lunes, 29 de marzo de 2021

En Ruta por los Castillos de Cuenca (I): Del Castillo de Belmonte al Castillo de Moya

Castillo de Belmonte, Cuenca

Castillo de Moya, Cuenca

Castillo de Alarcón, Cuenca

Castillo de Paracuellos de la Vega, Cuenca

Recinto amurallado de Cañete

Lagunas de Cañada del Hoyo, Cuenca

Cuenca es una provincia muy escasamente poblada en la actualidad, pero por ella han pasado y habitado grandes pueblos y civilizaciones como los romanos, visigodos, árabes y cristianos medievales.

Todos ellos nos han dejado un legado monumental de primer nivel.

En absoluto es una tierra uniforme y monótona, sino muy variada en paisajes y monumentos. En este último aspecto, resulta llamativo su protagonismo gracias a los importantísimos yacimientos arqueológicos romanos que están siendo excavados (Segóbriga, Valeria...)

También, disperso por sus tierras, existe uno de los más meridionales y desconocidos focos del arte románico rural de España.

En el apartado de castillos tampoco Cuenca decepciona pues cuenta con un gran número de ellos, algunos tan bien conservados que han sido empleados como paradores nacionales o para rodar míticas películas de cine.

Como ocurre con otros lugares de España, las rutas por los castillos de Cuenca nos permite visitar parajes de gran belleza. No son despreciables tampoco, los hermosos paisajes que se otean desde sus torres o adarves.

Indice:


1. Como Llegar a Belmonte:
                                                              

Desde Madrid:

Por Carretera de Valencia (145 kms): 
Autopista A-3 en dirección Valencia. Coger la salida 104 (Saelices-Segóbriga) Seguir indicaciones a BELMONTE. Hay que pasar por La Puebla de Almenara, Tresjuncos y Osa de la Vega.

Por Carretera de Andalucía (175 kms): 
Coger la A-4 hasta Ocaña, luego la AP-36 dirección ALBACETE, hasta la salida de Mota del Cuervo. Atravesar Mota y seguir en dirección a Belmonte.

DESDE VALENCIA

A dos hora y media (240 kms.)

Autopista A-3 en dirección Madrid. Coger la Salida 154 a la altura de La Almarcha (señalizado N-420/Mota del Cuervo). Hay que pasar por Villagordo del Marquesado y Villaescusa de Haro.

2. Algo de Historia:

En la provincia de Cuenca podemos encontrar numerosos castillos que puedes visitar, ya que cuenta con un gran número de castillos, fortalezas, fortificaciones o torres que podemos visitar por toda la provincia de Cuenca y que son dignos de conocer por su extensa historia. 

Los hay en un estado de conservación excepcional gracias a diferentes restauraciones y otros que han sufrido más el paso de los siglos.

Ver estas fortificaciones es un divertido y curioso plan para todas las edades, ya que se puede revivir parte de la historia que esconden y dejar volar la imaginación para intentar entender las batallas que se libraron en esta parte de Castilla.

3. Este es el Croquis de nuestra Ruta:

   

Iniciamos nuestro recorrido en:

4. Belmonte, viaje en el tiempo a La Mancha del siglo XV

Lo de Belmonte no se trata únicamente de un pueblo con castillo. Más bien se trata de una máquina del tiempo en constante funcionamiento capaz de trasladar a sus visitantes a un instante cualquiera del siglo XV. 

Un fabuloso viaje a la época en la que el intrigante Don Juan Pacheco, primer Marqués de Villena y tercer Señor de Belmonte, ya mandaba en Castilla más que el propio Rey Enrique IV y traía de cabeza a su enemiga irreconciliable la futura Reina Isabel la Católica. 

Nacido en el antiguo palacio de Don Juan Manuel, Pacheco mandó erigir sobre una colina un castillo mayúsculo en estilo gótico-mudéjar que sería no sólo un poderosísimo fortín manchego sino también su morada más querida. 

También fue el responsable de la construcción de la Colegiata de San Bartolomé, a la que otorgaría tratamiento catedralicio y daría sepultura a sus padres y abuelos. 

A sus pies se fue apostando un reguero de callejuelas estrechas de muros blancos y empinadas cuestas del que fue, es y será considerado con justicia uno de los pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha.


Belmonte, con un centro histórico gobernado por la monumentalidad y un delicado equilibrio urbano donde predomina el color blanco, es la definición perfecta para una de las escapadas favoritas en La Mancha. 

Un emplazamiento que ofrece grandes experiencias que vivir alrededor de sus gruesas murallas medievales. Precisamente para los futuros viajeros a esta belleza conquense he reunido una serie de consejos y lugares imprescindibles que ver en Belmonte con el objeto de aprovechar al máximo la estancia. ¿Te apuntas a este paseo virtual?

Belmonte, morada de poder 

Notables personajes habitaron Bellomonte o Belmont, forma a la que se refieren antiguos escritos cuando hablan de esta población manchega. Y, aunque se saber por restos arqueológicos de su pasado visigótico y árabe, sería en el siglo XIV cuando empezara a definirse Belmonte como un lugar importante. 

El infante Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X El Sabio y autor de obras moralizantes como “El Conde Lucanor”, quien atesoró múltiples títulos nobiliarios en tierras castellanas, fue el encargado de amurallar Belmonte y levantar un alcázar, al que convertiría en un palacio. 

Casi un siglo después en este suntuoso edificio situado en un alto de la villa nacería precisamente Juan Pacheco en 1419, así como su hermano menor Pedro Girón cuatro años más tarde.


La Historia convertiría a Pacheco en uno de los personajes más influyentes del reino de Castilla hasta su muerte en 1474. Este poderoso “ricohombre” medró en la Corte hasta hacer del Rey Enrique IV un vulgar títere. 

Sabedor de la pusilanimidad del monarca creció en títulos nobiliarios hasta ser, nada menos, que el Adelantado Mayor de Castilla, Primer Marqués de Villena, Primer Conde de Xiquena, Primer Duque de Escalona e incluso Maestre de la Orden de Santiago. Y, heredado por su madre, el tercer Señor de Belmonte. 

Su abuelo, Juan Fernández Pacheco, lo había recibido como galardón en tiempos de Enrique III por ser “persona importante para la guerra”. 

Ahí era donde el Marqués de Villena tuvo acogotada a la Casa Real, en la ostentación de un poderoso ejército y un territorio inmenso del que se sentía dueño. 

