Indice:
- Como llegar a La Guardia, inicio de nuestra Ruta
- Croquis de nuestra Ruta
- La Guardia
- Comer en La Guardia
- Castro de Santa Tecla
- Muiños (Molinos) do Folón e Picón
- Oia
- Comer en Oia
- Bodegas Quinta Couselo
- Tuy
- Comer en Tuy
- Valenca do Miño
- Parque Natural Monte Aloia
- Castillo de Sobroso
- Balneario de Mondariz
- Comer en Mondariz
- Castillo de Sotomayor
- Comer cerca del Castillo de Sotomayor
- Otras Rutas Cercanas
1. Como llegar a La Guardia, inicio de nuestra Ruta:
2. Y este es el Croquis de nuestra Ruta
Iniciamos nuestra Ruta en :
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
3. La Guardia
La Guardia (en gallego y oficialmente A Guarda), es un municipio del
sudoeste de Galicia, la población más meridional de la provincia de
Pontevedra .
La historia de la villa de La Guardia está en gran medida condicionada por
su emplazamiento geográfico privilegiado.
Lugar estratégico con abundantes recursos naturales ideal para el
asentamiento humano y las fricciones políticas entre estados.
El inicio de la historia de La Guardia empieza con los primeros restos
humanos encontrados en la zona.
Concretamente, fue en las distintas terrazas que conforman el valle del
río Miño donde, sobre el 10000 a. C., empezaron a asentarse grupúsculos de
hombres mesolíticos, en la falda del Monte Tecla que llega hasta el río,
que se expandieron por el valle y por la costa próxima, zonas propicias
para la subsistencia.
El siguiente capítulo fue en el Neolítico, entre el 5000 a. C. y el 2000
a. C., en el que se encontraron en distintos lugares un perfeccionamiento
de la industria lítica. Lo más característico de este período son los
petroglifos, grabados en las piedras con dibujos esquemáticos con gran
valor documental sobre la vida de este período.
Entre el 2000 y el 1000 a. C. nos encontramos con la Cultura de Bronce en
el que se manipula este mineral para hacer, tras la oportuna fundición, un
amplio abanico de objetos. En estos años también se datan los primeros
contactos por mar con culturas mediterráneas, primero los fenicios y,
después, los griegos.
Durante el primer milenio a. C. se consolidó la Edad del Hierro que
tendría como manifestación más determinante la cultura castreña. Sin duda,
esta fue la etapa de mayor esplendor en la historia de La Guardia y de
esto dan muestras multitud de restos, sobre todo en la abundancia de
castros: Santa Tecla, A Forca, O Castro y A Bandeira.
Entre ellos destaca el primero citado, datado entre el siglo I a. C.
hasta el siglo I, situado en las proximidades de la cumbre del monte,
supone una de las muestras más significativas de la Cultura Galaico-Romana
de Galicia.
La cultura de los castros fue diluyéndose con la creciente romanización.
Los pobladores los fueron abandonando y comenzando a asentarse en los
valles para poder cultivar la tierra. De la época romana encontramos
restos en el mismo centro de la población, en el lugar de Saa, en O Castro
y en Pintán. Después del siglo V llegó la conquista de los suevos que
prolongarían el bienestar romano.
En la Alta Edad Media por la comarca del Bajo Miño se asentaron
comunidades religiosas cristianas en varios cenobios, siendo los primeros
referentes administrativos supeditados al obispo de Tuy. En tiempos de la
reconquista y tras varias repoblaciones, el monarca Alfonso II concedió el
coto de caza de la desembocadura del Miño al Conde de Sotomayor, no
obstante en la segunda mitad des siglo XI
La Guardia y en mayor o menor medida la desembocadura del río Miño estuvo
ocupado por pueblos normandos que escaparon a la dominación tanto del
poder del Obispado de Tuy como de la autoridad del Rey García I de
Galicia.
A partir del siglo XII, La Guardia estuvo bajo el resguardo de los monjes
cistercienses que se emplazaron en Oya. Entre sus documentos se da buena
cuenta de la próspera vida comercial que tenía la localidad.
Un período del que se hará el trazado urbanístico similar al de
otras villas marineras gallegas como Bayona o Noya, con unas murallas en
forma de triángulo, con un lado hacia el mar y en el vértice contrario la
iglesia. A finales de la Edad Media la iglesia parroquial se amplía para
adaptarse al crecimiento de la población.
La cuestión demográfica será determinante en el siglo XVI con la irrupción
de varias pandemias que causarán una pérdida en la población. Con licencia
de Felipe II, los Sotomayor promueven un convento de comunidad de
religiosas benedictinas independientes de la casa madre de San Paio de
Antealtatres de Compostela.
El siglo XVII será crucial para la historia de La Guardia debido a las
presiones beligerantes derivadas de la Guerra de los Treinta Años. Se
construye el Castillo de Santa Cruz, una plaza militar conquistada por los
portugueses en 1665.
Con esta victoria La Guardia perteneció al Reino de Portugal durante tres
años. De aquel tiempo también es una pequeña fortaleza ubicada en un pequeño
islote en la boca del puerto, una construcción que recibía el nombre de
Atalaya, elemento protagonista del escudo de la villa.
En el marco de las Guerras Napoleónicas y en concreto la Guerra de la
Independencia, en 1809 una vez entrado Soult en Galicia y tras su fracaso
en el intento de invadir Portugal por Valença do Minho cambia de estraegia
e intenta cruzar el río por A Guarda, llegando el día 5 de febrero una
vanguardia ocupando el castillo de Sta. Cruz que había sido abandonado
debido a la esterilidad de una defensa contra fuerzas tan bien preparadas,
el grueso del ejército dirigido por Soult llegó el día 12, haciendo
promesa de respetar vidas y propiedades haciendo montar guardia tanto en
el convento de las monjas como en la casa parroquial.
La población se "echó al monte" se dejó a mujeres e hijas en los altos
de Burgueira y de la Groba , incluidas las monjas. Solo quedaron los varones
que casi inmediatamente comenzaron a organizarse en milicias.
