3. Barcarrota, tierra de Menhires y Conquistadores
Plaza de España de Barcarrota, Badajoz
Situado en la provincia de Badajoz, Barcarrota es uno de esos
encantadores pueblos blancos extremeños que brillan al sol rodeada por dehesas de encinas, por alcornoques y por monte
bajo.
La zona de Barcarrota posiblemente estaba poblada desde los primeros
tiempos íberos, ya que existen una serie de vestigios líticos de factura
funeraria que atestiguan su temprano poblamiento. Entre estos vestigios,
tenemos la mayor concentración de sepulcros prehistóricos de la provincia
de Badajoz, además de contar con los dólmenes conocidos como “El Milano” y “La Lapita”, que atestiguan el poblamiento prehistórico.
Hoy no se conoce ningún indicio de su antiquísimo poblamiento, ya que se
presume que los cimientos del asentamiento actual fueron obra de los
árabes durante la invasión y repoblación de aquella zona.
Posteriormente a los avatares de la Reconquista, Barcarrota se convirtió
en feudo del obispado de Badajoz.
En 1336, durante el reinado de Alfonso XI de Castilla, las tropas del rey
Alfonso IV de Portugal sitiaron la ciudad de Badajoz, y poco después, las
tropas castellanas a las órdenes de Enrique Enríquez el Mozo, bisnieto de
Fernando III, Pedro Ponce de León el Viejo, señor de Marchena, y Juan
Alonso Pérez de Guzmán, segundo señor de Sanlúcar de Barrameda, derrotaron
a las tropas del rey Alfonso IV de Portugal en la batalla de Villanueva de
Barcarrota, y con su victoria obligaron al rey de Portugal a levantar el
asedio de Badajoz.
Plaza de importancia estratégica, Barcarrota era codiciada por Juan
Alfonso de Alburquerque, ya que este poseía en la región otras poblaciones
de importancia. Juan Alfonso de Alburquerque consiguió en 1344 que Alfonso
XI el Justiciero le vendiera la villa de Barcarrota, pero no se llevó a
cabo la transacción por las protestas que se suscitaron entonces, y
Barcarrota quedaría como feudo de Badajoz.
Durante el reinado del primer Trastámara, Enrique II el de las Mercedes,
Barcarrota fue cedida a Fernán Sánchez de Badajoz por los servicios
prestados a la Corona, y permaneció bajo el dominio de esta familia hasta
mediados del siglo XV, en que el rey Juan II de Castilla, padre de Isabel
la Católica, la entregó al Marqués de Villena.
Durante el reinado del emperador Carlos I de España, Barcarrota fue cedida
en 1539 a Juan Portocarrero, IX señor de Moguer y marqués de Villanueva
del Fresno, el cual acabaría entroncando con las casas de Alba y de
Montijo.
Por su situación en el área de Olivenza, Barcarrota sufrió las
consecuencias de las campañas militares resultado de la disputa
territorial entre portugueses y castellanos, desde antes de la guerra de
los Cien Años. Durante la Guerra de Separación de Portugal, Barcarrota
sufriría también la devastación y el asedio constante de los ejércitos
portugueses, al igual que lo sufriría Valverde de Leganés y los demás
pueblos fronterizos de la comarca.
La Guerra de Sucesión a la Corona española, también produciría
devastadores efectos en la comarca, donde los españoles que residían en
aquellos contornos iban a soportar grandes penalidades, teniendo que
abandonar sus casas y haciendas para evitar perder la vida en aquellos
momentos de incertidumbre.
Conquista americana
La villa de Barcarrota, de vieja historia y rancia solera, no podía quedar
ajena al proceso explorador y conquistador del territorio americano desde
el Sur de Norteamérica hasta el Estrecho de Magallanes. Barcarrota
contribuyó a ese proceso con más de un centenar de conquistadores y
pobladores.
Entre los capitanes más destacados figuran el capitán Gómez de Tordoya y
Juan de Acosta, conquistadores de Perú, y Francisco de la Bastida, que
como componente de los que actuaron con Diego García de Paredes, se
encuentra entre los que fundaron Trujillo en Venezuela.
Rodrigo de la Bastida, padre de Francisco, fue gobernador de la Provincia
de Venezuela entre 1534 y 1535. También nació en Barcarrota el famoso
conquistador Hernando de Soto, descubridor de Florida.
Paseo monumental por Barcarrota
Castillo de Barcarrota, Badajoz
La zona de Barcarrota posiblemente estaba poblada desde los primeros
tiempos íberos, ya que existen una serie de vestigios líticos de factura
funeraria que atestiguan su temprano poblamiento.
Entre estos vestigios, tenemos la mayor concentración de sepulcros
prehistóricos de la provincia de Badajoz, además de contar con
los dólmenes conocidos como “El Milano” y “La Lapita”, que atestiguan el poblamiento prehistórico.
Hoy no se conoce ningún indicio de su antiquísimo poblamiento, ya que se
presume que los cimientos del asentamiento actual fueron obra de los
árabes durante la invasión y repoblación de aquella zona.
Dolmen de la Lapita, Barcarrota
Posteriormente a los avatares de la Reconquista, Barcarrota se convirtió
en feudo del obispado de Badajoz.
