
La ciudad de Toro se sitúa en el noroeste de España a treinta kilómetros al este de la capital de la provincia, a sesenta de Valladolid, y a setenta de Salamanca. Toro se enclava en una atalaya natural a 739 metros sobre el nivel del mar.
Es una ciudad amable, tranquila y llena de parajes cercanos al rio Duero.
Su patrimonio arquitectónico y cultural son dignos de visitar y con una
población cercana a los 10.000 habitantes, Toro tiene mucho que ofrecer al
visitante y al turista.
La ciudad está llena de monumentos y de historia. Ciudad vaccea llamada
“Arbocala” de donde se cree que parte el monolito “verraco” que da nombre
a la ciudad ya que asemeja a un Toro.
La provincia de Toro lo fue de Castilla hasta el siglo XIX. Miradores y
parajes increíbles, panorámicas de la Vega y su alfoz dan a Toro un
enclave privilegiado dentro de la llanura castellana.
Indice:
Indice:
- Como llegar
- Algo de Historia sobre Toro
- Que ver y hacer en Toro
- Colegiata de Santa María la Mayor de Toro
- San Salvador de los Caballeros
- San Lorenzo el Real
- Ermita de la Virgen de la Vega o Cristo de las Batallas
- Arco del Reloj
- Cosas Obligatorias que hacer
- Museo del Queso Chillón
- Enoturismo en Toro
- Comer en Toro
- Otras Rutas Cercanas
Situado al este de la provincia, está a tan sólo 32 Km. de la capital
zamorana, y muy próximo también, a las capitales de las vecinas provincias
de Salamanca y Valladolid.
De Salamanca dista 72 Km., y de la capital Vallisoletana, 64 Km.
Otro punto de referencia clave es Madrid, de la que tan sólo la separan
220 Km.
Coordenadas GPS: 41.521111,-5.394065
Si tienes planeado viajar en transporte público, aquí tienes información
que puedes necesitar.
Viajar en autobús
Estación de Autobuses de Toro
Calle Alba, 4
49800 Toro, Zamora
+34 980 69 32 36
Estación de tren de Toro
Cuenta con servicios de media distancia.
Calle Estación, s/n
49800 Toro (Zamora)
+34 902 240 505
Viajar en avión
Los aeropuertos más próximos son los de Valladolid y Salamanca.
+34 902 404 704
2. Algo de Historia sobre Toro
Existen diversas teorías sobre el primigenio asentamiento humano en el actual solar de la ciudad de Toro.
En este contexto, la posición estratégica de Toro terminó
situándola en un primer plano de la Guerra de Sucesión Castellana,
siendo finalmente escenario de la batalla de Toro el 1 de marzo de 1476
entre los partidarios de la princesa Doña Juana (llamada por sus
adversarios «la Beltraneja»), y los seguidores de su tía y futura reina
Isabel (conocida como «la Católica»).
El retorno a las actividades tradicionales permitió que la ciudad
recuperara paulatinamente el pulso económico.
2. Algo de Historia sobre Toro
La zona de la ciudad de Toro estuvo habitada incluso en épocas
prerromanas por tribus vettonas.
Así se han encontrado verracos de granito como los que se encuentran
en los famosos Toros de Guisando.
Lo que se desconoce es si existió ocupación romana.
Se cree, aunque no está claro que el rey godo Leovigildo pudo
construir una fortaleza como punto de partida para dominar a los
Suevos; pero tras la invasión musulmana y el establecimiento del
“Desierto del Duero”, la zona quedo inhabitable con siglos.
Existen diversas teorías sobre el primigenio asentamiento humano en el actual solar de la ciudad de Toro.
De ellas la más aceptada se basa en el conjunto de piezas o vestigios
arqueológicos de origen celtíbero que, según señala Navarro Talegón en
su «Catálogo monumental de Toro y su alfoz», «patentizan la existencia
de un castro que posiblemente se corresponda con la antigua ciudad
vaccea citada por el geógrafo y astrónomo griego Ptolomeo» y que otro
historiador mucho más reciente, Gómez-Moreno, «hizo coincidir» con la
Arbocela del «Itinerario de Antonino» -recopilación de rutas del Imperio
Romano-, situada en la calzada de Mérida a Astorga y Zaragoza, en el
ramal de esta última que parte de Ocelu Duri.
Una población que, según Navarro Talegón, cabe identificar con la
«Arbocala», cuya conquista por Aníbal es mencionada por Tito Livio en
sus «Décadas».
