jueves, 28 de enero de 2021

En Ruta por el Románico de la Montaña Palentina(I): De Aguilar de Campoo a Barrio de Santa Maria

Ermita de Santa Cecelia y Castillo en Agular de Campoo, Palencia

Iglesia de San Esteban , Lomilla

Monasterio de Santa Maria de Mave, Palencia

Claustro del Monasterio de San Andrés del Arroyo

Iglesia de San Juan Bautista, Moarves de Ojerda

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos,Olmos de Ojeda

Vallespinoso de Aguilar, Ermita de Santa Cecilia

El Románico es el arte de la formación de Castilla y en el proceso de formación del arte en estas tierras se advierte un impulso de armonización de factores muy dispares: aquí concurren las dos fuerzas que operaban en la formación del pueblo castellano pues lo cristiano y lo europeo iban a prestar la estructura fundamental del estilo.

En las tierras norte-occidentales de la Castilla histórica, domina el románico de tipo más universal, un arte que nace en el siglo XI pero muy marcado por influencias netamente peninsulares ya que no puede explicarse su existencia sin los precedentes de la arquitectura mozárabe, visigótica y asturiana. 


Indice:


1. Algo de Historia

Entre los años 850 y 911, el reino astur –el núcleo cristiano más importante del norte peninsular- dará el estirón territorial que le permitirá traspasar la Cordillera Cantábrica y llegar al Duero, sentando las bases de la repoblación de la cuenca de este río y acuñando los fundamentos de las dos entidades políticas que se distribuirán su territorio: León y Castilla.

Este avance espectacular se debió tanto a la consolidación del reino en el área montañosa como a la presión demográfica. La repoblación de estos territorios fue dirigida por la monarquía y la nobleza que, apoyándose muchas veces en la fundación de monasterios, pudo crear focos de colonización y explotación agraria. 

Como los grandes beneficiarios fueron precisamente los nobles y algunos monasterios, se constituyeron grandes patrimonios sobre todo en el área gallego-portuguesa mientras que en las regiones más orientales de León y Castilla la repoblación oficial y la de los grandes señores alternó con la apropiación territorial por parte de individuos y familias procedentes del área cántabra o vascona.

La tierra era la base de la producción y de las relaciones sociales pero el desarrollo de nuevos núcleos de poblamiento, las ciudades, intensificó la producción artesanal y el creciente intercambio de productos. La producción agraria se basaba en el cultivo de los cereales –trigo, cebada, centeno y mijo- y el viñedo que se utilizaba tanto para la fabricación de vino como para las necesidades litúrgicas.

 Las actividades de tipo ganadero tuvieron en Castilla y León, desde fechas muy tempranas, una gran importancia: junto al ganado vacuno destacaba el caballar -imprescindible para la defensa militar frente a los musulmanes- pero el que alcanzó mayor renombre, convirtiendo a Castilla en una potencia de primera fila, fue el ovino.

La vida urbana conoció un despliegue espectacular en los siglos XI al XIII y en este sentido jugó un papel decisivo el camino de peregrinación que conducía a Compostela. 

El interés de los monarcas por garantizar la seguridad en el camino de Santiago, facilitó la afluencia de peregrinos. 

La animación creciente de la ruta alentó a grupos de artesanos y mercaderes, la mayoría de origen extranjero, a establecerse con carácter permanente en diversos puntos del camino buscando protección al amparo de las antiguas civitates de época romana, de fortalezas o de monasterios. 

De esta manera fueron surgiendo diversos burgos que recibían fueros de los poderes públicos y eran centros activos de la industria y del comercio.

Pero el desarrollo de la vida urbana no fue una exclusiva del camino francés pues el renacimiento de las ciudades se observa igualmente en las tierras llanas que se extendían entre el río Duero y la ruta jacobea, ejemplos bien significativos lo constituyen núcleos como Palencia, Valladolid, Osma o Zamora que, a partir del siglo XII se convierten en activas ciudades artesanales y comerciales.

El desarrollo de los burgos tuvo su reflejo, en el plano intelectual, en la creación de la escuelas urbanas situadas por lo general bajo el control episcopal. En Castilla y León florecieron algunas escuelas catedralicias como las de Santiago, Toledo, Palencia o Segovia. 

El paso siguiente consistió en la fundación de universidades: en el año 1212 Alfonso VIII de Castilla fundó en Palencia el primer studium generale que alcanzó gran notoriedad pero, debido a la falta de medios, comenzó a languidecer y en la época de Alfonso X fue trasladado a Valladolid donde consiguió consolidarse.

La corona de Castilla, al igual que los restantes países del occidente de Europa, se vio afectada a partir del siglo XIV por una depresión de considerable importancia: la fatídica trilogía de peste, hambre y guerra produjo sucesivas epidemias de mortandad que redujeron los efectivos de población y una considerable fractura social.

En la Crónica de Fernando IV del año 1301 se llega a afirmar que había muerto el 25% de la población aunque el momento de mayor regresión se alcanzó como consecuencia de la Peste Negra de 1348. En el Becerro de Behetrías, libro que data de 1352 se da cuenta de los diversos núcleos de población deshabitados, sobre todo en el obispado de Palencia, en el que habrían desparecido 88 de un total de 420.

Los historiadores no se ponen muy de acuerdo sobre las causas de este fenómeno pues si bien las epidemias de enfermedad y hambrunas son causa de mucha mortalidad, no hay que perder de vista el trasiego de población en busca de mejores condiciones de vida en tierras más meridionales.

Se denomina Románico a la corriente estilística que se desarrolla en Europa durante dos largas centurias. En España se inicia al superar la primera mitad del siglo XI y se prolonga hasta bien entrado el siglo XIII.

El período que rodeó el cambio del primer milenio vio grandes desplazamientos, invasiones, calamidades de todo tipo y hambruna extrema, circunstancias que sumieron a los europeos de aquella época en el conocido terror milenario: el fin del mundo estaba cerca y el Apocalipsis no tardaría en hacer su aparición.

Pero, superado el año 1.000 ninguna de aquellas catástrofes anunciadas se producían y sí ocurrían cambios en el mundo de las ideas, crecían las poblaciones de los feudos y se reactivaba el comercio. La Iglesia católica se puso al frente de un proceso integrador que abrió las puertas a la colonización de territorios y a la formación de nuevos núcleos de habitantes: las abadías y monasterios se convirtieron en focos impulsores y aceleraron el proceso; los monarcas facilitaron esa labor. El occidente cristiano experimentó, en poco tiempo, una revolución espiritual y material.

La fiebre constructora se adueñó del occidente cristiano. Pronto, condados y obispados humildes emprendieron una increíble campaña constructiva y no tardarían en unírseles los nuevos burgos y hasta las parroquias de aldeas que aspiraban a una iglesia propia.

El arte se puso al servicio de los representantes de Dios tanto en lo divino como en lo humano. Surge el arte románico como una condensación de procesos estilísticos, teológicos, religiosos y morales. Estamos ante el primer arte europeo verdaderamente cristiano que integra en la arquitectura formas escultóricas y pictóricas y que emplea el lenguaje del símbolo para comunicar sentimientos, doctrinas e ideas de la vida.

El primer testimonio románico que descubrimos en Castilla, que es la cripta de la catedral de Palencia –1034- procede de la Cámara Santa de Oviedo y de la cripta de Santa María del Naranco y la segunda fecha, que nos habla de otra influencia distinta de la anterior, es la de la construcción de San Martín de Frómista, en 1066, donde vemos el precedente de pirenaico de la Seo de Jaca.

En el último tercio del siglo XI la actividad constructiva es muy grande y se incrementa durante el siglo XII al convertirse el Camino de Santiago en algo más que una sencilla peregrinación religiosa.

A través de la Ruta, el Románico circulaba en los dos sentidos; la corriente europea llegó a España pero también sabemos que muchas formas españolas, arquitectónicas y decorativas pasaron a Francia. 

La política de europeización y romanización de España se acentuó durante el siglo XII y fueron mayores las influencias extranjeras tanto de Cluny como posteriormente las cistercienses. También a través del Camino pudieron llegar a Castilla mucho elementos orientales y bizantinos.

Sin embargo, el Románico que fue el arte de la formación de Castilla, no fue el arte de la expansión. 

Las influencias francesas fueron muy importantes pero el románico castellano se fue haciendo cada vez más localista y rural.

2. Características Generales del Románico Palentino



 No puede decirse que el románico palentino presente unidad estilística. 

Sin embrago, el románico de tendencia universalista no es la única tendencia que debe considerarse en la provincia. Es suficiente con fijarse en el mapa y observar la prolífica concentración de iglesias del norte palentino, que surgieron a finales del siglo XII bajo la autoridad naciente de los concejos libres que tienen en la espadaña el elemento común que no falta en ninguna de ellas.

Más justo sería hablar de monumentos concretos que de parámetros comunes. En cuanto a las plantas, encontramos de todo tipo siendo las más repetidas las de cruz latina con tres naves y ábsides semicirculares.

Los soportes más repetidos son los pilares cruciformes con columnas adosadas aunque es habitual la semicolumna adosada a los muros perimetrales si la iglesia es de una sola nave. 

En el capítulo de los fustes podemos elegir: los lisos son los predominantes, pero también los hay monolíticos en las portadas o con abundante decoración fantástica. 

Las impostas, cimacios y capiteles son de muchísima riqueza inclinándose por los aderezos barrocos.

Lo que unifica el románico es el arco de medio punto, que es el predominante en los edificios, si bien no faltan los apuntados en las construcciones tardías y lo mismo puede decirse de los vanos, pues los ventanales se unifican por su arco de medio punto, apareciendo arquivoltas y columnillas decoradas entre sus componentes habituales.

Las bóvedas construidas en los siglos XI y XII suelen ser de medio cañón, convirtiéndose en cañón apuntado si avanzamos en la cronología.

Asimismo hay que referirse a las portadas, estructuradas de manera que destaquen del muro de la fachada, tomando forma a través de las arquivoltas que reflejan gran amplitud de motivos y ornamentos escultóricos.

Los frisos con esculturas de Palencia son el prototipo más completo y extraordinario de Europa con la figura del Salvador, rodeado del Tetramorfos y acompañado de un apostolado de cuidada ejecución.


Por último cabe hacer mención de las torres campanario y de las que muestran apariencia defensiva y con planta cuadrada.

EL SIMBOLISMO ROMÁNICO

La población medieval era en su mayor parte iletrada y de alguna forma había que hacer llegar el mensaje de Dios y la doctrina cristiana. Los frisos y sobre todo, los capiteles fueron libros abiertos en los que se relataban escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento. 

Junto a las escenas religiosas, las mitológicas y las escenas de la vida cotidiana de aquellos hombres completan un panorama lleno de simbología que presenta, en general la siguiente iconografía Palencia:

Los Santos y la Santidad:

a) Por flores. Se mantiene así una iconografía fijada en el Arte Paleocristiano y heredada del mundo antiguo, ya que el concepto de lo sacro y la santidad va unido a las flores muchos siglos antes de Cristo, desde el Arte Mesopotámico. 

