Museo de la Cuchillería, Albacete

Durante este siglo, en 1526, Carlos I regalará el señorío de Albacete a su
esposa, la emperatriz Isabel de Portugal como presente de boda,
permitiendo la instalación en la zona de diversas órdenes monacales
(franciscanos –conventos de San Francisco y de Franciscanas de la
Encarnación –, justinianas –convento de San Lorenzo Justiniano– o
agustinos –convento de San Agustín–), comenzando a erigirse también en
esta época la Iglesia de San Juan que posteriormente se convertiría en
Catedral.
Albacete no es una gran ciudad monumental pero tiene un montón de atractivos que bien merecen una escapada.
Vamos a hacer un recorrido por monumentos, parques y museos pero también os voy a hablar del ambiente que se respira en la ciudad. Sin duda, la gran sorpresa de una visita por Albacete.
4. La Plaza del Altozano
Es el centro neurálgico y donde se encuentra la mayor concentración de
edificios con valor arquitectónico de la ciudad. Se trata de una plaza
ajardinada donde podemos admirar el Antiguo Ayuntamiento, el Gran Hotel o
el edificio Banco España, entre otros.
Catedral de Albacete

Después de haber callejeado un poco la ciudad y llegar hasta este punto te
preguntas: ¿y esto cómo ha llegado hasta aquí?
Parque de Abelardo Sánchez, Albacete
¿Una biblioteca en la lista? Pues sí amigos. Esta biblioteca es muy especial. Se encuentra situada en el barrio de Carretas, muy cerca del centro, y destaca por una gran cúpula azul que en su interior alberga un tesoro arquitectónico repleto de libros y cultura. Un espacio que da gusto observar en silencio.
Este lugar de cultura y libros fue construido en 1921 con otro propósito muy diferente. Las necesidades de agua potable hicieron realidad una construcción que se decidió recuperar en el año 2011 para que en la actualidad rebose vida cada día.
Todos vienen a lo que vienen, a comer y beber bien a un precio adecuado.
Las verduras tienen su parte importante en la carta, con calabacines
rellenos, corazones de alcachofa y pasteles de puerros, que combinan muy
bien con las carnes a la brasa o al horno, que pueden ir acompañadas de
salsas.
Las Tascas
Las tascas, situadas en el paseo de La Feria, son el alma de la ciudad cuando llega el calor.
Son más de una decena de casetas donde degustar todos los platos típicos de las gastronomía manchega: caracoles, forro, chorizo, guarra, morcillas, cascos de patata con alioli, lomo de orza… ¡Que vivan las calorías!
No será por oportunidades de disfrutarlas. La temporada de tascas comienza a primeros de abril y termina a finales agosto. ¿Porqué desmontarlas en agosto?
Está claro, deben dejar paso a la Feria de Albacete.
La Zona
Así le llaman los propios albaceteños a las calles con bares de tapas y copeo.
Las principales son la calle Concepción y la calle Tejares.
Los bares se han acostumbrado a cambiar de piel según la hora que sea del día.
Terraceo y tapas por el día, vermú torero por la tarde y bailoteo por la noche.
Restaurante Jimena
Calle Mayor Nº 63,
La Posadica Horno de Leña
Calle García Más, 8,

Teatro Circo, Albacete
Albacete se sitúa en el sur de la región de Castilla–La Mancha. Es la
capital y la ciudad más poblada de toda la provincia.
Albacete es una ciudad comercial e industrial, reflejado en su extensa
área comercial que engloba a más de 556 723 personas de 154
municipios.
Su estratégica situación geográfica, a caballo entre Madrid y la costa
mediterránea, la convierte en el principal nudo logístico y de
comunicaciones del sureste de España, contando con
importantes conexiones por autovías, y por vía férrea (incluidos
servicios AVE), así como por vía aérea a través de su aeropuerto, que la
comunica con diversos puntos de la geografía española.
En ella tiene lugar la Feria de Albacete, Fiesta de Interés Turístico
Internacional, que se celebra del 7 al 17 de septiembre en honor a la
Virgen de los Llanos.
La ciudad es una capital moderna, alegre y bulliciosa con grandes
espacios para el viandante, con muchas calles peatonales e innumerables
parques y jardines.
Además, se encuentra entre las ciudades de más de 100.000 habitantes con
menor presencia de contaminación de toda Europa.
Su situación llana y la eliminación de barreras arquitectónicas han
propiciado asimismo que sea una de las urbes con mayor accesibilidad.