De esa época sería uno de los principales símbolos actuales de la
ciudad, el denominado verraco, un toro de granito que fue hallado en la
ciudad por los repobladores cristianos en tiempos del Alfonso III de
Asturias y que para muchos dio su actual nombre a la ciudad.
Más incierta es la presencia romana en la ciudad.
El testimonio más evidente de esta época es el puente mayor sobre el río
Duero, aunque su reconstrucción —casi por completo— de finales del siglo
XII o principios del XIII han dejado muy pocos sillares almohadillados
de fábrica romana.

Puente Mayor sobre el Duero, Toro
Los restos arqueológicos más abundantes fueron localizados en
Tagarabuena, pedanía situada a un kilómetro de Toro. Las escasas huellas
romanas, visigodas y musulmanas han llevado a que algunos historiadores
defiendan que el primer asentamiento vacceo desapareció tras la
conquista de Aníbal y que de existir alguna población, sería
insignificante.
Edad Media
De esta época es el primer recinto amurallado y el alcázar.
Leovigildo, rey de los visigodos, organizó en 573 una campaña contra los
suevos, en la que estos últimos fueron derrotados en sucesivas
ocasiones.
El resultado final fue la sumisión del rey Miro a la supremacía
visigoda, convirtiéndose en un federado de su corona. Además algunos
autores indican que el rey visigodo también fundó «Villa Gothorum», la
actual ciudad de Toro, a fin de usarla como baluarte contra los suevos y
como lanzadera de la ocupación de lo que se denominó «Campi Gothorum»
(Tierra de Campos).
Sin embargo, otros autores defienden que dicha refundación no tuvo lugar
y que la actual ciudad de Toro no fue ocupada en el período que va desde
el abandono del primitivo castro celtíbero hasta su refundación en la
época de la repoblación de finales del siglo IX, por lo que seguramente
formó parte del denominado Desierto del Duero, que fue repoblado como
bastión leonés.154
El año 899 es conocido en la historia de Toro como el de la repoblación
de la ciudad. Así lo atestiguó el cronista del rey Alfonso III de
Asturias, el obispo Sampiro.
La refundación, ya con el nombre de Toro, se realizó de la mano del
infante don García con gentes de procedencia diversa, entre los que
destacan grupos de mozárabes provenientes del sur —tal y como evidencian
ciertas advocaciones de algunas parroquias y algunos fustes y capiteles
de mármol— e incluso por mudéjares que en su mayor parte fueron mano de
obra en la edificación de las diversas fortificaciones.
Cuadro de García I de León.
En el 899, cuando todavía era infante, se encargó de la repoblación de
Toro con gentes de diversos orígenes, principalmente grupos de mozárabes
provenientes del sur.
Junto a ellos participaron gentes del norte, principalmente asturianos,
vascones y navarros. A esta época pertenece la estructura primigenia de
la ciudad y algunos de sus elementos patrimoniales más significativos,
como son el primer recinto amurallado y el alcázar.
La repoblación de Toro resultó imprescindible para la consolidación
cristiana al norte del Duero. Como consecuencia, durante el siglo X
recibió diferentes ataques de los gobernantes de Al-Ándalus.
Sin embargo, las fuentes cristianas e islámicas silencian el nombre de
Toro en relación a estas aceifas. Hacia 974, ya en el reinado de Ramiro
III de León, Toro era considerada como cabecera de su comarca, el «Campo
de Tauro».
La desintegración del califato cordobés produjo un periodo de
estabilidad a comienzos del siglo XI. Esta situación fue aprovechada por
Fernando I de León (1016-1065) para reorganizar la ciudad de Toro y por
nuevos pobladores —provenientes del norte— que se asentaron en la
ciudad, aunque de esta información tampoco hay datos precisos.
Este monarca legó el señorío de Toro a su hija Elvira, pero su hermano,
y primogénito, Sancho, no tardó en incorporar dicho señorío a sus
territorios, donde los retuvo hasta su asesinato a las puertas de
Zamora, volviendo de nuevo a manos de Elvira.17
A partir del siglo XII la ciudad se convirtió en un centro de poder
político, religioso y militar. Su nuevo rol, supuso una notable
transformación urbana, dado que los distintos centros de poder
acapararon los espacios más representativos de la pujante ciudad.
En este sentido, el poder militar se articuló en torno a la plaza del
Alcázar, el poder civil municipal en la plaza Mayor y el religioso
construyó a partir de 1160 la colegiata de Santa María la Mayor y se
reservó el espacio público previo.
Su creciente importancia aumentó de forma decisiva tras la muerte del
rey Alfonso VII de León, también llamado «el Emperador», como
consecuencia de la separación de los reinos de León y Castilla,
reforzando su papel de plaza fronteriza bajo las políticas del reino de
León.