La guarnición del castillo se dirigió hacia Caminha donde comenzó a
planear una reconquista contando con el apoyo de las fuerzas portuguesas
mientras que en A Guarda se llevaban a cabo operaciones de sabotaje y
escaramuzas a modo de emboscadas en colaboración con vecinos de otros
pueblos mientras que Soult esperaba la mejor ocasión para cruzar el río e
invadir Portugal, cosa que no pudo por una crecida.
Soult comenzó a inquietarse pues no llegaba el momento oportuno para la
invasión a Portugal y por que las acciones de las "alarmas" (milicias) de la
zona provocaba la pérdida de soldados, que fueron enterrados en el patio del
colegio jesuíta ubicado en O Pasaxe, el mariscal tomó la decisión de irse el
día 17 dejando una guarnición en el castillo; conocido esto las autoridades
exiliadas en Caminha comienzan a organizar a los vecinos y planificar un
asalto a la fortaleza.
El día 10 de marzo cruzan el río 600 soldados portugueses al mando del
coronel Serpa mientras que las "alarmas" guardesas se ponen bajo las órdenes
del capitán Juan de Almeida e Sousa que venía con otros 50 soldados; al
llegar al castillo y tras parlamentar el coronel Serpa con el oficial
francés este decide arriar la bandera francesa y entregar la posición
volviendo a ser izada la bandera española y restituida a Fernando VII
.Las autoridades y personas distinguidas se reunieron y formaron una Junta
de Defensa para reclutar hombres y organizar la lucha para la expulsión
francesa de Galicia.
Así pues A Guarda se convierte en la primera localidad en la que se arría
por primera vez una bandera de Francia en el período napoleónico.
Lo más importante ocurrido en los siglos posteriores fue el descenso del
nivel de vida, un hecho determinante que llevará a mucha población a
emigrar a América durante el siglo XIX, sobre todo a la Antilla de Puerto
Rico.
En 1845 se escinde el que hoy es el ayuntamiento de O Rosal, quedando La
Guardia conformada en tres parroquias (Santa María de La Guardia, San
Lorenzo de Salcidos y La Visitación de Camposancos).
En la segunda mitad de este siglo se instala en el lugar de A Pasaxe un
importante colegio jesuita.
El siglo XX estuvo vertebrado por la fractura social que supuso la guerra
civil española. La Guardia se sumó rápidamente al alzamiento militar.
Cosas que podemos hacer en La Guardia:
Visitar los símbolos marineros de A Guarda

Puerto de A Guarda
Para sumergirte en el auténtico espíritu marinero de A Guarda acércate al
Monumento ao Mariñeiro, merecido homenaje a la gente del mar, y al Museo
do Mar, ubicado en la réplica de una antigua atalaya al final del paseo
marítimo, donde verás una interesante muestra de objetos de pesca y una
curiosa colección de joyas.
Ahonda en su tradición pesquera en la lonja y en las típicas casetas de
pescadores, unos de los puntos más turísticos y visitados, pero no por
ello menos auténticos, de A Guarda, donde serás consciente de la
importancia del mar en esta bella población costera.
Descubrir todo lo que la villa ofrece

Casa indiana de A Guarda
Como en todo pueblo marinero tradicional, en A Guarda prima el sentimiento
religioso y aún se reza por el pronto regreso de sus barcos cuando salen
al mar.
Es por ello que nos encontramos con varios edificios religiosos
importantes como la Iglesia de Santa María, románica del siglo XII, con
varias piezas barrocas de importancia y la Iglesia del Monasterio de las
Benedictinas. El Monasterio, antiguo hogar monacal, se ha convertido en
hotel-monumento y restaurante.
A lo largo de las calles de A Guarda nos vamos topando con algunas
edificaciones peculiares y cuya arquitectura parece no casar con la de un
pueblo marinero. Son las llamativas Casas Indianas, construidas a finales
del siglo XIX por los emigrantes del pueblo que viajaron a América y
lograron amasar fortuna. Pretendían implantar un nuevo modelo
arquitectónico, pero la idea no cuajó y hoy las grandes casonas sobreviven
como el símbolo de la prosperidad en la América de antaño.
Para continuar tu paseo por A Guarda dirígete a la Praza do Reló y al
Castillo de Santa Cruz, antigua fortaleza de cara al Miño, situado en el
punto más elevado de la localidad.
Fotografiar la fachada marítima de A Guarda

Cuando buscamos información sobre A Guarda aparecen ante nuestros ojos
decenas de fotografías con una de sus estampas más características: la
fachada marítima. En ellas llaman la atención las coloridas portadas de
sus casas a pie de puerto, siempre mirando al mar, y también el ambiente
que se vive en las terrazas y restaurantes aledaños.
No puedes dejar A Guarda sin contemplar esa escena, si es posible desde el
mar, alquilando alguna pequeña barca con patrón en el puerto, y te
llevarás la mejor instantánea que puedes tomar de este pueblo
marinero.
Contemplar la desembocadura del Miño desde las alturas
Miradores de Santa Trega
Son muchos los observatorios naturales que nos ofrece el municipio de A
Guarda para regalarnos la vista, entre ellos citaremos As Loucenzas, con
área recreativa, el Mirador da Capela Cruzada o el del Castelo de Santa
Cruz, entre otros.
Pero de nuevo Santa Trega vuelve a sorprendernos con una ruta de miradores
muy especial que nos conduce a través de senderos y caminos forestales
hasta 16 bancos tallados en madera, situados en enclaves estratégicos para
contemplar desde ellos la desembocadura del Miño y el estuario de este
río.
Pero eso no es todo, pues allí arriba se pueden atisbar la grandeza del
Océano Atlántico y los municipios portugueses de Caminha y Vila Nova de
Cerveira. El mejor escenario para ver la puesta de sol, un auténtico
espectáculo de luz y color en Santa Trega.
Tumbarse al sol en las sus playas
Praia Os Muiños
No hay verano gallego sin playas y si tu visita a A Guarda coincide con
esta estación del año seguro que vas a querer refrescarte del calor de
esta zona en alguna de ellas.
Las playas de Area Grande, Camposancos, Fedorento, O Carreiro y las playas
fluviales de O Codesal, A Armona y Lamiña, con áreas recreativas y zonas
de sombra, son ideales para pasar un día de sol y playa en un entorno
único en el que puedes escoger entre bañarte en el mar...o en el
río.
