Indice:
- Como llegar a la Comarca de La Plana de Utiel
- Algo de Historia de la Comarca de la Plana
- Croquis de nuestra Ruta
- Salinas de Jaraguas
- La Venta del Moro
- Ciudad de Kelín, Caudete de las Fuentes
- Utiel
- Comer en Utiel
- Zona húmeda de Lavajos de Sinarcas
- Requena
- Comer en Requena
- Parque Geológico de Chera
- Chulilla
- Comer en Chulilla
- Chelva
- Comer cerca de la Ruta del Agua
- Otras Rutas Cercanas
1. Como llegar a la Comarca de La Plana de Utiel
Situada en un altiplano que recibe el nombre de “Plana de Utiel”, a orillas
del río Magro u Olena y que comprende las tierras de la comarca de
Utiel-Requena, al oeste de dicha provincia, en el límite con la de Cuenca,
en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.
Todas las poblaciones de la Comarca, netamente de habla castellana,
pertenecieron a Cuenca hasta el día 25 de Junio de 1851.
Es un importante nudo de comunicaciones: Se ubica a la orilla de la autovía
A-3, Madrid-Valencia.
Posee estación de ferrocarril desde el año de 1885, línea
Madrid-Cuenca-Valencia y línea de cercanías Utiel-Valencia.
Tiene enlace directo con Nacional-330, carretera de Alicante a Francia por
Zaragoza y es centro de una amplia red de carreteras locales y
comarcales.
Desde Diciembre de 2010 posee conexión AVE a través de la LAV
Madrid-Levante, situándose la Estación de Requena-Utiel en la aldea de San
Antonio de Requena.
El relieve presenta una forma relativamente llana, en forma de meseta
prolongada hacia el sur y el este, cerrada por bordes montañosos por el
noreste y el oeste, mientras que por la parte central-septentrional, la
Rambla de la Torre forma un pequeño valle de fondo plano que es como un
pasillo hasta las tierras llanas de Sinarcas.
Por el lado noreste se levanta la Sierra del Negrete o de Utiel, poderoso
anticlinal jurásico de orientación ibérica, que separa esta Comarca de la de
Los Serranos.
En esta sierra se encuentra el pico de El Remedio, cima de todas
estas tierras, con 1.306 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Pico de El Remedio
El clima es de tipo mediterráneo continental, de los más rigurosos del este
peninsular. Los veranos son cortos y más calurosos que en el litoral, con
temperaturas superiores a los 30 grados, incluso en algunas ocasiones de
hasta 40; pero con temperaturas nocturnas que nunca superan los 18
grados.
Los inviernos muy largos, suelen superarse los seis meses de invierno
consecutivos, en los que en diversos días el termómetro marca hasta los -10
grados.
La nieve es frecuente durante los meses centrales del invierno. Las fuertes
heladas nocturnas son la tónica durante este período y las granizadas y
tormentas severas durante la época estival. La media anual de lluvia en
Utiel es de 541 litros por metro cuadrado. Y la temperatura media anual,
unos 12,5 grados.
2. Algo de Historia
Antes de la Reconquista la comarca formaba parte de la Taifa de Valencia,
siendo conquistada por el Reino de Castilla en el siglo XIII, a excepción de
Chera y Sinarcas que se mantuvieron en el recién creado Reino de
Valencia.
En 1369 Requena es conquistada por el rey de Aragón, volviendo al Reino de
Castilla tres años después.
Hasta la unificación de los reinos de la Península con los Reyes Católicos
es una constante la de los enfrentamientos entre las distintas villas
situadas en las fronteras.
Desde entonces no volvieron los enfrentamientos hasta las guerras carlistas
en el siglo XIX, cuando los distintos municipios de la comarca toman partido
por unos u otros.
En esas guerras Requena toma partido por Isabel II mientras que Utiel lo
hace por el infante Carlos. El 2 de julio de 1837 acaban los
enfrentamientos definitivamente y es proclamada la nueva Constitución,
jurada por todos los municipios.
Chera, fundada por los almorávides, quienes construyeron su castillo en el
siglo XII, pasó en 1238 a
pertenecer, como se ha comentado, al Reino de Valencia, situándose en la
frontera con el Reino de Castilla.
Por su situación, durante la Guerra de las fronteras fue tomada por tropas
castellanas pasando a formar parte de ese reino hasta 1436, cuando finalizó
el conflicto.
En 1525 se expulsan los moriscos y queda despoblada hasta 1540 cuando se
establecen en ella 12 familias cristianas.
A partir de entonces se unifican los reinos en España, pero el territorio
sigue perteneciendo a una familia valenciana hasta el 1800, cuando pasa a
manos de la Duquesa de Almodóvar (Córdoba), en 1814 pasa al Barón de Cortes
de Pallás (Valencia), pero ya a finales del siglo XIX un judío madrileño
(José Enríquez Juana) compra todos los terrenos del señorío, vendiéndolos en
1921 a una familia de Requena (Jordá) y a seis cheranos.
Años más tarde los Jordá vendieron sus tierras a otros cheranos
Requena-Utiel es una comarca histórica cuyo nombre más antiguo, recogido en
mapas históricos (1836), es Tierra de Requena.
Más tarde, aparecía bajo el nombre de Meseta de Requena en el mapa de
comarcas de Emili Beüt "Comarques naturals del Regne de València" publicado
en el año 1934.
La única diferencia es que los municipios de Chera y Sinarcas,
(históricamente valencianos), eran adscritos a la comarca de Los Serranos,
mientras que el resto de municipios de la actual comarca fueron parte de
Castilla hasta el siglo XIX.
Los municipios históricamente castellanos de la comarca formaron,
junto con el municipio de Mira (Cuenca), la Comunidad de Villa y Tierra de
Requena.
3. y este es el croquis de nuestra ruta:
Iniciamos nuestra Ruta al lado de la Venta del Moro, concretamente
en :
4. Las Salinas de Jaraguas
En Jaraguas, a una distancia de 1 km aproximadamente del casco
urbano, existe un terreno que es una mina de sal llamada "Lolita ", cuya
propiedad es estatal.
Esta mina se compone de un manantial de agua salada que tiene un pozo
central en forma de embudo, de boca ancha que luego se va estrechando.
De profundidad tiene de 5 a 6 metros y se necesitan unas tres personas
para sacar el agua.
Las salinas las trabajaban las familias que querían y cada una construía
sus propias balsas, también llamadas pozas. Existían pozos pequeños que
algunas familias realizaban cerca de sus balsas, pero éstos tenían poco
agua.
El más usado era el pozo central. El agua se repartía por igual entre
todos los usuarios de las salinas, tanto el que tenia una balsa como el
que tenía muchas; simplemente el que tenía varias pozas hacía más tandas
y trabajaba mucho sacando el agua y pasando más horas en las salinas.
Salinas de Jaraguas
Las pozas pasaban de generación a generación, tal como me lo ha contado
Fernando Ponce, que tiene 76 años, y que recuerda que ya sus abuelos
trabajaban en la tarea de producir sal.
Los utensilios usados para dicho trabajo eran capazos de esparto y los
"cellos" que eran los aros de hierros empleados en las pipas o cubas de
vino. Con los cellos y los capazos se evitaba el que se recogiera la sal
con las manos, para así que no se horadasen, especialmente si se llevaba
alguna herida.
La sal se extraía llenando las pozas con el agua salada de los pozos,
donde se dejaba reposar unos días. El sol se encargaba de calentar el
agua y así cuajaba y se convertía en sal.
Una vez cuajada la sal, se recogía con los capazos, se hacían montones y
se trasladaba al molino. La sal debía estar previamente secada para
poder molerla.
El molino se cobraba el 10 % de los kilos molidos y no se pagaba con
dinero. Era el derecho de maquila. Una vez molida se echaba en sacos de
40 kg. de capacidad y se vendía en los pueblos de la comarca.
Pocas veces se utilizaba el dinero, pues la norma era que se
cambiara por productos que se cosechaban en los pueblos visitados por
los salineros y que servían para dar de comer a sus familias. Estas
familias eran generalmente las más necesitadas de la aldea, bien porque
no tenían tierras propias o bien porque eran familias con muchos hijos y
pocos haberes para poder sobrevivir.
En aquella época, el trueque de la sal por otros productos solucionó las
necesidades más prioritarias de estas familias salineras, pues les
ayudaban a conseguir comida para ellos y para los animales que tenían.
La sal se cambiaba por judías, cebollas, trigo; remolacha, cebada,
avena, centeno y guijas.
Las guijas se convertían en harina que constituía en aquella época
uno de los alimentos más utilizados, ya que era barato y saciaba mucho
el hambre que había en esa época. El propio Fernando Ponce cambiaba sal
por cecina (carne de cabra adobada y seca).
El mismo Fernando Ponce me contó una anécdota del jaragüeño Fernando
Olivares, quien se fue con una carga de sal a un pueblo de la serranía
de Cuenca llamada Enguidanos y cambió sal por nabos, pues sus gentes no
tenían otra cosa.
