Ruta de las Meninas de Canido, Ferrol
Edificios Modernistas, Ferrol
Ferrol es la ciudad favorita de los peregrinos para empezar el Camino
Inglés, una Ruta Jacobea que en la Edad Media era recorrida mayoritariamente
por peregrinos que desembarcaban en los principales puertos gallegos
(Ferrol y A Coruña) procedentes de Reino Unido y otros países del
norte de Europa.
Indice:
- Como Llegar a Ferrol
- Algo de Historia
- Que ver y hacer en Ferrol
- Barrio de la Magdalena
- Galerías acristaladas en Ferrol
- Edificios Modernistas en Ferrol
- Arsenal y astilleros navales
- Museos en Ferrol
- Ruta de las Meninas
- Puerto de Curuxeiras
- Fuertes de Ferrol
- De vinos y Tapas en Ferrol
- Festividades de interés
- Para Comer en Ferrol
- Y en los alrededores
- Otras Rutas Cercanas
1. Como Llegar
Hoy en día se puede llegar en barco a Ferrol, ya sea a vela –como parte de
la iniciativa Sail the Way- o a bordo de uno de los muchos cruceros que
llegan a la ciudad. No obstante, si quieres llegar a Ferrol para iniciar tu
Camino de Santiago por una vía más tradicional, hoy te detallamos cómo
hacerlo en tren, bus, coche o avión.
Cómo llegar en tren a Ferrol
Desde Madrid es posible llegar a Ferrol en tren todos los días de la semana.
Ferrol cuenta con un par de conexiones al día en Alvia (entre 7 y 9 horas) y
en tren hotel desde Madrid (12 horas).
Desde otras ciudades clave para el Camino de Santiago como Barcelona,
Hendaya o Sevilla también es posible llegar a Ferrol en tren con un único
transbordo en Madrid.
Si quieres llegar a Ferrol desde alguna ciudad del norte de España, puedes
hacerlo en el ferrocarril de vía estrecha (FEVE) que discurre por la costa
cantábrica, uniendo Ferrol y Bilbao. Partiendo de la estación de la
Concordia, en el centro de Bilbao, el FEVE llega a Santander, desde donde se
puede continuar hasta Ferrol.
Ferrol cuenta con trenes directos desde A Coruña y con un transbordo a otras
ciudades destacadas como Santiago, Vigo u Ourense.
Cómo llegar en autobús a Ferrol
El autobús es una de las mejores formas de llegar de forma directa a Ferrol.
La compañía Alsa cuenta con conexiones diarias a Madrid, tanto desde la
ciudad (Estación Sur e intercambiador Moncloa) como desde el propio
aeropuerto de Barajas. También existen otras con ciudades como Ponferrada,
Zamora o Sevilla. También existen conexiones con Portugal, Alemania,
Bélgica, Francia y Suiza.
Si queremos llegar a Ferrol desde cualquier punto de Galicia tenemos dos
opciones: Monbús y Arriva Noroeste. Monbús ofrece hasta siete conexiones
diarias con Santiago de Compostela y cinco con Vigo. Mientras que con Arriva
podrás viajar desde A Coruña a Ferrol a prácticamente cualquier hora del día
(entre las 6:00 y las 22:00 horas).
Además de la estación de autobuses de Ferrol, situada en el Paseo de la
Estación, s/n, el peregrino podrá bajarse en la Plaza de Galicia, en pleno
centro de la ciudad.
Cómo llegar en avión a Ferrol
Galicia dispone de tres aeropuertos: Santiago de Compostela, A Coruña y
Vigo. El más cercano a Ferrol es el aeropuerto de Alvedro, en A Coruña,
situado a 52 kilómetros. Iberia, Vueling y Air Europa operan desde este
aeropuerto, con conexiones a Madrid, Sevilla, Barcelona o Bilbao.
Desde la terminal se puede coger un taxi o el autobús urbano (línea 40519
que une el aeropuerto con el centro de la ciudad. El coste es de 1,5 euros y
la frecuencia es cada media hora (excepto domingos y festivos que es cada
hora). Ya en A Coruña tendríamos que elegir entre coger el autobús o el tren
para llegar a Ferrol. En ambos se tarda aproximadamente una hora.
El aeropuerto de Santiago de Compostela es el que ofrece un mayor número de
conexiones. A través de Iberia, Vueling y Ryanair cuenta con conexiones
diarias con Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga o Canarias. A
Santiago también llegan vuelos internacionales procedentes de Londres,
Frankfurt o París.
Una vez en el aeropuerto de Lavacolla, el peregrino debe tomar un taxi o el
autobús que conecta el aeropuerto con el centro de la ciudad, la estación de
autobuses y la de tren. El precio del trayecto es de 3 euros (5 ida y
vuelta), la frecuencia es cada 30 minutos y la duración aproximada del
trayecto es de unos 40 minutos.
Vigo es otra de las ciudades a las que se puede llegar en avión. Ofrece
conexiones diarias con Madrid, Barcelona o Bilbao. Desde el aeropuerto de
Peinador, el peregrino tendrá que coger un autobús urbano (L9A), que lo
llevará hasta la Plaza Eugenio Fadrique, en el centro de Vigo.
El billete cuesta 1,35 euros y pasa cada 30 minutos de lunes a sábado y
domingos por la tarde. Domingos por la mañana y festivos, cada 60 minutos.
Una vez en el centro de Vigo se puede elegir entre ir en autobús o en tren.
Si no queréis estar pendientes de las conexiones con el centro de la ciudad,
de tren o de bus, recordad que también podéis alquilar un coche en
cualquiera de las tres terminales.
Cómo llegar a Ferrol por carretera
Otra opción para llegar a Ferrol y disfrutar del Camino Inglés es hacerlo
por carretera. Para aquellos peregrinos que viajen por el norte, la mejor
opción es tomar la A-8, autovía de libre peaje que al llegar a Vilalba
(Lugo) enlaza con la AG-64 hasta llegar a Ferrol. Esta carretera enlaza
Galicia con Francia, pasando por Asturias, Cantabria y País Vasco.
