sábado, 11 de diciembre de 2021

Una Escapada de Fin de Semana en Lérida (I)

Ciudad de Lérida

Catedral vieja de Lérida

Antiguo Hospital de Santa Maria, Lérida

Castillo Templario de Gardeny

Palacio de la Paeria, Lérida

Edificios Modernistas Lérida. Las Casas Nuevas o de Balasch (Rambla de Aragón).

Lérida​ es una ciudad española, capital de la provincia homónima, situada en la comunidad autónoma de Cataluña.

El municipio, con una población de 140 403 habitantes (INE 2020), abarca una superficie de 211,7 km² y es uno de los más extensos de Cataluña. 

Es la segunda capital catalana más importante en número de habitantes, por detrás de Barcelona. Es también capital de la comarca del Segriá.

Indice: 

1. Como llegar a Lérida

Lérida se encuentra en un importante nudo de comunicaciones y es el lugar de paso obligado entre las vías que enlazan España con el resto de Europa y el Mediterráneo. 

Este carácter de cruce de caminos se ha reforzado con la llegada del tren de alta velocidad entre Barcelona y Lérida. 

La ciudad se encuentra comunicada con Barcelona por autopista, carretera nacional y vía férrea.

Por aire

En función al aeropuerto escogido como puerta de entrada en Cataluña, la mejor forma de llegar será:

Lérida en autobús.

Desde el aeropuerto del Prat (Barcelona) hasta la estación de ferrocarriles de Sants por tren y desde allí a la estación de ferrocariles de Lérida de nuevo en tren. 

Desde Reus, en tren hasta Lérida

Desde Gerona, en autobús hasta Lérida (" Eix Bus")

Transportes públicos

Lérida es una ciudad ideal para desplazarse a pie. 

Sin embargo algunos campus se encuentran alejados del centro de la ciudad. Para acceder a ellos pueden utilizarse los autobuses que conectan las diferentes zonas de la ciudad. 

2. Algo de Historia

Iltirta (la Lérida en tiempos de los íberos) era la capital de los ilergetes. Sus caudillos más famosos fueron Indíbil y Mandonio que estaban aliados con los cartagineses contra los romanos. El año 215 a.C. fue decisivo. 

Tuvo lugar la batalla del Ebro, donde Asdrúbal, hermano de Aníbal y comandante del ejército cartaginés cae derrotado frente a los romanos. Sus aliados Indíbil y Mandonio serían finalmente dominados el año 206 a.C.

Monumento a Indíbil y Mandonio, Lérida

El año 195 a. C. trajo consigo una nueva e importante insurrección de las tribus ilergetas, lacetanas y ausetanas que fue sofocada por el cónsul Marco Porcio Catón y que supuso la muerte de los caudillos ilergetas Indíbil y Mandonio. 

El final de la segunda guerra púnica traería consigo la romanización y asimilación por parte de las estructuras indígenas de la cultura romana. Iltirta se convertiría en Ilerda. El año 49 a.C. Julio César libró una batalla de la guerra civil contra Cneo Pompeyo Magno delante de sus murallas.

Una época oscura, por los pocos datos que se tienen, fue la de la dominación visigoda aproximadamente desde el año 375 al 716. 

Los musulmanes se apoderaron de Lérida con facilidad en el año 714. La ocupación se produjo entre el 716 y 719, en que el emir Al-Aahm y después Al-Hur hicieron capitular a la ciudad, en tratos que se respetaron. 

Posteriormente, el magnate aragonés Fortún se convirtió al islam para mantener el poder lo que ayudaría a la sumisión del pueblo. 

El rey franco Ludovico Pío saqueó la ciudad en el 801, a los pocos días Amrus Al-Leridi la recuperó así como el resto de los territorios entre el 802 y el 809. 

Estas escaramuzas provocarían el endurecimiento del trato hacia los mozárabes, que finalmente tuvieron que emigrar. En el siglo ix los tugibíes constituyeron un reino de taifa, aunque fingiendo cierta fidelidad al emir de Córdoba. El último rey de Lérida fue Sulayman Sayyid-ad-Dawla, destronado por los almorávides en 1102. Estos usaron Lérida como base de incursión en los condados catalanes.

En 1149 la ciudad se rindió a las tropas cristianas de Ramón Berenguer IV de Barcelona y de Ermengol VI de Urgel. Se otorgó la Carta Puebla a la ciudad en 1150.​ 

En 1264 Jaime I «el Conquistador», rey de la Corona de Aragón, otorgó a la ciudad el Privilegio de Concesión de la Paería, que en adelante sería la forma del gobierno municipal. En 1232 el mismo monarca concedió a la ciudad el Privilegio de Concesión de la Feria de San Miguel. 

Jaime II funda el Estudio General en el año 1300, único durante muchos años en la Corona de Aragón. Pero cuando alcanza mayor esplendor político es en el reinado de Pedro IV el Ceremonioso, ya que, al haber tenido una larga época de paz (aproximadamente dos siglos), logra formar un sólido bloque en todos los aspectos; un grupo intelectual fuerte, una burguesía rica que regía la Ciudad, una clase mercantil próspera y una menestralía trabajadora ayudada por un monarca dadivoso de privilegios por las circunstancias que atravesó su reinado. 