Él pensó que no podía venirse a Jaraguas con la carga de nabos, pero por
el camino, en su paso por Camporrobles, paró para ver si podía cambiar
su carga. Fernando tuvo suerte y cambió los nabos por guijas, centeno,
avena y lentejas. Los cambios eran de 1 kg. de sal por quilo y medio de
legumbres o harinas. Fernando Olivares regresó a Jaraguas con mercancía
para su familia y sus animales y lo consideró como un buen cambio.
También se extraía sal en invierno. Para ello, se usaba una plancha de
2,25 metros de larga y 1,50 metros de ancha con unos ribetes de 10
centímetros y unas "tiebles" o trébedes que elevaban la plancha a 25
centímetros del suelo.
Salinas de Jaraguas
Se ponía la plancha encima de las "tiebles", se le echaba agua salada y
se lo ponía fuego debajo.
La sal salía ya molida, pero era de menor calidad. Además, cuando el
tiempo era lluvioso tenía más facilidad para derretirse.
Sólo se utilizaba esta forma de producir sal cuando el verano no era
bueno (veranos de temperaturas bajas o muchas tormentas) o la cosecha
era floja.
No sé exactamente cuantas familias trabajaban en la sal, pero eran
muchas y muy necesitadas. Se hacían amistades y también se peleaban por
el agua, pero en general se tenía buena armonía entre todos. El paso de
los años ha servido para que la gente cultivara más las viñas y fuera
abandonando el trabajo de las salinas.
En estos momentos están abandonadas y estropeadas, pero las gentes que
trabajaron en ellas en unos años tan difíciles aún mantienen unos
recuerdos muy bonitos de aquellos tiempos trabajando en la mina
Lolita.
5. La Venta del Moro
Venta del Moro, Valencia
Si eres amante de los deportes de riesgo y de la naturaleza, no te puedes
perder el municipio de la Venta del Moro.
En el término municipal de Venta del Moro abundan los lugares de interés
paisajístico, como el puente de Vadocañas, que atraviesa el río Cabriel y
fuentes como la del Medrano, el Rebollo, Julianazo, Gadea, de la Oliva, de
la Zorra, del Hambre, etc.
Los mejores bosques se hallan en la sierra del Rubial, también conocida
como “Derrubiada”.
Hay que destacar también que la población de Venta del Moro no se
concentra sólo en la capital del municipio, sino que se halla dispersa en
seis aldeas: Jaraguas, Casas de Pradas, Casas del Rey, Las Monjas, San
Marcos y Casas de Moya, además de otros caseríos más pequeños.
La referencia a la recia y sabrosa gastronomía local se centra
principalmente en los gazpachos, el guisado de cordero, el potaje de
vigilia, el arroz con coliflor y bacalao, el arroz con bajocas, el
morteruelo, la perdiz en escabeche, etc.
En algunas bodegas de Venta del Moro, incluidas en la “Ruta del Vino”, se
producen caldos de gran calidad.
Esta villa está situada, tal como dicen todos los turistas que los
visitan, en un paraje de belleza indescriptible donde los ríos y los
parajes, como los Cuchillos o las Hoces de Cabriel son un verdadero
regalo para la vista.
para saber mas sobre las Hoces de Cabriel:
Esta comarca de La Plana de Utiel Requena que se encuentra en el oeste de
Valencia, también es conocida con el nombre de “Altiplano” debido a que la
gran mayoría de su territorio está situado en una gran meseta.
Dentro de los atractivos de Requena-Utiel podemos destacar no solo los
naturales, sino también su gran patrimonio histórico, especialmente en la
época medieval, y su rica gastronomía reflejada en sus propios vinos
denominación de origen.
6. Ciudad de Kelín, Caudete de las Fuentes
Los secretos íberos de Kelin en Caudete de las Fuentes
A tan sólo unos 8 kilómetros de Utiel localizamos Caudete de las Fuentes,
un municipio histórico ya que su origen data del siglo VII antes de
Cristo. Un origen que hoy podemos conocer de primera mano, pues junto a
Caudete encontramos la ciudad ibérica de Kelin, ubicada a unos 800 metros
sobre el cerro de los Villares.
Esta altura le confería una posición privilegiada para vigilar sus
alrededores y también para controlar los movimientos, ya que la ciudad se
levantó junto a una zona de paso natural.
Los restos arqueológicos del yacimiento de los Villares -como también se
le denomina- ocupan unas 10 hectáreas que en su día estuvieron amuralladas
y forman parte del legado íbero de nuestra provincia.
Ciudad de Kelin, Caudete de las Fuentes
Se puede visitar tanto el recinto que forma la zona interior de las
murallas como el exterior.
La parte interior alberga 2 excavaciones en las que todavía podemos
apreciar una distribución urbana propia de 2 épocas distintas.
La más antigua de ellas es la protoibérica, que data del siglo VII a. C.,
mientras que la otra se remonta al periodo situado entre los siglos IV y
II a. C., que corresponde a la fase ibérica plena. Encontraréis paneles
explicativos que os facilitarán el recorrido.
Si salimos fuera del recinto amurallado podremos rodearlo hasta llegar
junto al río, camino en el que nos encontraremos con un tramo de la
auténtica muralla, restos de la construcción y también una cantera. Pero
las piedras que se extraían de ella no eran el único material; también se
utilizaba tierra, adobe, cal, madera y hierro para levantar las casas.
En su época Caudete de las Fuentes fue la capital de toda una zona de
dimensiones incluso mayores que la comarca de Requena-Utiel en la que se
enmarca.
De hecho, llegó a formar una red de poblados compuestos por los actuales
términos de
Camporrobles, Sinarcas, Fuenterrobles, Requena, Utiel, Venta del Moro y Villargordo
del Cabriel. Entre ellos se distinguían poblados defensivos y otros
destinados a la producción (alimentos agrícolas, vino, aceite), además de
determinados lugares para el culto religioso como las cuevas-santuario y
las necrópolis.
Desde el año 2004 vienen organizándose jornadas de puertas abiertas para
mostrar la ciudad de Kelin a los visitantes interesados a través de
visitas guiadas, teatralizadas y actividades culturales. Suelen tener
lugar en octubre, ¡así que no pierdas este mes de vista!
Y si quieres ser testigo de las piezas arqueológicas halladas puedes
acercarte hasta el edificio de las bodegas de Marqués de Caro, donde se ha
instalado la Colección Museográfica Luis García de Fuentes.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
7. Utiel
Con toda probabilidad, la hoy ciudad de Utiel tuvo su origen en el Bajo
Imperio romano, a partir de una villae que debió de ocupar las inmediaciones
de la actual Iglesia Parroquial.
El municipio estuvo poblado desde épocas antiquísimas, habiéndose encontrado
materiales del Paleolítico Superior, Neolítico y del Bronce. De este último
período, en los mismos aledaños de la ciudad, tuvo lugar, en el año de 1932
el descubrimiento de un brazalete retorcido de plata, con los restos de un
compañero partido, teniendo sus paralelos en el tesoro de Salvacañete.
En la inmediata posterioridad conocieron los habitantes de este territorio
de la beneficiosa influencia de la civilización Tartésica y la subsiguiente
Cultura del Hierro, alumbrando ambas la desarrollada civilización Ibérica
que tuvo, en este rincón de la geografía hispana, su punto máximo de
esplendor en la ciudad de Kelin, en el cercano
Caudete de las Fuentes.
Desde su emplazamiento en el centro de la Comarca, las gentes de Kelin
impregnaron y culturizaron todas estas tierras y posiblemente las cercanas
de las actuales provincias de Cuenca, Albacete y Teruel.
La destrucción de las estructuras urbanas ibéricas y el nuevo marco político
e institucional nacido al calor de la civilización romana, dio lugar en
nuestro término municipal a que se abandonasen las anteriores forma de
poblamiento agrupado, predominando ahora el disperso, dando lugar al
nacimiento de varios caseríos, alquerías, granjas o villae en lo que hoy son
demarcaciones de las aldeas utielanas de Las Casas, Los Corrales, Las Cuevas
o el Barrio de los Tunos (esta última hasta mediados del siglo pasado,
jurisdicción de Utiel) y la propia ciudad, como se ha señalado
anteriormente.
No obstante, la zona más densamente ocupada por estos grupos de población
ibérico-romana fueron los parajes hoy conocidos como: El Ardal, La Solana,
Cabañas, El Campanillo.
En tiempos posteriores y como consecuencia de la invasión de los pueblos del
Norte el retroceso poblacional, económico y cultural inherente en todo el
mundo hispanorromano es trasladable a nuestro territorio, que no queda
despoblado; antes bien; las antiguas villaes romanas pasan a depender de los
nuevos dueños y son centros receptivos de aquella nueva civilización que
irradian y transmiten por todo el territorio.
De la misma manera que nos hablan de un activo comercio con las tierras del
sur de la Península, ahora en poder del Imperio Bizantino.
En aquellos días, la antigua explotación agropecuaria que ocupaba los
aledaños de la Iglesia Parroquial, se ha convertido en una discreta
población que ha reunido dentro de sus muros a los descendientes de aquellos
colonos que habían vivido dispersos durante la pax romana. La calle de la
Serratilla y su torre homónima serán el eje y bastión de aquel Utiel de los
siglos arriba mencionados.
