
mandada hacer por un tal Longino en memoria de su padre Prisco, de
los Calaeticos: LONGINUS PRISCO CALAETIQ(um) PATRI F(aciendum)
C(uravit). Según la tradición Antonio de Nebrija, cronista de Isabel
la Católica, hizo los calcos en cera de las inscripciones latinas de
los toros.
Los Toros de Guisando, seguramente, fueron imágenes indicadoras y
protectoras mágicas de los prados vettones situados en sus
contornos. Su cronología puede establecerse en los siglos IV y III
a.C. aunque tres de ellas, con inscripciones latinas, parecen haber
sido reutilizadas en época romana como tumbas.
9. Castro de Ulaca
A 35 Km en el termino de Solosancho, el castro celta de Ulaca es uno
de los más grandes de la Céltica europea. Se emplaza sobre un cerro
amesetado de la Sierra de la Paramera a cerca de 1.500 m de altitud,
en el Valle Amblés. Hacia el Sur se abre un profundo barranco con la
impresionante mole de la Sierra de Gredos al fondo.
El oppidum estuvo rodeado de una potente muralla que encierra una
superficie ovalada de más de 60 ha. En el interior aunque faltan
excavaciones arqueológicas se ven las cimentaciones de piedra de casas
cuadradas y rectangulares, más de 250, aparentemente en buen estado de
conservación.
Además destacan como elementos singulares de misteriosa interpretación
secular: un santuario y altar rupestres de sacrificio, una sauna
iniciática o de ritual iniciático, ambos tallados en grandes peñascos
que afloran entre los rastros de las casas y la muralla.
La conservación de las ruinas por no haber existido reocupaciones
posteriores es muy buena y la distribución actual de estructuras
refleja más o menos la real en la Edad del Hierro.
Castro de Ulaca, Solosancho
Esta ruta arqueológica en Áse realiza en aproximadamente 2 horas: una
para subir a la cumbre y otra para visitar el yacimiento: la ascensión
tiene pendientes fuertes y una subida tranquila supone unos 30 ó 40
minutos.
Es muy aconsejable calzado deportivo. El itinerario está marcado con
pequeños mojones de granito pintados de amarillo y traza la ruta más
cómoda y aconsejable. El yacimiento ha sido acondicionado para la
visita pública con carteles informativos en los puntos más
interesantes del itinerario.
Se conocen dos ejemplares de toros. El más espectacular yacía junto a
un manantial en el lugar conocido como «Fuente del Oso», al pie del
castro de Ulaca. Se conserva en la plaza de la Iglesia de Solosancho.
Se trata de un ejemplar de grandes dimensiones (2,08 m de longitud),
seguramente esculpido en el siglo III a.C.
Le falta el hocico y las extremidades se advierten rotas por encima de
las rodillas. En la nalga derecha se diseña un grabado en zig-zag. De
los alrededores de Ulaca procede otro ejemplar, aunque se desconoce su
procedencia exacta. La escultura (1,62 m de longitud) carece de cabeza
y las extremidades están rotas por debajo de las rodillas. Se conserva
frente al castillo de Villaviciosa.
10. Comer en Solosancho
Calle De Arenas,11,
05130 Solosancho España
+34 920 29 11 12
Juan Luna
Calle Corta N 110 KM 274 AL Lado DE LA Carretera,
05530 Muñogalindo España
+34 920 26 57 41
Verracos de Villanueva del Campillo
Necrópolis de La Coba
Necrópolis de La Coba
Calle Corta N 110 KM 274 AL Lado DE LA Carretera,
05530 Muñogalindo España
+34 920 26 57 41
La Pared de los Moros es un yacimiento
arqueológico situado en el término
municipal de Niharra, perteneciente administrativamente
a la Provincia de Ávila, parte de la comunidad
autónoma de Castilla y León. El yacimiento fue
declarado Bien de interés cultural con la categoría
de Zona Arqueológica el 24 de mayo de 1996.