También por influencia cristiana pasa al Islam. Es muy corriente en el Arte medieval. Las flores, en las arquivoltas de las portadas románicas, son tema muy frecuente. 

b) Por estrellas. Se fija esta iconografía al final del Arte Paleocristiano. En La Sagrada Escritura se afirma que los Santos brillan como estrellas en el cañaveral. Son estrellas las puntas de diamante tan típicas de portadas tardías en el Románico. Aparecen en la provincia de Palencia, por ejemplo en Quintanatello, en Vallespinoso, en Vergaño, en Vertavillo y también aparecen en ventanas como en Brañosera.

c) Por árboles. La palmera es, entre todos los árboles, el símbolo más típico de santidad. Los salmos hablan de los santos como "hojas verdes de árbol frondoso" y alusiones similares son frecuentes, esto hace que se les representen también por hojas y hojas de palma, símbolo de la victoria. Dentro del románico palentino, puede citarse: Vega de Bur, y Valle del Cerrato.

Cristo vencedor del pecado y de la muerte.

a) Sansón a horcajadas sobre el león: Sansón es figura de Cristo que vence al león, que es el Demonio, con su muerte. El Demonio es la síntesis del pecado y de la muerte. Tiene el románico palentino magníficos ejemplos Moarves, Santa Eufemia de Cazuelas, Dehesa de Romanos, Revilla de Santullán, Aguilar de Campoo -en el Museo Arqueológico Nacional-, Vallespinoso de Aguilar y Astudillo. Aparece tanto en los capiteles de la portada como en el arco del triunfo, dándose además el enfrentamiento con el tema demoníaco.

b) El Pantocrátor: Cristo victorioso al final de los siglos. Los mejores ejemplos, en escultura, del románico europeo están en Palencia ya que sobrepuja en belleza a todos el de la Iglesa de Santiago de Carrión de los Condes. Como la manifestación victoriosa de Cristo se une al Juicio, se debía colocar este tema sobre las puertas de las iglesias en que se administraba justicia.

La esperanza y la fe del Justo.

Estas dos virtudes se sintetizan en la figura de Daniel, en el que se cumple el salmo "lo libraré porque esperó en mí". Hay dos variantes en su representación: de pie y sentado. De pie con las manos extendidas orando o con las manos juntas también orando. Todas estas variantes existen en el románico palentino. Aparece en: Villabermudo, Gama, Astudillo, Resoba, Zorita del Páramo y Villanueva de la Torre.

La vida cristiana es lucha contra el mal.

Aparece el hombre cristiano como un guerrero atravesando con su espada o su lanza bien a un león o bien a un dragón. Así puede verse en Revilla de Santullán, Perazancas, Santa. Cecilia de Aguilar, Moarves, Vallespinoso de Aguilar, San Cebrián de Mudá. Este tema enlaza con el concepto de lucha al estilo caballeresco como aparece en Moarves, Santa Cruz de Ribas o Pozancos.

Las almas de los justos.

La representación más generalizada es simbólicamente por palomas. Esta iconografía, aunque es más antigua, se fija en el Arte Paleocristiano. Aparecen, bien alimentándose del árbol de la vida, representación paradisíaca o bien atrapadas por el pecado y el error. Dentro de los abundantes ejemplos con esta temática, sobresalen los capiteles de San Martín de Frómista.

Demonios.

La representación más generalizada es por un ave con patas de caballo, cola de dragón y cabeza humana o de animal. También es muy frecuente su representación por un león; aunque éste a veces puede tener una significación positiva -Cristo, León de Juda-. También se representa al demonio por un dragón y serpiente, aunque tuvieron menos éxito.

La sirena es el símbolo de la tentación y si es de doble cola de la lujuria. Representaciones demoníacas aparecen en Pozancos, Barrio de Santa María, Revilla de Santullán; con forma de león entre otras iglesias en Frómista y Cillamayor y con forma de dragón en Vallespinoso de Aguilar.

Los oficios.

Suelen aparecer unidos a la idea de tiempo o signos del Zodiaco, son muy corrientes para indicar el año y Cristo Señor de los tiempos.

    


3. Este es el Croquis de la Primera Parte de Nuestra Ruta


          

Es imposible visitar todos los monumentos románicos de esta zona en una única ruta o jornada. 

Por ello te proponemos tres, que igualmente son muy extensas, ya que esta zona aglutina el mayor número de monumentos y restos románicos no sólo de la provincia o de España, sino también de Europa.

4. Como llegar a Aguilar de Campoo 

, Inicio de nuestra Ruta 

Está a una distancia de 99 km de Palencia, capital de la provincia, y a 102 km deSantander (Cantabria). Se encuentra en la ribera del río Pisuerga, en la comarca de la Montaña Palentina e inmersa en el territorio histórico de Campoo.

Enclavada en el noreste de la provincia de Palencia, Comunidad de Castilla y León y dentro del marco geográfico de la Montaña Palentina, hace frontera con los territorios cántabros de Campoo y los burgaleses de Páramos de la Lora.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí

Iniciamos nuestra primera ruta en Aguilar de Campoo, preciosa villa declarada Conjunto Histórico Artístico y considerada por muchos la capital palentina del románico norte. 

5. Aguilar de Campoo


Ermita de Santa Cecelia y Castillo en Agular de Campoo, Palencia

Algo de Historia sobre Aguilar de Campoo

Lugar poblado por cántabros, romanos y visigodos fue baluarte en la dominación árabe (de esta época solo quedan los nombres de algunos pueblos: Cordovilla, Zalima...) y villa de gran importancia en la Edad Media.

El 14 de mayo de 1255, siendo rey Alfonso X el Sabio y estando este en Aguilar, la declaró Villa Realenga y señaló sus términos. Este fue el Primer Fuero Real de Castilla (después sería Sahagún), que actualmente forma parte de los fondos del museo de la Hispanic Society of America (catálogo de 1953). La villa permanecería con este privilegio hasta 1332.

Fue, desde entonces, cabecera de la Meryndat de Aguylar de Canpo, una división administrativa de la Corona de Castilla, vigente durante la Edad Media, cuya descripción figura en el libro Becerro de las Behetrías de Castilla5​ redactado por las Cortes de Valladolid de 1351, cuando el estamento de los hidalgos solicitó al rey Pedro I la desaparición de las behetrías mediante su conversión en tierras solariegas. 

Esta merindad era una de las más extensas y pobladas de Castilla y contaba con 262 localidades, actualmente repartidas entre las provincias de Palencia, Cantabria y Burgos. Su alfoz contaba con 34 aldeas.6​

Pedro de Aguilar, hijo ilegítimo del rey Alfonso XI el Justiciero y de Leonor de Guzmán, fue titular del señorío de Aguilar entre 1332 y 1338, y de los términos de Liébana y La Pernía, pero habiendo fallecido este infante siendo aún niño y sin descendencia, el Señorío de Aguilar de Campoo fue vuelto a conceder por el mismo rey Don Alfonso XI a otro de sus hijos, el infante Tello de Castilla el 10 de febrero de 1339, que fue Conde de Vizcaya, Señor de Aguilar de Campoo, de Castañeda y de Lara, y fundador de las villas de Marquina, Elorrio, y Guernica.

 Conservó este príncipe el Señorío de Aguilar de Campoo hasta su muerte en 1370, año en que la soberanía sobre el señorío de Vizcaya fue asumida definitivamente por los reyes de Castilla. 

Sin embargo, tanto el Señorío de Aguilar de Campoo como el de Castañeda fueron confirmados por los sucesivos reyes de Castilla a los descendientes de Tello, siendo por tanto dicho infante el progenitor de la casa de los marqueses de Aguilar de Campoo.

En 1480, los Reyes Católicos instituyeron el marquesado de Aguilar de Campoo (uno de los más antiguos marquesados de España) en la persona del tataranieto del infante Don Tello, Don Garci V Fernández Manrique de Lara, I Marqués de Aguilar de Campoo, III Conde de Castañeda y de Buelna y Chanciller Mayor de Castilla. Desde entonces, la historia de Aguilar discurre a vida y obra de sus marqueses hasta la desaparición del Antiguo Régimen en el siglo XIX.

El título de marqués de Aguilar de Campoo fue distinguido en 1520 con la dignidad de Grande de España, la más alta distinción nobiliaria europea, que otorga a sus titulares la condición de "primos" del rey y el tratamiento de "Excelencia" así como el derecho a permanecer con la cabeza cubierta en presencia del monarca.

En octubre de 1517 permaneció por primera vez en Aguilar de Campoo, en el Palacio de los Marqueses, el rey Carlos I y futuro Emperador Carlos V y su hermana Doña Leonor, donde fueron recibidos y agasajados por la nobleza en su primer viaje a España para tomar posesión de la herencia de sus abuelos los Reyes Católicos.

Tras ser elegido Emperador, Carlos V desembarcó en Laredo (Cantabria) a su retorno de Alemania y se quedó por segunda vez en Aguilar de Campoo en julio de 1522. Durante esta estancia visitó el sepulcro de Bernardo del Carpio, valiente y esforzado caballero, vencedor de la batalla de Roncesvalles, que estaba situado junto al Monasterio de Santa María la Real, llevándose su espada, la cual se encuentra actualmente en la Real Armería de Madrid.

El 10 de agosto de 1519 partió de Sevilla la expedición de Magallanes, junto a Juan Sebastián Elcano y 236 marineros para dar la primera vuelta al mundo. Uno de los 30 supervivientes que regresaron el 6 de septiembre de 1522 fue Juan Martín, natural de Aguilar de Campoo, a quien la Villa tiene dedicada una de sus plazas.

La mejor fuente para conocer Aguilar en el siglo XVIII es el Catastro del Marqués de la Ensenada. En esa época su principal riqueza la constituían la agricultura y la industria harinera, con siete molinos, de los que cuatro pertenecían a Santa María La Real, uno al capitán Malla, uno al Turruntero y el llamado posteriormente de la Fábrica de Harinas que pertenecía a la marquesa de Aguilar, y varios batanes para pisar paño y ropa.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional, conocido entonces como Aguilar de Campó en el partido de Cervera de Pisuerga,7​ que en el censo de 1842 contaba con 186 hogares y 967 vecinos.

A principios del siglo XIX, Aguilar de Campoo también sufrió las consecuencias de la invasión francesa, sobre todo el Monasterio de Santa Clara, que fue quemado por las tropas napoleónicas.

En el año 1833 con la división provincial de Javier de Burgos, bajo Isabel II, cambió la situación provincial del municipio, que hasta la fecha pertenecía a la división provincial de Cantabria y se añade a la provincia de Palencia.

En 1921, Miguel de Unamuno visitó Aguilar y escribió un artículo sobre la villa que incluiría en su libro Andanzas y visiones españolas.

Qué ver en Aguilar de Campoo | Montaña Palentina

Aguilar de Campoo se encuentra en la Comarca 'Montaña Palentina', al norte de la provincia de Palencia. Esta preciosa villa declarada Conjunto Histórico Artístico es considerada por muchos la capital palentina del románico norte.

Aguilar de Campoo ostenta el titulo de Villa Realenga desde que Alfonso X El Sabio se lo concediera el 14 de mayo de 1255. Pasados más de dos siglos, el 25 de marzo de 1482, Los Reyes Católicos conceden el marquesado de Aguilar a favor de Los Manrique de Lara, siendo el I Marques de Aguilar Don Graci Fernández Manrique de Lara. Paseando por sus calles encontraremos más de cien escudos y blasones repartidos entre casas solariegas y palacios.

Monasterio de Santa María la Real 

Monasterio de Santa María la Real - Portal de Turismo de la Junta ...
Monasterio de Santa María la Real , Aguilar de Campoo

Monumento Histórico Artístico desde el 4 de Diciembre de 1914. Ubicado al final de la Avda. de Cervera.

