Ciudad de Vascos
Castillo y Necrópolis de Malamoneda, Hontanar, Toledo
Garganta de las Lanchas en Robledo del Mazo
Ciudad de Vascos
Continuamos con nuestra ruta, dejando atrás El Balneario de Baños del Robledillo, y ya nos encaminamos hacia el Pueblo Navas de Estena, desde donde iniciaremos nuestra ruta del Boquerón de Estena
Garganta de las Lanchas en Robledo del Mazo
Ciudad de Vascos
Continuamos con nuestra ruta, dejando atrás El Balneario de Baños del Robledillo, y ya nos encaminamos hacia el Pueblo Navas de Estena, desde donde iniciaremos nuestra ruta del Boquerón de Estena
Indice:
- Croquis de esta II parte de nuestra Ruta
- Ruta del Boquerón de Estena
- Comer en Navas de Estena
- Hontanar y la Necrópolis de Malamoneda
- Comer en Hontanar
- La Cascada del Chorro
- Microrreserva de La Garganta de Las Lanchas
- La Nava de Ricomalillo
- Comer en la Nava de Ricomalillo
- Belvís de la Jara
- Aldeanueva de Barbarroya
- Ciudad de Vascos: La Ciudad Perdida de Al Andalus
- Otras Rutas en los Alrededores
1. Este es el Croquis de esta II parte de nuestra Ruta

Ruta del Boquerón de Estena
Modalidad: Libre o guiada
Punto de inicio: oficina información turística en el pueblo de Navas de
Estena,
si es visita guiada, o en aparcamiento de la ruta a las afueras del pueblo
Longitud: 10 km desde el pueblo. 6 km desde el aparcamiento (ida y vuelta)
Desnivel: 20 m.
Dificultad: baja (aunque se recomienda llevar calzado adecuado, pues hay
algún pequeño tramo algo pedregoso).
Atractiva ruta que transcurre por los márgenes del río Estena, cauce fluvial
en magnífico estado de conservación.
El itinerario es llano, y en su trayecto se cruza el río por un puente de
madera.
Se puede disfrutar, además de un paisaje de mucha belleza, de la vegetación típica mediterránea (con encinas, alcornoques, quejigos, jaras, etc), de vegetación asociada a las riberas de los ríos (fresnos, sauces, etc), de árboles de carácter norteño como el tejo o el abedul, de curiosas formas geológicas originadas por la erosión y de huellas de las épocas en las que esta zona estaba cubierta por el mar, hace más de 400 millones de años, como las de un gusano marino gigante.
Está considerado un Lugar de Interés Geológico (Geosite).
Se puede disfrutar, además de un paisaje de mucha belleza, de la vegetación típica mediterránea (con encinas, alcornoques, quejigos, jaras, etc), de vegetación asociada a las riberas de los ríos (fresnos, sauces, etc), de árboles de carácter norteño como el tejo o el abedul, de curiosas formas geológicas originadas por la erosión y de huellas de las épocas en las que esta zona estaba cubierta por el mar, hace más de 400 millones de años, como las de un gusano marino gigante.
Está considerado un Lugar de Interés Geológico (Geosite).
Poco después de empezar la ruta, se cruza el arroyo del Chorrito y se entra
en el Parque Nacional, al lado de un robusto alcornoque.
Seguimos el camino y llegamos a las Torres, formaciones
columnnares de cuarcitas originadas por la erosión diferencial del
terreno.
Desde allí puede verse el Boquerón del Estena (de "boca" o estrecho"), donde
el río Estena, que después de nacer en lo alto del macizo del Rocigalgo se
junta con el arroyo del Chorrito, ha sido capaz de abrirse paso y generar
este paisaje tan peculiar.
Desde las cercanías del Boquerón, que separa dos macizos, se llega al Risco
Tirapán, precioso mirador desde donde aún hoy los mayores del pueblo
recuerdan cómo antiguamente las mujeres tiraban el pan a los hombres que
estaban en el monte con el ganado sin poder regresar al pueblo a causa de
las fuertes crecidas del río.
Siguiendo la ruta aparece la Fuente del Fresno, situada al pie de un
fresno centenario, y muy cerca se encuentran algunos pies de tejo. Sobre
todo en días soleados, es bastante frecuente observar a los galápagos
leprosos tomando el sol en piedras al lado del río.
Justo después de descender hasta un pequeño puente de madera que cruza el
río Estena, si se busca con detalle en las rocas de al lado, se pueden
observar algunas crucianas, restos de la huella de los trilobites, que
fueron invertebrados marinos que habitaron la zona hace cientos millones de
años, cuando este lugar estaba cubierto por un mar.
En las piedras del antiguo paso del río a menudo se pueden ver excrementos
de nutria, y en el agua habitan peces muy singulares como el jarabugo y el
calandino, así como el cachuelo y otras especies que continúan viviendo en
el río Estena gracias a que sus aguas están limpias de toda contaminación.
En ocasiones también se observan al cangrejo americano y culebrillas
de agua, o se ven sobrevolar aves rupícolas como el avión roquero, mirlo
acuático, golondrinas, lavanderas y el martín pescador.