El considerado como azote de los Trastámara también tuvo tiempo de amargar a la Reina Isabel I de Castilla (defendió la sucesión del Reino a Juana “la Beltraneja”). 

No se puede decir que Juan Pacheco no lo hizo todo para que Isabel no reinara ni se casara con Fernando de Aragón, a quien intentó venderle que lo mejor era que contrajera nupcias con una de sus hijas sin más objetivos que agrandar su poder.

 Tanto Juan Pacheco como Pedro Girón aparecen mencionados pero sin ser nombrados por Jorge Manrique en las “Coplas a la muerte de su padre” donde se refiere a ellos de la siguiente manera “E los otros dos hermanos, maestres tan prosperados como reyes, c’a los grandes e medianos truxieron tan sojuzgados a sus leyes.” 

Además el interés por el personaje de Juan Pacheco se ha acrecentado en los últimos años tras la emisión de la serie de Isabel en Televisión Española donde el público disfrutó en cada capítulo de las intrigas sucedidas entonces y que nada tienen que envidiar a las de la afamada Juego de Tronos.


Pero Belmonte vio la luz con Pacheco, ya que éste se encargó de levantar un grandioso castillo en lo alto del cerro de San Cristóbal, a la vista de su palacio natal, así como la Colegiata de San Bartolomé. Para ello se sirvió de arquitectos como Hanequín de Bruselas y Juan Guas. En el siglo XVI Belmonte vería nacer además a personajes de la talla de Fray Luis de León, alargándose el período de esplendor de la localidad conquense. 

Si bien el castillo fue deteriorándose hasta llegar a comienzos del siglo XIX a un abandono que le dejó en ruinas hasta que fue recuperado y rejuvenecido por la Emperatriz Eugenia de Montijo, quien añadió nuevos elementos al edificio. 

Tras un difícil siglo XX se restauró en 2010, abriéndose al público y la industria turística no tardó en reconocérselo. Desde entonces Belmonte, y no sólo por su castillo, ha sido considerado por muchos el pueblo más bonito de Castilla-La Mancha (la última vez en 2016) . 


Y en un entorno que apareció en películas (como El Cid de Charlton Heston) se celebra todos los años Torneo Internacional de Combate Medieval donde decenas de luchadores ataviados con armaduras, espadas y lanzas se baten en diversas disciplinas. 

Aunque últimamente no sólo se dejan ver guerreros medievales sino también a gente disfrazada de los Tercios de Flandes, convirtiéndose Belmonte en un perfecto viaje en el tiempo en el que el decorado no puede gozar de mayor acierto.

¿Qué ver en Belmonte? 

Belmonte se constituye como un destino excepcional para escapar de la rutina y retroceder quinientos años en el tiempo. 


Yendo al grano… ¿Cuáles son esos imprescindibles que tienen que formar parte de una visita a Belmonte? 

Adelante, que vamos a dar un paseo juntos por la localidad:

Visita el castillo gótico-mudéjar de Belmonte

El gran protagonista de toda escapada belmontina que se precie es su característico castillo de estilo gótico-mudéjar sostenido por los siglos en el cerro de San Cristóbal. Si no accedes a él para subirte a sus murallas y conocer su interior completamente musealizado no deberías atreverte tachar Belmonte de tu lista. 

Una planta completa está dedicada a la época medieval y, más concretamente, a la de su nacimiento bajo la batuta de Juan Pacheco, del que se conserva su dormitorio con un artesonado en el techo capaz de trasladarte a las mil y una noches. 

Más arriba son los dominios decimonónicos que nos llevan a otra de sus moradoras ilustres, la Emperatriz Eugenia de Montijo. 

Conviene aclarar que muchos de los muebles y obras de arte expuestos, sobre todo los de la zona “Pacheco” no formaron parte nunca del castillo y fueron traídos tras la reapertura al público tras una larga restauración en 2010.

HORARIOS Y PRECIOS DE ENTRADA AL CASTILLO DE BELMONTE

Los horarios varían en función de las fechas de visita:

Del 10 de enero al 28 de febrero: De martes a viernes por las mañanas de 11:00 a 14:00 y tardes cerrado. Sábado y domingo de 10:00 a 14:00 tardes de 15:30 a 18:30. (Lunes cerrado).

Del 1 de marzo al 28 de abril: Todos los días de 10:00 a 14:00 y tardes de 16:00 a 19:00. (Lunes cerrado).

Del 29 de abril al 14 de septiembre: Todos los días de 10:00 a 14:00 y de 16:30 a 20:30. (Lunes cerrado salvo en agosto que también abre).

Del 15 de septiembre al 31 de diciembre: Todos los días de 10:00 a 14:00 y de 15:30 a 18:30. (Lunes cerrado así como en el día de Navidad y de Año nuevo)

El precio de la entrada general es de 9€ (+1€ en puentes) y 5€ para niños de 5 a 12 años (+1€ en puentes, niños menores de 5 años no pagan). Más información actualizada en castillodebelmonte.com.

Asómbrate con el interior de la Colegiata de San Bartolomé

Belmonte no tiene catedral propiamente dicha pero nadie duda de que su Colegiata del siglo XV lo tiene todo para serlo. Don Juan Pacheco la mandó erigir sobre los restos de un templo visigodo junto al Palacio del Infante y con unas vistas privilegiadas al castillo.

 La religiosidad convertida en arte sacro permite descubrir numerosas obras entre las que se encuentra incluso la firma de Salzillo. También cuenta con los sepulcros en alabastro de los padres y abuelos de Pacheco, iniciadores de una poderosa y larga saga familiar y, por supuesto, la joya de la corona, un fabuloso coro historiado en madera de Hanequín de Bruselas y Egas Cueman. 

La forma de narrar episodios religiosos a través de la madera de los asientos del coro es soberbia. En el templo además se conserva la pila en la que fue bautizado Fray Luis de León. No cabe duda que son muchas y buenas las razones por las que entrar a la Colegiata de San Bartolomé se ha convertido en uno de los esenciales de Belmonte.

Colegiata de San Bartolomé, Belmonte

La Colegiata de Bartolomé abre sus puertas a diario salvo domingos por la mañana y lunes (excepto cuando estos son festivos) de 11:00 a 14:00 y de 16:30 a 19:30 de abril a octubre, mientras que de noviembre a marzo lo hace de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:30.

Palacio del Infante Don Juan Manuel, Belmonte

El viejo Alcázar del siglo XIV mandado erigir por el infante Don Juan Manuel fue el lugar de nacimiento de Juan Pacheco. 

