viernes, 26 de noviembre de 2021

Ruta por las Torres y Castillos del Reino de Valencia (I): De Requena al Castillo de Torres-Torres

Castillo de Buñol, Valencia

Castillo de Benissanó, Valencia

Castillo de Alaquas, Valencia

Castillo de Benisanó, Valencia

Torre Bofilla, Betera

Castillo de Torres Torres, Valencia

Valencia es un destino turístico muy popular durante los meses de más calor, debido a sus espectaculares playas bañadas por el mar Mediterráneo. 

Pero lo que muchos no saben es que en una visita a esta provincia, podrás descubrir un gran número de Castillos de Valencia que forman parte de su amplio patrimonio histórico. ¡Un viaje al pasado inolvidable!

Imponentes y con historia. 

Los castillos forman parte de nuestro pasado y de un legado de aquellos que visitaron, invadieron o conquistaron este reino para dejarnos un tesoro, declarado Monumento Nacional en algunos de ellos, de obligada visita. 

En el Reino de Valencia existen muchos castillos, torres o fortificaciones, muchas de ellas en ruinas o abandonadas por parte de los consistorios. 

Otras en cambio, forman parte del patrimonio y representan a la población con un orgullo mayor, tal es así que en muchos escudos heráldicos de poblaciones están presentes.

En este artículo no podían faltar algunas de las fortalezas mejor conservadas del Reino de Valencia, así como aquellas que forman parte del patrimonio de las localidades más importantes de este Reino.

Acompañadnos por este recorrido por la historia y la cultura del Antiguo Reino de Valencia.


Indice:


1. Como llegar a Requena, inicio de nurestra ruta

Requena está situada al oeste de la provincia de Valencia, a 69 km. de la capital siguiendo el eje de comunicaciones de la A-3 (Autovía Madrid-Valencia). 

Hay servicios de autobuses regulares entre Requena y Valencia, así como entre Requena y otras localidades de su comarca. Hay autobuses y trenes que salen en dirección Valencia, Madrid o Albacete con frecuencia horaria.

Requena dispone de dos estaciones de ferrocarril. La primera de ellas, situada en el casco urbano, presta servicio a las líneas de Cercanías y a los servicio de trenes regionales. La segunda y más reciente, la Estación de Alta Velocidad Requena-Utiel, está situada en la pedanía de San Antonio, a 5,5 kilómetros del centro de la ciudad de Requena. 

Un total de 8 AVEs paran al día en esta estación, cuatro en direción Valencia y otros cuatro en dirección Madrid. Con el AVE, los tiempos de desplazamiento entre Requena y Valencia se reducen a 23 minutos, mientras que los trayectos entre Requena y Madrid se pueden cubrir en una hora y 27 minutos.

Accesibilidad y transporte

Requena la atraviesan las siguientes vías de comunicación:

- Nacional III Madrid-Valencia.
- Autovía Madrid-Valencia (A-3).
- Nacional 332, Valencia-Córdoba.
- Nacional 330, Murcia-Zaragoza.
- Ferrocarril Madrid-Valencia.

Distancia desde puerto y aeropuerto de Valencia

- Aeropuerto de Manises (Valencia): 30 minutos.
- Puerto Autónomo de Valencia: 45 minutos.

Cómo llegar en tren

Tfno. 902320320
Puede obtener los horarios de trenes en http://www.renfe.es

La estación de tren en Requena se encuentra en el cruce de la Avenida Capitán Gadea con la Avenida de la Estación.

Cómo llegar en AVE

Tfno. 902320320
Puede obtener los horarios de AVE en http://www.renfe.es

La estación de AVE se encuentra en San Antonio, a 5'5 km. de Requena.
Más información: Estación del AVE Requena Utiel.

2. Algo de Historia

La mayoría de los castillos, fortalezas, murallas y torres de la provincia de Valencia tiene origen islámico.

El territorio que hoy corresponde a la provincia de Valencia, muy fértil y rico, fue siempre disputado y habitado por los diferentes pueblos que habitaron España.

Por ello, desde la entrada de los musulmanes a comienzos del siglo VIII y a lo largo de los periodos emiral, califal, taifa y almohade se construyeron fortificaciones para defender pueblos, huertas y costas de los ataques cristianos del norte peninsular.

Una de las construcciones más características de Valencia es la torre vigía que se ubicaban en los altos promontorios costeros o el lugares estratégicos para vigilar las huertas.

Pero no todos son pequeñas torres. Valencia conserva dos recintos amurallados de primerísimo orden, como son los de Játiva y Sagunto, amén de otros importantes castillos como el de Buñol, Requena, Cofrentes, Cullera, etc.

No podemos aquí olvidarnos del recinto amurallado de la ciudad de valencia, del que se conservan dos magníficos ejemplares de entrada monumental: Torres de Quart y de Serrano.

Dentro de este listado con algunos de los monumentos más emblemáticos de Valencia, nos topamos con castillos-palacios que fueron residencia de personajes celebres de nuestra historia. 

En otras ocasiones, se trata de fortalezas defensivas que protegían la frontera con otros reinos. Sea cual sea su historia, todos estos Castillos de Valencia merecen ser nombrados.

Castillos de Valencia que visitar

Si queréis disfrutar al máximo de esta magnífica provincia, apuntad bien estos Castillos de Valencia y no os olvidéis de consultar sus horarios de visitas. 

3. Croquis de nuestra Ruta


Comenzamos nuestra ruta en Requena

4. Requena

Requena, Valencia

Requena, que es un municipio que se encuentra ubicado en la parte oriental de la comarca de Requena-Utiel, conserva un gran patrimonio cultural e histórico gracias a que esta localidad fue un enclave estratégico muy importante durante la edad media.

Requena ibérica y romana

Los resultados de las excavaciones arqueológicas realizadas en el interior de la Fortaleza y en la Plaza del Castillo (antigua Plaza de Armas) de Requena han permitido fijar en el siglo VII a. C. los primeros indicios de población y el origen de la ciudad en su núcleo histórico de “La Villa” con la presencia de esculturas y cerámicas de la 1ª Edad del Hierro-Ibérico Antiguo. 

Existe un gran número de yacimientos ibéricos en la comarca de Requena entre los que se pueden destacar los lagares ibéricos de la Solana de las Pilillas y Rambla de los Morenos (Los Duques-Requena s. VI a C.), la ciudad de Kelin-Los Villares (Caudete de las Fuentes s. VII a.C.), Casas de Cárcel (Requena-Río Cabriel), El Molón (Camporrobles), alfar ibérico de la Casilla del Cura (Venta del Moro), la Maragala (Sinarcas), Moluengo (Villargordo), Los Alerises (Requena), El Paraíso (Requena), Prados de La Portera I y II (Requena), Hortunas de Abajo (Requena), Los Villares de Barranco Malo (Requena), Cerro de San Cristóbal y Cerro Carpio (Sinarcas), La Muela de Arriba (Requena), Cerro Hueco (Requena), La Morreta (Requena), Las Quinchas (Requena), Cueva de los Ángeles (Requena), Los Lidoneros I y II (Requena), Barranquillo del Espino (Requena), El Tochar (Venta del Moro), el Rincón de Taray (Requena) y La Peladilla (Fuenterrobles), entre otros.

 Los yacimientos de Las Pilillas y de Kelin atestiguan el cultivo de la vid y elaboración de vino ya desde el siglo VII a.C.

Otro momento cronológico de Requena ciudad corresponde a la época Imperial Romana de entre los siglos II a C al II d C basado en la recuperación de materiales de construcción, así como una serie de silos de planta circular junto a un horno de fábrica de ladrillo y mortero de cal. 

La forma de ocupación en la comarca está basada en villas rústicas. Se encuentran numerosos restos romanos repartidos por la Vega del Magro (Requena-Utiel), Casa Doñana (Caudete de las Fuentes), Solana de Utiel, Los Tunos (Requena), Villar de Olmos (Requena), Cañada del Pozuelo (Sinarcas), Lobos Lobos (Sinarcas), etc. 

Época musulmana

La villa medieval de Requena aún esconde vestigios de su pasado musulmán, cuando Requena ya estaba marcada por la impronta fronteriza de ser divisoria entre los reinos de Valencia y Toledo. 

Sus fortificaciones serán testigos de las luchas fronterizas y también del avance de la conquista cristiana que iba ganando para la Corona de Castilla las plazas de Cuenca (1177), Alarcón (1184), Iniesta (1185), Moya y Mira (1219). 

Entre el 2 y 4 de agosto de 1172 se registra el paso del ejército almohade del califa Abú Ya’qub Yusuf que acampará en el castillo de Requena en su retirada desde Huete. 

Es en la propia toba de 4’7 hectáreas de la Villa de Requena, que ya había registrado antecedentes de ocupación ibera, romana y visigótica, donde se emplaza una ciudad hispano árabe marcada por el prototipo clásico de este tipo de urbes: una alcazaba, una medina y un arrabal.

Su recinto es fácilmente identificable por la cerca amurallada y sus torres, que la defendían y que –a pesar de estar subsumidas en las edificaciones adosadas posteriormente- se pueden localizar en parte entre la calle del Rosario y la Angostura de Santa María, como extremos defensivos de la fortificación. El amurallamiento y torres desde la calle Rosario giran buscando el norte por el exterior de la calle Santa María y por la Puerta y Torre del Cristo hacia el Castillo.

En la actual Iglesia de Santa María o en sus proximidades podría haberse ubicado la mezquita.

Fuera de las murallas se ubicaba el arrabal de San Nicolás, entre las actuales calles de Somera y San Nicolás, aunque el trazado actual rectilíneo de estas vías es posterior a la época musulmana.

 El arrabal poseía sus porpias murallas que aun se aprecian en muchas de las casas del Arrabal de San Nicolás y la Torre Montijana, que fueron reconstruidas en el siglo XV. Entre el arrabal de San Nicolás y la medina habría varios accesos como el Arco del Ovejero o los ya desaparecidos de la Purísima y Santa María.

Herencia de las puertas musulmanas es el empleo del recodo en el interior que dificultaba el acceso de asaltantes. Estos recodos estaban presentes en la desaparecida Puerta de Alcalá (que daba acceso al camino de Alicante), la Puerta del Cristo y la de Fargalla (inicio del viejo camino a Valencia).

En la comarca habría que destacar que el yacimiento ibérico de El Molón (Camporrobles) también registró una ocupación islámica.

Requena: cristiana, capital de Alfoz y frontera de Castilla. 1238-1480

Rueda de Alfonso X de Castilla "El Sabio" quien otorgó la Carta Puebla de Requena y su comarca en 1257 junto a su propio Fuero.

El avance cristiano por tierras conquenses y albacetenses era ya irrefrenable y entre finales de 1238 y principios de 1239, el Obispo de Cuenca realiza la conquista cristiana (seguramente vía capitulación o pleitesía) de Requena para la corona castellana de Fernando III “El Santo”. 

Desde entonces y hasta 1851, Requena y su comarca han pertenecido a Castilla.