Concede Ordinaciones a la Universidad sobre el monopolio de la enseñanza de las leyes, de cánones, de medicina, etc. (1346). Establece nuevas normas para la elección de paheres, consejeros, etcétera. (1386), reglamentando todo el régimen de gobierno de la Pahería.

Hasta el reinado de Alfonso V el Magnánimo, Lérida continúa su marcha progresiva, aunque no con el ritmo de la anterior centuria, ya que había atravesado un período algo movido como consecuencia de las aspiraciones del conde de Urgel al trono de Aragón y Cataluña, vacante a la muerte sin sucesión de Martín el Humano, que resolvió el Compromiso de Caspe.

Las banderías por un lado, junto con las epidemias que a partir de la terrible peste de 1348 aparecen demasiado a menudo, repercuten, como es natural, en el desarrollo político y económico de la ciudad y aumentaron con las turbulencias habidas en el reinado de Juan II con el conflicto del príncipe de Viana, y que tuvieron unas consecuencias fatales para nuestra Ciudad, ya que, al oponerse a dicho monarca, fue sitiada Lérida en 1464, rindiéndose el 6 de julio al dejarla abandonada a su suerte el resto de Cataluña, por los problemas que las demás provincias tenían, quedando completamente arruinada y destruida.

JuanII, tal y como había prometido en las Capitulaciones, jura respetar los privilegios; pero se negó a devolver a los ciudadanos los bienes confiscados, exigiendo muchos tributos para continuar la lucha en el resto del Principado y recuperar el Rosellón. 

Todas estas peticiones y disputas están plasmadas en algunos libros de actas de la Pahería de la época; digo algunos porque a partir de este momento, en las diferentes luchas y sitios que ha sostenido la Ciudad, han desaparecido dichos libros, seguramente para evitar represalias.

A pesar de la destrucción de la Ciudad, logra rehacerse y continuar su vida bastante próspera hasta el reinado de los Reyes Católicos que marcarán una nueva etapa en la vida de Lérida.

Al subir al trono Fernando el Católico le devuelve los bienes y tierras que le habían sido confiscadas por su padre Juan II, volviendo bajo el señorío de la misma las villas de Borjas Blancas y Bell-lloch.

Este rey, emprende en Lérida las mismas reformas que en otras ciudades, de acuerdo con la gran evolución que experimenta nuestro país, al igual que otras naciones de Europa, en estos años; entre ellas, la reforma, en el año 1499, del sistema electivo de la Pahería, que databa de la época de Pedro IV, introduciendo en ella el sistema de la insaculación para la elección de sus componentes, la reforma asimismo de los gremios, etc.

Por todas estas cosas, así como por haber acabado con el bandolerismo existente, consecuencia de las guerras habidas, pudo entrar de lleno nuestra Ciudad en la época del Renacimiento, con el florecimiento de la imprenta, y la aparición en la arquitectura del estilo gótico-florido y plateresco, reflejados en los monumentos de la época.

Los siglos siguientes estuvieron marcados por la recesión, agravados por guerras y epidemias.

La Seo Vieja, cerrada al culto desde 1797, se convirtió en cuartel militar. Durante el siglo xviii, la ciudad recuperó su imagen y dimensión. 

Bajo el reinado de Carlos III se construyó la Catedral Nueva. Sus nuevos planteamientos ilustrados aportaron figuras, como el Marqués de Blondel​ y el Barón de Maials, que dieron a la ciudad una fisonomía urbanística acorde con su papel de capital de la provincia, y la aplicación a los cultivos de los nuevos estudios de agronomía.

Don Luis Blondel, que se hizo cargo de la plaza el 1 de abril de 1786.

Se le puede considerar, sin lugar a dudas, como el artífice de la Lérida moderna; a él se debe, entre otras varias obras, la construcción del Depósito del Pla, que dio el agua potable, tuberías, cloacas (entre ellas las de la calle Mayor), fuentes monumentales (la de la Catedral), sirenas, enseñanza, etc. 

Hizo empendrar las principales calles. Pero su obra más importante fue la construcción del muro de contención del río, que evitó las nundacio- nes que sufrían las casas colindantes a él y que ocasionaba grandes pérdidas en los almacenes.

La población aumenta, de 7.000 habitantes que tenía al advenimiento de Felipe V, a 20.000 al comienzo del siglo XIX; que después de la guerra de la Independencia volvería a reducirse a 12,000. Por todo lo dicho el siglo XVIII se puede considerar un siglo próspero, lo mismo en lo económico que en lo cultural y artístico.

Siguiendo el sino de nuestra Ciudad, esta época tan próspera se vería de nuevo truncada por la invasión Napoleónica, volviendo Lérida a verse inmersa en un nuevo conflicto bélico, que -como tantas otras veces- tendrá consecuencias catastróficas, pues a la destrucción material hay que añadir la espiritual, porque ni siquiera se salvaron las ideas fundamentales que parecían inamovibles: Religión, Patria y la Monarquía, haciendo su aparición el Liberalismo.