Desde Madrid, la mejor opción es coger la A6 para luego conectar también con
la AG-64, que nos llevará directamente a Ferrol. La A6 será la carretera que
debemos enlazar en Madrid si se viene desde otras ciudades como Barcelona o
Valencia o en Zamora si se viene desde Sevilla (A66 y A6).
En Galicia, la carretera que conecta todo el eje atlántico Ferrol-A
Coruña-Santiago-Pontevedra-Vigo-Tui es la AP9. Se trata de autopista de pago
y será la que debamos coger en el caso de que vengamos de Portugal, tanto si
tomamos la A-28 como si circulamos por la A3, que unen Oporto con Galicia.
2. Algo de Historia
Prehistoria y Antigüedad
Un típico castro peninsular cuya ocupación se prolongó hasta el medievo.
El territorio ferrolano conserva numerosos yacimientos arqueológicos que
atestiguan la larga ocupación que estas tierras han tenido a lo largo de la
historia.
Los restos más antiguos se sitúan en las colinas próximas a Brión, en el
conocido como Monte da Chá de Brión, y Espadañido (Esmelle), donde se
localizan numerosos túmulos megalíticos o "mámoas" adscritos al período
Neolítico, entre los años 5000 y 2500 a. C.
Del tradicional e intenso contacto martítimo entre los habitantes de las
costas de las actuales Galicia, Irlanda, occidente de Francia y Gran
Bretaña, surgió una cultura conocida como el Bronce final atlántico.
Es en este momento, hacia el 1500 a.C, cuando se crean los primeros poblados
calcolíticos y se empieza a hacer uso de los primeros metales (cobre) y
surgen las representaciones pétreas conocidas como petroglifos. En las
inmediaciones de Ferrol, en el monte de Chamorro, se registran las
agrupaciones de petroglifos más destacables de este periodo.
Placa epigráfica tardorromana (siglos IV-V d.C) encontrada en la villa
de Noville (Mugardos) a orillas de la ría de Ferrol.
La Edad del Hierro, hacia el 900-800 a.C, se abre con el uso del hierro, un
metal más resistente que supone un paso adelante en la tecnológia
primitiva.
El tipo de yacimiento más característico de esta época es el poblado
fortificado conocido como "castro", algunos de cuyos mejores vestigios
salpican el territorio ferrolano.
Más de una docena de ellos todavía son visibles, con gran variedad de
tipologías; costeros o peninsulares como los castros de Lobadiz y Santa
Comba, castros situados en cimas de colinas como los de Tralocastro, Croa de
Fontá o Santa Mariña y castros de llanura como los de Leixa o Gafos.
Gracias a las descripciones de historiadores greco-latinos como Pomponio
Mela, Estrabón o Plinio, sabemos que estas fortificaciones pertenecían al
grupo de pueblos celtas –o al menos de lengua celta– conocidos como
galaicos. Más difícil supone, no obstante, determinar el nombre exacto del
pueblo galaico que habitó los castros de Ferrol y su comarca.
Mientras algunos autores atribuyen a los artabros el poblamiento de estas
tierras –es conocido el nombre de Magnus Portus Artabroum ("gran puerto de
los ártabros") con que Pomponio Mela bautizó a un enclave portuario de las
Rías Altas gallegas– otros investigadores, especialmente en los últimos
años, lo han hecho en favor de los trasancos, nombre este que además de
registrarse a finales del siglo vi, vendría apoyado por la aparición de una
inscripción en las cercanías del castro de Santa Comba que relacionaría a
este grupo con el culto a una deidad galaica como fue Reve/Reue.
Estas poblaciones pasaron a pertenecer definitivamente al Imperio romano
desde que Octavio Augusto se impuso militarmente hacia el 19 a.C.. Como la
mayor parte de los castros galaicos, los de tierras ferrolanas siguieron
habitados, aunque paulatinamente fueron desapareciendo en favor de un nuevo
tipo de explotación romana, la villae.
Formando parte de la provincia romana de Gallaecia, las villae que entre los
siglos III-VI se establecieron a los pies de la ría de Ferrol se
especializaron en la exportación pesquera y conservera.
Ejemplo de ello son los yacimientos arqueológicos de la
villa de Noville (Mugardos) y Cariño (Ferrol), la primera una
villa a mare tardorromana y la segunda una factoría de época imperial.
Alta Edad Media
El Monasterio de San Martín de Jubia, en las inmediaciones de Ferrol,
es el centro monástico más antiguo de su comarca.
Relativo a él, es el primer documento escrito sobre Ferrol como Sancto
Iuliano de Ferrol.
El año 411 marca el final de la dominación romana en tierras galaicas.
Llegados desde Galia, los suevos –un pueblo germánico originario de
Centroeuropa– asumieron el gobierno de la Gallaecia, convitiéndola en un
reino cuyo primer monarca fue Hermerico (409-438).
Será precisamente en este periodo de la monarquía sueva cuando huyendo de
las invasiones de jutos y sajones que asolaban la isla de Britania, grupos
de britanos se instalen en el norte de Galicia dejando su huella en las
inmediaciones de Ferrol, en nombres de lugares como "Bertoña" y tal vez "O
Bertón" como sostiene el historiador inglés Simon Young.
El alcance de este asentamiento britano (celto-romano) ya era patente a
finales del siglo VI tal y como se desprende de la Divisio Theodomiri
("División de Teodomiro"), documento redactado hacia el año 569 en la corte
del rey suevo Teodomiro, que plasma la división eclesiástica de las diócesis
y parroquia del Galliciense Regnum, y en el que aparece por primera vez una
mención a un obispo britano llamado Mailoc, cabeza de la "Diócesis de los
Bretones" (Dioecesis Britoniensis) en Galicia, origen y precedente esta de
la actual diócesis de Mondoñedo-Ferrol.
