Cadaqués, Gerona
Monasterio de Sant Pere de Rodas, Gerona
Cadaqués es el pueblo más oriental de la península ibérica. Su término
municipal ocupa la mayor parte de la costa de levante del macizo del cabo de
Creus.
Aislado por la montaña del Puig de Paní y el Puig de Bufadors del resto del
Ampurdán, el pueblo pesquero de Cadaqués vivió de cara al mar y
prácticamente separado, por tierra, del resto del Ampurdán, hasta finales
del siglo xix.
Indice:
- Como Llegar
- Algo de Historia
- Rincones para descubrir en Cadaqués
- Un desayuno en el paseo Marítimo
- Callejear hasta lo alto de la iglesia
- Cala Sa Conca
- Parque Natural del Cabo de Creus
- Un buen pescado a la brasa
- La casa de Dalí en Portlligat
- Castillo de San Jaime
- Casco antiguo e Iglesia de Santa María
- Festival Internacional de Música de Cadaqués
- Para Comer en la Zona
- Qué ver en alrededores de Cadaqués
- Otras Rutas Cercanas
1. Como Llegar:
Cadaqués lo encuentras en la península que forma el parque natural del Cabo
de Creus, y por la costa lo tienes al norte de las muy turísticas
poblaciones de Rosas y Ampuriabrava.
Por carretera
Hay que abandonar el autopista AP-7 por la salida 4 (Figueres – Roses) o por
la salida 3 (desde Francia) en dirección Figueras sur y continuar por la
carretera C-260 hasta Rosas.
Antes de acceder a Rosas, los indicadores nos desviaran hacía la
carretera local GI-614, que termina en el mismo Cadaqués. La duración del
trayecto desde Figueras a Cadaqués es de aproximadamente 50 minutos.
Otra opción es salir desde el autopista AP-7 por la salida 4 (Figueres -
Roses) o por la salida 3 (desde Francia) en dirección Llançà y Port de la
Selva, siguiendo la carretera N-260 hasta Port de la Selva.
En la entrada de esta última población, seguiremos las indicaciones de la
carretera comarcal GI-613 que nos conduce hacía Cadaqués.
La distancia entre el municipio de Port de la Selva y Cadaqués es de 13 Km,
aproximadamente 20 minutos.
La pista entre Cadaqués y Rosas por la zona de Jòncols se puede practicar a
pie o en bicicleta. No está permitida la circulación de vehículos.
Transporte
Si llegamos en avión, desde el aeropuerto de Gerona hay autobuses cada hora
a partir de las 04:30 de la mañana hasta las 0:30 de la noche. Las compañías
encargadas de este transporte son Barcelona Bus-Sagalés y Sarfa Bus
(Sarbus).
Estos autobuses conducen a los pasajeros hasta la estación de bus de la
ciudad de Gerona. Una vez allí, tenemos dos opciones: o tomar un bus para ir
a Cadaqués, sólo ofrece servicio de lunes a viernes, o un tren con dirección
a Figueres. Por cierto, la estación de autobuses de Gerona se encuentra
justo delante de la estación de trenes, así pues, no hay pérdida posible.
Los trenes de la compañía ferroviaria RENFE pasan regularmente cada 45
minutos, todos los días de la semana.
Para más información consultar la web http://www.renfe.es o llamar a trenes
nacionales al tel. (00+34) 902 24 02 02.
Una vez en Figueras el viajero podrá tomar un bus hasta Cadaqués, sólo hay
que atravesar la plaza de la estación, a escasos metros de la cual se
encuentra la estación de autobuses, donde podrá adquirir, en la compañía
Sarfa, los billetespara viajar a Cadaqués.
Generalmente hay tres autobuses diarios si bien durante la temporada de
verano los horarios se amplian siendo las combinaciones más frecuentes.
El viaje en bus de Figueras a Cadaqués dura aproximadamente una hora.
Información en el tel. (00+34) 902 302 025 o 972 258713 (Oficina Cadaqués)
http://www.sarbus.com
Desde Barcelona el viajero puede tomar un bus hasta Cadaqués desde la
Estación del Norte, donde podrá adquirir, a la compañía Sarfa, los billetes
para viajar al pueblo.