Como consecuencia, la ciudad creció con nuevos asentamientos
extramuros que dieron paso a la construcción de una segunda cerca, la
«cerca del arrabal», que fue iniciada hacia el 1208, ya bajo el reinado
de Alfonso IX de León.
Con el siglo XIII se inició la etapa de mayor esplendor de la ciudad de
Toro, en la que la sociedad civil se centró en la actividad comercial,
abandonando progresivamente la militar. Se considera que el detonante de
esta tendencia fue la promulgación del primer fuero de la villa,
otorgado en 1222 por Alfonso IX de León.
Como consecuencia, la ciudad de Toro fue escenario de numerosos
acontecimientos y sucesos históricos. De esta época destaca la figura de
María de Molina, precursora de algunos de los principales monasterios de
la ciudad, como el de San Ildefonso o el de Sancti Spiritus el Real.
En el siglo XIV se desarrolló aún más la actividad comercial y artesana
en Toro. De esta forma, se creó una diversidad de oficios y actividades
que se agruparon por gremios en calles (de Hornos, Candeleros, Odreros o
la Plata) y plazas (de las Uvas, de la Paja o de Bollos).
El impulso económico también contó con el respaldado de la corona, al
conceder al concejo de Toro una feria franca que se celebró en los
quince días siguientes a la virgen de agosto y que actualmente se conoce
como «Ferias y Fiestas de San Agustín». Este notable empuje económico
dejó su impronta en la estructura urbana de la ciudad, siendo su mejor
ejemplo los numerosos monasterios, conventos, hospitales y viviendas
señoriales que se construyeron.
A finales de la Edad Media la ciudad era uno de los principales núcleos
urbanos de la Corona de Castilla, por lo que formó parte del grupo de
dieciocho ciudades que podían enviar procuradores con derecho a voto en
las Cortes de Castilla, estatus que fue germen de la posterior provincia
de Toro.
Esta fue una época en la que se acusó una cierta pérdida de poder
de la corona en beneficio de la nobleza.
La "Rejadorada", situada en el palacio del mismo nombre. En 1476, los
toresanos partidarios de Isabel la Católica acordaron sublevarse contra
los portugueses que ocupaban la ciudad.
El gobernador Juan de Ulloa, valedor de la princesa Doña Juana
(llamada por sus adversarios «la Beltraneja»), envió a la horca a todos
los conjurados, pero ordenó dar garrote vil a Antonia García, esposa de
Juan de Monroy, en la reja de su misma casa. Isabel la Católica, tras su
entrada en Toro, mandó dorar esa reja en desagravio.
Historia moderna
La expulsión de los judíos de España de 1492 afectó de lleno a Toro que
contaba con el barrio de la Judería en la zona este de la ciudad. En
1505 se reunieron en Toro las Cortes de Castilla para cumplir con dos
importantes hechos: confirmar el testamento otorgado por la reina
difunta, por el que se proclamaba reina de Castilla y heredera de todos
sus reinos y tierras a su hija doña Juana (que con ello pasaba a ser la
reina Juana I), y se promulgaba un ordenamiento conocido como las Leyes
de Toro que habían sido redactadas poco antes del fallecimiento de la
reina Isabel.
Las Leyes de Toro se promulgaron el 7 de marzo de 1505 y recogen un
total de 83 leyes que resolvían múltiples cuestiones relacionadas
especialmente con el derecho civil.41920
El inicio del siglo XVI fue convulso, siendo un claro ejemplo el
levantamiento armado de los comuneros y la consiguiente guerra de las
Comunidades de Castilla. Durante este conflicto Toro se unió a las filas
comuneras, aunque sin incidentes como en otros lugares.
Y extrañamente, la ciudad contó al principio de la revuelta con dos
corregidores: el doctor Valdivielso, nombrado por los comuneros, y
Carlos de Guevara, que intentaba en lo posible vigilar que la situación
de la ciudad no se le fuese de las manos. Finalmente, éste último debió
abandonar Toro el 15 de enero de 1521, en el plazo de una hora, bajo la
amenaza de ser condenado a muerte.
Desde un punto de vista urbanístico, la ciudad mantuvo una línea
continuista de crecimiento, en el que destacan las numerosas fundaciones
religiosas, provocadas por la llegada de Carmelitas, Mercedarios
Calzados, Agustinos o los Canónigos Regulares de San Antonio Abad, que
se completarían durante el siguiente siglo con la llegada de nuevas
órdenes como los Capuchinos y los Franciscanos Descalzos.