Cruzar al vecino Portugal en ferry

La cercanía de A Guarda con Portugal permite al visitante hacer una
incursión de un día en el país vecino y al mismo tiempo vivir la
experiencia de cruzar de un país a otro en pocos minutos. El transbordador
une A Guarda con la localidad portuguesa de Caminha y sale del embarcadero
de O Pasaxe, en Camposancos.
Caminha tiene un casco histórico pequeño pero bonito en el que perderse
unas horas viendo la Torre del Reloj, los barrios histórico y medieval, el
Chafariz renacentista y la Iglesia da Misericordia. Rodea la parte
fortificada justo enfrente de su iglesia matriz encontrarás la subida a
sus murallas para observar el Río Miño y una preciosa estampa de Santa
Trega.
Darse un buen homenaje de la mejor langosta

La langosta es la protagonista de los mariscos en A Guarda y en cualquier
restaurante en el que entres la verás formando parte de su plato
estrella.
Los Restaurantes Area Grande, con terraza directa al mar, el Alborada o el
famoso Chupa Ovos son algunos de los locales de A Guarda donde degustar las
mejores langostas frescas de la zona, además de otros mariscos y platos
típicos de la gastronomía gallega como el pez espada, el pescado más
consumido en la zona.
Celebrar sin límite las Festas do Monte

A Guarda es lugar de celebraciones casi todo el año, muchas de ellas
relacionadas con la gastronomía y el mar, entre las que destacan la Festa
da Langosta o la Festa do Peixe Espada. Pero su fiesta más importante es
la Festa do Monte, que tiene lugar en agosto, catalogada de Interés
Turístico de Galicia.
El Monte de Santa Trega es escenario de estos festejos, donde se celebra
una comida popular y su posterior “desfeita” o despedida a lo grande de
las fiestas. Para preservar las estructuras del castro está prohibido
transitar por la zona arqueológica durante las mismas.
Explorar unos alrededores con muchas posibilidades

Quien visita A Guarda se queda con más ganas de Galicia y para eso están
los alrededores del municipio, con lugares tan interesantes como O Rosal
con su tradición vinícola y el espacio natural de los Muiños do Folón e do
Picón; Baiona y su Fortaleza de Monterreal reconvertida en prestigioso
parador; Tui y su arquitectura medieval y el Monte Aloia o la citada
Caminha en Portugal.
El entorno del municipio es sencillamente espectacular con los Montes de
Santa Tecla y Terroso, el Atlántico y los paisajes de la desembocadura del
Río Miño. En los alrededores del pueblo se encuentra el yacimiento del
Castro de Santa Trega, uno de los poblados celtas más importantes de la
provincia.
Más allá de su entorno fascinante, encontrarás también monumentos
interesantes en la misma localidad como el Castillo de Santa Cruz, la
Torre del Reloj, el Convento barroco de San Benito o la Iglesia de Santa
María Asunción en que se mezclan diferentes estilos.
4. para Comer en La Guardia
C/ La Roda, 24, 3
6780 A Guarda España
+34 986 61 10 15
Rua Do Porto 34 En el puerto de A Guarda,
36780 A Guarda España
+34 986 61 03 21
Casa Olga
Rua Malteses 24 BAJO,
36780 A Guarda España
+34 986 61 15 16
Calle Calvario 69 Calvario 69,
36780 A Guarda España
+34 986 61 09 78
Accesos
y algo mas económicos:
El Paseo
Rua Porto 32,
La Comarca del Bajo Miño es una de las zonas más bonitas de
Pontevedra con numerosos pueblos bonitos. Oia, este municipio
costero rodeado por las montañas de la Sierra da Groba, es uno de
los más destacables.
Pozas de Mougas, Oia
Porto Dos Barcos
Rua Serrallo 1 Viladesuso Pedornes,
Monasterio de Santa María de Oia
Entre estas propiedades se encuentran la granja y priorato de San Antonio y la granja nombrada da Cheira, en el lugar de Couselo que fue adquirida por los monjes en el 1163.
Tuy, Pontevedra
El mejor sitio para verla es la Calle Ordoñez, que en su cruce con
la Rua Porta da Pia en tiempos remotos se ubicaba una de las
puertas de entrada a la ciudad.
Lejos de la fe y de la belleza arquitectónica del sitio (que te
aseguramos no le falta), aquí hay que venir para cumplir con una
tradición bien sabrosa (en el sentido literal)…
Restaurante #Elniñotrasto
A Gandara s/n Dentro del Hotel Alfonso I,
Ideas Peregrinas
Porta Da Pia 1,
Fronteira GastroBar
Avenida Espanha 1, Valenca
Taperia O Albergue
Calle Seijas Nº6,
Castillo de Sabroso, Pontevedra
Puerto Guardes
Rua Porto 1,
36780 A Guarda España
+34 986 61 34 88
Rua Porto 32,
36780 A Guarda España
+34 986 61 11 08
Bar Restaurante O Couto
Carretera de Camposancos 110,
36788 A Guarda España
+34 986 62 72 36
Es imprescindible antes de marcharnos de la zona subir al
5. Castro de Santa Tecla
Castro de Santa Trega
Su imponente castro galaico, declarado Monumento Histórico Artístico
Nacional (no es para menos) es Bien de Interés Cultural.
La historia de este importante castro daría para un capítulo completo
ya que, según indican los petroglifos encontrados en el monte, allí
vivieron pueblos de la etapa final del Neolítico gallego, 2000 años
antes de la construcción del castro.
Se cree que el castro tuvo una ocupación continua entre los
siglos I a.C. y II d.C. y a partir de ese momento vivió un proceso de
abandono.
En el emplazamiento castrexo podemos ver las construcciones circulares
propias de un castro y también un museo, dos Via Crucis de los siglos
XVII y XX y la Ermita de Santa Trega.
Pero además es un mirador espectacular hacia el Miño y hacia Portugal,
por lo que sus antiguos pobladores no sólo disfrutaban de la defensa
que el pueblo amurallado les proporcionaba, si no también de una
panorámica privilegiada.
Es una de las maravillas de Galicia, estos poblados celtas que se
encuentran a lo largo de toda la provincia.