Otra opción son los trenes de la compañía ferroviaria RENFE hasta Figueres
(que pasan todos los días de la semana) y posteriormente coger el bus de la
compañía Sarfa hasta Cadaqués. Para más información consultar la web
http://www.renfe.es o llamar a trenes nacionales al tel. (00+34) 902 24 02
02.
Desde Barcelona y/o Girona también se puede llegar hasta la estación
Figueres-Vilafant con el AVE -tren de alta velocidad- (información y
horarios: www.renfe.com) y desplazarse en bus hasta Cadaqués
(www.sarbus.com).
Otra opción es llegar des del mar en barco. En este caso, el navegante,
durante su estancia, encontrará a lo largo de la bahía, una gran multitud de
boyas para amarrar su embarcación.
Para más información pueden dirigirse a Servicios Marítimos de Cadaqués. El
horario de atención al público es de lunes a viernes de 9:00 a 14:00.
2. Algo de Historia:
El origen del topónimo es Cap de Quers o Cap d'Aques que se traduce por
Cabo de rocas.
Tradicionalmente dedicado a la pesca, se conocen Ordenanzas de pesca
propias de Cadaqués desde el siglo xvi.
En el siglo xix fueron famosas las industrias de salazones que, aunque hoy
en día no tienen la importancia que tuvieron en el pasado, suponen una parte
de la economía local no dedicada al turismo, destacando entre sus productos
las Anchoas de Cadaqués.
El prolongado aislamiento del pueblo hizo que el catalán que allí se habla,
aunque con las particularidades típicas de la zona, sea un caso único de
diferenciación, con libros publicados expresamente para tratar esta peculiar
habla.
También este aislamiento se convirtió en un factor de atracción para
artistas y turistas. A principios del siglo xx comenzaron a llegar turistas
que se fueron diseminando entre las diferentes zonas de más fácil acceso,
mientras ignoraban sus parajes más recónditos y, como consecuencia,
conservaron la virginidad urbanística.
El cultivo de los olivos se abandonó con la helada de 1956, pero hoy en día
múltiples olivares están siendo recuperados como parte de una economía
sostenible, en el ámbito del parque natural del Cabo de Creus (que ocupa una
parte importante del municipio) y como elemento de lucha contra los
incendios, endémicos en esa zona.
Varias familias de Barcelona, Figueras, Gerona y otras ciudades cercanas
veranean en Cadaqués desde hace muchos años, a partir de 1905.
A partir de 1958, Marcel Duchamp, el artista probablemente más influyente
del siglo xx, fijó en Cadaqués su residencia veraniega.
El pintor surrealista Salvador Dalí, cuya familia tenía en el pueblo la
residencia veraniega, donde había estado de visita en su época de
estudiante Federico García Lorca, volvió de Nueva York en 1948 y se
instaló en Port Lligat una de las calas del término.
También atrajo Cadaqués a celebridades tan destacadas como Eugenio D'Ors
que escribió sobre sus estancias veraniegas en el pueblo, Pablo Picasso,
Marcel Duchamp, Joan Miró, Richard Hamilton, Albert Ràfols-Casamada.
Cadaqués ha atraído a muchos otros pintores cuya lista sería muy extensa,
como Antoni Pitxot, Rafael Durancamps, Gustavo Carbó Berthold, Shigeyoshi
Koyama , Maurice Boitel, Ramón Moscardó, Mauricio Sbarbaro o Joan-Josep
Tharrats.
3. Rincones para descubrir Cadaqués
ESCAPADA
No es casual que sea considerado uno de los pueblos con más encanto de la
Costa Brava

La belleza de este pueblecito de la Costa Brava se debe a que no se deja
querer. Nunca lo puso fácil. Cadaqués es un lugar reservado, tímido,
entrañable.
De hecho, cuando explotó el boom turístico de la costa española, esta
pequeña localidad se escondió agazapada entre las montañas. Pudo resistir a
la construcción masiva. Todo cambió con el turismo, salvo el espíritu
solitario de Cadaqués.
Hoy, de alguna manera, mantiene como puede su esencia. Tal vez sea porque
sigue siendo difícil llegar. Los aproximadamente 15 kilómetros de carretera
zigzagueante -son 30 curvas- que asciende y luego baja hasta desembocar en
Cadaqués, es el preludio de un día que vale la pena saborear despacio,
respirando a fondo, dejándose llevar desde la mañana hasta el anochecer.