En 1336, durante el reinado de Alfonso XI de Castilla, las tropas del rey
Alfonso IV de Portugal sitiaron la ciudad de Badajoz, y poco después, las
tropas castellanas a las órdenes de Enrique Enríquez el Mozo, bisnieto de
Fernando III, Pedro Ponce de León el Viejo, señor de Marchena, y Juan
Alonso Pérez de Guzmán, segundo señor de Sanlúcar de Barrameda, derrotaron
a las tropas del rey Alfonso IV de Portugal en la batalla de Villanueva de
Barcarrota, y con su victoria obligaron al rey de Portugal a levantar el
asedio de Badajoz.
Plaza de importancia estratégica, Barcarrota era codiciada por Juan
Alfonso de Alburquerque, ya que este poseía en la región otras poblaciones
de importancia. Juan Alfonso de Alburquerque consiguió en 1344 que Alfonso
XI el Justiciero le vendiera la villa de Barcarrota, pero no se llevó a
cabo la transacción por las protestas que se suscitaron entonces, y
Barcarrota quedaría como feudo de Badajoz.
Por su situación en el área de Olivenza, Barcarrota sufrió las
consecuencias de las campañas militares resultado de la disputa
territorial entre portugueses y castellanos, desde antes de la guerra de
los Cien Años.
Plaza de Toros y Castillo de Barcarrota, Badajoz
Durante la Guerra de Separación de Portugal, Barcarrota sufriría también
la devastación y el asedio constante de los ejércitos portugueses, al
igual que lo sufriría Valverde de Leganés y los demás pueblos fronterizos
de la comarca.
La villa de Barcarrota, de vieja historia y rancia solera, no podía quedar
ajena al proceso explorador y conquistador del territorio americano desde
el Sur de Norteamérica hasta el Estrecho de Magallanes. Barcarrota
contribuyó a ese proceso con más de un centenar de conquistadores y
pobladores.
Entre los capitanes más destacados figuran el capitán Gómez de Tordoya y
Juan de Acosta, conquistadores de Perú, y Francisco de la Bastida, que
como componente de los que actuaron con Diego García de Paredes, se
encuentra entre los que fundaron Trujillo en Venezuela. Rodrigo de la
Bastida, padre de Francisco, fue gobernador de la Provincia de Venezuela
entre 1534 y 1535.
También nació en Barcarrota el famoso conquistador Hernando de Soto,
descubridor de Florida. La familia de De Soto poseía en la villa de
Barcarrota propiedades rústicas. Este adelantado, conquistador y
explorador estuvo en tierras de Norte, Centro y Sudamérica.
El patrimonio monumental de esta villa extremeña incluye lugares tan
especiales como la
Iglesia de la Virgen de Nuestra Señora de Soterraño, que es de estilo gótico.
Originalmente era un pequeño santuario que a finales del siglo XVI se
transformó en una bella iglesia de una sola nave.
La imagen de la Virgen del Soterraño ocupa el centro de un magnífico
retablo barroco, y en su interior también hay otras valiosas piezas, como
un Cristo Gótico y dos pinturas, una de Morales y otra de Covarsí, además
de varias muestras de rejería local.
Iglesia de Santiago Apóstol, Barcarrota
Otro gran monumento religioso es la
Iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XIII.
De estilo románico de transición, posee una nave central de medio punto y
dos naves laterales más estrechas de estilo ojival.
En el interior llama la atención el retablo policromado del siglo XVIII,
una urna cineraria romana y un cuadro de la escuela sevillana que
representa a Santa Justa.
En cuanto a obra civil, destaca el
Castillo de las Siete Torres,
del siglo XIV, que posee una torre del homenaje rectangular realizada en
mampostería reforzada.
Perteneció a la Orden de Alcántara, y actualmente su patio de armas
funciona como plaza de toros.
Merece también una visita la magnífica Plaza de España, donde se
encuentran el Ayuntamiento y el Casino de estilo Art Nouveau de finales
del XIX, además de varias viviendas de estilo modernista.
Plaza de España, Barcarrota
Qué hacer en Barcarrota
Durante nuestra estancia en la villa de Barcarrota es obligatorio degustar
su cocina tradicional. En ella encontraremos guisos de herencia árabe y
judía, como los escabeches o las boronías, y podremos comprobar la
importancia que tienen los productos derivados del cerdo ibérico, como los
embutidos, chorizos, lomos, morcones o jamones, todos de excelente
calidad.
También son de gran calidad los espárragos trigueros y los caracoles de la
zona. Y no dejes de probar el bollo turco, un dulce que se elabora con
almendras, huevos y azúcar.
La localidad puede presumir de estar rodeada de bellos parajes naturales,
encuadrados en la categoría de Bosque Mediterráneo, donde abundan los
madroños, los brezos, las jaras, las encinas o los alcornoques.
Son lugares perfectos para realizar actividades como el senderismo por
riberas, bosques y dehesas, o disfrutar del ecosistema acuático del
Embalse del Ahijón. Muy cerca de allí se encuentra el Centro de
Interpretación de la Naturaleza “Agua-Aire”.
También en Barcarrota hay un parque de aventura que cuenta con tiro con
arco, tirolinas, piraguas, rapel, escaladas y otras muchas actividades. Se
encuentra en la calle Monte número 6.
Dolmen el Milano
El dolmen El Milano (también llamado de las Cercas del Milano) se
encuentra a unos 5 kilómetros al sudoeste de Barcarrota.