Monasterio de Santa María la Real - Portal de Turismo de la Junta ...
Monasterio de Santa María la Real , Aguilar de Campoo

Los primeros documentos que atestiguan su existencia datan del siglo XI. En 1169, Alfonso VIII entrega el Monasterio a la orden de los premostratenses.

En 1222 la iglesia, que había sido terminada años antes, es consagrada por el obispo burgalés Mauricio.

Monasterio de Santa María la Real (Aguilar de Campoo) - 2020 Qué ...El 11 de Octubre de 1835, desamortización de Mendizábal, el Monasterio desaparece como Instituto Eclesiástico.

En 1866 es declarado Monumento Nacional y en 1871 son arrancados 23 capiteles más valiosos procedentes de la iglesia, del claustro y de otros ámbitos monásticos (uno de ellos se traslado en 1932 al Fogg Art Museum de la universidad de Harvard).

Monasterio de Santa María la Real 

En 1978 se emprende la definitiva restauración con la Asociación de Amigos del Monasterio y en 1987 esta asociación recibe el Premio Europa Nostra por la recuperación del edificio y de su actual actividad cultural: Instituto de Bachillerato y sede de la Fundación Santa María la Real. Su Majestad la Reina Doña Sofía hizo entrega del premio el 30 de Junio de 1988.

Colegiata San Miguel 

Colegiata de San Miguel en Aguilar de Campoo por Carmen Casal ...
Colegiata de San Miguel, Aguilar de Campoo

Esta iglesia fue elevada a rango de Colegiata en 1541 por el Papa Paulo III a petición de Don Juan Fernández Manrique, III Marqués de Aguilar.

Los escudos de los Marqueses lucen en la torre. Magnífico templo de 3 naves de origen visigodo. Se reedificó en el conservándose la puerta principal románica de transición; el resto del conjunto es gótico. 

nº 20189 postal aguilar de campoo palencia cole - Comprar Postales ...
Colegiata de San Miguel, Aguilar de Campoo

El segundo y tercer cuerpo de la torre son herrerianos, y el retablo renacentista.

En su interior, el Museo Parroquial nos muestra un pequeño viaje por las Edades del Hombre en sus diversas salas: La Sala de los Cristos, la Capilla del Arcipreste de Fresno o de los Pobres, la Capilla del Cristo, la Sala Capitular, la Sacristía y la Capilla Bautismal.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí

Al lado del Presbiterio también podemos contemplar los sepulcros de los Marqueses de Aguilar.

Ermita de Santa Cecilia

 Declarada Monumento Histórico-Artístico el 9 de octubre de 1963. Iglesia Románica del siglo XII, con bellísima y original torre campanario de tres cuerpos.

Iglesia de Santa Cecilia | Aguilar de Campoo | Palencia
Ermita de Santa Cecilia, Aguilar de Campoo

En su interior guarda valiosos capiteles vegetales e iconográficos destacando el de 'La Degollación de los Inocentes', situado en el arco toral, uno de los más bellos del románico español.

Iglesia de San Andrés 

Iglesia de San Andrés de Aguilar de Campoo | Guía Repsol
Iglesia de San Andrés, Aguilar de Campoo

Esta iglesia románica formó parte de un desaparecido Monasterio del siglo XII que estaba situado en la falda del Castillo.

La cabecera y la portada de la iglesia se trasladaron en 1909 a este emplazamiento, situado en la isla que delimita el río Pisuerga, cerca de Peña Aguilón, nidal de águilas que da nombre a esta Villa.

Monasterio de Santa Clara 

Fundado en 1430 por Don Juan Fernández Manrique, padre del I Marqués de Aguilar, fue habitado en un principio por franciscanos. En 1480, Don Garci Fernández Manrique, I Marqués de Aguilar, pidió autorización al Papa Sixto IV para que se trasladase el Monasterio de Santa Mª de Camesa a este cenobio.

Esta nueva fundación se debió a Doña Sancha de Rojas. Desde entonces viven aquí las monjas Clarisas. La iglesia, de estilo gótico, consta de una sola nave. La reja de clausura separa el espacio dedicado a las monjas del resto de la comunidad.

Aguilar cuenta con más de 100 escudos y blasones, repartidos entre las portadas de sus palacios, las fachadas de sus casonas, porches, portales, patios interiores y en la Colegiata de San Miguel. Estos escudos y blasones tienen varios orígenes: cantabros, indígenas y oriundos de las antiguas Merindades castellanas de Sedano y de Burgos.

Plaza Mayor 

Plaza Mayor de Aguilar de Campoo - HDR | Plaza Mayor de Agui… | Flickr
Plaza Mayor de Aguilar de Campoo

Es la Plaza de España, porticada y de grandes dimensiones, se encuentra en el centro de la Villa. Presidida por la Colegiata, en el lado dónde se emplaza el palacio de los Manrique, la arquitectura tiene más influencia castellana, mientras que, en la parte dónde se ubica la casa de los VII Linajes la arquitectura denota más influencias de los pueblos marineros de la costa cantábrica con galerias acristaladas para robarle al día toda la luz posible durante los largos inviernos.

Palacio de los Manrique

 También llamado de los Marqueses de Aguilar. Se encuentra en un lateral de la Plaza Mayor. En la planta inferior ubica la Oficina de Turismo.

El palacio consta de dos plantas. Su hermosa fachada de sillería con once balcones forjados, se sustenta sobre arcos de medio punto que se apoyan en columnas de fuste cilíndrico.

En la fachada lucen 4 escudos del marquesado iguales que los de la torre de la Colegiata. Descripción del escudo: Parte izquierda semicortado con un castillo y el escudo de Aguilar (águila). Parte derecha partido con dos calderas de las que salen siete cabezas de serpientes (apellido Manrique de Lara). El escudo está rodeado de guirnaldas y sobre él la corona del marquesado (tres puntas).

Palacio de los Villalbos-Solorzano
 Situado al comienzo de la calle del Puente. Con impresionante fachada y patio clásico de artísticos artesonados, sirvió durante siglos de alojamiento al Cabildo de la Colegiata.

Palacio de los Marqueses de Villatorre
 Portada de estilo renacentista burgalés, conocida popularmente como la 'Puerta de la Torrejona', fue el inicio de un gran palacio que intentó construir el Marqués de Villatorre en el siglo XVI. Sobre el arco resalta su fastuoso escudo, el más artístico de la Villa. En sus orígenes, la portada estuvo orientada mirando a la cabecera de la Colegiata San Miguel.

Casa del Cura 
Monumento Histórico Artístico en 1933. Era una gran casa del siglo XV. En su origen estuvo situada en la Calle del Puente pero en los años 40 fue desmantelada y algunas de sus ventanas y portadas se encuentran actualmente en la Casa Parroquial, situada al lado de la Colegiata.

Casa de Santa María la Real 
Se encuentra en la calle del Puente. Data del siglo XVIII (1754), sirvió como enlace de gestiones entre el Monasterio del mismo nombre y la villa. En su escudo se ven los símbolos propios de su carácter: cruz arzobispal y báculo pastoral.

Casa de Marcos Gutiérrez 
En ella vivió Marcos Gutiérrez, alcaide y defensor del Castillo, que luchó contra Alfonso IX de León. Marcos Gutiérrez defendió el castillo en nombre de D. Diego López de Haro, hermano de Doña Urraca (tercera esposa de Fernando II de León) hasta que la resistencia se hizo imposible. El rey le premió devolviendole las llaves del Castillo.

La casa actual del siglo XVII porta escudo del apellido Zorrilla, su leyenda: “Velar se debe la vida de tal suerte, que quede vida en la muerte”. Inspiró a D. Miguel de Unamuno durante su estancia en la Villa en 1921, quien escribió un artículo sobre su visita, incluido en su libro Andanzas y Visiones Españolas.

Casa de los VII Linajes 
En un lateral de la Plaza Mayor, destaca su alero, con 7 gárgolas representando los pecados capitales. Su alero es de estilo mudéjar.

Casa de los Verlarde 
Cerca de la Puerta de Reinosa, destaca su escudo de armas, dónde se puede leer: 'Este es Velarde, que la serpiente mató y con la infanta casó'. Del siglo XVII, posee un voladizo de madera profusamente decorado.

Casa de Juan de Mier y Terán
 Casona del siglo XVI en cuya fachada destacan los escudos de los personajes que se encuentran en sendos medallones: Juan de Mier y Terán (uno de los escudos más difundidos en la Villa) y María de Tangile. En su decoración también destaca un precioso voladizo decorado.

Ciudad amurallada, de la que se conservan algunos torreones en las laderas del castillo, y seis puertas, en las que luce orgulloso el escudo de Aguilar.

El Castillo

Castillo de Aguilar de Campoo

 Se alza en una montaña rocosa a unos 970 metros de altura. Su construcción total, sobre un castro celtibérico, deriva entre los siglos XI y XII con la eclosión del Románico. Arco de medio punto en la portada, escudos de los Condes de Castañeda y Manrique de Lara. Recientemente se ha realizado una restauración del mismo facilitando su acceso por escaleras.

La Muralla 
Data del siglo XII. Fue derribada en gran parte por Don Pedro I el Cruel. La base de la Muralla discurría a lo largo del río, y el vértice de unión era uno de los torreones situados en las inmediaciones del Castillo. Tuvo siete puertas de las que actualmente se conservan seis.

Puerta del Paseo
 Real Puerta de la muralla del siglo XIV, comienzo del Paseo del Monasterio y de la Barbacana. En la parte superior se remata por un torreón de una restauración posterior. Junto a la puerta, que luce escudo de Aguilar, se encuentran las paredes mejor conservadas de la muralla.

Puerta de la Tobalina 
Próxima al Puente de las Tenerías, se encuentra en la zona del antiguo Barrio judío. Frente a ella, se ubica el Museo de Escultura de Ursi, artista perteneciente al grupo Muriel. 

El Barrio Judio y la Sinagoga

La judería se situaba en torno a la actual calle de la Tobalina, se prolongaba por la calle del Pozo y como lugar de aislamiento final, se asentó en el Barrio del Soto. Cerca de la cabecera de la Colegiata, dónde acaban los soportales de la plaza, se situa la ermita de Nuestra Sra. del Portazgo, posible Sinagoga Judía, hoy en día de propiedad particular y cerrada al culto.

La judería entorno al Barrio del Soto estuvo durante nueve años. Es en este Barrio donde se encontraban las 'tenerías' (curtido de pieles), oficio muy vinculado a los judíos. Era frecuente que al ser expulsados los judíos, sus sinagogas y barrios adoptasen nombre cristianos.

Para finalizar el recorrido por la localidad destacar los numerosos puentes. Excepto el Puente Mayor y los tres pequeños del área del Paseo de la Cascajera, los demás sirven de comunicación con el barrio del Soto.

Puente Mayor 
A la entrada de la Villa en la dirección Palencia. Se construyó ensanchando el antíguo, que tenía su arranque unos metros por debajo del nivel actual, a la altura del arco del Molino del Capitán Malla.

Puente del Portazgo

Aguilar de Campoo | Puente del Portazgo. | santiago lopez-pastor ...
Puente del Portazgo, Aguilar de Campoo

Junto a la puerta de la muralla del mismo nombre. Es un sólido puente medieval que conserva los asientos sobre los que se hacían intercambios y trueques en la época de los judios.