Al cruzar el río, pueden verse claramente en los fresnos y sauces de las
riberas los restos de las espectaculares crecidas que sufre el Estena con
las lluvias invernales. En el margen izquierdo del río se pueden ir
divisando algunos tejos, acebos y abedules, que constituyen una reliquia en
estas latitudes tan meridionales, por ser vestigio de otras épocas con
climas más húmedos.

Buscando Fósiles
Antes de llegar al final de la ida de la ruta, que concluye en la finca
privada denominada El Maíllo, se puede observar, aparte de un espectacular
paisaje de ribera de río mediterráneo, las huellas en las rocas de un gusano
marino gigante de hace 475 millones de años (encontrado sólo en Cabañeros),
y, ya casi al final, los restos de las rizaduras de las olas del mar en la
arena.
La vuelta se realiza por el mismo camino.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
3. y para Comer en Navas de Estena
Los Fogones de Micaela
Calle Capitán Ocaña, 2 (zona Parque de los Cabañeros),
13194 Navas de Estena España
+34 665 07 95 56
Meson Montes De Toledo
Avenida de los Montes de Toledo 8,
13194 Navas de Estena España
+34 925 40 91 46
desde aquí vamos hacia
4. Hontanar y la Necrópolis de Malamoneda.
Siguiendo la Ruta establecida, nos acercamos hasta uno de los parajes más
mágicos de los Montes de Toledo: el despoblado y la necrópolis de
Malamoneda.
Un castillo o convento que todavía conserva gran parte de los muros y la
cerca.
Necrópolis de Malamoneda y restos de posibles santuarios utilizados por los vetones.
Aunque se desconoce la fecha de su construcción, todo parece indicar que perteneció a la Orden del Temple.
Muchos días duró el asedio.
Viendo los musulmanes que no podrían tomar la fortaleza guerreando, decidieron secuestrar a dos caballeros y ofrecerles una recompensa de monedas de oro, si a cambio les abrían el portillo de la torre.
Necrópilis de Malamoneda
La gran profusión y dispersión de una necrópolis rupestre que puede tener como origen una posible cronología romana asociada a las estelas funerarias, continuando hasta etapas medievales, en forma de tumbas individualizadas excavadas sobre las masas y bolos de granito y que se documentan a lo largo de toda la mitad norte del yacimiento.
desde aquí vamos hacia
4. Hontanar y la Necrópolis de Malamoneda.
Hontanar, fuente de agua
Llegamos a Hontanar con la intención de hacer una ruta que en cierta
ocasión nos habían comentado en una oficina de información del Parque
Nacional de Cabañeros.
Recordábamos que nos habían contado que era una ruta circular de 6 ó 7
km.. Salía del pueblo de Hontanar y discurría por un paisaje de bosque
mediterráneo bañado por varios arroyos.
Y que por lo visto, lo más espectacular era una cascada a mitad de camino
con el nombre de «Chorrera de las Lanchas«.
Pero al llegar al pueblo, unos vecinos nos alertaron de la escasa lluvia
que había dejado la primavera en el lugar. Por lo tanto los arroyos
estaban secos y no había ningún salto de agua.
A pesar de esto, no nos desanimamos a pasear y disfrutar de un día de
campo. Con la intención de volver en otoño o invierno, si el tiempo
levanta el castigo y llegan las preciadas lluvias a Hontanar.
El curioso topónimo deriva de la palabra latina fontana (fuente de agua).
Lo que nos confirmó, que como bien decía el pastor, desde tiempos muy
lejanos, una de las mayores riquezas de Hontanar ha sido el agua.
Dónde está Hontanar
Hontanar se encuentra en la provincia de Toledo.
En el valle que forman los arroyos de Cedena y Pasadero, dentro de los Montes de Toledo. Pertenece a la zona de influencia del Parque Nacional de Cabañeros.
En el valle que forman los arroyos de Cedena y Pasadero, dentro de los Montes de Toledo. Pertenece a la zona de influencia del Parque Nacional de Cabañeros.
Opcionalmente podemos realizar unas Rutas de Senderismo desde
Hontanar
De Hontanar salen dos rutas circulares. Estas son: la ruta del Collado de
la Madroña, de 6km. y la ruta de los Porches de 7km. atravesando un
magnífico robledal.
Las dos rutas acercan hasta la Chorrera de las Lanchas.
Bosque de robles
Bosque de robles
En el trayecto, el caminante estará en contacto con la vegetación
mediterránea característica de esta zona: tomillo, jara, robles, pinos,
encinas…
Además, podrá contemplar unas estupendas vistas a los montes y al pueblo.
Rutas por Hontanar
Cabañeros desde Hontanar
Entre jaras, encinas y robles
Pista por la ruta de los Porches
Despoblado y Necrópolis de Malamoneda
Despoblado de Malamoneda con la torre vigía sobresaliendo
Donde fuimos sorprendidos con las huellas de distintas civilizaciones;
desde la prehistoria hasta el S. XIX. Participando de los misterios e
incógnitas que guardan algunos de los restos allí encontrados.