Dolmen el Milano, Barcarrota
El dolmen el Milano es el más grande del municipio de
Barcarrota y uno de los más grandes de Extremadura, con una longitud
total de once metros.
La arquitectura del dolmen, no lejos de la frontera con Portugal, está
influenciada por la forma típica del oeste de anta y no por los dólmenes
de España.
Se han conservado los siete ortostatos de la cámara, cuyo tamaño es de
3,70 x 4,50 m.
La placa de techo grande del sistema megalítico tipo anta,
originariamente de 4,45 x 3,55 m, está dividida.
Cayó hacia la entrada y está sostenida por vigas de acero. Alrededor del
dolmen hay una acumulación de piedras y tierra que forman el resto de la
colina redonda.
Los postes de la cerca de concreto del
recinto probablemente fueron empujados hacia abajo por el ganado.
Dolmen La Lapita
El dolmen de la dehesa de la Lapita se encuentra cerca de la carretera
BA-026, a unos cuatro kilómetros al noroeste de Barcarrota.
El dolmen yace en los restos de su montículo. Se han conservado
completamente cuatro piedras de soporte de la cámara y su cubierta plana
(2,60 x 2,10 m) y delgada. Tres piedras de la cámara y (todos) cuatro del
pasillo están rotas.
Dolmen de la Lapita, Barcarrota
La arquitectura del dolmen, no lejos de la frontera con Portugal, está
influenciada por la forma típica del oeste de Antas y no por los dólmenes
de España.
Cerca se encuentra el dolmen el Milano (también llamado Cerca del Milano),
uno de los dólmenes más grandes de Extremadura, y otros siete dólmenes, en
su mayoría muy dañados.
4. Comer en Barcarrota
Restaurante Las Mayas Calle Monte 1,
06160 Barcarrota España
+34 924 73 70 57
5. Zafra
Su casco antiguo es Patrimonio Histórico Artístico.
En los alrededores hay restos de villas romanas que rememoran la
legendaria Segeda, a la que se atribuyó el origen de la ciudad.
El territorio que actualmente pertenece a Zafra estuvo
encuadrado durante el periodo romano en la Baetica, así como buena
parte del sur de la actual provincia de Badajoz y la mayor
parte de Andalucía.
En la época medieval Zafra se sitúa en la línea fronteriza que dividía
los reinos taifas de Sevilla y Badajoz, por lo
que en 1030 se construye con fines defensivos un castillo en
la Sierra del Castellar y que el geógrafo
hispano-musulmán Al-Bakrí reconocía en 1094 con el
nombre de Sajra Abi Hassán.
Los árabes nombraron a la ciudad
Safra, Çafra, de la cual deriva la actual Zafra.
Durante la reconquista fue conquistada dos veces, una primera
en 1229 por el rey leonés Alfonso IX, pero no sería
hasta 1241 cuando definitivamente la conquistaría el
rey Fernando III el Santo en una campaña de conquistas por la
actual Extremadura, descritas en la Crónica General de España
de Alfonso X el Sabio.
Pero el momento decisivo en la historia de Zafra llega
en 1394 cuando Enrique III concede la jurisdicción
de la ciudad a Gomes I Suárez de Figueroa, quien hasta entonces
había sido camarero de la Reina e hijo del Gran Maestre de la Orden
de Santiago.
El segundo titular del señorío, Don Lorenzo II Suárez de Figueroa,
empieza poco a poco a hacer de Zafra el centro del Señorío de
Feria.
Continuó la construcción de la muralla, empezada a construir por
su padre, la cual tenía como función tanto la defensa como la
fiscalización de los vecinos, comerciantes y viajeros; la construcción
duró desde 1426 hasta 1449.
También en 1437 mandó construir uno de los edificios más
emblemáticos de la ciudad, el Alcázar, el cual sería su
residencia.
Además fundó el hospital de Santiago (en esa
época llamado de la Salutación) y acabó el Monasterio de Clarisas de
Santa María del Valle, que se convertiría en el panteón del
linaje.
En 1460, Enrique IV otorgó al señorío categoría de
condado, sumando Lorenzo II Suárez de Figueroa a sus posesiones las
villas de Alconera y La Morera.
La vida gira en torno a dos bellas plazas, la Chica, del XIV, y la
Grande del XVI.
Impresionantes la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, y el
Hospital de Santiago.
Antiguo Castillo Palacio de Zafra
En Zafra llegó a tener nueve conventos, y entre ellos es obligatorio
visitar Santa Clara, y Santa Catalina.
Espectacular su muralla del XV, y el antiguo Castillo Palacio, hoy
Parador.
Son muchos los atractivos que tiene Zafra, pero comenzaremos
destacando uno de sus atractivos mayores, el
Palacio de los Duques de Feria,
hoy sede del Parador del mismo nombre, perteneciente a la Red de
Paradores.
Este Palacio con forma de alcázar fue construido en el siglo XV y
ampliado en el siglo XVI y XVII. Uno de sus atractivos es su patio
central de Mármol.
Un paseo por sus calles, te revelará mucho de esta ciudad, llena de
patios, conventos, coloridas fachadas y suelos empedrados. Hay mucha
historia, y mucho que agradecer a Zafra que contribuyó a la conquista
después del descubrimiento de América donde 221 de sus habitantes
marcharon al continente americano y colonizaron desde Carolina del Sur
hasta algunas zonas de Chile.