El 4 de agosto de 1257 se otorgó por parte de Alfonso X "El Sabio" la Carta Puebla de Requena a Fuero de Cuenca. Este documento establece una serie de licencias con las que se intentaba facilitar la población cristiana de Requena y sus aldeas históricas, configurándola como un núcleo urbano estable que se convierte en la frontera de Castilla. 

A partir de 1257, Requena y su extenso término disfrutaron de algunos privilegios, franquezas y concesiones reales que le consolidaron como un territorio de realengo dotado con derechos propios de fuero (Fuero de Requena), aduana, pontazgo, mercado franco, feria, etc. 

Estas concesiones permitieron el desarrollo de Requena y su antiguo término y la consolidación de su población en un área fronteriza y de tránsito entre la Meseta castellana y el Levante mediterráneo.

Por entonces, el extensísimo alfoz o término de Requena englobaba la propia Requena, Utiel (segregada en 1355), Mira (agregada a Requena en 1260 y segregada en 1537), Villargordo (emancipada en 1747), Camporrobles (1782) y finalmente Venta del Moro, Caudete de las Fuentes y Fuenterrobles (segregados estos últimos en 1836). 

Es en este contexto cuando Requena crece más allá del núcleo fortificado del Barrio de la Villa. 

En los s. XIII y XIV, la ciudad se expande por el Arrabal, destacando la implantación del Convento-Monasterio del Carmen como primer convento del Carmelo en tierras castellanas. Posiblemente desde la segunda mitad del s. XIII surge el típico Barrio de Las Peñas con una fuerte impronta morisca que aprovecha su ubicación al norte de la Villa en una toba abrupta, estrecha y alargada de Norte a Sur. 

La aduana se situaba en el Puente de Santa Cruz también llamado de "las Ollerías", desde donde entraría el camino de Valencia, que proseguiría hasta la Villa accediendo por la Puerta de Fargalla en la angostura de Santa María.

Posteriormente, intramuros de la Villa se realizaban reformas de carácter italianizante con el trazado rectilíneo de calles del viejo callejero musulmán como las de Somera, San Nicolás o la propia Plaza de San Nicolás. En la Calle Somera se emplazaba en el s. XV el imponente Palacio gótico llamado del Cid.

En 1355 Utiel se segregaba del término de Requena y en 1468, Enrique IV concedió a Requena privilegio de mercado franco el jueves de cada semana.

La Requena de los Reyes Católicos y los Austrias: 

renacimiento, comercio y comunicaciones. 1481-1699.

La subida al poder de los Reyes Católicos (1474-79) supuso el aplacamiento de las luchas nobiliarias, el fin del dominio del Marqués de Villena sobre la comarca (1470-1480) y un periodo de pacificación que aprovecha Requena para realizar los trabajos principales de construcción de las Iglesias de Santa María y del Salvador y también del Castillo y Torre del Homenaje. 

Se acrecienta la función de la ciudad como centro comercial y nudo de comunicaciones, a la vez que aminora su función militar. 

Se manifiesta ya una incipiente industria pañera, antecedente de la expansión de la industria sedera del s. XVIII.

Demográficamente, el casco de la ciudad de Requena sólo crece en dos siglos de 516 a 813 vecinos (de unos 2.320 habitantes a unos 3.660).

A mediados del s. XVI, el maestro Mateo de Urquiza remata en los Cuatro Cantones de Santa María la nueva Casa Capitular, el Pósito y la Cárcel. En 1583 se construía en la Calle del Carmen el edificio del Hospital del Dulce Nombre de Jesús o del Niño Perdido, más conocido como “del Novillero”. 

El Castillo y la Torre del Homenaje reciben un impulso definitivo a principios del s. XVI. En 1659 aún se realizan importantes obras de reparación de la fortaleza bajo la dirección de Bartolomé López.

Los Templos de Santa María y El Salvador quedan terminadas durante la primera mitad del s. XVI, pero junto con San Nicolás se realizan en estos templos constantes reformas y ampliaciones. 

El s. XVIII y los borbones: la Requena industrial

El siglo XVIII comienza en Requena con el estallido de la Guerra de Sucesión (1700-1714) y el severo saqueo y graves destrozos que provocaron las tropas austracistas en el casco urbano.

La entrada austracista dejó un saldo de 500 sitiadores y 40 sitiados muertos, además de unas 300 casas destruidas y la portada gótica de San Nicolás. Además arreció una epidemia de peste. A todo ello se añadiría, tras la Batalla de Almansa del 25 de abril de 1707, la supresión de los fueros valencianos y también de la aduana y puerto seco requenense. 

 En 1752 el término actual de Requena (sin contabilizar sus antiguas aldeas ahora municipios) contaba con 1.294 vecinos y 930 casas en su casco urbano. El Censo de Floridablanca de 1787 arrojaba las cifras para Requena de 8.588 habitantes.

Lo que marcó sin duda la economía del núcleo urbano durante todo el s. XVIII fue el gran desarrollo de la industria sedera en Requena que llegó a convertirse en el cuarto centro consumidor de esta materia prima de España. El número de telares de seda de la ciudad alcanzaron los 750 y en 1752 el sector industrial suponía el 38 % de la población activa. 

Requena se convirtió por primera vez en una ciudad en la que gran parte de sus ingresos dependieron de la actividad industrial. Al calor de los acontecimientos, se aprobaron las Ordenanzas del Arte Mayor de la Seda (1725) y todas las ordenanzas de los gremios de la industria textil (torcedores, tintoreros, etc.). 

El crecimiento económico y las luces de la Ilustración comportarían también la creación de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Requena (1785). Nombres borbónicos se imponen a las nuevas calles que se abrieron en este periodo (San Luis, San Fernando y San Carlos –actual Avenida Constitución-) y calles adyacentes que configuran un barrio dieciochesco que aun conserva un porte muy interesante de visitar.

El periodo no estará exento de las calamidades públicas. Las temibles pestes se sucedían con las muy frecuentes sequías y plagas de langosta. Pero la catástrofe mayor vino en forma de gran temporal en la tristemente célebre Noche de Santa Sabina del 27 de octubre de 1728 con una riada que destruyó los puentes de Utiel, Jalance y Santa Cruz y el Camino Real de Madrid, así como muros y torreones de la fortificación requenense. 

Requena continuaba poseyendo una fértil actividad comercial como enlace entre Meseta y Levante. 

El 5 de noviembre de 1757 Fernando VI otorgaba licencia para restablecer la feria de nueve días dedicadas a la festividad de Nuestra Señora de la Soterraña.

Por tanto, Requena era en el s. XVIII una ciudad con 3 templos parroquiales monumentales, 3 conventos con huertas muradas, un colegio, un hospital, 5 mesones y muchas bodegas subterráneas. La capital municipal perdía parte de su término municipal con la segregación de Villargordo del Cabriel en 1747 y Camporrobles en 1782.

 S. XIX: de ciudad industrial a ciudad rural en época de conflictividad. 

La agregación a la provincia de Valencia


La llegada del ferrocarril a Requena (1887) fue fundamental para la economía de la comarca. Estación de Requena

El XIX será un siglo especialmente convulso y de cambios en Requena. 

La Guerra contra el Francés, las constantes incursiones carlistas, las algaradas liberales, las frecuentes y letales epidemias de cólera, los cambios en las comunicaciones (la carretera de Madrid y el ferrocarril), la gran crisis de la industria sedera, la expansión de la viticultura comercial, las bancarrotas y las revueltas antifiscales y la segregación de gran parte de su término son sólo algunas características de este siglo febril. 

Requena acabará el siglo con una estampa muy diferente a la del s. XVIII: una ciudad en crisis demográfica frente a un entorno rural en expansión por el auge vitivinícola.

El belicismo del siglo XIX, reforzaría el valor estratégico y militar de Requena. En la Guerra de la Independencia de 1808, Requena asume su papel de bastión y capital de la lucha contra el francés. El 30 de mayo de 1808 la Junta Suprema de Defensa de Valencia autorizó la capitalidad de Requena sobre los pueblos de Castilla la Nueva en su lucha contra los franceses. 

De gran importancia fue Requena también como bastión borbónico en las guerras carlistas. Ya durante la primera guerra carlista (1833-1839), se realizaron diversos planes de refortificación que han dejado vestigios visibles en el mobiliario urbano de la actual Requena. El 21 de septiembre de 1836 Isabel II otorgaba el título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad” a Requena como respuesta a la gran defensa borbónica realizada. 

Desde la segunda mitad del s. XIX, se produce la gran expansión de la colonización vitivinícola que ha caracterizado la comarca hasta estos tiempos. La crisis del oidium y la filoxera en los viñedos franceses y catalanes traería consigo el fenómeno de una viticultura comercial en rápido crecimiento que respondía a la demanda europea de vino. 

La crisis industrial y el crecimiento agrario supondría un gran cambio en el mapa de distribución de la población del término de Requena: la ciudad pierde habitantes (de unos 10.300 en 1805 a 7.400 en 1887) frente a un poblamiento diseminado en caseríos y aldeas en plena expansión.

Otro fenómeno de interés del siglo es el gran cambio que se producen en las comunicaciones. 

Se construyen en 1844 los actuales Puente de Valencia sobre el Regajo de Reinas y el de Utiel sobre el de Rozaleme como consecuencia del paso de la carretera. Para la realización de esta obra se utilizó a muchos presos que se instalaron en el Convento de San Francisco, que había sido previamente desamortizado. La carretera impulsó la exportación de harina de trigo y vino hacia Valencia.

La desamortización y exclaustración conventual llevó consigo los diferentes destinos funcionales de los conventos. El Convento de San Francisco es transformado sucesivamente en fortín, presidio y hospital de coléricos. 

La gran manzana del Convento del Carmen es utilizada parcialmente para la instalación de la Casa Consistorial en 1851 y del Instituto Libre de Segunda Enseñanza de Requena que era inaugurado el 1 de octubre de 1869. 

El término municipal se reducía drásticamente en 1836, al segregarse definitivamente tras varios conatos, los actuales municipios de Caudete de las Fuentes, Fuenterrobles y Venta del Moro. 

1900-1940: crisis vitícola y atonía urbana

El 17 de septiembre de 1901 se inauguró la Plaza de Toros de Requena con los diestros Bombita y Algabeño

A comienzos del s. XX se intensificó el proceso de ruralización que ya había comenzado en la segunda mitad del s. XIX con la diseminación de la población en caseríos y aldeas. 

La economía dependía considerablemente de la viticultura que es afectada periódicamente por crisis y plagas de importancia como la de la filoxera entre 1912-1915 y mildius. A la crisis mundial de 1929, se le sumaría además la cruenta Guerra Civil que mantuvo a España en guerra desde 1936 al 39.

Todo ello trajo consigo un considerable estancamiento del desarrollo urbano. 

El desarrollo urbano seguía la tendencia de finales del s. XIX de centrarse en la zona Oeste de la ciudad, entre la Avenida General Pereira y Estación de Ferrocarril, prosiguiendo con la instalación de bodegas, almacenes, fábricas de alcohol, etc. Por el contrario, las familias pudientes reconstruían casonas de aire modernista en las calle del Peso y Avenida Constitución.