Este modesto Utiel agrícola y ganadero será el que se encontrarán los
invasores musulmanes en el siglo VIII y del que buena parte de sus
habitantes se irán islamizando paulatinamente, viviendo en alternativas
fases de tolerancia con el residual y primitivo contingente cristiano y la
minoría hebrea.
Para dar nombre a la población en las referidas épocas se han barajado los
legados por diferentes crónicas: Otobel, Otobesa (en la romanización) Serra,
Serrezuela, Serradiel (en su civilización islámica).
Como seguro dato histórico, y a partir de la instalación en Utiel de
un poderoso contingente mozárabe por mano del rey de Aragón, D. Alfonso I el
Batallador, en los años de 1123 o 1125, se le conocerá con los nombres de
Otiello u Otielo. Apelativos que, al igual de lo ocurrido con numerosos
topónimos mozárabes, perdieron la O original para convertirse en Otiel.
Durante la época musulmana sufrirá Utiel hasta diez intentos de reconquista
por parte de los cristianos, empresa que culminó el día 29 de septiembre de
1219, en virtud del asedio a que fue sometida por el arzobispo de Toledo,
Ximénez de Rada.
Realizada la completa reconquista de la Comarca en el año de 1238 con la
toma de Requena, el territorio pasó a depender del Reino de Castilla.
No obstante, el rey de Aragón, D. Jaime I el Conquistador, empeñado en la
dura tarea de someter y colonizar el Reino de Valencia, no renunciará a los
derechos que sobre Utiel y Requena alegaba.
Dentro del Reino de Castilla y en la dinastía Trastamara, gentes de Utiel
participaran con el rey D. Alfonso XI en su cruzada por la defensa del
Estrecho y contra los benimerines. Y serán aliados de su hijo D. Pedro I el
Justiciero contra su hermanastro, el futuro rey de Castilla, D. Enrique
II.
El nombrado D. Pedro I, en fecha 15 de abril de 1355, reconoce el alfoz o
término primitivo de Utiel, le otorga autonomía política, administrativa y
judicial, numerosos privilegios y el título de Muy Leal, incorporándolo como
Villa real, en un primer momento, a su Corona. Luego hará donación de la
villa a su aliado, el infante de Aragón, D. Fernando.
Por su parte el dicho su hermanastro, D. Enrique II, concede a los moradores
de Utiel, en 16 de junio de 1366, el privilegio de no pagar portazgo; pero
al siguiente día entregará a Utiel en señorío a su almirante, D. Egidio
Bocanegra.
Muerto Bocanegra, D. Enrique II hará merced de la villa de Utiel al noble
conquense, D. Alvar García de Albornoz el día 22 de abril de 1369. A
instancias de estos señores, el nuevo rey de Castilla, D. Juan I, concede,
en fecha 20 de octubre de 1382, a los utielanos el privilegio de la exención
de aportación o entrega de galeotes...
¿Qué ver en Utiel?

Santuario del Remedio, Utiel
Un día en Utiel
Descubre el casco histórico de Utiel, con reminiscencias árabes y
medievales, su vino y su naturaleza
Si quieres hacer turismo en València y todavía no has
visitado Utiel, no te puedes perder el paraíso que te ofrece. Es una
región vitivinícola situada en una plana, a orillas del río Magro, en
la comarca de La Plana de Utiel-Requena.
Igual que Requena, disfruta de una gran cultura por los vinos. De
hecho, el comercio del vino y del alcohol fue lo que hizo que la
ciudad se desarrollara en su momento. De ahí que uno de sus mayores
atractivos sean el Museo del Vino y las Bodegas Subterráneas.
Sin embargo, también es una localidad con otros atractivos.
Ir a pasar el día y conocer su centro histórico -con rincones árabes y
medievales-, casas de nobles, el templo gótico, la
Iglesia de la Asunción o la Casa Consistorial es un
planazo.
De hecho, Utiel ha sido designado con la categoría SICTED (Sistema
Integral de Calidad Turística en Destino) en 2015, recibiendo el
distintivo de Compromiso de Calidad Turística.
Iglesia de la Asunción , Utiel
Si quieres saber qué ver en Utiel, dónde comer y cómo llegar, ¡sigue
leyendo! Puedes visitar sus monumentos, hacer un turismo histórico por
el centro, ver las bodegas subterráneas, las iglesias o hacer rutas de
senderismo por la Sierra del Negrete. ¡Utiel tiene planes para todos!
Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora.
Esta iglesia en Utiel es de estilo gótico y es el monumento de mayor
valor artístico de la localidad por su gran construcción. Cuenta con
una amplica capilla central con ocho laterales y en su interior se
puede visitar la imagen del Cristo con la cruz a cuestas y un terno
renacentista.
Templo y Convento de La Merced.
Este templo en Utiel, de estilo Neoclásico, es de planta rectangular y
está formado por una nave central y varias capillas laterales. De toda
su estructura destaca la cúpula, de tejas vidriadas en azul y blanco,
y el gran escudo de la fachada. En su origen, albergó a los
Mercedarios desde 1635 hasta la desamortización de 1835.

Ermita del Remedio.
La Ermita o Santuario de la Virgen del Remedio se encuentra enclavada
en plena Sierra de Utiel o del Negrete, a 1.092 metros sobre el nivel
del mar. Es una iglesia pequeña y de estilo barroco, su construcción
data de 1564.
Casa Consistorial.
Otro edificio emblemático es el Ayuntamiento, antes Casa de la Villa. Es
un edificio de sobria y elegante arquitectura castellana, con bella
portada de estilo neoclásico.

Dispuesta en ángulo, ocupa la parte oeste de la plaza del Ayuntamiento y
es el punto donde se encuentran las dos principales calles de la
población.
En él se conservan varios documentos de la época medieval, entre ellos
la Carta Puebla concedida por Pedro I de Castilla a Utiel en 1355.
Museo del Vino de la Comunidad Valenciana.
Ubicado en la famosa Bodega Redonda, alberga numerosas marcas de vino de
la D.O. Utiel-Requena, utensilios e instrumentos utilizados en la
elaboración del vino. Es un museo permanente y, por sus características,
es único en la Comunidad Valenciana.
Bodegas Subterráneas.
Hay alrededor de 400 bodegas subterráneas bajo el Centro Histórico de
Utiel.
Las bodegas ocupan una antigua red de pasadizos que recorren el subsuelo
de la población, la mayoría de estos túneles tienen origen medieval y se
hicieron para comunicar los fuertes de la muralla con la fortaleza
principal.
El Ayuntamiento de Utiel, comprometido con la recuperación y
valorización de su patrimonio, ha llevado a cabo un proyecto en las
bodegas subterráneas de la calle Puerta Nueva, y ha creado un
itinerario circular en el qué puedes ver las bodegas subterráneas de
la localidad, conocerás su historia, trayectoria y la multitud de
oficios que ahí se llevaban a cabo.
Negrete Park.
Senderismo en Negrete Park, Utiel
Para aquellos que quieren hacer un turismo más ecológico, el Negrete
Park ofrece muchos deportes en plena Sierra del Negrete.
Puedes elegir entre rutas de senderismo, en bici, de trail running,
escalada y un circuito permanente de orientación deportiva. Es un
lugar ideal para ir en familia y hacer deporte a la vez que disfrutas
del entorno. Tienen rutas de todos los niveles y puedes quedarme a
dormir o elegir un pack que incluya la comida para tener una
experiencia más rica.
Café Salón Cinema Pérez.
La Casa de las Cadenas o Casa de los Córdova es una de las
viviendas con más historia de la ciudad de Utiel y toda la comarca. Es
un excelente ejemplo de cómo un edificio puede representar la esencia
de su localidad.
El “Palacio de la Cadena” es una casona del siglo XV-XVI donde
se instaló una de las familias hidalgas que se trasladaron a la
comarca, y entre sus paredes han dormido reyes como Felipe II.
Merece especial mención, otros lugares de gran interés en Utiel como por
ejemplo, el Santuario del Remedio situado en un paraje
único entre pinares, el Templo y convento neoclásico de la Merced, la plaza de toros “La Utielana” o el almázar, una prensa medieval destinada a la extracción de la cera.
Plaza de Toros, La Utielana
Bodegas DO Utiel Requena
La comarca de Requena alberga una gran tradición en la elaboración de
vinos, que además son Denominación de Origen.
Gracias a esto, a lo largo de todo el territorio de la comarca se
pueden encontrar numerosas bodegas que nos proporcionan la oportunidad
de conocer como se elabora el vino, pasear en caballo por los viñedos,
iniciarnos en la cata de vinos o alojarnos en un viñedo.
Todas estas actividades están destinadas para todos los públicos, por
lo que también puede ser una buena opción para aquellos padres que
quieren hacer actividades culturales con sus hijos.
Entre las bodegas que podemos visitar destacan:
Dominio de la Vega, Bodega Pago de Tharsys, Bodega Finca Casa
Nueva, Bodegas Finca Ardal o Finca Hoya de Cadenas.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna
actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
Ruta del Vino
Relacionada con el vino, otra actividad para aquellos enamorados del
enoturismo que podemos realizar en esta comarca es la Ruta del Vino
Utiel-Requena.