Todavía se pueden visitar interesantes restos arqueológicos entre los que destacan los restos de un convento de monjas dominicas que se levantó in situ en el siglo XV. 

Ahora el alcázar es un hotel de cuatro estrellas (Palacio del Infante Don Juan Manuel Hotel Spa) con un claustro magnífico y alma de Parador, aunque no lo sea. 

Y con vistas al castillo, por lo que más no se puede pedir.

Recorre la muralla medieval y conoce sus puertas más emblemáticas

Poco después de la Reconquista comenzó a construirse una muralla para proteger la ciudad, algo que continuó en tiempos del Infante Don Juan Manuel rematándose con la construcción del castillo de los Pacheco ya bien metidos en el siglo XV. 

El cinturón defensivo que bordeaba la ciudad contaba con cinco puertas que se abrían y se cerraban cada día, tres de las cuales continúan utilizándose como acceso a la villa y que son:

La Puerta del Almudí: 

Junto al viejo pósito (era un depósito de grano con el que contaba la villa en la que se hacían préstamos en condiciones favorables a los vecinos más pobres). Allí estuvo situada la picota o rollo, de ahí que otro de los nombres por los que fue conocida es “la puerta del rollo”. Guarda un Cristo relativamente reciente (mediados del s. XX).

La Puerta de la estrella: 

Hace referencia a la existencia de una antigua judería fuera de la muralla a la que eran obligados a vivir a los judíos. Sobre la misma se encuentra una estatua de “la Virgen de la Estrella”.

 La Puerta de Chinchilla: 

La más monumental de todas con dos torreones almenados. Por ella entrarían los Reyes Católicos en 1488 cuando se dirigían al castillo.

En realidad hay otra puerta más situada al norte de la villa como es la de San Juan, aunque se conserva apenas un fragmento de la misma (un pequeño torreón y una jamba). Al oeste se encontraba la “Puerta Nueva” pero que el nombre no lleve a engaño, porque de la misma no queda absolutamente nada.

Callejea por el casco viejo de Belmonte y déjate llevar

Belmonte guarda muchos secretos intramuros. Para ello te recomiendo que te dejes llevar (o te lleven) por las callejuelas del casco histórico y disfrutes de una armonía urbana que cada vez se hace más complicado encontrar hoy día. A través de grandes fachadas con ventanales protegidos por rejas uno puede presenciar la huella de los mejores años de Belmonte.

 O, por ejemplo, buscar la casa natal de uno de los hijos más ilustres de la villa, Fray Luis de León, relativamente cerca de la Colegiata. 

También las ruinas del Hospital de San Andrés que mandara construir para los pobres a principios del siglo XV Juan Fernández Pacheco, el abuelo de Don Juan Pacheco, aunque su estado de conservación actual resulta del todo preocupante. 

O la hermosa plaza que antes era uno de los patios del convento de los jesuítas (edificio destinado a diferentes propósitos), sin olvidarnos del convento de los Trinitarios en la calle Lucas Parra. 

Aunque te aseguro que lo mejor es perderte y disfrutar de su laberinto de casas blancas.

Tanto en Belmonte como en otros lugares cercanos a la localidad se organizan visitas guiadas de distintas temáticas (incluso a medida). 

Por ejemplo, los sábados sale de la puerta del castillo un grupo para una visita de aproximadamente 3 horas (castillo, colegiata y casco viejo) por un precio de 15€. 

Para más información y reservas con antelación entra en la web www.turismobelmonte.es/visitas-guiadas/ o envia un e-mail a info@turismobelmonte.es (Teléfono 644931650).

Llama a las puertas del siglo XV en la Casa Bellomonte (y conviértete en un personaje de época)

En el número 20 de la calle Lucas Parra hay una casa convertida en una auténtica máquina del tiempo. 

Decía en el título que Belmonte era un viaje a La Mancha del siglo XV. Pues en la Casa Bellomonte se puede cumplir de manera literal. 

Con todo detalle se ha recreado una casa real de esta época a través de muebles y objetos que se utilizaban en los tiempos en los que Juan Pacheco mandó construir su gran castillo. 

Acompañado por “personajes” anónimos de época (un armero, una boticaria, etc.) es posible comprender cómo era la vida cotidiana de un burgués de la época. 

La cocina (con cueva), el telar, la armería (con réplicas de armas del s. XV) o las habitaciones de la segunda planta son parte de la visita, aunque lo mejor está en la pasión que le ponen los “dueños de la casa” para mostrarte cómo es (y no era) su vida al final de la Edad Media, que es donde te llevan sin que te des apenas cuenta. 

Es una actividad que lleva a cabo una asociación cultural que pretende difundir su conocimiento a través de un sistema puramente experiencial y tangible.

Funciona sábados, domingos y festivos de 11:00 a 14:00 horas y de 17:30 a 19:30 h. Información y reservas en el e-mail casabellomonte@gmail.com y a través del teléfono 659 32 16 96.

Asiste a un combate medieval

Belmonte se ha convertido en la capital española de la lucha medieval. Desde hace años ha sido sede del Torneo Nacional de Combate Medieval así como del Campeonato Mundial. 

Para la ocasión la villa es una representación histórica en sí misma y se pueden ver justas a caballo o peleas de espadachines. 

El realismo con el que se llevan a cabo las muchas disciplinas relacionadas con el combate medieval se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la localidad conquense, que multiplica su población durante los fines de semana en que se celebran los campeonatos.

Además cada año no faltan las Jornadas de Recreación Histórica en el que todo Belmonte se pone patas arriba para volver al siglo XV.

Contempla un precioso atardecer en un molino de viento

Apenas a 500 metros de subida desde el Palacio del Infante Don Juan Manuel destaca una colina en la que ha habido molinos de viento desde hace siglos.

Hay restos de unos cuantos pero al extremo destaca el Molino “El Puntal” que conserva su maquinaria y en diversas jornadas permite ser testigos de la molienda. 

Se puede visitar su interior, entender cómo funciona un molino de viento y, para más inri, representa el punto ideal de Belmonte para ver atardecer sobre el pueblo y la llanura manchega.