En 1905, se erige el Teatro Circo donde actualmente se ubica el Teatro Principal. En enero de 1911 comenzaba a funcionar la Estación de Viticultura y Enología de Requena que ha tenido un papel crucial en la viticultura comarcana del s. XX en su lucha contra las plagas, formación de enólogos e impulso del cooperativismo vitivinícola.

En 1928 se inauguró el Instituto Local de Segunda Enseñanza de Requena y los Misioneros Claretianos fundaron la Residencia e Iglesia neogótica del Corazón de María. En 1934 se creó el Colegio de Santo Tomás de Aquino de los dominicos que funcionó hasta 1968. 

En los prolegómenos de la Guerra Civil de 1936, se incendió el interior de la Iglesia y Convento de las Monjas Agustinas de Requena ubicado en la Plaza del Portal. Este convento sería derruido en 1937, como inicio de la gran transformación de esta plaza que se llevará a cabo a principios de los 40. 

Los edificios eclesiásticos son saqueados a comienzo de la Guerra Civil y en 1939 se decide el traslado de la Parroquia de San Nicolás al Carmen ante el estado lamentable del templo villero.

1941-2013: la reactivación de Requena como ciudad y su expansión urbana.

Un hito en el gran desarrollo urbano de Requena de esta época será el denominado “Plan Borso”. Este plan proyectará el urbanismo requenense durante más de medio siglo, planificando el gran crecimiento de Requena y preservando sus 3 barrios históricos: La Villa, Las Peñas y el Arrabal. 


Requena, Valencia

El 10 de marzo de 1966 el barrio de la Villa fue declarado “Conjunto Histórico-Artístico”. A partir de 1983 se realizaron obras de rehabilitación y mejora de Santa María, del Salvador, de la Alcazaba, se excavaban los restos ibéricos y romanos de la Plaza del Castillo y finalmente, en 2006, se finalizó la restauración del bello Palacio gótico del Cid y se acondicionó la Cuesta de las Carnicerías.

Los hoteles con encanto y zonas de restauración surgen en torno a la Plaza del Albornoz y aledaños. 

Si paseamos por sus calles llegaremos a su espectacular casco antiguo que nos transporta totalmente a otra época llena de cultura e historia. 

Asimismo, Requena conserva un gran legado de torres, casonas blasonadas como el Palacio del Cif, Castillos e Iglesias góticas, como la de Santa María.

Pero no se queda ahí Requena, pues además de todo lo anterior tiene numerosos lugares atractivos para los visitantes, como pueden ser las 22 cuevas que se encuentran bajo la Plaza de la Villa de origen musulmán que pueden ser visitadas, el Museo Etnológico, la Plaza de Toros, el Teatro Principal o rincones medievales como la Plaza del Castillo o la Cuesta de las Carnicerías.

Castillo de Requena

Castillo de Requena, Valencia

La lista de monumentos y lugares de interés turístico que visitar en Requena es muy extensa, por lo que es un destino rural ideal para escaparse unos días a Valencia. Uno de los elementos de su patrimonio más emblemáticos, es el Castillo y las murallas de Requena. 

Nos encontramos ante uno de los conjuntos defensivos más históricos de esta provincia, el cual dificultaba la entrada ante posibles ataques a la localidad de Requena. ¡Tenéis que conocerlo!

Hablamos de un castillo de origen musulmán, pero que ha sufrido constantes restauraciones. Se trata de una fortaleza que cobró gran importancia durante varias épocas, debido a su localización fronteriza con distintos reinos. 

Su antiguo patio de armas, es lo que hoy en día se conoce como Plaza del Castillo. 

El Castillo se encuentra sobre el promontorio que domina la ciudad, y está edificado sobre una gran peña. 

Actualmente sólo pervive su Torre del Homenaje, que es parte de la primitiva fortaleza musulmana, que estaba construida en piedra de sillería, y edificada a base de argamasa hasta que fue sustituida por la actual en 1423.

La Torre del Homenaje del castillo de Requena constituye un enorme cubo de 16,5 m de lado y 23,5 m de alto. 

Fue alzada en el s. XV como primer elemento de un proyecto de reforma que debió afectar a todo el castillo, pero que no fue acabado, como muestra el potente e inconcluso muro que se encastra en el ángulo norte de la torre y que alberga el único acceso original a la torre por medio de una estrecha escalera que alcanzaba el adarve y el último piso de la fortificación.

Este sistema de entrada dificultaba un posible ataque. En su exterior de carácter macizo y austero destaca la moldura o cordón en forma de soga con nudos en las esquinas que marca el tránsito entre los dos cuerpos de la torre. 

Parece que sus almenas fueron desmochadas, pero se restituyeron en la restauración de 1961. Las características de la torre responden a las nuevas necesidades de solidez que conllevó la generalización de la artillería en el siglo XV.

Interiormente se estructura en tres plantas y desde todas ellas se podía sacar agua de un pozo que se ubica en el subsuelo de la torre. Durante siglos ha funcionado también como cárcel.

También podemos visitar los restos de sus altas murallas y su antigua Torre del Homenaje.

El Castillo de Requena es de acceso libre, por lo que os animamos a que lo visitéis y descubráis toda su historia.

En una visita a Requena no solo podemos disfrutar de su patrimonio, sino que además es de obligación probar su rica gastronomía elaborada con las mejores materias primas. 


Entre sus platos podemos destacar el arroz de matanza, sus embutidos y, sobre todo, sus vinos de denominación de origen.

Requena destaca por su casco antiguo, forjado durante la época cuando la economía se centraba en la producción de la seda. 

El Colegio del Arte Mayor de la Seda está situado en el barrio de la Villa, muestra de arte gótico como las iglesias de Santa María y del Salvador. 

También quedan restos de la ciudad árabe: la Torre del Homenaje o sus murallas.

Requena también ofrece un recorrido por el subsuelo de la ciudad medieval. 

Antiguas cuevas que hacían las veces de bodegas. Y algunos otros puntos para visitar: el Museo Municipal (dedicado a la etnología), el Museo Etnológico o el de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente. 

Conviene visitar algunos Rincones Medievales 

como la Alcazaba, la Medina, la Plaza del Castillo, la Cuesta de las Carnicerías, la Iglesia de San Nicolás o el Palacio del Cid, entre otros.

Palacio del Cid, Requena

Plaza del Castillo, Requena

Si vas a Requena en febrero, no te puedes perder el evento gastronómico del embutido de Requena.

 Bodega Histórica de Murviedro, Requena

 Bodega Histórica de Murviedro, Requena

La Bodega Histórica de Murviedro es un lugar donde conectar con la tradición de nuestra comarca. Tiene como objetivo acercar el mundo del vino a todo tipo de público, guiarlos a descubrir nuestra historia y pasión y descubrir novedades en el mundo enológico.

Haremos un breve recorrido por la historia de nuestra comarca relacionándola con la vitivinicultura desde el s. VI a.C.

Visitaremos nuestra micro-bodega urbana donde contaremos con la última tecnología inspirada en los métodos más tradicionales. 

Depósitos Ovoides de cemento, depósitos revestidos con cerámica, la clásica tinaja de barro o foudres de roble francés serán parte de nuestra apuesta por reencontrarnos con la tradición de nuestra comarca.

Sin duda, el momento estrella de la visita se produce con el descenso a las cuevas. 

 Bodega Histórica de Murviedro, Requena

Seguiremos el proceso de elaboración de cerca tal y como lo elaboraban antaño. 

Con una bodega que se conserva en su estado original, seguiremos el paso del vino en sus diferentes etapas y descubriremos la historia que hay detrás de este entramado de cuevas que nos transportaran a otra época.

Cuevas de la Villa de Requena

Cuevas de la Villa de Requena

Las cuevas de Requena, hoy recuperadas del olvido, son el testimonio de la vida de los habitantes del lugar, de sus costumbres, de su manera de ser, hacer y pensar. 

Las cuevas hablan de requenenses anónimos, gente humilde, personas cuyos nombres quizás no aparezcan en las crónicas históricas pero cuyo trabajo ha sido indispensable para crear lo que Requena es en la actualidad.

Cuevas de la Villa de Requena

Un recorrido por las Cuevas de La Villa os transportará a la época árabe. 

Construidas por los antepasados de la localidad, aprovechando la toba caliza y la arcilla que componen el subsuelo de La Villa.

Las Cuevas son hoy en día uno de los lugares que más llaman la atención al turista en Requena. 

Han sido utilizadas para diversos fines como ampliación de la vivienda, como silos para almacenar cereales y como bodegas para la elaboración y conservación de vinos. 

“Las Cuevas disponen de un sistema de autoguías para realizar el recorrido tanto en el muro audiovisual (junto al mostrador), como en las propias cuevas, pudiendo realizar la visita simultáneamente en varios idiomas.”

Cuevas de la Villa de Requena

Las únicas cuevas con ventanas.

 Nada más bajar las escaleras que nos adentran a conocer las Cuevas, sentiremos una gran bajada de temperatura que, sin embargo, agradeceremos si en el exterior hace calor. 

La señalética interna de las cuevas posee tótems a modo de ventanas que comunican el interior de las cuevas con el exterior de La Villa. 

Cuevas de la Villa de Requena

Nos permiten conocer la relación entre el espacio que encontramos y la superficie. Conocer en distintos puntos del recorrido lo que veríamos si pudiésemos abrir un boquete en el techo y desde esta perspectiva ver las calles y edificios de La Villa.

Casa del Arte Mayor de la Seda

Casa del Arte Mayor de la Seda, Requena

Se encuentra situado en un auténtico adarve musulmán o callejón sin salida del Barrio de La Villa, concretamente en la Calle del Castillo. Este museo nos muestra la importancia de la seda en Requena desde el siglo XVII, con su auge en el XVIII y su decadencia en la segunda mitad del XIX.

No se sabe la antigüedad de esta casa, pero en 1740 se convirtió en la Sede del Gremio de Tejedores de Seda. En su fachada todavía podemos ver el retablo de San Jerónimo, patrón de los comerciantes y sederos, y el azulejo donde se lee: “Casa del Arte Mayor de la Seda de esta ciudad”. 

Al desaparecer el gremio, a finales del XIX, la casa pasó por diferentes particulares hasta que fue comprada por sus actuales propietarios para convertirla en museo.

Casa del Arte Mayor de la Seda, Requena

MUSEO

El museo está decorado con muebles y elementos decorativos del siglo XIX y principios del XX pero sobre todo se centra en la historia sedera requenense.

El museo se encuentra dividido en tres plantas. En la primera podemos ver la recreación de una cocina antigua y un pequeño salón donde se expone una copia de las Ordenanzas de la Hermandad del Arte Mayor de la Seda de Requena que fueron aprobadas el 26 de junio de 1725. 

En la segunda planta encontramos un pequeño taller de costura y una sala donde, entre otros objetos, podemos observar armas y monedas de diferentes épocas. 