Dicha ruta trascurre por diez municipios de la comarca en los que los
viñedos son parte fundamental.
En dichos municipios se pueden realizar diferentes actividades como:
Catas de vinos, visitas guiadas, actividades de aventura, degustar
menús marinados, observar aves.
8. y para comer en Utiel
Bar Rte. Orlando
Calle Nicolas Ruiz 1,
46300 Utiel España
+34 962 17 43 35
Restaurante El Carro
Héroes del Tollo nº 25,
46300 Utiel España
+34 962 17 11 31
Calle Las Cruces, 17,
46300 Utiel España
+34 962 17 34 88
y Desde Utiel podemos desviarnos de nuestra ruta para conocer
las
9. Zona húmeda de Lavajos de Sinarcas

Los lavajos de Sinarcas, un pueblo de Valencia, cerca de la provincia
de Cuenca.
Aunque haya muchos animales en los lavajos, lo que más nos interesa
son los anfibios.
¡Hay 7 de las 8 especies de la Comunidad Valenciana! Están presentes:
el gallipato, el sapo común, el sapo partero, el corredor, el de
espuelas, el sapillo moteado y la rana común. Pensaréis que faltan dos
especies en esta lista: el sapillo pintojo y la ranita meridional,
pero sólo falta la primera, pues la segunda no se considera autóctona.
Todas las poblaciones de ranita meridional en la comunidad son
introducidas.
Los lavajos son uno de los pocos sitios en Valencia donde hay una
población muy estable de sapos de espuelas. Esto es así porque los
sapos de espuelas de las lagunas de Talayuelas (Cuenca) se desplazaron
a los lavajos de Sinarcas.
Por lo demás, si queréis ver culebras viperinas, el sitio es ideal. La
vez que fui vi algo así como 15 ejemplares de culebra viperina, la
mayoría dentro del agua. Lo bueno es que se veían perfectamente al
salir a respirar. También vi un sapo común, que, como dije en otra
entrada, tiene en el S de Francia y en España el nombre científico
Bufo bufo spinosus). Había además un par de gallipatos y unas larvas
de sapo de espuelas, aunque no conseguí coger ni a unos ni a otras.

Lo que se debe hacer para observar o coger gallipatos es estar muy
atento a la superficie, para verlos salir a respirar o, más
efectivamente, ir por la noche, después de que llueva y a poder ser en
época de reproducción (que curiosamente es más frecuente en otoño que
en primavera, aunque las dos estaciones sirven).
A propósito, ¿qué es un gallipato?
Pues es un urodelo, o sea, un anfibio que acabada la fase larvaria
sigue teniendo cola. Éste es un urodelo especial: el tritón y anfibio
en general más grande de España, y el segundo de Europa (el primero es
el proteo, que es muy alargado y no tiene propiamente una fase
larvaria, porque crece, pero apenas cambia tras la eclosión).
En fin, lo que más nos va a llamar la atención cuando veamos un
gallipato son sus costillas. Diréis que eso es imposible, pero el
gallipato tiene un curioso método de defensa: saca sus costillas, que
a simple vista sobresalen (9 a 13, normalmente 11) como bultos
naranjas en los costados. Su dorso es verde, muy pero que muy oscuro,
jaspeado de negro. En algunos ejemplares predomina el negro.
Os dejo un vídeo donde se ven algunos animales que cogí en el llamado
Lavajo de Arriba (foto arriba).
o bien, podemos continuar nuestra ruta hacia la Villa de
10. Requena
Requena, Valencia
Requena, que es un municipio que se encuentra ubicado en la parte oriental
de la comarca de Requena-Utiel, conserva un gran patrimonio cultural e
histórico gracias a que esta localidad fue un enclave estratégico muy
importante durante la edad media.
Requena ibérica y romana
Los resultados de las excavaciones arqueológicas realizadas en el interior
de la Fortaleza y en la Plaza del Castillo (antigua Plaza de Armas) de
Requena han permitido fijar en el siglo VII a. C. los primeros indicios de
población y el origen de la ciudad en su núcleo histórico de “La Villa”
con la presencia de esculturas y cerámicas de la 1ª Edad del
Hierro-Ibérico Antiguo.
Existe un gran número de yacimientos ibéricos en la comarca de Requena
entre los que se pueden destacar los lagares ibéricos de la Solana de las
Pilillas y Rambla de los Morenos (Los Duques-Requena s. VI a C.), la
ciudad de Kelin-Los Villares (Caudete de las Fuentes s. VII a.C.), Casas
de Cárcel (Requena-Río Cabriel), El Molón (Camporrobles), alfar ibérico de
la Casilla del Cura (Venta del Moro), la Maragala (Sinarcas), Moluengo
(Villargordo), Los Alerises (Requena), El Paraíso (Requena), Prados de La
Portera I y II (Requena), Hortunas de Abajo (Requena), Los Villares de
Barranco Malo (Requena), Cerro de San Cristóbal y Cerro Carpio (Sinarcas),
La Muela de Arriba (Requena), Cerro Hueco (Requena), La Morreta (Requena),
Las Quinchas (Requena), Cueva de los Ángeles (Requena), Los Lidoneros I y
II (Requena), Barranquillo del Espino (Requena), El Tochar (Venta del
Moro), el Rincón de Taray (Requena) y La Peladilla (Fuenterrobles), entre
otros.
Los yacimientos de Las Pilillas y de Kelin atestiguan el cultivo de
la vid y elaboración de vino ya desde el siglo VII a.C.
Otro momento cronológico de Requena ciudad corresponde a la época Imperial
Romana de entre los siglos II a C al II d C basado en la recuperación de
materiales de construcción, así como una serie de silos de planta circular
junto a un horno de fábrica de ladrillo y mortero de cal.
La forma de ocupación en la comarca está basada en villas rústicas. Se
encuentran numerosos restos romanos repartidos por la Vega del Magro
(Requena-Utiel), Casa Doñana (Caudete de las Fuentes), Solana de Utiel,
Los Tunos (Requena), Villar de Olmos (Requena), Cañada del Pozuelo
(Sinarcas), Lobos Lobos (Sinarcas), etc.
Época musulmana
La villa medieval de Requena aún esconde vestigios de su pasado musulmán,
cuando Requena ya estaba marcada por la impronta fronteriza de ser
divisoria entre los reinos de Valencia y Toledo.
Sus fortificaciones serán testigos de las luchas fronterizas y también del
avance de la conquista cristiana que iba ganando para la Corona de
Castilla las plazas de Cuenca (1177), Alarcón (1184), Iniesta (1185), Moya
y Mira (1219).
Entre el 2 y 4 de agosto de 1172 se registra el paso del ejército almohade
del califa Abú Ya’qub Yusuf que acampará en el castillo de Requena en su
retirada desde Huete.
Son varios los intentos fracasados de conquista cristiana de Requena: el
acontecido en 1181; el intento de la toma de Requena por Alfonso VIII en
1212 y especialmente el 29 de septiembre de 1219 se registra el asedio
cristiano a Requena por el Arzobispo de Toledo D. Rodrigo Ximénez de Rada
que será repelido por los musulmanes requenenses.
Es en la propia toba de 4’7 hectáreas de la Villa de Requena, que ya había
registrado antecedentes de ocupación ibera, romana y visigótica, donde se
emplaza una ciudad hispano árabe marcada por el prototipo clásico de este
tipo de urbes: una alcazaba, una medina y un arrabal.
Su recinto es fácilmente identificable por la cerca amurallada y sus
torres, que la defendían y que –a pesar de estar subsumidas en las
edificaciones adosadas posteriormente- se pueden localizar en parte entre
la calle del Rosario y la Angostura de Santa María, como extremos
defensivos de la fortificación. El amurallamiento y torres desde la calle
Rosario giran buscando el norte por el exterior de la calle Santa María y
por la Puerta y Torre del Cristo hacia el Castillo.
En la actual Iglesia de Santa María o en sus proximidades podría haberse
ubicado la mezquita.
Fuera de las murallas se ubicaba el arrabal de San Nicolás, entre las
actuales calles de Somera y San Nicolás, aunque el trazado actual
rectilíneo de estas vías es posterior a la época musulmana.
El arrabal poseía sus porpias murallas que aun se aprecian en muchas
de las casas del Arrabal de San Nicolás y la Torre Montijana, que fueron
reconstruidas en el siglo XV. Entre el arrabal de San Nicolás y la medina
habría varios accesos como el Arco del Ovejero o los ya desaparecidos de
la Purísima y Santa María.
Las puertas de la ciudad eran el lugar desde donde arrancaban los caminos
a las ciudades más pobladas.
Herencia de las puertas musulmanas es el empleo del recodo en el interior
que dificultaba el acceso de asaltantes. Estos recodos estaban presentes
en la desaparecida Puerta de Alcalá (que daba acceso al camino de
Alicante), la Puerta del Cristo y la de Fargalla (inicio del viejo camino
a Valencia).