El siglo XVII marcó una clara tendencia de decadencia política y social
en la ciudad de Toro, cuyo origen subyace en la derrota de Villalar y en
la consiguiente creación del Estado centralista y oligárquico impuesto
por la monarquía.
La situación provocó un empobrecimiento de la ciudad que se fue acusando
con el paso de los años, pasando de ocupar una posición de privilegio a
reducirse a ser un pueblo más de la corona. Como consecuencia Toro
sufrió una sangría demográfica —el censo pasa de los cerca de 4000
habitantes de 1591 a los no más de 800 de comienzos del siglo XVII— y
una reruralización en la que su economía se basó en su pujante sector
primario, con el cereal y el vino al frente.
La ciudad fue descrita en la novela picaresca “El donado hablador, vida
y aventuras de Alonso, mozo de muchos amos” (1624) del médico y escritor
murciano Jerónimo de Alcalá. El capítulo quinto del libro, al narrar las
andanzas de Alonso en Toro, la describe de la siguiente forma: "... la
ciudad de Toro, una de las mejores que hay en Castilla la Vieja:
abundante, rica, bien cercada, amigable sitio, famosa por su caudaloso y
soberbio río, con quien vienen acompañados otros seis, que todos siete
fertilizan la tierra y dan gran número de pesca a los naturales y
extranjeros; demás por la gran cosecha que tiene de pan y vino y tanta
diversidad de frutas, con que provee a muchos lugares y ciudades del
reino: tanta es la abundancia que en ella se coge."

Como consecuencia, la ciudad fue recobrando su posición económica y
demográfica, viendo con ello una nueva etapa de esplendor que se vio
reconocido cuando en 1749 asumió los partidos de Carrión y Reinosa como
capital de la provincia de Toro.
De esta época son el Ayuntamiento, la Torre del reloj, el Hospital
General de Nuestra Señora de las Angustias y numerosas obras públicas, a
las que se unió el incremento de otras actividades económicas en la
ciudad al asentarse en ella un buen número de artesanos y artistas.
El "Diccionario Geográfico" de 1763 describía a la ciudad de Toro del
siguiente modo: Toro, Taurus, antigua, y considerable Ciudad de España
en el Reyno de Leon, famosa por la batalla en que los Portugueses fueron
derrotados por Don Fernando el Catholico, y auyentado el Rey de Portugal
Don Alonso V en 1476, y por sus generosos vinos.
Se han celebrado en ella Cortes en varias ocasiones, y en algunas de
estas se establecieron las famosas Leyes de Toro. Es patria del Rey Don
Juan el Segundo de Castilla, y de otros hombres ilustres. Tiene una
insigne Colegiata, que antiguamente fue Cathedral, y se trasladó a
Zamora. Está en la ribera derecha del Duero, donde tiene un gran puente,
al fin de una llanura hermosa, y fértil.
Historia contemporánea
La bonanza económica se ve truncada a principios del XIX, especialmente
tras la división territorial de España en 1833, en la que Toro pierde la
capitalidad de provincia y pasa a integrarse como una localidad más de
la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa. La situación de
declive se ve acrecentada por los diversos brotes de plagas en las
cosechas y las excesivas cargas tributarias a las que estaba
sometida.
El estancamiento del sector primario dará paso a una sociedad basada en
el comercio y la industria, junto con la aparición de algunos elementos
más característicos de la ciudad moderna, como la travesía de la
carretera Zamora-Tordesillas, que supuso una mejora sustancial de la
comunicación de la ciudad y que posteriormente se vio complementada con
la llegada del ferrocarril y la construcción del puente de hierro.
De esta época son también los primeros grandes espacios públicos
contemporáneos -como la plaza de San Francisco o los Paseos del Carmen y
del Espolón- y nuevos equipamientos como el cementerio, el mercado, el
teatro Latorre o la plaza de toros, entre otros.
Fuera de los clásicos circuitos turísticos, la ciudad de Toro es un destino aún por descubrir.
Famosa por el carácter fuerte de sus vinos, la ciudad ha destacado siempre por la elaboración del vino tinto, que en el siglo XVI se consideraba curativo y era tomado por monarcas y cortesanos.
Sus calles nos hablan de un rico pasado: preciosas fachadas de palacios y casonas renacentistas, conventos y monasterios, su colegiata, su alcázar… Déjate llevar por esta propuesta de enoturismo en Toro ¡Lo pasaréis en grande!
Fuera de los clásicos circuitos turísticos, la ciudad de Toro es un destino aún por descubrir.