En la tercera planta es donde se ha instalado el verdadero museo con herramientas y utensilios propios del oficio de la seda. Entre ellos encontramos un telar, que perteneció a la última fábrica de sedas, ruecas, lanzaderas, peines, devanadoras e hilos. 

Esta planta se complementa con un audiovisual que ilustra la tradicional manufactura de tejidos de seda, a la que tantos requenenses se dedicaron durante más de dos siglos.

         
5. Comer en Requena

Asador Uruguayo
Calle de San Agustin 39, 
46340, Requena España
+34 961 67 87 21

La Despensa de Sofía
Calle luis verdu #5,
 46340, Requena España
+34 669 38 96 83

Meson La Villa
Plaza Albornoz, 13, 
46340, Requena España
+34 962 30 21 32

La Posada de Agueda
Carretera N-III 282, 
46340, Requena España
+34 962 30 14 18

y algo mas económico

Meson Plaza
Calle Consistorial 7, 
46340, Requena España
+34 902 09 14 66

6. Castillo de Buñol

Castillo de Buñol, Valencia

Buñol es mundialmente conocido por su fiesta de la Tomatina. ¿Has estado alguna vez?

 Si eres uno de esos que tiene pensado conocer este municipio durante su fiesta tradicional, no puedes marcharte sin descubrir su patrimonio monumental. Sobre lo alto de un macizo, se sitúa el monumento más destacable de esta localidad: el Castillo de Buñol. 

El castillo de Buñol (S.XI - XII) es una fortaleza cristiana que se sitúa en el centro de la población, en su parte más elevada, sobre dos macizos rocosos en los que hubo un asentamiento islámico anterior. Desde este castillo se dominaba el camino real de Madrid, en la zona de frontera entre los reinos de Castilla y Valencia y la Hoya de Buñol.

Descripción

El castillo se encuentra dividido en dos recintos separados por fosos artificiales y unidos por un puente, extendiéndose de noroeste a sureste ocupando aproximadamente 400 m de longitud.

Castillo de Buñol, Valencia

La fortaleza norte, de planta irregular pentagonal con plaza de armas en su centro, era el espacio militar propiamente dicho. 

Este recinto cuenta con murallas realizadas con fábrica de mortero de cal, reforzadas por torreones de fábrica mixta de mortero de cal y sillería de toba calcárea en los elementos singulares ( puertas, bóvedas...) . 

Actualmente el perímetro de la muralla está parcialmente ocupado por viviendas adosadas a la misma, rodeando un espacio exento central. Las viviendas actuales ocuparían el espacio histórico donde se situarían los edificios que darían servicio a la guarnición militar ( cocina, dormitorios, cuerpo de guardia, caballerizas...)

En el centro del conjunto y entre los dos recintos se sitúa la Torre Mayor, dominando el puente y el foso. Esta torre, de planta trapezoidal, está realizada con fábrica de sillería excepto en su cara norte lindante con el foso, donde la fábrica es mixta de mortero de cal con sillares y sirve de acceso al recinto sur o zona residencial.

La fortaleza sur, de planta irregular, realizada también con muros de fábrica de mortero de cal, albergaba las estructuras residenciales de la fortaleza. . En este recinto se distinguen dos zonas, la alta donde se sitúa la Torre Mayor, el Palacio Gótico y el palacio renacentista y otra más baja actualmente ocupada por viviendas donde se sitúa la iglesia y la torre sur del recinto llamada “La Torreta”, de planta cuadrada, que suponía el acceso meridional a la fortaleza desde la población.

Del palacio gótico se conserva la sala denominada “Del Oscurico”, con planta rectangular y cinco arcos diafragmáticos la cual contaba inicialmente con tres plantas, de las que dos fueron derribadas en la época de la II República porque su estado ruinoso ponía en peligro la zona del pueblo situado en sus faldas. 

Plano Castillo de Buñol


La iglesia del Salvador de una sola nave está cubierta con bóveda de cañón, con arcos fajones de ladrillo, disponiendo de lunetos entre ellos. 

Fundada en el S.XIV, fue reformada al modo Barroco en el S.XVII, aunque su ocupación civil a finales del S.XIX destruyó casi completamente su programa decorativo.

El Palacio renacentista o de los Mercader, construido en el S.XVI como ampliación del complejo residencial del palacio gótico al que estaba unido mediante un pequeño puente a nivel de las plantas nobles de los dos palacios. Actualmente tras su restauración acoge la oficina de turismo y un pequeño museo arqueológico. 


El segundo recinto estaba subdividido por una línea de muralla de orientación W-E que enlazaba el palacio gótico con la Iglesia del Salvador, junto a la cual existía una puerta de comunicación que daba acceso al llamado Huerto del castillo, quizá por contener una pequeña extensión de terreno agrícola que abastecería las cocinas del castillo. 

En el extremo sur se sitúa la Torreta, torre-puerta que comunica la fortaleza con el antiguo núcleo urbano que en origen fue una torre albarrana al exterior de la fortaleza.

Fue conquistado a los árabes en 1238 por el rey D. Jaime I, (aunque permanecieron con sus casas y tierras, hasta la expulsión) y donado a don Rodrigo de Lizana, que en 1241 lo entrega a la Orden de San Juan de Jerusalén.

Castillo de Buñol, Valencia

Hasta el momento, el origen documentado de la fortaleza se situaría en el S. XI-XII con restos de época islámica en ambos recintos, entre los que destacan los restos de la puerta de comunicación de la fortaleza islámica con la población, denominada en este momento BUNYUL.

Tras la conquista cristiana (1238) el rey Jaime I la dona a Rodrigo de Lizana, uno de los caballeros que participan en la conquista de la ciudad de Valencia, quien posteriormente la dona a la orden militar del Hospital u Orden de San Juan de Jerusalén. 

Posteriormente el Rey don Jaime quitó estos lugares a la Orden y en 1260 se lo vende a Berenguela Fernández y a un hijo natural que hubo de ella (D. Pedro Fernández el Cabizbajo), al cual D. Jaime II compró en 1304 para donarlo a su hijo el infante don Alfonso y luego éste lo dona a su hijo don Jaime en 1328. 

De éste los heredó don Pedro, quien lo retuvo por largos años hasta que su tío Pedro IV de Aragón lo consiguió para su hijo Juan I en 1393, pero pronto volvió en poder de don Jaime, hijo primogénito de don Pedro Conde de Urgel; según la documentación conocida sobre la fortaleza este sería el momento de la remodelación del castillo a la manera gótica que es la preponderante en el actual.

Tras la sublevación del conde de Urgel contra la resolución del Compromiso de Caspe a principios del S. XV, el señorío de la Hoya de Buñol pasa a manos (mediante compra a la Corona de Aragón) a la familia Mercader, ciudadanos ennoblecidos de la ciudad de Valencia. 

Así que pasó a don Álvaro de Ávila en 1415, quien lo vendió a don Alfonso V de Aragón en 1424 y este se lo vendió a su camarero Berenguer Mercader, cuyo apellido llevó el primer conde de Buñol en tiempos de Felipe III, quien se lo concedió a don Gaspar Mercader Carroz en 1604, hasta que en 1835, cuando tras un largo pleito de 75 años entre los pobladores de la Hoya y los descendientes de los Mercader y Condes de Buñol, la propiedad revierte a la Corona. 

Durante la larga posesión de la Hoya de Buñol por los Mercader, evolucionará de Señorío a Baronía y posteriormente a Condado en el siglo XVII.

Tras la reversión a la Corona es utilizado como cuartel en las guerras carlistas (hecho que ya había sucedido en la Guerra de Sucesión y la Guerra de Independencia). 

Posteriormente, a fines del siglo XIX, es ocupado por la población civil más desfavorecida del lugar, convirtiéndose en un barrio más de la misma. A principios de la década de los años 60, se crea la Asociación de amigos del castillo, dirigida por Facundo Tomás Martí, iniciándose un proceso de restauración de la fortaleza aún vigente.1

Esta fortaleza tan bella fue construida entre los siglos XI y XII, por lo que su origen se remonta a la época musulmana y la cual más tarde fue conquistada por los cristianos. El Castillo de Buñol está formado por dos recintos distintos, divididos por fosos y que se unen mediante puentes. 

También cuenta con dos torres puertas y una zona residencial que hoy en día todavía sigue habitada, hecho por el que destaca de entre el resto de Castillos de Valencia. En el interior de su Iglesia del Salvador, se encuentra un Museo Arqueológico. ¡Un monumento imprescindible en una visita a Valencia!

7. Comer en Buñol 

Posada Venta Pilar
Avenida Perez Galdos 5, 
46360 Buñol España
+34 962 50 09 23

El Patio de castro
Calle Juan Sagreras, 11, 
46368 Macastre España
+34 637 51 77 43

8. Castillo de Montroi

La Torre del Castillo de Montroy, el mirador del Valle de los Alcalans

El castillo de Montroy es una fortaleza de origen árabe que se sitúa al oeste de la localidad con el mismo nombre en un cerro en el valle dels Alcalans, al otro lado del cauce del río Magro. 

Torre de Montroy, Valencia

Esta fortaleza formaba parte de la estructura defensiva de dicho valle junto con los castillos de Monserrat y de Alcalá.

La torre del Castillo de Montroy (del siglo XII) es una construcción almohade de carácter bélico que, en la Edad Media, servía como punto neurálgico para la concentración de asentamientos humanos en forma de alquería.

Del castillo, así como de la muralla que rodeaba el recinto, apenas quedan restos de sus arranques. Actualmente únicamente queda en pie la torre del homenaje, protagonista de este artículo.

De origen musulmán y de planta cuadrada, está formada por cuatro muros gruesos perimetrales de carga construidos con la técnica árabe de tapial de piedra, conocida como “masoneria encaixonada”.

Torre de Montroy, Valencia

A pesar de que hace unos años, desde 2015, se realizaron algunas intervenciones para su conservación y evitar desprendimientos, así como habilitar los accesos hasta ella para poder ser visitada, la torre ofrece un aspecto de grave abandono, tal y como pudimos observar en nuestra visita.

En la cima del cerro situado al oeste de la población de Montroy, sobre La Vall dels Alcalans, se encuentran los restos del castillo, hoy llamada Torre de Montroy, un rincón que ofrece una bella panorámica de todo el entorno que rodea a esta joya patrimonial.

Dicha torre, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), se ubica en una parcela de propiedad municipal de unos 3,140 m2. 

Su emplazamiento estuvo estrechamente relacionado con el castillo de Monserrat y el dels Alcalans, que se divisan perfectamente, formando los tres la estructura defensiva del valle donde se asentaban las alquerías de Montroy, Real de Montroy, Monserrat y más lejanamente con la torre de Aledua en Llombay. 

Dicho de otra manera: la torre de Montroy formaba parte del segundo cinturón defensivo de la ciudad de Valencia, junto con otras fortalezas de La Vall dels Alcalans.

Aunque no se conoce con certeza el origen de Montroy, se sabe que adquirió gran importancia en época árabe. Fue conquistada por las tropas del rey Jaime I y donada en 1238 a Rodrigo de Linaza. En 1307 el Maestre de la Orden del Temple la repobló con musulmanes.