Despoblado de Malamoneda
Los restos del yacimiento de Malamoneda acreditan que hubo un asentamiento
humano desde el Neolítico hasta su abandono en el S. XIX.
Es por lo tanto, un interesante recorrido por distintas culturas: vetones,
romana, visigoda, musulmana y cristiana.
El yacimiento de Malamoneda se compone de:
Restos de santuarios o pilas de sacrificio de la cultura celta.
Una torre vigía construida entre los siglos XII y XIV cuya función fue
controlar el paso entre los montes y alertar del avance de enemigos. Se
encuentra muy deteriorada, pues sus piedras fueron reutilizadas en la
construcción del poblado.
Necrópolis de Malamoneda y restos de posibles santuarios utilizados por los vetones.
Aunque se desconoce la fecha de su construcción, todo parece indicar que perteneció a la Orden del Temple.
En el yacimiento también quedan las viviendas derruidas de lo que un día
fue el poblado de Malamoneda.
Algunas han sido reconstruidas para utilizarlas como corrales y granjas.
Algunas han sido reconstruidas para utilizarlas como corrales y granjas.
Necrópolis de Malamoneda
La parte más misteriosa del yacimiento es una necrópolis con más de 100
sarcófagos esculpidos en la dura roca.
Su origen parece ser que es romano y que se continúo utilizando hasta la
etapa de la repoblación cristiana.
De los enigmas pendientes por resolver para los arqueólogos, quedan los
nombres célticos de ciudadanos romanos esculpidos en las estelas
funerarias.
Tumbas excavadas en la roca de granito
Tumbas excavadas en la roca de granito
Un bolo de granito, con dos tumbas en su interior, conserva inscripciones
ilegibles que según cuentan los lugareños son las Tablas de la Ley con los
Diez Mandamientos.
Esto cuentan, aunque la realidad es otra. Pues tras analizarlas con láser,
los expertos han llegado a la conclusión de que se trata de dos estelas
funerarias de época romana, en honor al padre y a la hija allí
enterrados.
Tumbas excavadas en la roca de granito
Esta tumba es de las pocas que todavía conserva su tapa
Epígrafes funerarios de tipo romano en un bolo de granito
La Leyenda de Malamoneda
Y la leyenda cuenta que en tiempos de reconquista, estas tierras eran
defendidas por los monjes-guerreros de la Orden del Temple.
En una granja a orillas del arroyo de Cedena, los caballeros templarios
fueron cercados en la torre vigía por los musulmanes.

Viendo los musulmanes que no podrían tomar la fortaleza guerreando, decidieron secuestrar a dos caballeros y ofrecerles una recompensa de monedas de oro, si a cambio les abrían el portillo de la torre.
Al primero lo decapitaron porque se negó a ello, el otro consintió y
recibió una moneda de oro como anticipo.
Al caer la noche, el templario traidor abrió la puerta y los árabes
entraron a la torre matando a todos los caballeros, pues se encontraban
dormidos e indefensos.
Cuando el traidor fue a recoger la recompensa, también fue decapitado.
Los cadáveres fueron arrojados a los roquedales y cuando llegaron las
huestes cristianas, descubrieron que los cuerpos de los guerreros
templarios habían derretido la piedra hasta convertirlas en sepulturas.
Todos menos uno, el cadáver del traidor había quedado encima de la piedra
y había sido devorado por los buitres, conservando en la mano cerrada la
moneda de la traición.
Necrópilis de Malamoneda
Malamoneda en Hontanar, nos descubre un lugar en el que la historia
ha dejado huella de cada momento que la compone, y que se presenta al
visitante como un viaje que lleva del Paleolítico hasta los cristianos
medievales.
La estructura fundamental del yacimiento nos muestra un asentamiento,
necrópolis y diferentes elementos militares de otras tantas etapas
históricas: hispanorromana, visigoda, musulmana y medieval.
También se han descubierto rastros de tecnología lítica: herramientas
realizadas con piedras, en este caso con cuarcitas obtenidas de los
arroyos cercanos, el río Cedena y el arroyo de Malamoneda. Además se puede
visitar elementos funerarios de estilo romano, con diferentes
inscripciones realizadas en piedra granítica.
Habitat, necrópolis y estructuras defensivas que van completando una
narración en el espacio del tiempo y sus habitantes.
El yacimiento conserva estructuras inmuebles de gran importancia
arqueológica, monumental e incluso artística como son:
La existencia de al menos dos epígrafes funerarios votivos de tipo romano,
con inscripciones de sus oferentes, insculpidos en un bolo granítico.
La presencia de un torreón seccionado como matacanes de cronología
medieval entre los siglos XII y XIV, a la cual pertenece una
reconstrucción superior, unido a todo el despoblado que aún se conserva en
forma de granja.
Un edificio cuadrangular de tipo militarizado-industrial con aspilleras en
su planta baja y un posible segundo piso, con restos de una puerta de
acceso lateralizada cuyos elementos principales han sido substraídos y
cuya cronología aún siendo de carácter histórico resulta por el momento
difusa.