    

5. y para Comer en Belmonte:

La Alacena de Belmonte
Calle de San Juan del Castillo 35, 
16640 Belmonte España
+34 617 58 45 68

Restaurante La Muralla
Calle OSA DE LA VEGA, 1 LOCAL, 
16640 Belmonte España
+34 967 17 10 45

Palacio Del Infante Don Juan Manuel Hotel Spa
C/ Dos Maestres 1 - 3, 
16640 Belmonte España
+34 967 17 07 84

y para comenzar nuestra ruta de los castillos, 

Castillo de Belmonte

En Belmonte está uno de los castillos mejor conservados de Castilla-La Mancha y de todo el país, además de ser uno de los pueblos más bonitos de Cuenca. 

Castillo de Belmonte, Cuenca

Este conjunto amurallado se erige en torno a un patio con 6 puntas.

Dispone de una barrera de artillería, la línea de la muralla en excelente estado, 3 puertas originales y unas estancias interiores rehabilitadas que recrean las estancias medievales.

Información sobre horario y tarifas:

La tarifa general son 9€ (1€ más en agosto, Semana Santa y los puentes)
Hay tarifa reducida para grupos y niños

Castillo de Belmonte, Cuenca

Permanece cerrado los lunes

El horario varía a lo largo del año. Más información en su página web.

Gracias al juego de volúmenes de su cerca exterior y estructura interior, el castillo de Belmonte es uno de los más fotogénicos y pintoresco de España.

Es obra del Maestro Hanequín de Bruselas para uso como castillo - palacio del marqués de Villena, Juan Pacheco, Se inició en 1456 y las obras duraron hasta finales del siglo XV.

Plano del Castillo de Belmonte, Cuenca

Tras un abandono secular, el castillo de Belmonte fue restaurado en el siglo XIX por Eugenia de Montijo y su sobrino el duque de Peñaranda. 

Hoy es propiedad particular.

En este castillo se han rodado importantes películas, la más conocida fue "El Cid" de Charlton Heston y Sofía Loren, en el año 1961.

Su planta es pentagonal, aunque por la anchura de sus galerías laterales el aspecto que muestra es de una extraña y original estrella con torreones en sus vértices.

Además del impecable aspecto arquitectónico del castillo, el visitante debe fijarse en la decoración tardogótica de algunas dependencias, en especial de la llamada "Galería de la Zona de Gobierno".


También podrá hacer un recorrido por los adarves del castillo y contemplar bellas panorámicas de la población de Belmonte y de la Mancha conquense.

   

  6. Castillo de Haro 

Siglo XIII, se encuentra pintorescamente encaramado en un alto cerrete que vigila amplios y limpios campos manchegos 

El castillo de Haro se encuentra a las afueras del municipio de Villaescusa de Haro, sobre un cerro que domina la vega del río Záncara, a mitad de camino entre los de Belmonte y Garcimuñoz.

La historia conocida de este castillo, muy bien documentada por su actual propietario, se remonta a finales del siglo XII. En el año 1177 el rey Alfonso VIII recupera las plazas de Cuenca y Huete, y en el 1184 la de Alarcón, tras nueve meses de sangriento asedio. 

La dureza del enfrentamiento se justifica por la importancia estratégica de la zona, un enclave situado entre los reinos de Toledo y Murcia, zona de seguridad fronteriza de los reinos de Aragón y Castilla, y cruce de los ejes de comunicación de la costa del Levante al Valle del Guadalquivir, y de las mesetas del Guadiana a la del Tajo

Para consolidar su control sobre la zona, Alfonso VIII la repuebla con cristianos traídos de Extremadura, concede señoríos a los capitanes que más destacarían en la campaña y, para asegurar neutralidad frente a ambos reinos, concede importantes derechos en la zona a la Orden de Santiago que, con centro en la vecina Uclés, instalan en Alarcón un hospital para redención de cautivos. 

De entonces datan la reconstrucción de los grandes castillos de Alarcón, Belmonte y Garcimuñoz, y el más pequeño castillo de Haro. En el de Alarcón estableció su corte y desde aquí preparó en el año 1211 la histórica batalla de Las Navas de Tolosa, que fue decisiva para la expulsión de los almohades y el definitivo control de Castilla por las tropas cristianas.

El castillo de Haro fue construido por Don Diego López de Haro, Alférez Mayor de Castilla y Señor de Vizcaya. Los derechos de Haro quedan formalizados mediante el Forum Fari o Fuero de Haro, actualmente conservado en la Biblioteca de El Escorial, datado a principios del siglo XIII. 

El Fuero de Haro fue otorgado a la población y su castillo por Dicacus Lupus, término latino por Diego López, y está glosado en sus márgenes con abundantes comentarios en latín y en lengua romance del siglo XVIII, lo que prueba su utilización incluso en fechas en que el castillo tenía ya siglos en desuso.

Don Diego López de Haro murió en 1214, poco después de Las Navas de Tolosa, batalla en la que seguramente participó, así como en la toma de otros castillos como los de Alcalá, Garaden, Surcacia y Xorquera, en expediciones realizadas por Alfonso VIII con unos pocos caballeros y peones de Transierra. A su muerte, el Castillo pasa a manos de la Orden de Santiago quien lo reconstruyó en el siglo XV, dándole la forma que vemos hoy día.(1)

Construcción militar renacentista, su alzado rotundo y sus torres circulares nos permiten disfrutar de la singularidad de esta fortaleza del siglo XV, que conserva su disposición original. De planta cuadrada, y con cubos circulares en cada esquina. A su alrededor se aprecian restos de un muro

Algo parecido ocurre con el castillo de Cañada de Hoyo. Curioso es el de Torrefuerte de Salvacañete, de propiedad particular. En Moya hay restos del castillo y su muralla, etc.

ACCESO AL CASTILLO

Acceso libre. Se llega al mismo por el Camino de Ossa de la Vega. Recomendamos preguntar a los vecinos, pues no se divisa a simple vista.

7. Castillo de Garcimuñoz

Castillo de Garcimuñoz, Cuenca

Tras los dos primeros, este es otro de los castillos mejor conservados de Cuenca. Esta fortaleza del siglo XII le debe su aspecto actual al infante don Juan Manuel y a don Juan Pacheco, pero tuvo que volver a ser rehabilitado antes de abrir sus puertas al público.

Su portada original es de estilo gótico isabelino y, atravesándola, se puede contemplar su patio de armas lleno de esculturas que alberga un centro cultural. Desde lo alto de sus torres se tienen las mejores vistas de su entorno.

De espaldas a la autovía Madrid-Valencia está el pueblo Castillo de Garcimuñoz. El pueblo se llama así precisamente por su gran castillos levantado el infante Don Juan Manuel.