En la comarca habría que destacar que el
yacimiento ibérico de El Molón (Camporrobles) también registró una
ocupación islámica.
Requena: cristiana, capital de Alfoz y frontera de Castilla.
1238-1480
Rueda de Alfonso X de Castilla "El Sabio" quien otorgó la
Carta Puebla de Requena y su comarca en 1257
junto a su propio Fuero.
El avance cristiano por tierras conquenses y albacetenses era ya
irrefrenable y entre finales de 1238 y principios de 1239, el Obispo de
Cuenca realiza la conquista cristiana (seguramente vía capitulación o
pleitesía) de Requena para la corona castellana de Fernando III “El
Santo”.
Desde entonces y hasta 1851, Requena y su comarca han pertenecido a
Castilla.
El 4 de agosto de 1257 se otorgó por parte de Alfonso X "El Sabio" la
Carta Puebla de Requena a Fuero de Cuenca. Este documento establece una
serie de licencias con las que se intentaba facilitar la población
cristiana de Requena y sus aldeas históricas, configurándola como un
núcleo urbano estable que se convierte en la frontera de Castilla.
A partir de 1257, Requena y su extenso término disfrutaron de algunos
privilegios, franquezas y concesiones reales que le consolidaron como un
territorio de realengo dotado con derechos propios de fuero (Fuero de
Requena), aduana, pontazgo, mercado franco, feria, etc.
Estas concesiones permitieron el desarrollo de Requena y su antiguo
término y la consolidación de su población en un área fronteriza y de
tránsito entre la Meseta castellana y el Levante mediterráneo.
Por entonces, el extensísimo alfoz o término de Requena englobaba la
propia Requena, Utiel (segregada en 1355), Mira (agregada a Requena en
1260 y segregada en 1537), Villargordo (emancipada en 1747), Camporrobles
(1782) y finalmente Venta del Moro, Caudete de las Fuentes y Fuenterrobles
(segregados estos últimos en 1836).
También los documentos atestiguan el cultivo de la vid y feraz huerta y
vega requenense. Su aduana y puerto seco comportaban fuertes ingresos para
el Concejo. Numerosas concesiones reales consolidaban la posición clave de
Requena y la primacía de los Caballeros de la Nómina, ya citados en la
Carta Puebla.
Es en este contexto cuando Requena crece más allá del núcleo fortificado
del Barrio de la Villa.
En los s. XIII y XIV, la ciudad se expande por el Arrabal, destacando la
implantación del Convento-Monasterio del Carmen como primer convento del
Carmelo en tierras castellanas. Posiblemente desde la segunda mitad del s.
XIII surge el típico Barrio de Las Peñas con una fuerte impronta morisca
que aprovecha su ubicación al norte de la Villa en una toba abrupta,
estrecha y alargada de Norte a Sur.
La aduana se situaba en el Puente de Santa Cruz también llamado de "las
Ollerías", desde donde entraría el camino de Valencia, que proseguiría
hasta la Villa accediendo por la Puerta de Fargalla en la angostura de
Santa María.
Posteriormente, intramuros de la Villa se realizaban reformas de carácter
italianizante con el trazado rectilíneo de calles del viejo callejero
musulmán como las de Somera, San Nicolás o la propia Plaza de San Nicolás.
En la Calle Somera se emplazaba en el s. XV el imponente Palacio gótico
llamado del Cid.
Del s. XIII al XV como muestra de la rápida cristianización de la sociedad
estaban ya levantados los principales edificios eclesiásticos de
Requena.
Convento del Carmen y San Nicolás, El Salvador, Santa María (con
referencias documentales ya desde 1333) y San Sebastián, aunque
experimentarían todos ellos posteriormente grandes reformas y
ampliaciones. Las famosas cuevas de la Villa aparecían en el subsuelo de
la toba requenense.
En 1355 Utiel se segregaba del término de Requena y en 1468, Enrique IV
concedió a Requena privilegio de mercado franco el jueves de cada semana.
La Requena de los Reyes Católicos y los Austrias:
renacimiento, comercio y comunicaciones. 1481-1699.
La subida al poder de los Reyes Católicos (1474-79) supuso el aplacamiento
de las luchas nobiliarias, el fin del dominio del Marqués de Villena sobre
la comarca (1470-1480) y un periodo de pacificación que aprovecha Requena
para realizar los trabajos principales de construcción de las Iglesias de
Santa María y del Salvador y también del Castillo y Torre del
Homenaje.
Se acrecienta la función de la ciudad como centro comercial y nudo de
comunicaciones, a la vez que aminora su función militar.
La actividad mercantil entre la Meseta y Valencia aumenta, lo que supone
un incremento considerable de los ingresos por los conceptos de aduana y
puerto seco.
Se manifiesta ya una incipiente industria pañera, antecedente de la
expansión de la industria sedera del s. XVIII.
Demográficamente, el casco de la ciudad de Requena sólo crece en dos
siglos de 516 a 813 vecinos (de unos 2.320 habitantes a unos 3.660).
Los edificios civiles y públicos son impulsados durante esta etapa.
A mediados del s. XVI, el maestro Mateo de Urquiza remata en los Cuatro
Cantones de Santa María la nueva Casa Capitular, el Pósito y la Cárcel. En
1583 se construía en la Calle del Carmen el edificio del Hospital del
Dulce Nombre de Jesús o del Niño Perdido, más conocido como “del
Novillero”.
El Castillo y la Torre del Homenaje reciben un impulso definitivo a
principios del s. XVI. En 1659 aún se realizan importantes obras de
reparación de la fortaleza bajo la dirección de Bartolomé López.
Los Templos de Santa María y El Salvador quedan terminadas durante la
primera mitad del s. XVI, pero junto con San Nicolás se realizan en estos
templos constantes reformas y ampliaciones.
En 1537 la aldea de Mira se segregará de Requena. En 1591, en el Censo de
Castilla, Requena poseía 964 vecinos (unos 4.440 habitantes): 917
pecheros, 31 hidalgos, 14 clérigos y 2 conventos de 20 religiosas.
El s. XVIII y los borbones: la Requena industrial
Las viviendas y edificios públicos y eclesiásticos de la ciudad
quedaron profundamente afectados entre el 23 y 28 de junio de 1706.
La entrada austracista dejó un saldo de 500 sitiadores y 40 sitiados
muertos, además de unas 300 casas destruidas y la portada gótica de San
Nicolás. Además arreció una epidemia de peste. A todo ello se añadiría,
tras la Batalla de Almansa del 25 de abril de 1707, la supresión de los
fueros valencianos y también de la aduana y puerto seco requenense.
En 1752 el término actual de Requena (sin contabilizar sus antiguas
aldeas ahora municipios) contaba con 1.294 vecinos y 930 casas en su casco
urbano. El Censo de Floridablanca de 1787 arrojaba las cifras para Requena
de 8.588 habitantes.
Lo que marcó sin duda la economía del núcleo urbano durante todo el s.
XVIII fue el gran desarrollo de la industria sedera en Requena que llegó a
convertirse en el cuarto centro consumidor de esta materia prima de
España. El número de telares de seda de la ciudad alcanzaron los 750 y en
1752 el sector industrial suponía el 38 % de la población activa.
Requena se convirtió por primera vez en una ciudad en la que gran parte de
sus ingresos dependieron de la actividad industrial. Al calor de los
acontecimientos, se aprobaron las Ordenanzas del Arte Mayor de la Seda
(1725) y todas las ordenanzas de los gremios de la industria textil
(torcedores, tintoreros, etc.).
El crecimiento económico y las luces de la Ilustración comportarían
también la creación de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de
Requena (1785). Nombres borbónicos se imponen a las nuevas calles que se
abrieron en este periodo (San Luis, San Fernando y San Carlos –actual
Avenida Constitución-) y calles adyacentes que configuran un barrio
dieciochesco que aun conserva un porte muy interesante de visitar.
El periodo no estará exento de las calamidades públicas. Las temibles
pestes se sucedían con las muy frecuentes sequías y plagas de langosta.
Pero la catástrofe mayor vino en forma de gran temporal en la tristemente
célebre Noche de Santa Sabina del 27 de octubre de 1728 con una riada que
destruyó los puentes de Utiel, Jalance y Santa Cruz y el Camino Real de
Madrid, así como muros y torreones de la fortificación requenense.
Requena continuaba poseyendo una fértil actividad comercial como enlace
entre Meseta y Levante.
El 5 de noviembre de 1757 Fernando VI otorgaba licencia para restablecer
la feria de nueve días dedicadas a la festividad de Nuestra Señora de la
Soterraña.
Por tanto, Requena era en el s. XVIII una ciudad con 3 templos
parroquiales monumentales, 3 conventos con huertas muradas, un colegio, un
hospital, 5 mesones y muchas bodegas subterráneas. La capital municipal
perdía parte de su término municipal con la segregación de Villargordo del
Cabriel en 1747 y Camporrobles en 1782.
En el agro, el crecimiento demográfico de las partidas rurales llevó
consigo la roturación de las tierras del común, dehesas y baldíos a partir
de 1768 y hasta finales de siglo.