Más adelante, y una vez acomodada la nueva burguesía de la ciudad,
Zafra reformó las construcciones civiles, militares y religiosas, y se
transformó en una ciudad industrial y comercial que encontró su fuente
de ingresos en ser la proveedora de las localidades de su entorno, que
eran sobre todo mayoritariamente agrícolas y la ganaderas.
Fue su comienzo como centro de ferias y mercados para su labor
comercial que se extendía a casi toda la península y hoy en día, la
Feria Internacional Ganadera de Zafra se considera la feria de esta
índole más importante de Europa, y una de las más importantes del
mundo.
No te pierdas estos puntos de interés
Plaza Grande, Zafra
Entre los puntos de interés, la Plaza Grande y la Plaza Chica,
cuya entrada tenéis sobre este párrafo son lugares perfectos para
pasear, tomar un aperitivo o comer y disfrutar de las vistas.
Plaza Chica, Zafra
Pasead y dejaos aconsejar por los habitantes de esta localidad.
También merece la pena recorrer el
Parador o Alcázar Palacio de los Duques de Feria y disfrutar de
sus almenas. Además de su excelente situación y de su historia,
también es un buen sitio para comer o cenar.
Parador o Alcázar Palacio de los Duques de Feria
Entre otras curiosidades, esta abrazadera tan peculiar que hoy es un
monumento, fue donada por el Cabildo de la Catedral de Sevilla y era
una de las abrazaderas de la construcción de una de las torres, y
sirvió para simbolizar el hermanamiento o abrazo entre ambas
localidades.
Si tienes más tiempo...
En una visita a Zafra, si se cuenta con el tiempo suficiente, os
recomendamos que aprovechéis para visitar más monumentos como la
Capilla del Cristo del Pozo, del siglo XVII, o la Casa del Aljimez,
del siglo XV.
Casa del Aljimez, Zafra
Como curiosidad, podéis ver la casa de Ruy López.
Ruy López de Segura fue un clérigo nacido en Zafra cuya fama le viene
porque fue un gran ajedrecista que dio nombre a una de las jugadas
clásicas del juego del ajedrez, que fue el primer campeón del mundo en
ajedrez en el año 1575.
6. Comer en Zafra
Arco
Calle del Arco de San Antonio 9,
06300 Zafra, España
+34 620 75 78 10
La Rebotica Calle Boticas 12,
06300 Zafra España
+34 924 55 42 89
El Acebuche
Calle Santa Marina 3,
06300 Zafra España
+34 924 55 33 20
La Bendita
Plaza Grande 14 A,
06300 Zafra España
+34 924 04 05 20
y en modo mas económico
Restaurante Ramirez Avenida San Miguel 18,
06300 Zafra España
+34 924 55 51 38
Rogelio
Avenida de la Estación 9,
06300 Zafra España
+34 924 55 14 39
y una vez comidos y paseados nos encaminamos hacia la cercana ciudad
de
7. Llerena
Llerena, Badajoz
El pueblo de Llerena es uno de los rincones más lindos e interesantes que
posee la provincia de Bajadoz, pues cuenta con la combinación perfecta de
hermosos y cautivadores paisajes, historia, cultura y tradición, que todo
pueblo debe tener para ser considerado un destino perfecto.
En época de los árabes se llamaba Ellerina, lugar de disputa entre árabes y
cristianos; fue ocupado definitivamente por Pelay Pérez Correa en el año
1243, maestre de la Orden de Santiago a quien Fernando III de Castilla había
confiado la reconquista de Sierra Morena.
Orden de Santiago
Fue residencia habitual de los Maestres de la Orden de Santiago y este hecho
favoreció a la ciudad que ya en el siglo XV llegó a ser la sede del Priorato
de San Marcos de León. Por esta razón llegó a ser el centro más importante
del territorio, que hasta entonces había sido Reina.
Tanto fue su aumento de importancia que llegó a convertirse en el más
importante centro administrativo de la provincia de León de la Orden de
Santiago en Extremadura y adquiere la sede de la Mesa Maestral de la Orden y
es la población principal de más de 30 pueblos que se gobiernan desde
Llerena dependiendo del Prior de la Orden de San Marcos de León.
Puerta de la muralla de Llerena.
En año 1340 se celebran en Llerena las Cortes, presididas por el rey Alfonso
XI de Castilla. En 1383 se celebra el Capítulo General de la Orden de
Santiago por Pedro Fernández Cabeza de Vaca con la asistencia de todos los
Comendadores de la misma.
El Maestre de la Orden Lorenzo Suárez de Figueroa recibió la licencia para
celebrar las ferias de San Mateo el 21 de septiembre, construyó la capilla
de la Trinidad en la iglesia de la Granada, los bastimentos, y terminó el
edificio destinado a Casa Maestral o el convento de Santa Elena.
Enrique García Fernández de Villagarcía construyó el castillo de la vecina
localidad de Villagarcía de la Torre y se convirtió en el patrono de la
capilla mayor de la iglesia de Santa María y decidió ser enterrado en ella.
Alonso de Cárdenas construyó sobre el solar ocupado por la ermita de San
Pedro la iglesia de Santiago, y dotó al recinto amurallado de algunas de las
puertas más importantes de la ciudad.