A comienzo del siglo xix, Lérida sufrió una nueva invasión, la napoleónica, cae en poder de los franceses el 14 de mayo de 1810, abriéndose un período de tiempo terrible de muertes y asesinatos y humillaciones unido, como siempre, a la destrucción de la Ciudad y la desolación de los campos que quedaron arrasados.

En el transcurso de la Guerra de Independencia por un ejército del mariscal Suchet, y fue recuperada por los españoles con tropas del general Copons gracias a una audaz estratagema debida al militar y aventurero español de origen flamenco Juan Van Halen y Sartí, luego teniente general, que posteriormente por el mismo medio consiguió la toma de Mequinenza y del castillo de Monzón. 

El 14 de febrero de 1814, Lérida se ve libre de la dominación francesa.

La Ciudad de ahora en adelante correrá la misma suerte que el resto de la Nación, o sea constantes revoluciones y contra revoluciones que caracterizan al siglo XIX en nuestra Patria.

Guerras Carlistas; subida al trono de Amadeo de Saboya, su abdicación, proclamación de la primera República en el año 1873, la vuelta de los Borbones con Alfonso XII como Monarca el 6 de enero de 1875, la proclamación de la segunda República al dejar el trono Alfonso XIII hijo del Monarca anterior.

En 1936 Lérida vuelve a ser escenario de guerra civil, con todas las consecuencias de ella, teniendo que añadir esta vez el agravante de haberse estabilizado el frente durante un largo período, partiendo la Ciudad en dos partes, quedando de nuevo destruida. 

Es probable que no haya otra capital en España que haya sufrido tantos y tan catastróficos sitios que la han dejado sin apenas muestras artísticas de su importancia cultural ya que incluso los pocos monumentos que nos han quedado llevan la huella de la destrucción.

Todo este período de intranquilidad política y social repercute de una manera extraordinaria en el desarrollo de la vida ciudadana que no podrá llevarse a cabo con el ritmo e intensidad que lo había hecho en otros períodos de paz hasta esta última década que de nuevo se incorpora al crecimiento nacional con toda su pujanza.


3. Que ver en la Ciudad de Lérida

Ciudad de Lérida

En nuestras escapadas por Cataluña la ciudad de Lérida es esencial, no puedes pasar por alto la capital de provincia y visitar los lugares que ver en Lleida ciudad en un día, o más.



Esta ciudad no ofrece muchas atracciones turísticas, casi todas están en el centro histórico o casco antiguo y muy fácil de verlas en un itinerario a pie. Dicen que es la menos visitada por el turismo de las 4 capitales de provincia de Cataluña. 

Nosotros tras explorar todos sus rincones creemos que bien vale un paseo por sus calles, plazas y monumentos. Al menos verla durante unas horas y darle una oportunidad a esta villa histórica catalana, hay varias cosas que hacer que no os dejarán aburriros en todo ese tiempo que le dediquéis a la capital ilerdense.
Sin duda una perfecta escapada de fin de semana .

Una vez hecha la visita de Lérida os puedo decir que es fácil visitarla a pie, el centro no es muy grande y casi todos los monumentos imprescindibles están en el casco antiguo histórico, a excepción del castillo de Gardeny.

La mayoría están alrededor de la colina de la catedral vieja y el carrer Major. 

Lo más alejado, como os hemos comentado, es el castillo de Gardeny que a pie estará a unos 15 o 20 minutos del ayuntamiento o Paeria. 

4. La Seu Vella, imprescindible que ver en Lleida

Seu Vella, Lérida

Sin duda la catedral vieja o Seu Vella de Lérida es el edificio más emblemático e icónico de la ciudad. No sólo por su historia sino también por el privilegiado emplazamiento en altura (en el cerro conocido como Turó de Lleida) que ya se remonta a los orígenes de la ciudad íbera. Su aspecto de fortaleza ha hecho que se la conozca como el Castell de Lleida. 

Se trata de la antigua catedral de la ciudad construida entre finales del siglo XII y la primera mitad del XV sobre posiblemente la que era la mezquita mayor en época de dominación andalusí. En ese mismo lugar se asentaba antes la catedral paleocristiana y visigótica, y seguro que en época romana el templo principal.

En el siglo XV se da por terminada la construcción al añadir el campanario y la puerta de los Apóstoles.

Desde 1707 no volvió a desempeñar funciones religiosas ya que se convirtió en cuartel militar dada su importante posición estratégica sobre el cerro.

Tras pagar la entrada en la zona de acceso entrarás al magnífico claustro, realizado entre los siglos XIII y XIV, uno de los más bellos que hemos visitado. Nos recordó al magnífico claustro de la catedral de Toledo. Este claustro además tiene una galería mirador sobre la ciudad.

 
Seu Vella, Lérida

Desde este claustro puedes ver la puerta de los Apóstoles desde el interior del recinto.

Accedemos a la antigua iglesia cuya construcción se inició en 1203 y se consagró al público en 1278. 

Debido a que la iglesia está desacralizada sobrecoge el espacio interior vacío exento de decoración que permite disfrutar las formas arquitectónicas de estilo combinado románico y gótico. Este interior vacío de decoración nos trajo a la memoria la Colegiata de San Vicenç de Cardona.

