miércoles, 19 de mayo de 2021

Un Fin de Semana en Vigo, la Ciudad del Olivo, Pontevedra

Ria de Vigo

Murales arte urbano, Vigo

Vigo

Edificio Bonin, Vigo


Esculturas en Vigo

Islas Cies

Se suele pensar que el nombre proviene del olivo del Paseo de Alfonso XII pero este se trata de un descendiente del verdadero olivo.

La historia detrás de este sobrenombre se remonta al siglo doce cuando los monjes de la Orden del templo de Jerusalén, los templarios, regían el templo de Santa María (actual colegiata). En aquel momento era común la costumbre de plantar en los atrios de las iglesias un árbol de hoja perenne que simbolizase la vida eterna, y así se hizo en Vigo.

Muchos vigueses siempre han asociado el olivo del escudo de la ciudad y el apodo de La ciudad Olívica con el olivo que se encuentra en el Paseo de Alfonso XII, la realidad es que este árbol tan solo tiene unos 200 años. 

Hace ya varios siglos se conocía a la ciudad de Vigo con el nombre de Ciudad de la Oliva algo que con el paso de los años se convertiría en La ciudad Olívica.

Tours y visitas guiadas por Vigo

Si nunca has pensado en Vigo como una de esas ciudades que merece la pena, ya estás tardando en ponerla en tu lista de imprescindibles. Hay mucho que ver en Vigo, aunque siempre he escuchado que Vigo es una ciudad fea y carente de interés. 

Tal vez Vigo no sea la ciudad modélica en urbanismo o en organización, pero Vigo tiene una esencia que es única y sobre todo, muchos rincones que merece la pena descubrir. Hay mucho que ver en Vigo, te lo aseguro y si es justo lo que te quiero mostrar en este artículo de Una idea, un viaje.

RECOMENDADO: Si te apetece hacer una visita general de la ciudad, hay tours gratuitos que te enseñan lo más relevante en un par de horas a cambio de una propina. Puedes echar un ojo aquí.

O si lo que te apetece es descubrir un lado distinto de Vigo echa un vistazo a las visitas guiadas 


Mural marinero en Vigo

Indice:


1. Como llegar:

Vigo está bien comunicada gracias a una completa red de infraestructuras que conectan la ciudad con los principales núcleos urbanos gallegos, peninsulares e internacionales.

Su puerto atlántico, su aeropuerto, la red de carreteras y el ferrocarril permiten la existencia de una amplia oferta de transportes para todos los gustos y todas las posibilidades.

En avión:

Vigo: Aeropuerto de Peinador

El aeropuerto de Vigo está situado a 10 km del centro de la ciudad.


Santiago de Compostela: Aeropuerto de Lavacolla

Para más información visitad la web del aeropuerto.
El aeropuerto está a 16 km del centro de Santiago. La comunicación con la ciudad:

Oporto (Portugal): Aeroporto Sá Carneiro

Oporto está a 150 km de Vigo, por lo que es una muy buena opción para 
volar a nuestra ciudad. Consulta en la web del aeropuerto la gran variedad de destinos que ofrece.

Para viajar a Vigo puedes elegir entre:

Tren: Tendrás que coger el metro (linea violeta, 1,5€) para ir del aeropuerto a la estación de Campanhã (30 min). Allí puedes coger el tren hasta Vigo.
Hay dos trayectos diarios, aproximadamente 3h de duración, 12€. 
Autobús: Salidas desde el propio aeropuerto, dos compañías distintas: ALSA y AUTNA.
Otras opciones de transporte serían taxi o alquilar un coche.

En tren:

Existen conexiones diarias entre Vigo y las ciudades vecinas: Ourense, Pontevedra, Santiago, A Coruña y Oporto. Además la oferta incluye expresos y trenes de largo recorrido cada día con Madrid y Barcelona, y trenes directos a León, Ponferrada, Bilbao y Alicante.

Para más información visitad la web de la Estación de tren de Vigo-Guixar, o los horarios de trenes.

En autobús:

Las principales conexiones enlazan Vigo con Madrid, Barcelona, Asturias, Bilbao, Irún, San Sebastián, Zaragoza, Extremadura, Andalucía,... También cuenta con rutas internacionales con Portugal (Oporto, Lisboa y Algarve), Francia, Suiza, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Alemania.