Y uno de los más bonitos y mejor conservados es el Castro de Santa
Trega, situado en el monte que tiene el mismo nombre.
Quizás es difícil de creer, pero en su época de esplendor (el siglo I
a. C.) el asentamiento llegó a ser habitado por más de 5.000
personas.
Es un viaje en el tiempo pasear entre las ruinas de las casas ovaladas
y te recomendamos echar un vistazo al pequeño museo del recinto,
también.
Desde el castro mismo podrás disfrutar de unas vistas fascinantes de
la desembocadura del Miño.
y desde aquí vamos hacia nuestra siguiente etapa:
Se encuentran situados en el municipio de El Rosal, entre los lugares
de Martín y Fornelos, en la ladera del monte Campo do Couto, desde el
que además se puede observar todo el valle del Rosal, la desembocadura
del río Miño y del monte en el que se encuentra el Castro de Santa
Tecla (Santa Trega en gallego).
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Son un grupo de 60 molinos en cascada, documentados ya en el siglo
XVIII. Son un legado característico del rico patrimonio etnográfico de
la comarca del Bajo Miño.
Los 60 molinos se encuentran divididos en dos tramos que reciben dos
nombres diferenciados:
- Los molinos del Folón: 36 construcciones en la vertiente del río Folón.
- Los molinos del Picón: 24 edificaciones en la vertiente del río Picón.
Dentro de los diferentes tipos de molinos existentes, se pueden
clasificar como molinos de rodezno o de rueda motriz horizontal, y
dentro de estos, en los molinos del Folón y del Picón podemos encontrar
tanto molinos de canal (normalmente cubierta en el tramo más inclinado),
en los que el agua desemboca justamente en el infierno donde está
situado el rodezno; y molinos de cubo o de pozo, que se pueden observar
en los tramos con más pendiente de la ruta, donde se almacenaba el agua
en los cubos de los molinos superiores e de allí una vez que el molino
ya la usara, pasaba al siguiente y así sucesivamente.
La mayoría de ellos tienen una estructura de dos plantas. La inferior es
en la que se encuentra la maquinaria sobre la que actúa la fuerza del
agua. La planta superior es donde se encuentran las muelas de piedra con
las que se muele el grano.
Los molinos más antiguos datan de principios del siglo XVIII, aunque
también los hay del siglo XIX.
Los más antiguos son los molinos número 11 y 17, datados respectivamente
en 1702 y en 1715.
Los dinteles, jambas, umbrales y paredes (tanto interiores como
exteriores) incluyen numerosos signos de cantero y de los sucesivos
propietarios.
Entre las marcas y señales existentes, destacan las cruces, que
seguramente tendrían una posible función de protección y, al mismo
tiempo, delimitadora de la propiedad.
Además estas cruces se suelen acompañar de inscripciones u otras marcas,
como en el molino número 4, en el que la cruz se acompaña de la leyenda
Ave, o del número 21 en el que la cruz se acompaña de un cáliz.
Todos están construidas con piedra y en pendiente junto al río para
aprovechar la fuerza motriz del agua. De ellos salía la harina de maíz,
pero también la de centeno o la de trigo para el consumo familiar.
En el exterior algunos de los molinos se conservan pilas que fueron
usadas como abrevaderos y comederos de animales, como es el caso del
molino número 5 (que además tiene un cobertizo para las caballerías) o
el número 23.
Hoy en día, existe una ruta de senderismo señalada con posibilidad de
hacer visitas guiadas gratuitas con el fin de ver y entender el
funcionamiento de los molinos.
Los antiguos molinos de agua forman parte paisaje gallego y uno de los
mejores lugares donde contemplar una gran concentración de estas
pintorescas construcciones es la hermosa ruta de los muiños do Folón e
do Picón.
Durante este recorrido entre paisajes verdes podrás ver numerosas
cataratas y hasta 60 molinos tradicionales, ¡una verdadera pasada!
7. Oia
Oia, Pontevedra
El topónimo Oia está bien documentado y desde época medieval,
principalmente ligado al monasterio de Santa María localizado en
este término. El documento más antiguo que cita esta localidad es un
pergamino suelto que data de 1137
De la Edad del Bronce se han encontrado relieves y pinturas
rupestres en los montes orientados hacia la costa. Hay abundantes
restos de castros levantados por los celtas, principalmente, el
yacimiento arqueológico de Bouza Fariña, en Mougás, en el cual se
encontró un altar de sacrificios que ahora se encuentra en el Museo
Arqueológico de Pontevedra.
Y en Viladesuso hubo una villa romana con una ara que actualmente se
encuentra en el Museo Diocesano de Tuy.
Sin embargo, la historia de Oya comenzó a girar en torno al
Monasterio de Santa María de Oya, fundado por Alfonso VII en 1132
como abadía, siendo su primer abad Pedro de Incio.
En 1185 adoptó la reforma cisterciense, sometiéndose a la abadía de
Claraval la cual se incorporó en 1547 a la congregación cisterciense
de Castilla. Dicho monasterio fue desamortizado y vendido a
particulares en 1835, cuando la iglesia del monasterio se convirtió
en iglesia parroquial.
El principal monumento de la localidad es el Monasterio de Santa
María, fundado en el siglo XII por los cistercenses y construido
en un lugar idílico cerca del mar. El conjunto está en manos
privadas, pero se puede visitar bajo reserva por internet.
Las Pozas de Mougás están situadas en la falda oeste da Serra da
Groba, entre una serie de valles y cuencas fluviales, formados por
pequeños ríos que descienden de manera vertiginosa hacia el mar, y
que a su paso van formando estas pozas.
Pozas de Mougás
Las Pozas de Mougás son uno de los atractivos turísticos más
importantes de toda la provincia de Pontevedra. Normalmente, son
un punto obligatorio para todas las personas que visitan Galicia,
ya que tienen aguas cristalinas y limpias que permiten que los
niños se bañen sin ningún tipo de peligro.
En verano, las pozas se convierten en lugar donde poder disfrutar
de un baño y, además, cerca del Rego das Pías, se localiza un área
recreativa formada por un buen número de mesas y alguna fuente.
Además, las temporadas lluviosas también son una buena época para
disfrutar de estos parajes, ya que la abundancia de agua forma
verdaderas maravillas de la naturaleza.