La gran profusión y dispersión de una necrópolis rupestre que puede tener como origen una posible cronología romana asociada a las estelas funerarias, continuando hasta etapas medievales, en forma de tumbas individualizadas excavadas sobre las masas y bolos de granito y que se documentan a lo largo de toda la mitad norte del yacimiento.
Asimismo existen multitud de evidencias inmuebles pertenecientes al
desarrollo del despoblado (con presencia de una posible iglesia‑ermita de
Malamoneda desde 1526 o de
Nuestra Señora de Gracia), que reutilizan elementos anteriores
incorporados en sus paramentos murales, así como también multitud de
restos arqueológicos de tipo mueble dispersos por las parcelas descritas
tanto en el objeto como en el área de protección.
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí
5. y para Comer en Hontanar-Navahermosa
6. La Cascada del Chorro
De La Tierra Sabores Manchegos
Camino Bonales S/N,
45159 Hontanar España
+34 648 04 13 80
Restaurante Alameda
Calle Corcheros, 2,
45150 Navahermosa España
+34 925 41 03 81
Artesana Restaurante
Avenida San Francisco, 4,
45159 Hontanar España
+34 622 15 22 81
una vez comidos y paseados nos dirigimos hacia Los Navalucillos para
conocer
6. La Cascada del Chorro
Los Navalucillos, pueblo del que partiremos hacia la Cascada del Chorro
Mapa de la zona
Llegamos a la caseta de Información de los Navalucillos.
Mapa de la zona
Llegamos a la caseta de Información de los Navalucillos.
A 5 km del punto kilométrico 16 de la carretera CM-4155 (Toledo).
Pequeña caseta de madera situada justo en el inicio de las rutas del Chorro, Chorrera Chica y Rocigalgo, y ruta de la
Encina.

En ella, aparte de obtener información, es recomendable anotarse para un adecuado control y desarrollo de la visita.
Ruta guiada a pie por la "Senda del Chorro de los Navalucillos: la
biodiversidad de los Montes de Toledo"
La ruta, que transcurre por la zona más montañosa y abrupta del Parque
Nacional, permite disfrutar de bellos paisajes, de bosques típicamente
mediterráneos (sobre todo encinar en la parte de menor altura y rebollar en
la parte de mayor) y, al ser una de las zonas más húmedas del Parque
Nacional, de algunas especies más propias de lugares más septentrionales
(tejo, acebo, abedul…) y de las preciosas cascadas del Chorro y la Chorrera
Chica.
Si se llega al Rocigalgo, máxima altitud de los Montes de Toledo con 1448 m, se pueden disfrutar de amplias panorámicas del Parque Nacional.
Si se llega al Rocigalgo, máxima altitud de los Montes de Toledo con 1448 m, se pueden disfrutar de amplias panorámicas del Parque Nacional.

A partir de este desvío se bajará en coche por una pista de tierra hasta el río, pasado el cual se girará a la izquierda para seguir recto y, en unos cinco minutos, llegar a la caseta, donde existe un pequeño aparcamiento.
Inscripción:
Inscripción a Ruta guiada a pie por la "Senda del Chorro de los
Navalucillos: la biodiversidad de los Montes de Toledo"
Duración:
4 horas ida y vuelta
Tipo de Actividad:
Actividad interpretativa, Visita guiada
Tipo de Participante:
Familiar, Grupos, Todos los Públicos
Centro de Recepción e Información al Visitante:
Caseta de Información en los Navalucillos
Punto de Partida:
Caseta de Información en los Navalucillos
Información complementaria:
EN LA VISITA GUIADA SE RUEGA PUNTUALIDAD. SE ESPERARÁN 10 MINUTOS DE
CORTESÍA Y PASADOS LOS MISMOS SE COMENZARÁ A CAMINAR.
En caso de cancelación, se ruega comunicar vía teléfono y on line con la
mayor antelación posible.
y en los alrededores para descansar

"Las Becerras", paraje pintoresco próximo a Los Navalucillos, acampada y pesca de la trucha en un coto zonal de ICONA.
Continuando con nuestra ruta retomamos nuestro itinerario, yendo hacia la
Robledo del Mazo, Valle del Gévalo, Comarca de la Jara
Valle del Gévalo, Robledo del Mazo
El Valle del Gévalo más que natural es una marca turística registrada, equivalente al término municipal de Robledo del Mazo con sus 4 anejos: Las Hunfrías, Robledillo, Navaltoril y Piedraescrita.
El Valle del Gévalo más que natural es una marca turística registrada, equivalente al término municipal de Robledo del Mazo con sus 4 anejos: Las Hunfrías, Robledillo, Navaltoril y Piedraescrita.
El Valle del Gévalo está formado por el río que le da nombre, y ocupa un
gran espinazo dentro de la comarca de La Jara en el extremo más occidental
de los Montes de Toledo.
Aparece bordeado al norte por las sierras del Hermo, del Puerto, de la Nava
y de Picaza, y al sur por las de Viezo, Sevilleja y de la Hiruela.
Es una depresión intramontañosa de fondo pizarroso, que transcurre entre los 750 m y los 1380 m de altura en sus vigorosas cumbres.