Estación de autobuses de Vigo:
Dirección: Avenida de Madrid, 57.
Teléfono: 986 373 411.

En Taxi:

Teléfonos: +34986272829 y +34986470000. 

2. Algo de Historia:

Vigo y su comarca estuvieron poblados desde tiempos antiguos. Hasta el momento no se ha localizado ningún asentamiento paleolítico, aunque se han encontrado piezas que se remontan a la Edad de Piedra, son un medio centenar de útiles tallados en cuarzo. 

La mayor parte de estas piezas prehistóricas se encuentran en la colección del Museo Municipal de Castrelos.

Interior de vivienda reproducida en el Museo del Castro.

Por lo que se refiere a las manifestaciones culturales del Neolítico, hay que apuntar el descubrimiento de diversos útiles de mano. En este período prolifera la construcción de estructuras funerarias de la cultura megalítica. 

Se trata de monumentos funerarios, que datan entre el 3000 el 1800 a. C. denominados túmulos. Se conoce la existencia de treinta y siete túmulos, situados en la cadena montañosa del perímetro municipal y hay constancia de la existencia de algunos más ya desaparecidos.

En los primeros tiempos de la metalurgia, durante la transición del III al II milenio a.C. hay un numeroso conjunto de petroglifos con representaciones de motivos geométricos, armas y fauna. Diversos útiles cerámicos, armas de bronce y los grabados rupestres nos indican la pervivencia de la ocupación humana en la llamada Edad de Bronce, que data entre el 1900 y el 800 a. C.

La cultura castreña, que abarca toda la Edad de hierro, se desenvuelve en Galicia desde el siglo VIII a.C. hasta el fin del I d.C., ya en plena época romana. Esta cultura dejó en Vigo importantes huellas, como la existencia de 26 castros catalogados. 

Este dato lleva a pensar que en esta época Vigo tuvo una de las mayores densidades de población de toda Galicia. El mayor de estos poblados era el situado al principio del monte del Castro. Sus habitantes vivían de la agricultura, actividad que complementaban con la caza y la pesca. Eran una población hábil en la forja del hierro y el tallado de la piedra.
Época romana

En Vigo, el proceso de romanización fue muy intenso en la ciudad. Las evidencias arqueológicas indican una importante actividad portuaria y comercial en el litoral vigués desde el siglo II a.C., desenvolviéndose un progresivo proceso de romanización, consolidado durante el siglo I d.C., una vez conquistado el territorio y establecida la paz romana.

El proceso de romanización duró cerca de seiscientos años de los que quedaron relevantes vestigios investigados en numerosas excavaciones arqueológicas: villas (villae), esparcidas por todo el litoral (Alcabre, Toralla…), restos de instalaciones portuarias, calles, instalaciones industriales (salinas y factorías de salazón), necrópolis, restos hundidos, además de una intensa romanización de los poblados castreños del término municipal.

Recientes intervenciones arqueológicas en la zona del Arenal e y en el Casco Viejo pusieron de manifiesto la posible existencia, por lo menos entre los siglos III y VI d.C., de un importante asentamiento, el Vicus romano.
Edad Media

La información disponible sobre esta época es muy escasa, especialmente durante la Alta Edad Media. Fue un período en que las incursiones germánicas y los ataques piratas procedentes del norte de Europa hicieron que la población se desplazara al interior buscando mayor seguridad.

Con la propagación del cristianismo, durante la Edad Media la Iglesia dominó la sociedad gallega. Vigo dependió durante mucho tiempo del Monasterio de Santa María de Melón (Orense).

Existe constancia documental desde el año 1024 de una cita en la iglesia de Bembrive y, posteriormente, de otras quince iglesias románicas en el actual término municipal, en donde se demuestra un importante asentamiento de la zona durante los siglos XI, XII y XIII, con localizaciones similares a las de las parroquias viguesas actuales. 

Del período medieval solo quedan tres iglesias: Santiago de Bembrive, San Salvador de Coruxo y Santa María de Castrelos, esta última con interesantes pinturas murales de la época renacentista. 

De la Edad Media también perviven dos puentes en Sárdoma y Fragoso y restos románicos en la hermita del Freixo en Valladares y en las iglesias barrocas de Sárdoma y Santa Cristina de Lavadores.