Ubicación
Se halla a algo más de un kilómetro al oeste del casco urbano de
Niharra, a orillas del río Adaja, en unos terrenos rústicos
protegidos de propiedad municipal.
Historia de la Investigación
Restos constructivos visibles en superficie localizados en 1965 y
excavados parcialmente en 1970; el yacimiento fue objeto de
intervención de urgencia en 1984 por la destrucción progresiva
debida a la extracción de graba.
Arquitectura y evolución urbanística del asentamiento
Se trata de muros de opus caementicium, conservados en
ciertos puntos hasta cerca de dos metros de altura, configuran
habitaciones rectangulares en un caso pavimentadas con opus
signinum.
Villa romana de Pared de los Moros, Niharra
El conjunto de habitaciones hace pensar en un asentamiento de
carácter rural, cuya cronología, teniendo en cuenta los materiales
recuperados en las excavaciones de 1984, parece corresponder
al Bajo Imperio Romano.
12. Verracos de Villanueva del Campillo
En el paraje conocido como «Tejera Vieja» (finca La Corneja)
se conocen dos esculturas que permanecían medio enterradas en la
divisoria de dos propiedades y en un prado que se llama,
significativamente, «Campo del Toro».
Está previsto trasladar el conjunto, una vez restaurado, a la plaza
del pueblo.
Una de las figuras es de tamaño medio, pero la otra ostenta unas
dimensiones excepcionales (250 cm de largo y 243 cm de alto) y es la
escultura más grande conocida del área vettona y tal vez una de las
mayores de la estatuaria prerromana de Europa occidental.
El conjunto escultórico se sitúa en el extremo septentrional de una
gran hoya muy rica en pastos y con abundantes manantiales, a unos
3.500 m a la izquierda de la entrada al valle Amblés por el puerto
de Villatoro. Su cronología puede establecerse en los siglos IV-III
a.C. y su función parece estar relacionada con la protección de
ganado y como marcadores territoriales de zonas de pasto.
Las esculturas ocupan el lugar más visible de la hoya según se
accede desde el puerto, a una altitud en torno a los 1400 m. Ofrecen
unas excelentes condiciones de visibilidad, resulta difícil imaginar
una posición de visibilidad más central y clara.
Las esculturas están claramente alineadas en dirección Este-Oeste
con la cabeza mirando hacia el Oeste, de manera que ofrezcan el
máximo volumen y la mayor visibilidad al acceder desde el Sur, vía
natural de entrada a la hoya desde el puerto. Se encuentran justo
debajo de la máxima elevación del horizonte («Cabeza de Toro»),
según se accede a la hoya.
Esa altura podría haber actuado como referente en el paisaje para
resaltar la visualización del conjunto escultórico. El gran tamaño
de la escultura -el bloque de granito original superaría las 15
toneladas- absolutamente única en el conjunto de la estatuaria
vettona, es un símbolo del poder de quien lo erigió y garantiza la
identificación de un grupo humano con el territorio que ocupa. La
hoya que dominan las esculturas reúne los pastos más ricos de la
zona.
Muchas de las esculturas han sido dañadas tanto por el hombre como
por el tiempo y la protección de las mismas se hace cada vez más
necesarias a fin de salvaguardar este rico patrimonio. La puesta en
valor del patrimonio histórico y arqueológico de los castros
vettones y las esculturas de verracos no sólo afecta al conocimiento
de nuestra historia y de nuestras ciudades, sino también al paisaje
en el que se integran.
En los últimos años se ha configurado un nuevo concepto de
Patrimonio Arqueológico que, entre otras cosas, ha introducido en el
discurso conceptos nuevos como el de paisajes arqueológicos,
entendiendo por tales aquellas geografías con una significativa
concentración de sitios y monumentos. Los castros vettones y
verracos abulenses encajan bien con esta descripción.