Otro de los lugares interesantes que resaltar en la Seu Vella de Lérida es su Campanario del siglo XIV de 60 metros de altura al que se puede subir y admirar las vistas de la ciudad desde el punto más alto.

Al recinto de la Se Vella y el castell del Rei se puede acceder en coche y tenéis un aparcamiento gratuito. Recuerda que te hemos preparado un post de donde aparcar en Lleida gratis.

También puedes realizar una visita guiada por la ciudad que acaba en la Seu Vella de Lleida.

 

  5. Castillo del Rey (Suda)

Castillo del Rey o Suda, Lérida

El Castillo del Rey se emplaza en la parte más alta de la colina y de la ciudad, la Roca Sobirana. En la Edad Media fue el palacio y la residencia de los reyes en sus estancias en la ciudad. Popularmente es conocido como «La Suda», palabra de origen árabe que significa obra fuerte y lugar del poder político o militar. 

El nombre, recuperado por los historiadores a finales del XlX, hace referencia a la fortaleza andalusí construida en el año 882 (siglo IX) en el mismo lugar que después ocuparía el castillo. Suda es también el nombre con el que las fuentes medievales designan el barrio gótico, noble, eclesiástico y universitario que se extendía por la colina.

Construido en diferentes etapas entre finales del siglo XII y el XIV, el castillo estaba configurado por diferentes ámbitos de reunión, culto, residencia y defensa alrededor de un patio central. 

Fue el edificio civil más destacado de Lérida y un importante centro de decisión política de Cataluña y de toda la Corona de Aragón.

Se conserva la nave sudeste o sala noble. El resto del edificio desapareció en el transcurso de las diferentes guerras de alcance europeo que a partir del siglo XVII asolaron la ciudad.

Convertido en cuartel militar desde 1640, en 1735 se de­molía la nave norte, mientras que las naves de levante y de poniente desaparecieron en sucesivas explosiones que tuvie­ron lugar en 1812 y 1936 Los soldados lo abandonan en 1948. 

Su recuperación se inicia en los años 80 con diferentes intervenciones arqueológicas que han permitido redefinir sus volúmenes originales y recuperar su historia.

6. Catedral Nueva de Lérida

Catedral Nueva de Lérida

La catedral Nueva de Lérida se inauguró el 28 de mayo de 1781. Ya hemos visto anteriormente que la Catedral medieval (Seu Vella) se convirtió en cuartel militar a partir del año 1707, por lo tanto el culto de la Catedral se trasladó, primero a la capilla del convento de la Compañia de Jesús y seguidamente a la Iglesia parroquial de San Lorenzo de esta ciudad. 

En los reinados de Felipe V y de Fernando VI, la ciudad seguía sin tener catedral. Fue Carlos III, quien concedió el permiso y financiación en parte, de la construcción de esta nueva Seo.

De varios proyectos se escogió el de Pedro Martín Zermeño, ingeniero militar. La primera piedra fue colocada por el obispo Manuel Macías Pedrejón, el 15 de abril de 1761. La Catedral fue consagrada e inaugurada por el obispo J. A. Sánchez Ferragudo, el 28 de mayo de 1781.

El edificio sufrió un incendio al poco tiempo de su inauguración y el 13 de mayo de 1808, durante la guerra de la Independencia, la catedral fue expoliada e incendiada. Pero el fuego más devastador, intencionadamente provocado, fue el del 25 de agosto de 1936, que la dejó desprovista de la mayor parte de la ornamentación y mobiliario litúrgico, quedando calcinadas las paredes y columnas.

Entre 1940 y 1955 se llevó a cabo su restauración y se reinauguró el 28 de septiembre de 1955. El edificio sigue el modelo de planta de salón, con tres naves a la misma altura, girola alrededor del ábside y capillas en los contrafuertes de las naves y en la cabecera. 

La fachada está flanqueada por dos torres cuadrangulares y la entrada precedida por un atrio con tres grandes arcadas con puertas de hierro forjado y una gran escalinata de doble acceso lateral, coronada por una balaustrada profusamente ornada. La catedral de Lérida es un edificio emblemático y singular, representativo del estilo artístico, definido como barroco neoclásico.

7. Palacio de la Paeria
  
Palacio de la Paeria, Lérida

En la actualidad este Palacio de la Paería es la sede del ayuntamiento de Lérida. Si llegas por la plaza de la Paería en la calle Mayor podrás admirar su fachada medieval. En el lado del río, en la avenida Blondel, tenéis otra fachada, más moderna, de estilo neoclásico.

Este Palacio de la Paería fue construido en el siglo XIII y cedido a la ciudad en 1383 por los Señores de Sanaüja que eran los propietarios. En la visita puedes admirar la fachada y también el patio interior con un pozo.

Las excavaciones arqueológicas de principios de los 80 descubrieron los restos de un gran edificio romano, del cual hoy puede verse una parte, a mas de 6 metros por debajo de la plaza de la paeria, la diferencia entre el nivel de la ciudad antigua y la actual. 

Está abierto al público para la visita. Sus orígenes se remontan a finales del siglo 1 a.C. o a inicios del 1 d.C.