A partir del Siglo XII Vigo comienza recuperar población, pero sigue estando sometida a un estricto control del poder eclesiástico y de los señores feudales. La parroquia de Santiago de Vigo es la más importante de la villa.

 La Corona le otorga a la villa de Baiona la facultad de poder comerciar por mar con otras ciudades y se convirtió en la principal competencia de Vigo, limitando su desenvolvimiento económico. Fue por esta época cuando Martín Codax compuso sus hermosas cantigas de amigo.

La época medieval corresponde el primero texto conocido en el que aparece mención de Vigo. Está redactado en latín, y se trata de un pleito, una disputa entre vecinos.
Del Siglo XV al XVIII

A pesar de los habituales ataques de los corsarios, la villa de Vigo fue creciendo durante a Edad Moderna. Consiguió importancia la actividad artesanal y el comercio pesquero, siendo el gremio más relevante el de mareantes. Algunos documentos reflejan en esta época la importancia que tenía la pesca de la sardina. En 1573 se firmó la primera ordenanza que regulaba la pesca en la Ría de Vigo.

En 1587 La villa contaba con 868 vecinos, pero Las epidemias de la peste y los ataques piratas limitaron el crecimiento demográfico. Los armadores vigueses organizaron la defensa de la ría, repeliendo en 1589 el ataque de una armada inglesa dirigida por Francis Drake (que ya había atacado la ciudad en 1585) y consiguieron de la corona española la patente de corso para saquear los barcos comerciales enemigos. 

Ante las sucesivas acometidas (como la de los piratas argelinos en 1617), y en tiempos de guerra con Portugal, se construye una muralla en 1665. 

Y así es como se comienza a configurar la morfología de la ciudad. La muralla contaba con seis puertas de acceso: Puerta del Placer, Puerta del Sol, Puerta da Gamboa, Puerta da Laxe, Puerta da Ribeira y la Puerta de Falperra. La muralla estaba protegida por once baluartes y baterías artilleras.

Batalla de Rande.

En 1702 se produce la batalla de Rande. Las flotas aliadas de Inglaterra y de Holanda entraron en la ría para atacar a la Flota de Plata de España y los barcos de guerra de Francia aliados que la escoltaban. 

Esta importante flota, cargada de riquezas procedentes de América, fue destruida después de una encarnizada batalla en mar y en tierra. Aún quedan restos de este episodio bélico en los fondos marinos de la ría de Vigo.

En 1760 se asienta en la ciudad Buenaventura Marcó del Pont, un joven emprendedor catalán que desarrolla un serie de negocios exitosos basados en la salazón de pescado, las conservas, y el comercio. Su éxito atrajo a cerca de 200 familias catalanas de comerciantes e industriales que se asentaron en la ciudad, lo que supuso una pequeña revolución económica.

 Proliferaron las fábricas de salazón, jabón y productos de cuero y lino. La prosperidad de los burgueses catalanes produjo cierta suspicacia por parte de la población local, que en algunas ocasiones puntuales destruyeron sus negocios.​

En 1778 el rey Carlos III de España rompe con el monopolio de los puertos españoles autorizados a comerciar con América y Vigo comenzó a beneficiarse del tráfico marítimo cara al Nuevo Mundo. 

Por esta época la villa estaba completamente cerrada con una muralla, que se comenzara a construir con motivo de la Guerra de Restauración de Portugal (1640-1668), ante el temor de una invasión portuguesa. 

Cerca del mar estaba el bastión de Laxe. En el lado opuesto se encontraba el castillo de San Sebastián.

Vigo en 1856, por Francisco Coello.

Siglo XIX

Como otros muchos lugares de España, Vigo fue ocupado por el ejército francés de Napoleón Bonaparte en 1809. 

La resistencia popular a esta invasión provocó un levantamiento dirigido por los militares Pablo Morillo y Bernardo González del Valle Cachamuíña que terminó con un asalto a las murallas y con la expulsión del ejército napoleónico. Este episodio motivo la concesión a Vigo del título de ciudad Fiel, Leal y Valerosa.
1877. A finales del s. XIX Vigo contaba con 15 000 habitantes

En 1833 se acondiciona el camino real que lleva a Madrid, conocido como carretera de Castilla o de Vilacastín. 