Su señorío tuvo varios propietarios como Rodrigo de Corella o Melchor Mercader. También fue propiedad de Romeu de Corberá, Maestre de la Orden de Montesa, quien la compró en 1436 y estableció en ella una encomienda. 

Años más tarde, al igual que los otros bienes de las órdenes militares pasaría a la corona. Sufrió como otras poblaciones de la comarca, un fuerte retroceso demográfico tras la expulsión de los moriscos, quedándose el lugar en 1663 con tan solo 5 casas.

La torre contaba con un complejo sistema defensivo formado por un albacar y una muralla. El albacar era un recinto más reducido, anexo a la torre. Hoy en día, apenas quedan vestigios de las murallas del recinto que la rodeaba.

A raíz de la conquista cristiana, la torre se reconvierte en un símbolo feudal, siendo una recompensa otorgada por el rey a uno de sus colaboradores en las guerras contra los musulmanes, el noble Rodrigo de Lizana.

De la construcción original sólo queda su robusta torre central, construida durante el periodo almohade, en la segunda mitad del s. XII, así como algunos vestigios que nos confirman la existencia de un albacar o recinto amurallado doble, y posiblemente de otras torres de menor envergadura, así como recintos auxiliares, pues el edificio fue utilizado tras la Conquista como palacio señorial.

La torre subsistente es prismática y se encuentra conformada por cuatro gruesos muros de tapial. Sigue la tipología de otras torres próximas como la de Aledua en Llombay, gruesos muros perimetrales de carga (cuyo espesor se reduce en cada tramo de altura) y pórtico central con arco de medio punto, que conforma dos salas por planta. La escalera tiene un primer tramo macizo junto al pórtico central y el segundo en bóveda adosada al muro.

Tiene cuatro cuerpos o alturas sobre la rasante original, el primero contiene aljibe a un lado y al otro el depósito de víveres y almacén, aquel se cubre con bóveda y éste se cubría, probablemente, con un entramado de madera hoy desaparecido. 

En el segundo, sobre el aljibe, se abre la puerta hasta donde se accedía por una escalera de madera que se retiraría, hoy, prácticamente se accede a pie llano debido al cúmulo de los materiales desprendidos y a los restos compactados del arruinamiento de las construcciones auxiliares anejas.

La escalera arranca de la sala donde está el acceso, en el muro opuesto, atravesando la bóveda; como se ha dicho es de dos tramos en «L» y muy empinada debido a su desarrollo limitado, del ancho de una bóveda. Los otros dos pisos se suceden con el mismo emplazamiento y trazado.

La cubierta desaguaba por un conducto cerámico que va atravesando las bóvedas y llenaba al aljibe, del conducto quedan las piezas que se empotraban en las bóvedas.

La torre es de planta cuadrada, dispone de tres alturas y subterráneo, donde se sitúa el aljibe y un depósito y almacén. La altura de la torre es de 21 metros y las dimensiones de los muros perimetrales son de 9.5 metros en las caras norte y sur, y 7.60 metros en las caras este y oeste.

En la actualidad, por desgracia, la torre está completamente abandonada y llena de grafitis. Se llega fácilmente hasta ella siguiendo las indicaciones a la entrada de Montroy, donde la carretera os dejará, tras la ascensión, justo al lado -donde el depósito de aguas-.

9. Castillo de los Alcalans de Monserrat

Castillo de los Alcalans de Monserrat, Valencia

El castillo se considera de origen árabe, posiblemente (atendiendo a los restos de cerámica que se han encontrado en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo) sobre un asentamiento íbero anterior. 

Es considerado como una muestra de la fisionomía de un típico castillo o fortificación islámica, pese a que actualmente sólo quedan restos (algunos lienzos de lo que fueron sus murallas, así como los basamentos de las que fueron sus torres) de lo que fue en su día fue un importante punto de defensa de la zona.​

En el siglo XI un rey de la Taifa de Valencia decidió construir un castillo que permitiera controlar los cultivos existentes cerca del río Magro. Llegó a ser un importante castillo taifal, que se citaba incluso en la Crónica de Alfonso X (en la que se narra como el Cid, en una de sus acciones militares por el reino de Valencia, capturó a su alcaide, hecho que dio nombre al lugar como Vall d'Alcal, conocido más tarde como la Vall dels Alcalans).​

El Castillo además de la defensa de la zona, también era utilizado para las tareas de recolecta de impuestos agrícolas y ganaderos del valle de Alcalá en época musulmana. Este cobro de impuestos queda reflejado en el Llibre del Repartiment.

​El imperio almorávide empezó a tener problemas de cohesión tan pronto y rápidamente como anteriormente se había producido su surgimiento. 

Esta circunstancia fue aprovechada Alfonso I de Aragón, el Batallador, que pactó alianzas con musulmanes reticentes a los nuevos califas almorávides, con la intención de ocupar Balansiya (Valencia). Se produjo entonces una respuesta por parte de los almorávides que trajeron de Marruecos un ejército para hacer frente a esta alianza. 

La batalla tuvo lugar el 1129 en el castillo de los Alcalans, y de en ella se produjo la derrota de los almorávides. Esta derrota desprestigió a los almorávides de Sharq al-Andalus y, poco después, se proclamarían unos segundos reinos de taifa en Sharq al-Andalus (a partir de 1144 en Balansiya), esto si se tiene en cuenta al poeta valenciano-musulmán Ibn al-Abbar.3

Así, tras la Reconquista Monserrat fue donada en 1240 a Eiximén de Tovià, y, poco después, Joan Brusca le otorgó Carta Puebla en 1245. Con el devenir de los años, paso unas manos a otras, hasta que la familia Pérez de Calatayud pasara a ser la propietaria. En 1763 se integró en el ducado de Villahermosa hasta la abolición de los señoríos.

Emplazamiento

Se encuentra en Monserrat (Valencia), en las proximidades del río Magro, en un paraje denominado Els Castellars.​

El castillo de los Alcalans de Monserrat (Valencia), se localiza sobre un espolón o cuerda de ladera, que separa las diferentes depresiones o barrancos por donde se produce la escorrentía de aguas de una vertiente, que forma el valle de los Alcalans (del que toma su nombre), al este, que es el lado más accesible y en el que se desarrolla el sistema defensivo. 

Se ubica en el margen izquierdo del río Magro, enfrente de la loma Plana y las loma de los Castellars, dentro del término municipal de Monserrat (Valencia), en la comarca de la Ribera Alta, provincia de Valencia. Ocupa la cima de uno de los cerros meridionales de la sierra Falaguera, en la partida de Els Castellars, cerca de la Cova Fumà (que en castellano equivaldría a "Cueva Ahumada"), que hace de divisoria con el término de Llombay.

Descripción

El Castillo debió estar construido con roca calcárea, y debía presentar un doble amurallamiento con torres que reforzaban los flancos. Los restos encontrados en la zona, indican la relevancia de la fortaleza de Alcalá debió alcanzar en su época.

​Aún puede distinguirse que la estructura se articula en dos recintos a los que normalmente se denominan recito superior e inferior, teniendo en cuenta su localización topográfica. 

El recinto superior (llamado Alcazaba por algunos autores o torre del Homenaje o celoquia por otros), debía tener, como era costumbre, un marcado carácter militar y residencial simultáneamente. Presentaba una planta rectangular, con patio a cielo abierto, y se completaba el conjunto con un práctico aljibe, así como otras dependencias, que son motivo de estudio todavía.​

Por su parte, el recinto inferior, presentaba una subdivisión en dos partes, de un lado un gran albacar que rodeaba el recinto superior por el norte, oeste y sur; mientras al este existía una liza, que se encontraba defendida por un antemuro, alero o muralla, del que se han conservado restos que alcanzan los tres metros de altura.​

Respecto al período de su construcción, ésta parece ser se llevó a cabo al menos en dos fases constructivas, una primera, que podría considerarse como la fundacional, que es la más antigua, la que se inició en el siglo XI, asociada a la taifa de Valencia; y una segunda etapa,. 

Iniciada en el siglo XII y que se extendería hasta el siglo XIII, coincidiendo con el periodo almohade, en la que se llevaría a cabo obras de refuerzo del sistema defensivo, sobre todo en la zona este del castillo ya existente.​

En ruinas a inicios del siglo XXI.​

10. Comer en la zona de Alcalans de Monserrat

Casa Diego
Avda. Jaume I el Conqueridor, 74, 
Monserrat España
+34 962 99 94 23

Finca El Portón
Partida de Calabarra N 1100, 
46389 Turís España
+34 722 26 15 06

11. Castillo de Alacuás

Castillo de Alacuás, Valencia

En la comarca de la Huerta Oeste, se encuentra una de las localidades más grandes y con más encanto de esta provincia. 

Alacuás presume de una gran historia y de un patrimonio que ha sido testigo de ello. 

Para comprobar todo lo que este municipio nos ofrece, debes visitar el Castillo-Palacio de Alacuás. 

Su aspecto ya nos hace ver que se trata de un castillo de estilo residencial y con importantes elementos del renacimiento civil valenciano.

El actual Castillo de Alaquàs es el resultado de un gran proyecto constructivo datado a principios del s. XVI. 

Castillo de Alacuás, Valencia

La estructura principal, y con ella la totalidad del espacio construido en sus diversas plantas, se concluye en el propio siglo XVI, aunque con ciertas modificaciones respecto al plan de obra inicial.

Su construcción se vio precedida de una profunda explanación de un área urbana consolidada desde el siglo XIV y con ella la antigua Casa Señorial. 

El objetivo fue el de emprender una gran reforma urbana que aspiraba no sólo a la construcción del Castillo, sino también a la edificación de la que años más tarde será la iglesia parroquial. 

¿Quién fue el promotor de este proyecto y hacia que fechas lo inició?

 La última señora de Alaquàs del s. XV fue Margarita de Les Velles, que inició su señorío en el año 1489 y lo finalizó en el año 1500. 

Castillo de Alacuás, Valencia

Margarita, hija de un mercader procedente de Pisa, era la segunda esposa del señor de Alaquàs Jaume Garcia de Aguilar y en los once años de su señorío consiguió sanear las finanzas familiares y concentrar el patrimonio de las familias mercantiles de les Velles y Amalrich y el de la familia señorial de los Aguilar.

Su estructura principal se divide en varias plantas y culmina con cuatro torreones almenados en sus esquinas. 

A principios del siglo XX, el Castillo Palacio de Alacuás estuvo a punto de ser derribado, pero se llevaron a cabo distintos planes de acción para evitar que esto ocurriera y se rehabilitó siendo ya propiedad del ayuntamiento de la localidad. Hoy en día, este es uno de los Castillos de Valencia mejor conservados. ¡Increible!

12. Comer en Alacuas

Las Viandas de Larosa, Arroceria
Calle Rector Antonio Sancho Bueno 6, 
46970 Alacuas España
+34 608 13 82 38

Farigola & Menta
Calle Padre Mendez, 34, 
46900 Torrent España
+34 961 17 72 58

Restaurante Fran Manises
Carrer Pilaret, 13, 
46940 Manises España
+34 961 53 23 64

Torre del Castillo de Torrente

Perteneciente al antiguo castillo que en la actualidad está situada en la Plaza Colón del municipio valenciano de Torrente.