Indice:
- Como Llegar a Albacete
- Algo de Historia
- Que ver y hacer en Albacete
- Plaza del Altozano
- Catedral de Albacete
- Museo de la Cuchillería
- Ayuntamiento
- Pasaje de Lodares
- Feria de Albacete
- Parque de Abelardo Sánchez
- Biblioteca de los Depósitos del Sol
- Teatro Circo
- De Vinos y Tapas por Albacete
- Ferias y Fiestas
- Comer en Albacete
- Chinchilla de Montearagón
- Comer en Chinchilla de Montearagón
- Otras Rutas Cercanas
1. Como Llegar a Albacete
Limita al norte con Cuenca, al este con Valencia y Alicante, al sur con
Murcia y Granada, y al oeste con Ciudad Real y Jaén.
Debido a la estratégica situación de la provincia de Albacete,
encrucijada de caminos entre el centro peninsular y el levante español,
entre Murcia y la propia Castilla- La Mancha, dispone de unas excelentes
vías de comunicación:
Por Carretera
A-30: Autovía de Murcia. Transcurre entre Albacete y Cartagena. Pasa por
Albacete, Tobarra y Hellín.
A-31: Autovía de Alicante. Transcurre entre Atalaya del Cañavate y
Alicante. Pasa por La Roda, Albacete y Almansa.
A-35: Autovía Almansa-Játiva. Transcurre entre ambas ciudades.
AP-36: Autopista Ocaña-La Roda. Transcurre entre ambas ciudades.
A-43: Pasa por Villarrobledo.
Por Tren
La provincia está comunicada desde los inicios de este medio de
transporte en España. La línea Madrid-Alicante fue la primera de largo
recorrido en prestar servicio en el país.
También transcurren por la provincia la línea hacia Murcia, Cartagena y
Valencia, próximamente está previsto la llegada del AVE.
Existen estaciones con parada en Albacete capital, Almansa, Hellín,
Villarrobledo y también en Caudete, La Gineta, La Roda y Minaya.
Por Avión
La provincia cuenta con el aeropuerto de Albacete-Los Llanos, situado 4
Km. al sur de Albacete capital.
2. Algo de Historia
Los orígenes de Albacete no se pueden precisar con exactitud, aunque en
sus inmediaciones (Acequión, Pozo Moro y Balazote), e incluso dentro de su
municipio, se ha encontrado restos procedentes de la cultura íbera, y
romana. Entre ellos cabe citar por su importancia el yacimiento
arqueológico de El Acequión, datado en la Edad de Bronce, que constituye
uno de los mayores exponentes del Bronce Manchego, las Esfinges gemelas de
El Salobral, halladas en 1901.
Dotadas de un significado mágico, tienen carácter apotropaico (es decir,
defendía el monumento funerario frente al expolio y protegía la memoria
del difunto) y psicopompo (un vehículo para conducir el alma del difunto
al mundo de ultratumba). La esfinge conservada en España conserva restos
de policromía, especialmente un rojo intenso, considerado el color de vida
por su parecido con el de la sangre humana. Por sus rasgos estilísticos se
fecha su cronología a finales del siglo VI a. C..1
No obstante, y gracias a algunos hallazgos cerámicos, se estima que los
mismos han de remontarse a la época andalusí, habiendo nacido como una
pequeña alquería, documentada al menos desde el siglo IX, próxima a
Chinchilla de Monte-Aragón, plaza de la que dependió durante casi toda la
Edad Media, siendo su nombre original البسيط Al-Basit (La Llanura). De la
misma época existen algunos documentos que hacen referencia a un viejo
castillo situado en la zona que data de la época Califal.
Según las crónicas de la época, poco más tarde, en 1146 tuvo lugar en las
inmediaciones de lo que hoy es la ciudad de Albacete la batalla de
al-Luŷŷ, que le costó la corona y la vida al rey levantino Sayf al-Dawla,
muerto por soldados del reino de Castilla.
Tras la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212, los reyes cristianos
rompen las defensas almohades y se adentran en los despoblados y
desprotegidos territorios de La Mancha albacetense. La pequeña Al-Basit es
tomada en 1241, bajo el reinado de Fernando III el Santo de Castilla por
Pelayo Pérez Correa (quien también tomaría amplias zonas del Levante) y
entregada como aldea a la villa de Chinchilla en 1.269, dentro del
poderoso Concejo de Alarcón.
En la historia de esta provincia, y en general, en la historia de la Edad
Media española, tiene un gran peso la figura de don Manuel, hermano del
rey Alfonso X el Sabio, que había logrado un importante señorío tras la
conquista de los reinos musulmanes levantinos.