Famosa por el carácter fuerte de sus vinos, la ciudad ha destacado siempre por la elaboración del vino tinto, que en el siglo XVI se consideraba curativo y era tomado por monarcas y cortesanos.
Sus calles nos hablan de un rico pasado: preciosas fachadas de palacios y casonas renacentistas, conventos y monasterios, su colegiata, su alcázar… Déjate llevar por esta propuesta de enoturismo en Toro ¡Lo pasaréis en grande!
El Románico en Toro y su Alfoz
Toro fue una ciudad de peso económico y político durante la antigüedad y
edad media, fruto del cual ha conservado un legado monumental de primer
orden.
Además de contar con una gran colegiata románica que puede ser
considerada como uno de los monumentos medievales más importantes de
España, es destacable por ser uno de los focos primordiales del románico
mudéjar que se extendería como un vector en dirección sureste a otras
tierras como Alba de Tormes (Salamanca), Olmedo (Valladolid), Arévalo
(Ávila) y Cuéllar (Segovia), por citar sólo los núcleos urbanos más
importantes.
3. Que ver y hacer en la Villa de Toro
4. Colegiata de Santa María la Mayor de Toro
Colegiata de Toro
La inspiración de esta colegiata es la Catedral de Zamora, que también influyó en el diseño de otras construcciones, como es el caso de la catedral Vieja de Salamanca. Comenzó a construirse en el siglo XII, bajo los auspicios de los reyes de León, siendo una de las construcciones más características del románico en su fase de transición.
Se llevó a cabo desde el último tercio del siglo XII hasta entrado el
XIII.
Pórtico Colegiata de Toro, detalle
Como consecuencia de tan largo periodo se aprecian diferentes maneras de enfocar la construcción.
A este prototipo pertenece la iglesia de San Salvador de los Caballeros, perteneciente originalmente a los templarios. Hoy no tiene culto y se ha convertido en el Museo de arte religioso de Toro con una apreciable colección de tallas románicas y góticas.
Otro de los alicientes de la iglesia de San Salvador de los Caballeros de
Toro es la instalación en la iglesia del Museo de Arte Sacro, donde se
exponen piezas de gran interés pertenecientes a diversas iglesias
toresanas.
San Lorenzo el Real,Toro
La colegiata de Toro es una voluminosa construcción románica cuya
estampa impone una fuerte impronta estética como en pocos casos en el
románico español.
La inspiración de esta colegiata es la Catedral de Zamora, que también influyó en el diseño de otras construcciones, como es el caso de la catedral Vieja de Salamanca. Comenzó a construirse en el siglo XII, bajo los auspicios de los reyes de León, siendo una de las construcciones más características del románico en su fase de transición.
El cimborrio de esta colegiata se enmarca dentro de un grupo
conocido como grupo de cimborrios leoneses formado, además, por los de
las catedrales de Zamora, Plasencia y Vieja de Salamanca.
Las obras se extendieron más de lo normal en el tiempo, ya que fueron
llevadas a cabo entre el último tercio del siglo XII y mediados del
XIII. Esto indica que fuera construida en dos etapas: la primera, en la
que se realizaron las portadas laterales, los muros y las trazas; y la
segunda, en la que se lleva a cabo la cubierta y un cimborrio con torres
adosadas.
Pórtico Colegiata de Toro
Pórtico Colegiata de Toro
El primer maestro que trabajó en su construcción utilizó la piedra
caliza para levantar el edificio, utilizando técnicas muy vanguardistas
para la época.
Sin embargo, el segundo maestro utilizó elementos más antiguos estilísticamente hablando y utilizó la piedra arenisca en tonalidades rojizas como material base.
Sin embargo, el segundo maestro utilizó elementos más antiguos estilísticamente hablando y utilizó la piedra arenisca en tonalidades rojizas como material base.

Pórtico Colegiata de Toro, detalle
Como consecuencia de tan largo periodo se aprecian diferentes maneras de enfocar la construcción.
Un primer maestro, empleando como material la piedra caliza, fue el
creador de la magnífica cabecera y portadas laterales usando un lenguaje
románico evolucionado y refinado.
Paradójicamente el segundo maestro que finaliza la construcción y cubre el
templo emplea recursos más arcaizantes (bóvedas de cañón para nave
principal y transepto) y utiliza piedra arenisca de color más rojizo.
-
- Leyenda de la imagen
- Pórtico norte
- La Virgen preñada
- San Gabriel
- Santiago el Mayor
- San Juan Evangelista
- Transepto norte y retablo de Juan de Ávila
- Crucero y cúpula
- Altar Mayor y presbiterio
- Transepto sur y coro
- Sacristía y museo catedralicio
- Ventana gótica ciega con decorado
- Torre
Además de la gran cabecera formada por tres ábsides, siendo el central el
más decorado con arquerías y los vanos ornamentados (incluyendo una gran
colección de rosetones) es sin duda el cimborrio el elemento
arquitectónico más apreciado.