Asimismo, la Divisio Theodomiri supone el documento escrito más antiguo
donde se menciona el nombre de Trasancos, territorio, "parroquia"
(equivalente a arciprestazgo) y comarca esta, a la que durante la Edad Media
y Moderna perteneció el actual territorio de Ferrol y sus alrededores.
Tras del vacío documental de los siglos vii y viii acerca de las tierras que
hoy conforman este municipio, en un documento del año 868 conservado en la
catedral de Santiago de Compostela, reaparecen referencias escritas al
antiguo territorio de Trasancos así como lugares e iglesias reconocibles por
su nombre aún hoy en la geografía ferrolana, tales como Sancta Maria in
Brion (Santa María de Brión) o Sancta Maria de Carantra (Santa María de
Caranza) entre otras.32
No obstante, no será hasta el año 1087 que aparezca la primera referencia
escrita de una población o lugar con el nombre "Ferrol", en concreto un
documento firmado el 30 de marzo de dicho año por el que se hacía una
donación al monasterio próximo de San Martín de Jubia, y en los que se
mencionan entre los términos de esta, aquellos terminis quomodo uenit per
terminos de sancto Iuliano de Ferrol (San Julián de Ferrol).
Entonces una pequeña población costera, ya con un templo dedicado a San
Julián, el Ferrol medieval se situaba sobre lo que en la actualidad se
conoce como "barrio de Ferrol Vello".
Baja Edad Media
Miniatura medieval de Alfonso IX de León (rex Legionensium et Gallecie) bajo
cuyo reinado (1188-1230) Ferrol comenzó a tener alcaldes.
A finales del siglo xi y comienzos del siglo xii al igual que el resto del
territorio de Trasancos, así como gran parte de la Galicia occidental, el
enclave de Sancto Iuliano de Ferrol formaba parte del amplio señorío de la
Casa de Traba, que en dichos siglos se convirtió en el linaje hegemónico en
Galicia y uno de los más poderosos de toda la península ibérica.
Pedro Froilaz, conde de Trava, célebre protector y tutor de Alfonso VII de
León, a quien logró coronar como «rey de Galicia» en la Catedral de Santiago
de Compostela el 17 de septiembre de 1111.
Será precisamente en ese año cuando otra gran aristócrata local, Munia
Froilaz, hermana del entonces conde de Traba, conceda al cercano monasterio
de San Salvador de Pedroso gran parte de sus propiedades en Trasancos,
destacando medietatem de mea Villa de Ferrol et suos homines et Villam de
Canito et suos homines et ganancias., lo que supone la primera referencia a
una "villa de Ferrol", si bien el significado del término en el medievo
posiblemente aludiese a un núcleo pre-urbano en torno al muelle de
Curuxeiras.
Ya bajo el reinado de Alfonso IX de León (1188-1230), gran promotor de
ciudades gallegas como La Guardia (1200), La Coruña (1208), Bayona (1209) o
Betanzos (1219) entre otras, y al igual que su padre y abuelo, educado en
Galicia por la Casa de Traba, la entonces villa de Ferrol va adquirir su
primera organización municipal.
La primera mención a alcaldes ferrolanos la encontramos en un documento del
año 1212, escrito en el Monasterio de Santa María de Sobrado, de la
siguiente forma: in Ferrol, alcaides: Vemudo Pelagii et Roderico
Gundisalvi.
Estas primeras autoridades concejiles, y las que les suceden, ponen de
manifiesto que al menos desde el reinado de este monarca galaico-leonés,
Ferrol se convierte en una villa de realengo, es decir, libre del pago de
impuestos a nobles feudales, promoviendo de esta forma un florecimiento del
comercio y del desarrollo de una burguesía local.
Sepulcro de Fernán Pérez de Andrade quien por su apoyo en la guerra
contra Pedro I, recibió en 1371 el señorío de las villas de Ferrol y
Puentedeume de manos de Enrique de Trastámara.
Dos años después de la muerte de Alfonso IX de León en Sarria (septiembre de
1230), Fernando III de Castilla lograría imponer su dominio en Galicia
definitivamente, pasando la villa de Ferrol y el resto del territorio
gallego a manos de la Corona de Castilla.
Preservando su condición de villa de realengo, la pujante actividad
económica de Ferrol convirtió su ría en una dinámica encrucijada pesquera y
comercial ya en el siglo xiv, gozando de una de las primeras aduanas del
reino de Galicia (1268).
En el siglo xiv se configura una burguesía local encabezada por familias
hidalgas como los Mandiá, Lago, Piñeiro, Tenreiro, Ares o Esquío que
llevaron a cabo una intensa actividad comercial y pesquera así como también
cultural cuyo mejor exponente sea tal vez Fernando Esquío, noble y poeta
local que cultivó la lírica galaicoportuguesa desde estas tierras
norteñas.
El Castillo de Moeche, próximo a Ferrol, fue duramente atacado
durante las Revueltas Irmandiñas hasta casi su total destrucción.
La victoria de Enrique de Trastámara sobre Pedro I en 1369 traería
importantes consecuencias y cambios para Galicia y en especial para la
villa de Ferrol.
Fernán Pérez de Andrade, uno de los aristócratas más poderosos de la zona,
recibía en 1371 como recompensa por su apoyo militar el señorío de la villas
de Ferrol y Puentedeume de manos del nuevo rey castellano.
Violados los privilegios dados por Alfonso IX de León, la villa ferrolana
perdía de esta manera la condición de villa de realengo pasando a estar
gobernada por los condes de Andrade, nuevos amos de la villa.
La nueva situación no agradó a los diferentes estamentos de la villa, que
percibieron esto como un duro agravio y ataque a sus libertades.
Debido a los abusos y excesos de Nuño Freire de Andrade sobre sus vasallos,
en Ferrol estallaba en 1431 la que habría de pasar a la historia como una de
las primeras revueltas antiseñoriales de Occidente y que, liderada entre
otros por el higaldo Roi Xordo, intentó acabar con el poder de la Casa de
Andrade; aunque sin éxito, fue la conocida como Irmandade Fusquenlla.