Es recomendable intentar ir temprano para coger sitio y disfrutar
de un baño sin demasiado agobio, ya que dependiendo de la hora y
del día en el que vayáis, es posible que encontréis bastante
gente. Así que, es mejor ir un día de principio de verano por la
mañana y disfrutar de una buena comida rodeado de la naturaleza.
Cómo llegar
Para llegar a las pozas es necesario coger la C-550 que une Baiona
y A Guarda. Una vez en la parroquia de Mougás tenéis que continuar
la carretera hasta el cruce en el que hay un cartel del Picadero
de caballos, y otro más pequeño que anuncia las pozas.
Girando a la derecha y empezando a subir por la carretera, veréis
un pequeño mirador con una piedra vallada y unos metros después un
cartel a la izquierda que anuncia el camino de tierra hacia las
pozas. Podéis bajar el coche hasta la zona donde está el
merendero, aunque en épocas de verano, debido a la frecuencia de
bañistas, las posibilidades de aparcar son escasas, por lo que es
recomendable dejarlo en la carretera.
8. y para Comer en Oia
Casa Henriqueta
Rua Vicente Lopez 3,
36794 Oia España
+34 659 62 80 34
Rua Serrallo 1 Viladesuso Pedornes,
36309 Oia España
+34 669 21 42 04
Talaso Atlantico
36309 Oia España..
+34 986 38 50 90
9. Bodegas Quinta Couselo
La historia de esta bodega está íntimamente ligada al
Monasterio de Santa María de Oia.
El Monasterio cisterciense de Santa María la Real de Oia ofrece un
grandioso emplazamiento al océano Atlántico, en una ensenada
rocosa, entre las villas de A Guardia y Baiona.
Como ya señaló Avila y la Cueva en el siglo pasado, el nombre de
Oia se relaciona con su emplazamiento. En efecto, “por tener su
asiento a orillas de la mar, en una grande profundidad mirada, con
respecto a las elevadas sierras que tiene por el oriente, le
nombraron Oya, derivado de Oyo”.
Según un cronista cisterciense de la Congregación de Castilla, el
cenobio de Oia es el único de la Orden que se levanta a orillas
del Atlántico.
La fachada de su templo y las dependencias monasteriales del
costado occidental se sitúan al borde del mar.
Se conservan los restos de un espolón o malecón a pocos metros de
la orilla, cuyos muros se abren en la parte central de la cala, y
que configuraba un pequeño pasadizo con saliente y entrante para
los barcos de pesca, que se podía tapar con una red o empalizada
de madera.
El recinto portuario, denominado “camboa”, se empleaba como
sistema de pesca y también protegía a las embarcaciones y amainaba
la fuerza y el batir de las olas contra los muros del monasterio.
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Desde sus orígenes, el monasterio tuvo vínculos con el valle de O
Rosal, donde los monjes adquirieron diferentes propiedades e
impulsaron el cultivo de la vid.
La bondad del clima del valle hizo que estas fincas se utilizaran
como lugar de descanso y retiro de los monjes.
Entre estas propiedades se encuentran la granja y priorato de San Antonio y la granja nombrada da Cheira, en el lugar de Couselo que fue adquirida por los monjes en el 1163.
Esta granja da Cheira es lo que hoy conocemos como Quinta de
Couselo.
Estas heredades pertenecieron a los monjes hasta la
desamortización, en el año 1835.
El monasterio y sus propiedades pasaron entonces a pública
subasta. La venta del edificio del monasterio se llevó a cabo el
15 de abril de 1844.
La granja da Cheira fue subastada poco después y pasó por
diferentes manos hasta que el 15 de enero de 1864 fue adquirida
por Don Casimiro Dorado y Méndez.
Con la adquisición de la granja por Don Casimiro la propiedad va a
permanecer en manos de la familia Vicente durante casi 150 años.
En agosto del 2013 los hermanos Suarez Vicente, bisnietos de don
Casimiro, venden la propiedad a Grandes Pagos Gallegos de
Viticultura Tradicional, un grupo vitivinícola cuya filosofía es
desarrollar proyectos singulares en aquellas zonas donde mejor se
expresen las variedades autóctonas gallegas.

Dirección: Barrio Couselo, 13, 36770 O Rosal, PO
Horario: Cierra pronto ⋅ 19:00 ⋅ Abre el mié a las 10:00
Teléfono: 986 62 50 51
10. Tuy
Ciudad histórica, posiblemente de origen griego, Tui era el paso
obligado del Miño para la calzada romana que unía Braccara Augusta
(la actual Braga portuguesa) y Austurica Augusta (Astorga, León)
Habitada desde tiempos inmemorables, por aquí pasaron romanos,
suevos, visigodos, musulmanes, y judíos, además fue atacada por
vikingos, portugueses y franceses… Su importancia fue creciendo
hasta ser proclamada una de las 7 provincias del Reino de
Galicia. Con esa premisa entenderás que Tuy no es un pueblo
cualquiera y lo que te espera aquí… tiene telita.
Durante la Edad Media, la urbe gallega vivió siglos de esplendor,
sobre todo después de que Doña Urraca le concediera privilegios.
El rey godo Witiza tuvo en Tuy su corte y palacio. Es, además, una
de las siete capitales del antiguo Reino de Galicia hasta la
división provincial de 1834.
Su condición de ciudad fronteriza, con el Puente Internacional que
tantas colas de vehículos ha visto, ha marcado su vida comercial
en los últimos decenios. Hoy, la autovía cruza el Miño y ya es
posible ir por autopista de A Coruña a Lisboa.
En el extremo suroeste de Galicia, con el Miño como telón de fondo
y a un pasito de Portugal, encontramos la bonita ciudad de Tui
(Tuy) que, tras su extraordinaria fachada, esconde una gran
historia. Puede que te suene gracias a su catedral, una de las más
importantes de Galicia, pero créenos… hay muchas más cosas que ver
y hacer en Tui .
¿Listo para explorar este rincón gallego? Vamos allá!
Según te vas aproximando a Tuy, su silueta se va haciendo más
nítida, y te parecerá estar entrando en una auténtica fortaleza.