Imprescindibles en la zona: Las chorreras de la garganta de las Lanchas, el risco Atalayón, el Linchero, la plaza de las Moradas, en los alrededores de Robledo del Mazo.
Es una depresión intramontañosa de fondo pizarroso, que transcurre entre los 750 m y los 1380 m de altura en sus vigorosas cumbres.
Imprescindibles en la zona: Las chorreras de la garganta de las Lanchas, el risco Atalayón, el Linchero, la plaza de las Moradas, en los alrededores de Robledo del Mazo.
La Garganta de las Lanchas se ubica dentro de la Sierra de Sevilleja
en Robledo del Mazo.
Es un pequeño valle boscoso recorrido por un arroyo que vierte sus aguas al
río Gévalo, protegido por su valiosa variedad de especies amenazadas y por
su interés paisajístico. Destaca por la presencia de varios saltos de
agua.
La Garganta de las Lanchas fue declarada Microrreserva en el año 2003 y
cuenta con 435 hectáreas.
Está incluida en la Red Natura 2000 y además forma parte del Lugar de Importancia Comunitaria de la ZEPA de los Montes de Toledo, puesto que forma parte del área crítica del águila imperial y la cigüeña negra.
Está incluida en la Red Natura 2000 y además forma parte del Lugar de Importancia Comunitaria de la ZEPA de los Montes de Toledo, puesto que forma parte del área crítica del águila imperial y la cigüeña negra.
La erosión del río Gévalo ha formado un valle y dentro de este se encuentra
la Garganta de las Lanchas, un pequeño y frondoso desfiladero atravesado por
el arroyo de Las Lanchas.
Sus condiciones especiales de humedad y su permanente temperatura han
permitido conservar especies propias de climas oceánicos e incluso
subtropicales.
La especie de fauna más curiosa del valle es el lagarto verdinegro, especie
que en la región es conocida únicamente en Montes de Toledo y la Sierra de
Ayllón.

Salto de agua Garganta de las Lanchas
La visita es libre, aunque debe solicitarse permiso si el grupo supera las
20 personas o si se van a realizar visitas organizadas por empresas.
El municipio más cercano es Robledo del Marzo. Desde el pueblo se accede a
la microrreserva.
A través de la población de Las Hunfrías, junto al cementerio,
arranca una pista que se adentra en el valle.
La excursión comienza en la pista forestal de un pinar. Después de
atravesarlo, llegaremos a la Microrreserva. Allí nos esperan grandes
sorpresas paisajísticas.
Recorrido
Durante el trayecto no solo disfrutaremos del paisaje tan especial que aquí
se encuentra, sino que también es una oportunidad única para aprender sobre
la inusual flora que conserva auténticas reliquias. Un ejemplo son los
bosques de laurisilva que poblaron la península hace 300 millones de años.
Antes de llegar al primer salto de agua, que nos sorprenderá por su belleza,
podemos contemplar junto al arroyo los primeros loros, una especie vegetal
propia del terciario. También destacan los helechos reales.
Después subiremos el tramo más difícil de la ruta, puesto que hay grandes
pedrizas, que nos llevará a la segunda cascada. Este salto tiene una poza
muy bonita que invita a descansar y a comer. Si continuamos por el robledal,
llegaremos a un tercer salto de agua.
Podremos disfrutar de una gran variedad de bosque mixto, formado por
fresnos, abedules, acebos, madroños, mostajos, robles, sauces y majuelos. En
los claros del bosque disfrutaremos de matorrales como los brezos, jaras y
genistas.
Garganta de las Lanchas | Fuente: Web oficial Turismo Castilla La Mancha
Recomendaciones e información de interés
La realización de la ruta es una buena oportunidad para realizar un cuaderno
de campo con los niños para aprender a identificar los diferentes tipos de
árboles. Se pueden dibujar, fotografiar e incluso guardar pequeñas hojas
para posteriormente clasificarlas.
La ruta es bastante sencilla y al realizarse por una pista forestal no
implica mucho esfuerzo. Según vayamos subiendo y recorriendo mayor número de
saltos de agua, el camino se irá complicando. Es adecuada para realizar con
niños pequeños. Las mejores épocas para ir son la primavera y el otoño, por
la variedad cromática y la abundancia de agua en los saltos o pequeñas
cascadas.
Recomendamos llevar agua y calzado cómodo para realizar la ruta. En épocas
calurosas, gorras y protección solar. Si llevamos comida y decidimos comer
en algún salto de agua, recordar que es un espacio natural y debemos
preservarlo y respetarlo, no dejar basuras.
El Ayuntamiento de Robledo del Mazo dispone de un servicio de guías si se
quiere realizar la visita acompañado de personas conocedoras del entorno. Si
realizamos la visita de forma libre debemos fijarnos en la señalización y no
pasar a las zonas de acceso cerrado destinadas a la recuperación de
vegetación protegida
En Robledo del Mazo, cabeza del valle se encuentra el Centro de
Interpretación y dispone de bar y supermercado.
En la aldea de Piedraescrita conservan una iglesia declarada B.I.C con la
categoría de monumento, la dedicada a Santa María.