La agricultura, impulsada por la Ilustración, ganaba la partida a la
ganadería. La viticultura, que ya gozaba de más de 700.000 cepas en 1651,
se extiende desde la periferia urbana de Requena a parte de su entorno
rural.
S. XIX: de ciudad industrial a ciudad rural en época de
conflictividad.
La agregación a la provincia de Valencia

La llegada del ferrocarril a Requena (1887) fue fundamental para la
economía de la comarca. Estación de Requena
El XIX será un siglo especialmente convulso y de cambios en Requena.
La Guerra contra el Francés, las constantes incursiones carlistas, las
algaradas liberales, las frecuentes y letales epidemias de cólera, los
cambios en las comunicaciones (la carretera de Madrid y el ferrocarril),
la gran crisis de la industria sedera, la expansión de la viticultura
comercial, las bancarrotas y las revueltas antifiscales y la segregación
de gran parte de su término son sólo algunas características de este siglo
febril.
Requena acabará el siglo con una estampa muy diferente a la del s. XVIII:
una ciudad en crisis demográfica frente a un entorno rural en expansión
por el auge vitivinícola.
El belicismo del siglo XIX, reforzaría el valor estratégico y militar de
Requena. En la Guerra de la Independencia de 1808, Requena asume su papel
de bastión y capital de la lucha contra el francés. El 30 de mayo de 1808
la Junta Suprema de Defensa de Valencia autorizó la capitalidad de Requena
sobre los pueblos de Castilla la Nueva en su lucha contra los
franceses.
De gran importancia fue Requena también como bastión borbónico en las
guerras carlistas. Ya durante la primera guerra carlista (1833-1839), se
realizaron diversos planes de refortificación que han dejado vestigios
visibles en el mobiliario urbano de la actual Requena. El 21 de septiembre
de 1836 Isabel II otorgaba el título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad” a
Requena como respuesta a la gran defensa borbónica realizada.
Muros y tapiales aspillerados, tambores aún visibles, baterías y fosos
reforzaron las defensas requenenses. Las guerras carlistas se suceden
hasta que en 1880 son demolidos portales, baterías, tambores, cuerpos de
guardia, tapias y muros aspillerados construidos en la 3ª Guerra Carlista
en Requena.
Desde la segunda mitad del s. XIX, se produce la gran expansión de la
colonización vitivinícola que ha caracterizado la comarca hasta estos
tiempos. La crisis del oidium y la filoxera en los viñedos franceses y
catalanes traería consigo el fenómeno de una viticultura comercial en
rápido crecimiento que respondía a la demanda europea de vino.
La crisis industrial y el crecimiento agrario supondría un gran cambio en
el mapa de distribución de la población del término de Requena: la ciudad
pierde habitantes (de unos 10.300 en 1805 a 7.400 en 1887) frente a un
poblamiento diseminado en caseríos y aldeas en plena expansión.
Otro fenómeno de interés del siglo es el gran cambio que se producen en
las comunicaciones.
En mayo de 1847 se termina la travesía por la población de la carretera de
Las Cabrillas (la que conectaba Madrid con Valencia pasando por el puerto
de Buñol) por la actual calle Constitución con el gran ingeniero D. Lucio
del Valle al frente. Otra vez, Requena sigue siendo un eje viario
principal, hoy perfectamente visible en dicha calle.
Se construyen en 1844 los actuales Puente de Valencia sobre el Regajo de
Reinas y el de Utiel sobre el de Rozaleme como consecuencia del paso de la
carretera. Para la realización de esta obra se utilizó a muchos presos que
se instalaron en el Convento de San Francisco, que había sido previamente
desamortizado. La carretera impulsó la exportación de harina de trigo y
vino hacia Valencia.
Además, el 11 de septiembre de 1887 se realiza el primer viaje sin
transbordo del Ferrocarril Valencia-Utiel. El ferrocarril será un gran
impulso para la economía comarcal que lo utiliza para exportar vino al
Puerto del Grao de Valencia.
La desamortización y exclaustración conventual llevó consigo los
diferentes destinos funcionales de los conventos. El Convento de San
Francisco es transformado sucesivamente en fortín, presidio y hospital de
coléricos.
La gran manzana del Convento del Carmen es utilizada parcialmente para la
instalación de la Casa Consistorial en 1851 y del Instituto Libre de
Segunda Enseñanza de Requena que era inaugurado el 1 de octubre de
1869.
El término municipal se reducía drásticamente en 1836, al segregarse
definitivamente tras varios conatos, los actuales municipios de Caudete de
las Fuentes, Fuenterrobles y Venta del Moro.
El amplio alfoz con el que contaba Requena en el s. XIII quedaba reducido
a un considerable término municipal de 816 km. cuadrados con más de una
veintena de aldeas, a las que se uniría Casas del Río en 1874, procedente
de Cofrentes. El mapa municipal quedaba así como en la actualidad, tras
siglos de segregaciones.
El 26 de junio de 1851, Isabel II agregaba Requena y el resto de la
comarca a la provincia de Valencia, separándola de la de Cuenca y
quebrando el vínculo histórico que desde 1238 mantenía la comarca con
Castilla. Sin embargo, eclesiásticamente, Requena y su comarca siguió
perteneciendo a la Diócesis de Cuenca hasta 1957.
En 1887 se censaron 14.457 habitantes habitantes en Requena: 7.397 en
casco urbano y 7.060 en aldeas.
1900-1940: crisis vitícola y atonía urbana
El 17 de septiembre de 1901 se inauguró la Plaza de Toros de Requena con
los diestros Bombita y Algabeño
A comienzos del s. XX se intensificó el proceso de ruralización que ya había comenzado en la segunda mitad del s. XIX con la diseminación de la población en caseríos y aldeas.
El censo en el agro requenense llega a superar los 11.500 habitantes,
frente a una Requena urbana que decrece hasta alcanzar un mínimo histórico
de sólo 6.687 censados en 1930.
El mortal cólera del s. XIX es sustituido por epidemias menos virulentas y
menos frecuentes: es el tiempo del tifus y la gripe (1897, 1918, 1927,
1930).
La economía dependía considerablemente de la viticultura que es afectada
periódicamente por crisis y plagas de importancia como la de la filoxera
entre 1912-1915 y mildius. A la crisis mundial de 1929, se le sumaría
además la cruenta Guerra Civil que mantuvo a España en guerra desde 1936
al 39.
Todo ello trajo consigo un considerable estancamiento del desarrollo
urbano.
El desarrollo urbano seguía la tendencia de finales del s. XIX de
centrarse en la zona Oeste de la ciudad, entre la Avenida General Pereira
y Estación de Ferrocarril, prosiguiendo con la instalación de bodegas,
almacenes, fábricas de alcohol, etc. Por el contrario, las familias
pudientes reconstruían casonas de aire modernista en las calle del Peso y
Avenida Constitución.
En 1905, se erige el Teatro Circo donde actualmente se ubica el Teatro
Principal. En enero de 1911 comenzaba a funcionar la Estación de
Viticultura y Enología de Requena que ha tenido un papel crucial en la
viticultura comarcana del s. XX en su lucha contra las plagas, formación
de enólogos e impulso del cooperativismo vitivinícola.
En 1928 se inauguró el Instituto Local de Segunda Enseñanza de Requena y
los Misioneros Claretianos fundaron la Residencia e Iglesia neogótica del
Corazón de María. En 1934 se creó el Colegio de Santo Tomás de Aquino de
los dominicos que funcionó hasta 1968.
En los prolegómenos de la Guerra Civil de 1936, se incendió el interior de
la Iglesia y Convento de las Monjas Agustinas de Requena ubicado en la
Plaza del Portal. Este convento sería derruido en 1937, como inicio de la
gran transformación de esta plaza que se llevará a cabo a principios de
los 40.
Los edificios eclesiásticos son saqueados a comienzo de la Guerra Civil y
en 1939 se decide el traslado de la Parroquia de San Nicolás al Carmen
ante el estado lamentable del templo villero.
Por fin, la carretera de Requena a Almansa que fue proyectada por la Real
Sociedad Económica en 1834, se finalizaba con la inauguración en diciembre
de 1911.
1941-2013: la reactivación de Requena como ciudad y su expansión
urbana.
La segunda mitad del s. XX y principios del s. XXI suponen para Requena
ciudad su expansión urbana y demográfica, así como la potenciación de sus
funciones como urbe comercial y de servicios, además de su reactivación
industrial en los últimos años.
Vista aérea de Requena
La población de Requena ciudad casi se duplicó entre 1950 y 2010, pasando
de 8.259 habitantes a 16.877.
Sin embargo, el crecimiento urbano contrasta con el sangrante éxodo rural
que afecta a la población diseminada en las aldeas y caseríos que
desciende alarmantemente de los 12.083 habitantes de 1950 a los 4.561 de
2010. Es por tanto, un escenario inverso a la ruralización de finales del
s. XIX y principios del s. XX.
Un hito en el gran desarrollo urbano de Requena de esta época será el
denominado “Plan Borso”. Este plan proyectará el urbanismo
requenense durante más de medio siglo, planificando el gran crecimiento de
Requena y preservando sus 3 barrios históricos: La Villa, Las Peñas y el
Arrabal.