A finales de convulso siglo xv y forzado por la extensión de la Revuelta
Irmandiña el 15 de mayo de 1467 el rey Enrique IV de Castilla restituía
finalmente los derechos de realengo de Ferrol mediante un privilegio
real.
Su duración fue escasa; pocos años antes, los Reyes Católicos anulaban dicho
privilegio y concedían el gobierno de la villa ferrolana de nuevo a la Casa
de Andrade.
Edad Moderna
Portada de la Descripción del Reyno de Galizia y de las cosas notables del
escrita en 1550 por el licenciado Juan de Molina.
Tras la muerte de Isabel I de Castilla en 1504 y la incapacidad para
gobernar de su hija Juana la Loca, el gobierno de la Corona de Castilla y
por lo tanto también de Galicia, pasó a Carlos de Gante, más conocido
por ser el futuro emperador Carlos V.
Si bien es cierto que la vinculación de este monarca con Galicia y
particularmente con Ferrol fue escasa, especialmente si la comparamos con
tierras centroeuropeas o castellanas –pues apenas llegó a viajar a tierras
gallegas una vez en su vida–, sus ejércitos también se nutrieron de hombres
de armas de la villa ferrolana.
Sin duda el más célebre de todos ellos fue Alonso Pita da Veiga (1480-1525),
quien durante la batalla de Pavía (Italia, 1525) tomó prisionero al rey
Francisco I de Francia, motivo por el que recibió privilegio de armas a
perpetuidad para él y sus descendientes
Pocos años después, en 1550, el andaluz Juan de Molina escribía sobre Ferrol
que "el puerto de Ferrol se tiene por uno de los más seguros de mundo",
destacando por ello su especial aptitud para el atraque de barcos, una
descripción que contrasta con las décadas posteriores del siglo xvi que
marcaron todo un período de decadencia para la villa.
Puerto volcado al comercio con Inglaterra, Francia y los Países Bajos, las
guerras que el emperador Carlos V mantuvo contra Francia y especialmente el
conflicto que el rey Felipe II de España mantuvo contra Inglaterra,
convirtió a Ferrol en un enclave de abastecimiento de madera, víveres y
hombres para los ejércitos reales.
El Fuerte de San Felipe, llamado así en honor de Felipe II de
España
En 1726 Felipe V ordena la instalación de los grandes Astilleros del Norte
de España en la ría de Ferrol, en los lugares de A Graña y Ferrol.
En 1749 Fernando VI dispuso la instalación de los astilleros en Esteiro y
que fuese Ferrol la capital del Departamento Marítimo.
El 25 de agosto de 1800 tiene lugar un intento de apoderarse de Ferrol y
destruir los astilleros por parte de una armada inglesa con más de cien
barcos y 15 000 hombres, comandados por el almirante John Borlase Warren.
Tras la derrota inglesa, Napoleón lo celebró con la frase: "por los
valientes ferrolanos".
En 1809 se produjo la ocupación francesa, pero esta solo duró un mes.
Edad Contemporánea
Puerta del Astillero frente al Cuadro de Esteiro (siglo xviii).
Durante la administración del Marqués de Molina, Ministro de Asuntos Navales
a mediados del siglo xix.
Isabel II otorga el título de "ciudad", en 1858, a la por entonces "Villa de
Ferrol".
En Ferrol se realizó la botadura del primer barco a vapor de España en 1858;
en 1881, la del primer barco con casco de hierro, y en 1912 Alfonso XIII
asiste a la del primer acorazado (el España).
En 1868, Ferrol será la primera localidad gallega que secunde la asonada de
la armada anclada en Cádiz. Se trata de la revolución conocida como "la
Gloriosa".
En la junta revolucionaria constituida a partir de esos momentos jugará un
papel determinante el conocido masón ferrolano Francisco Suárez García,
quien sería alcalde de la ciudad en 1869.
El estallido de la Guerra Civil (1936-1939) significó que los astilleros,
talleres, fundiciones y dársenas de Ferrol fueran tomados bajo el control
del Estado y nacionalizados en 1945 bajo el nombre de Bazán, más tarde
renombrado como IZAR y desde enero de 2005 como Navantia.
Durante la guerra, y ya que el jefe del Estado surgido del conflicto,
Francisco Franco, era natural del municipio, en 1938 se cambió el nombre del
municipio a El Ferrol del Caudillo denominación que cambió a Ferrol en
1984.
La llegada de la democracia en 1978 no ayudó a mejorar su situación
económica. Desde 1982 hasta finales de la década de los noventa la ciudad se
ha enfrentado a numerosos problemas debido al declive del sector
naval.
El principio del nuevo milenio, sin embargo, ha sido en general un tiempo de
relativa expansión económica y prosperidad.
La llegada de la Autopista del Atlántico y la construcción del puerto
exterior de Ferrol han supuesto un importante impulso para la ciudad y toda
su comarca.
3. Que ver y hacer en Ferrol
De cara a tu posible visita durante tu próximo viaje a Galicia
, y a partir de mi experiencia, a continuación te voy a sugerir qué puedes
ver y hacer en Ferrol.
4. Pasear por el Barrio de la Magdalena
La decisión en 1726 por parte de Felipe V de que Ferrol pasara a ser una
de las tres grandes bases navales militares de la península, llevó a la
construcción de los astilleros.
Para ampliar la entonces pequeña aldea de Ferrol, inicialmente se
construyó el barrio obrero de Esteiro, pero posteriormente, en 1761,
Carlos III aprobó la construcción del Barrio de la Magdalena, un ejemplo
de urbanismo racionalista.
Edificio modernista en Barrio de la Magdalena de Ferrol en Galicia
Conocido como la tableta de chocolate, el Barrio de la Magdalena tiene la
forma de un largo rectángulo con calles perpendiculares y dos grandes
plazas, la de Amboaxe y la de Armas.