Iglesia de Santa Maria, Piedraescrita
En el ábside también se conservan restos de un Pantócrator pintado
al fresco de época románica, además de una pila bautismal y un Cristo
Crucificado del siglo XVII.
Cabe destacar la señalización de cinco rutas temáticas y de todo el
Valle para su conocimiento y disfrute.
Ruta Nº 1: Ruta verde recreativa al río Gévalo
Longitud: 2,200 Km
Dificultad: Baja
Es un recorrido corto y agradable, que inicia en Robledo del Mazo y atraviesa distintos cultivos hasta conducirnos al río Gévalo, junto al barranco del portalillo.
Es un recorrido corto y agradable, que inicia en Robledo del Mazo y atraviesa distintos cultivos hasta conducirnos al río Gévalo, junto al barranco del portalillo.
Ruta Nº 2: A la Microrreserva "Garganta de las Lanchas"

Garganta de las Lanchas en Robledo del Mazo
El acceso libre a la microrreserva está restringido según Ley 9/1999 de 26 de mayo de la conservación de la Naturaleza en Castilla-La Mancha.
Las visitas organizadas para grupos y/o particulares deben ser autorizadas en modelo oficial por el Ayuntamiento de Robledo del Mazo, aportando datos y fotocopia del DNI del solicitante. El acceso se realiza en 4x4 y a pie, el recorrido hasta el corazón de la microrreserva, acompañado de Guías intérpretes de la naturaleza.
El acceso libre a la microrreserva está restringido según Ley 9/1999 de 26 de mayo de la conservación de la Naturaleza en Castilla-La Mancha.
Las visitas organizadas para grupos y/o particulares deben ser autorizadas en modelo oficial por el Ayuntamiento de Robledo del Mazo, aportando datos y fotocopia del DNI del solicitante. El acceso se realiza en 4x4 y a pie, el recorrido hasta el corazón de la microrreserva, acompañado de Guías intérpretes de la naturaleza.
Ruta Nº 3: Cinegética al Collado del Garduño - Vallesur
Longitud: 1,100 Km
Dificultad: Baja-media
Es un corto sendero local desde Robledillo que atraviesa vegetación
autóctona de monte y ribera, llegando hasta un collado, escenario de
monterías, recechos y aguardos.
Ruta Nº 4: Paisajística a la cumbre del Castillazo
Longitud: 11,700 Km
Dificultad: Media
Ruta de largo recorrido por montaña para realizar bajo reserva en 4x4 y
hasta un mirador paisajístico
quipado por encima de 1300 m.
La subida a la cumbre mirador del Castillazo se realiza, mediante reserva,
en 4x4 con un Guía Intérprete de la Naturaleza, previa solicitud al Ayto. de
Robledo del Mazo.
Longitud: 4 Km
Dificultad: Baja
Ruta hasta el último anejo del valle, utilizando para ello antiguos caminos
medievales de peregrinación, pasando por un santuario hasta llega a la
ermita.
Iglesia de Piedraescrita
Iglesia de Piedraescrita
Las rutas temáticas del Valle del Gévalo Nº 1, 3 y 5 son de acceso libre y
están perfectamente señalizadas tanto en su inicio como al final del
recorrido.
La visita al Centro de Interpretación del Valle del Gévalo, ubicado en
Robledo del Mazo, se solicita igualmente en el Ayuntamiento.
Desde aquí nos dirijimos a
8. La Nava de Ricomalillo
No obstante, el visitante encontrará algunos puntos de interés, como la
muy bien cuidada iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, de piedra, con
una esbelta torre de siete cuerpos y varias vidrieras en los muros
laterales y en la propia torre.
9. para Comer en la Nava de Ricomalillo
Queseria de la Nava
En esta arteria principal de Belvís encontramos igualmente la iglesia
parroquial de San Andrés Apóstol, construcción de estilo mudéjar (siglo
XVI) reparada recientemente, y un paso más allá, al lado mismo del templo,
se abre al viajero el conjunto de la plaza de la Constitución.
Cocina La Toledana
Calle Cantarranas 14,
Desde aquí nos dirijimos a
8. La Nava de Ricomalillo

Las Navas de Ricomalillo, Toledo
En plena comarca de la Jara, a unos cinco kilómetros del trazado de la Vía
Verde que lleva el nombre de este territorio, el trazado urbano de La Nava
de Ricomalillo se asienta en las faldas de un cerro o mogorro.
Esto da como resultado un casco antiguo de calles reviradas y en
cuesta, con tradicionales edificios de piedra o pizarra. En medio, además,
de un entorno precioso de montes, arroyos, olivares y jarales.
El agua adquiere cierta importancia en la Nava de Ricomalillo, con tres
fuentes y sus respectivos pilones y, a las afueras, el lavadero de la
Solana, donde se ha construido recientemente un merendero.
Grabados rupestres del camino del Manzano, Navas de Ricomalillo
A lo anterior se añaden los
grabados rupestres del camino del Manzano
y, sobre todo, la antigua mina de oro de origen romano, en cuya
apertura como lugar visitable se centran los esfuerzos del ayuntamiento.