Requena ve reforzado muy considerablemente en los últimos tiempos su
carácter de centro de servicios de ámbito comarcal y supracomarcal. Los
Juzgados, la Delegación de Hacienda, el Parque de Bomberos y,
especialmente, el Hospital Comarcal a partir de 1992 aumentan el área de
influencia de Requena más allá de la propia comarca: Valle de Ayora, Siete
Aguas, Chera, Serranía conquense, pueblos albacetenses del Cabriel, etc.
Requena, Valencia
El 10 de marzo de 1966 el barrio de la Villa fue declarado
“Conjunto Histórico-Artístico”. A partir de 1983 se realizaron obras de
rehabilitación y mejora de Santa María, del Salvador, de la Alcazaba, se
excavaban los restos ibéricos y romanos de la Plaza del Castillo y
finalmente, en 2006, se finalizó la restauración del bello Palacio gótico
del Cid y se acondicionó la Cuesta de las Carnicerías.
Los hoteles con encanto y zonas de restauración surgen en torno a la
Plaza del Albornoz y aledaños.
Actualmente, el término municipal de Requena es el primero en extensión de
la provincia de Valencia con 814 km. cuadrados y 21.554 habitantes con
datos de 2011. Requena capital posee 16.964 habitantes y el resto del
vecindario se reparte entre las aldeas de El Azagador 60; El Barriete 11;
Barrio Arroyo 66; Calderón 37; Campo Arcís 430; Casas de Cuadra 6; Casas
de Eufemia 140; Penén de Albosa 20; Los Sardineros 1; Casas de Sotos 18;
Casas del Río 57; Los Cojos 105; Los Chicanos 20; El Derramador 55; Los
Duques 99; Hortunas 36; Los Isidros 356; Fuen Vich 2; Las Nogueras 15; Los
Ochandos 235; Los Pedrones 209; El Pontón 329; La Portera 149; El Rebollar
132; Roma 84; Los Ruices 64; San Antonio 1.270; San Juan 131; Turquía 425
y Villar de Olmos-La Cañada 15.
Si paseamos por sus calles llegaremos a su espectacular casco antiguo que
nos transporta totalmente a otra época llena de cultura e historia.
Asimismo, Requena conserva un gran legado de torres, casonas blasonadas
como el Palacio del Cif, Castillos e Iglesias góticas, como la de
Santa María.
Torre del Homenaje , Requena
Pero no se queda ahí Requena, pues además de todo lo anterior tiene
numerosos lugares atractivos para los visitantes, como pueden ser las 22
cuevas que se encuentran bajo la Plaza de la Villa de origen musulmán que
pueden ser visitadas, el Museo Etnológico, la Plaza de Toros, el Teatro
Principal o rincones medievales como la Plaza del Castillo o la Cuesta de
las Carnicerías.
En una visita a Requena no solo podemos disfrutar de su patrimonio, sino
que además es de obligación probar su rica gastronomía elaborada con las
mejores materias primas.
Entre sus platos podemos destacar el arroz de matanza, sus embutidos y,
sobre todo, sus vinos de denominación de origen.
Requena destaca por su casco antiguo, forjado durante la época cuando la
economía se centraba en la producción de la seda.
El Colegio del Arte Mayor de la Seda está situado en el
barrio de la Villa, muestra de arte gótico como las iglesias de Santa María y del Salvador.
También quedan restos de la ciudad árabe: la Torre del Homenaje o sus murallas.
Requena también ofrece un recorrido por el subsuelo de la ciudad
medieval.
Antiguas cuevas que hacían las veces de bodegas. Y algunos otros puntos
para visitar: el Museo Municipal (dedicado a la etnología), el Museo
Etnológico o el de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente.
Conviene visitar algunos Rincones Medievales
como la
Alcazaba, la Medina, la Plaza del Castillo, la Cuesta de las
Carnicerías, la Iglesia de San Nicolás o el Palacio del Cid, entre otros.
Palacio del Cid, Requena
Bodega Histórica de Murviedro, Requena
La Bodega Histórica de Murviedro es un lugar donde conectar con la
tradición de nuestra comarca. Tiene como objetivo acercar el mundo del
vino a todo tipo de público, guiarlos a descubrir nuestra historia y
pasión y descubrir novedades en el mundo enológico.
Haremos un breve recorrido por la historia de nuestra comarca
relacionándola con la vitivinicultura desde el s. VI a.C.
Visitaremos nuestra micro-bodega urbana donde contaremos con la última
tecnología inspirada en los métodos más tradicionales.
Depósitos Ovoides de cemento, depósitos revestidos con cerámica, la
clásica tinaja de barro o foudres de roble francés serán parte de nuestra
apuesta por reencontrarnos con la tradición de nuestra comarca.
Bodega Histórica de Murviedro, Requena
Seguiremos el proceso de elaboración de cerca tal y como lo elaboraban
antaño.
Con una bodega que se conserva en su estado original, seguiremos el paso
del vino en sus diferentes etapas y descubriremos la historia que hay
detrás de este entramado de cuevas que nos transportaran a otra época.
Actualmente contamos con los siguientes tipos de visita:
Visita general 7 €: Consta de la visita guiada por nuestra cueva museo + 2
degustaciones + 1 botella de vino
Visita Premium* 15€: Consta de la visita guiada por nuestra cueva museo +
5 degustaciones con embutido típico de la zona + 1 botella de vino
* grupo mínimo Premium 8 personas
Horario:
De Jueves a Sábados 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00
De Domingos a Miércoles de 10:00 a 14:00
Cuevas de la Villa de Requena
Cuevas de la Villa de Requena
Las cuevas de Requena, hoy recuperadas del olvido, son el testimonio de la
vida de los habitantes del lugar, de sus costumbres, de su manera de ser,
hacer y pensar.
Las cuevas hablan de requenenses anónimos, gente humilde, personas cuyos
nombres quizás no aparezcan en las crónicas históricas pero cuyo trabajo
ha sido indispensable para crear lo que Requena es en la actualidad.
Cuevas de la Villa de Requena
Un recorrido por las Cuevas de La Villa os transportará a la época
árabe.
Construidas por los antepasados de la localidad, aprovechando la toba
caliza y la arcilla que componen el subsuelo de La Villa.
Las Cuevas son hoy en día uno de los lugares que más llaman la atención al
turista en Requena.
Han sido utilizadas para diversos fines como ampliación de la vivienda,
como silos para almacenar cereales y como bodegas para la elaboración y
conservación de vinos.
“Las Cuevas disponen de un sistema de autoguías para realizar el recorrido
tanto en el muro audiovisual (junto al mostrador), como en las propias
cuevas, pudiendo realizar la visita simultáneamente en varios idiomas.”
Cuevas de la Villa de Requena
Las únicas cuevas con ventanas.
Nada más bajar las escaleras que nos adentran a conocer las Cuevas,
sentiremos una gran bajada de temperatura que, sin embargo, agradeceremos
si en el exterior hace calor.
La señalética interna de las cuevas posee tótems a modo de ventanas que
comunican el interior de las cuevas con el exterior de La Villa.
Cuevas de la Villa de Requena
Nos permiten conocer la relación entre el espacio que encontramos y la
superficie. Conocer en distintos puntos del recorrido lo que veríamos si
pudiésemos abrir un boquete en el techo y desde esta perspectiva ver las
calles y edificios de La Villa.
Casa del Arte Mayor de la Seda
Se encuentra situado en un auténtico adarve musulmán o callejón sin salida
del Barrio de La Villa, concretamente en la Calle del Castillo. Este museo
nos muestra la importancia de la seda en Requena desde el siglo XVII, con
su auge en el XVIII y su decadencia en la segunda mitad del XIX.
No se sabe la antigüedad de esta casa, pero en 1740 se convirtió en la
Sede del Gremio de Tejedores de Seda. En su fachada todavía podemos ver el
retablo de San Jerónimo, patrón de los comerciantes y sederos, y el
azulejo donde se lee: “Casa del Arte Mayor de la Seda de esta
ciudad”.
Casa del Arte Mayor de la Seda, Requena
MUSEO
El museo está decorado con muebles y elementos decorativos del siglo XIX y
principios del XX pero sobre todo se centra en la historia sedera
requenense.
El museo se encuentra dividido en tres plantas. En la primera podemos ver
la recreación de una cocina antigua y un pequeño salón donde se expone una
copia de las Ordenanzas de la Hermandad del Arte Mayor de la Seda de
Requena que fueron aprobadas el 26 de junio de 1725.
En la segunda planta encontramos un pequeño taller de costura y una sala
donde, entre otros objetos, podemos observar armas y monedas de diferentes
épocas.
En la tercera planta es donde se ha instalado el verdadero museo con
herramientas y utensilios propios del oficio de la seda. Entre ellos
encontramos un telar, que perteneció a la última fábrica de sedas, ruecas,
lanzaderas, peines, devanadoras e hilos.
Esta planta se complementa con un audiovisual que ilustra la tradicional
manufactura de tejidos de seda, a la que tantos requenenses se dedicaron
durante más de dos siglos.