Sin duda que su origen hay que buscarlo en la catedral de Salamanca que a
su vez parte de la catedral zamorana.
La Colegiata de Toro fue, por tanto, la tercera escala de esta ingeniosa linterna de gusto bizantino en aquellas tierras y que aún se exportaría a la extremeña Plasencia.
La Colegiata de Toro fue, por tanto, la tercera escala de esta ingeniosa linterna de gusto bizantino en aquellas tierras y que aún se exportaría a la extremeña Plasencia.

Cimborrio Colegiata de Toro
Sin embargo, la erección del cimborrio fue una decisión postrera, seguramente provocada por la sorpresa de los cimborrios de Zamora y Salamanca ya que la planta de la colegiata de Toro no estaba preparada inicialmente para esta arriesgada empresa.
Sin embargo, la erección del cimborrio fue una decisión postrera, seguramente provocada por la sorpresa de los cimborrios de Zamora y Salamanca ya que la planta de la colegiata de Toro no estaba preparada inicialmente para esta arriesgada empresa.
5. San Salvador de los Caballeros
La experiencia románica francesa de la Colegiata fue estéril en el resto
del patrimonio medieval de Toro, pues los demás edificios religiosos
contemporáneos se construyeron empleando el lenguaje del románico
mudéjar.
San Salvador de los Caballeros, Toro
Aquí se inicia el llamado "foco toresano" que se extiende de por algunas comarcas de Valladolid, Salamanca, Ávila, incluso Segovia, caracterizado por emplear en los ábsides largas arquerías murales en un solo nivel, evitando la superposición de pisos o cuerpos.
Aquí se inicia el llamado "foco toresano" que se extiende de por algunas comarcas de Valladolid, Salamanca, Ávila, incluso Segovia, caracterizado por emplear en los ábsides largas arquerías murales en un solo nivel, evitando la superposición de pisos o cuerpos.
A este prototipo pertenece la iglesia de San Salvador de los Caballeros, perteneciente originalmente a los templarios. Hoy no tiene culto y se ha convertido en el Museo de arte religioso de Toro con una apreciable colección de tallas románicas y góticas.
Su planta es de tres cortas naves unidas a una hipertrofiada cabecera de
tres ábsides de planta semicircular y largos presbiterios.
La parte más afectada por reformas es la correspondiente al muro y nave
meridional.
Las arquerías interiores son una delicia, aunque la nave meridional fue
rehecha. También es apreciable la recoleta puerta de arcos apuntados con
frisos alternantes de esquinillas y ladrillos a sardinel.
De todas ellas, citaremos algunos capiteles procedentes de la colegiata
románica, probablemente de la puerta norte.
Sorprende una interesante estatua pétrea románica del siglo XII de la
Virgen con el Niño procedente de la iglesia de San Julián. En ella, el
Niño no se halla sentado en el regazo de María sino erguido y sujeto en
vilo por sus caderas.
Otra pieza sobresaliente es un Cristo románico policromado de la iglesia
de Nuestra Señora del Canto.
Otras obras de arte de gran importancia que se exponen son algunos Cristos
góticos; dos piezas de María y San Juan pertenecientes a un Calvario; una
talla de la Virgen del siglo XIII procedente de la Ermita de la Vega; una
estatua pétrea del Arcángel San Gabriel del siglo XIV; la mesa de altar
románica de la iglesia de la Trinidad; una magnífica puerta con herrajes
originales del Monasterio de Santa Clara, etc.
6. San Lorenzo el Real
La iglesia de San Lorenzo el Real de Toro es monumento nacional desde 1929
y se considera la iglesia de ladrillo más antigua de Toro, posiblemente
del siglo XII.
Es un templo construido básicamente con ladrillo. Tiene planta de una nave precedida por cabecera formada por un ábside semicircular (poligonal al exterior) y profundo presbiterio de dos tramos.
Tanto cabecera como nave se decoran con los característicos arcos ciegos
sencillos o doblados. Los frisos de esquinillas confieren el adecuado
sentido horizontal en contraste con la verticalidad de las arquerías.
Concretamente, el ábside tiene dos niveles de arquerías, además de un
zócalo pétreo añadido en el siglo XVII. El inferior es de arcos doblados.
El piso superior es de arcos de medio punto sencillos encuadrados.