5. Casas con galerías acristaladas en Ferrol
Ahora en gran parte peatonalizado, el Barrio de la Magdalena es un lugar
muy agradable para pasear donde podrás de ver las casas con galerías
acristaladas en sus fachadas, tan características de Galicia, las cuales
empezaron a aparecer precisamente en Ferrol.
Te adelanto que el mayor ambiente lo encontrarás en la citada plaza de
Amboaxe, la cual podría considerarse el verdadero centro de la ciudad.
6. Edificios modernistas en Ferrol
Un gran atractivo del paseo por el Barrio de la Magdalena es ver los
numerosos ejemplos de arquitectura modernista.
Casa Antón, edificio modernista en Ferrol
Fue a principios del siglo XX cuando se empezaron a construir los
edificios con dicho estilo arquitectónico tan de moda por entonces en
grandes ciudades europeas.
Muchos de ellos se deben a la labor del arquitecto municipal Rodolfo Ucha,
autor de edificios modernistas tan significativos como el
Teatro Jofre, la Casa Romero o la Casa Antón.
También cabe destacar la Casa Rodrigo y la Casa Munduate, si
bien te adelanto que mi edificio preferido es la Casa Antón, el
cual encuentras frente al Parador de Turismo de Ferrol.
7. Visitar el histórico Arsenal y astilleros navales
Lo que en el pasado se convirtió en el gran foco de desarrollo industrial
de Ferrol, el Arsenal y los astilleros navales, ahora son un foco de
atracción para el turismo dado su valor patrimonial.
Durante esta visita podrás ver edificios históricos como la Sala de Armas
o la fortificación de la Cortina, que protege la entrada de la base naval
militar, la cual sigue siendo utilizada.
También podrás ver diques, como el de la Campana, de 1789, o la puerta
monumental del Dique, uno de las imágenes icono de Ferrol.
8. Museos a visitar en Ferrol
En tu escapada a Ferrol también podrás visitar museos, entre los que te
voy a recomendar tres.
Museo Naval Militar de Ferrol
Museo Naval de Ferrol en Galicia
Este museo también conserva información de los navíos construidos en
Ferrol desde 1751 hasta 1984.
Museo de Construcción Naval de Ferrol
Junto a él, en una nave industrial del siglo XIX, se encuentra Exponav,
museo de la Construcción Naval, una visita más adecuada para verdaderos
interesados en esta industria.
Este museo está considerado como el mayor de Europa dedicado a dicha
temática de la construcción de barcos.
Museo de Historia Natural de Ferrol
Y un tercera opción de temática totalmente diferente, muy idónea si viajas
con niños, es el museo de Historia Natural que encuentras en el barrio de
Canido.
Gestionado por la Sociedad Gallega de Historia Natural, se trata del único
museo de la naturaleza que encuentras en Galicia.
En sus dos salas encuentran diversos animales momificados que fueron
encontrados muertos en las costas gallegas, entre los que destaca sin duda
el esqueleto de una ballena y un gran calamar.
9. Ruta de las Meninas
Una curiosa visita que puedes hacer en Ferrol es la denominada
Ruta de las Meninas.
Como resultado de la iniciativa del artista local Eduardo Hermida, el
hasta hace poco deprimido barrio de Canido está experimentando una
transformación gracias a las obras artísticas que en los últimos años
están cubriendo las fachadas de sus casas.
Siempre con la temática del famoso lienzo de Velázquez, artistas españoles
y extranjeros están dando valor a dichas fachadas, y el resultado es una
ruta cultural de claro interés turístico.
Ahora el Barrio de Canido se ha revalorizado y ahí puedes encontrar, entre
otras pintura, una que se supone es obra del considerado como mayor
referente del street art en el mundo, Banksy.
10. Pasear por el Puerto de Curuxeiras
El origen de la actual ciudad de Ferrol se encuentra en una pequeña aldea
con un puerto a orillas de la ría.
Del denominado Ferrol Viejo ahora solo vale la pena ver el puerto de
Curuxeiras, que es el inicio del denominado Camino Inglés a Santiago.
En la actualidad está mayoritariamente ocupado por embarcaciones de ocio,
aunque podrás ver algunas barcas de pesca, además de ser el punto de
partida de los barcos de recreo con pasajeros que recorren la ría.
Te aconsejo que subas al Baluarte, fortificación que te servirá de
mirador, frente a la que tienes la antes citada fortaleza de la Cortina
que defiende la base naval.
11. Visitar los Fuertes de Ferrol
La tradición de la ría de Ferrol como base para el protección de flotas
navales se remonta a antes de la construcción de los astilleros.
La Entrada en la Historia de Ferrol tiene más que ver con la orografía de
su ría. El andaluz Juan de Molina escribía sobre Ferrol en su Descripción
del Reyno de Galizia que “el puerto de Ferrol se tiene por uno de los más
seguros de mundo”. Así que los primeros Austrias decidieron convertir la
ría en la base de operaciones de sus armadas en sus conflictos con el
norte de Europa.
Ello, al contrario de lo que pudiera parecer, supuso la ruina de la Ría.
Ferrol era un puerto volcado al comercio con Inglaterra, Francia y los
Países Bajos. Así que las guerras que el emperador Carlos V mantuvo contra
Francia y especialmente el conflicto que el rey Felipe II mantuvo contra
Inglaterra, no sólo cortó el flujo comercial con los puertos atlánticos,
sino que convirtió a Ferrol en un enclave de abastecimiento incontrolado
de madera, víveres y hombres para los ejércitos reales.

Arsenal Militar de Ferrol
Tanto es así que las 250 familias residentes en la villa se vieron
reducidas a 100 familias empobrecidas y necesitadas.
Pese a ello en 1597 se logró rechazar el ataque de la escuadra
anglo-holandesa del conde Essex que venía de saquear la ciudad de Cádiz.
En 1726 Felipe V toma la decisión de construir unos grandes astilleros en
el pequeño pueblo de A Graña, pese a las recomendaciones de que se
levantaran en Ferrol. Ello obligó a los pobladores de la zona a abandonar
la agricultura y la pesca para trabajar en las construcciones, ahondando
la dependencia de la Armada.