El archivo municipal tiene unos tesoros destacables como el Libro de Usos del siglo XIV, el Armario  de los Privilegios (armario barroco) y principalmente la Carta Puebla (de población), primera constitución de los habitantes de Lérida que se remonta a 1150.

8. Museo de Lérida

Museo de Lérida

El museu de Lérida, el Museo de Lérida Diocesano y Comarcal, nos pareció bastante interesante pero quizá su visita la podamos dejar si nos es posible visitar los otros TOP 10 de estos lugares que ver en Lleida ciudad.

Lo encontraréis muy cerca de la Rambla de Aragón, a pocos metros de la Biblioteca Pública de la ciudad. Tiene 7000 metros cuadrados con pura historia de Lérida y de su área de influencia. 

Proviene principalmente de 2 colecciones anteriores, la de Arte Sacro procedente del museo Diocesano y la otra de la colección arqueológica del instituto de estudios ilerdenses. 

También recoge la colección de monedas del Gabinete Numismático de la Diputación y objetos del Tesoro de la Catedral. Su colección acoge un total de 974 obras de arte y arqueología.

Como crítica comentar que todas las piezas y carteles del museo están en catalán sin ser traducidas al castellano y el inglés, por lo que nos parece que pierde parte del atractivo para el turista procedente de fuera de Cataluña. 

Y lo decimos desde el punto de vista de turistas que nos fastidia bastante visitar museos foráneos y no poder leer en nuestra lengua las descripciones, como mínimo en inglés, que es el idioma universal.

9. Plaza de San Juan
Plaza de Sant Joan, Lérida

Una de las principales plazas del casco antiguo de Lérida, en plena zona comercial, entre el río Segre y la colina de la Seu Vella. Alberga varios edificios como la Iglesia de Sant Joan, de estilo neogótico y de finales del siglo XIX.

Yo diría que casi es el corazón de la ciudad por su céntrica ubicación y la amplitud que tiene esta plaza. Junto a la Plaza de Sant Joan hay un ascensor que te llevará hasta la parte más alta de la ciudad, donde podrás visitar la Seu Vella y el Castillo de la Suda de Lérida, dos de los sitios imprescindibles que ver en Lérida.

10. Castillo Templario de Gardeny

Castillo Templario de Gardeny, Lérida

Es el único sitio (junto el museo Roda Roda) que está más apartado del casco histórico. Este viejo castillo de Gardeny es una fortaleza templaria. Desde este lugar obtendréis unas buenas vistas de la ciudad.

El castillo de Gardeny data de la segunda mitad del siglo XII. Fue construido después de que la ciudad se reconquistara en el año 1149 y que la orden del Temple recibiera varios bienes de la zona, entre los que se enbcontraba esta montaña o turó del Gardeny. 

Ha sido utilizado a lo largo de la historia como cuartel militar por la buena ubicación estratégica que tiene.

Era uno de los edificios militares de la Orden del Temple y es de los que tienen uno de los mejores estados de conservación de España.

Actualmente alberga el Centro de Interpretación de la Orden del Temple, donde muestran interactivamente, como vivían los caballeros templarios en aquella época. El Castillo Gardeny forma parte de la ruta templaria Domus Templi, junto con los castillos de Tortosa, Peñíscola, Miravet y Monzón, ruta que muestra una parte importante del patrimonio de la antigua Corona de Aragón.

11. Iglesia de San Lorenzo

Iglesia de San Llorenç (San Lorenzo), Lérida

La encontramos en la plaza Sant Josep, no muy lejos del Museo Diocesano. Fue en dos ocasiones sede catedralícia y es la segunda iglesia más antigua de la ciudad después de la Seu Vella. Su estilo es románico aunque conserva elementos góticos fruto de diversas ampliaciones y acabados.

Es una de las imprescindibles que ver en lleida sin lugar a dudas. Sólo entrar en su interior ya percibes la antigüedad en sus muros. Tiene 3 naves con tres ábsides que poseen la misma altura. La nave central es la más antigua y románica, mientras que las dos laterales son góticas. 

Del exterior destaca el campanario de base octogonal del siglo XV. Al loro que en el exterior, en la calle, encontraréis una de sus campanas a modo de escultura.

La entrada es gratuita y puede visitarse de lunes a viernes de 9:30 a 12:30 y de 17 a 19h, los sábados de 11 a 12:30h y de 17 a 19h y los domingos y festivos de 11h a 12:30.

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12. Antiguo Hospital de Santa María 

Antiguo Hospital de Santa María , Lérida

El Antiguo Hospital de Santa María es un edificio de estilo gótico plateresco construido entre los siglos XV y XVI. La fachada principal se encuentra en la misma plaza de la catedral, frente de la catedral Nueva de Lérida, y su función durante muchos años fue como hospital de la ciudad.

En la fachada situada en el carrer Major destaca el portal y los escudos y blasones leridanos. No debéis iros de la ciudad sin visitar el patio interior central lugar donde nace una magnífica escalinata de piedra que conduce a una espléndida galería de arcos ojivales. 

Actualmente este edificio histórico es la sede del Instituto de estudios Ilerdenses y acoge en su salas y patios diferentes exposiciones de carácter temporal.