9. para Comer en la Nava de Ricomalillo
Queseria de la Nava
Carr. de Talavera, 10,
45670 La Nava de Ricomalillo, Toledo
Av de Talavera, 25,
45670 Nava de Ricomalillo (la), Toledo
925 44 42 23
Desde las Navas de Ricomalillo, nos encaminamos hacia
10. Belvís de la Jara
Desde las Navas de Ricomalillo, nos encaminamos hacia
10. Belvís de la Jara
"Belvís" significa "bellavista" referida tal vez al paisaje que se domina
desde sus cerros.También es de origen gallego quizás traído por gentes de
esa región llegada en la conquista de las tierras toledanas,
Numerosos vestigios de culturas se encuentran por el término municipal,
como el Castillo de Canturias, que fue cabeza de puente cristiana en la orilla izquierda del Tajo.
Castillo romano-visigodo cabeza de puente cristiana en la orilla del Tajo.
Se sabe que este llamado “castellum ciselli” , de remoto origen, tal vez
romano o godo, se desmoronó en 1801, hoy en el fondo del río por el
derrumbe de las cárcavas sobre las que se situaba.
Perteneció al reino taifa de Toledo y en el s. XI pasó a manos cristianas
al imponer Alfonso VI su cesión para ayudar al rey de Toledo contra el rey
musulmán de Badajoz.
El castillo romano-visigodo de Canturias, parte de la dote de la mora
Zaida, fue cabeza de puente cristiana en la orilla izquierda del Tajo.
Tras la Batalla de Las Navas de Tolosa (1212) pasa a depender de la villa
de Talavera, pasando así al Señorío de los Arzobispos de Toledo por cesión
de Enrique ll.
Tras la Reconquista cristiana, estas tierras fueron colonizadas por gentes
venidas de Galicia. Aparece en un documento de 1350 donde se hace
referencia al Monte de Belvís, donde el vecino de Talavera Juan Larduda
junto a otros levantan las primeras casas.
Se mantiene la estructura de la que fue la primera calle del pueblo, la
calle de los Codos, con una placa conmemorativa, en cerámica de Talavera
de la Reina.
Pueblo de intensa personalidad, con una recomendable Fiesta del
Olivo en marzo, ofrece un recorrido entre casas de notable belleza,
muchísimas de ellas con grandes balcones enrejados, algunas tan
significativas como la de los Parro o la del doctor Francisco López
Paredes, ambas en la calle Real, muy cerca una de la otra.

iglesia parroquial de San Andrés Apóstol, Belvís de la Jara
Formada por casas de larga trayectoria y amplios balcones, en ella se
levanta el Ayuntamiento, edificio porticado del siglo XIX frente al cual
vemos una curiosa fuente de tres caños (antaño ocupaba la plaza un
precioso pilón de piedra, fechado en 1859, que hoy se conserva en la calle
Cervantes, a la entrada del pueblo).
La visita no queda completa sin un vistazo a la pequeña calle Codos, que
sale de la misma plaza: de origen medieval (siglo XIV), es el resto más
antiguo del trazado urbano.
Allí, una placa homenajea al primer poblador del caserío, Juan Larduda
. Cerca de allí, también en pleno centro del pueblo, la calle Colón acoge
la casa natal del historiador Fernando Jiménez de Gregorio, donde puede
verse una construcción típica con su zaguán, patio y troje.
La obra de guarnicionería que tienen sede en Belvis de La Jara, o la
cerámica subsisten en el mismo Belvis de La Jara.
continuamos en dirección a
11. Aldeanueva de Barbarroya
Aldeanueva de Barbarroya se encuentra situada en plena Vía Verde de la
Jara, antiguo trazado ferroviario en desuso acondicionado para la práctica
del cicloturismo y el senderismo.
Su paisaje se encuentra condicionado por su situación, comprendida entre
los ríos Tajo y Huso por un lado y los Montes de Toledo al otro extremo,
dando como resultado un área de fuertes contrastes en el relieve, muy
quebrado, en el que destacan un rico bosque mediterráneo y diversos tipos
de rapaces, caso de la garganta del Huso de gran valor paisajístico
Es un itinerario accesible y fácil, sin apenas pendientes y alejados del
tráfico motorizado, ideales para recorrerlo con personas de movilidad
reducida (minusválidos, ancianos, niños...). El casco urbano de la
localidad de encuentra a sólo 100 m. de la estación.
Todavía se mantiene la tradición de los bordados de Aldeanueva de
Barbarroya (manteles, toallas, colchas).
y para comer
Calle Cantarranas 14,
45661 Aldeanueva de Barbarroya España
92570624
y desde aquí enfilamos hacia el punto final de nuestra ruta
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12. Ciudad de Vascos: La Ciudad Perdida de Al Andalus
Cuando imaginamos el Toledo medieval, solemos pensar en la ciudad de las
tres culturas, cristianos, musulmanes y judios conviviendo juntos en un
ambiente de comprensión y tolerancia.