Sin embargo, tras enormes inversiones dilapidadas, en 1748 el rey Fernando
VI ordena que se trasladen a Ferrol, construyéndose los grandes astilleros
reales de Esteiro, el barrio de la Magdalena y el Arsenal. Ferrol se
convertiría en la capital del Departamento Marítimo.
En 1800 se logra rechazar un potente toque de la armada inglesa con 100
barcos comandados por el almirante Warren. Y la ocupación francesa en 1809
apenas duró un mes
La alianza con Gran Bretaña durante la Guerra de la Independencia
precipitó el fracaso de la economía de la ciudad y, al perder su título de
capital durante el reinado de Fernando VII, el Ferrol llegó a convertirse
en una ciudad en franco declive, aunque hubo algunas iniciativas de
desarrollo en el siglo XIX.
Durante la sublevación franquista, Ferrol padeció duramente como otras
ciudades gallegas la represión más inmisericorde del fascismo, en este
caso sobre un movimiento obrero que había demostrado su dinamismo en las
décadas anteriores. Y tuvo que sufrir para más inri el oprobio de ver como
su nombre quedaba lamentablemente asociado al “Caudillo”.
Las fortificaciones

Fortificaciones en la Ria de Ferrol
Como se ha dicho, la decisión de los reyes Carlos V y Felipe II de
convertir la Ría de Ferrol en base de las operaciones de la Armada Real,
obligó a finales del siglo XVI a la construcción de los castillos de San
Felipe, La Palma y San Martín en la parte más estrecha de la Ría
Una vez convertida Ferrol en capital del Departamento Marítimo a mediados
del siglo XVIII con la construcción de los astilleros y el arsenal, se
diseñó un sistema defensivo de la localidad entre 1769 y 1774 con diversos
baluartes y paños de muralla, en general de regular factura.
Y en ese mismo siglo XVIII, junto a la mejora de los fuertes de San Felipe
y La Palma, se levantaron una serie de baterías que complementaban la
defensa de la Ria.
12. De vinos y Tapas en Ferrol
Mesón Alberimar, Ferrol
Situado en el barrio de Cabois y aunque lo suyo es la parrilla ( no hay
más que ver la que tiene al fondo del local), Alberto, que es todo un
personaje tras la barra, optó por presentar el “Bacachelo Terra e Mar”.
Ingredientes: Bacalao sobre cachelos (patatas), aceituna negra con pasa
(prensadas), higo confitado con orujo (el falso ajo que nos engaña a la
vista), fiuncho (hinojo) y cebollino.
Una tapa de sencilla presentación y sabor, aunque combina los cuatro
(acido, dulce, salado, amargo) principales, sin notas discordantes a la
boca (me encontré el bacalao menos salado de lo que pensaba) pero ausente
de rasgos destacables.
Dirección: Carretera de Catabois, 330
Puro Gusto
Café de tarde, copas de noche y un pequeño comedor en un cuarto elevado
para el que entre antes de la hora del gin tonic y quiere esperarlo
cenando algo. Cuando yo llegué, en varias mesas que se habían juntado de
la zona de copas, se sentaban una docena de jóvenes que pidieron el menú
para cenar varios platos.
Mi elección distó mucho de la suya, la tapa “Al alba” que combinaba
carrillera de buey, yema de huevo, cebolla caramelizada, trigueros, setas
y patata. No puedo opinar sobre el ambiente nocturno y los gin tonics pero
respecto a la tapa no encuentro un sabor definitivo ni un adjetivo potente
para describirla, y eso en si ya es una descripción.
Dirección: Calle Venezuela, 50
Bla Bla Café
Aunque no participara en Tapéate Ferrol, por el Bla Bla Café habría que
pasarse y tomar algo dentro, en lo que fuera en su día el Banco de Coruña
en Ferrol y más tarde un cine. El actual café mantiene una decoración y
colores entre decimonónicos y modernistas, con grandes ventanales y techos
elevados.
A parte de su pasado, en relación con la cinematografía, se dedicaba su
tapa. El “Huevo de Cine” se presentaba sobre tabla de madera y un chupito
de Coca Cola y unas palomitas acompañaban a un huevo trufado con virutas
de jamón fritas, sobre un supuesto (porque la consistencia lo desmentía)
pan de hamburguesa relleno de pisto picante y bacon.
Suculento y cremoso el huevo, crujiente el pan y terrible la idea (para el
bolsillo) de acompañarlo con una copa de Ribera del Duero de 3€ de una
bodega que ni recuerdo.
Dirección: Calle Real, 193
Parador de Turismo de Ferrol
En una casona gallega con vistas a un parque y a los muelles y barcos que
construyeron y poblaron Ferrol, está el Parador de Turismo. Participó en
el concurso de tapas con un aparente y sencillo “Lomo de cerdo con
guarniciones dulces de otoño”.
Detrás de tan carnívoro y estacional nombre, había una brocheta de lomo de
cerdo, acompañada de salsa de setas, compota de manzana con granadina,
castaña confitada aromatizada con canela y piel de lima. La nota musical
la ponía literalmente una clave de sol perfilada con pimentón. Y la obra
terminaba con un aplauso.
Dirección: Plaza del Contralmirante Azarola
O Camiño do Inglés
Cuando Daniel López me sirvió el “Dim Sum (de tinta) de choco y costilla”, me quedó claro porqué el chef había ganado “Tapéate Ferrol” ya en tres ocasiones. Aunque se come en tres bocados la exquisita tapa de choco y costilla (con puerro, caldo de pollo, salsa de ostras, kimchi, caldo de cebolla tostada y mantequilla), detrás de la misma hay muchas horas de trabajo.