Carta de Privilegio y Confirmación de Albacete del siglo IV, Archivo
Histórico Provincial.
El señor del Marquesado de Villena inicia una ingente labor de
repoblamiento, con la esperanza de triunfar allí donde el rey y la Orden
de Santiago habían fracasado.
Mediante el Privilegio de Villazgo, promulgado en la localidad conquense
de Castillo de Garcimuñoz en 1375, se concede a Albacete' el título de
villa independiente de Chinchilla. No obstante, el señorío de Villena y
más tarde marquesado, padecería numerosas vicisitudes en los años
siguientes.
Durante un lustro, las tierras albaceteñas son escenario de un conflicto
bélico entre los partidarios de los Reyes Católicos y los de Juana la
Beltraneja, apoyada por don Diego López Pacheco, segundo marqués de
Villena. El fin del Marquesado de Villena se inicia en 1475, con la
sublevación de Alcaraz y todo su Concejo.
Será durante los siglos XIV y XV cuando se erijan en distintos puntos de
la villa tres fortalezas localizadas en los tres puntos con mayor altitud;
una situada en la actual Plaza de las Carretas, otra en la "Villanueva" o
Alto de la Villa, actualmente Villacerrada, y la tercera en el Cerrillo de
San Juan.4
Finalmente, los Reyes Católicos y sus partidarios ganan la contienda y la
Corona se apropia de todas las villas, expropia el Marquesado y las
encomiendas de la Orden de Santiago, y hace sentir el peso de la nueva
política. La nobleza, aún la perdedora, es compensada con creces y las
ciudades ven recortados sus fueros y privilegios.
Los sucesos históricos que convulsionan Castilla en los siglos siguientes,
afectan a Albacete de diversas maneras. Durante la Guerra de las
Comunidades de Castilla y salvo un breve período la capital, igual que
otras grandes villas, permanecen fieles a la monarquía.
Edad Moderna
En 1710 Felipe V concede a la ciudad el privilegio de organizar una feria
franca. En la imagen, puerta de hierros del recinto ferial.
Durante la guerra de las Comunidades de Castilla Albacete se mantuvo al
principio leal a Carlos I, pero a finales de septiembre de 1520,
posiblemente el día 29, tuvo lugar en la ciudad una revuelta que terminó
instaurando en ella una administración comunera: las autoridades vigentes
en el momento, como regidores y alcaldes, fueron expulsadas y reemplazadas
por otras nombradas por los vecinos.
Durante el siglo XVI, Albacete continuó su lento, aunque progresivo
crecimiento, llegando a contar con 5.000 habitantes.
Durante el siglo XVIII, Albacete se encuentra estructurado partiendo de
tres núcleos: Alto de la Villa, El Cerrico y la Cuesta, con el límite
situado al norte de la ciudad, en la actual Autovía A-31. Los tres núcleos
tenían una población de unos 8.000 habitantes, que durante la guerra de
sucesión española tomarán partido por el futuro Felipe V de España, el
cual, en septiembre de 1710, concederá a la ciudad el privilegio de una
feria franca (aunque ésta ya se venía celebrando desde el siglo XIV).
Precisamente para este fin se acordará construir un recinto permanente en
el paraje conocido como Santa Catalina, en las "eras" o "ejidos", situado
al oeste de la villa (muy cercana al molino del acequión), en donde
durante el siglo XVII se había establecido una comunidad de franciscanos
que prestarán reticencia a esta actuación mediante varios pleitos.
Edad Contemporánea
La llegada del ferrocarril en 1.855 fue un revulsivo para el crecimiento
de la ciudad. En la imagen, locomotora situada en el Parque Lineal de
Albacete.
La localización de Albacete, a finales del siglo XVIII aún era un lugar
poco salubre debido a la gran cantidad de aguas estancadas, lo que
propiciaba la aparición de enfermedades, por lo que las autoridades se
plantean sendos proyectos para propiciar el desagüe de las mismas,
iniciándose en 1805 la construcción del futuro Real Canal de María
Cristina.
La Guerra de Independencia española (1808-1812) tuvo una importante
incidencia en la ciudad. Entre otros hechos, durante estos años se produjo
un vacío de poder al trasladarse las autoridades a las sierras albaceteñas
de Alcaraz y del Segura desde donde se coordinaron la lucha y resistencia
al ejército napoleónico, el cual saqueó en numerosas ocasiones la ciudad.
Habrá que esperar hasta 1862 para que, por decreto de la reina Isabel II,
Albacete logre el rango de ciudad.