Puente del Molino Turruntero
A los pies de la Peña Aguilón. Se trata de un pequeño puente medieval que une el barrio del Soto con la salida a la N-611 Palencia-Santander.

Puente de la Teja 
Frente a la ciudad deportiva “Alberto Fenández“. Da acceso al Coto. Si le atravesamos siguiendo la dirección de las aguas del río, y dejando a un lado Peña Laparte llegamos al Monumento Natural de las Tuerces. Si tomamos la dirección contraria a las aguas, nos dirigiremos a la Vega de Aguilar dónde se encuentra el Monasterio de Santa Clara.

Puentes del Paseo de la Cascajera
Situándonos en el paseo, cruzamos el Puente del Parque, para acceder al parque infantil, y desde aquí, por el Puente de la Claras, llegamos al Monasterio de Santa Clara. También desde el paseo, se puede atravesar el Puente de San Roque, situado frente a la puerta de la muralla del mismo nombre, que cruza el cuérnago del Molino del Capitán Malla, y pasando por debajo del Puente Mayor, llegamos al Parque de San Roque. Este parque se une con el Paseo del Monasterio por un pequeño puente de nueva construcción.

Puente de las Tenerías
Paso obligado para los vehículos que acceden desde la Puerta de Reinosa al barrio del Soto. Es de moderna y reciente construcción.

  

6. y para Comer en Aguilar de Campoo

Meson Añejo
Comercio, 10, 
34800 Aguilar de Campoo España
+34 979 12 29 71

Tapas Bar El Perro de San Roque
Calle Puente 36, 
34800 Aguilar de Campoo España
+34 979 12 52 27

El Baron
Calle El Pozo, 14, 
34800 Aguilar de Campoo España
+34 979 12 31 51

Valentin
Avenida Ronda 23,
34800 Aguilar de Campoo España
+34 979 12 21 25

y en los Alrededores de Aguilar de Campoo

        
Nestar y la Calzada Romana de los Blendios

Puente romano de La Perdiz. Junto a la localidad de Nestar

La calzada romana de Los Blendios es el camino más antiguo que se conoce establecido como tal por los romanos para salvar la Cordillera Cantábrica entre Pisoraca (Herrera de Pisuerga, Palencia) y el denominado Portus Blendium (Suances, Cantabria). Un camino histórico que estuvo en uso hasta que los avances técnicos fueron brindando otras posibilidades a los ingenieros para atravesar las montañas. 

O hasta que otras vías de comunicación más modernas -como la actual autovía- la fueron sepultando sin miramientos en el subsuelo. Por eso resulta una rareza que el humilde puente de La Perdiz sea uno de sus restos, con 2.000 años de historia sobre sus pilares, y que haya sobrevivido a tanto trajín. 

Se localiza un poco antes de entrar en Nestar, localidad más famosa por su queso de cabra que por su puente romano, junto a una pequeña área de interpretación con paneles y bancos.

Canduela

Canduela (Palencia). La Torrona | La Torrona es una edificac… | Flickr

Declarado Conjunto Histórico, otro casco urbano repleto de casonas montañesas, algunas tan notables como la conocida como “la Torrona”, notable ejemplo de casa fuerte barroca, a la que acompaña una ermita-oratorio anejo, es el de Canduela. 

En el barrio alto, otro ejemplo notable es el caserón conocido como la “Casa de las Postas”.

A los pies de la cabecera de la iglesia se localiza una necrópolis altomedieval de tumbas excavadas en la roca.

Ermita de Canduela | Todas las noticias de Palencia
Ermita de San Pedro, Canduela

En las afueras queda la ermita de San Pedro, de hechuras románicas.

Embalse de Aguilar

Embalse de Aguilar de Campoo | Palencia

Embalse de Aguilar

Embalse de Aguilar | Guía Repsol

A 2 Kms. se encuentra el embalse de Aguilar, el más grande de los cinco embalses situados en el norte de la provincia de Palencia, en el que se pueden practicar todo tipo de deportes náuticos.

 En su entorno está situada la ermita de la Virgen de Llano "patrona de la villa", el camping, las playas artificiales y el magnífico pinar, debidamente acondicionado para que sus visitantes puedan disfrutar de una agradable jornada de campo y playa.

Iglesia de San Andres de Frontada | Detras de los arboles se… | FlickrEl embalse de Aguilar puede ser excusa para la realización de numerosas actividades de aire libre. Y, en cualquier caso, aporta un contrapunto paisajístico de indudable belleza al telón montañoso inmediato. 

Iglesia de San Andrés de Frontada

Pero su construcción entre 1953 y 1964 supuso la inundación de los pueblos de Cenera de Zalima, Villanueva del Río, Frontada y Quintanilla de la Berzosa. 

La ubicación de las iglesias románicas de estas dos últimas poblaciones, en un nivel más alto que el resto de las casas, las salvo de la inundación. Hoy aparecen sobre el paisaje huérfanas de las localidades a las que dieron servicio. 

La iglesia de San Andrés de Frontada se localiza en una apartada península del embalse hasta la que se accede, en 3,6 km, por un buen camino de tierra.

 El inicio del paseo se encuentra señalizado en la carretera PP-2132, 1 km antes de la localidad de Foldada, yendo desde Aguilar.

 Estos 3,6 km son una excelente excusa para disfrutar de un paseo por las orillas del embalse. Quizás más aún cuando el nivel de las aguas baja un poco y permite ver los restos del pueblo inundado a muy pocos metros de la iglesia y su cementerio. 

En torno a la iglesia, arropada por un frondoso pinar, mesas y bancos se brindan para un agradable descanso.

La iglesia de Quintanilla de la Berzosa despunta sobre una loma a la que bordea esa misma carretera PP-2132. 

iglesia de San Martín en Quintanilla de la Berzosa

Además de por las vistas, merece la pena llegar hasta ella para ver de cerca los restos de la necrópolis altomedieval excavada en roca que hay a sus pies.

Necrópolis altomedieval a los pies de la iglesia de San Martín de Quintanilla de la Berzosa.

7. Senderismo en Aguilar de Campoo

   

   

En Aguilar podemos ver varias esculturas románicas expuestas en el Museo de la Colegiata de San Miguel. También son románicas la Ermita de San Andrés y la Ermita de Santa Cecilia, esta última ubicada a los pies del Castillo y declarada Monumento Histórico-Artístico el 9 de octubre de 1963.

Se trata de una ermita Románica del siglo XII, con bellísima y original torre campanario de tres cuerpos. En su interior guarda valiosos capiteles vegetales e iconográficos destacando el de 'La Matanza de los Inocentes', situado en el arco toral, uno de los más bellos del románico español.

Impresionante es el monumental Monasterio de Santa María la Real, sede del Museo del Románico. Construido a caballo entre los siglos XII y XIII en un estilo de transición del románico al gótico con elementos del arte cisterciense. Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento Histórico-Artístico.

 El Centro Expositivo ROM tiene como objetivo dar a conocer el románico, muy presente en toda la zona, pero sobre todo cómo fue la época, el estilo de vida en ese momento, y qué nos ha llegado a nuestros días de esa sociedad.

Desde Aguilar nos dirigimos hacia 

8. Lomilla

Iglesia de San Esteban, Lomilla

Aquí visitaremos su pequeño templo ejemplo de iglesia románica de la zona norte, la Iglesia de San Esteban que alberga un impresionante calvario gótico del siglo XIV, con figuras a tamaño natural de una gran expresividad y naturalidad. 

En la parte exterior del templo, merece destacar la portada de medio punto con arquivoltas lisas.

Iglesia de una sola nave, de unos 19 metros de largo al exterior y sólo 5 de anchura. 

Bien armada en su arquitectura, lleva ábside semicircular, con una sola ventana y tres calles separadas por contrafuertes prismáticos. 

Iglesia de San Esteban, Lomilla

La cornisa mantiene variados canecillos: monje sentado que toca instrumento de viento, animales más o menos naturalistas, representaciones de vicios (mujer con las serpientes en los pechos -lujuria- o avaro con la bolsa colgada), espirales, proa de nave, etc. 

La puerta es lo más notable al exterior con arquivoltas apuntadas de baquetón y escocia sin decoración, que apoyan sobre columnas, dos a cada lado, de capiteles totalmente lisos, aunque alguno esboza una piña bastante finamente tallada. Los cimacios llevan círculos tangentes con cuatrifolias inscritas. Si la arquitectura está bien compuesta, la escultura queda casi reducida a los canecillos y a algún cimacio.

El interior lleva en la cabecera ábside y presbiterio. 

El primero tiene una sola ventana central sin columnas ni capiteles, con simples abocinados a cada lado. Las bóvedas y arcos son de cañón apuntado, y sólo el toral apoya sobre capiteles totalmente lisos. 

La bóveda de la nave se refuerza con perpiaños también apuntados (cuatro) que descansan sobre ménsulas de pirámides escalonadas sin ninguna decoración. 

Iglesia de San Esteban, Lomilla

La cronología puede estar en años avanzados del XIII, con absoluta despreocupación por lo escultórico, indicándonos que las influencias de los grandes tallistas de Aguilar y San Andrés se están apagando completamente, refugiándose sólo, prácticamente, en los canecillos.

 En el ábside, numerosos son los canecillos figurados y geométricos, así como un ventanal de doble derrame.

9. En Santa María de Mave

además de disfrutar del arte de su antiguo Monasterio, podremos pernoctar o degustar la gastronomía palentina en el establecimiento instalado en el mismo monasterio. 

La iglesia de este antiguo monasterio benedictiano es un templo de tres naves, planta basilical, con crucero, significado por el habitual cimborrio con cúpula semiesférica y rematada en triple ábside semicircular. 

Monasterio Benedictino de Santa Maria de Mave

El magnífico Monasterio benedictino de Santa María de Mave se encuentra a tan solo 10 Kms. de la villa de Aguilar de Campoo.

Fotos de Santa María de Mave: Imágenes y fotografías
Santa maria de Mave, Palencia

Su origen es un cenobio altomedieval del siglo IX, época de la repoblación de la zona. Luego durante décadas perteneció al Monasterio de Oña.

La construcción actual data de tiempos en que fue posesión de doña Sancha Ximénez, que lo recibió en préstamo vitalicio del abad de Oña. Estamos en los últimos años del siglo XII.

Actualmente las dependencias del mismo han sido convertidas en una estupenda posada rural llamada "El Convento de Mave", por lo que los amantes del románico tienen aquí un buen punto de arranque para numerosas rutas por la Montaña palentina.

Una curiosidad de esta posada es que las instalaciones se adosan al muro sur de la iglesia y desde alguno de sus pasillos se pude ver el interior de la iglesia a través de un ventanal.

Queda en perfecto estado de conservación su monumental iglesia románica.

Exterior

Monasterio de Santa María la Real de Mave: monumentos en Aguilar ...

Cabecera y cimborrio

La parte más accesible visualmente de la iglesia es la del norte y la del este, desde donde se tiene una buenísima vista de su espectacular cabecera y cimborrio

Observamos la estructura de los tres ábsides de semitambor escalonados, los brazos del transepto y sobre el crucero un cimborrio de planta cuadrada con un vano de iluminación en cada cara.