Daniel no tuvo inconveniente en explicarme con todo lujo de detalles y
durante varios minutos el proceso de preparación de la misma, pero no voy
a desvelarle aquí sus trucos en la cocina. Baste decir que antes de que la
negra tapa (por la tinta del choco, pues el dim sun original tiene color
crema) llegue a la mesa sobre una hoja de col, ha habido unas 30 horas de
preparación, deshuesado, nevera, compactado, asado, secado, etc. El
resultado es un delicioso e inesperado baño de sabores en el paladar.
Los ingredientes de la cocina de mercado de la que hace gala este pequeño
(apenas cuatro mesas y una barra) restaurante, así como la imaginación que
desborda su pizarra (no hay carta) se trasladan con notable éxito a esta
tapa.
Dirección: Calle San Francisco, 17
La Semana Santa en Ferrol está considerada desde 2014 como Fiesta
de Interés Turístico
Desde 1995 contaba con la consideración de Fiesta de Interés Turístico
Nacional. Un total de cinco cofradías, reunidas en la Junta General de
Cofradías y Hermandades, organizan en torno a una veintena de desfiles
procesionales durante la Semana de Pasión.
Venerable, Real y Muy Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo de la
Misericordia y María Santísima de los Dolores.
Pontificia, Real e Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias.
Cofradía de la Soledad.
Cofradía de Caballeros del Santo Entierro.
Cofradía de la Merced.
Noche de las Pepitas: Se celebra en vísperas del 19 de marzo (en la
tarde-noche del día 18, normalmente). Diversas agrupaciones musicales de
Ferrol y su comarca (conocidas como rondallas), llenan la ciudad con sus
sones, rondando a las mujeres ferrolanas, que contemplan el espectáculo
desde los balcones del barrio de La Magdalena. Entrada la noche, tiene
lugar un recital de rondallas en la Plaza de Amboage, con la participación
de todas aquellas que hayan recorrido las calles por la tarde.
Esta celebración tiene la consideración de Fiesta de Galicia de Interés
Turístico.
Fiestas de Verano: Durante el mes de agosto, se desarrollan en toda
la ciudad, incluyendo actuaciones musicales de primer nivel, zarzuela,
espectáculos al aire libre, feria medieval y diversos eventos deportivos.
Tienen su colofón en la noche del 31 de agosto, Día de San Ramón, con un
espectáculo pirotécnico junto al mar, en honor al Marqués de Amboage.
Romería de Chamorro: se celebra el lunes de Pascua (festivo local
en Ferrol). Es una de las tradiciones más arraigadas en la ciudad. Los
ferrolanos ascienden por la ladera del monte hasta llegar a la ermita de
la Virgen del Nordés (o de Chamorro) donde depositan su ofrendas en forma
de exvotos. Después de las celebraciones religiosas comienza una jornada
campestre acompañada por música tradicional gallega y las típicas
rosquillas de romería que se venden en los puestos colocados para la
ocasión.
Siete de enero: Día de San Julián (San Xiao en gallego), festivo
local. Es el patrón de la ciudad y el postre tradicional que se toma ese
día es el arroz con leche. Se suelen repartir raciones gratis en la Plaza
de Armas, donde está el ayuntamiento, que también organiza actos
institucionales ese día.
14. Para Comer en Ferrol
Eso sí, en el viaje a Ferrol tampoco perdí la ocasión de disfrutar de la
típica gastronomía gallega, desde la más tradicional a la más elaborada,
uno de los grandes atractivos que por supuesto también encuentras en
comunidad.
Lomos de rape con marisco o en salsa verde, jibia estofada, erizos con
espinacas o pulpo a la brasa, son algunas de las delicias que pude
degustar en Ferrol.
Café Vanessa
Ctra de Catabois, 365,
15405 Ferrol España
+34 981 37 24 02
Camiño da torre 4 Fene,
15509 Ferrol España
O Camiño do Ingles
Calle Espartero 77-79,
O'Galo
Rua Maria 104 Bajo,
+34 981 34 09 21
O Camiño do Ingles
Calle Espartero 77-79,
15401 Ferrol España
+34 981 35 20 90
Calle Espartero 77-79,
15401 Ferrol España
+34 981 35 20 90
Casalexo
Rua Pardo Baixo 15,
15403 Ferrol España
+34 981 35 40 53
y algo mas económicos:
O'Galo
Rua Maria 104 Bajo,
15401 Ferrol España
Fervenza do Belelle
Panorámica de A Frouxeira desde el mirador de O
Paraño
Playa de Doniños desde el mirador de Monteventoso
Cruceiro de piedra en San Antonio de Corveiro
Fortaleza de Narahío
Vistas de la ría de Ferrol desde Montefaro
Punta Candieira, con el faro y su acceso en la esquina superior
derecha
Castillo de Moeche
+34 981 35 22 36
O Pincho
Calle de María, 95,
Calle de María, 95,
15401 Ferrol España
+34 881 02 10 37
Calle Maria 76,
15402 Ferrol España
+34 981 35 54 10
15. Y en los alrededores
Desde castillos que no son el de San Felipe hasta el mejor
banco del mundo, recorremos los escondrijos más especiales de
Ferrol y Ortegal para el deleite de quienes no sepan qué hacer un
domingo, quieran hacer turismo dentro de casa o, simplemente, pasar
un día diferente.
BTT en la playa de Santa Comba cerca de Ferrol
Playas y alrededores de Ferrol
En un posterior viaje hemos tenido la ocasión de disfrutar de
uno de los mayores atractivos de esta histórica ciudad gallega.
las playas y las zonas naturales que se extienden por
los alrededores de Ferrol.
Se trata de zonas naturales con largas playas de arena blanca,
como Doniños o San Xurxo, o enclaves como los
cabos Prioriño y Prior, en el espacio natural de la
Costa Artabra.
Esto convierte a los alrededores de Ferrol en un lugar propicio
para el turismo familiar por las diversas actividades de
naturaleza que puedes hacer, como senderismo, BTT o kayak.