Aunque en este caso, la que domina las tierras desde lo alto no es
una torre o un castillo, sino la Catedral de Santa María, su más
maravillosa joya.
Se empezó a construir en el año 1120 en estilo románico, pero a lo
largo de su historia se fueron añadiendo elementos con las nuevas
modas de la época. De todo el conjunto destaca su portada
principal, que se trata ni más ni menos de uno de los primeros
ejemplos de arte gótico en toda España.
Fíjate en cada detalle del pórtico en el exterior, con sus arcos
apuntados y sus estatuas y representaciones escultóricas, y
disfruta de su interior y de su claustro, el mayor de época
medieval en Galicia.
Para visitar la Catedral se cobra una entrada de 5€ (hay un
circuito cerrado e incluye una audioguía), pero si quieres subir
también a sus cubiertas en un tour guiado, el precio es de 9€ (a
la 13:00 y a las 17:15).
En la Plaza de la Catedral, justo delante de su fachada,
verás el letrero de “TUI” donde, casi por tradición, deberías
sacarte una foto. La verdad es que la estampa es magnifica, así
que no te la pierdas
Consejo: en la misma plaza está la Oficina de Turismo, donde
podrán darte unos cuantos consejos sobre todo lo que ver y hacer
en Tui, y hacerte con un mapa. Además alrededor de la ciudad
encontrarás carteles con información sobre cada enclave.
Tuy, como cualquier ciudad medieval que se precie, también contaba
con una muralla que defendía a sus vecinos de posibles
ataques enemigos. .
Aunque en la actualidad poco queda de ella, si que hay algunos
tramos donde imaginar cómo debía lucir hace unos siglos.
El casco histórico de Tui es un pequeño tesoro de calles
adoquinadas y edificios de piedra. Aunque tiene algunas cuestas,
no es grande, por lo que en una horita lo habrás pateado.
¿Encontraste alguna concha? Es el símbolo del Camino de Santiago,
y es que por si no lo sabes, Tuy es la primera parada española del
Camino Portugués, una de las muchas rutas de peregrinaje que
llegan hasta Santiago de Compostela.
Desde la Catedral desciende las escaleras en dirección a la
Capilla y el Cruceiro de la Misericordia, gira a la derecha y
atraviesa un túnel, que te conduce hasta la calle Entrefornos,
flanqueada por muros de piedra y musgo. Allí encontrarás un
edificio solitario, que lleva más de 400 en pie. Se trata de la
Cárcel Capitular, donde antiguamente se encerraban a los clérigos
que cometían algún pecadito.
Otro túnel es el que te separa de la bonita Capilla de San Telmo,
de estilo barroco portugués, único de su categoría en
Galicia.
Con una planta en cruz griega, se levantó alrededor de 1770 sobre
el edificio que sirvió como última casa de San Telmo. Puede que
sea la capilla más curiosa de Tuy, pero hay muchos más lugares de
culto, como por ejemplo las Iglesias de San Francisco y la de San
Bartolomé.
¿Sabías que la comunidad judía tuvo gran importancia en
Tuy?
Existe una “Ruta Judía” que pasa por algunos lugares que
recuerdan el paso de este pueblo, como el candelabro (o Menorá)
grabado en la piedra del claustro de la Catedral, la Casa de
Salomón (en la Calle Obispo Castañón) o la antigua Sinagoga. Aquí
puedes descargarte el mapa.
Tras pasar a través del pasaje de la medieval Torre do Arco y
ascender por la Calle Obispo Castañón, encamina tus pasos hasta
uno de los edificios más importantes que visitar en Tuy: el
Convento de las Clarisas, conocido también como el Convento de las
Monxas Encerradas… por obvias razones :-p
Entra en el portal del Convento, acércate a la ventanita, llama al
timbre y espera… en cuanto oigas una voz femenina que te saluda
con un “ave María” pide una caja de peces de almendra.
¿Peces de almendra?
Sí: son unos postres que las hermanas del Convento preparan y
están de vicio. Todo este proceso se realiza a través del torno,
así que nunca habrá contacto visual.
Esperamos que no tengas uno de esos miedos inexplicables a
atravesar túneles, porque tendrás que volver a pasar por otro. Se
ubica justo en la esquina del Convento y desde aquí la ruta a pie
empieza a descender, primero pasando por la Plaza da Armada
Española donde hay uno de esos típicos cruceiros de piedra.
Y luego llegarás al Mirador Plaza de la Estrella, desde donde
verás a tus píes el río Miño y al otro lado Portugal.
Baja entonces por la escalera en zigzag y recorre el agradable
paseo que trascurre a orillas del Miño. En unos pocos pasos
llegarás hasta el Puerto de Tui y la Playa Fluvial de Tui.
Una de las últimas paradas de nuestra visita a Tuy fue la Iglesia
y Monasterio de Santo Domingo y, aunque lo encontramos cerrado, no
nos pusimos tristes: la razón fue llegar hasta el mirador de la
Alameda, que ofrece la mejor panorámica de la ciudad y su perfil.
Si tienes suerte de encontrar el Convento abierto, ni te lo
pienses: en su interior se conservan dos preciosos retablos de
Antonio del Villar.
Acabamos el recorrido en la glorieta que acoge el Monumento
al Caballo Salvaje, una escultura que representa a 3 caballos. No
son pocas las esculturas equinas repartidas por el mundo, pero
prácticamente siempre acompañan a un personaje histórico
(normalmente militar).
11. y para Comer en Tuy
A Gandara s/n Dentro del Hotel Alfonso I,
36720 Tui España
+34 986 69 97 69
Taperia La de Manu
Calvo Sotelo 40,
36700 Tui España
+34 674 54 94 94
Porta Da Pia 1,
36700 Tui España
+34 986 07 63 30
Arrayal 39
Rúa Arraial, 39 San Bartolome,
36712 Tui España
+34 986 60 18 08
y algo mas económicos
Avenida Espanha 1, Valenca
4930-677 Portugal.
+351 967 598 489
O Vello Cabalo Furado
Rua Seijas 2,
36700 Tui España
+34 986 60 38 00
Calle Seijas Nº6,
36700 Tui España
+34 620 60 15 08
y es casi obligatorio cruzar la frontera hasta la vecina
villa portugesa de
12. Valenca do Miño
Valença do Miño es una pequeña ciudad portuguesa rodeada por con
un increíble sistema defensivo que se conserva en perfecto estado
y que merece la pena visitar. Valença se encuentra separada de la
provincia de Pontevedra por el río Miño que hace de frontera
natural entre España y Portugal.