Una de las calles encaladas del casco viejo de Cadaqués matsou
4. Un desayuno en el paseo Marítimo
Lo primero que te sugiero es que si has llegado en coche, lo aparques al
llegar, algo que no suele ser fácil, porque no hay demasiado espacio para
sin pagar.
Hay dos parkings disponibles y grandes.
Uno de ellos, el Portlligat es gratuito en otoño e invierno. Tras dejar el
vehículo y cruzar el pueblo, hay una breve caminata hasta el mar.
Para iniciar el día con fuerzas e ir tomándole el pulso a este pueblo,
merece la pena desayunar en el Chiringuito Marítim; es casi una tradición.
El local, situado frente a la playa municipal, tiene mucha historia,
concretamente se remonta a 1935.
No es tanto por el desayuno en sí (las tapas están bien), sino porque allí,
en cierta manera, se saborea el ritmo y la vida del pueblo.
5. Callejear hasta lo alto de la iglesia
Lo bueno de pasar un día en Cadaqués es que todo está relativamente cerca.
Desde el paseo Marítimo hasta el centro del pueblo hay un breve paseo.
Su casco antiguo es realmente agradable, con callejuelas estrechas y
empinadas -se construyeron con piedras recogidas en la orilla del mar (El
Rastell)- , las plazoletas, sillas en los portales, ventanas y las puertas
pintadas de colores vivos, las buganvillas lilas colgadas sobre la fachada
de piedra... Y sin coches.
El corazón de Cadaqués tiene su origen en la edad media. El plan más
aconsejable es subir hasta la iglesia parroquial de Santa María (S XVI) y,
desde lo alto, contemplar la esplendida vista de la bahía, del Es Cucurucuc
(el islote).
Al sur se vislumbra el faro de Cala Nans, hasta el que hay un agradable
paseo de siete kilómetros.
6. Cala Sa Conca
No es una misión sencilla elegir un lugar donde darse un chapuzón, porque
las posibilidades son infinitas. Unas playas más pequeñas, otras más
grandes, unas con arena, otras con piedra, unas más lejos, otras más
cerca... Pero hay que escoger. Sin duda Sa Conca es una excelente decisión:
está cerca, es de arena y es muy cómoda. Y, lo más importante, el agua es
transparente.
A los que les apetezca un rincón más apartado, de roca y secreto, pueden ir
un poco más allá de la platja Sa Conca y seguir la costa por las rocas. No
muy lejos hay un rincón maravilloso; como una cala de piedra más o menos
plana con unas vistas espectaculares.
Ten en cuenta, sin embargo, que el espacio es reducido y puede que en verano
te encuentres a gente. También destacaría cala Cullaró entre las más bonitas
(son dos kilómetros andando).
7. Parque Natural del Cabo de Creus:
El cabo de Creus es el punto más al este de la península ibérica, en la
comarca del Alto Ampurdán, provincia de Gerona. Está declarado desde el año
1998 como parque natural, siendo el único en España con dos zonas, la
marítima y la terrestre, y considerado como el área deshabitada más grande
de la costa mediterránea española.
Su superficie ronda las 14 000 hectáreas, de las que 11 000 son terrestres y
3000 marinas. La zona terrestre se extiende por las localidades de Cadaqués,
Llansá, Palau Sabardera, Pau, Puerto de la Selva, Rosas, Selva de Mar y
Vilajuïga.
Caminata hasta el Cap de Creus
Puedes optar por una caminata, un paseo en coche, en moto, en bici, o
cualquier otra opción que te apetezca y encaje mejor en tu plan.
Probablemente, a los que puedan y quieran, les sea más agradecida recorrer
esta ruta hasta el Cap de Creus a pie.
El paisaje es una maravilla.
La idea es ir por el camino antiguo de Cadaqués. Son unos 11 kilómetros a
lo largo de la carretera y de varios senderos. Por este motivo, hay que
calcular el tiempo que cada uno necesita.