13. Edificios Modernistas

Casa Magi Llorens, Lérida

Podemos ver gran cantidad de edificios modernistas en Lérida por sus calles, estaros atentos, principalmente en la avenida Blondel y la calle Mayor. 

La más impactante es la de la foto de arriba, la Casa Magi Llorens, en plena calle mayor 74-76, junto a la Capilla de Sant Jaume.

Lérida es conocida por ser una de las capitales del modernismo, movimiento artístico y cultural surgido en Cataluña a finales del siglo XIX. 

Hay rutas en las que se muestran los principales edificios modernistas de la capital ilerdense.

Casa Baró (también conocido por La Vinícola, pues en sus bajos había una bodega). Avdd. Blondel nº 100, Lérida

Además de la casa Magi Llorens tenemos el Teatro Municipal del Escorxador (calle Lluís Companys, s/n), Casa Melcior (Calle Sant Francesc, 2), Casa Morera de la Lira (Avenida Blondel), Casas de Balasch (Rambla de Aragón 31), Casa Bergós (plaza de la Sal esquina Clot de les Monges), casa Baró, la Vinícola (Blondel 100) y Casa Xam-mar (en Blondel 9).

14. Museo de la Automoción Roda Roda

imprescindible que ver en Lérida con niños


Museo de la automoción Roda Roda, ideal para ver Lérida con niños

El Museo de la Automoción de Lleida Roda Roda está situado en un antiguo taller de mecánica en la calle Santa Cecilia, al otro lado del Segre. Conserva gran cantidad de coches antiguos, motocicletas y motores. 

Además tiene una extensa colección de coches en miniaturas que hará la delicia de los más pequeños y no tanto 

 Creemos que es una de las cosas imprescindibles que hacer en Lleida con niños.

La entrada es gratis y la visita es de martes a sábado de 11 a 14h y de 17 a 20h y los domingos y festivos de 11 a 14 horas.

15. Estación de Lérida Pirineos

Estación de Lérida Pirineos

El ferrocarril llegó a Lérida el 30 de mayo de 1860 con la apertura del tramo Lérida-Manresa de la línea férrea que pretendía conectar Zaragoza con Barcelona. Las obras corrieron a cargo de la Compañía del Ferrocarril de Barcelona a Zaragoza.​ 

Buscando mejorar tanto el enlace de la línea con otros trazados, así como su salud financiera la compañía decidió en 1864 unirse con la empresa que gestionaba la línea férrea que enlazaba Zaragoza con Pamplona dando lugar a la Compañía de los Ferrocarriles de Zaragoza a Pamplona y a Barcelona.​ 

Un año después en 1865 se inició la construcción de la línea Tarragona-Lérida que no completó su último tramo entre Juneda y Lérida hasta mayo de 1879. 

Las obras en este caso correspondieron a la Compañía del Ferrocarril de Lérida a Reus y Tarragona. La precaria situación económica de ambas compañía facultó que la poderosa Norte se hiciera con ambas entre 1878 y 1885. 

Más tardía es la línea Lérida-Puebla de Segur ya que la misma se inició entre Lérida y Balaguer en 1922 impulsada por el propio Estado dentro del ambicioso plan de líneas transversales que había ideado el directorio de Primo de Rivera y que a la postre solo logró completar el ya mencionado trazado.​ 

En 1941, la nacionalización del ferrocarril en España supuso la desaparición de Norte y la creación de RENFE que gestionó desde ese momento la estación de Lérida.

En 1997 el edificio, que data de principios del siglo XX fue restaurado recuperando el estado original de su fachada sur, la principal y mejorando su ordenación interior. 

Estas obras tuvieron continuación en el 2003 con una modificación de mayor calado fruto de la adaptación de las instalaciones a la llegada de la alta velocidad a la ciudad. 

El nuevo haz de vías y sus correspondientes andenes se dotó de una moderna marquesina que generó críticas debido a su difícil integración con el clásico edificio para viajeros.​ La llegada del AVE generó también un cambio de nombre del recinto que pasó a llamarse Lérida Pirineos.

La estación

Los andenes de la estación bajo la nueva marquesina en 2007

La estación se encuentra al norte de la ciudad, frente a la plaza Ramón Berenguer. 

Posee dos partes claramente diferenciadas: la parte clásica y los añadidos realizados en 2003. 

El edificio para viajeros es de planta rectangular. 

Está formado por un cuerpo central de tres alturas dividido en tres bloques con dos torreones de mayor altura en ambos extremos. 

En total alcanza una longitud aproximada de 68 metros y una altura de 19 metros. Sobre esa base se asienta la parte nueva caracterizada en una amplia marquesina de vidrio y metal formada por ondas que cubre las vías y andenes del recinto.

Bajo la marquesina se ubican tres vías de ancho ibérico y cinco de ancho UIC.

16. Parque Municipal de la Mitjana

Parque Municipal de la Mitjana, en Lérida

El Parque de la Mitjana es una zona verde de la ciudad de Lérida de tipo fluvial donde se concentran pequeños lagos y bosques. Abarca una superficie aproximada de 90 hectáreas y está situado al noreste de la ciudad y a lo largo del recorrido del río Segre, aguas arriba de la represa del canal de Seros.