Lo primero que nos llama la atención es el color de la piedra arenisca que se empleó para la construcción. Es de un color rojo oscuro que alterna con otros tonos grisáceos. Nos recuerda el color de muchas de las iglesias sorianas también construidas con una arenisca similar.

La fábrica es de grandes sillares que ayuda a realzar la notable monumentalidad del edificio. En efecto, la ornamentación parece estar deliberadamente suprimida, no sólo por la influencia cisterciense, sino para mejorar el aspecto de nobleza.

Monasterio Santa María de Mave - Palencia | joaquin | FlickrEsta austeridad se aprecia en la supresión de las habituales columnas entregas del ábside, sustituidas aquí por contrafuertes escarpados. 

Otra muestra de lo mismo es la articulación de los ventanales con arcos abocinados de arista viva sin columnas, chambrana, etc. Por su parte, los canecillos son geométricos y completamente anicónicos.

Portada

La parte más ornamentada es, sin duda, la puerta del hastial occidental. Es muy característica y tiene relación con otras puertas del entorno de Aguilar de Campo. 

Su superficie es de cierta frontalidad y por tanto poco abocinada. El vano y las arquivoltas son apuntadas. La primera y tercera llevan dientes se sierra, mientras que la segunda y cuarta tienen relieves baquetonados.

También compleja es la disposición de las columnas de apoyo que forman una especie de zigzagueado saliente y entrante, hasta sumar un total de ocho por lado. 

Se trata de columnas esbeltas y elegantes cuyos capiteles -siguiendo el citado aire cisterciense- se asemejan a los de Aguilar de Campoo y San Andrés de Arroyo, con cestas de hojas vegetales horadadas con trépano y terminadas en carnosos cogollos.

Interior

Una vez en el interior del templo, apreciamos la amplitud de sus tres naves, todas ellas abovedadas, dando de nuevo muestra de la maestría arquitectónica de sus creadores.

Los soportes de separación de dichas naves son de planta cruciforme con cuatro semicolumnas embebidas en sus caras. Los arcos formeros son apuntados.

La sección cruciforme de los pilares estaba planteada para recibir arcos fajones doblados, pero un replanteamiento se aprecia poco antes de alcanzar la bóveda, simplificándolo y convirtiendo la pilastra más semicolumna en una sola semicolumna que recibe un fajón sencillo.

La bóveda central es de medio cañón apuntado reforzada con los fajones simples citados.

Archivo:Cúpula Monasterio de Santa María de Mave 002.jpg ...
Una de las características de esta iglesia de Santa María de Mave es que las bóvedas laterales son de medio cañón pero con eje perpendicular a la iglesia.

 No es, obviamente, una solución exclusiva de este templo, pero no es precisamente lo más habitual.

Los brazos del transepto no sobresalen de los muros laterales y el crucero está abovedado por una espectacular cúpula semiesférica que es soportada por el cimborrio. 

El paso del cuadrado que forman los arcos torales al octógono previo al círculo de la cúpula se desarrolla aquí mediante trompas. Hay que fijarse en el perfecto alineamiento concéntrico de los sillares con que está construida la cúpula.

Por último, diremos que los capiteles de las columnas estructurales de Santa María de Mave, son prácticamente lisos. Sólo muestran grandes hojas sin decorar de las que afloran unos frutos gramíneos.

En el interior se guarda una pila bautismal de perfil de cuba (no de cáliz) que también es casi lisa.

Más interesante es el gran capitel románico que sirve de soporte de la mesa del altar. No es originario de Santa María de Mave sino del monasterio de Santa Eulalia de Villela. 

Rápidamente nos percatamos que es un capitel antiguo, posiblemente del siglo XI e imita lejanamente a las cestas corintias romanas pero sustituyendo los acantos por hojas sencillas que terminan en esferas rugosas tipo madroños.

    

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí

10. y para comer en Santa Maria de Mave

Convento de Santa Maria de Mave
Carretera de Palencia a Aguilar de Campoo, 
34402 Santa María de Mave España
+34 979 12 30 95

11. Becerril del Carpio 

Becerril del Carpio se ubica dentro del municipio de Alar del Rey, en la Montaña Palentina, a 89 km de la capital siguiendo la A-67 dirección Santander. Aparece mencionado ya en el siglo X como perteneciente a la diócesis de Burgos. 

Después de estar en manos de Gonzalo Martín, pasó por donación real a depender del monasterio de San Andrés de Arroyo en el siglo XIII. En el siglo siguiente se la cita como “Becerril de Aguilar” haciendo referencia a las iglesias de Santa María y San Pedro. Ya en el siglo XVI lo encontramos dentro del patrimonio del Duque de Frías.

Aunque puede resultar sorprendente se articula en torno a tres barrios unidos entre sí: Barrio de Santa María, Barrio de San Pedro y la Puebla de San Vicente. 

En todos ellos se destaca la iglesia. 

Sin embargo, en el primero aun se conserva alguna casa blasonada (siglo XVII y XVIII) y en el segundo, además, un rollo gótico jurisdiccional. Además, la documentación cuenta que había dos ermitas: la de San Roque (en uso) y la de San Babilés.

Localizado el noveno tesoro oculto en Las Loras | Todas las ...

Según García Guinea, la historia de esta puebla es poco precisa y no sabemos ciertamente cuáles fueron sus orígenes, pero es muy probable que se tratase de una de esas iniciales pueblas, o poblaciones, que se originaron en estos siglos de la Alta Edad Media como consecuencia del proceso de repoblación.

Entorno de Becerril del Carpio

Aparece alguna noticia en la colección diplomática de San Salvador de Oña. Navarro afirma en su catálogo, al igual que Rodríguez Muñoz, que en 1103 Alfonso VI y su mujer cedieron a los benedictinos de Oña su Monasterio de San Vicente cerca de Becerril. 

Por otro lado el padre Serrano nos dice que con anterioridad, concretamente el 1 de mayo de 1092, estando el rey en Oña, amplía el patrimonio monasterial de esta abadía con el antiguo convento de San Vicente de Becerril, en el alfoz de río Pisuerga, existente ya en el siglo X. 

García Guinea constata que se trata de este San Vicente de Becerril del Carpio, y asevera que al ser dos documentos casi contemporáneos (1092-1103) no es extraño que la entrega de este monasterio por parte de Alfonso VI conste en dos versiones. 

Para Guinea este documento marcaría el inicio de las obras del ábside de la iglesia, tal vez algunos años más. Pero para Lojendio y Rodríguez, la idea de que el ábside hoy visible sea el del antiguo monasterio les hace valorar una excesiva antigüedad. 

Suponen como más lógico que avanzado ya el siglo, los monjes benedictinos hubiesen reformado el anterior, construyendo algunos de los elementos que han perdurado hasta nuestros días.

En Puebla de San Vicente, Monasterio de San Vicente

Entre Herrera de Pisuerga y Aguilar de Campoo a unos nueve kilómetros antes de llegar a esta última, pasamos por Puebla de San Vicente que es uno de los tres barrios que componen Becerril del Carpío

Los otros dos son Barrio de Santa María y Barrio de San Pedro. 

En este lugar asentó un monasterio dedicado a San Vicente, donado por el rey Alfonso VI a la Orden Benedictina. Del mismo hay constancia de su existencia en 1103 y el templo que contemplamos formó parte del mismo, aun cuando fuera reedificado o reformado en momento ya avanzado del XII a tenor del estilo visto en su interior.

Cabecera del Monasterio de San Vicente, Becerril de Carpio

La parte más antigua del templo es su cabecera. 

La hechura de la misma es muy cuidada y de delicada decoración en la línea de lo visto en Frómista, Barrio de Santa María y sobre todo, a mi modo de ver, en Santa Eufemia de Cozollos. 

Su cilindro absidal se divide en tres lienzos por medio de dos contrafuertes prismáticos que alzándose sobre altos plintos alcanzan el nivel superior de las jambas de los ventanales. 

Monasterio de San Vicente, Becerril de Carpio

A partir de ese punto, continúan en forma de cortas semicolumnas adosadas de tan solo cuatro hiladas que acaban a nivel de la cornisa en deteriorados capiteles .

Cada uno de los lienzos se centra por ventanal aspillerado orlado por dos arquivoltas. 

La interior se decora con baquetón entre dos filas de bezantes y apea en capiteles esculpidos por medio de ábacos. 

Luego, columnillas y basas completan el conjunto. La exterior, de baquetón sencillo, apea en jambas rectas, conformadas por el paramento exterior del cilindro absidal. Por fuera, guardapolvo de ajedrezado jaqués.

Dos molduras segmentan en horizontal la cabecera. Ambas son de ajedrezado jaqués y corren a nivel de los ábacos y la inferior proporcionando asiento a los ventanales. 

Esta última se prolonga por todo el edificio, rodeándolo por completo y contactando con el guardapolvo de la portada oeste hacia su zona media 

Monasterio de San Vicente, Becerril de Carpio

El tímpano del ventanal central se decora con una filigrana a base de zarcillos vegetales entrelazados 

Los capiteles de este vano, decorados a base del mono con soga al cuello, siguiendo motivos clásicos de Frómista y que volumétricamente es muy similar al opuesto, en el cual, la figura del mono se suple por palmeta rematada en bola.

El presbiterio se señala bien al exterior, y a su lado sur se adosa una torrecilla cilíndrica a la que se accede desde el interior del templo. 

Tres contrafuertes hallamos en el muro norte y entre ambos y por debajo de la moldura de ajedrezado, dos arcos ciegos de medio punto . 

En el lado sur, tras la torre, espacio ganado para sacristía, que oculta la portada sur del templo, visible desde el interior.

El hastial de poniente remata en altura por espadaña de un solo ojo, bajo la que abre ventanal aspillerado sin decoración. En un cuerpo ligeramente adelantado, de la misma anchura que la nave, se inscribe la portada. 

Es de medio punto dovelada y consta de tres arquivoltas decoradas al modo de lo visto en los ventanales de la cabecera: las dos exteriores con grueso baquetón y decoración de bezantes en las escocias así como en algunas de las secciones de los baquetones, mientras que la interior es sencilla al igual que sus jambas. 

Un ábaco corrido finamente decorado proporciona apeo a las tres arquivoltas. La central continúa hacia abajo con capiteles decorados y columnillas con sus basas. La temática de los capiteles (muy deteriorados) es clásica: leones en el lado izquierdo y un águila frontal con las alas desplegadas . 

Por fuera, de las arquivoltas, guardapolvo de ajedrezado jaqués en el que acaba la moldura que veíamos circundar todo el templo. La perspectiva del lado sur del templo está muy dificultada por la existencia a corta distancia de una granja de vacas. Habitualmente un tractor de esta explotación suele estacionar delante del ábside. He de resaltar que amablemente lo retiraron para poder tomar estas imágenes.

El interior del templo, contrasta con lo visto al exterior, en especial en materia de decoración escultórica. La sencillez de sus formas, el apuntamiento de las bóvedas hablan de su terminación o reedificación en un momento ya avanzado del XII.

La cabecera se compone de alargado presbiterio y ábside. En su cilindro hallamos los tres vanos derramados al interior y carentes de decoración. Bajo ellos, similar moldura a la vista al exterior, recorriendo el templo y rodeando las semicolumnas. 

Monasterio de San Vicente, Becerril de Carpio

No continúa más allá de las posteriores. Una imposta decorada con bezantes separa cilindro de bóveda absidales y se continua por el presbiterio a la altura de los ábacos del arco triunfal.