Al haber sido un territorio musulmán, una vez reconquistado el territorio se
produjo un repoblamiento a través de familias leonesas, cántabras y vascas.
Además se creó un importante núcleo judío dentro de la ciudad, lo que la
convirtió en una población próspera y con altos niveles económicos y
culturales. Se produjo una convivencia pacífica entre las tres culturas:
cristianos, judíos y musulmanes.
En el año 1479, el judío Rabí Mayr consiguió que los Reyes Católicos
eliminasen la prohibición de que los judíos celebrasen ferias y mercados,
existente en el reino de Castilla. Esto permitió mejorar los niveles
económicos de la ciudad y permitió la creación de la escuela de traductores.
En esta época había 600 familias judías en Llerena que vivían en los
alrededores de la sinagoga (ermita de Santa Catalina) y la Fuente Pellejera.
En 1490 tuvo lugar la fase final del Capítulo General de la Orden
santiaguista, comenzado en Uclés, a convocatoria del último Maestre de la
institución antes de la incorporación de esta figura al poder real.
Panorámica de Llerena
Al firmar los Reyes Católicos el decreto de expulsión de los judíos en 1492,
se quedarán 125 familias judías que pasan a ser judeoconversas.
Edad moderna
En 1508 se instaló el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición,
conseguido por la influencia del licenciado Luis Zapata de Chaves, Consejero
y Asesor de los Reyes Católicos y ayudado por la existencia de población
hebrea en la Baja Extremadura.
Tribunal de la Inquisición de Llerena.
Fue el tercer tribunal de España, en cuanto a la extensión de su
jurisdicción, ocupaba 42.260 kilómetros cuadrados, e incluía los obispados
de Ciudad Rodrigo, Plasencia, Coria y Badajoz.
Ocupando en Llerena tres sedes permanentes, el palacio prioral en la calle
Zapatería, la casa maestral en la calle La Cárcel y, por último, hasta su
abolición en 1834, el Palacio de los Zapata, hoy de Justicia en la calle
Corredera.
Esplendor y decadencia
Su época de máximo esplendor fue en el siglo XVI en que llegó a contar con
siete conventos, además de una gran actividad cultural. Durante todo este
siglo se produjo un gran aumento demográfico sólo mermado por cierta
emigración al Nuevo Mundo, convirtiéndose en el segundo mayor núcleo
poblacional de Extremadura en 1591, detrás de Badajoz capital.
A finales del siglo contaba con 8.300 habitantes. En 15941 formaba parte de la provincia León de la Orden de Santiago y contaba con
2066 vecinos pecheros, incluyendos sus arrabales de La Higuera, Maguilla y
Cantalgayo.
En el año 1640, debido al crecimiento alcanzando, Felipe IV le otorgó el
título de Ciudad.
Edad contemporánea
Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) y en ocasión de la Batalla
de Cantalgallo en 1810, se produce una gran destrucción de la ciudad. Se
produjeron muchos destrozos en edificios y parte del archivo histórico fue
destrozado y sirvió de asiento a las caballerías, gran número de obras de
arte fueron expoliadas, como parte del retablo de la iglesia de Nuestra
Señora de la Granada obra de Zurbarán.
A la caída del Antiguo Régimen desapareció la Orden de San Marcos de León,
dejó de ostentar su cargo en Llerena el gobernador de la Provincia y del
Partido y se decretó en 1834 la abolición del Santo Oficio de la
Inquisición.
Tras el decreto de suspensión de la jurisdicción religiosa que mantenían
desde siglos las Órdenes Militares, en Llerena se produce el llamado "Cisma
de Llerena”, provocado por el clérigo don Francisco Maeso de la Fuente al no
admitir acogerse a la jurisdicción del Obispado de Badajoz.
En algo más de un año se produjeron diversos altercados que se apaciguaron
cuando Alfonso XII llega al trono, provocando con aquel decreto la
desaparición de la diócesis del Priorato de San Marcos de León con sede en
Llerena.
Las sucesivas desamortizaciones produjeron también un gran descalabro para
la economía municipal de Llerena y en definitiva para todo su
vecindario.
Las de Mendizábal de 1837 y Madoz en 1855 dejaron casi sin recursos al
Ayuntamiento de Llerena, que perdió las dehesas de su propiedad y que había
mantenido y explotado durante siglos proporcionando unos importantes
beneficios para las arcas municipales. Desaparecieron también algunos
conventos, como Santa Isabel, San Francisco, La Merced, San Sebastián y la
Concepción, quedando solamente el de Santa Clara.
¿Por qué visitar Llerena?
A continuación, te invitamos a descubrir lo mejor de este poblado pacense,
cuyo encanto y atractivo nos hacen considerarlo uno de los mejores lugares
que ver en Extremadura.
Si te preguntas qué razones hay para querer visitar Llerena, bastará con
mencionar la diversidad y riqueza paisajística de la zona, la cual viene
dada por el inmejorable enclave geográfico que ocupa la localidad.
Los montes de Sierra Morena permiten apreciar zonas boscosas y estepas
cerealistas cuando se accede a los puntos de mayor altitud de la provincia
pacense, y en los alrededores no faltan las especies herbáceas que
aromatizan el ambiente, como el orégano, el tomillo y el romero, y las
curiosas especies de fauna silvestre, como los conejos, los ciervos y los
jabalíes.