En España se hizo famosa por sus tiendas, sobre todo textiles, en
las que comprar toallas y sábanas de muy buena calidad a precios
muy económicos.
Hoy en día ya no hay tanta diferencia de precio, pero es un pueblo
muy bonito y merece la pena ir a pasar el día y aprovechar para
degustar la gastronomía portuguesa. Hay muchísimas tiendas,
restaurantes y cafeterías y casi todos los que allí trabajan saben
hablar español o por lo menos se hacen entender a la perfección.
El puente internacional de TuyPara entrar en la ciudad, la única
opción que había antes de construir la autopista, era El puente
internacional de Tuy. Éste salva las aguas del río Miño y une la
localidad de Valença con la de Tuy, o lo que es lo mismo, Portugal
con España.
Su obra acabó en 1885 y resulta muy curioso ver el triple uso del
puente ya que por arriba pasa el ferrocarril, por el interior de
la parte baja circulan los coches y a los lados los peatones.
El Señor de Vauban
En 1643, para protegerse de invasiones a Valença, el Señor de
Vauban reconstruyó los muros del siglo XII que rodeaban la ciudad,
dándole la imagen que hoy en día vemos. La forma de estrella de la
fortaleza, se repite en muchos pueblos, como por ejemplo en
Chaves.
Tiene 4 puertas de acceso, 12 baluartes, 4 revellines y la
muralla. Se conserva prácticamente intacta. Puedes entrar en ella
en coche, hay semáforos que regulan el paso en un solo sentido.
Sébastien Le Prestre (1633-1707), es el Señor de Vauban y
posteriormente Marqués de Vauban. Fue Mariscal de Francia e
ingeniero militar famoso por el diseño de fortificaciones con
gran influencia a nivel mundial. Algunas de ellas incluso se
encuentran en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la
UNESCO.
Las edificaciones de Valença do Minho son en gran parte
medievales, el centro es peatonal y sus calles son adoquinadas,
muchas de sus casas tienen la típica fachada de azulejos y bonitos
balcones.
volvemos a España, y nos dirigimos hacia el
13. Parque Natural Monte Aloia
Parque Natural Monte Aloia
El Parque Natural Monte Aloia es el más pequeño de los 6 parques
naturales de Galicia, pero es aquel que fue declarado
primero.
El parque se encuentra en la Serra do Galiñeiro y desde la Casa do
Enxeñeiro Areses – la antigua casa de un ingeniero de montes, hoy
centro de interpretación – parten numerosos senderos para perderse
por los bonitos bosques.
Cercano a Tui e integrado en la Serra do Galiñeiro, el Monte
Aloia tiene unos 10 km de sendas en un paisaje singular. Es el
resultado de una exótica repoblación realizada hace 100 años con
cipreses, abetos y cedros del Líbano.
Declarado Parque Natural en 1978, el primero de Galicia, el
monte Aloia es una auténtica atalaya a 700 m de altura con 5
miradores y extraordinarias vistas sobre el río Miño. En el
monte hay restos prehistóricos y romanos y su historia está
rodeada de leyendas.
Se dice que aquí las yeguas salvajes son fertilizadas por el
viento. También que este es el mítico Monte Medulio, escenario del
suicidio colectivo de las tribus celtas antes de caer en manos de
los romanos. Tal vez.
El Aloia sabe que es atractivo en una tierra tocada por la bondad
en lo climatológico y exuberante en lo natural. Un monte verde que
tiene además sólidas raíces en el subsuelo de granito. Ha conocido
a lo largo de su historia usos defensivos, religiosos, forestales
y recreativos.
Fue el primer Parque Natural de Galicia, y aquí permanece en
complicidad con el río que a sus pies comienza a despedirse antes
de entregarse al mar.
Hay miradores como el Mirador da Gran Cruz que ofrecen vistas muy
bonitas, pero quizás la excursión más interesante es recorrer el
Rego de Pedra, una ruta construida en los años 50 para transportar
agua a los campos de cultivo de Frinxo por el bosque.
Hablando de Mondariz, el Castillo de Sobroso, una de las fortificaciones
importantes de la provincia se encuentra en las inmediaciones de dicho
pueblo.
El castillo se asienta en la cumbre de la colina de Landín, el pico más alto
de la zona y domina las vistas de toda la región.
El castillo, antiguamente llamado "Soveroso" por las sobreiras o alcornoques
que existían en el entorno, está situado en un promontorio rocoso en la
ladera del Monte Landín, a 334 metros sobre el nivel del mar.
La primera noticia del Castillo de Sobroso nos la facilita la "Historia
Compostelana", fuente histórica de gran importancia durante el s. XII.
Se refiere a la noticia de que la reina Doña Urraca fue sitiada por algún
tiempo en esta fortificación por su hermana Doña Teresa, infanta de
Portugal, y su hijo Alfonso VII en 1117.
Finalmente huyó a Compostela en busca del auxilio del Arzobispo Gelmírez.
El castillo está compuesto en la actualidad por tres elementos: una cerca
exterior, que mantiene en algún tramo el trazado primitivo del siglo XII con
un perímetro muy ceñido al edificio, que deja poco espacio para la
guarnición, el cuerpo residencial con dos plantas, la baja puesta para
albergar el cuerpo de guardia con sus tronas defensivas y la torre del
homenaje, que protege, con sus 13 m, el único flanco por el que el castillo
pudiese ser atacado.
Conforman un conjunto que resulta imponente desde el exterior por sus tres
estructuras de diferentes alturas y sobrepuestas unas a las otras.
El castillo está custodiado por un gran parque forestal que ocupa 30
hectáreas de monte arbolado, donde conviven unas 40 especies distintas de
árboles y se puede disfrutar de una bonita senda botánica.