Ya en 1888 se inaugura el alumbrado eléctrico, y se empieza a asistir a la
incipiente instalación de las primeras fábricas y talleres, que junto con
las consecuencias de la desamortización de Mendizábal, traía consigo una
gran variación en la forma de la ciudad, al aprovechar diversos conventos
para configurar plazas como la del Altozano, y modificar el urbanismo de
la ciudad.
Albacete fue, durante la Guerra civil española, Cuartel General de las
Brigadas Internacionales. En la imagen, monumento a las mismas en el
Campus Universitario de la ciudad.
El siglo XX empieza a despuntar, y Albacete cuenta en 1.900, con 21.512
habitantes, y presenta unas tasas de crecimiento anual muy elevadas que se
traducirán en nuevas infraestructuras.
Además, inicia su andadura en el sector financiero tanto el "Banco de
Albacete" como una Caja de Ahorros, y se van desarrollando incipientes
infraestructuras que permiten el desarrollo de algunas pequeñas
industrias, como la metalurgia, la cuchillería o la alimentación, que
potencian el crecimiento poblacional de la ciudad que alcanzará cerca de
los 42.000 habitantes en 1.930.
La historia de la aviación en Albacete comienza en la segunda década del
siglo XX con la construcción en 1916 de un aeródromo a las afueras de la
ciudad (en la zona de Los Llanos y La Pulgosa), tras la visita en 1913 de
una comisión del Parque de Aerostación de Guadalajara, quienes solicitan
el establecimiento de dicha infraestructura, que se trasladará al paraje
conocido como La Torrecica en 1923, convirtiéndose dicho centro en la sede
de la Compañía Española de Aviación (CEA), encargada de la formación de
los oficiales pilotos, y que dará un acento de apertura e innovación para
la ciudad, y que se mantendrá operativa, en su faceta instructiva, hasta
1932 (aunque seguirá activo al tráfico civil).
Actualmente, Albacete es una capital moderna, con grandes espacios para
el viandante y amplias zonas verdes. Además, su situación llana y la
eliminación de barreras arquitectónicas han propiciado que sea una de
las urbes con mayor accesibilidad de todo el país, con mayor calidad de
vida y una de las más seguras.
Destino turístico de interior, su centro histórico reúne de forma
singular y sobresaliente valores patrimoniales.
Albacete no es una gran ciudad monumental pero tiene un montón de atractivos que bien merecen una escapada.
3. Qué hacer y qué ver en tu visita por Albacete
Entre sus grandes monumentos más representativos se encuentran el Recinto
Ferial de Albacete, la Catedral de San Juan Bautista, la Plaza de toros,
el Teatro Circo, el Palacio Provincial, la Fábrica de Harinas, el Pasaje
Lodares o la Torre del Agua.
El pasaje de Lodares fue construido a imagen y semejanza de las galerías
comerciales existentes en Italia. Su cubierta de hierro y cristal es un
gran tragaluz que une las calles del Tinte y la calle Mayor.
En el interior veremos figuras alegóricas que representan la Industria, la
Riqueza de la Tierra, las Artes Poéticas y las Artes Liberales; además de
numerosas cabezas de Mercurio, dios del comercio. La Catedral es una obra
de estilo Renacentista- Barroco, erigida como tal al establecerse la
Diócesis de Albacete en 1949 cuya construcción se remonta al siglo
XVI.
Aúna diversos estilos arquitectónicos: interior neo-medieval, portada neo
románica; fachada occidental neogótica, entre otros. En la capilla
dedicada a la Virgen de los Llanos tenemos una curiosa bóveda de crucería
con linterna y en la sacristía unas hermosas pinturas murales del mismo
siglo. Cierra este apartado el Teatro Circo, inaugurado el 7 de septiembre
de 1887 con capacidad para más de 1.000 personas.
De estilo neo-mudéjar ha sido reformado en varias ocasiones. En 1993 fue
adquirido por el Ayuntamiento como patrimonio público y dieron comienzo
sus últimas obras de rehabilitación. Actualmente acoge todo tipo de
representaciones.
Destacan museos como el Museo de Albacete, el Museo de la Cuchillería,
el Museo Municipal, el Museo Internacional de Arte Popular del Mundo, el
Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, el Centro Cultural La Asunción o
la Casa de la Cultura José Saramago.
La industria es uno de los pilares de la ciudad.
Albacete es sede de importantes multinacionales y cuenta con cinco
grandes zonas industriales, entre ellas Campollano, el polígono
industrial más grande de Castilla-La Mancha y uno de los más grandes
de España.