En el siglo XV fue rehecho por el Marqués de Villena.

Su estado es de ruina consolidada. Es de planta cuadrada con muros de más de tres metros de espesor con cubos de planta circular en las esquinas. El material es sillarejo y mampostería. Las almenas desaparecieron al desmocharse a finales del siglo XV en tiempos de los Reyes Católicos.

Lo más hermoso es la puerta de estilo gótico-isabelino abierta en el lienzo nordeste, cuya línea rompe, y forma un recodo con el mismo en forma de ángulo recto.

Como curiosidad, hay que decir que la iglesia parroquial, de comienzos del siglo XVIII, se encuentra construida en el interior y los cuerpos superiores del campanario -incluyendo el cuerpo de campanas- fue construido sobre uno de los cubos del castillo.

Frente al Castillo de Garcimuñoz fue herido el poeta Jorge Manrique en el año 1477, durante las luchas nobiliarias del reinado de Juan II.

El castillo fue rehabilitado hace pocos años por Izaskun Chinchilla, transformando por completo el interior del castillo y haciendo más accesible la visita, destacando el patio de armas, creando unas estructuras metálicas con cristales de colores y basadas en la naturaleza que genera un bosque.


ACCESO AL CASTILLO

Existe un parking de autocaravanas junto a la fortaleza que posibilita al visitante la opción de pernoctar en la zona.

Los datos de contacto son:

- Teléfono: 660535647
- Email:fortalezacastillogarcimunoz@gmail.com

Información sobre horario y tarifas:

Abierto de miércoles a domingo de 10:30 a 14:00h y de 15:30 a 19:30h
La entrada general son 5€ y la tarifa reducida para grupos, jubilados, parados y niños es de 4€

8. Castillo de Alarcón



El castillo de Alarcón es hoy un Parador Nacional de Turismo y fue declarado Bien de Interés Cultural. Esta antigua fortaleza de origen árabe está ubicada sobre un meandro del río Júcar y data del siglo XII.

Alarcón es una ciudad privilegiada desde el punto de vista de su patrimonio monumental. 

Es de esas encantadoras poblaciones con verdadero sabor medieval y renacentista que es visitada con deleite por un gran número de turistas.

Además de su portentoso castillo, hay que destacar algunas de las muestras del tardorrománico más meridional de España ( Ermita de la Virgen de la Orden e iglesia de Santo Domingo de Silos) y una buena colección de iglesias monumentales, como la parroquia renacentista de Santa María o la iglesia de Santa Trinidad, con portada plateresca, etc.

Alarcón se asienta en una peña rodeada casi completamente por el río Júcar. 

Fue asentamiento romano, visigodo y posteriormente árabe. Fue reconquistada en 1184 por el Capitán de Alfonso VIII, Fernán Martínez de Ceballos. Actualmente su castillos es empleado como Parador Nacional "Marqués de Villena".


El istmo de tierra que une Alarcón con los campos abiertos del este, único lugar de acceso, es defendido inicialmente por dos recias torres albarranas pentagonales con todo un repertorio de muros y puertas protegidas.

En total son tres los recintos amurallados concéntricos y zigzageantes con fosos los que rodean al castillo propiamente dicho.

El castillo en sí, corona la parte más alta del peñón donde se asienta toda la villa y, precisamente, en su parte más oriental. Tiene altos muros, cubos semicirculares en algunas esquinas, cuadrados en otras y una torre de homenaje de planta cuadrada, con doble línea de almenas.

En otro monte contiguo hay otras dos torres también albarranas que completan este casi inexpugnable complejo militar. Son la "Torre de Alarconcillo" y "Torre del Cañavate".

Se puede visitar todo el conjunto, en el que destaca la torre del homenaje renacentista, otras torres de menor tamaño, su mirador y sus 3 líneas de murallas. Además, se pueden atravesar muchas de sus puertas muy bien conservadas.

Información sobre horario y tarifas: la visita al castillo de Alarcón es libre y gratuita.

 

9. Comer en Alarcón: 

La Cabana de Alarcon
Calle Conde Alvaro de Lara 21, 
16214 Alarcón España
+34 969 33 03 73

Restaurante Parador de Turismo Marques de Villena
Avda. Amigos de los Castillos, 3, 
16213 Alarcón España
+34 969 33 03 15

La Tienda
Calle del Doctor Tortosa 25, 
16214 Alarcón España
+34 969 87 50 42

10. Castillo de Enguídanos

Enguídanos, además de tener piscinas naturales perfectas para refrescarse en los duros veranos conquenses, tiene un imponente castillo en lo alto del cerro.

Castillo de Enguídanos, Cuenca

Se encuentra en un escarpado cerro, a unos 734 m. de altitud.

Construido por los árabes sobre la base de un castro íbero-romano entre los siglos X y XI, su misión primordial fue la defensa avanzada de los reinos levantinos.

En cuanto a la estructura, su planta es casi rectangular, con 3 cubos en las esquinas con forma de "D". 

A partir de su construcción comenzaron a asentarse alrededor los primeros habitantes, dando lugar al nacimiento del Barrio de la Virgen, al Barrio San Blas, a la Plaza Mayor, al Barrio Cuenca y a la Umbría.

Castillo de Enguídanos, Cuenca

Tras la reconquista cristiana perteneció primeramente al Marquesado de Villena, y posteriormente al de Moya.

Fue en los siglos XIV y XV cuando se termina su edificación, con elementos góticos defensivos y elevando más la altura de la Torre del Homenaje.

La restauración nos permite disfrutar de esta fortaleza en casi todo su esplendor, formando un castillo a caballo entre el estilo gótico y el renacentista.

Accederemos por su puerta norte, con arco de medio punto sobre la entrada. La muralla conserva tres torres reforzando las esquinas. 

La torre principal tiene forma de D, semicircular por el exterior y plana en el interior. 

Si observamos el perímetro, las torres asoman por fuera de la muralla en semicírculo: la razón es que así resistían mejor los cañonazos, frente a la torre de planta cuadrada medieval, cuando aún no se usaba la pólvora.

Durante los siglos XIV y XV se le dotó de su aspecto actual, elevando la torre principal para cumplir funciones de vigía.

Castillo de Enguídanos, Cuenca

Enguídanos fue elegido desde antiguo para erigir castillos. 

Desde los siglos V al III a.C., I y II Edad del Bronce, se asentó en el cerro Cabeza Moya un castro celtíbero. En su yacimiento se han encontrado habitaciones, cerámicas griegas y monedas romanas.