Seguramente andando se invierte todo el día, especialmente si uno se
detiene en las calas -una opción recomendable es cala Jugadora o Guillola-
o a observar la naturaleza, que la hay, y muy bella. Además, el Cap de
Creus es un parque natural con una magia sensacional: el viento
insobornable, las viñas y barracas abandonadas, viejos olivos, las rocas
con mil formas diversas, el Mediterráneo de fondo... es donde los Pirineos
se rinden al mar. En definitiva, es como entrar en otro mundo.
El parque natural comienza en Bol Nou, municipio de Puerto de la Selva, y
termina en la punta de Falconera, antes de Rosas. Numerosas especies
protegidas de plantas y animales únicas en el mundo habitan en todo el
parque. Su costa de gran valor paisajístico, con impresionantes acantilados,
escondidas calas y pequeñas islas, es conocida por los submarinistas como un
paraíso subacuático por su espectacular riqueza submarina.
En la punta del Cabo de Creus se encuentra el mítico Faro de Creus (término
municipal de Cadaqués), lugar donde se rodó la película La luz del fin del
mundo y donde actualmente se encuentra un museo de Geología y una oficina de
Turismo donde se facilita la información para hacer recorridos a pie en el
territorio del parque natural.
8. Un buen pescado a la brasa
Es el punto más oriental de la península Ibérica.
Desde allí, las vistas de la costa, del mar y el horizonte te abren el
pensamiento y la inspiración.
Es todo un placer comerse un pescado a la brasa con hierbas y patatas
hervidas en la terraza del pequeño restaurante.
Lo bordan.
Por lo visto, hace años un inglés quedó hechizado por ese paisaje, compró
una vieja casa de carabineros junto al faro y la transformó en un sencillo
restaurante -donde se sirven arroces, cordero y buey al curry, aperitivos de
todo tipo y lo dicho, un pescado a la brasa suculento - y un lugar de
hospedaje (tiene tres habitaciones muy bien dispuestas).
9. La casa de Dalí en Portlligat
De vuelta desde el Cap de Creus, antes de alcanzar Cadaqués, nos topamos con
Portlligat, celebérrimo lugar donde vivió Salvador Dalí gran parte de su
vida.
Casa de Dalí, Portlligat
Es imposible hablar de Cadaqués y que no aparezca por algún rincón el genial
artista catalán. Allí se inspiró, pintó y vivió con intensidad.
En Portlligat, un refugio de pescadores, se encontraba su casa. Ahora es un
museo, aunque se mantiene casi igual a como la dejó el artista al morir su
adorada Gala. Es un lugar donde se respira una calma total.
Dalí aseguraba que su casa era “como una estructura biológica, una
criatura”, puesto que estaba compuesta por varias barracas que se iban
incorporando con el tiempo a la principal. Es una visita obligada y una
experiencia surrealista en estado puro. Al entrar, te recibe un enorme oso
polar disecado. Vale mucho la pena dedicarle una hora, e incluso mejor, un
par.
10. Castillo de San Jaime
Aunque no se conoce bien su origen, es probable que fuera edificado durante
el siglo XVII y destruido y rehecho en épocas posteriores. Parece que la
torre no tenía funciones defensivas sino únicamente de vigilancia y
señalización.
La construcción actual pertenece al siglo XIX.
Según el autor Pascual Madoz, la fortificación fue destruida por los
ingleses y vuelta a edificar por los franceses durante las guerras
napoleónicas.
Castillo de San Jaime , Cadaqués
El llamado castillo de las Cruces o de San Jaime ha sido entendido muchas
veces como el castillo de Cadaqués; pero en realidad se trata de una
construcción de marcado carácter militar. Según Madoz, servía como fortaleza
para defensa.
Descripción
Está situado en el cerro de las Tres cruces o de San Jaime, en el noreste
del casco antiguo de la población
Se trata de una pequeña fortaleza con una posición dominante sobre la Bahía
de Cadaqués, con el aspecto de una gran torre. La construcción presenta una
planta cuadrada con cuatro pequeños cuerpos adosados, también cuadrados, y
que sobresalen formando baluartes. La entrada al conjunto se da mediante
estas edificaciones, a través de una puerta de arco escarcero.