El Parque Municipal de la Mitjana en Lérida es un ecosistema de gran valor natural y ecológico que no podemos dejar de visitar. Si te apetece disfrutar de un área natural ideal para pasear, hacer deporte y observar la fauna y la flora de Lérida.

Se trata de un espacio natural situado a la entrada de la ciudad de Lérida, que conserva en muy buen estado ecosistemas representativos del bosque de ribera de la tierra baja mediterránea.

17. Parque de los Campos Eliseos de Lerida

Parque de los Campos Eliseos, Lerida

El Parque de los Campos Elíseos (Camps Elisis) de Lérida es una zona ajardinada de gran serenidad y elegancia, con numerosas especies botánicas y árboles de diferentes clases.
 

Sus jardines, al estilo francés, albergan varios edificios de estilo novecentista y modernista además de numerosas esculturas de gran belleza.

El Parque de los Campos Elíseos se encuentra situado en la ribera izquierda del río Segre a su paso por la ciudad de Lérida. Constituye una de las zonas verdes más importantes de la ciudad. El inmenso jardín de estilo romántico de los Campos Elíseos alberga la Rosaleda, el Café Chalet, el River Café, la Glorieta y el Palacio de Cristal construido sobre un estanque.

A lo largo y ancho de este hermoso parque ilerdense se pueden encontar jardines con diferentes especies botánicas y árboles de diferentes familias, así como zonas de paseo y de juegos infantiles.

En este espacio se instalan los pabellones feriales y la "Fira de Sant Miquel de Lérida" por San Miguel, feria internacional que se celebra a finales de septiembre, así como otras muestras feriales y eventos culturales que se suceden a lo largo de todo el año.
18. Otras Cosas que ver y hacer en Lérida

Iglesia de Sant Martín, que fue construida en el siglo XII. 

Iglesia de San Martín, Lérida

Desde su construcción ha servido como capilla, cuartel y prisión. Actualmente se encuentra cerrada, de vez en cuando se organizan conciertos.

Museo Depósito de Agua, nos explica la relación de Lleida con el agua y sus fuentes y canales. Podéis ver el depósito del agua del siglo XVIII donde el agua llegaba del canal de Pinyana y se repartía por 6 fuentes en la ciudad. Tenía una capacidad de 9 millones de litros. 

Centro de Arte la Panera, un espacio cultural que organiza talleres y exposiciones.

Capilla de San Jaime
, capilla dedicada originalmente a la virgen de las Nieves se construyó en época musulmana donde estaba el barrio cristiano.

Capilla de San Jaime, Lérida

Actualmente está dedicado al culto del apóstol San Jaume en el interior de este monumento incluido en la ruta catalana del peregrinaje del camino de Santiago se puede admirar una escultura del Santo, obra de Jaime Gort.

Iglesia de Sant Pere, pequeña iglesia del siglo XVIII en la plaza de San Francesc. Reposan los restos del descubridor y conquistador Gaspar de Portola y de Rovira.

Pasear a orillas del Segre, las orillas del río han sido rehabilitadas y tiene amplias zonas verdes para pasear o hacer deporte.

La Casa de los Gigantes donde se exhibe de forma permanente la colección de 12 gigantes y cabezudos, el conjunto más valioso de Cataluña e ideal para visitar Lleida con niños

Las Adoberías en el número 9 de la rambla de Ferrán. Son los restos de talleres de pieles del siglo XIII que se conservan perfectamente y son las más antiguas de España..

19. De vinos y Tapas en Lérida


El mejor de todos es, sin duda, La Dolceta: caracoles, calçots y carne a la brasa, con algunas delicias como los corazones crujientes de alcachofa, y cava fresquito, fresquito. Buena carta de vinos y cavas. Cuenta con un amplio parking y se recomienda reservar con tiempo.

Otro lugar indispensable, por ser un clásico de Lleida, es el Bar Tófol. Ismael ha seguido la tradición del viejo bar de su madre, la señora Ramona, a la que yo le iba a comprar helados en mi mocedad. Hoy en día es uno de los lugares de tapas más afamados de Lleida y donde concurre la “jet local”. 

Almejas de “alto standing”, jamón, anchoas, berberechos y lo que ofrezca Ismael ese día. Abierto de lunes a viernes, excepto en diciembre, que abre los sábados. Grandes desayunos con callos y tortillas de todo tipo. Se recomienda reservar jueves y viernes.

De repente, en un recoveco de la antigua carretera nacional II, en el kilómetro 457.5 –conviene estar atentos a la maniobra- se encuentra un trozo de Galicia en Lleida: el Restaurante Carballeira. 

Su propietario, Ángel, lleva años fomentando la excelencia de la cocina gallega en Lleida. Además, desde hace un año se pueden tomar tapas en la terraza, lo cual es una delicia sin paliativos. Salpicón de langostinos sin precedentes y sin equiparación, raviolis rellenos de marisco y setas, y lo que ese día les recomiende Ángel.

Como el Carballeira, el Zeke no responde a ninguno de los clichés que ustedes hayan podido oír o leer de lo que se come en Lleida. Un bar de tapas a la altura del mejor que puedan encontrar por España. Gran carta de vinos y cavas, jamón de Guijuelo, rollitos de langostino y aguacate, brochetas de bacalao o de solomillo, arroz con esturión o alcachofas rebozadas. 