Sin embargo, olvidamos con frecuencia que la realidad fue mucho más
compleja, y que los grupos étnicos, ascendentes y vínculos familiares,
linajes y títulos eran causas principales en las alianzas, las batallas,
los asentamientos y las fundaciones de nuevas ciudades.
En un confín remoto de la provincia de Toledo, encontramos las ruinas de
la ciudad y alcazaba islámica de Vascos, en el municipio de
Navalmoralejo que fue fundada por la tribu bereber de Nafta.
Estas gentes acompañaron a los árabes de Tarik en el siglo VIII cuando
penetraron en la Península y procedían del norte de Marruecos; durante
su dominio musulmán, Vascos siempre fue conocida como Nafza, y se
convirtió en una ciudad de gran interés estratégico, al controlar uno de
los principales vados del río Tajo, y a partir del siglo XI las
comunicaciones entre Badajoz y Toledo, reinos de Taifas independientes y
a veces enfrenados.
Su nombre parece ser una degeneración del árabe Basak, nombre que
recibía el distrito occidental del reino de Talavera donde se encuentra
la ciudad.
Lo más sorprendente de Vascos es sin duda su castillo-alcazaba y su recinto amurallado, que aprovecha parte de un risco cortado a pico sobre el Tajo para garantizar su inexpugnabilidad
Lo más sorprendente de Vascos es sin duda su castillo-alcazaba y su recinto amurallado, que aprovecha parte de un risco cortado a pico sobre el Tajo para garantizar su inexpugnabilidad
Tras atravesar con el coche kilómetros de soledades en la comarca de la
Jara toledana, la visión del conjunto es similar a la de los viajeros
occidentales que encontraron Lhasa, en el Tibet.
En los últimos 25 años se han repetido las campañas de excavaciones
arqueológicas, lo cual no oculta la necesidad de continuarlas ante la
impresión general de los expertos, pues es muy posible que el yacimiento
pueda depararnos innumerables sorpresas.
Entre otras cuestiones pendientes, seguimos sin conocer cómo y en qué
momento esta ciudad que llegó a albergar 3000 almas, fue abandonada y
sepultada en el olvido. Las fuentes documentales de Al-Andalus apenas
ofrecen referencia sobre este enclave y sobre su desconocido
final.
Al encontrarse monedas del tiempo de Alfonso VI, se ha supuesto que los
cristianos conquistaron la plaza y decidieron no repoblarla; sin
embargo, teniendo en cuenta el grado de desarrollo que había adquirido
la medina y la reutilización de materiales de un asentamiento visigodo,
no dejar de resultar paradójico que no se hubiese intentado una
continuidad en su poblamiento.
Todo esto ha dado lugar a cientos de hipótesis basadas en la
imaginación y fantasía de las gentes.
Hoy su acceso es difícil y solitario, a través de una pista irregular de
tierra prensada, pero hubo un tiempo en que Vascos contaba con baños de
gustos árabes, alfareros, herreros, curtidores, zocos, mezquitas,
tiendas…
En la Alcazaba el gobernador recibía a los embajadores de los reinos
vecinos, y controlaba la vecina frontera en esas montañas de Gredos, que
ya eran dominio de los infieles.
En sus aledaños se han conversado los restos de una pequeña mezquita, probablemente centro de una madrasa o escuela coránica, pues sus pequeñas dimensiones hacen suponer la existencia de otra mucho más grande.
En sus aledaños se han conversado los restos de una pequeña mezquita, probablemente centro de una madrasa o escuela coránica, pues sus pequeñas dimensiones hacen suponer la existencia de otra mucho más grande.
Las plantas de numerosas viviendas han sido recuperadas, y han arrojado
interesantes datos sobre las formas de vida de Vascos, eminentemente
rurales con especial dedicación por la ganadería y la artesanía. Al
exterior de la medina, fuera del recinto amurallado, se han sacado la
luz algunos lienzos de una fundición de metales posiblemente destinada a
la fabricación de armas, que constituiría una de sus principales fuentes
de riqueza.
También en el exterior se han identificado dos cementerios, con gran
cantidad de túmulos orientados hacia La Meca, que han permitido hacer
estimaciones sobre la población que Vascos llegó a albergar.
A pesar de los trabajos de restauración, enseguida se adueña de nosotros
un sentimiento de profundo descubrimiento, más quizás por lo que aún no
se puede ver, y que nos anima a caminar por el entorno.
El paisaje que rodea el conjunto es una gran belleza, un bosque
mediterráneo de encinas y madroños en el que es frecuente cruzarse con
venados y águilas reales; al llegar al Tajo se encrespa en riscos,
roquedales airosos y una vegetación de rebollares que en primavera
estalla en una amplia paleta de verdes.
Hoy las torres de vigilancia de la alcazaba de Vascos ya no controlan
el paso de princesas moras y guerreros procedentes de las montañas, y se
conforman con ver el paso de las pochas y grullas que se acercan al río
a saciar su sed.
Embarcadero de Ciudad de Vascos
13. y Otras Rutas en las Proximidades
En Ruta por los Montes de Toledo: Del Castillo de Piedras Negras a la Mítica Ciudad de Vascos, Toledo (I)


Ruta de los Castillos Templarios de Toledo

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