Una de las características de este ábside es que los arcos de ambos pisos descritos están desalineados.
El los muros de la nave se invierten los diseños de los dos pisos.
San Lorenzo tiene tres puertas de ingreso. La más monumental es la puerta
sur. Sobre arimez se abre el vano de la puerta rodeada de seis arquivoltas
abocinadas y apuntadas que apoyan sobre las jambas por intermediación de
impostas de perfil de nacela.
Las puertas oeste y norte son mucho más pequeñas y sencillas pues sólo
cuentan con dos arquivoltas. La norte se encuentra actualmente cegada.
En el interior se aprecian algunas reformas, pero sigue siendo una obra de
gran belleza. Los muros laterales llevan un solo orden de arquerías, lo
que servirá de inicio para el mudéjar de modelo toresano en otras iglesia
de la zona. El ábside continúa teniendo dos pisos de arcos.
7. Ermita de la Virgen de la Vega o Cristo de las Batallas
Este templo mudéjar se asienta cerca del Duero, al sureste del núcleo
urbano, junto a un bello bosquecillo.

Ermita del Cristo de las Batallas, Toro
Tras su restauración es uno de los edificios medievales más fotogénicos de Toro. Tiene una nave terminada en la habitual cabecera de tramos recto y ábside. El material es ladrillo en su totalidad. Las arquerías definen perfectamente el modelo toresano, abarcando en un solo registro la totalidad del muro.
Tras su restauración es uno de los edificios medievales más fotogénicos de Toro. Tiene una nave terminada en la habitual cabecera de tramos recto y ábside. El material es ladrillo en su totalidad. Las arquerías definen perfectamente el modelo toresano, abarcando en un solo registro la totalidad del muro.
Las puertas -norte y sur- tiene arquivoltas apuntadas y friso de
esquinillas.
8. Monasterio del Sancti Spiritus

Monasterio del Sancti Spiritus, Toro
Fundado en 1316 por Doña Teresa Gil, en el se encuentra, entre otros, el
sepulcro de Doña Beatriz de Portugal, una bella obra realizada en
alabastro.

En su interior se pueden contemplar bellas armaduras moriscas, una
colección de sargas del s.XVI y un destacado museo de arte sacro.
Dirección
C/ del Canto, 27. Toro. 49800 Zamora.
Teléfono: 980 690 304
Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí.
Es una torre ubicada en el recinto amurallado de Toro
Encontramos en la ciudad de Toro restos de las murallas primitivas del
siglo X que se conservan en los muros de algunos edificios.

Colegiata y Arco del Reloj de Toro
Entre los restos está la puerta del Mercado, que perteneció al primer
recinto amurallado, y en ella se levantó la torre del Reloj, de planta
cuadrada, y que según la leyenda, para la fabricación de la argamasa se
utilizó vino, que a abundaba más que el agua en la ciudad.
El diseño se atribuye a Joaquín Churriguera. Se encuentra ubicada sobre la
antigua puerta del Mercado (del siglo XV) que cercaba el primer recinto
amurallado de la ciudad de Toro. Su altura permite que sea divisada desde
cualquier punto de la ciudad.
La estructura cuenta por tanto con tres cuerpos: el arco que da acceso a
la plaza, la capilla, y el reloj y por último, el campanario, rematado con
una cúpula.
10. Cosas Obligatorias que hacer
Dentro de nuestro recorrido, además podemos hacer cuatro cosas que nos gustarán:
10. Cosas Obligatorias que hacer
Dentro de nuestro recorrido, además podemos hacer cuatro cosas que nos gustarán:
CONTEMPLAR LA VEGA DEL DUERO
Situado en un otero a 100 metros de altura sobre la vega del Duero, Toro
ofrece desde su Mirador del “Paseo del Espolón”, una
espectacular vista.
Dependiendo de la época del año, los diferentes tonos de verdes y marrones de los campos, se mezclan con los azules del cielo y el agua, y nos regalan un paisaje de singular belleza.
Dependiendo de la época del año, los diferentes tonos de verdes y marrones de los campos, se mezclan con los azules del cielo y el agua, y nos regalan un paisaje de singular belleza.
PERDERSE” POR SUS CALLES
No te hará falta un plano que indique dónde están los principales
monumentos de la ciudad. Un paseo por las calles de Toro se convertirá
en un continuo descubrimiento: edificios históricos, inscripciones
centenarias, escudos heráldicos, … Cualquier rincón tiene algo que
admirar.
IR “DE TAPAS”
Resulta imposible hablar de Toro sin mencionar su vino con Denominación
de Origen, y si lo mencionamos, ¡qué menos que probarlo!