Un año después terminaron las obras de construcción de la Colegiata de Vigo por Melchor de Prado, puesto que el antiguo templo había sido destruido en uno de los numerosos saqueos que sufrió la villa.

A mediados de siglo se creó una sucursal del Banco de España y un nuevo fondeadero de piedra.

La segunda mitad del siglo XIX fue un período de continuo crecimiento de la ciudad, propiciado, entre otras cosas, por el incremento de las relaciones con América. Desde 1855

Se establecieron servicios de comunicación marítimos periódicos con La Habana, Buenos Aires y Puerto Rico. Una década después comenzó la construcción del ferrocarril y las obras de relleno de la ría para ampliar las instalaciones portuarias. 

Para facilitar la ciudad su expansión y no quedar encogida intramuros, sus regidores decidieron por acuerdo municipal el derrumbe de la histórica muralla en 1869, por lo que aguantó en pie 204 años. La línea ferroviaria Orense-Vigo se inauguró en 1881.

La estación de tren se remató en 1878.

Durante este siglo continuaron abriéndose en la ciudad fábricas de salazón y de derivados de productos marinos, lo que provocó el crecimiento de la población asalariada y también de una burguesía financiera. 

Vigo extendió extramuros con la apertura de nuevas calles y la construcción de nuevos edificios de piedra. En 1880 se creó la Caja de Ahorros de Vigo y un año después se constituye la Junta de Obras del Puerto. A finales de siglo, la ciudad contaba con unos 15 000 habitantes.

Siglo XX

Este siglo marcó una etapa de asombroso despegue económico. A comienzos de siglo, la burguesía liberal viguesa tomo en sus manos los mecanismos de poder económico e político. Se instalaron nuevas industrias, al mismo tiempo que se mejoraban las comunicaciones y se crean nuevos planes para ensanchar la ciudad.

 En poco más de diez años se duplicó la población (en 1910 ya se llegará a los 30 000 habitantes). A medida que avanzaba el siglo Vigo absorbió los ayuntamientos limítrofes de Bouzas (1904) y Lavadores (1940).

El primer tercio del Siglo XX el puerto de Vigo quedó asociado con la imagen de miles de gallegos que se embarcaron rumbo a América. La emigración fue motivada en gran parte por la crisis económica que sufrían muchas familias, y el puerto de Vigo fue uno de los principales puntos de partida de este flujo migratorio. Otro símbolo de la época es el tranvía, que comenzó a funcionar en 1914. 

La ciudad durante esta época tuvo intensa actividad social. Aparecieron numerosos periódicos y semanarios, asociaciones y organizaciones de carácter político y sindical. Todo este dinamismo social quedó neutralizado con el comienzo de la Guerra Civil Española (1936-1939). ​
Calle del Príncipe.

En las décadas de 1960 y 1970 Vigo sufrió un crecimiento urbano acelerado, motivado por el desenvolvimiento industrial. 

La oferta laboral atrajo numerosa inmigración de las zonas rurales de Galicia, especialmente de la provincia de Orense, que arraigaron en barrios tan populares hoy como Teis, Coia y en el Calvario.


3. Qué ver en Vigo 

 

Aunque Vigo no sea famoso por sus edificios, lo cierto es que algunas calles del centro son una delicia en cuanto a arquitectura se refiere y merece la pena caminar entre edificios que son de lo mejor que ver en Vigo. 

Si das un paseo por la animada calle peatonal de Príncipe o por la monumental Policarpo Sanz, Colón y Gran Vía, así como sus calles colindantes, te encontrarás de frente con algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, entre los que destacaría:

El Teatro de García Barbón (no te pierdas las vistas de la biblioteca que se encuentra en el último piso).

Teatro de García Barbón, Vigo

La Casa de Correos y Telégrafos, una joya de principios del s. XX en la Plaza de Compostela.

El edifico del MARCO (Museo de Arte Contemporaneo), en Príncipe.

El edificio del Banco Pastor: uno de los iconos (arquitectónicamente hablando) de Vigo.

Fuera del centro neurálgico, pero muy cerquita caminando se encuentra el Casco Vello (lo que es la zona vieja de la ciudad y barrio histórico). 