Esta fortaleza defensiva de gruesos muros data del siglo XI y conserva 3 de sus torres gracias a una remodelación parcial.

Información sobre horario y tarifas: el acceso al castillo de Enguídanos es libre y gratuito.

y para comer en Enguidanos:

Meson Los Carriles
Calle Leonardo Lujan 113, 
16372 Enguídanos España
+34 969 34 49 60

11. Castillo de Villora

Este castillo de origen árabe conserva su torre albarrana de 4 plantas que data del siglo XII, aunque tenga añadidos góticos en la cornisa. Durante las Guerras Carlistas fue incendiado por la resistencia que mostró en pueblo de Villora en favor de Isabel II.


Como plan complementario, muy cerca del castillo de Villora está la playeta del río Cabriel, el lugar perfecto para organizar un picnic y darse un baño en el verano.

Información sobre horario y visitas: el acceso al castillo de Villora es libre y gratuito.

12. Castillo de Paracuellos de la Vega

Castillo de Paracuellos de la Vega, Cuenca

Coordenadas 39°43′20″N 1°47′19″O

El castillo de Paracuellos es una fortificación ubicada en el municipio español de Paracuellos, en la provincia de Cuenca. Cuenta con el estatus de Bien de Interés Cultural.

Ubicado en el municipio conquense de Paracuellos de la Vega, en Castilla-La Mancha, se levanta en un alcor, formando un eslabón de la cadena defensiva a la que dio origen la conquista de Cuenca por Alfonso VIII. 

Castillo de Paracuellos de la Vega, Cuenca

No ocupa el lugar más alto de la loma, pero sí el corte que protege el barranco que domina el valle. 

Fue donado, junto con el castillo de Monteagudo de las Salinas, a la iglesia-catedral de Cuenca y a sus obispos en 1187, por el rey Alfonso VIII.1

De planta trapezoidal, a él se accede por un camino labrado en la roca. Su construcción es a base de sillarejo esgrafiado con sillares en las esquinas, mientras que dinteles de puertas, ventanas, arcos y aspilleras están construidos con piedra del lugar. Consta de tres recintos concéntricos, conservándose del exterior toda la base de la muralla y dos cubos almenados. 

Al segundo recinto se accede por una única puerta y se mantiene en pie toda la base del recinto con tres cubos. En el interior se halla la torre maestra, de planta pentagonal al exterior y cuadrada en el interior.1

Al pie del castillo se conservan las ruinas de lo que fue el antiguo pueblo y en donde hasta el siglo xvi existía una población avecindada. Allí se encontraba la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, construida entre 1529 y 1537, de la cual no se conserva ningún resto.​

13. Castillo de Cardenete

Castillo de Cardenete, Cuenca

Catalogación Bien de Interés Cultural (genérico)
Localización Cardenete (España)
Coordenadas: 39°46′08″N 1°40′58″O
Construcción siglo XVI

El castillo de Cardenete es una fortificación del municipio español de Cardenete, en la provincia de Cuenca.

Descripción

El inmueble se encuentra en el término municipal conquense de Cardenete, en Castilla-La Mancha. Su construcción, que se remonta a la primera mitad del siglo xvi, fue promovida por Andrés Cabrera,​ primer marqués de Moya. Fue fortificado durante la Primera Guerra Carlista.​

La fortaleza podría haber quedado protegida de forma genérica el 22 de abril de 1949, mediante un decreto publicado el 5 de mayo de ese mismo año en el Boletín Oficial del Estado con la rúbrica del dictador Francisco Franco y del ministro de Educación Nacional José Ibáñez Martín, que sostenía que «Todos los castillos de España, cualquiera que sea su estado de ruina, quedan bajo la protección del Estado».​

14. Castillo de Monteagudo de las Salinas

Castillo de Monteagudo de las Salinas, Cuenca

A pesar del estado de ruinas del castillo de Monteagudo de las Salinas, sigue siendo uno de los principales monumentos del tranquilo municipio que le da nombre. 

Esta antigua fortaleza es una parada obligatoria en la ruta de los castillos en Cuenca que tienes que visitar y sus vistas no dejan indiferente a nadie.

Su origen puede datarse del siglo XII, apareciendo mencionado en un documento de 1187 mediante el cual fue donado por Alfonso VIII al obispo de Cuenca, junto al cercano castillo de Paracuellos de la Vega. 

Castillo de Monteagudo de las Salinas, Cuenca

Los restos actuales datan de los siglos XIV y XV a medio camino entre fortaleza medieval y renacentista.

Este castillo se levantó sobre un destacado cerro en forma de cono truncado y tenía una planta irregular que se adaptaba al terreno en el que se asentó. 

Presentaba varios torreones en su perímetro y una única puerta de entrada. 

El interior está ahora diáfano, con sólo los restos de un aljibe en el centro del patio. 

Desde sus murallas se puede contemplar una amplia panorámica de la sierra y los pinares circundantes.

Su estado es ruinoso, conservándose solamente parte de sus murallas y algunos torreones. Como curiosidad, de este pueblo partía la Ruta de la Lana, variante del Camino de Santiago que recogía a los peregrinos de Valencia, llevándolos hasta Burgos.

Información sobre horario y tarifas: el acceso al castillo de Monteagudo de las Salinas es libre y gratuito.

15. Castillo de Cañada del Hoyo

En tiempos de los musulmanes este paraje fue atalaya y alquería. Su función fue la de vigilancia, por convertirse en frontera de los almorávides con la Castilla de Alfonso VI. 

Castillo de Cañada del Hoyo, Cuenca

A partir del 1178, después de la toma definitiva de Cuenca por el Rey Alfonso VIII, lo que fue atalaya se convierte en castillo por formar parte de la línea estratégica entre los reinos de Castilla y los taifas de Albarracín, Alpuente y Valencia y, tras la toma de Teruel, pasó a formar parte de la línea que se conocería durante mucho tiempo como frontera de arena. 

En el año de 1291, perdió su carácter de realengo y pasó a ser propiedad, con D. Juan Núñez de Lara, del Señorío de Molina.

Será en el año 1403, con el matrimonio de D. Diego Hurtado de Mendoza con Dña. Beatriz de Albornoz, cuando este castillo pasó a ser de la responsabilidad del Señorío de Cañete.