Con un centro histórico declarado Conjunto Histórico-Artístico,
Llerena tiene más que solo hermosos paisajes, pues también ostenta un rico
y variado patrimonio histórico-artístico, conformado por obras de carácter
tanto civil como religioso que enriquecen las calles de este encantador
poblado y que merece la pena mirar muy de cerca.
Monumentos y sitios de interés
Si tienes la oportunidad de visitar Llerena, podrás descubrir numerosos
sitios y monumentos de interés que reflejan estupendamente la historia y
la cultura de este pueblo con encanto.
Iniciamos el recorrido en el Parque de Cieza de León, lugar en el
cual se encuentran los restos de la muralla, cuya puerta da acceso a la
Plaza Mayor del pueblo, considerada uno de los lugares más representativos
de esta villa pacense.
Plaza Mayor de Llerena, Badajoz
Allí, es posible admirar la facha del Ayuntamiento, el cual data del siglo
XVII, y la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada, con su espectacular
portada barroca.
Continuamos recorriendo las calles de Llerena y lo hacemos por la calle
Zapatería, la cual conduce a la Plaza de la Merced, antiguamente
Plaza de los Ajos, en la que se encuentra la iglesia del mismo nombre, de
estilo barroco y del siglo XVII.
Vamos ahora por la calle Alonso de Cárdenas, hasta llegar a la
Puerta de Montemolín, uno de los accesos de la antigua muralla, y
luego nos dirigimos a la Plaza Cervantes que alberga la
Iglesia de Santiago, del siglo XV y de estilo
hispano-flamenco.
Más adelante nos encontramos con la
Iglesia y Hospital San Juan de Dios, hoy convertido en Biblioteca
Municipal.
Tribunal de la Inquisición o Palacio de los Zapata.
Caminando por la calle Santiago, llegamos al
Palacio de los Zapatas, construido en el siglo XVI, y continuamos
en dirección a la Plaza Mayor, para encontrarnos con el
Convento de Santa Clara, propio del siglo XVI, y finalizar así
nuestro recorrido.
Otros lugares de Llerena que debes conocer
Los sitios y monumentos que ya te hemos nombrado son solo algunos de los
que puedes encontrar en el pueblo de Llerena, pues restan algunos lugares
de gran interés que conviene conocer, como el
Museo Histórico de Llerena, situado en el
Palacio Episcopal o Casa Prioral, la mina de La Jayona y
las ruinas romanas de Regina, en la localidad de Casas de la Reina.
8. Comer en Llerena:
Restaurante Dona Mariana Calle Aurora 7,
06900 Llerena España
+34 924 87 05 97
Restaurante Zurbarán
Plaza de Espana 3,
06900 Llerena España
+34 924 87 14 12
Restaurante La Cuadra
Calle de Santiago 61,
06900 Llerena España
+34 924 87 01 81
y algo mas económico:
El Mesón de Palacios Calle Extremadura 4,
06960 Casas de Reina España
+34 655 54 14 20
y a continuación y en las proximidades
9. Ruinas Romanas de Regina
Ruinas Romanas de Regina, Badajoz
Las ruinas romanas de Regina se ubican en el municipio de Casas de Reina.
Se trata de una antigua ciudad romana, fundada en el siglo I d.C. Destaca
el bien conservado teatro romano y el foro. Imprescindible visitar el
centro de interpretación, también en Casas de Reina, donde se puede
conocer la ciudad y admirar la Dama de Regina.
Las ruinas romanas de Regina Turdulorum se encuentran a 1,5 km de la
localidad de Casas de Reina, en el camino que unía las antiguas Emérita
Augusta (Mérida) e Híspalis (Sevilla).
La ciudad se ubicó en una zona de campos fértiles, rica en minas de hierro
y plomo, en la campiña de Llerena.
Se trata de una antigua urbe romana, fundada en el siglo I d.C., que
formaba parte de la región de Baeturia Turdulorum.
Ruinas Romanas de Regina, Badajoz
Los restos hallados forman un conjunto arqueológico de unas 40 ha, en el
que destacan el foro, el teatro y algunas viviendas.
El teatro, datado en el siglo I d.C., es uno de los mejor conservados de
toda la Hispania romana.
Tenía capacidad para unos mil espectadores y se piensa que estuvo en
funcionamiento hasta el siglo IV.
Está situado sobre la suave elevación de una pequeña colina, y cuenta con
buena parte de sus elementos originales.
Regina se abastecía de agua por medio de un acueducto, del que todavía
quedan restos.
En cuanto al foro, las diferentes campañas de restauración han dejado a la
vista cimientos de casas, edificios civiles, pórticos y pavimentos.
Ruinas Romanas de Regina, Badajoz
También cuenta con dos necrópolis, situadas fuera de la ciudad, sobre los
cerros de San Pedro y San Blas, en las que se han encontrado numerosos
restos funerarios: epitafios, altares, aras, placas de mármol y otros
objetos.
La estatua de la diosa Juno, construida en mármol, es uno de los hallazgos
más importantes del yacimiento.
Conocida como la Dama de Regina, se puede visitar en el centro de
recepción de visitantes de Casas de Reina, acompañada de otras piezas
encontradas durante las excavaciones.
El centro ofrece toda la información necesaria para comprender la
importancia del yacimiento, con paneles explicativos y maquetas que
amenizan la visita.