 En la nave, la moldura la vemos volar a mayor altura como consecuencia de las distintas fases edificativas y de las discordancias entre las mismas.

 En este sentido, apuntar que la bóveda absidal es de cuarto de esfera y se hubo de "recrecer" con una semiluna para adecuarla a la bóveda apuntada presbiteral.

Presbiterio y nave se delimitan por un arco triunfal formado por fajón apuntado que refuerza el final del presbiterio, dando la falsa sensación desde la nave de ser un fajón doblado. Los capiteles son de sencilla hechura a base de palmetas y bolas .

La nave se divide en dos tramos por medio de un arco fajón doblado y apuntado -como la bóveda- apeado en capiteles decorados con piñas y palmetas y en pilastras sobre las que corre semicolumna adosada . 

A destacar que en los ángulos entre pilastras y muro, se construyeron pequeñas pilastras secundarias que seguramente fueron diseñadas para dar apeo a nervaduras de bóveda de crucería cisterciense. Por algún motivo, también este proyecto se cambió, quedando sin función. 

Los capiteles del interior del templo son sobrios y casi iguales dos a dos (Imágenes 3 a 6). En el presbiterio sur abre el vano de acceso a la torre que veíamos al exterior. Y en cabecera del muro sur de la nave, la otra portada del templo, que hoy da acceso a una pequeña sacristía/trastero. Desde el interior, entre la penumbra, identificamos que se compone de tres arquivoltas de muy sencilla hechura

Una inscripción en la fachada occidental interior data su construcción en el año 1208.

12. Nos dirigimos a Santibáñez de Ecla, 

Monasterio de San Andrés de Arroyo, Santibáñez de Ecla

en cuyo término municipal se encuentra el Monasterio de San Andrés de Arroyo, ocupado desde el medievo por monjas bernardas del cister. Fundado por doña Mencía, hermana de doña Berenguela. 

San Andrés del Arroyo es un monasterio cisterciense femenino tardorrománico de cuya primera abadesa trae la cita histórica Cayetano Enríquez de Salamanca: "..Era titular de privilegio de horca y cuchillo y tenía jurisdicción civil y criminal sobre un total de once villas: San Andrés del Arroyo, Nestar, Perazancas, Alar, La Vid, Villavega, San Pedro de Moarves, Amayuelas de Ojeda y Santibañez"...y más adelante sigue: "Antes de salir del recinto (del claustro) podrá advertirse una airosa espadaña románica junto a la puerta. 

Corresponde a la capilla de los ajusticiados en la que estos pasaban sus últimas horas antes de ser ejecutados en el vecino Cerro de la Horca (esto le ocurrirá en la actualidad al visitante que trate de obtener una fotografía del interior del monasterio...)". 

Y también dice en el prólogo de su libro "Rutas del Románico en la Provincia de Palencia - Las Rozas, 1991": "La Abadesa de San Andrés del Arroyo ha incluido entre los pecados capitales la actividad fotográfica en el interior del monasterio que regenta..."

El monasterio se ubica en territorio del ayuntamiento de Santibáñez de Ecla en el valle de la Ojeda a unos quince kilómetros en línea recta desde Aguilar de Campoo en dirección suroeste.
 
Fue fundación real llevada a cabo el 23 de abril de 1181 por Alfonso VIII y su esposa doña Leonor desde Burgos, y consagrado 41 años más tarde en 1222 siendo su primera abadesa la condesa de Lara, doña Mencía.

Cuyo sarcófago se halla en la sala capitular al igual que el de su sucesora y sobrina, doña María de Haro que hubo de defenderlo en especial contra la orden del Temple que pretendía acceder a parte del mismo y del territorio sobre el que ejercía potestad. 

La desamortización de Mendizabal (1836) interrumpió la vida monástica que se reanudó en 1858 continuando hasta nuestros días constituyendo la mayor comunidad cisterciense femenina del país. 

En 1958 fue sometido a una profunda restauración a cargo de la Dirección General de Bellas Artes y en la actualidad está siendo nuevamente restaurado. Durante la época que cesó la vida monástica se perdieron bastantes documentos y obras del monasterio, en especial el beato de San Andrés del Arroyo, que se guarda en la actualidad en el Museo Nacional de Arte de París.

El monasterio es una edificación con claras influencias de tipo borgoñón. Las dependencias se sitúan al sur de la iglesia monástica. 

Claustro del Monasterio de San Andrés de Arroyo, Santibáñez de Ecla

Se ha apuntado la relación de su claustro con las claustrillas del burgalés monasterio de las Huelgas (Lampérez) quizá debido a ser el mismo equipo quienes lo materializaron. 

Lo que es cierto es la gran influencia sobre las edificaciones religiosas de su entorno, advirtiéndose su estilo y características formales en los templos tardorrománicos de la zona norte de Palencia y limítrofe de Burgos.

Poco a poniente del monasterio se halla el "cerro de la horca" en cuyo punto más elevado se situaba el rollo de justicia en señal de la potestad sobre las villas de su entorno. 

Este rollo del siglo XVI es Monumento Histórico Artístico desde el 18 de febrero de 1960. 

En la actualidad se ha trasladado intramuros, al poco de traspasar la valla de acceso al recinto monástico junto a la "capilla de forasteros", antigua "capilla de los ajusticiados" .

Traspasado el muro perimetral accedemos a una explanada sita frente al hastial de poniente del templo  que se halla rodeada de edificaciones de fecha más reciente. 

El acceso se efectúa a través de edificaciones del XVII que cobijan una portada románica tardía de bella factura plena de detalles florales y capiteles de estilo "andresino". 

También comenzamos ya a ver la "firma de la casa" que son las ovas o lengüetas que decoran sus cimacios y que veremos tanto por el monasterio como por su amplia zona de influencia castellana .

En la clave y a caballo del baquetón que la decora hay un torso de león rampante que parece prevenir al forastero. Por delante del mismo, en la moderna bóveda de este atrio hallamos el escudo de la abadesa luciendo "horca y cuchillo" . 

Esta portada, así como la existente en la edificación adosada al norte del templo permiten el acceso al interior del recinto monástico. Llama la atención, tras ver algunas magníficas portadas cistercienses alojadas en el hastial y con grandes óculos sobre ellas, la sobriedad de estos accesos. 

Su iglesia de una sola nave posee crucero y tres ábsides, siendo el central poligonal. 

Sala capitular del Monasterio de San Andrés de Arroyo, Santibáñez de Ecla

Es visitable su bello claustro y la Sala Capitular, estando considerado este monumento como uno de los más interesantes del románico del norte de Palencia.

13. Después visitaremos Moarves de Ojeda, 

donde destaca su Iglesia de San Juan Bautista

Iglesia de San Juan Bautista, Moarves de Ojeda

Construida en el siglo XII, magnífica sillería, teñido de piedras, magnífica portada, extraordinario friso, gran pila bautismal con Cristo y los doce apóstoles, dos imágenes de la virgen con el niño en el Presbíterio.

Su iglesia parroquial, dedicada a San Juan Bautista, se acomoda al extremo norte del reducido caserío, a la misma orilla de la carretera comarcal que conduce a Cervera de Pisuerga y bastante encajonada entre viviendas.

Declarada Monumento Histórico Artístico en 1931 como reacción al estado de semirruina que acusaba según los testimonios de la época, fue sometida durante la última década del siglo XX a nuevas labores de restauración.

En su estado actual, la iglesia de San Juan Bautista de Moarves es una sencilla edificación rural de una sola nave rematada en una cabecera cuadrangular, resultado de dos etapas claramente diferenciadas:

Iglesia de San Juan Bautista, Moarves de Ojeda

Una primera fase románica de finales del siglo XII que se correspondería con los muros laterales norte y sur en el que se encuadraría su soberbia fachada meridional, y una reforma tardogótica que consistió en la sustitución de las cubiertas, la adición de una nueva cabecera y la remodelación del hastial de los pies, rematado por una espadaña de piñón triangular muy típica de comarcas del norte palentino.

La verdadera seña de identidad que ha hecho de San Juan Bautista de Moarves de Ojeda un templo de principal relevancia dentro del románico peninsular es su fachada sur, compuesta por una portada coronada por un soberbio apostolado análogo al de la iglesia de Santiago de Carrión de los Condes.

La portada se configura mediante cinco arquivoltas de medio punto decoradas con motivos ajedrezados, baquetones y, en la rosca más interna, carnosas hojas de acanto.

Descansan sobre columnas acodilladas rematadas en capiteles decorados en los que, en su lado izquierdo, aparece representada una escena de tipo juglaresco en la que unas bailarinas danzan al son de las notas de un rabel y un salterio que son tañidos por otros personajes. Además, se distingue el episodio de Sansón desquijarando al león, muy recurrente en el románico del norte de Palencia.

Al lado contrario de la puerta las cestas se decoran, además de con motivos vegetales, a base de guerreros armados con espada y escudo, una escena de lucha entre dos hombres y un león, y otros dos personajes leyendo un mismo libro.

Iglesia de San Juan Bautista, Moarves de Ojeda

Sobre la portada se despliega el celebérrimo friso escultórico de San Juan de Moarves de Ojeda, primo hermano del no lejano de Carrión de los Condes y sobre el que tantas líneas han sido escritas por parte de estudiosos a lo largo y ancho de la historiografía medieval del arte.

Sostenido por dos grandes ménsulas extremas decoradas por un guerrero alanceando un monstruo y por un mascarón de rasgos exóticos, preside la composición, dentro de una mandarla perfilada por un finísimo entramado vegetal, la efigie de Cristo en Majestad entronizado, bendiciendo con su mano derecha y portando el Libro de la Vida en la izquierda.

Le flanquean los cuatro evangelistas en su representación zoomorfa, portando las escrituras.

Completa la composición un apostolado completo -seis a cada lado del Pantocrátor- en el que cada figura, identificable gracias a los nombres labrados en las filacterias que portan, aparece individualizada bajo un arquillo lobulado sobre columnillas decoradas con capiteles vegetales.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí

Completan el repertorio decorativo del hastial sur dos ventanas -una a cada lado de la portada- configuradas a base de un arco de medio punto bajo guardapolvo que descansan sobre sencillos capiteles decorados con grifos y fórmulas vegetales.

En el muro norte, amén de una sencilla colección de canecillos, sobrevivió una pequeña portada oculta durante siglos por la acumulación de tierras y que fue liberada tras su última restauración. Dispone tres arquivoltas apuntadas sobre jambas y capiteles cuya decoración recuerda a los repertorios del cercano monasterio de San Andrés de Arroyo.

En el interior, profundamente reformado, apenas se aprecia vestigio alguno de su pasado románico, cubriéndose la nave por medio de una techumbre de madera que vendría a sustituir a la presumible bóveda de cañón original.

La cabecera se aboveda mediante una solución de crucería, subsistiendo aún el arco triunfal de ingreso al presbiterio, doblado y ligeramente apuntado que apea sobre soportes coronados por capiteles de tipo vegetal de apariencia inconclusa.

Iglesia de San Juan Bautista, Moarves de Ojeda

Mucho más valiosa es la pila bautismal románica, durante siglos situada como mandan los cánones litúrgicos a los pies de la nave, pero que tras la restauración de finales del siglo XX, fue recolocada en un lugar mucho más protagonista en el templo, motivando que, debido al contraste de las condiciones atmosféricas, se acelerase su proceso de degradación contra el que, aún a día de hoy, se sigue luchando empleando las más modernas técnicas de conservación.