En los barrios también hay vida: en la zona centro, cerca de la estación se encuentra el Bar Piñana. Menús asequibles y caseros, y buen ambiente. 

Y al final de la calle Mayor, en la zona peatonal de la calle Alcalde Costa número 8, se encuentra La Bodegueta. Un bar entrañable con tapas de buen jamón, chorizo, queso y lo que ese día se le ocurra a José. Un último refugio para los pocos taurinos lleidatans que deciden salir del armario.

Para los que quieran tomar tapas en un ambiente más relajado, con una muy buena carta de vinos y unos platos de jamón y un surtido de quesos interesantes, les recomendamos Almenara Gourmet, con tienda gourmet, como su propio nombre indica. El único lugar de Lleida que vende las famosas patatas en lata de pintura “Bonilla a la vista”. 

20. Fiestas locales

Gigantes de la Paeria de Lérida

Fiesta Mayor de primavera: coincidiendo con la festividad de San Anastasio (patrón de la ciudad) se celebra la Fiesta Mayor de primavera de Lérida a principios de mayo; durante los días que duran las fiestas hay diversos actos entre los que destacan la Procesión y Ofrenda Floral al Santo, la Batalla de moros y cristianos, el Concurso de Fuegos Artificiales, o la Batalla de Flores.

Aplec del Cargol: quince días después de la Fiesta Mayor se celebra l'Aplec del Cargol, fiesta gastronómica por antonomasia en la que se degustan entre otros los célebres cargols a la llauna (caracoles) que son un plato muy típico de Lérida. 

La fiesta dura tres días (de viernes a domingo) y se celebra en el Parque de los Campos Elíseos, donde las peñas o "les colles" (agrupaciones de amigos) montan sus casetas. Los ciudadanos de Lérida están muy implicados en ella y la consideran una de sus fiestas más importantes. 

El año 2004 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Fiesta Mayor de otoño: coincidiendo con la festividad de San Miguel se celebra la Fiesta Mayor de otoño de Lérida a finales de septiembre. Durante la semana se celebra la Feria de San Miguel (Fira de Sant Miquel). Es una de las Ferias agrarias más antiguas e importantes de España y tiene como sede el "Parque de los Campos Elíseos" ("Els Camps Elisis"). Esta fiesta ha sustituido a la tradicional de la patrona de la ciudad, la Virgen Blanca.

Tanto la Fiesta Mayor de primavera como la de otoño son presididas simbólicamente por un grupo de doce gigantes emblemáticos, propiedad de la Paeria: doña Violant y el infante Berenguer, Rey Jaime I el Conquistador y Reina doña Leonor, Gigantes Chinos, el Rey Moro y doña Zobeida, los Faraones y los emperadores romanos Marco Antonio y Cleopatra. 

Los gigantes Emperadores Romanos son los gigantes en activo más antiguos de Cataluña, construidos en 1840 por el escultor Ramón Corcelles, para que salieran a recibir a la reina Isabel II y a la reina regente María Cristina, en la visita que realizaron a Lérida el día 24 de junio de aquel año. Los gigantes Chinos, Reyes, Moros e Infantes fueron construidos en el taller barcelonés "El Ingenio" entre 1946 y 1956 a partir de modelos creados por el escultor modernista Lambert Escaler. Suelen salir acompañados por Lo Marraco, monstruo totémico de la ciudad.

Romería de "Els Fanalets de Sant Jaume" ("Farolillos de Santiago"): una pequeña capilla del siglo xiii situada en la calle Mayor, conmemora el paso del Apóstol Santiago por Lérida, donde según una leyenda, el apóstol se clavó una espina en su pie derecho siendo de noche, y un ángel con un farolillo le dio luz para que pudiera sacársela.

 La noche víspera de Santiago ("Sant Jaume") los niños y niñas de la ciudad recuerdan ese acontecimiento yendo en romería hasta la Catedral Nueva, provistos de farolillos, que confieren a la procesión religiosa un insólito aire de fiesta y verbena. El paso procesional está constituido por una imagen en madera del apóstol, acompañada por los Gigantes de la Ciudad y las principales autoridades.

Feria Expotren: feria sobre el ocio ferroviario. Se ha convertido en la feria más importante de este tipo en el sur de Europa. Tiene lugar cada año en el mes de marzo

 

21. y para comer en Lérida

Ferreruela, Cuina de la Terra
C/ de Bobalà, 8, 
25004, Lleida España
+34 973 22 11 59

La Huerta
Avenida Tortosa, 7, 
25005, Lleida España
+34 973 24 50 40

Kimo
Carrer de San Marti 61, 
25004, Lleida España
+34 973 23 25 33

Porco Dio
C/torres De Sanui 24,
25006, Lleida España
+34 873 49 38 90

y algo mas económicos:

Roma Lleida
2 Carrer Bisbe Messeguer, 
25003, Lleida España
+34 973 26 12 44

Restaurant Cal Tupinet
Placa Llac, Ag. Montella al Costat de L'església Del Poble, 
25725, Lleida España
+34 973 51 52 15

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