13. Necrópolis de La Coba
La necrópolis de La Coba es un yacimiento
arqueológico que se encuentra en la sierra de Ávila,
pasado el puerto de las Fuentes, casi en el nacimiento
del río Almar, en la carretera que
une Muñana con Muñico, muy cerca de
la ermita de Nuestra Señora de las Fuentes, en el término
municipal de San Juan del Olmo, Ávila (España).
Aunque existen dudas del significado y uso de este
espacio arqueológico, es posible que se tratara de un
área de enterramientos cristianos pertenecientes a
pequeñas comunidades más o menos aisladas, entre los siglos
VIII y X.
Sin embargo, la falta de ajuares, cerámicas, impedimentas
o restos óseos hace muy difícil su datación
cronológica exacta, siendo posible que esta zona se haya
estado utilizando desde la Edad del Bronce, en contra del
pensamiento más extendido del
origen visigodo o medieval de este tipo de
necrópolis.
Es una necrópolis en la que la disposición de
los sepulcros depende, la mayoría de las veces, de
la disponibilidad de los lanchares graníticos,
apareciendo bañeras de formas diversas: rectangulares,
trapezoidales y fusiformes, pero ninguna antropomorfa.
El yacimiento arqueológico está muy disperso y se
puede dividir en cuatro zonas bien separadas entre sí. En cada
una se pueden encontrar distintos grupos o elementos simples,
tales como sistemas de recogida y encauzamiento de líquidos
mediante piletas asociadas, canales de desagüe, líneas de
cuñeras, grandes bolos más o menos tallados, rayados del
lanchar, etc, además de los propios sepulcros ya mencionados.
Su acceso y visita se realiza siguiendo la carretera entre
Muñana y Muñico. En el lugar existen carteles informativos que
lo muestran. El mantenimiento y la gestión está a cargo de
la Junta de Castilla y León.
14. Castro de La Mesa de Miranda y La Osera
En Chamartín, a 22 kilómetros al oeste de Ávila, ubicado
estratégicamente en la confluencia de los ríos Matapeces y Rihondo, en
un extenso cerro amesetado y escarpado, a 1.145 m. de altitud, es el
castro que mejor conserva sus murallas, con 2800 m. de perímetro. A unos
2 km al norte del pueblo se encuentra el castro.
El acceso puede hacerse a pie, una excursión por un terreno sin
complicaciones de un paisaje de encinas centenarias y cercas de piedra.
Es el más atractivo para visitantes sin prisa, con ganas de disfrutar de
la naturaleza. Está declarado Bien de Interés Cultural.
Del poblado destacan los tres recintos amurallados, con reforzadas
defensas de torreones y campo de piedras hincadas.
La necrópolis, conocida por La Osera, es famosa por su extensión -2.230
sepulturas- y sus ajuares metálicos, con más de 5000 piezas
recuperadas.
Castro de La Mesa de Miranda, Chamartín
Como complemento a la visita del castro existe un aula arqueológica en
el pueblo de Chamartín que contribuye a la explicación del castro y al
contexto histórico del que formó parte. En este centro de interpretación
nos muestran la vida y la historia de los vettones en dos estadios: el
de la vida material y el del mundo de las creencias.
Además, de este castro prerromano (siglos IV-II a.C.) proceden cinco
ejemplares que representan toros y cerdos. Este dato, junto al hallazgo
de esculturas análogas en Las Cogotas, sirvió de base al Juan Cabré para
plantear un significado mágico o religioso, relacionado con la
protección y fertilidad de la ganadería, la principal fuente de riqueza
de estas comunidades de la Edad del Hierro.
El toro más espectacular se conserva actualmente en la plaza de
Chamartín. Otra de las esculturas se ha llevado al aula arqueológica del
yacimiento, recientemente inaugurada en la localidad.