Elevada sobre un triple plinto, presenta una copa troncocónica de más de un metro de diámetro, decorándose sus paredes laterales con la imagen de Cristo sedente flanqueado por los doce apóstoles presentados bajo arquerías en un esquema que parece claramente inspirado por el friso de la portada y ejecutado por un maestro esultor mucho más popular

14. y a 800 metros de Olmos de Ojeda, 

en una finca de propiedad particular, se encuentra el antiguo 

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos,Olmos de Ojeda

del cual se ha conservado íntegra la iglesia construida en el siglo XII y algunos restos de escultura y lápidas del que fuera un amplio conjunto monástico femenino.

Situada en una fértil llanura en plena comarca palentina de La Ojeda, el antiguo monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos se ubica a una quincena de kilómetros al suroeste de Aguilar de Campoo, muy cerca de la localidad de Olmos de Ojeda, a cuyo término pertenece.

Las primeras noticias documentales sobre el cenobio de Cozuelos (también conocido como Cozollos) se remontan a mediados del siglo X, cuando aparecen varias donaciones a favor del monasterio de San Cosme y San Damián de Cozuelos.

Poco tiempo después, y ya bajo su actual advocación de Santa Eufemia, iría ganando importancia al ser integrados entre sus dominios varios cenobios menores y particulares del entorno.

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos,Olmos de Ojeda

A finales del siglo XII el rey Alfonso VIII, tras intercambiarlo con el Obispado de Burgos por el monasterio de San Pedro de Cervatos, donó Santa Eufemia de Cozuelos a la orden de las Comendadoras de Santiago, dependientes de la Encomienda de Uclés.

El hecho de que la mayoría de las religiosas allí retiradas procediesen de los más influyentes linajes nobiliarios castellanos -familia real incluida- favoreció que el cenobio de Cozuelos fuera colmado de donaciones y privilegios, convirtiéndose en uno de los centros espirituales de mayor importancia del norte castellano.

Ya en 1502 y por orden de la reina Isabel la Católica, la Orden de las Comendadoras de Santiago fue trasladada al convento toledano de Santa Fe, quedando abandonado Santa Eufemia de Cozuelos hasta que fue a parar a manos privadas, siendo hoy en día la familia Díaz Bustamante quien, además de conservarlo magníficamente, lo han convertido en un elegante y multifuncional centro de turismo rural.

La iglesia

La iglesia, único resto conservado del antiguo monasterio, fue levantada en buena sillería arenisca, presentando una única nave de dos tramos abierta a un crucero cupulado marcado tanto en planta como en alzado que, a su vez, abre a una cabecera de triple ábside semicircular, siendo el central más alto y ancho que los laterales.

La mayoría de especialistas ha acabado por concluir que la iglesia de Cozuelos responde a tres fases bien diferenciadas: una primera de la primera mitad del siglo XII que se correspondería con la cabecera; una intermedia de la década de los sesenta o setenta del siglo XII en la que se erigiría el crucero, el cimborrio y se sobreelevaría el ábside central; y una última fase ya entrado el siglo XIII en que se completaría la obra con la construcción de la nave.

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos,Olmos de Ojeda

Al exterior, de los tres ábsides destaca el central, articulado por dos potentes contrafuertes que delimitan los tres paños, cada uno de ellos abiertos mediante ventanales de medio punto con guardapolvos ajedrezados y capiteles decorados con motivos vegetales (palmetas y acantos) y animales (águilas con alas desplegadas y leones afrontados)

El costado sur se abre la que hoy viene a ser su portada principal y que, en origen, funcionaba como acceso de la iglesia al desaparecido claustro.

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos,Olmos de Ojeda

Queda resuelta mediante dos arquivoltas apuntadas decoradas con elegantes motivos vegetales la exterior, y con un esquemático zigzagueado la interna.

Descansa sobre columnas de prominentes basas y cuyos capiteles, claramente influidos por el cercano monasterio de San Andrés de Arroyo, despliegan una minuciosa ornamentación vegetal, siendo de destacar una de las cestas en la que se distinguen dos magníficas arpías enfrentadas.

El hastial occidental queda delimitado por dos grandes contrafuertes. En él, bajo una espadaña triangular típica de la zona y a un gran ventanal de medio punto también de raigambre andresina, se abre una segunda puerta de acceso muy sencilla y protegida por un tejaroz de factura posterior.

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos,Olmos de Ojeda

El interior, cubre la nave mediante bóveda de crucería; mientras que tanto el tramo recto presbiterial que antecede al ábside central, como los brazos del crucero, quedan resueltos mediante cañón apuntado.

Los tres ábsides, abovedados en cuartos de esfera, comunican con el crucero a través de arcos triunfales apuntados. Una de las particularidades de los citados ábsides es su austeridad, ya que todos los ventanales de iluminación se muestran al interior como meros vanos de perfil de medio punto, sin ningún ornato de molduras, arquivoltas, guardapolvos o columnas.

Uno de los elementos más singulares del conjunto de Santa Eufemia de Cozuelos es su airosa cúpula, levantada en la intersección de la nave y el crucero.

Apoyada sobre los cuatro arcos torales, se eleva pasando de una superficie cuadrangular a una semiesférica a través de cuatro trompas angulares, enriquecida cada una de ellas en su arranque mediante esculturas de los evangelistas. Entre ellas, se abren los pequeños vanos de iluminación.

Muy llamativo resulta el hecho de que la nave y los brazos del crucero comunican entre sí a través de pequeños pasadizos abovedados en cañón, una particularidad prácticamente única en Cozuelos y que, según los especialistas, respondería a motivos litúrgicos.

Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos,Olmos de Ojeda

Los capiteles interiores de Santa Eufemia de Cozuelos vuelven a poner de manifiesto las tres fases en que fue construida la iglesia. 

Por la zona de la cabecera, la de mayor antigüedad, destaca un capitel de leones afrontados entre personajes y motivos vegetales que estilísticamente hay quien lo ha emparentado con San Martín de Frómista y talleres cántabros como el que trabajó en la Colegiata de San Pedro de Cervatos.

De la fase intermedia vendrían a ser las citadas esculturas de los evangelistas en las trompas, así como los capiteles de los soportes que delimitan el crucero. Entre ellos, destacan varias cestas vegetales y una en la que se identifica el episodio de Sansón desquijarando al león.

También es interesantísmo la cesta de volutas superpuestas rematadas por la cabeza de un obispo con mitra y báculos flanqueado por dos cabezas humanas de largos cabellos y barbas en triángulo.

La mano de estos artífices intermedios ha sido puesta en relación con el monasterio de Aguilar y, especialmente, con los capitles de la puerta de Moarves de Ojeda.

Por último, los capiteles de los fajones de la nave, ya más tardíos, presentan cestas de riquísima ornamentación vegetal claramente influidos por repertorios ya ensayados en el cercano monasterio de San Andrés de Arroyo.

En los brazos del crucero encontramos dos interesantes sepulcros escultóricos: uno anónimo en el brazo sur y, mucho más interesante, el que en el brazo norte fue concebido para albergar los restos de Doña Sancha Alfonso, hija del rey Alfonso IX de León.

Precisamente sobre las jambas de la puerta del brazo meriodional del crucero puede apreciarse una inscripción en la que se lee "IOANES Y NICOLAO ME FECIT".

Por último, en la estancia añadida al costado norte de la iglesia ha sido instalado un interesantísimo lapidario compuesto por distintas piezas escultóricas medievales, principalmente procedentes de desaparecido claustro con que contó el monasterio. De entre todas, destaca un soberbio capitel que presenta el tema de las Tres Marías ante el Sepulcro de Cristo, y otro con un dragón alado emparentado con repertorios conocidos en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo.

Junto a ellos, pueden admirarse igualmente numerosos restos de dovelas fragmentadas, piezas de carácter funerario, e incluso elementos prerrománicos anteriores procedentes de la primigenia construcción, destacando varias piezas de decoración vegetal, así como una cesta en el que aparecen dos toscos angelitos que portan unos jarros.

También la actual mesa de altar está conformada a base de capiteles del antiguo claustro, siendo numerosas las piezas que, tanto en los propios muros de la iglesia como incluso en construcciones vecinas, fueron reaprovechadas de los restos del claustro.

En Perazancas, 

15. Ermita de San Pelayo

Ermita de San Pelayo, Perazancas

La ermita de San Pelayo, está un poco separada del casco urbano, es uno de los monumentos más antiguos del Románico palentino. Se yergue en un paraje totalmente aislado a poco más de un kilómetro al sur de Perazancas, a los mismos pies de la carretera que conduce a Olmos de Ojeda

Es un monumento singular por su origen mozárabe y cabecera románica primitiva con arquillos lombardos y ancho ajedrezado superior que recuerdan las iglesias del nordeste de Huesca como Santa María de Alaón en Sopeira o las iglesias, también oscenses, de Villaroé y Castanesa.

Con casi total probabilidad, la actual ermita de San Pelayo de Perazancas fue construida sobre los restos de una edificación anterior de origen prerrománico, como así parece confirmarnos la presencia de diferentes elementos reaprovechados en el propio templo, principalmente los dos capiteles de clara estética mozárabe de su portada occidental.

Sobre los restos de esa primitiva edificación, como también puede contrastarse gracias a una inscripción empotrada en el interior del muro norte; en tiempos del rey leonés Alfonso VI un abad de nombre Pelayo (Pelagio) mando levantar en la era 1114 (año 1076) y en honor de su santo homónimo la iglesia que actualmente vemos, probablemente relacionada con un modesto establecimiento de carácter cenobítico. El texto dice exactamente:

Ermita de San Pelayo, Perazancas

IN NOMINE DOMINI NOSTRI IHESU CHRISTI SUB HONORE SANCTI PELEG, PELAGIO ABAS FECIT IN ERA MCXIIII OBSTINENTE REX ILLEFONSUS IN LEGIONE

Con posterioridad, hay que esperar a un documento fechado en 1186 para confirmar la fundación (o re-fundación) de un monasterio en Perazancas (Pedrasancas) por parte de la dama María Fernández y su madre Urraca dedicado al propio San Pelayo, cenobio éste que, apenas trece años después, sería donado por el monarca Alfonso VIII al vecino monasterio femenino de San Andrés de Arroyo

Es un pequeño edificio de planta muy sencilla.

Consta de una cortísima nave rectangular cubierta con una recién colocada techumbre de madera que, tras un brevísimo tramo recto presbiterial, desemboca en un ábside semicircular abovedado en cuarto de esfera.

A simple vista llama la atención la diferencia entre el aparejo a base de sillares en hiladas isódomas del ábside y la mamposteria tan solo reforzada en los ángulos del resto de la fábrica, lo cual nos indica una más que probable construcción en dos fases.

La más antigua de ellas, probablemente coincidente con la fecha de 1076 que nos indica la citada inscripción del abad Pelayo empotrada en el interior del muro septentrional, correspondería a la cabecera, estructurada en 5 paños delimitados por sencillas columnas que culminan en la propia cornisa.

Es precisamente en la cornisa absidal donde radica la verdadera originalidad de esta ermita, presentando la típicamente lombarda articulación a base de arquillos ciegos junto un breve friso de esquinillas, complementándose el conjunto además con una banda taqueada; recurso este último ya no tan exótico en contextos castellanos.