10. Mina de la Jayona
Mina de la Jayona, Badajoz
La Cueva
La posibilidad de adentrarse en una mina
abandonada de principios de siglo XX no se encuentra todos los días:
historia, aventura, naturaleza... todo esto y más lo tenemos en la Mina de
la Jayona, al sur de Extremadura. Todavía quedan rastros de los trabajos de
los mineros que durante años se dedicaron a extraer mineral de la tierra.
En pleno corazón de la Sierra de la Jayona, a 4,5 km. al sur de
la población de Fuente del Arco, se encuentra la Mina.
Declarada Monumento Natural en el 1997, es posible que la
primera utilización de la Mina fuera en época romana, pero la explotación
propiamente dicha comienza en 1900 y se prolonga hasta 1921, cuando se
abandona la actividad.
En este período de tiempo se extrajeron 270.000 Tm de mineral, que hasta
1905 era transportado a la fundición de Fuente del Arco con animales de
carga.
A partir de ese año con ayuda de un teleférico que llegaron a construir
sólo con ese fin, incluso este proyecto dio la oportunidad a esta zona de
tener comunicación por tren, pero al no prosperar el negocio por diversas
razones se abandonó.
La explotación seguía las vetas de mineral sin ningún plan de labores
fijo. Más de 400 mineros, con la ayuda de picos, palas y dinamita,
avanzaron en profundidad (11 niveles) y lateralmente hasta dejar el hueco
actual.
Mina de la Jayona, Badajoz
Los restos de la actividad minera están por todos lados, ayudándonos a
tener una visión muy clara de lo que allí pasó a principios del s. XX.
FAUNA, FLORA Y GEOLOGÍA
Debido a las diferentes condiciones de humedad y temperatura existentes en
el interior de la mina se ha desarrollado una vegetación característica de
zonas húmedas, constituida por helechos, plantas trepadoras, higueras,
musgos, etc, en claro contraste con la vegetación típicamente mediterránea
del exterior.
En los cantiles y roquedos anidan importantes colonias de aves rupícolas
que conviven con insectos, reptiles, pequeños mamíferos y con murciélagos
de diferentes especies, como el de "herradura".
Al mismo tiempo y ya relacionado con la geología, la Mina ha quedado al
descubierto numerosas y valiosas manifestaciones geológicas como contactos
litológicos, mineralizaciones, procesos kársticos, procesos sedimentarios
y, sobre todo, un plano de falla en el que pueden observarse estrías y
espejos de falla.
El efecto final de lo que se encuentra el visitante cuando entra en la
Mina es un espacio mágico, lleno de contrastes de luz, de vegetación y de
magia.
Visita
Como consecuencia de la actividad minera han quedado testigos de pequeñas
construcciones y once niveles en los que se suceden andenes, galerías,
plataformas, salas, etc, que hoy día constituyen un completo geoecológico
de primera magnitud.
De estos once niveles en la actualidad, sólo se pueden visitar los niveles
nº 2, 3 y 4.
En este nivel son de gran interés: los sonidos sonidos de las aves
rupícolas, las estructuras minerales, la vegetación del fondo de la mina, el
plano de falla y los juegos de luz de la Sala de las Columnas.
En este nivel destacan: los sonidos y manifestaciones de las aves que
se aprovechan cualquier oquedad y/o resquicio de las rocas para construir
sus nidos y los juegos coconicos en el último tramo del nivel.
En este nivel se puede observar: restos de la explotación minera, los
constrastes de la vegetación del fondo y exterior de la mina y, desde los
balcones y miradores, la gran riqueza geológica del hueco central de la
misma.
11. Monesterio
En sus alrededores significativos vestigios de la cultura megalítica,
tales como dólmenes y restos de antiguos asentamientos. Posteriormente, el
núcleo monesteriense debió formar parte de lo que hoy se denomina la
Beturia Céltica, un amplio territorio al sur de Badajoz.
Monesterio, Badajoz
Se enclava en las fragosidades de Sierra Morena que establecen la división
entre Extremadura y Andalucía, dominando el Puerto de las Marismas, punto
crítico de las comunicaciones entre el norte y el sur de la Península por
el que se canaliza uno de los más importantes itinerarios históricos de la
antigüedad: la Vía de la Plata, y en el que todavía el siglo pasado se
cobraba derecho de pontazgo.
Con antecedente en el enclave romano de Curiga constituye, pues, la puerta
de entrada en Extremadura por el sur desde las épocas más remotas. El
origen de la población actual se encuentra en una fundación templaria,
hasta que el siglo XVI fue enajenada por Felipe II como Aldea de Señorío.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad, entonces conocida como
Monasterio, se constituye en municipio constitucional en la región de
Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el partido judicial de Fuente
de Cantos.
Su ventajosa situación a mitad de camino entre Sevilla, Badajoz y Mérida,
impulsó de manera extraordinaria el ejercicio de la arriería por parte de
sus habitantes, siendo esta actividad sobresaliente en la economía local,
además de la agricultura y la ganadería.
Hasta 1873 perteneció a la diócesis del Priorato de San Marcos de León,
fecha a partir de la cual pasó a la jurisdicción de la diócesis de
Badajoz.