En la Praza da Constitución no te pierdas el edificio del antiguo ayuntamiento y la primera farola de luz eléctrica de Vigo, y un poquito más abajo (en Vigo todo sube y baja), 

4. Iglesia de la Colegiata 
(Concatedral de Santa María de Vigo)

La Concatedral de Vigo, conocida popularmente como La Colegiata, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura religiosa de Vigo, exponente del arte neoclásico en Galicia y el templo más importante de la ciudad. 

Enclavada en pleno barrio histórico de Vigo, se erigió en 1811 sobre otra iglesia anterior. 

Concatedral de Santa María de Vigo

El templo, encargado a Melchor de Prado y Mariño, es de planta basilical con 3 naves, y tiene una fachada de ornamentación sencilla, en cuya parte derecha destaca el Reloj de Sol, que no está orientado al sur, como es lo habitual, lo que lo convierte en una pieza singular.

con un interior precioso y una acústica fantástica. Si te coincide ver alguno de los múltiples conciertos quedarás fascinado.


Además, el Casco Vello y después de una muy buena labor de renovación, es un lugar ideal para callejear entre pequeñas tiendas de antigüedades, pop-up stores, start ups y nuevas formas de negocio. 

De lo más bonito que ver en Vigo.

5. El Casco Vello 


Ha pasado de ser un lugar muy poco recomendable a ser el hogar de los más hipsters de la ciudad.

 Además, el Casco Vello es una de las mejores zonas para tapear, pero de eso hablaremos más adelante.

Casco Vello,Vigo

El centro de Vigo es el núcleo histórico de la ciudad, el que la define y le da ese carácter urbano y cosmopolita sin renunciar a su esencia tradicional. 

Este Vigo Histórico es el sueño de un visionario: ciudad rectilínea que se hizo realidad entre las fronteras del Ensanche. Y también el núcleo de una ciudad vieja, el barrio histórico, donde aún se adivina el trazado de las murallas.

En la milla de oro del arte están los museos, fundaciones y galerías más representativas del sur de Galicia, como el Centro Cultural y el Centro Social Afundación, el Museo MARCO, la Fundación Barrié o la Casa das Artes, que conviven con el sonido del puerto de Vigo, y con el bullicio de las calles comerciales por excelencia.

6. Mercado da Pedra

Mercado da Pedra, Vigo

El mercado de la Piedra es una de las atracciones turísticas más visitadas en Vigo, pues en él se puede encontrar todo tipo de ropa de marca a muy buenos precios. 

Lo que me parece bastante dudoso es la procedencia de la mercancía, pues no entiendo bien la existencia de este mercado, que parece ser totalmente "legal" ubicado en el interior de una infraestructura municipal. En teoría la ropa es de imitación, lo cual me parece que viola todo tipo de leyes de copyright; hay otras teorías que aluden a que la ropa es de contrabando.

En cualquier caso, está siempre hasta los topes, y los precios son muy económicos, en comparación con lo que cuestan esas mismas prendas de la marca original. El precio es el mismo en cualquiera de los stands, y suele ser "standard", o sea, todo suele valer lo mismo: 30€, ya sean camisetas, pantalones, camisas... Salvo las cazadoras. 

Por ejemplo, podemos encontrar una camisa de Polo por 30€, o una cazadora Belstaff por 80€. Yo alguna vez he comprado alguna cosa, (e incluso algún tendero me ha dado el teléfono por si quiero encargar algo para la próxima vez que vaya) y la ropa es de buena calidad, no es la típica que se descolore o se estropea a la primera lavada.

Aunque lo que hay es principalmente ropa, también se pueden encontrar bolsos, tabaco (éste sin impuestos), deportivas Puma, y algo de electrónica.

Este mercado se encuentra frente al Club Náutico, y al lado de la famosa calle Pescadería, donde están las típicas ostreiras y varios restaurantes. Abre sólo por las mañanas, hasta las 15h.