La torre de Torrente fue construida posiblemente en el siglo XII; su origen es musulmán, unas pruebas de Carbono-14 han indicado que la torre (el único elemento que se conserva) es de origen musulmán.​ 

Torre del Castillo de Torrente

Éste formaría parte del cinturón defensivo de la ciudad de Valencia junto con otras fortificaciones en Moncada, Bétera, Paterna, Chiva, Montroy, Benifairó, Espioca (pedanía de Picasent), Silla, Almusafes y en la Albufera. 

La población medieval se desarrolló en torno al castillo.

El castillo fue oficialmente cedido a la Orden de San Juan de Jerusalén por parte de Jaime I de Aragón en 1238 en el contexto de la Reconquista del Reino de Valencia.

Algunos acontecimientos de la rebelión de las Germanías tuvieron como escenario el castillo de Torrent. 

En el siglo XVI se derribaron sus muros y en el XVIII, después de la autorización papal obtenida por Carlos IV para la venta de bienes de las órdenes militares, fue vendido por el rey a Manuel Sixto Espinosa, Consejero de Estado. En 1847 fue comprada por el ayuntamiento para volverla a utilizar como prisión y para establecer los juzgados del recién fundado partido judicial.

En 1973 y en 2009 fue objeto de rehabilitació

Su planta es casi cuadrada (de 13,35 por 13,90 metros), su altura es de 22 metros y su forma es de pirámide truncada. Consta de cinco plantas y una terraza y cada piso está cubierto por tres bóvedas de cañón.​

Las cuatro esquinas de la terraza superior están cubiertas cada una con una almena de forma piramidal donde aparece la cruz de la Orden Hospitalaria de ocho puntas en representación de las buenaventuranzas y el murciélago heráldico (en valenciano: lo rat penat).

La puerta se encuentra en el primer piso y a ella se accedía a través de una escalera levadiza.

Se destina, ocasionalmente a exposiciones temporales. Abierto únicamente en horario de visita de estas exposiciones.

13. Torre de Paterna

Torre de Paterna, Valencia

Torre musulmana. Data de la época árabe (siglo XIII) y formó parte de su sistema defensivo. Consta de tres plantas y una terraza superior. La planta baja era una cisterna o aljibe sin acceso al exterior.

La Torre de Paterna, que en sus orígenes formaba parte del sistema defensivo del reino de Valencia, consta de tres plantas que se completan con una terraza.

En la planta baja, sin acceso a los pisos superiores se encontraba un depósito de agua. El primer piso de la planta cuadrada está cubierto con una bóveda octogonal. En este primer piso también se encuentra la entrada y la escalera por la cual se accede a la altura superior. En la parte superior se encuentra la terraza de casi cuatro metros de diámetro.

La estructura, de forma troncónica, consigue una altura aproximada de 19,50 metros. Fue restaurada en 1967 y recibió la calificación de Monumento Historicoartístico de interés local en 1971 junto con las cuevas.

Estas cuevas surgieron de la crisis del Antiguo Régimen y en 1824 ya aparecen 30 cuevas censadas y hasta llegar a un máximo de 495 en 1950, momento en que empezó a abandonarse o a destruirse hasta 1971. 

Estas cuevas excavadas directamente sobre el terreno, mantienen temperaturas agradables en invierno y verano. Actualmente se pueden visitar ocho de ellas en el Espacio Cultural Cuevas del Batà y en las cuevas de los talleres artesanales, que forman parte del gran proyecto de la ciudad de los oficios perdidos.

 Se accede a las diferentes plantas a través de una escalera embebida en el muro. Fué declarada en 1971 Monumento Histórico de Interés local

14. Comer en Paterna

Restaurante Nou Chocomeli
C/ Poeta Antonino Chocomeli, 6 BJ, 
46015, Valencia España
+34 669 46 39 20

Bar Mistela
Carrer Riu Nervión, 11, 
46025, Valencia España
+34 961 05 52 41

Los Porrones
C/ Juan Pablo II nº 25 B, 
46940 Manises España
+34 961 54 76 45


15. Castillo de Benisanó

Castillo de Benisanó

A las afueras de una de las localidades valencianas más bellas, se sitúa una impresionante fortaleza histórica que debéis que descubrir. 

Benisanó es un municipio donde las fiestas tradicionales y el folklore, son dos de sus grandes protagonistas. 

Una de las fiestas más destacables de esta localidad, es su fin de semana medieval. 

Castillo de Benisanó

En este se celebra la adquisición del Castillo de Benisanó por parte de su ayuntamiento y es la excusa perfecta para visitar uno de los Castillos de Valencia imprescindibles.

El origen del Castillo de Benisanó se remonta a la segunda mitad del siglo XV, en concreto, sobre una antigua alquería árabe. 

El origen de Benisanó se puede fechar a comienzos del siglo XII, en una alquería de origen musulmán, dependiente de la cercana población musulmana de «Lyria» (actual Liria) que se denominaba «Beni Sahnún», pero este nombre evolucionará a «Benixanut», «LLibre del Repartiment», «Beniçano», «Benizano» hasta que en el año 1278 ya se conocerá con el nombre actual de Benisanó.

En la época que se la conocía como el «Llibre del Repartiment» de Jaime I, aparece una donación efectuada al navarro Pedro Iñiguez de Diacastello, Procurador del Infante don Pedro (futuro rey Pedro III de Aragón), que consta de una torre con sus edificaciones que se llama Benizano. Fecha 1 de noviembre de 1249.

Castillo de Benisanó

En 1277 el rey de Aragón Pedro III (1276-1285), concede la alquería de Benisano a Juan de Proxita, Gran Canciller del Reino y Presidente de sus Consejos. 

Son su linaje los segundos señores de Benisanó, hasta la llegada de la familia Cavanilles-Villarrasa. Hasta finales del siglo XV dependió de Lliria, y ambas localidades mantuvieron numerosos litigios que desembocaron en conflictos armados en los años 1408 y 1576.

En el año 1477 Isabel Gallach, esposa de Luis de Cavanilles Villarrasa, compra a Pedro Eixarch, la alquería señorío de Benisanó. Es entonces cuando el rey Juan II de Aragón (1458-1479) (padre de Fernando el Católico) concede a Luis de Cavanilles Villarrasa la jurisdicción de Benisanó. Será por tanto hacia finales del siglo XV con la familia Cavanilles-Vilarrasa cuando el castillo adopte su actual fisonomía. Será Luis Cavanilles Villarrasa el primer señor de este linaje en Benisanó.

La alquería (alquería=del árabe القرية al-qarīa, pueblo, caserío, designa a una casa de labor), se estructuraba alrededor de una torre que protegía no solo el asentamiento a sus pies, sino que además servía de vigía y alerta para la cercana Liria, lugar donde tenía su residencia el cadí o magistrado musulmán.

Castillo de Benisanó

Este castillo se usó como prisión, cuando uno de los hijos de Luis de Cavanilles, Don Jerónimo de Cavanilles-Villarrasa y Gallach trasladó el 3 de julio al rey de Francia, Francisco I, tras perder la Batalla de Pavía (24 de febrero de 1525), permaneciendo recluido en el castillo durante 18 días con un ritmo de vida acorde a su real condición, siendo constantemente agasajado y honrado por el señor del castillo Don Jerónimo, antes de ser trasladado a Madrid, a la Torre de los Lujanes donde quedó recluido con toda pompa el 12 de agosto.

El recinto del castillo se divide en 2 partes (las murallas y el castillo).

Las murallas que rodeaban la población (eran muy anteriores a la construcción del castillo, pues estas serían de los siglos XIII-XIV y el castillo del siglo XV), formaban un recinto rectangular, reforzada con cubos almenados en sus vértices, que estaba unido por 2 de sus extremos al castillo y daban protección a la población.

Plano del Castillo de Benisanó, Valencia

En cada uno de los 3 lienzos de murallas que rodeaban la población, había torres colocadas a la misma distancia y un portal, llamados de Bétera, Líria y Valencia.

El castillo, que en su configuración primitiva, contaba con un puente levadizo y foso, el remate de la torre central estaba constituido por teja árabe, a 4 aguas y en forma de chapitel, estos elementos fueron eliminados en reformas posteriores, dándole forma almenada.

La estructura general del castillo se desarrolla en torno a la torre central de 30 metros de altura y de 4 plantas interiores y finaliza en una terraza almenada posteriormente, además de un espacio subterráneo de origen musulmán.

El primer piso era la planta noble y estaba reservado para los dueños del castillo. La segunda planta se articula en un conjunto de habitaciones dedicados a almacenes.

El castillo está protegido por 2 anillos amurallados. El exterior que enlazaba con las murallas de la población es de altura inferior que el anillo interno.

El segundo anillo es de altura algo superior que el primero y solo dispone de una torre defensiva conocida como Torre de la Poterna. En este anillo se encuentra el paso de ronda del castillo (entre ambos anillos de murallas un foso llevaba antiguamente, agua procedente del manantial de San Vicente de Liria).

El castillo tiene fábrica de mampostería reforzada con sillares de refuerzo en las esquinas. Es de planta rectangular, destacando en su parte central la torre del homenaje, cuadrada y almenada.

La entrada al castillo se realiza por la fachada de Levante atravesando un arco de medio punto abierto en la barbacana o ante-muralla que servía de protección al palacio y después de salvar un foso lleno de agua y un puente levadizo.

El patio de armas, de planta cuadrangular y no muy grande. El subsuelo del patio de armas se encuentra excavado ya que todo él es un gran aljibe para el almacenaje de agua, que parece proceder de época islámica. 

Desde el patio de armas, una puerta situada al frente permite el acceso a una galería en forma de “L”, que podrían haber sido las antiguas caballerizas del castillo, o el cuerpo de guardia (se han encontrado una serie de dibujos o grafitis en los muros de las caballerizas, con barcos, círculos, la planta de una iglesia….).

Por el castillo podremos encontrar los escudos de las familias de los Fernández de Córdova, el escudo de los Dusay Fivaller, o el escudo de los Escrivá de Romaní.

Visitable

Esta pequeña fortaleza se compone de una estructura principal rectangular, de la cual sobresale su torre del homenaje.

 Tras varias rehabilitaciones y modificaciones, el castillo de Benisanó se encuentra en buen estado de conservación. Por todo esto y mucho más, te animamos a que descubras esta pequeña pero impresionante fortaleza.

16. Comer en Benisanó

Levante Restaurante
Carrer Verge del Fonament, 27, 
46181 Benisanó España
+34 962 78 07 21

El Portal
Avenida de la Diputacion 74 Av. Diputación 74, 
46181 Benisanó España
+34 962 79 25 47

y desde aquí , podemos acercarnos a ver Las ruinas del Castillo del Real en Olocau,  y el Castillo de Chelva

17. Castillo del Real

Castillo del Real, Olocau

también llamado Castillo del Real de Vilaragut, está ubicado entre los municipios de Marines y Olocau, en la comarca del Campo de Turia, en la provincia de Valencia.