La educación superior y la investigación son otros de los grandes
polos de desarrollo de la ciudad, destacando la Universidad de
Castilla-La Mancha, el Campus Biosanitario de Albacete, el Campus
Científico y Tecnológico de la Energía y el Medio Ambiente –de
Excelencia Internacional– y el Parque Científico y Tecnológico de
Castilla-La Mancha.
El sector aeronáutico es otro de los motores económicos de la ciudad.
Albacete es sede de la Escuela de Pilotos TLP de la OTAN, de la Base
Aérea de Los Llanos, del Ala 14 y de la Maestranza Aérea de Albacete,
la más importante de España.
Otros de sus grandes atractivos en este sentido son las tradicionales
Tascas de la Feria o el castizo macromercado al aire libre de Los
Invasores.
Vamos a hacer un recorrido por monumentos, parques y museos pero también os voy a hablar del ambiente que se respira en la ciudad. Sin duda, la gran sorpresa de una visita por Albacete.
4. La Plaza del Altozano
Plaza del Altozano, Albacete
Cafeterías, tiendas y hoteles completan la que podríamos llamar la Plaza
Mayor albaceteña. Ojo, porque plaza Mayor hay otra, pero es chiquitita y
no cumple con la función que suelen tener estas plazas en la mayoría de
las ciudades.
Justo en el centro de la plaza se encuentra el entrañable Monumento al
Cuchillero de Albacete. Nada que ver con viajes y escapadas a pesar de su
nombre. El Mochilero (como también se le conoce) es una estatua que
homenajea a la figura de los viejos vendedores de navajas. Todo un clásico
de la ciudad.
5. La Catedral de Albacete
Catedral de Albacete
Los propios albaceteños no valoran demasiado esta obra arquitectónica
finalizada en el siglo XX, pero a mí me gusta mucho y por eso la
recomiendo. La Catedral de San Juan Bautista de Albacete por fuera no deja
de ser una iglesia más, bonita pero sin nada espectacular.
Es su interior el que alberga el mayor tesoro del templo. Se trata de
grandes óleos pintados sobre lienzos que ocupan una superficie de 1000 m²
sobre los muros del templo. Es la segunda obra más grande de estas
características realizada por un sólo artista, Casimiro Félix
Escribá.
He decidido no colgar ninguna foto de su interior para que te sorprendas
igual que yo lo hice el primer día que la vi. Más allá de su valoración
artística, el efecto es espectacular.
6. El Museo de la Cuchillería
La industria de la cuchillería es una de las más importantes de
Albacete. Vosotros, que sois auténticos viajeros, empezad a fijaros en los
cuchillos que ponen en las mesas de los restaurantes de todo el mundo. ¡La
mayoría son de Albacete!
Entendida la importancia que tiene la cuchillería en la ciudad es normal
que tenga un museo propio. Es un museo muy original. El edificio que lo
alberga es un bonito palacete de principios del siglo XX, la Casa del
Hortelano.
Además de recorrer la historia de la cuchillería a lo largo de los siglos,
tienen piezas espectaculares y curiosas que te van a encantar. A mí
personalmente es una muestra que me gusta mucho. La entrada cuesta sólo 3
euros y los miércoles es completamente gratis.
Después de recorrer los pasillos del museo seguro que te van a entrar
ganas de llevarte un recuerdo de la ciudad en forma de navaja. Justo en
frente del museo hay una pequeña tienda de navajas, pero te encontrarás
con muchas por todo el centro de la ciudad.
7. El Ayuntamiento

Ayuntamiento de Albacete
Ya sabéis que la plaza del Altozano alberga el edificio del antiguo
Ayuntamiento, ahora Museo Municipal de Albacete.
El nuevo está a apenas 100 metros de distancia, junto al museo de la
Cuchillería. Es una construcción moderna rodeada de jardines. El conjunto
sin ser espectacular tiene un toque bastante especial y un gran reloj pone
la guinda a la fachada de la Casa Consistorial.
8. El Pasaje de Lodares
Pasaje de Lodares, Albacete
Se encuentra en mitad de una calle peatonal comercial corriente, pero está
muy lejos de ser una construcción corriente.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
Técnicamente podemos decir que es una galería comercial y residencial con
cubierta de hierro y vidrio, y columnas de estilo de renacentista.
Sentimentalmente es el rinconcito más querido y apreciado por los
albaceteños.
Y no es para menos, a imagen y semejanza de las galerías italianas, este
edificio es seguramente el más bonito de toda la ciudad. Además, dentro
encontrarás pequeños comercios locales, los de toda la vida.