11. Comer en Requena
Asador Uruguayo
Calle de San Agustin 39,
46340, Requena España
+34 961 67 87 21
La Despensa de Sofía
Calle luis verdu #5,
46340, Requena España
+34 669 38 96 83
Meson La Villa
Plaza Albornoz, 13,
46340, Requena España
+34 962 30 21 32
La Posada de Agueda
Carretera N-III 282,
46340, Requena España
+34 962 30 14 18
y algo mas económico
Meson Plaza
Calle Consistorial 7,
46340, Requena España
+34 902 09 14 66
y despues de bien comer y paserar nos vamos hacia el
12. Parque Geológico de Chera
El Parque Geológico de Chera es el tercero que se realiza en España, el
primero en Valencia y goza de gran relevancia en cuanto a valores
paisajísticos, medioambientales y culturales.
Visitarlo nos permite tener una gran oportunidad para conocer la
geología de Valencia, ya que en él están registrados todos los
acontecimientos que sucedieron en la Cordillera Ibérica desde hace
muchos años, incluyendo la desaparición de los dinosaurios.
Las rutas que ofrece este Parque de unos 70 km cuadrados de extensión
son ideales para pasar un día en familia en plena naturaleza.
Parque Geológico de Chera
Además, el Parque Geológico de Chera dispone de un museo donde se
puede ver diversas colecciones de fósiles, rocas o minerales.
De igual manera, os invitamos a visitar la localidad de Chera, un precioso pueblo que se enclava en este impactante entorno natural.
Gracias a estos parajes existen numerosas empresas de actividades que
nos permiten realizar deportes de aventura como el rafting, escalada,
descenso de barrancos, puenting, senderismo o piragüismo entre otras.
Y despues, nos preparamos para marchar hacia la comarca de los Serranos, a
fin de visitar el extraordinario y pequeño pueblo de Chelva, con un
inimaginable patrimonio histórico, una gran reserva cultural, todo esto
colocado en un ambiente natural sin igual.
Donde pasaremos por el impresionante Pueblo de
13. Chulilla
otro de los pueblos más bonitos de la provincia de Valencia
Chulilla, Valencia
Recorriendo la Comarca de la Serranía y al llegar al Cañón del Río
Turia, allí veremos, alzado en un peñón, al que llaman el Monte del
Castillo, el fascinante pueblo de Chulilla, con un asombroso
patrimonio, donde la madre naturaleza pone su mejor esfuerzo, cuando
reúne en un mismo lugar, un hermoso pueblo medieval inmerso en un
entorno ambiental impecable.
Chulilla, un precioso municipio con menos de 1000 habitantes en la
Serranía, es uno de esos rincones que invita al caminante a disfrutar
de sus calles y entorno, paisaje rodeado de montañas y parajes
naturales.
Charco Azul, Chulilla
Los entusiastas de la vida al aire libre, amarán darse una escapada a
Chulilla.
Allí tendremos múltiples actividades, que nos permitirán poner un alto
al ajetreo cotidiano, y dejar que fluya la adrenalina.
Además, podremos visitar el origen mismo de este poblado al visitar su
Castillo o las antiguas murallas, sin dejar atrás las hermosas casas,
que en un todo, conforman una imagen de postal, en esta comunidad
valenciana.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna
actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
Si bien podríamos decir que uno de sus grandes atractivos es la
conocida como Ruta de los Puentes Colgantes, Chulilla tiene que
ofrecer muchísimo más al visitante, ya que dispone de decenas de
senderos y caminos naturales para conocer todo su término.
Ruta de los Puentes Colgantes, Chulilla
Un paseo por sus calles y centro histórico, lleno de casitas blancas
con flores en sus fachadas; un refrigerio, comer o cenar en uno de sus
bares, donde la mayoría se localizan en la
Plaza de la Baronía.
Comprar en uno de sus hornos o carnicerías alguno de sus productos
típicos; o alojarse en alguna de sus casas rurales, son opciones que
se pueden complementar con las múltiples opciones naturales que ofrece
la población.
y Como Opciones para realizar Senderismo
Realizar la ruta de los Calderones o los Puentes Colgantes; caminar hasta la Peña Judía, zona de baño del río
Turia.
Disfrutar del Charco Azul, un precioso lago que dispone de
una pasarela de madera en uno de sus laterales (aunque está en mal
estado); realizar la pequeña ruta circular de Las Cuevas – Peñeta; o
subir hasta lo alto del Castillo de Chulilla, lugar desde donde
observar preciosas vistas de la población, .
Castillo de Chulilla, Valencia
14. Comer en Chulilla
Restaurante El Pozo
Calle Arrabal 7,
46167 Chulilla España
+34 679 05 97 51
Restaurante Hoces del Turia
Calle Maestro Amblar 25 Calle Maestro Amblar 25,
46167 Chulilla España
+34 625 56 41 92
Restaurante Las Bodegas
Calle Bodegas de Vanacloig, 84,
46167 Chulilla España
+34 962 11 77 75
y para concluir nuestra ruta nos encaminamos hacia el pueblo que ha sido
nombrado la localidad más bonita de la Comunidad de Valencia en el año
2016. Todo un lujo…¡¡¡
15. ¿ Por qué visitar Chelva ?

Chelva, Valencia
Cada persona interesada en el arte y la historia encuentra en el pueblito de
Chelva toda una enciclopedia abierta para conocerla y entenderla.
Acá se dieron cita al mismo tiempo distintas culturas como la cristiana,
judía y árabe (cada una perfectamente separada de la otra), lo cual se
refleja en el trazado de sus calles, y las joyas arquitectónicas que
visitaremos.
No queda duda que esta villa, con aire medieval, tuvo sus momentos de gloria
en el pasado, pero toda esa riqueza ha llegado para mantenerse entre
nosotros, hoy.
Monumentos y sitios de interés
Iniciamos nuestro viaje en la Plaza Mayor, el mero centro de reunión
y vida de la ciudad, y admiraremos su hermosa fuente de piedra.
También se encuentra el Ayuntamiento, y allí nos frenamos frente a la
majestuosa Iglesia Arciprestal Nuestra Señora de los Angeles, hermosa
por todos lados y además insignia de la ancestral Chelva.
Esta magnífica obra del arte barroco nos sorprende por su fachada y exótica
decoración interior; en el exterior una hermosa cúpula y campanario con casi
60 mts de altura, con un icónico reloj que señala hora, día y fecha…muy
original…¡¡¡

Palacio Vizcondal Chelva, Valencia
Por allí, también se encuentra el Palacio Vizcondal de finales del
Siglo XV, también conocido como “La Posada” en el cual recientemente se
descubrió, que aparentemente, allí se ubicó la primera iglesia cristiana de
este poblado.
Lastimosamente no lo podemos visitar, motivado a las obras arqueológicas y
de restauración que allí se llevan a cabo.
Al caminar por el histórico barrio árabe, encontraremos el Portal de San
Cristóbal, especie de pasadizo que conserva ese aire añejo.
Luego veremos la Ermita de la Virgen de la Soledad, pequeño templo apretado
entre dos callejuelas, y que fue la capilla del antiguo hospital de la
localidad.
Este espacio del antiguo hospital hoy se encuentra ocupado por el Museo
Arqueológico, lugar en el que aprenderemos sobre las piezas primitivas
encontradas en excavaciones realizadas en este pueblo y sus adyacencias.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
Otro tramo a recorrer es el barrio
judío, al cual entraremos por el
portal del Azoque, uno de los arcos
que mantenían aislado este sector de
la villa, y que actualmente mantiene
intacto su trazado original, el cual
es una delicia descubrir.
Otros lugares de Chelva que debes conocer
Otro punto muy interesante por desnudar en nuestra andanza es el barrio
cristiano, conocido desde antaño como el de las “Ollerías”, por el
número de hornos de cerámica que existían a lo largo de sus calles, ubicadas
en la parte más baja de la villa.
Acá, lo entramado de sus vías nos ofrece un espectáculo para los ojos, y
muchas ganas de caminar para que ellas mismas guíen nuestros pasos.
Desde este lugar veremos la parte trasera del Palacio Vizcondal, y algunos
restos de murallas medievales.

Ruta del Agua, Chelva
Ruta del Agua, Rio Chelva
Recorremos dentro de esta villa lugares donde existen muchísimas fuentes de
agua, y salimos a buscar los lavaderos, riachuelos, manantiales y pozas.
Y cerramos con broche de oro, en nuestra ruta de senderismo visitando
el Acueducto de Peña Cortada, donde disfrutaremos de las hermosas
vistas, y como somos atrevidos pasaremos por encima de este Acueducto, pero
sin mirar abajo..por aquello del vértigo.

Acueducto de Peña Cortada, Chelva
Además, la montaña de este lugar, nos invita a recorrer los túneles
excavados en la misma hace más de 2000 años.
16. y para Comer cerca de la Ruta del Agua
Conrado Brasa Bar
Avenida Madereros 26 Bajo, Izq.,
46176 Chelva España
+34 640 87 23 77
Avenida El Mirador 9 Avd.Mirador 9,
46175 Calles España
+34 665 54 53 05
17. Otras Rutas Cercanas
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