Se trata de una fortaleza de la época musulmana y se utilizaba para la defensa del norte de Valencia frente a los ataques de Aragón, como otros castillos de la zona, tales como los castillos de Chelva y Morvedre.

​Se tiene referencias de su existencia en relatos como la compilación histórica de Ibn Idari, sobre la Valencia del siglo XI. También en la Historia Roderici se hace referencia al castillo al narrar una de las “aventuras” de El Cid. 

La Crónica General, en 1344, al tratar los mismos hechos, También hace referencia al castillo de Olocau.

​Este castillo logró mantener su importancia hasta el siglo XIII, ya que se tiene constancia de haber sido una de las últimas fortalezas en rendirse, durante la reconquista realizada por el rey Jaime I de Aragón, tras lo cual pasó a poder cristiano. 

De hecho, en el libro del Repartiment y también en un documento de Jaime I de 1250, ya se hace referencia al castillo como Castillo de Olocau.

​Ya hacia finales del siglo XIII, el 3 de febrero de 1286, Ramón Escorna, primer Señor de Olocau, obtuvo de Alfonso III, el Liberal, el feudo del castillo, permitiéndosele en el año 1287 reedificarlo. A principios del siglo XIV el señorío perteneció a Joan Escorna, quien el 29 de octubre de 1359, vende el castillo y la baronía de Olocau a Mateu Mercer. 

Más tarde el señorío pasa a la familia Vilaragut.​Violante de Vilaragut por su matrimonio con el noble Luis Boil obtiene como dote, entre otras propiedades, los señoríos del castillo y valle de Olocau, a lo cual se oponen violentamente en 1475 sus hermanos. 

Tras muchas luchas entre familiares, en el año 1649 el condado pasa a los Fenollet, por matrimonio de doña Margarita de Vilaragut y Sanz, hija del Conde de Olocau, con Diego de Fenollet y Albiñana.​

Finalmente, y por problemas de falta de descendencia directa de la familia Fenollet, en 1871 la propiedad pasa a Doña Mª del Carmen Crespí de Valldaura y Caro, hija del Conde de Orgaz y Sumacarcer, vecina de Palma de Mallorca, consorte de D. José de Zaforteza y Togores, Dameto y Denti; perteneciendo desde entonces a los descendientes de ésta.
Descripción

El castillo se encuentra en su mayor parte en el término de Marines, en lo alto de un monte, a unos 574 metros. Presentando la fortificación un perímetro irregular, adaptado al terreno. 

Dentro de la fortificación se pueden distinguir dos recintos: uno de mayor extensión, el exterior, del que sólo quedan la base, parte de la planta cuadrangular y un aljibe; otro interior, de planta trapezoidal, que se encuentra situado en una prominencia rocosa, y que conserva las principales dependencias del castillo. Comprende tres espacios a distintos niveles.​

El primer espacio, a nivel más bajo, está cubierto totalmente por escombros. El segundo espacio, está también sepultado por escombros, aunque se ven restos de muros, de muy escasa altura. Destaca un nicho de planta rectangular, de 1,98 metros de longitud por un metro de profundidad, cubierto por bóveda de medio cañón, que como el resto de los edificios está fabricada con lajas de rodeno y cal. 

El hecho de que esta construcción esté aneja a un aljibe, así como la existencia de una abertura, actualmente cegada, que parece comunicar con el mismo, hacen pensar en que se trata de un rebosadero, para facilitar la recogida de agua. 

Los restos permiten afirmar que este segundo espacio comunicaba a través de un amplio pasillo con la entrada a la fortaleza. En la zona más elevada, tenemos el tercer espacio, con la torre, que se encuentra precedida por un patio de planta cuadrangular, al que se accede por un pasillo acodado, fabricado en estuco. 

En este piso se abre parte de la claraboya del segundo aljibe de la fortaleza, el cual está cubierto con bóveda de medio cañón, en la que se conserva todavía el revestimiento de estuco así como la impronta de las cañas que formaron el cimbrado.​

La torre, es de planta rectangular de 8 por 6 metros y sus muros tienen un espesor aproximado de 88 centímetros, cubierta con bóveda de medio cañón de 6,23 metros de longitud. Está construida con una base de cal y rodeno. 

En el interior de la torre, a la que se accede por una puerta, bastante deteriorada en su parte superior, encontramos los restos de una escalera de doble ida que subía al primer piso, del cual solo conservan de forma fragmentada restos de los paramentos y del inicio de la bóveda que lo cubría, lo que hace presuponer la existencia de una terraza o piso superior. 

También presenta la torre dos dependencias adosadas al muro septentrional, en el subsuelo, que actualmente están casi totalmente cubiertas de escombros procedentes del derrumbe de parte de sus bóvedas. La iluminación interior se consigue a través de tres pequeños ventanucos enmarcados por una triple plancha de rodeno por cada dintel, además de la gran abertura en el muro que enfrenta con la entrada de la torre.​

El material empleado en su construcción es mayoritariamente el rodeno, combinado con cal y la técnica más utilizada es el tapial. Los muros de la construcción, en su conjunto, están formados por rodeno combinado con cal, lo que forma una sólida masa.​

18. Castillo de Chella

La Torrecilla

La Torrecilla o antiguo “Castillo de Chércol”, se ubica en una colina al norte de Chelva, con una posición privilegiada que le permite controlar el territorio septentrional del valle, favoreciendo de esta manera el asentamiento de diversas culturas.

En la Torrecilla hubo un asentamiento ibérico de entre los s. IV y II a.C. A finales del s. XII los almohades construyen un castillo rural con muralla, aljibe, torre y diversas estancias.

Durante las Guerras Carlistas (mediados del s. XIX) se edifica una nueva torre sobre las ruinas medievales.

 Y una vez aquí, podemos visitar Chelva 

Chelva, Valencia

Cada persona interesada en el arte y la historia encuentra en el pueblito de Chelva toda una enciclopedia abierta para conocerla y entenderla.

Acá se dieron cita al mismo tiempo distintas culturas como la cristiana, judía y árabe (cada una perfectamente separada de la otra), lo cual se refleja en el trazado de sus calles, y las joyas arquitectónicas que visitaremos.

No queda duda que esta villa, con aire medieval, tuvo sus momentos de gloria en el pasado, pero toda esa riqueza ha llegado para mantenerse entre nosotros, hoy.

Monumentos y sitios de interés

Iniciamos nuestro viaje en la Plaza Mayor, el mero centro de reunión y vida de la ciudad, y admiraremos su hermosa fuente de piedra. 

También se encuentra el Ayuntamiento, y allí nos frenamos frente a la majestuosa Iglesia Arciprestal Nuestra Señora de los Angeles, hermosa por todos lados y además insignia de la ancestral Chelva.

Esta magnífica obra del arte barroco nos sorprende por su fachada y exótica decoración interior; en el exterior una hermosa cúpula y campanario con casi 60 mts de altura, con un icónico reloj que señala hora, día y fecha…muy original…¡¡¡

Palacio Vizcondal Chelva, Valencia

Por allí, también se encuentra el Palacio Vizcondal de finales del Siglo XV, también conocido como “La Posada” en el cual recientemente se descubrió, que aparentemente, allí se ubicó la primera iglesia cristiana de este poblado.

Lastimosamente no lo podemos visitar, motivado a las obras arqueológicas y de restauración que allí se llevan a cabo.

Al caminar por el histórico barrio árabe, encontraremos el Portal de San Cristóbal, especie de pasadizo que conserva ese aire añejo.

Luego veremos la Ermita de la Virgen de la Soledad, pequeño templo apretado entre dos callejuelas, y que fue la capilla del antiguo hospital de la localidad.

Este espacio del antiguo hospital hoy se encuentra ocupado por el Museo Arqueológico, lugar en el que aprenderemos sobre las piezas primitivas encontradas en excavaciones realizadas en este pueblo y sus adyacencias.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí

Otro tramo a recorrer es el barrio judío, al cual entraremos por el portal del Azoque, uno de los arcos que mantenían aislado este sector de la villa, y que actualmente mantiene intacto su trazado original, el cual es una delicia descubrir.

Otros lugares de Chelva que debes conocer

Otro punto muy interesante por desnudar en nuestra andanza es el barrio cristiano, conocido desde antaño como el de las “Ollerías”, por el número de hornos de cerámica que existían a lo largo de sus calles, ubicadas en la parte más baja de la villa.

Acá, lo entramado de sus vías nos ofrece un espectáculo para los ojos, y muchas ganas de caminar para que ellas mismas guíen nuestros pasos. 

Desde este lugar veremos la parte trasera del Palacio Vizcondal, y algunos restos de murallas medievales.

Ruta del Agua, Chelva

Un aspecto fascinante al transitar por el llamativo pueblo de Chelva, es la llamada Ruta del agua, singular tour donde se fusionan cultura y naturaleza.

Ruta del Agua, Rio Chelva

Recorremos dentro de esta villa lugares donde existen muchísimas fuentes de agua, y salimos a buscar los lavaderos, riachuelos, manantiales y pozas.

     

 Y cerramos con broche de oro, en nuestra ruta de senderismo visitando el Acueducto de Peña Cortada, donde disfrutaremos de las hermosas vistas, y como somos atrevidos pasaremos por encima de este Acueducto, pero sin mirar abajo..por aquello del vértigo.

Acueducto de Peña Cortada, Chelva

Además, la montaña de este lugar, nos invita a recorrer los túneles excavados en la misma hace más de 2000 años.

19. y para comer cerca de la Ruta del Agua

Conrado Brasa Bar
Avenida Madereros 26 Bajo, Izq., 
46176 Chelva España
+34 640 87 23 77

La Aldea
Avenida El Mirador 9 Avd.Mirador 9, 
46175 Calles España
+34 665 54 53 05

Volvemos sobre nuestros pasos para continuar nuestra ruta, encaminandonos al

20. Castillo de Bétera

Castillo de Bétera, Valencia

Continuamos visitando otra de las localidades más destacables de la provincia de Valencia. Hablamos de Bétera, otro de esos municipios con una larga historia por descubrir. Su espectacular patrimonio religioso, se merece el mismo reconocimiento que el civil. 

Pero en este caso, nos centramos en un el Castillo de Bétera. También conocido como Palacio de los Boíl, este es uno de los castillos de Valencia que no te puedes perder.

El origen de Bétera está en la dominación musulmana. En abril de 1237 sus habitantes se rindieron a Jaime I a cambio de que respetara su religión y sus bienes.​ Bétera, junto con Paterna y Bufilla, se rindió voluntariamente a Jaime I cuando este se encontraba en el Puig preparando el asedio a la ciudad de Valencia en la primavera del año 1238:

...venc-nos missatge un sarrai de Paterna, cobertament, ab cartes de tota l'aljama, que ens retrien la vila e el castell. E venc-nos altre de Bétera e de Bufila que es retrien aitambé. E nos dixem-los que iriem lla, e quan hi seríem que fossen aparellats de retre los dits castells, e que els observaríem llur llei e totes les costumes que havien en temps de sarraïns, e que els faríem gran bé.​

Castillo de Bétera, Valencia

El rey Jaime I donó el castillo a la Orden de Calatrava en 1237 en la persona de Fr. Lupo Martín, Comendador de Alcañiz, formándose una encomienda a la que se agregaron otros pueblos​ y en 1329 fue vinculada a la Baronía de Bétera.​

En su origen el castillo fué una torre de vigilancia islámica alrededor de la que, en época medieval y moderna, se configuró un castillo señorial, con patio de armas, torres y mazmorras. 