9. La Feria de Albacete
Feria de Albacete
Albacete es más que su Feria pero Albacete es La Feria. Es una
contradicción decir esto pero es así. 11 días que todos los habitantes y
visitantes viven al máximo. No es demasiado conocida y, sin embargo,
pienso sinceramente que es una de las mejores fiestas de España.
Todo se concentra en un sólo recinto: conciertos, barracas, folclore,
tradición, devoción, artesanía, puestos de comida y música hasta altas
horas de la madrugada. Desde 2008 está declarada como Fiesta de Interés
Turístico Internacional y me parece un pecado que, si tienes la
oportunidad, no te dejes sorprender por esta fiesta manchega.
10. El parque de Abelardo Sánchez
Es el pulmón verde de la ciudad. Integrado en pleno centro, este parque de
120.000 m2 combina una gran riqueza natural con fuentes, estanques y
esculturas.
Es un Retiro a la albaceteña. En primavera y verano es el mejor momento
para alejarse del asfalto y los ruidos, y sentarse en la terraza de La
Tasca Mahou el Pinar y disfrutar de un café, un helado, una cena o lo que
se tercie.
11. La Biblioteca de los Depósitos del Sol
Biblioteca de los Depósitos del Sol
¿Una biblioteca en la lista? Pues sí amigos. Esta biblioteca es muy especial. Se encuentra situada en el barrio de Carretas, muy cerca del centro, y destaca por una gran cúpula azul que en su interior alberga un tesoro arquitectónico repleto de libros y cultura. Un espacio que da gusto observar en silencio.
Este lugar de cultura y libros fue construido en 1921 con otro propósito muy diferente. Las necesidades de agua potable hicieron realidad una construcción que se decidió recuperar en el año 2011 para que en la actualidad rebose vida cada día.
12. Teatro Circo
¿Teatro o circo?
Pues un poco de todo y sus muros tienen una historia que contar. El año
1887 fue testigo de su creación y con el paso de las décadas y funciones
sufrió múltiples reformas. En 1985 tuvo que bajar el telón de manera
definitiva. Situación que desembocó en la adquisición del edificio por
parte del Ayuntamiento y una última remodelación para volver a escena en
el 2002.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
Hoy entre las butacas puedes ver las estrellas, literalmente. La cúpula
nos lleva a sentir el firmamento, es una maravilla arquitectónica. El
Teatro Circo, además de bonito, cumple con una doble funcionalidad
escénica. Está preparado para acoger funciones teatrales y espectáculos de
circo, de ahí su nombre. De hecho, desde el año 2008 se celebra el
Festival Internacional de Circo de Albacete. Un plan muy pero que muy
recomendable.
13. De Vinos y Tapas por Albacete
Albacete es el típico lugar al que casi nadie quiere ir pero que
cuando uno llega se sorprende de todo lo que encuentra y entonces se
convierte en el mejor reclamo publicitario. Hay mucho patrimonio,
vida tranquila y unos cuantos bares y restaurantes que nos hacen
pensar en cuánto nos estamos perdiendo por esos prejuicios absurdos.
Vale la pena ir a Albacete, vale la pena detenerse y disfrutar de
sus atractivos. La buena mesa es uno de ellos.
Faeli
Cl. Zapateros, 2. Albacete. Tlf: 967 216 914
Faeli es uno de esos lugares discretos, que no hacen alarde de nada,
pero que tiene una buena consideración entre los que lo conocen.
Alguno llega a incluirlo entre los mejores restaurantes de la
ciudad. Más allá de apreciaciones particulares, Faeli juega la baza
de local pequeño y menú corto, pero con buen producto bien
cocinado.
Las croquetas de jamón o de chipirones y unas zamburiñas son un
entrante clásico, que pueden seguir con unos huevos al horno o un
pulpo a la murciana. Lo fundamental es preguntar por los platos del
día, sabrosos y delicados, así como pedir consejo para un buen vino
que acompañe todo lo anterior.
Aderezo
Cl. Mayor, 51. Albacete. Tlf: 967 672 329
Pocos años ha necesitado Aderezo para hacerse con un hueco entre los
lugares donde comer bien en pleno centro de Albacete acompañado con
una buena copa de vino. El ambiente es lo suficientemente tranquilo
para atraer a familias pero también tiene su punto especial para
gustar a parejas y grupos de amigos.
Tócala otra vez, Sam.