15. Comer cerca del Castro de La Mesa de Miranda
Calle Corta N 110 KM 274 AL Lado DE LA Carretera,
05530 Muñogalindo España
+34 920 26 57 41
16. Villa romana de El Vergel

Villa romana de El Vergel, San Pedro del Arroyo
Y acabamos la primera parte de nuestra ruta
Presa Romana del Rio Arevalillo
El Figón de Arevalo
Huerta del Marqués 2,
Asador Museo Siboney
Calle Figones 4,
Restaurante Anduriña
Avenida Emilio Romero,29 Emilio Romero, 29,

Villa romana de El Vergel, San Pedro del Arroyo
Coordenadas
40°48′20″N 4°52′04″O

La villa romana de El Vergel es un yacimiento
arquológico situado en el término municipal de San
Pedro del Arroyo, perteneciente administrativamente a
la provincia de Ávila, parte de la comunidad
autónoma de Castilla y León, declarado Bien de interés
cultural con la categoría de Zona Arqueológica en
20161 y actualmente en proceso de musealización de cara a su apertura al
público en 2020.
El yacimiento arqueológico se localiza al noreste, este y sureste
del casco urbano de la población, en terrenos
declarados urbanizables como susceptibles de serlo.
Villa romana de El Vergel, San Pedro del Arroyo
Se asienta sobre estratos geológicos de
naturaleza aluvial, en concreto el área palacial en la margen
izquierda de la terraza fluvial del río Espinarejo, si
bien los restos se dispersan por una superficie mucho mayor en ambas
orillas del río y sobrepasan por el sur la línea férrea
Madrid-Salamanca, formando una elipse alargada norte-sur de
aproximadamente 40 hectáreas de extensión.
Contexto histórico
La villa se sitúa en el territorio más septentrional de la
antigua provincia romana de Lusitania, dentro de la
subdivisión administrativa del Conventus Emeritensis.
Historia de la Investigación
Reproducción de la carta de Fausto Rico, 1905
La primera noticia conocida acerca del descubrimiento de restos
arqueológicos romanos en San Pedro del Arroyo se encuentra en una
misiva enviada por D. Fausto Rico, fechada el 1 de abril de
1905, en la que el autor notifica a D. Manuel
Gómez-Moreno sobre los hallazgos realizados en San Pedro del
Arroyo y su posible trascendencia.
En ella detalla la localización de los "restos de un edificio",
entre los que se recuperaron "tres trozos de mosaico romano",
adjuntado un dibujo coloreado de uno de los fragmentos, en el que
se aprecia una composición decorativa
de greca geométrica formada por un sogueado.
En ella también se explica que se habían extraído
seis sepulcros, cinco de los mismos de piedra y otro
desconocido, numerosas piedras y ruedas de molino. No consta la
respuesta del erudito granadino a la carta ni otros trabajos
posteriores, pero los objetos pasaron a formar parte del catálogo
fundacional del museo de Ávila.
En 1930, las investigaciones de Antonio Molinero Pérez, que
por aquel entonces ejercía su cargo de Inspector Municipal
Veterinario en el vecino pueblo de Santo Tomé de Zabarcos,
dieron como resultado el redescubrimiento del yacimiento poco
antes de descubrir el también cercano castro de la Mesa de
Miranda, volviendo a citar la aparición años atrás de un mosaico
en la Tierra del Tesoro anexa a la iglesia parroquial en la
publicación sobre los hallazgos del enclave prerromano.
Los mismos datos serían de nuevo repetidos en 1981 en la
publicación clásica de Emilio Rodríguez Almeida sobre el
Ávila romana, donde afirma además la similitud entre el trazado
urbano del pueblo actual y la estructura
hipodámica propia de los campamentos romanos, propuesta
sin ningún tipo de base documental o arqueológica.
17. en Nava de Arévalo
Nava de Arévalo se localiza en la comarca abulense de la Moraña. El
municipio de Nava de Arévalo está formado por los pueblos de
Palacios Rubios, Magazos, Noharre, Vinaderos y La Nava de Arévalo.