Dos muros conservan el coronamiento de almenas triangulares, mientras que en
los otros sectores sólo se puede ver el tejado totalmente derrumbado. Hay
tres niveles de pequeñas aspilleras y alguna ventana, hechas de ladrillos.
El tipo de paramento está constituido con cascotes de pizarra y mortero.
El edificio consta de planta irregular, en origen formado por tres cuerpos
adosados, dispuestos alrededor de un patio rectangular delimitado por un
muro de cierre por el lado de levante. El cuerpo de poniente presenta la
cubierta de dos vertientes, mientras que el de mediodía está cubierto por
una terraza
Fortaleza declarada Bien cultural de interés nacional.
11. Casco antiguo e Iglesia de Santa María
Fue construida en el siglo xvii en el centro de la población, en el punto
más alto del núcleo antiguo, rodeada de las callejuelas que dan a Cadaqués
su especial encanto.
Iglesia de Santa María, Cadaqués
Es de estilo gótico y en su fachada, toda ella pintada de blanco, destaca el
campanario, con base cuadrada y parte superior octogonal.
Su retablo de estilo barroco, es de obligada visita.
12. Festival Internacional de Música de Cadaqués
El Festival Internacional de Música de Cadaqués es uno de los
acontecimientos más importantes y representativos de la población. Sirve
como punto de encuentro de afamados músicos, solistas, directores y
compositores.
13. Para comer en la zona
Carrer des Pla d'en Retalla, 1,
17488 Cadaqués España
+34 644 25 86 00
Talla
Riba Pitxot 18,
17488 Cadaqués España
+34 972 25 87 39
Carrer Nou, 1,
17488 Cadaqués España
+34 722 29 68 91
Compartir
Riera Sant Vicenç s/n,
17488 Cadaqués España
+34 972 25 84 82
Miquel Rosset, 8,
17488 Cadaqués España
+33 7 82 62 31 33
y algo mas económicos:
Playa port lligat, Cadaqués España
+34 650 59 50 54
Miquel Rosset, 18,
17488 Cadaqués España
+34 633 93 50 50
14. Qué ver en alrededores de Cadaqués
Tu visita de Cadaqués deberás completarla con otras visitas en sus
alrededores.
Por supuesto, vale la pena conocer la antes citada
casa-museo de Dalí, una muestra más de la genial imaginación del
artista ampurdanés.
Es además uno de los ejes del conocido como Triángulo Dalí de la Costa
Brava, el cual se completa con el museo Dalí de Figueras y el
castillo de Pubol.
Casa Museo Dalí de Portlligat, Cadaqués en Costa Brava
Otro consejo es no dejar de acercarte al
Faro del Cabo de Creus, de 1853, el segundo más antiguo de Cataluña, y lugar idóneo para ver el
atardecer disfrutando de los paisajes de naturaleza del parque natural del
Cabo de Creus.
Y desde el plano cultural, no tienes lejos el
Monasterio románico de Sant Pere de Rodas,
del siglo X, y desde cuyos restos tienes unas excelentes panorámicas del
citado parque natural.
se halla en el término municipal del Puerto de la Selva en la provincia de
Gerona .
Construido en la falda de la montaña de Verdera por debajo de las ruinas
del Castillo de San Salvador de Verdera que le había dado
protección, con una vista excepcional sobre la bahía de Llansá y del Puerto
de la Selva, al norte del Cabo de Creus.
Cerca del monasterio están las ruinas del
poblado medieval de la Santa Cruz de Roda, del que solo queda en pie
su iglesia de estilo prerrománico dedicada a santa Elena.
iglesia prerrománica de Santa Elena
Fue restaurado a raíz de la publicación del libro que presentó el hallazgo y
análisis de un reducido maletín conteniendo reliquias identificables como de
san Pedro Apóstol que en el año 610 fueron alejadas por mar de la ciudad de
Roma donde habían sido veneradas en la subterránea cripta (la Confesión bajo
el altar) de la Antigua Basílica de San Pedro. Allí nunca regresaron.
Dentro de un «maletín» decorado con láminas de hueso, y envuelto con un
delantal a la medida del pontífice Gregorio Magno había diminutos
relicarios. Además incluyó en su interior una ara portátil (con
inscripciones) destinada a celebrar misa los religiosos custodios durante su
travesía marítima, cuando Roma estuvo seriamente amenazada por una invasión.