Paseo Simón Abril, 4. Albacete. Tlf: 967 672 259
Este local de nombre tan cinematográfico es multiusos. Lo mismo sirve para
el desayuno diario que para un satisfactorio menú del día y, sobre todo,
para una cena memorable o cualquier celebración. No hay quien se resista a
un timbal de pulpo con habitas tiernas, patata y alioli, unos lomos de
boquerón con escalibada o una buena oreja a la plancha. También es un buen
lugar para probar las lendrecillas, que preparan con setas y ajos tiernos.
Aparte de pastas, arroces y pescados, las carnes son la apuesta más
aceptada, y aquí se puede elegir entre lo más tradicional, una caldereta
de cordero lechal D.O. Manchego, a lo más exótico, como un pollo tikka
masala. Lo malo de todo esto es que es obligatorio dejar espacio para el
postre.
A Misa de 12
Cl. Linares, 1. Albacete. Tlf: 654 550 890
En A Misa de 12 se puede ir a cualquier hora y para pedir cualquier cosa,
desde la más humilde, como un pincho de tortilla a sorpresas más
elaboradas, como una cazuela de carabineros con huevos fritos. Entre
medias, cualquier cosa que vaya bien con una copa de buen vino, desde una
empanadilla a unos huevos rotos con jamón y trufa, o unas buenas anchoas
del Cantábrico sobre cama de tomate. En este local se preocupan también de
los vegetarianos, y es fácil disfrutar con un humus con verduras, una
crema de verduras o un pastel de puerros.
El Alambique
Callejón de San José, s/n. Albacete. Tlf: 967 615 352
Muchos van al Alambique para comer el menú del día, tal vez un euro más
caro que los restaurantes de alrededor, pero siempre vale la pena ese
pequeño salto extra a la hora de alimentarse. Pero también es el lugar
para una cena con amigos, compartiendo raciones y disfrutando de la vida,
y así pueden caer unas habas con chopitos, unas setas a la plancha, una de
oreja o torreznos y un pastel de puerro para disimular lo anterior. El
hojaldre de salmón ahumado tiene ese toque de sorpresa, como el pulpo
crujiente.
El filo de la Navaja.
Cl. Pedro Martínez Gutiérrez, 15. Albacete. Tlf: 967 231 248
El Filo de la Navaja es un clásico de Albacete, y no por el nombre (que
también), sino porque, aunque ha cambiado de local a lo largo del tiempo,
este año cumple 50 años dando de comer y beber a los clientes.
Una marca de la que no pueden presumir tantos establecimientos. Y por algo
será. La oferta no es especialmente sofisticada, pero cuando hay buena
materia prima nadie echa de menos las elaboraciones complicadas.
Unos calamares a la romana y unas gambas al ajillo abren el camino a un
lomo con tomate natural, unos pimientos de Padrón con panceta, unos
mejillones o un bacalao. Tonterías, las justas
Las tascas, situadas en el paseo de La Feria, son el alma de la ciudad cuando llega el calor.
Son más de una decena de casetas donde degustar todos los platos típicos de las gastronomía manchega: caracoles, forro, chorizo, guarra, morcillas, cascos de patata con alioli, lomo de orza… ¡Que vivan las calorías!
No será por oportunidades de disfrutarlas. La temporada de tascas comienza a primeros de abril y termina a finales agosto. ¿Porqué desmontarlas en agosto?
Está claro, deben dejar paso a la Feria de Albacete.
La Zona
Así le llaman los propios albaceteños a las calles con bares de tapas y copeo.
Las principales son la calle Concepción y la calle Tejares.
Los bares se han acostumbrado a cambiar de piel según la hora que sea del día.
Terraceo y tapas por el día, vermú torero por la tarde y bailoteo por la noche.
Es lo mejor de todo, vayas a la hora que vayas siempre tienes mucha
vida y ambiente.
En las noches más calurosas del verano es posible que oteando una de
estas calles desde la distancia te parezca que no cabe ya ni un
alfiler.
Los albaceteños se echan a las calles, son grandes anfitriones y no
te van a faltar bares de buena música y mejor ambiente.
14. Ferias y Fiestas
Entre sus fiestas y tradiciones destacan
la Feria de Albacete, declarada de Interés Turístico Internacional, que
se celebra del 7 al 17 de septiembre en honor a la Virgen de Los
Llanos,
las Fiestas de San Juan de Albacete en honor a su patrón,
la Semana Santa de Albacete, o
el Carnaval de Albacete,
así como eventos de carácter autonómico, nacional e internacional como el
FIM CEV International Championship en el Circuito de Albacete, el
Festival Internacional de Circo, el Festival Internacional de Cine
Abycine, la Bienal de Artes Plásticas Ciudad de Albacete, los Premios
Nacionales de Teatro Pepe Isbert, el Certamen Literario Barcarola, AB
Fashion Day, el Festival de Albacete, la Feria de Artes Escénicas de
Castilla-La Mancha, Ibercut, Expovicaman o el World Padel
Tour-Albacete.