Tambien podemos disfrutar de sus Fantásticas Playas

7. Playa Samil

Playa Samil, Vigo

Samil es la playa para familias más famosa de Vigo y la más grande de la ciudad, con más de 1 km de largo y 15 m de ancho. Si buscas una playa en Vigo para niños, Samil está hecha a tu medida. Es la más animada durante todo el año, ya que a las ventajas del enorme arenal se suma su equipamiento: tres piscinas, canchas de baloncesto, pista de patinaje, aparcamiento gratuito, restaurantes, cafeterías, zonas verdes… En cuanto sale el sol, la playa se llena de vida, y los suaves inviernos en Vigo saben mucho de tardes de sol.

También está muy cerca del centro, por si no dispones de mucho tiempo en tu escapada a Vigo, y muy bien comunicada con transporte público.

8. Playa del Vao

Playa del Vao, Vigo

O Vao es la playa de los jóvenes de Vigo: un enorme arenal de 45 metros de ancho en el que pasar las tardes de verano con amigos, jugando un partido de fútbol, aprendiendo a hacer windsurf o saliendo a navegar.

De arena finísima, O Vao es una de las playas de Vigo más espectaculares, tanto en invierno como en verano. El paseo, que permite caminar junto a la playa, se suma al aparcamiento, campos de fútbol, duchas, servicios y bar, que hacen de O Vao una playa joven, cómoda y completa.

Por último, no podemos dejar de lado Bouzas, otro de mis barrios favoritos, de casas bajas marineras y donde todavía uno se siente como si estuviese en un pueblo. No en vano fue independiente de Vigo hasta 1904.

Porque Bouzas is different. 

Tienen sus propias fiestas (unas de las más famosas de Vigo) su club de fútbol, el Rápido de Bouzas y un pequeño puerto rodeado de tabernas ideales para tomar unas raciones de mejillones o de pulpo.


Paseo marítimo de Bouzas

9. Los mejores Miradores que ver en Vigo

Si lo tuyo son las vistas bonitas, en Vigo de eso sobra. Vigo es una ciudad con muchas cuestas, por lo que dar con algún lugar para contemplar el mar no suele ser complicado. Y si quieres atardeceres increíbles, pues también estás de suerte.

Aquí van mis lugares preferidos que ver en Vigo en busca de tus mejores fotos 

El Parque de O Castro: 

Además de recomendar que te des un buen paseo por él, ya que es un parque muy agradable, no deberías perderte las vistas de la ría y las Islas Cíes al atardecer.

Parque Monte del Castro, Vigo

O Castro es el parque con las mejores vistas de Vigo sobre la ría. No es el clásico jardín urbano, sino un hermoso monte, justo en el corazón de Vigo, que es el punto de origen de la ciudad, donde se asentaron los primeros pobladores. Si te interesa la arqueología, en la ladera más baja del monte puedes visitar su yacimiento castreño y ver cómo era la vida en Vigo entre los siglos III y I a.C.

Puede que te cueste subir a pie a O Castro, pero la recompensa es inmejorable. De camino, encontrarás las enormes anclas que recuerdan la Batalla de Rande. Podrás tomar un aperitivo admirando las vistas de la ciudad, descubrir sus áreas deportivas, donde practicar skate, y sus parques infantiles.

Pero el tesoro de O Castro está dentro de los muros de su fortaleza, donde encontrarás el castillo de O Castro, sus jardines y su espectacular mirador. Es una visita obligada ¡y gratuita!

Monte de A Guía: 
Aunque se encuentre en las afueras de la ciudad, es un lugar muy tranquilo, con vistas preciosas y una ermita que te encantará.

Paseo de Alfonso: 
Quizás las vistas no sean las mejores, pero está céntrico, no hace falta subir cuestas y es un lugar que me encanta. 

 Además, de las casas que hay en esa calle, hay que destacar el famoso Olivo de Vigo. Este árbol con más de 100 años de antigüedad y que honra a la ciudad (conocida como ciudad olívica) es uno de los símbolos más queridos de Vigo. Si quieres saber más sobre este olivo y su origen, pincha aquí.

10. Para los amantes del arte

¿Qué ver y hacer en Vigo cuando eres un fanático del arte? Bueno, pues hay opciones variadas y para todos los gustos, así que comenzamos:

El Museo de Arte Contemporáneo. 

Emplazado en el Centro de la Ciudad, es el lugar ideal si vas en busca de exhibiciones alternativas. 