Pero también es una zona geográfico con diversos atractivos
culturales, como el Santuario de San Andrés de Teixidó o el
monasterio de Caaveiro

Costa de Loiba, en Ortigueira
Ahora que ya hemos conocido las mejores playas de Ferrolterra, nos
adentramos en las comarcas de Ferrol y Ortegal en busca de los
rincones más mágicos para disfrutar cerca de la ciudad naval.
Justo al lado o una hora de allí, recomendamos esta serie de lugares
próximos a Ferrol muy fáciles de visitar en un verano marcado por el
coronavirus.
Fervenza del río Belelle

La cascada del Belelle es uno de los atractivos naturales de
interior más bellos de Ferrolterra. Próxima a la granja escuela
homónima a la que todos los escolares ferrolanos han asistido de
excursión alguna vez, se encuentra en un frondoso bosque de robles y
castaños perteneciente a la demarcación de Neda.
El río Belelle, cuyo naciente se halla en las Fragas do Eume, cae
desde una altura de 45 metros en las cercanías de la aldea de O
Roxal, dando lugar a un espectacular paraje sin igual en la comarca,
y rodeado de un agradable ruta por la que practicar senderismo en
plena naturaleza.
Mirador do Paraño

El mirador de O Paraño, al que se accede en un desvío mal señalizado
a poco más de 1 kilómetro de Valdoviño en dirección a Pantín, ofrece
una increíble perspectiva panorámica del arenal y entorno de A
Frouxeira.
Con el núcleo urbano de Valdoviño a los pies, la playa de 3
kilómetros, la laguna, el faro de Meirás enfrente y el cabo Prior en
último plano, las vistas que se observan desde O Paraño no admiten
sustituto.
El aroma silvestre y el sonido de las olas completan un planazo que
es mejor llevar a cabo al atardecer, preferiblemente durante la
puesta de sol.
Monteventoso

El mirador de Monteventoso, en el que se hallan los restos de una
batería militar y un agradable banco perfectamente dispuesto para
disfrutar de las espectaculares vistas, ofrece una de las postales
más clásicas de la playa de Doniños.
Situado en la parte más alta de punta Penencia, desde Monteventoso
se avistan el arenal, las dunas y la laguna de la playa más mítica
de Ferrol, pero también se alcanza a ver el cabo Prior. Sobra decir
lo fuerte que suele soplar el aire en Monteventoso.
San Antonio de Corveiro

A apenas 3 kilómetros del centro de Cedeira, la ermita y crucero de
San Antonio de Corveiro tienen una singularidad digna de
espíritu.
La ermita blanca situada en el borde de un acantilado se ve
acompañada de un crucero de piedra que no se cansa de mirar. Frente
a él se encuentra, al otro lado de la ría de Cedeira, el
impresionante cabo rocoso de punta Chirlateira.
El paisaje, que parece salido de una película escocesa o irlandesa,
trasfiere toda la calma que el visitante que se acerca por aquellos
lares espera.
Castillo de Narahío

La fortaleza medieval de Narahío, ubicada en el municipio de San
Sadurniño, está considerada como Bien de Interés Cultural desde
1994. Se trata de un castillo construido entre los siglos XIII y XIV
con una historia algo incierta.
Se sabe que inicialmente perteneció a un noble gallego llamado
Gonzalo Piñeiro, quien tras tomar partido por Pedro I el Cruel en
sus enfrentamientos con Enrique II de Trastámara, cedió el castillo
a la poderosa familia Andrade en agradecimiento por la ayuda
prestada.
La construcción fue abandonada en el siglo XVII, y desde entonces se
ha ido integrando en el paisaje hasta formar unas ruinas que, no
obstante, ofrecen una bucólica postal sobre el río Castro.
A Bailadora (Montefaro)

El mirador de A Bailadora, en lo alto de Montefaro (266 metros de
elevación), es uno de los puntos desde los que mejor se aprecia una
vista panorámica integral de la ría de Ferrol.
Próximo al monasterio de Santa Catalina, Montefaro se reparte entre
los concellos de Ares y Mugardos para ofrecer un recorrido visual
desde el castillo de La Palma (que se ve a sus pies) hasta el puente
de As Pías, pasando por toda la infraestructura militar que se erige
en el arsenal ferrolano.
Desde aquí se observa perfectamente la particular forma de la ría de
Ferrol, que cuenta con una boca estrecha que actúa a modo de puerta
entre los castillos que la vigilan.
Mirador de Ancos

El mirador de Ancos, situado en el monte del mismo nombre, contempla
la ría de Ferrol desde el extremo opuesto al que lo hace A Bailadora
de Montefaro.
Erguido sobre Neda, "encima" de la desembocadura del río Xubia,
Ancos ofrece la panorámica inversa: Neda y Narón en primer plano,
los puentes de la autopista, del tren y de As Pías en segundo, y la
ciudad de Ferrol y la boca de su ría al fondo.
Desde este lugar también es apreciable la singular forma del
estuario ferrolano.
Faro de la Candelaria

El faro de la Candelaria, situado en plena punta Candieira, es uno
de los accidentes geográficos más sonados de Ferrolterra.
De muy difícil acceso, a través de unas carreiras descendientes y
con forma de zigzag, el faro de 1954 se erige solitario y atrevido a
pocos metros de este saliente rocoso que se adentra en el mar. Es un
paraje tan de anuncio que en 2017 la marca japonesa Subaru decidió
rodar un spot para dar a conocer su modelo de coche XV.
Castillo de Moeche

El castillo medieval de Moeche, con data del siglo XV, es a día de
hoy propiedad de la Casa de Alba, aunque anteriormente perteneció a
los Andrade. Entretanto, fue atacado durante la revuelta de los
Irmandiños, vasallos oprimidos que se rebelaron contra la familia
feudal.
Situado en el municipio de Moeche, tiene una altura máxima de 18
metros en su torre y 12 metros de media en sus muros. Una de sus
particularidades es que, a diferencia de otros muchos fuertes de su
estilo, el de Moeche está construido en un valle en lugar de una
colina.
166. Otras Rutas Cercanas
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