En 1364 Pedro el Ceremonioso ordenó derribar el castillo y las murallas por el apoyo de la localidad a las tropas unionistas, aunque posteriormente tanto el castillo como las murallas fueron reconstruidos.​ 

En el año 1386, por un plazo concreto de tiempo, fue cedida a los Boil, que pasaron a ser propietarios en 1437, recibiendo la donación perpetúa de todos los derechos de imperio y jurisdicción criminal, poseyendo luego el dominio útil y quedando el directo mayor para la Orden, como una encomienda de la denominación de Bétera, dotada en cierta cantidad que pagaban los poseedores, en virtud de convenio especial.​ Finalmente pasó a la familia del Marqués de Dos Aguas.​

Su importancia estratégica la convirtió en escenario bélico. Durante la Guerra de Sucesión fue atacada por las tropas borbónicas del conde de las Torres. 

Castillo de Bétera, Valencia

Fue también escenario del ataque de las fuerzas del general francés Suchet a las de O'Donnell durante la Guerra de la Independencia. Las bandas carlistas protagonizarían igualmente numerosas acciones en este territorio.​

El 1888 el propietario del castillo, el marqués de Dos Aguas Don Genaro María del Rosario Rabassa de Perelló Palafox, lo cedió a la Junta de Montes y Señorío Territorial de Bétera, con la condición de que fuera destinado a usos sociales, convirtiéndose por algún tiempo en colegio, asilo y durante el siglo xx fue habitado por religiosas que mantenían una escuela de párvulos sufriendo numerosas reformas y perdiendo alguna de sus estructuras. 

Finalmente fue donado en 1983 al Ayuntamiento, quien lo promovió a Monumento Histórico-Artístico e inició las obras para su rehabilitación y consolidación, con lo que el edificio presenta hoy un excelente aspecto, aunque se halla muy modificado debido a las diversas reformas y modificaciones que ha sufrido a lo largo de la historia.

Actualmente está rehabilitado por el Ayuntamiento y destinado a usos municipales, por lo que no se accede a sus dependencias.

Nada más llegar, te verás sorprendido por la altura de su torre del homenaje y su buen estado de conservación. Actualmente, alberga distintas dependencias públicas como los juzgados y la biblioteca municipal. ¡Tenéis que conocer este castillo-palacio tan bonito!

Desgraciadamente, de este edificio primitivo apenas nada queda ya que fue demolido en 1364 por orden de Pedro II tras las Guerras de la Unión, redificándose por completo con posterioridad.​

La fortaleza es un cuerpo único de planta poligonal irregular, ya que se adapta a la roca sobre la que se cimenta. El edificio original disponía de seis torres, de las cuales solo quedan cuatro, unidas por cuerpos residenciales de varios pisos, muchos construidos en el siglo xx y que han ido cubriendo las estructuras antiguas, cerrando así una superficie de 1500 metros cuadrados aproximadamente. 

De entre estas torres almenadas destaca la del homenaje (llamada también del Reloj por el que en ella fue instalado en 1897), cuyo cuerpo ligeramente troncopiramidal se alza hasta los 25 metros de altura.​

La construcción principal la constituye una torre rectangular (8 metros por 6 metros aproximadamente) y de una altura en torno a los 16 metros. Muy próxima a esta torre existe otra más pequeña y en los extremos opuestos, en los lados oeste y norte, se encuentran otras dos torres, éstas de forma semicircular en su interior. 

Todas ellas se encuentran unidas por medio de una serie de construcciones de varios pisos que cierran el recinto y que tienen en su interior un patio. En fotografías antiguas se aprecia la existencia de una quinta torre hoy desaparecida.2

En la puerta principal se ubica el escudo de la población. En él se encuentran representados las barras de la Corona de Aragón, la Cruz de la Orden de Calatrava, las armas de los Boil, en el segundo cuartel, y las de los Perellós y Rocafull, en el tercero, y en el cuarto las del marquesado de Dos Aguas. 

El escudo fue colocado en 1984 cuando el edificio fue rehabilitado por el Ayuntamiento de Bétera. En el interior del edificio se encontraba el blasón de los Boil, que actualmente ha desaparecido.​

21. Torre Bofilla

Torre Bofilla, Bétera

Bétera, de origen árabe

Situación

La torre Bofilla se encuentra a unos 3 kilómetros de Bétera, en la comarca de Camp del Túria de la provincia de Valencia, en la margen derecha del barranco del Carraixet, y en dirección a la localidad de Moncada.

Aunque existen restos de épocas anteriores, el origen de Bétera está en la dominación musulmana. En abril de 1237 sus habitantes se rindieron a Jaime I a cambio de que respetara su religión y sus bienes. Desde su conquista perteneció a la Orden de Calatrava, y en 1329 fue vinculada a la Baronía de Bétera.

La torre de la alquería Bofilla data del siglo XII o XIII. Existe documentación en la que se habla de la existencia de un asentamiento musulmán (el de Bofila) en las proximidades e Bétera. 

La torre era parte, como en otras alquerías de la zona, del sistema defensivo de la población, y hacía también las funciones de torre de vigía y alerta para la ciudad de Valencia. Normalmente estas torres cumplían también otras funciones comunales, tales como granero, almacén, etc.

Es una torre de planta cuadrada que se hace troncocónica en su parte superior. Los alrededores de esta torre han sido objeto de numerosas campañas arqueológicas en las que se han descubierto construcciones auxiliares, entre las que destaca un horno bien conservado.

La alquería está prácticamete desaparecida. Solo quedan algunos vestigios, entre ellos la torre principal.

Es propiedad del Ayuntamiento de Bétera, y actualmente no se le da uso alguno.

Es de acceso prohibido.

22. Comer en Bétera

Ca José café Restaurant
Les alfabegues,37, 
46117 Betera España
+34 961 60 22 48

El Gordo y El Flaco
Avenida Pais Valencia, 103, 
46117 Betera España
+34 961 69 17 80

La Volteta Restaurant
Carrer Sants de la Pedra 8, 
46117 Betera España
+34 611 68 09 59

23. Castillo de Segart

Restos del Castillo de Segart

Castillo, sobre una colina, muy cerca de la población, se encuentran las ruinas de un pequeño castillo musulman que fué conquistado por las tropas cristianas. La construcción de este castillo se puede situar entre los siglos XI y XII.

El castillo de Segart es una fortaleza de origen musulmán construida alrededor del Siglo XIII, y que se sitúa en lo alto de un cerro sobre la población que le da su nombre. Aún pueden verse restos de las murallas y parte de la estructura cúbica de un aljibe.

A pesar de su reducido tamaño, debió de ser especialmente hermoso, tanto por su diseño como por su ubicación. La entrada a las ruinas del castillo se hace por la parte norte. Allí se encuentran dos «torres» que protegen la antigua entrada al recinto fortificado. 

Estas estructuras no son propiamente torres sino alargamientos hacia el exterior de la muralla. Existe una torre en dirección este, pero por la forma de construcción y los materiales empleados es muy posible que sea del siglo XIV.

Todo el recinto debió de estar enlazado con una muralla. No quedan restos de esta por haber sido utilizada probablemente para la elaboración de bancales o que hayan sufrido un deterioro al ser de tapial y no haber tenido reparaciones ni conservación. En la zona más alta todavía persisten los restos de un aljibe. A su lado se observan restos de antiguos secaderos de higos.

Los orígenes de la población y del castillo corresponden a la época de dominación musulmana. La fortaleza fue conquistada por Jaime I en fecha incierta, pero con seguridad alrededor de 1238. El propio monarca lo cedería primero al obispo de Vich, y posteriormente, en 1248, sería propiedad de Adam de Paterna. 

El monarca aragonés, Pedro el Ceremonioso, entregaría su propiedad a Bernardo Ripax y años más tarde se incorporaría a la jurisdicción de Sagunto de la que no se independizaría hasta 1535. La expulsión de los moriscos en el 1609 acarreó que el lugar quedara deshabitado, por lo que Juan de Villarrasa, a la sazón señor de la baronía que formaban Segart y Albalat, debió acometer la tarea de repoblarla con cristianos viejos .

Se encuentra en ruinas a las que se accede libremente.

24. Castillo de Torres-Torres

Castillo de Torres-Torres

La antigua Turris es de origen prerromano, su fortaleza contaba con cuatro torres de la que tomó su toponimo actual.

Restos de una fortaleza de origen musulmán del siglo XII, situada en un promontorio próximo a la localidad para controlar las vías de paso que la unen con Valencia. Originalmente contaba con cuatro torres adosadas a los lienzos de la muralla, de las cuales sólo se conservan dos. 

También persisten los restos de otros edificios auxiliares del recinto. En el interior despuntaba la torre del Homenaje, hoy en día desmochada y en estado de semirruina, así como un aljibe, también rastreable (sus restos, más bien) en la actualidad. 

Se trata de un castillo de planta poligonal con aspilleras medievales y aspilleras modificadas para el uso de armas de fuego. De hecho, el castillo que se observa en la actualidad fue muy modificado en el siglo XIX para adaptar su estructura a las nuevas técnicas bélicas de las Guerras Carlistas como las citadas aspilleras o plataformas para que se pudiera utilizar artillería pesada desde las partes más elevadas.

La relación de Torres Torres con el Cid se remonta a 1088. En ese año, durante la primavera, el Cid, reconciliado con su rey Alfonso VI, salió de Burgos hacia Valencia con un poderoso ejército. 

Su conocimiento de la zona durante campañas pasadas le colocaban como el agente idóneo para tantear las debilidades del reino de Valencia y defender los intereses de Castilla en esta turbulenta zona, codiciada por catalanes y aragoneses, y por las taifas islámicas de Zaragoza y de Lérida. 

Fue en este viaje cuando, camino de la capital, el Cid montó su campamento en Torres Torres, quién sabe si en algún alto o, confiado por su potencial bélico, en cualquier lugar de la llanada que se abre frente al castillo.

Visita: Libre.

25. y para comer en la zona

Restaurante Torres Torres
Plaza Gran Valencia S/N, 
46595 Torres Torres España
+34 962 62 63 25

Andana Aljibe
Calle Los Dolores 1 Calle Los Dolores 1, 
46500, Sagunto, 
+34 667 53 00 77

Taperia La Pepa
Avenida 9 D'Octubre 150, 
46520 Puerto de Sagunto, Sagunto España
+34 623 14 04 85

Restaurant El Gat Negre
Calle Cirilo Amoros 27, 
46512 Faura España.