Los únicos puntos a través de los cuales se ilumina el espacio interno son el ventanal del paño sur del ábside, conformado por un vano de medio punto abocinado y trasdosado por una breve chambrana de nuevo taqueada, así como las estrechas aspilleras horadadas tanto en la nave como en el eje meridional del tambor cabecero.

En el interior se conservan los restos de las pinturas románicas más destacables de la provincia. Se aprecian todavía bien los apóstoles y figuras de los meses del año, mientras que el Pantocrátor con el Tetramorfos del cascarón se ha perdido casi por completo. 

El conjunto de la ermita corresponde a los años finales del siglo XI.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí

16. En Vallespinoso de Aguilar 

Ermita de Santa Cecilia, Vallespinoso de Aguilar 

veremos la pequeña Ermita de Santa Cecilia 

enclavada en una roca. 

Declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1951 y restaurada en 1958. Se instala encaramada sobre una crestera caliza que domina el acogedor caserío de Vallespinoso y al valle que le da nombre. 

El profesor M. García Guinea declara: 'uno de los mayores aciertos del arte, el paisaje y la poesía, juntamente'. Fechada a finales del siglo XII, edificio de una sola nave, teniendo en su cabecera un ábside semicircular.

Adosado al muro sur, se ve un torreón cilíndrico que se cubre con media esfera. 

Una pequeña espadaña termina de realzar el conjunto. 

Ermita de Santa Cecilia, Vallespinoso de Aguilar 

Su portada es espectacular, con un arco de ingreso de seis arquivoltas que descansan sobre columnas rectas, en cuyo podio se alternan boceles, escocías y molduras esculpidas con acantos, tallos, hojas y roeles.

kilómetros al suroeste de Aguilar de Campoo. 

Este pueblo tiene una iglesia parroquial moderna pero la original fue la que hoy es conocida como la Ermita de Santa Cecilia, encaramada sobre unas peñas y sobre un manantial a las afuera de la localidad (hacia el oeste).

Todos los autores que se han ocupado de la ermita de Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar han coincidido en el "goce estético" o en la "bella sorpresa para almas sensibles" que imprime en el viajero que la contempla por primera vez.

Y no es para menos. De hecho este pequeño templo románico de finales del siglo XII es uno de los emblemas publicitarios del románico palentino, merecedor de la consideración de Monumento Histórico Artístico de Carácter Nacional allá por el lejano año de 1951.

Por aquellas fechas, el edificio estaba en estado ruinoso por lo que una acertada restauración de 1958 se ocupó de reconstruir el muro norte de la nave, parte de la fachada occidental y la bóveda de la cabecera.

Pero, como luego veremos, no es sólo su equilibrada arquitectura o el pintoresco paraje donde se asienta lo que hace de la ermita de Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar un monumento notable, sino también la escultura de su puerta, del arco triunfal y de las arquerías del presbiterio.

Exterior

Desde el punto de vista arquitectónico, Santa Cecilia es un edifico románico de modestas dimensiones, constituido por el consabido ensamblaje de una nave rectangular con una cabecera de largo presbiterio y ábside semicilíndrico.

Ermita de Santa Cecilia,  Vallespinoso de Aguilar 

A pesar de que su tamaño no es reseñable, enseguida apreciamos su armonía de proporciones, que va acompañada de una fábrica de perfecta sillería.

El ábside tiene dos columnas entregas que alcanzan la cornisa y tres ventanales muy abocinados. El central con columnillas mientras que los dos laterales carecen de ellas.

Hay que fijarse en la delicadeza del citado ventanal central. Una aspillera de iluminación de paso a una amplia bocina exterior, rodeada por una arquivolta ornada con hojas de acanto dispuestas helicoidalmente, muy al estilo del románico del norte de Palencia. 

Los dos capiteles tienen esculpidas parejas de arpías cuyas colas son rematadas por cabezas de serpiente además de grifos de delicada anatomía.

Los canecillos de la cabecera se conservan bastante bien. En ellos hallamos diversos motivos como animales atrapando a sus presas (león y águila), un músico tañendo una fídula, un hombre itifálico, etc.

La puerta, ubicada como suele se ha habitual en el muro sur, es de grandes proporciones para el tamaño global de la iglesia. Se abre en un profundo arimez o cuerpo resaltado. Cuenta con un total de siete arquivoltas apuntadas que crean una profunda bocina. 

Todas, menos una, son sencillas: boceles y escocias. La intermedia cuenta con un repertorio de decoración vegetal muy características del románico norteño palentino, burgalés y cántabro, inspirado por San Andrés de Arroyo, Santa María de Piasca, Santa Eufemia de Cozuelos y Rebolledo de la Torre.

Los capiteles se extienden corridos por el arimez creando dos anchas bandas esculpidas con todo un repertorio iconográfico, que además de la temática geométrica y fitomórfica, abarca los siguientes temas:

Ermita de Santa Cecilia,  Vallespinoso de Aguilar 

Dragón atacando a un soldado con cota de malla.
Combate entre dos centauros.
Pareja de dragones.
Diablo con llamas en la cabeza amenazando a un pecador (posiblemente avaro).
Un ángel y un clérigo frente a un fallecido. Podría ser la representación del sacramento de la Extremaunción.
El pesaje de las almas entre San Miguel y el diablo.
Resurrección de Cristo: las tres Marías y el sepulcro vacío.
Posible presencia ante el sepulcro de San Pedro y María Magdalena.

Una serie de personajes de difícil interpretación que podrían estar representando una amplia variedad de actividades y oficios medievales.

Entre el presbiterio y la puerta existe un voluminoso cuerpo de base prismática y prolongación cilíndrica que en su interior guarda una escalera de caracol a la que se accede desde el interior por una puerta adintelada situada a dos metros de altura. 

Esta torre de sillería es contemporánea al resto de la edificación románica, si bien cubierta por un casquete cupuliforme en un momento indeterminado posterior. Es probable que este torre -abierta en el momento de su construcción- sirviera para subir a lo alto del edificio y hacer sonar las campanas de la espadaña que se yergue sobre el arco triunfal, además de para funciones de vigilancia y defensa.

Interior

Si sugerente es la estampa exterior, la contemplación por dentro de la ermita de Santa Cecilia no decepciona en absoluto. La primera sensación que tenemos es de verticalidad. En efecto, la nave no tiene gran anchura por lo que la altura de los muros nos inspira a mirar "hacia arriba".

Además, la cabecera, dada la orografía del suelo, hubo de edificarse metro y medio por encima de la nave, por lo que existe una escalera de seis peldaños que comunican ambas partes.

Es esta recoleta y elegante cabecera tenemos la mesa del altar (al borde de la escalera citada), dobles arquerías en los muros presbiteriales y los tres ventanales en el hemiciclo.

Los capiteles de las columnas de esta parte del edificio es deliciosa: Sansón desquijarando al león, el castigo del avaro entre columnas y arcos cuya decoración nos hace transportando a las arquerías de la Aljafería de Zaragoza, espirales vegetales como los de San Andrés de Arroyo, un caballero, parejas de grifos, etc.

Desde aquí, bordeando el pantano de Aguilar, llegaremos a 

17. Barrio de Santa Maria 

para visitar la pequeña Ermita de Santa Eulalia 

Ermita de Santa Eulalia, Barrio de Santa Maria 

Barrio de Santa María es una pequeña población situada a pocos kilómetros al oeste de Aguilar de Campoo en la proximidad de lugares tan emblemáticos como Vallespinoso de Aguilar o Perazancas, ambas un poco más a poniente de ésta.

Hay en este lugar manifestaciones románicas en su parroquial dedicada a la Asunción y en la cercana ermita de Santa Eulalia

Quinientos metros a poniente del caserío se alza retrepada a un pequeño altozano la ermita de Santa Eulalia 

Reducido templo de exquisita realización y cuidadas proporciones. Además está exento y en muy buena situación en cuanto a su conservación, en la que tiene mucho que ver -como en tantos otros lugares de la Provincia- la Fundación Santa María la Real .

Es templo de nave única, canónicamente orientado y cerrado al este por medio de ábside cilíndrico que articula con la nave -de mayor altura- por medio de presbiterio sin adornos, bien marcado al exterior. 

Ermita de Santa Eulalia, Barrio de Santa Maria

Una espadaña de un solo ojo y perfil acampanado corona su hastial occidental. 

La portada abre atípicamente al norte, hacia los pies del muro septentrional. 

Edificada en un cuerpo ligeramente adelantado al muro bajo tejaroz con nueve canecillos lisos, se compone de cinco arquivoltas en degradación, dándole un ligero abocinamiento. 

Apean en dos pares de columnillas y tres de pilastras, decoradas las exteriores con baquetón simulando columnillas. 

Las que forman las jambas de la portada, son lisas . 

Posee arquivoltas apuntadas, decoradas con baquetones y escocias y guardapolvo de similar hechura por fuera. 

Una línea decorada compuesta por friso y ábacos, separa aquellas de los capiteles en que descargan. Los ábacos y su prolongación, decoran con entrelazo vegetal y en algunas de las esquinas, menudas y toscas cabecitas como de fieras.

Los capiteles son de muy sencilla hechura, con decoración geométrica y vegetal apenas señalada mediante labra incisa. 

Algo más elaborados los del lado de poniente , dentro de su sencillez que evocan ya el estilo del (para mi) desconocido claustro de San Andrés del Arroyo. 

Ermita de Santa Eulalia, Barrio de Santa Maria

Prolonga la línea de capiteles hasta donde concluye el cuerpo adelantado de la portada, un friso sencillo, decorado en su zona superior con cinco pequeños arquillos ciegos a cada lado.

El cilindro absidal está segmentado en tres lienzos gracias a dos semicolumnas adosadas que arrancan de sendas basas áticas sobre pilastras y rematan bajo el alero por medio de capiteles de sencilla decoración de volutas lisas y piñas. 

Cada uno de los lienzos se centra por ventanal de medio punto dovelado. 

Vano aspillerado por fuera del cual se decoran con una arquivolta de baquetón y escocia con sus respectivos capiteles, columnas y basas. 

Poseen guardapolvo al exterior, de nido de abeja en los laterales y más elaborado, a base de bezantes simulando yemas vegetales sobre fondo de figuras geométrica a base de grandes rombos. 

Los tímpanos de estos ventanales decoran con motivos de semicírculos en relieve en los laterales, mientras que el central luce un ángel alado, barbado y nimbado cabalgando sobre el medio punto de la aspillera y en actitud de bendecir . 

Decora la parte externa del tímpano nueve arquillos ciegos, ocupando la cabeza del ser mitológico el central. 

Una fina cenefa a base de cabecitas de clavos rodea todo el perímetro del tímpano. En su extrados, hay un motivo decorativo a base de ajedrezado jaqués, que solo volvemos a encontrar al interior del templo componiendo el friso que corre por el cilindro absidal por debajo del arranque de los ventanales.

Los capiteles de los ventanales así como el tímpano descrito del central, se tallaron en piedra arenisca más clara (probablemente más apropiada por su consistencia para ser labrada) lo que contribuye a dar un toque más de elegancia a esta cabecera . 

Decoran los capiteles monstruos con cabeza de hombre barbado y gorro frigio, luchas entre grifos y dragones, motivos vegetales y una bella por cuanto ruda representación del Pecado Original 

   

18. Otras Rutas Cercanas