Tras un breve espacio de tiempo, se pasó a un nuevo período de turbulencias señoriales provocadas principalmente por el señorío de Villena frente a la Corona. En este tiempo, la fortaleza se remoza y se refuerza el perímetro con almenas y torres con señas de identidad de Juan de Pacheco (el emblema está en la torre de planta octogonal) como primer marqués de Villena y Maestre de Santiago. 

Por este motivo, su torre cuadrada en forma de D, sirvió como prototipo para los castillos de Belmonte (Cuenca), Chinchilla de Monte Aragón (Albacete) y Jumilla (Murcia). Después de este período, el castillo, regresó a la Corona, hasta que, en tiempos del Rey Juan II de Castilla, este castillo pasó a manos de los Hurtados de Mendoza por permuta del de Cuenca.

Historia más reciente, es que el castillo tomó parte activa durante las primera y segunda guerras civiles, generalmente llamadas carlistas. Entre ambas guerras, Isabel II, bajo el mando del general D. Francisco de Narváez, realizó una nueva reconstrucción. Con la desamortización de Madoz (años de 1855 al 1866) el castillo pasó a manos de Juan Jiménez, comerciante y vecino de Cañete.(1)

Limitan el recinto dos lienzos de muralla, incluyendo la puerta de entrada, una importante torre albarrana de tres o cuatro pisos, con vanos huecos de aspilleras y ventanas y mirador. El aparejo es de sillarejo, sobre un gran zócalo.

El castillo de Cañada del Hoyo data de los siglos Xi y XII, aunque fue reedificado durante las Guerras Carlistas. 

Castillo de Cañada del Hoyo, Cuenca

También es conocido como el castillo del Buen Suceso y conserva restos de la muralla y de una torre. 

Actualmente, su estado es óptimo por recientes remodelaciones.

El municipio conquense de Cañada del Hoyo es muy conocido por las Lagunas de Cañada, un conjunto de 7 lagunas de gran interés turístico. 

Sin embargo, no hay que dejar de visitar la fortaleza situada en lo alto de un cerro.

Lagunas de Cañada del Hoyo, Cuenca

16. Lagunas de Cañada del Hoyo

Declaradas Monumento Natural en el año 2007, sufrieron en su día el mismo fenómeno que las Torcas de los Palancares, es decir, el agua subterránea se infiltra y fluye a través de las fisuras de las rocas carbonatadas, disolviéndose finalmente. 

Con el tiempo pueden crearse cavidades subterráneas de gran tamaño, por lo que si el techo de estas cavernas no logra soportar el peso de las rocas superiores, acaba por hundirse. La diferencia en este caso, es que estas torcas poseen una capa impermeable en su fondo que impide la absorción del agua.

Una de las lagunas de Cañada del Hoyo

Estas lagunas tienen una característica muy peculiar, cambian de color a causa del intenso movimiento de las bacterias fotosintéticas. También influyen otros agentes como la temperatura, la contaminación o la época del año. 

Todo ello condiciona el proceso de evaporación y, de este modo, la composición química del agua. Estas propiedades hidroquímicas tan especiales se desarrollan en ecosistemas poco comunes, por lo que su conservación es fundamental para mantener el valor paisajístico.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí.

Rutas en las Lagunas de Cañada del Hoyo

Llegamos desde las Torcas de los Palancares en poco tiempo. Existen dos recorridos para ver las siete lagunas de las que consta el Monumento Natural. Uno superior, más corto, en el que podemos visitar la laguna de la Gitana y la laguna y lagunillo del Tejo. 

Además de otro inferior, más largo, en el que podemos observar la laguna de la Parra, la de las Cardenillas, la Llana y el lagunillo de las Tortugas. Para acceder a estas últimas cuatro lagunas, debemos acceder a la finca “7 Leguas”, de propiedad privada, pero dejan abierto el paso a los turistas.

Las siete lagunas de Cañada del Hoyo

Aparcamos junto a la laguna de la Gitana, también llamada de la Cruz. Es una laguna meromíctica, es decir, sus aguas no se mezclan en su totalidad y debido a esa destacada estratificación, conserva una curiosa comunidad de organismos acuáticos. En verano es de color blanquecino debido a la precipitación de carbonato cálcico. Posee una profundidad máxima de 25 metros.

Tras bajar a la orilla para contemplarla en su máximo esplendor, volvimos a subir y nos dirigimos a las otras dos lagunas restantes en esta parte de la ruta. Ambas están muy cercanas, sus respectivos miradores están separados por unos pocos metros. 

El lagunillo del Tejo, posee variaciones anuales importantes en su masa de agua. Es de color oscuro porque la densa vegetación acuática que rodea la laguna impide que pase la luz. 

Tiene muy poca profundidad, no como la laguna del Tejo, que puede llegar a alcanzar los 32 metros. 

Presenta bordes rocosos y perfil cónico. Al igual que la de la Gitana, su color blanquecino durante el estío surge debido a la precipitación de carbonato cálcico.


Lagunillo del Tejo

Es interesante apreciar, además de las lagunas, que son lo más llamativo, la flora y la fauna características de este espectacular paraje natural. Durante la caminata podremos apreciar en los bosques, árboles como el pino y el acebo, o arbustos como el enebro. También, si nos fijamos bien en las bolsas de agua que poseen estas curiosas torcas, podremos apreciar percas y barbos. 

Pero sin duda el animal por excelencia dentro del Monumento Natural es la tortuga, concretamente las que pertenecen a la especie galápago europeo, amenazada y, a día de hoy, única población en la provincia de Cuenca. 

El resto de ejemplares que podemos contemplar son especies exóticas introducidas por el hombre recientemente, como el galápago de Florida, calificada como especie invasora, y la falsa tortuga mapa.

Continuamos hacia la entrada de la finca “7 Leguas” y, tras maniobrar con cuidado para no atropellar a ninguno de los perros que rondaban por allí, decidimos parar en el chiringuito de la entrada a comprar unas botellas de agua, pues el calor que hacía era considerable. 

Aparcamos y comenzamos el recorrido inferior a través de los carteles que señalizan el camino.

Carteles indicadores en las Lagunas de Cañada del Hoyo

Nuestra primera parada fue la laguna de la Parra, que posee una espectacular pared, geológicamente muy singular. 

Destaca también el tono azulado y la transparencia de sus aguas.

 Alcanza los 14 metros de profundidad máxima. 

En la vertiente menos pronunciada de la laguna podemos recorrer un bello paseo botánico donde se incluyen multitud de árboles y arbustos que son protegidos por las rocas de la pared. Muy vistoso en primavera y otoño.