Ésta es la web oficial del museo para consultar horarios, precios y exposiciones. Uno de los museos imprescindibles que ver en Vigo.

Fundación Pedro Barrié de la Maza: 

Tienen exposiciones temporales que aunque no son muy grandes suelen estar muy bien. Aquí puedes consultar para saber más.

En cuanto a escultura, Vigo tiene una serie de iconos y figuras fácilmente reconocibles y que hay que señalar, te gusten más o te gusten menos. 


Esta es la lista de los que yo creo que hay que visitar si estás en la ciudad.

11. Esculturas que ver en Vigo

El Sireno: 
Situado al principio de Príncipe, esta escultura es una de las más queridas y odiadas de la ciudad. La polémica está servida. Y por si fuera poco, desde hace algo más de un año, a este señor sireno le acompaña un Dinoseto, es decir, un dinosaurio hecho de arbustos.

La farola de Príncipe: 
Imagínate que te gusta tanto la ciudad que decides quedarte a vivir. ¿Cómo vas a quedar con tus amigos si no sabes dónde está la farola de Príncipe? Pues bien, está justo en el final de la calle Príncipe y ha constituido un punto de encuentro desde mediados del siglo XX.

El Nadador: 
La verdad es que esta escultura y la plaza en la que se encuentra (Praza da Estrela) me parecen de lo mejor de la ciudad, así que no te lo pierdas. Para mí es la escultura más bonita que ver en Vigo. 

Para llegar hasta allí tienes un bonito paseo por la Plaza de Compostela y el Arenal y puedes regresar caminando por la orilla del mar y recorriendo Montero Ríos, una zona un poco cara, pero también bonita y animada para tomar algo.

El Nadador, mi escultura favorita

Los Caballos: 
Presidiendo una de las entradas de la ciudad se encuentran los Caballos de Plaza de España, cuyo equilibrio es fascinante y que recuerda a los caballos salvajes que en su momento poblaban la zona.

Los Pescadores (escultura al trabajo): 
En la parte baja de la Gran Vía, es una de las esculturas más queridas de Vigo y en mi opinión, una de las más lindas también.


Praza da Miñoca: 
Esta escultura de un gusano gigante que se oculta en un lado de la plaza y sale por otro es tal vez un poco friki, pero a mí me encanta, así que la recomiendo al 100%.

Praza da Industria: 
Aunque esta plaza no es de las más bonitas (o al menos a mí no me lo parece) el herrero gigante que hay en medio es cuando menos, asombroso. ¡A ver qué opinas tú!

12. Los murales de Vigo

Mural de Lula Goce, Vigo

Un festival (Vigo, Ciudad de Color) que transforma la ciudad con intervenciones de jóvenes promesas y artistas ya reconocidos y que cuenta con más de 80 murales. 

13. Paseos y aire libre

Aunque Vigo como tal no tiene playa urbana, hay paseos muy bonitos, algunos de los cuales puedes seguir durante kilómetros. Así que si vas a Vigo y estás pensando en qué podrías hacer para moverte un poco, aquí te dejo algunas propuestas:

El paseo del Río Lagares: 
Desde Avenida de Madrid y a lo largo de unos 8 Kms esta senda azul es un paseo fluvial perfecto que te llevará directo hasta la playa de Samil. Una ruta que hacer en Vigo si te gusta la naturaleza.

El Parque de Castrelos: 
En primavera está precioso lleno de árboles en flor, pero además guarda uno de los auditorios más queridos para conciertos de verano y el majestuoso Pazo Quiñones de León, que además de albergar exposiciones de diversa índole es donde se casa la crème de la créme de la ciudad. Si no has estado nunca en un pazo, es una de las cosas que ver en Vigo.


Pazo Quiñones de Léon


Pazo Quiñones de Léon, Vigo

El Pazo Quiñones de León o Pazo de Castrelos de Vigo se sitúa por encima del parque vigués de Castrelos, a orillas del Río Lagares. 

Originalmente existió hacia el año 1670 en este mismo lugar el denominado Pazo de Lavandeira o Torre de Lavandeira, cuya estructura original sería la de la típica torre de homenaje medieval. En 1641 las luchas por la independencia de Portugal llevaron a la destrucción de la torre.