El lote de relicarios (sin tapa) fue accidentalmente recuperado justo doce
siglos después de su ocultación en el muro de la cripta subterránea bajo el
altar mayor de San Pedro de Roda.
Hasta descubrirse dichas reliquias, era imposible justificar las vastas
dimensiones de la iglesia y del monasterio, al ser un sector muy aislado en
la costa del golfo de Rosas, pero posteriormente se hallaron allí varios
tesoros: Monedas de oro y plata, antiguas baldosas de cerámica, e incluso
pinturas románicas en los muros de un claustro inferior, desconocido hasta
mediados del siglo XX.
Se desconoce el verdadero origen del monasterio, lo que dio lugar en el
pasado a especulaciones y leyendas, como la de la fundación por monjes que
desembarcaron en la zona con los restos de san Pedro y otros santos, que
debían custodiar para no ser profanados por las hordas bárbaras que caían
sobre Roma. Pasado el peligro, el papa Bonifacio IV habría mandado construir
el templo.
Sin embargo, la primera documentación de la existencia del establecimiento
data del año 878 siendo mencionado como una simple celda monástica
consagrada a San Pedro, pero no es hasta el año 945 cuando se considera un
monasterio benedictino independiente, regido por un abad.
Ligado al condado de Ampurias, llega a su máximo esplendor entre los siglos
XI y XII.
En él se celebran jubileos hasta su decadencia en el siglo XVII. Su
importancia creciente lleva a convertirlo en un punto de peregrinaje de la
época. A partir del siglo XVII es saqueado en varias ocasiones y en 1793 fue
abandonado por la comunidad benedictina que se trasladó a Vila-sacra y,
finalmente, se instaló en Figueras en 1809 hasta que fue disuelta. En 1930
fue declarado monumento nacional.
En las excavaciones aparecieron restos del claustro del siglo XI, pinturas
anteriores al siglo XII y la necrópolis del siglo X y siglo XI, entre otros
restos.
El conjunto se construye en terrazas, dada su ubicación.
El claustro del siglo XII es la parte central del conjunto. En torno a él se
distribuyen el resto de construcciones.
Claustro del Monasterio de Sant Pere de Rodas
La iglesia, consagrada en 1022, es el máximo exponente del grupo
arquitectónico.
De estilo románico sin comparación con las corrientes de su tiempo, aunque
sugerente de la arquitectura tardorromana.
Tiene planta de cruz latina con tres naves con bóveda de cañón, que son
delimitadas por una doble columnata con capiteles de influencia corintia. La
doble columnata descansa sobre un alto zócalo y en los laterales, unas
columnas adosadas aguantan los arcos de medio punto que separan las naves.
Las columnas adosadas a los pilares proceden de alguna construcción romana
anterior.
La nave central es espléndida y de gran dimensión, con un deambulatorio en
el ábside, que parece continuarse por las dos naves laterales. Bajo el
ábside se encuentra la cripta.
Esta iglesia sintetiza con originalidad una serie de corrientes
arquitectónicas anteriores, como la carolingia, el prerrománico y las
construcciones romanas, por todo ello es considerada uno de los principales
exponentes del románico en Cataluña.
En la fachada de poniente del monasterio se alza el campanario del siglo
XII, de planta cuadrada y de influencias lombardas del siglo anterior. A su
lado una torre de defensa, o del homenaje, que probablemente se inició en el
siglo X pasando posteriormente por un largo proceso de construcción y
reformas.
Si eres aficionado al enoturismo, te aconsejo que visites la
masía del Celler Martín Faixo,
edificio del siglo XIV que fue una antigua fortaleza del citado monasterio
benedictino, la cual encuentras en lo alto de la sinuosa ruta que desde
Rosas te lleva a Cadaqués.
En la actualidad alberga una bodega familiar que desde 2007 produce vino
ecológico vendimiado a mano en las 16 hectáreas de vides que se extienden
por el parque natural.
Asimismo tienes la posibilidad de alojarte en este enclave rodeado de
viñedos y desde donde tienes bonitas vistas del parque natural y Cadaqués.
Celler Martín Faixo en Cadaqués
15. Otras Rutas Cercanas:
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