Seguimos por la laguna de las Cardenillas, que, con un máximo de 12 metros de profundidad, llama la atención por su la tonalidad azul cardenillo de sus aguas, producida por las arcillas del fondo y los márgenes. 

Caminando un breve periodo de tiempo aterrizamos en el lagunillo de las Tortugas, de escasa profundidad. Recibe su nombre por la existencia de los conocidos reptiles que la habitan, además de otros anfibios que acuden por la gran cantidad de alimento que ofrece en comparación con el resto de lagunas, cuyas aguas son más limpias. 

Finalizamos en la laguna Llana, una de las más llamativas por el entorno que la rodea, con mucho menos relieve que el resto de sus hermanas. Sus aguas tienen un color verdoso debido a la abundancia de algas que posee. Su profundidad máxima es de 6 metros.


Laguna de la Gitana

Tras esta última parada, nos volvimos al coche, pues ya comenzaba a despedirse el sol y los pies clamaban descanso tras un día de lo más productivo. 

Como siempre, agradecer la compañía de Reme y Alfonso, que fueron unos excelentes guías tanto para nosotros como para el taiwanés Paco, su huésped por aquella época. Nos dieron comida, cama y turismo, imposible de superar, y más visitando lugares tan grandiosos como las Lagunas de Cañada del Hoyo.

   

17. para comer en Cañada del Hoyo:

Restaurante La Venta de los Montes
Calle Pastora 16, 
16340 Cañada del Hoyo España
+34 615 19 03 66

18. Recinto amurallado de Cañete

Recinto amurallado de Cañete, Cuenca

Coordenadas 40°02′35″N 1°39′04″O

El recinto amurallado de Cañete es un conjunto histórico-artístico de España situado en el municipio castellano-manchego de Cañete, en la provincia de Cuenca. 
Fue declarado bien de interés cultural el 16 de abril de 1996​ 

Comprende la muralla —de la cual es destacable su configuración en zig-zag—3​ el castillo y diversos restos del pasado medieval de la localidad, con elementos tanto románicos como de influencia árabe y también modificaciones posteriores no medievales. 

Es el recinto amurallado mejor conservado de la provincia de Cuenca, así como uno de los mayores, y una parte de la misma muralla ha quedado embutida en diversas casas particulares a lo largo de su longitud. 

Cuenta con dos puertas mayores y tres postigos, todos ellos conservados. 

La villa de Cañete, de origen posiblemente romano, fue una ciudad amurallada andalusí hasta el siglo XII, cuando fue reconquistada en la campaña de Cuenca en 1117; posteriormente fue cedida a la mitra de ésta en 1183.

El interés de Cañete destaca por su delimitación defensiva, relación ciudad-castillo, además del asentamiento estratégico de este último. 

La muralla se conserva en un porcentaje muy sustancial con diversas puertas en pie. 

Recinto amurallado de Cañete, Cuenca

Debió tener unos 8 m de altura, con un grosor de 2-2,50 m de promedio. 

Como es habitual en las fortificaciones medievales en los ángulos o cambios de trazado aparecen torreones de defensa cilíndricos. 

Tanto estos elementos como el castillo se levantan sobre recursos naturales; el primero sobre la vaguada del río, el segundo sobre la cresta rocosa que remata el cerro de Cañete. 

Sobre este cinturón se encuentra la Puerta de San Bartolomé, con puerta acotada y cierre en lienzo interior, de clara influencia árabe. 

Puerta de la Virgen, Cuenca

También es notable la Puerta de las Eras, con bóveda, sillería en arcos de medio punto y herradura y disposición acodada en su planta, con trazas románicas y un torreón de defensa sobre ella.

 La Puerta de la Virgen es de estilo románico, medio punto con bocel.

El Castillo, al oeste del recinto, es de planta longitudinal afilada hacia el Norte, donde termina el torreón circular. 

Es uno de los mayores de España.

 No tiene sin embargo construcciones sobresalientes; tan solo el edificio que separa los recintos central y meridional tiene dos torrecillas de escasa altura. 

Extramuros, junto a la puerta de la Virgen, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Zarza, de corte renacentista, con muchas modificaciones. Su planta es rectangular con cinco tramos, más alto el del altar mayor.

El conjunto de casas que se encuentran sobre la muralla constituye junto al río un paisaje urbano de interés. 

En la plaza Mayor de la localidad se localizan la casa consistorial y la iglesia de San Julián.

Plaza Mayor de Cañete, Cuenca

 La primera es de estilo herreriano, cuadrado y rodea a un patio. 

En la fachada se observan una torreta lateral y un balcón central. La iglesia de San Julián es de estilo renacentista. Su planta tiene forma de cruz latina, con bóveda de media naranja sobre pechinas y una portada del siglo XVIII. 

En la plaza mayor existen también zonas porticadas con pilares en piedra y madera, con capiteles. Otras edificaciones notables son el conjunto de la calle del Agua, de caserío popular y tipología medieval, o la placetilla de la muralla, con alineación irregular y caserío de 2-3 plantas.

   

19. para comer en Cañete:

Restaurante La Muralla
Carretera Valdemeca 20, 
16300 Cañete España
+34 969 34 62 99

y como etapa final de nuestra ruta, nos dirigimos hacia el

20. Castillo de los Bobadilla

Castillo de los Bobadilla, Moya, Cuenca

Uno de las fortalezas amuralladas más antiguas de Cuenca está en el municipio de Moya. 

Las ruinas del castillo de los Bobadilla son muy extensas y datan del siglo XIII, aunque hay restos de la Edad de Bronce y de la Edad de Hierro.

 Castillo de los Bobadilla, Moya, Cuenca

Tras el recinto amurallado y el antiguo foso que lo separaba del pueblo, el castillo tiene 3 líneas defensivas y una torre del homenaje. 

Tuvo mucha importancia por su ubicación estratégica entre Aragón y Valencia.

Información sobre horario y tarifas:

 el acceso al castillo de los Bobadilla es libre y gratuito.

El 7 de noviembre de 1988, fue incoado expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural.1​ Fue declarado finalmente Bien de Interés Cultural el 19 de febrero de 1992, mediante un decreto publicado el 4 de marzo de ese mismo año en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, siendo recientemente restaurado.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí.

21. Y para comer en la zona:

Tasca Garrido
Calle Ibanez Martin 26, 

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