14. Fiestas

Si buscas una fiesta popular, en Vigo te costará elegir, porque tenemos romerías y celebraciones tradicionales en todos los barrios de la ciudad y en todas las épocas del año. 

Si no eres de un lugar costero, te recomendamos las celebraciones marineras, como la fiesta de la Virgen del Carmen, en julio: es un auténtico espectáculo de devoción y tradición en el que la figura de la Virgen es transportada por los marineros en sus barcos a lo largo de la costa.

 Y, si te encantan los fuegos artificiales, no te pierdas los de las Fiestas de Bouzas, son los más famosos del sur de Galicia.

Además, Vigo tiene celebraciones centenarias, como la Festa dos Maios, y 2 citas que no puedes perderte: la Semana Grande de Vigo, en agosto, y La Reconquista, que durante varios días convierte el barrio histórico en el Vigo de 1809.

  
15. En Vigo se come bien y muy rico

Hay mucho que ver en Vigo, pero parte del aliciente de una ciudad lo constituye la gastronomía y si algo hay que hacer en Vigo es comer bien. 


De hecho, hay tantas opciones que he decidido crear una guía de los mejores restaurantes donde comer en Vigo, con diferentes opciones de precios y platos. ¡Buen provecho!

La Hacienda de Machado
Avda Europa 93, 
36212 Vigo España
+34 986 95 25 38

Casa Marco
Avenida de Garcia Barbon, 123, 
36201 Vigo, Pontevedra, 36201 Vigo España
+34 986 22 51 10

Niño Corvo
Rua De San Francisco 13, 
36202 Vigo España
+34 986 11 50 64

Casa Vella
C/Pescadería 1 bajo drcha. Ground floor, 
36202 Vigo España
+34 986 43 31 21

Maruja Limón
Rua Montero Rios 4, 
36201 Vigo España
+34 986 47 34 06

y algo mas económicos:

Taberna A Pedra
Rua Cesteiros 2,
 36202 Vigo España
+34 986 43 86 92

Porto Santo
Avenida Garcia Barbon, 45,
 36201 Vigo España
+34 626 58 51 18

El Corralito
Rúa Doutor Carlos Colmeiro Laforet 4, 
36203 Vigo España
+34 886 11 71 46

16. Qué ver en los alrededores de Vigo

Aunque hay mucho que ver en Vigo, también hay que reconocer que además de la ciudad en sí misma, uno de los principales atractivos son los alrededores. Hay muchas playas y acantilados en los que perderse, pasear, tomar el sol y ver el atardecer. Pero vamos a centrarnos en 3 recomendaciones:

Visitar Cangas do Morazo

Cruzar la ría en el barco a Cangas merece mucho la pena, no sólo por las vistas que ofrece el barco sino también porque Cangas do Morrazo es una delicia de pueblo. 


No dejes de recorrer su casco histórico y ten presente el eslogan del pueblo: “Haz como el sol, veranea en Cangas”. 

Es de mis sitios preferido que ver en Vigo y alrededores.

17. Islas Cies

Playa de las Islas Cies

Esta maravilla de la naturaleza, merece una visita si vas a Vigo entre los meses de Abril y Octubre (dependiendo de los años), que es la temporada en la que circulan los barcos. 

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí.

   

Subir al Mejor Banco del Mundo

Este banco de Instagram que ofrece de las mejores panorámicas que ver Vigo con la ría de telón de fondo, hará las delicias hasta del más rancio. 

Puedes subir en coche o caminando por la Senda da Auga y en la parte más alta hay un restaurante donde además de comer muy bien, si pides mesa al lado de la ventana, te sentirás el rey del mundo.


“Mejor banco del mundo” en Campo da Rata, Redondela

 Subir al Monte Galiñeiro


Si quieres dominar todo desde lo alto, no te pierdas tampoco el Parque Vixiador y la subida al Monte Galiñeiro. Otra de las estampas más bonitas que ver en Vigo.


Seguramente me han quedado cosas en el tintero entre la gran variedad de actividades que hacer en Vigo y la multitud de lugares que ver en Vigo y alrededores , pero es imposible resumir todo en un artículo. Así que si crees que hay alguna visita imprescindible que se ha quedado atrás, déjanos un comentario y estaremos encantados d e incluirla.

18. Otras Rutas Cercanas:

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