En esta senda, el visitante encontrará diferentes paneles tecnológicos
interpretativos que le facilitarán la información sobre los recursos
naturales de esta bonita ruta:
Un mundo bajo nuestros pies
Líquenes, una asociación simbiótica
Carballo
Árbol de Alcanfor
Frutales, la reproducción de las plantas
Alcornoque, adaptado al fuego
Acebo, un ecosistema en miniatura
Está rodeado de un amplio parque forestal que lo convierte en una de las
postales más bonitas de esta parte de la provincia.
La fortaleza es de estilo románico y su construcción fue terminada en el
siglo XI. El castillo consiste en tres partes: una cerca exterior, el cuerpo
residencial que tiene dos plantas y la Torre del Homenaje.
Accesos
Accesos a pie: Sí
Accesos para vehículos privados: Sí
15. Balneario de Mondariz
El Balneario de Mondariz fue inaugurado en el año 1873, siendo el primer
complejo de estas características en Galicia y, desde sus inicios, una de
las más importantes villas termales de Europa.
En la actualidad, este histórico balneario se ha convertido en un complejo
hotelero integrado por un Hotel, el balneario con aplicación de aguas
mineromedicinales, el Palacio del Agua-Spa, un campo de golf, un Centro de
Congresos y Convenciones, además de varios restaurantes.
El Hotel del Balneario de Mondariz cuenta con 194 habitaciones distribuidas en 3 edificios históricos donde se combinan tradición y modernidad.
El Hotel ofrece servicios para el cuidado del cuerpo en su gimnasio, piscinas exteriores y la sauna. El Balneario de Mondariz ofrece una variada oferta gastronómica con 3 restaurantes diferenciados.
16. y para Comer en Mondariz
Ramón Peinador 34-36,
36890 Mondariz-Balneario España.
+34 986 65 66 19
Casa Rivero
Avenida Ramón Peinador, 4 Bajo,
36890 Mondariz-Balneario España
+34 986 65 63 37
Barro Villasobroso 11,
36879, Mondariz España
+34 986 65 44 34
Rua Real 62,
36860 Ponteareas España.
+34 886 21 69 97
y pra terminar nuestro recorrido nos encaminamos hacia el
17. Castillo de Soutomaior
Castillo de Soutomaior
Probablemente el Castillo de Soutomaior es la fortificación más impactante
que visitar en la Provincia de Pontevedra. La construcción original se data
del siglo XII aunque posteriormente fue reformado en los siglos XV y XIX.
Como su nombre indica, el castillo fue propiedad de la familia Sotomayor,
pero luego pasó a manos de varias familias de marqueses que lo usaron como
residencia estival.
Este conjunto arquitectónico, mitad fortaleza medieval, mitad palacio
neogótico del siglo XIX, está formado por dos torres unidas por un edificio
habitable y un patio de armas, rodeados por una doble muralla.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
Su origen está vinculado con la figura de Paio Méndez Sorrede. Hablamos del
s. XII, durante el reinado de Alfonso VII. Concebida como edificación
fortificada de carácter militar y defensiva hasta el siglo XV, evoluciona
coherentemente, de torre de defensa a fortaleza con doble recinto
amurallado.
Su estratégico emplazamiento no se debe a la altura o a la inaccesibilidad,
sino a las ventajas ofrecidas por encontrarse escondido ante las posibles
invasiones realizadas por mar, a su capacidad para señorear las tierras de
su feudo y controlar las comunicaciones de sur a norte de la provincia,
establecidas a través de Pontesampaio y que se dirigían al interior por los
cauces de los ríos Verdugo y Oitavén.
Pedro Álvarez de Soutomaior, más conocido como Pedro Madruga, fue el
personaje más singular de los relacionados con el castillo. Hizo de él la
base de sus correrías en el siglo XV, época de máximo esplendor de la Casa
de Soutomaior.
Se convirtió en leyenda por su intervención en múltiples episodios de la
historia de Galicia, como sus enfrentamientos con los irmandiños, con la
jerarquía eclesiástica y con otras familias nobles. A él se debe la
reconstrucción de la fortaleza tras ser destruida por las revueltas
irmandiñas en el s. XV, adaptándola al empleo de armas de fuego,
introducidas por primera vez en Galicia.
Tras tres siglos en declive y total abandono, a finales del siglo XVIII
adquirió carácter residencial, cuando fue adquirido por el marqués de Mos,
quien coloca su escudo de armas en la actual entrada sur.
En 1870 los marqueses de la Vega de Armijo lo transforman en residencia
veraniega, convirtiéndolo en un palacio neogótico en el que destacan la
capilla y la galería de damas.
Ellos son también los responsables de la creación del parque y de los jardines
que lo rodean, con el fin de dar grandes paseos, sobre todo cuando recibían la
visita de Alfonso XII.
Su heredera, María Vinyals y Correa, marquesa de Ayerbe, y su esposo, el
doctor Lluría, construyen un sanatorio en las inmediaciones del castillo, que
hoy en día se ha convertido en Pousada, así como una serrería mecánica y un
molino para transformarlo en granja modélica.
Pero las actividades políticas de ambos les hacen perder la propiedad a
principios del siglo XX, propiciando el progresivo abandono y deterioro de la
fortaleza.
Después de importantes restauraciones a finales del siglo pasado hoy luce en
estado espectacular esta impresionante fortaleza con doble perímetro
amurallado. Su torre y el puente levadizo que comunica con ella recuerda los
castillos de los cuentos.
Verano (mayo-septiembre)
Jardines: de 10.00 a 21.00 h
Castillo de Soutomaior (taquilla)
De lunes a viernes, de 10.00 a 20.00 h
Sábados, domingos y festivos, de 10.00 a 14.30 h y de 16.30 a 20.00 h
Invierno (octubre-abril)
Jardines: de 10.00 a 19.00 h. Lunes, cerrado
Castillo de Soutomaior (taquilla)
Lunes, cerrado
De martes a viernes, de 10.00 a 19.00 h
Sábados, domingos y festivos, de 10.00 a 18.00 h
Cerrado: 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre
36001 Pontevedra España
+34 986 95 87 50
Marisquería Arcade
Avenida Alfonso Rodríguez Castelao, 51 BAJO,
36690 Arcade España
+34 986 70 02 26
C/Alfonso R. Castelao, 121,
36690 Arcade España
+34 986 70 00 08
19. Otras Rutas Cercanas
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