Patrimonio
Entre su patrimonio destaca la iglesia parroquial de San Pedro, con
ábside almenado, obra del siglo XVIII, aunque reconstruida durante la
década de 1940, y en la que se guarda, entre otros objetos, una valiosa
cruz procesional del siglo XVIII, y la ermita de la Virgen de Tentudía,
construida a mediados del siglo XX.
Monesterio contaba también con varias ermitas: La de los Santos Mártires y
San Ildefonso, la de la Virgen de Gracia, que formó parte del llamado
Hospital de pobres transeúntes de santa María, y que fue reconvertida en
escuela de primeras letras, y la de San Nicolás y Santa Lucía.
Encontramos algunas ya desaparecidas como el eremitorio de la Candelaria,
Santa Brígida y San Blas.
Todas tuvieron imágenes y retablos que se trasladaron a la parroquia, pero
fueron destruidos en 1936, debido a la Guerra Civil Española.
Su cementerio, enclavado en la parte más alta de la villa, se construyó
hacia 1814.
Centro de Interpretación de la Vía de la Plata
La Vía de la Plata cuenta a lo largo del camino con tres Centros de
Interpretación General de la Vía de la Plata en Monesterio, Mérida y Baños
de Montemayor que sirven fundamentalmente de apoyo cultural y guía en el
recorrido por la región.
Los Centros de Interpretación se definen como espacios culturales, que
ayudan mediante el hilo conductor que es la Vía de la Plata, a comprender
la historia de nuestra región. Estos centros pertenecen a la red de Museos
de Identidad de Extremadura.
Cabe destacar también las múltiples cruces que se encuentran en la
localidad, esculturas que muestran el fervor hacia la Santa Cruz, al
igual que el llamado Castillo de las Torres, fortaleza situada
en zona rural y próxima a El Real de la Jara.
Restaurante los Templarios Calle Los Templarios 20,
06260 Monesterio España
+34 924 51 61 88
El Rinconcillo Paseo de Extremadura, 67 Plaza de Triana,
06260 Monesterio España
+34 924 51 70 01
Restaurante Mallorca
Paseo de Extremadura, 297 BAJO,
06260 Monesterio España
+34 924 51 64 49
13. Castillo Las Torres
A la salida de El Real de la Jara, en el linde administrativo entre
Andalucía y Extremadura, vemos a mano derecha, sobre una pequeña colina,
las ruinas del castillo de Las Torres, ya en el término municipal de
Monesterio.
Castillo Las Torres, El Real de la Jara, Badajoz
El castillo, de propiedad privada, se construyó entre los siglos XV y XVI.
Algunos colectivos piden su restauración, aunque hoy en día no existen
planes firmes para rescatarlo de la decadencia.
La fortaleza se encuentra en el antiguo Baldío de Calilla. Se cree que su
construcción tenía la finalidad de controlar la Vía de la Plata que se
encuentra a 50 metros del castillo y el control de la transhumancia.
Construcción
Si bien las ruinas se encuentran en el municipio pacense de Monesterio, la
localidad más cercana es El Real de la Jara, de la provincia de Sevilla.
Se encuentra en un altozano rocoso que le sirve de base. La planta es
trapezoidal y en cada ángulo se encuentra una torre circular.
La puerta de acceso está en el lado oeste. De las jambas y el dintel
exterior no quedan vestigios aunque si del interior fabricado en ladrillo.
La bóveda es de forma ojival.
Las torres de flanqueo se encuentran desmochadas. Hay restos de un aljibe
en estado ruinoso. Dispone de patio de armas de alrededor de 500 metros
cuadrados.
14. Monasterio de Tentudía
Al Monasterio de Tentudía, se accede desde la cercana localidad de
Calera de León (Extremadura), a través de una carretera local repleta de
curvas que asciende hasta el Pico de Tentudía, a unos 1100 metros de
altura.
Al llegar a la cima, nos encontramos con el sobrio monasterio de
Tentudía, un edificio de estilo mudéjar, fundado como ermita en la
segunda mitad del siglo XIII por Pelayo Pérez Correa, y proclamado
Monasterio por el Papa León X.
Fue considerado cabecera de la Vicaría de Santa María de Tentudía,
habitado por la Orden de Santiago, también está considerado un
monasterio vinculado a la Orden de los Templarios.
La leyenda cuenta que durante una batalla contra los árabes, el
capitán Pelayo Pérez Correa, maestre de la orden de Santiago, al ver
que llegaba la noche y no obtenía victoria, imploró a la virgen
gritando: ¡¡Santa María, detén el día!!, entonces el sol se detuvo en
el horizonte para permitir a las tropas cristianas la victoria, por
este motivo el maestre mandó construir un templo para Santa María de
Tentudía.
Del Monasterio de Tentudía podemos destacar el retablo mayor realizado
por Niculoso Pisano en 1518; en él se mezclan el estilo mudéjar y
renacentista.
Preside el templo la imagen de la Virgen de Tentudía, realizada en
el siglo XVIII. El monasterio de Tentudía fue declarado de Interés
Histórico Nacional.
La visita al monasterio de Tentudía no
solo merece la pena por el edificio en sí, desde aquí las vistas de la
comarca son impresionantes. En la parte trasera del monasterio existe
una cruz, desde donde pudimos contemplar un espectacular atardecer.
Después
tocó tomar un chocolate caliente, envueltos de un olor a leña quemada en
el bar que se encuentra justo al lado del monasterio de Tentudía.