Ciudad Internacional de la Cuchillería, además de ferias y exposiciones
comerciales.
15. y para Comer en Albacete
Restaurante Jimena
Calle Mayor Nº 63,
02002 Albacete España
+34 967 09 88 10
Motivos
calle tejares, Esquina Calle Jesus Nazareno,
02002 Albacete España
+34 967 24 37 15
Calle García Más, 8,
02005 Albacete España
+34 967 22 03 36
Meson el sol
Calle Calderon de la Barca, 21 Calderon de la Barca 21,
2002 Albacete España
+34 967 24 52 05
y algo mas económicos:
Calle Pedro Martinez Gutierrez 15,
02004 Albacete España
+34 967 22 75 29
Entre Amigos
Calle Luis Badia 43,
02003 Albacete España
+34 967 23 91 61
Calle Teodoro Camino 23,
02002 Albacete España
+34 967 50 38 49
Entre las obras religiosas, Santa María del Salvador destaca por su mezcla
de estilos, ya que tras la portada gótica llegamos a un espacio
completamente barroco y, avanzando por él, a una bellísima cabecera
renacentista. Destacan también el convento de Santo Domingo, de templo
mudéjar, el convento de Santa Ana, levantado sobre un conjunto islámico, y
la Ermita de San Antón.
Chinchilla de Montearagón, Albacete
Rincón Manchego
Avenida Constitución, 25,
La provincia ofrece el paisaje típico de la llanura manchega que contrasta
con el terreno montañoso de las Sierras de Alcaraz y del Segura.
Cuenta con dos parques naturales: Parque Natural de los Calares del Río
Mundo y la Sima y las Lagunas de Ruidera.
La provincia cuenta con municipios de interés como Alcalá del Júcar,
Almansa, Alcaraz, Chinchilla de Montearagón, Letur, Villarrobledo y
Hellín.
En la provincia la Semana Santa y Tamborrada de Hellín, Fiesta de
Interés Turístico Internacional, con más de 20.000 personas, mayores y
pequeños, que redoblan sus tambores por las calles de la ciudad,
ataviados con túnica negra y pañuelo rojo o negro al cuello.
Otra parada muy recomendable es
16. Chinchilla de Montearagón
con su trazado medieval.
Chinchilla de Montearagón, Albacete
Chinchilla de Montearagón conserva la belleza de su trazado medieval.
Declarada Conjunto Histórico Artístico, en sus calles se encuentran
casonas de piedra blasonadas, testimonio de los antiguos hidalgos que la
habitaron en otros siglos.
A escasos 13 kms de la capital, muestra como punto de referencia visual e
histórico el castillo y la fortaleza, que dominan el paisaje desde el
cerro de San Blas.
El castillo tuvo por su estratégica posición bases iberas, romanas y aun
un origen árabe, pero el que vemos hoy sobre cerro es del siglo XV y se
mantiene, tras numerosas reformas, en un excelente estado. Coronando la
roca y bordeando el antiguo pueblo, las murallas varían su altura y abren
ojos a su interior desde distintas puertas.
Entre los monumentos civiles, además de los antiguos baños árabes, vale la
pena enumerar algunos: el palacio de la calle de la Obra Pía o el antiguo
Pósito, ambos con fachada plateresca; la casa Tercia; el Ayuntamiento con
su imponente fachada dieciochesca; la Casa Muro...
De especial interés son las cuevas al pie de la muralla enmarcadas por
chimeneas blancas que dividen el espacio exterior mientras el interior se
excava en la roca. En las afueras encontramos las huellas del pasado
arqueológico en el Pozo de la Peña o yacimiento de la Peñuela.
Su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Regional, remonta sus
orígenes al año 1586.
De gran fama y prestigio es el Festival de Teatro Clásico Ciudad de
Chinchilla que se celebra en el mes de julio.
17. y para Comer en Chinchilla
Avenida Constitución, 25,
02520 Chinchilla de Monte-Aragón España
+34 967 26 00 66
Restaurante DALIA
Plaza de la Mancha, 8,
02520 Chinchilla de Monte-Aragón España
+34 967 26 04 36
Calle Arenal 69,
02520 Chinchilla de Monte-Aragón España
+34 967 26 04 10
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