De la primitiva fábrica mudéjar de su parroquial de San Pedro apenas
quedan testimonios después de la amplia remodelación y ampliación
que se acometió en el siglo XVI. A ese momento correspondería su
estructura interior de dos naves, así como la espadaña que se
levanta en el hastial y el pórtico meridional.
Este pórtico meridional está formado por cinco arcos de medio punto
de ladrillo, encuadrados por un alfiz, que apean en columnas con
capiteles clasicistas. Los dos centrales llevan al frente un escudo
con las llaves de San Pedro, titular del templo. El ladrillo de los
arcos queda resaltado por el encalado de las enjutas.
A los pies de la iglesia se levanta una potente espadaña de ladrillo
con dos vanos en medio punto para las campanas y rematada con otro
cuerpo más pequeño entre aletas terminado en frontón triangular. En
su centro abre otro pequeño vano para campanas.
Las enjutas de los dos vanos principales se decoraron con
ladrillos a sardinel formando espacios pentagonales
invertidos en los que se incrustaban las llaves de San
Pedro. Actualmente los tres se encuentran muy
deteriorados.
![]()
Iglesia de San Pedro, Nava de Arévalo
|
La Nava de Arévalo, sede del ayuntamiento, dista 15 km de Arévalo,
46 km de Ávila y 137 km de Madrid.
Se encuentra situado al norte de la provincia de Ávila, en las
proximidades de Arévalo, en la margen izquierda del río Arevalillo
que corre a encontrarse con el Adaja. En sus cercanías, los pinares
de Arévalo.
Son tierras llanas, de monocultivo cerealista en otros tiempos, de
campos abiertos, entre los cuales, de trecho en trecho, aparecen
lagunas esteparias, algunas con vegetación de cobertera y juncales
en la orilla, que sirven de bebedero para el ganado y de nidales
para los patos.
Son pueblos pegados al suelo en cuyo caserío descuella la mole de
sus iglesias entre las que sobresale la
iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Palacios Rubios con su ábside mudéjar.
En los alrededores del Casco Urbano, hay vatrios lugares
interesantes:
Hoyo Gallego, yacimiento prehistórico, sin adscripción cultural
determinada, de tipología no determinada, existente en Nava de Arévalo
Cerro del Horno, en Nava de Arévalo.
El Quemado, yacimiento prehistórico en Nava de Arévalo.
Los Villarejos, en Nava de Arévalo, yacimiento de
época bajomedieval-moderno, consistente en restos de un
poblado.
y la
Presa Romana del Rio Arevalillo
Pocos kilómetros aguas arriba de Arévalo, existen los restos de
esta presa romana cerca del vado que cruzaba la calzada del puerto
del Pico.
Cabe la posibilidad de que estos restos sean en realidad de un
puente, pues por el lugar pasa la Cañada Real Leonesa Occidental,
lo que viene a demostrar que la zona se ha usado como vía de
comunicación desde tiempos remotos, pudiendo pertenecer a la
calzada romana Segovia-Astorga.
Presa Romana del Rio Arevalillo
Descripción:
Se trata de una presa de gravedad, con unas dimensiones de 50 x
1,5 m. a 3,0 x 6 m.
Los materiales utilizados para construirla son cantos rodados
unidos con argamasa de cal y arena.
En la vista general de la presa desde aguas arriba, se observan
varios fragones de hormigón del estribo izquierdo, en el que se
aprecian las sucesivan tongadas de opus caementicium (de 1,1 m. de
espesor).
Además de fragmentos rodados que formaban parte del muro, que
debía tener, al menos. 6 m. de altura.
Huerta del Marqués 2,
05200 Arévalo España
+34 920 30 18 76
Asador Museo Siboney
Calle Figones 4,
05200 Arévalo España
+34 920 30 15 23
Asador las Cubas
Calle Figones 11 Junto a Plaza del Arrabal,
05200 Arévalo España
+34 920 30 01 25
Avenida Emilio Romero,29 Emilio Romero, 29,
05200 Arévalo España
+34 920 30 15 69
19. Otras Rutas Cercanas:
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