Una tarea imprescindible y obligatoria en tu visita a Toro, será
recorrer algunos de los muchos y tradicionales bares y restaurantes de
la ciudad, donde podrás degustar las exquisiteces de la gastronomía
local, acompañadas de una copa de buen vino.
Sin ninguna duda, tu paladar te lo agradecerá.
COMPRAR VINO
Seguro que después de haber degustado unas cuantas tapas con su
correspondiente copa de vino, querrás llevarte a tu casa un “trocito de
Toro” para rememorar esos aromas y sabores.
Apúntate a un paseo desde la Puerta de la Corredera hasta el Espolón.
En este recorrido y sus alrededores, encontrarás numerosos
establecimientos donde comprar vino, dulces y productos típicos de la
zona, que no pueden faltar como recuerdo de tu estancia en Toro.
La Plaza es el corazón de la ciudad de Toro, en ella se agolpan en sus
soportales varios restaurantes y bares de tapas de Toro. También está
el ayuntamiento de la ciudad y la Oficina de Turismo de Toro. Desde el
lado porticado tienes a la vista, hacia el sur, la Colegiata de Toro;
y hacia el norte, la Torre del Reloj.
Principales Fiestas de Toro
Igualmente, al ser un lugar amplio y sin tráfico, es el telón de
fondo perfecto para las grandes citas de Toro, como son las fiestas
de Carnavales, que se viven muy intensamente; la Fiesta de la
Vendimia, de gran importancia por la relación entre el vino y la
ciudad; La Semana Santa, declarada de Interés Turístico Regional; La
Romería del Cristo de las Batallas que se celebra el Lunes de
Pentecostés, y otras tantas fiestas más.
11. Museo del Queso Chillón
En el Museo del Queso los visitantes podrán ver la evolución que ha tenido
el proceso de elaboración del queso en ésta fábrica artesana y familiar.
Cuatro generaciones de la familia Chillón dedicadas durante más de 125
años a la elaboración del queso de oveja y que ahora están reflejados en
este Museo.
Un recorrido emocionante recordando el trabajo artesano de elaboración del
queso que todas las familias ganaderas y en particular la nuestra,
realizaban en sus pueblos.
La visita finaliza con una amplia degustación de siete clases de quesos de
leche cruda de oveja, embutidos y vino reserva D.O. Toro.
Otros monumentos románicos y mudéjares de Toro
12. Enoturismo en Toro
Con la importancia del vino en toro y dando nombre a la denominación de origen, la sede del Consejo Regulador de esta denominación está en un edificio de estilo neoclásico próximo a la plaza de Santa Marina, en el Palacio de los Condes de Requena.
Sede del Consejo Regulador de la DO. Toro
Con la importancia del vino en toro y dando nombre a la denominación de origen, la sede del Consejo Regulador de esta denominación está en un edificio de estilo neoclásico próximo a la plaza de Santa Marina, en el Palacio de los Condes de Requena.
El patio central principal suele ser visitable, y los capiteles de las
columnas, es posible encontrar alegorías al vino, además de los escudos
de los Zúñiga.
Este edificio también aloja servicios municipales.
Detalle de uno de los capiteles del Palacio de los Condes de
Requena
Visita a la una Bodega histórica de Toro
Junto a la Plaza Mayor, en el subsuelo de un antiguo casón solariego de
Toro, se ha rehabilitado una antigua bodega.
En su interior se puede disfrutar, además de una muy agradable
temperatura, una exposición permanente sobre los vinos de la Denominación
de Origen Toro.
Durante siglos, la elaboración del vino fue el principal recurso
socioeconómico de la región, pues como todos los vinos elaborados en las
riberas del río Duero, su calidad es excepcionalmente buena.
Las bondades de sus vinos dieron gran prosperidad a la comarca que dejó su impronta en el patrimonio arquitectónico que aún se conserva.
Las bondades de sus vinos dieron gran prosperidad a la comarca que dejó su impronta en el patrimonio arquitectónico que aún se conserva.
13. y para Comer en Toro
La Esquina de Colás
Plaza Mayor 24,
49800 Toro, España
+34 980 69 31 31
Bodega Divina Proporcion
Camino de la Ermita del cristo s/n,
49800 Toro, España
+34 678 73 07 60
Restaurante Carpe Diem
Plaza Mayor, 5,
49800 Toro, España
+34 607 60 18 80
Bar LATINTA
Plaza Mayor Nr. 2 | Bajo a,
49800 Toro, España
+34 980 69 10 20
Zamora
13. Otras Rutas Cercanas: