En el Aragón medieval, los mudéjares tuvieron una importante presencia, llegando a ser un 12% de la población total de territorio aragonés en la Edad Media.
Así, el arte de esta población dejará su huella en el territorio, pasando a la Historia bajo la denominación de "arte mudéjar".
Sin embargo, y aunque sea un estilo artístico elaborado por mudéjares,
tenemos que dejar claro que se trata de un arte de síntesis en el que
se mezclan las influencias cristianas con las islámicas (es un momento
histórico en el que conviven poblaciones de diferentes culturas y esto
se puede apreciar en el arte de todos ellos), extendiéndose su
cronología desde el siglo XII hasta el XVII.
De esta manera, uno de los focos más importantes del arte mudéjar va a
ser el antiguo reino de Aragón, donde la coyuntura económica y social
(convivencia de cristianos con musulmanes y judíos) tras la toma de
Valencia en el primer tercio del siglo XIII, favoreció la introducción
con fuerza del denominado "arte mudéjar".

En este artículo nos centraremos, además de la catedral, en las iglesias de San Pedro, San Martín y San Salvador.
A continuación pasamos a explicar los cuatro citados monumentos, de la
ciudad de Teruel haciendo referencia principalmente a las partes
mudéjares que conservan.
El Arte Mudéjar es fruto de la fusión de elementos árabes y cristianos
que dan origen a un estilo genuino y propio, reflejo de un contexto de
convivencia y crisol de culturas musulmanas, cristianas y
judías.
El 28 de noviembre de 1986 se incorporaron a la Lista de Patrimonio
Mundial los monumentos más importantes de la Arquitectura Mudéjar de
Teruel: torre, techumbre y cimborrio de la Catedral de Santa María de
Mediavilla, la torre e iglesia de San Pedro, la torre de la iglesia
del Salvador y la torre de la iglesia de San Martín.
Esta inscripción confirma el valor excepcional y universal de un sitio
cultural y natural que deber ser protegido para el beneficio del
conjunto de la humanidad.
En la singularidad del mudéjar de Teruel confluyen dos tradiciones artísticas muy bien diferenciadas, que terminan por integrarse en una sola, logrando de este modo su fuerte e indiscutible personalidad. Una, es la tradición islámica aragonesa y la otra, la influencia que llegara del mundo almohade y de otros focos mudéjares del resto del territorio peninsular.
Un rasgo original de las torres mudéjares medievales de Teruel es su
ubicación sobre la red vial que las atraviesa.
Indice:
Indice:
- Cómo llegar a Teruel
- Algo de Historia
- Catedral de Teruel
- La Torre del Salvador
- Torre de San Martín
- Torre e Iglesia de San Pedro
- Escalinata
- Acueducto de los Arcos
- Aljibes Medievales de Teruel
- Mausoleo de Los Amantes de Teruel
- Plaza del Torico
- De Tapas en Teruel
- Fiestas en Teruel
- Comer en Teruel
- Castillo Peracense
- OTras Rutas Cercanas
1. Cómo llegar a Teruel
Para llegar a Teruel desde otras ciudades y pueblos de España dispones
de varias opciones, en avión, tren, autobús o transporte particular,
dependiendo del lugar de origen y el tiempo disponible varía el medio
de transporte más recomendado.
Avión a Teruel:
La ciudad aragonesa no cuenta en la actualidad con ningún aeropuerto,
para llegar en avión es necesario viajar hasta el Aeropuerto de
Zaragoza o el Aeropuerto de Valencia y desde allí enlazar con los
trenes o autobuses que llegan hasta Teruel.
Estación de Autobuses de Teruel
Tren a Teruel:
Para viajar en tren a Teruel también hay que conectar previamente con
Zaragoza o Valencia, hasta ambas ciudades llegan trenes AVE desde
Madrid y en el caso de Zaragoza también hay AVE desde Barcelona.
Una vez en la capital de Aragón o la capital de la Comunidad
Valenciana hay que enlazar con los trenes regionales que hacen el
recorrido hasta Teruel. El trayecto Zaragoza-Teruel dura unas dos
horas y media y cuesta 22,10€, la ruta Valencia-Teruel también es de
dos horas y media, el billete en este caso cuesta 18,10€.
Autobús a Teruel:
Es el medio de transporte más utilizado para llegar a Teruel, ya que
tiene muchas más conexiones con grandes ciudades y pueblos de la
región. Los trayectos desde Madrid, Valencia y Barcelona hasta Teruel
están cubiertos por la compañía de autobuses Samar.
También cubre la ruta desde Alcalá de Henares, Barcelona, Gandía o
Murcia.
Finalmente el Grupo Hife lleva el transporte desde grandes ciudades y
otros muchos pueblos de la región, entre ellos Barcelona, Lleida,
Valencia, Peñíscola, Alcañiz o Benicassim.
Autobús urbano de Teruel
Coche a Teruel:
La principal carretera que discurre por Teruel es la Autovía Mudéjar
(A-23), sirviendo de enlace con importantes ciudades como Valencia,
Zaragoza y Huesca, llegando hasta la frontera con Francia.
Peor conectada está Teruel con Madrid o Barcelona, aunque parte del
recorrido se hace por autovías, finalmente hay que llegar a través de
carreteras secundarias.
Cómo moverse por Teruel
La mejor forma de recorrer el casco histórico de Teruel es a pie,
aunque para distancias más largas existe la posibilidad de utilizar
los autobuses urbanos.
Mucho más pintoresco es el tren turístico de Teruel, su primera parada
se encuentra en la Plaza del Torico, a partir de ahí sigue una ruta de
casi una hora que recorre lo principales sitios de interés de la
ciudad.
El billete para los adultos cuesta 3,5€ y para los niños 2,5€.
2. Algo de Historia
Orígenes
Los primeros indicios de asentamientos humanos se remontan a los
íberos, teoría que queda demostrada tras el hallazgo del yacimiento
del Alto Chacón.
Este primer asentamiento era conocido como Turboleta.
Romanos y musulmanes
Pocos restos se conservan de los siguientes moradores, en primer lugar
los romanos y más tarde los musulmanes.
Conquista cristiana
La fortaleza fue ocupada por las tropas cristianas del rey Alfonso II
el 1 de octubre del año 1171.
De esa época hay una leyenda que cuenta que ciudad fue fundada en un
alto donde un toro mugía bajo la luz de una estrella.
Realidad o no, desde entonces el símbolo de Teruel ha sido un toro y
su centro neurálgico la Plaza del Torico.
Pronto la monarquía aragonesa dotó a la localidad de fueros y
privilegios, alentando el asentamiento de nuevos pobladores.
Era una tarea difícil por aquel entonces, debido a la frágil situación
de la región que hacía de frontera con el reino taifa de Valencia.
Ya en el año 1347, Pedro IV de Aragón le concedió el título de ciudad.
Fue un reconocimiento por su ayuda en la Guerra de los Dos Pedros,
enmarcada dentro de la Guerra de los Cien Años.
Fueros
La llegada al poder de los Reyes Católicos supuso el establecimiento
del Tribunal de la Inquisición, institución que recortaba los fueros y
privilegios de Teruel.
En el siglo XVI sus ciudadanos decidieron rebelarse, tras la última
modificación del fuero decretada por el rey Felipe II.
Pero la rebelión fue sofocada, y desde entonces se rigieron por los
Fueros de Aragón.
Siglo XIX
La ciudad permaneció ocupada por las tropas francesas durante la
Guerra de Independencia, desde 1808 hasta 1813.
En las Guerras Carlistas permanecieron en el bando liberalista, no llegando nunca a ser ocupada por los opositores carlistas.
Siglo XX
El siglo XX trajo el estallido de la Guerra Civil, escribiendo en la
ciudad el triste episodio de la Batalla de Teruel.
Las operaciones militares se extendieron desde el 15 de diciembre de
1937 hasta el 22 de febrero de 1938.
Tras una férrea defensa, el bando republicano consiguió conquistar la
ciudad, para finalmente perderla a manos de las tropas franquistas.
Los trabajos de reconstrucción comenzaron inmediatamente después de
finalizar la guerra, dotando a la ciudad del aspecto y distribución
urbanista que podemos ver hoy en día.
Siglo XXI
Desde entonces continua el proceso de modernización, pero aún así, es
la capital de provincia menos poblada de España.
3. Catedral de Teruel

Catedral de Teruel
Catedral de Santa Maria de Mediavilla
En la Plaza de la Catedral de Teruel se levantaba la antigua parroquia
de Santa María de Mediavilla. En 1342 fue ascendida a colegiata y
elevada a Catedral en 1587.

La parroquia de Santa Maria de fábrica románica presenta en la
actualidad, tras diversas ampliaciones, una planta rectangular de tres
naves, con girola y capillas laterales. La naves, siendo la central
más alta que las laterales, se hallan divididas en cuatro tramos
mediante arcos formeros apuntados.
Las naves laterales se cubren con techumbres planas de doble vigueta y
la central con una interesante techumbre realizada en la segunda mitad
del siglo XIII. Es una armadura de par y nudillo policromada con
pintura gótico lineal, considerada un hito del arte mudéjar.
La girola recta se cubre con bóveda de arista. Posee capillas y
altares, así como la Sacristía Mayor, adosada al lado Norte y la Sala
Capitular adosada al lado Sur.
Las capillas laterales son tres en el lado del Evangelio: Capillas de
Nuestra Señora de los Desamparados, de los Pérez Aranal, y de la
Coronación; y cuatro en el lado de la Epístola: Capilla de los Santos
Reyes, Capilla del Venerable Aranda y Capilla de Santa Emerenciana.
En la cabecera se sitúa un presbiterio heptagonal, antiguo ábside
central de la catedral, cubierto por una bóveda nervada. Sobre el
crucero se dispone un cimborrio octogonal. A los pies de la iglesia se
elevó el coro y se localizan una torre puerta y la entrada a la torre
campanario.
Todo el interior se sustenta mediante pilares y recibe la iluminación
natural de toda una serie de vanos abiertos a lo largo del templo:
óculos, en arco de medio punto, rectangulares…
El acceso a la catedral se realiza o bien por la Puerta del Obispo,
desde la Plaza del Venerable Francés de Aranda, o bien por la portada
meridional, acceso principal, desde la Plaza de la Catedral.
La portada Norte data de 1696 y es de estilo barroco clasicista. La
portada Sur fue realizada en 1909 por Pablo Monguió en estilo
historicista de estructura neorrománica y decoración neomudejar.
La Catedral de Teruel conserva bienes muebles de gran relevancia como
el retablo mayor, una obra fechada entre 1532 y 1536 de estilo
plateresco.
La escultura pertenece a la escuela florentina contemporánea a Miguel
Ángel. Lo realizó el francés Gabriel Yoli, que falleció en Teruel en
1538 y fue enterrado en la puerta del coro.
En el centro aparece un óculo a modo de viril, privilegio del Papa
Luna. Son numerosos los retablos que contiene así como pinturas, la
mayoría del siglo XVII y XVIII y entre las que destaca una tabla que
representa la Virgen con el niño de finales del siglo XVI.
También cabe citar diversas piezas y mobiliario litúrgico como
custodias, arquetas, cruces, bustos, copones, incensarios… de
distintos materiales y épocas. Sin duda dos de sus elementos más
admirables son la reja y la sillería del coro, realizadas en el siglo
XV y XVII respectivamente.
El Artesonado. Considerado "La Capilla Sixtina" del arte
mudéjar.
La magnífica techumbre de la Catedral de Teruel es una obra
excepcional declarada Patrimonio Mundial en 1986.

Se caracteriza por la fusión de la estructura y los motivos
ornamentales musulmanes con la expresiva decoración figurada
gótico-lineal cristiana, dando lugar a una de las mejores obras del
arte mudéjar.
En la sección segunda se presentan un amplio cielo de la Pasión de
Cristo.
Su construcción se sitúa entre 1270 y 1300, coincidiendo con la
ampliación de la antigua fábrica románica de Santa María de Mediavilla
para transformarla en una iglesia gótica de mayor envergadura.
Al recrecer los muros se necesitaba una estructura ligera y adecuada
para la cubrición de la nave central.
La techumbre mide 32 m. de longitud y 7,76 de anchura y está dividida
por medio de diez tirantes en nueve secciones.
La decoración presenta tanto motivos tallados como pintados al temple
en estilo gótico lineal, entre los que se encuentran motivos de la más
variada naturaleza: vegetales, geométricos, epigráficos, figurados
etc. El programa iconográfico representado en la techumbre ha sido
objeto de múltiples interpretaciones.

En la restauración realizada por el Servicio de Regiones Devastadas
tras los destrozos causados por la Guerra Civil, sacaron a la luz la
armadura, oculta tras bóvedas desde el siglo XVII.
4. La Torre del Salvador
Es la torre más tardía del mudéjar turolense y por su singularidad fue
declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1986.
Su emplazamiento, que unía los portales de Guadalaviar y Zaragoza, pasando por la plaza del Torico, le confiere una identidad histórica que otras torres mudéjares no conservan actualmente.
Su emplazamiento, que unía los portales de Guadalaviar y Zaragoza, pasando por la plaza del Torico, le confiere una identidad histórica que otras torres mudéjares no conservan actualmente.
La Torre de El Salvador es similar, en cuanto a estructura y decoración, a la de San Martín de Teruel. Está datada entre la segunda y la tercera década del siglo XIV. Se tiene constancia documental de que en 1277 el Obispo de Zaragoza autoriza la recaudación de fondos para la construcción de la iglesia y su campanario.
Su cronología más tardía se refleja en las novedades de su estructura ya que se eleva sobre una bóveda de crucería y no de cañón apuntado como las anteriores, y en un mayor desarrollo de la decoración exterior.

Está formada por dos torres, una envolviendo a la otra y entre ambas discurren las escaleras, de 119 escalones, de acceso al campanario.
La interior está formada por estancias abovedadas superpuestas. En la
base se localiza el paso de acceso a la calle por medio de una puerta
con forma de arco apuntado cubierta con bóveda de crucería.
Este elemento refuerza su carácter evolucionado frente a otras torres turolenses como la de San Martín.
Torre del Salvador
Este elemento refuerza su carácter evolucionado frente a otras torres turolenses como la de San Martín.
Torre del Salvador
La torre exterior soporta todo el repertorio decorativo de influencia
islámica. La parte inferior se decora con frisos de esquinillas y
paños de arcos mixtilíneos entrecruzados prolongados en sebqa, y paños
de lazaos de cuatro formando estrellas de ocho puntas y cruces, todos
de grandes proporciones.
En la zona media, entre los vanos, se disponen bandas dobladas en zig-zag.
En la zona media, entre los vanos, se disponen bandas dobladas en zig-zag.
La parte superior destaca por la aplicación de cerámica en tonos
verdes y blancos que forman estrellas de ocho puntas.
En la parte superior, otro elemento distintivo son los dos cuerpos de vanos con admirables ventanas geminadas. La diferencia que más la caracteriza es la decoración de arcos lobulados entrecruzados.
En la parte superior, otro elemento distintivo son los dos cuerpos de vanos con admirables ventanas geminadas. La diferencia que más la caracteriza es la decoración de arcos lobulados entrecruzados.
La torre finaliza con un remate almenado de doble altura.
5. Torre de San Martín
La Torre de San Martín se edificó entre 1315 y 1316. Está adosada a la
iglesia de San Martín, construida en 1706 y que sustituyó a la
anterior mudéjar. A los pies de esta torre discurre, la Cuesta de la
Andaquilla, testigo de una de las escenas de la Historia de los
Amantes.
La importancia de este edificio se puso de manifiesto con la declaración de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986, título que comparte con la Torre de San Salvador, la de San Pedro y la techumbre de la Catedral de Teruel.

Torre de San Martín, Teruel
Es ejemplo de la tipología de torre alminar almohade. Siguiendo esta estructura posee dos torres concéntricas, separadas casi un metro, entre las que se desarrollan pasillos y escaleras, que llevan a un campanario, cubiertos por bóveda de ladrillo. De planta cuadrada, da paso a una calle bajo su bóveda de cañón apuntado.
Es ejemplo de la tipología de torre alminar almohade. Siguiendo esta estructura posee dos torres concéntricas, separadas casi un metro, entre las que se desarrollan pasillos y escaleras, que llevan a un campanario, cubiertos por bóveda de ladrillo. De planta cuadrada, da paso a una calle bajo su bóveda de cañón apuntado.
La torre interior está formada por tres estancias superpuestas,
cubiertas por bóveda de crucería y de muros de ladrillo hasta la
segunda estancia y en delante de tapial de yeso.
El exterior, de ladrillo, aparece decorado con cerámica vidriada en
verde y blanco y paños horizontales de distintas alturas.
Presenta un gran repertorio decorativo: paños en ladrillo resaltado, lazos formando estrellas de ocho puntas, friso de arcos mixtilíneos y arcos lobulados entrecruzados, bellos apliques cerámicos verdes y blancos, pareja de ventanas abocinadas en arco de medio punto, etc. El motivo decorativo que predomina es el de estrellas de 8 puntas blancas y con orla verde. Estos motivos decorativos derivan de la tradición almohade sevillana.
Verticalmente está dividida en fajas, con arquerías, lazos ochavados, ventanales columnillas y el campanario propiamente dicho, en una composición semejante a la del Salvador.
Presenta un gran repertorio decorativo: paños en ladrillo resaltado, lazos formando estrellas de ocho puntas, friso de arcos mixtilíneos y arcos lobulados entrecruzados, bellos apliques cerámicos verdes y blancos, pareja de ventanas abocinadas en arco de medio punto, etc. El motivo decorativo que predomina es el de estrellas de 8 puntas blancas y con orla verde. Estos motivos decorativos derivan de la tradición almohade sevillana.
Verticalmente está dividida en fajas, con arquerías, lazos ochavados, ventanales columnillas y el campanario propiamente dicho, en una composición semejante a la del Salvador.
La torre de San Martín ha llegado a nuestros días gracias a diversas
intervenciones. Entre 1549 y 1551 tuvo que ser reforzada con un muro
de piedra en Talud. La obra fue realizada por el arquitecto francés
Pierres Vedel que fue también el autor de acueducto turolense de los
arcos. Por su estado, antes de la guerra civil, Ricardo García Guereta
intervendrá en la torre para detener su proceso de demolición.
Tras ser declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, se procedió a su
restauración. El proyecto se encargó al arquitecto José María Sanz.
LEYENDA DE LA TORRE INCLINADA
Existe una leyenda en torno a las torres de San Martín y del Salvador,
que pasamos a narrar:
El capitulo de las iglesias de Teruel aprobó los planos de dos
arquitectos ambos arquitectos para construir, sendas torres: Omar la
Torre de San Martín y Addalá, da del Salvador.
Quiso la casualidad que, mientras ambos alarifes paseaban por las
calles de Teruel quedaran prendados de la belleza de la joven Zoraida,
hija de Mohamad a quién pidieron ambos pidieron la mano de ésta.
Las disputas para conquistar a Zoraida se agudizaron por lo que el
anciano padre, tras 24 horas y consultar a su hija, les hizo una
propuesta: aquel que primero finalizara su obra y logre la mayor
perfección y belleza, tendría la mano de Zoraida.
Ambos jóvenes aceptaron la propuesta y contrataron a cuantos obreros
se hallaban en la villa de Teruel ocultando la construcción a la vista
del público. Omar consigue contratar a un maestro de obra para
trabajar por la noche y Addalá establece turnos para que no se pare en
las horas de comida.
El trabajo nocturno en la Torre de San Martín aceleró la obra. Omar
pudo anunciar su finalización y la fue descubriendo a la vista de toda
la villa de Teruel. Cuando, por fin, la torre quedó a la vista de
todos, un grito de angustia y desesperación salió del joven
arquitecto: la torre no se erguía recta mirando hacia el cielo, sino
ligeramente inclinada. Le había jugado una mala pasada el trabajar por
la noche.
Omar subió desesperado a lo más alto de la torre y lloro. Enloquecido
por su fracaso como artista y amante, cuando sonaba el toque de queda
crepuscular, se arrojo desde lo más alto.
6. Torre e Iglesia de San Pedro

Contigua a la iglesia se encuentra la capilla donde se expone
sarcófago de los Amantes Isabel de Segura y Diego Garcés de Marcilla,
realizado por el escultor Juan de Ávalos.
Situada en la antigua judería, cuenta con una interesante torre
campanario y elementos arquitectónicos góticos y mudéjares como el
ábside del templo.
Por sus características se considera un monumento gótico-mudéjar.

Por sus características se considera un monumento gótico-mudéjar.
Es uno de los grandes templos góticos de Teruel, considerada la
hermana pequeña de la Catedral de Santa María.
Su construcción actual se fecha en el siglo XIV, sobre un primitivo templo románico del que se tiene constancia documental en 1196.
Su construcción actual se fecha en el siglo XIV, sobre un primitivo templo románico del que se tiene constancia documental en 1196.
Presenta por ello una única nave cubierta con bóveda de crucería
nervada, sin crucero con capillas laterales entre los
contrafuertes.
Estas capillas se abren con ventanales.
La luz penetra en la iglesia también por medio de óculos situados en la parte superior.
Estas capillas se abren con ventanales.
La luz penetra en la iglesia también por medio de óculos situados en la parte superior.
Al exterior se muestra su ábside de siete lados. Su decoración
gótico-mudéjar se compone de frisos de arcos mixtilíneos, cerámica y
un remate de ladrillo en alero.
La torre sigue las características de la torre de la Catedral, siendo
una torre-puerta de planta cuadrada, abierta por arcos en su piso bajo
y decorada con arcos de medio punto entrecruzados, vanos abocinados en
arco de medio punto y piezas de cerámica vidriada verdes y moradas.
Los contrafuertes se decoran con pináculos ochavados góticos y cerámica estrellada.
Los contrafuertes se decoran con pináculos ochavados góticos y cerámica estrellada.
En su interior conserva importantes bienes como el retablo renacentista del altar mayor de madera tallada, el pequeño altar de los Santos Médicos, obra de Gabriel Joly y la capilla de los amantes, símbolo de la ciudad.
Los sepulcros de los amantes se conservan en un edificio contiguo a la iglesia.
7. Escalinata

Si dejamos el coche en el aparcamiento situado en la parte baja de la ciudad junto a la estación de ferrocarril, la gran Escalinata nos recibe para darnos acceso a Teruel de una forma de lo más señorial.

Es de estilo neomudéjar y se construyó a principios del siglo XX, aunque es inevitable asociarla a algunas obras de Gaudí en Barcelona. En uno de los laterales está el Ascensor que también permite el acceso al Paseo del Óvalo.
8. Acueducto de los Arcos
Fue construido en 1537 y está catalogado como una de las obras de
ingeniería más destacadas del renacimiento español, este acueducto
servía para el abastecimiento de agua de la ciudad pero también como
viaducto para el tránsito peatonal.

9. Aljibes Medievales de Teruel
Son depósitos subterráneos de agua de la época romana. Están
reformados y se puede ver una pequeña exposición y un audiovisual
donde a través de pequeñas historias podemos aprender un poco más de
la historia y orígenes de la ciudad. El precio es de 1,30 euros.
10. Mausoleo de Los Amantes de Teruel
La leyenda de los amantes de Teurel cuenta la historia de Juan e
Isabel, dos jóvenes turolenses que murieron de amor (podéis leer la
historia completa
aquí) y que son una parte fundamental en la historia y tradición de la
ciudad.

En el Mausoleo, un edificio bastante moderno y que se inauguró en
2005, se puede ver las esculturas de los amantes y diferentes salas
expositivas que cuentan la historia de los amantes.
Leyenda de los Amantes de Teruel
Siglo XIII, un rico mercader que tenía una hija muy bella.
La muchacha, de nombre Isabel de Segura, y un muchacho pobre pero
honrado de nombre Diego de Marcilla, se encontraron un día en el
mercado y se enamoraron profundamente.
Los jóvenes se amaban mucho. Diego le confesó que deseaba tomarla
por esposa.
Ella respondió que su deseo era el mismo, pero que supiese que nunca
lo haría sin que sus padres lo aprobasen. P
or desgracia, pese a que Diego Marcilla era un joven de buenas
prendas, no poseía riquezas ni hacienda alguna.
Diego dijo a la doncella que, como su padre tan solo lo despreciaba
por la falta de dinero, si ella quería esperarlo cinco años, estaría
dispuesto a salir a buscar fortuna allí donde fuera necesario para
poder ganar dinero y hacerse digno de matrimonio. Ella se lo
prometió.
Luchando en la Reconquista, ganó pasados cinco años cien mil sueldos. Durante ese tiempo
Isabel fue importunada por su padre para que tomase marido. Ella
logró impedir que la casara diciéndole que había hecho voto de
virginidad hasta que tuviese veinte años y sosteniendo que las
mujeres no debían casarse hasta que pudiesen y supiesen regir su
casa.
Pasados los cinco años el padre le dijo: «Hija, mi deseo es que te
cases». Y ella, viendo que el plazo de los cinco años estaba a punto de
concluir, y su novio no comparecía ni daba razón de sí, terminó por creer
que estaba muerto. Enseguida el padre organizó la boda con un rico
pretendiente. No obstante, en ese mismo día regresó Diego de Marcilla, que
había sufrido todo tipo de contratiempos.

Esa noche, Diego logró entrar sin ser visto a la recámara en que los
esposos dormían, y suavemente la despertó, rogándole «Bésame, que me
muero», y ella le respondió dolida: «Quiera Dios que yo falte a mi marido;
por la pasión de Jesucristo os suplico que busquéis a otra, que de mí no
hagáis cuenta, pues si a Dios no ha complacido, tampoco me complace a
mí».
Él dijo otra vez: «Bésame, que me muero». Repuso ella: «No quiero».
Entonces él cayó muerto.
Ella, que lo veía como si fuera de día por la gran luz de la habitación,
se puso a temblar y despertó al marido diciendo que roncaba tanto que le
hacía sentir miedo, que le contase alguna cosa. Y él contó una burla. Ella
dijo que quería contar otra. Y le contó lo ocurrido y de cómo con un
suspiro Diego había muerto. Dijo el marido: «¡Oh, malvada! ¿Y por qué no
lo has besado?».
Repuso ella: «Por no faltar a mi marido». «Ciertamente, dijo él,
eres digna de alabanzas». Él, todo alterado, se levantó y no sabía qué
hacer. Decía: «Si las gentes saben que aquí ha muerto, dirán que yo lo he
matado y seré puesto en gran apuro». Acordaron esforzarse y lo llevaron a
casa de su padre. Lo hicieron con gran afán y no fueron oídos por
nadie.
A la joven le vino al pensamiento de cuánto la quería Diego y de cuánto
había hecho por ella, y que por no quererlo besar había muerto. Acordó ir
a besarlo antes de que lo enterrasen; se fue a la iglesia del señor San
Pedro, que allí lo tenían. Las mujeres honradas se levantaron por ella.
Ella no se preocupó de otra cosa más que de ir hacia el muerto.
Le descubrió la cara apartando la mortaja, y lo besó tan fuerte que
allí murió. Las gentes que veían que ella, que no era parienta, estaba así
yacente sobre el muerto, fueron para decirle que se quitase de encima,
pero vieron que estaba muerta. El marido contó el caso a todos los que
había delante, según ella se lo había contado. Acordaron enterrarlos en
una sepultura juntos para siempre.
El corazón de la ciudad es la
11. Plaza del Torico
(también conocida como Plaza de Carlos Castel), y su nombre se debe a la
famosa fuente sobre la que se erige un pequeño toro (de ahí lo de «torico»)
sobre una columna, y que representa uno de los iconos de la ciudad.
Destacar la Casa Torico por su característica fachada azul, que hoy en día
alberga las oficinas de la Caja Rural de Teruel.

12. Fiestas de Teruel
13. De Tapas por Teruel
Sus fiestas mayores (Fiestas del Ángel), se celebran en la primera
quincena de julio y duran una semana.
Los días más importantes (viernes, sábado, domingo y lunes), coinciden con
el fin de semana más próximo a San Cristóbal (10 de julio), y son
conocidos popularmente como La Vaquilla del Ángel, uno de los
festivales de música gratuitos, en formato de calle y escenario, más
importantes del país,272829 además los tradicionales toros ensogados
del lunes por las calles del centro de la ciudad y todas las actividades
que las peñas desarrollan para sus socios.
Otro de los eventos con una gran atracción de público son
Las Bodas de Isabel de Segura, el fin de semana que coincide con el
tercer viernes de febrero, en memoria de Los Amantes de Teruel, Juan
Martínez de Marcilla, llamado popularmente Diego de Marcilla, e Isabel de
Segura.
Miles de turolenses se visten con atuendos altomedievales, también se
instala un variado mercadillo y se engalanan las calles trasladando la
atmósfera de la ciudad al siglo xiii.
El martes de Pascua se celebra el Sermón de las Tortillas. Tiene su
origen en la fundación cristiana de la ciudad, cuando el martes de Pascua
de cada año los turolenses elegían los cargos del concejo. La celebración
consiste en disfrutar de una comida al aire libre en los alrededores de la
ciudad.
Su Semana Santa destaca por su sobriedad y el retumbar de tambores, bombos
y timbales, así como el paso de las procesiones.
13. De Tapas por Teruel
de Tapas en la ciudad de los amantes
Teruel Existe! Y su gastronomía también. Y ambas cosas han sido muy
desconocidas hasta hace relativamente poco tiempo, algo que tras nuestra
reciente visita no terminamos de entender. Por parte de la ciudad, es
pequeña y algo desaprovechada, pero posee varias torres mudéjares
Patrimonio de la Humanidad. Por la parte gastronómica, aún siendo tierra
de toros, se impone el ternasco, son amantes del jamón y le ponen trufa a
los huevos con patatas ;)
Para el tema del tapeo hay que tener en cuenta un punto importante: no
se tapea. Es decir, hay muchos bares para tomar raciones pero no existe el concepto
de ir de tapas como tal, en plan, me tomo una con un pincho y me voy al
bar de al lado a por otra.
Por el centro hay varios bares que merecen la pena, por el paseo
del Óvalo, y otros por la plaza del Torico y su alrededores como la
calle Abadía.
Aunque nos faltó algún clásico como el Torreón, si que pudimos visitar
alguno de los más conocidos y otros no tanto:
- Tapas y copas (Paseo del Óvalo): un bar del montón, grande, con
una amplia terraza y con una carta de raciones de lo más normalito.
No es nada del otro mundo. Delicias de Teruel que es un plato de jamón con
pan y tomate, dos cokes y un Aquarius por 18 euros
. No es un exceso pero según nos dijeron esta es una calle cara en
comparación con otras de la ciudad.
Con más pinta de bareto pero una carta más apañada y unas raciones mucho
mejores como costillas adobadas y unos huevos con patatas con trufa.
Un plato que hay que probar, aquí, lo ponen con trufa blanca
rallada.
- Cafe Pub la Torre, solo pasamos a tomar algo de beber ya que
tiene la curiosidad de que colinda con la Torre del Salvador y con su
pared y parte del techo de cristal se tienen una vista de la torre desde
primera línea.
Como bar, en el horario que estuvimos nosotros (a media tarde), era más
para tomar café o copas.
- Bar Teruel: cerca de la Catedral, es el top de la ciudad pero,
ojo postureadores y amantes de la fotos cuquis en Instagram.
Antiguo en toda su esencia pero eso es, precisamente, lo que lo hace tan
bueno.
La gente de la ciudad va allí a tomar cervezas y a charlar, botellín en
mano uno tras otro, con un servicio de esos que parece que no se enteran
pero si.
De esos que están todo el rato charlando con los clientes y sirviendo a la
vez. Además es barato, muy barato. Cervezas a un euro y vinos a
1,20€.
La carta además no esta mal así que pedimos de todo: salmuera (un pincho
de anchoa), gambas rebozadas (una ración sencilla por solo 7€), un par de
albóndigas por 3€, gueña (un pincho de un tipo de chorizo de la zona
2,5€), Delicias de Teruel (media ración por 8€).
En total, con un agua, 3 helados, 4 vinos y una café salimos de allí
contentos y gastando solo 33,4€
Tiene la diferencia que no es de raciones de la zona como muchos de su
alrededor sino que está especializado en pintxos tipo vasco, de mucha
calidad y muy bien presentados por un servicio atento.
Está bien, muy bien, pero si vas a probar la gastronomía aragonesa
este no es el sitio. nosotros fuimos y nos morimos de gustazo con unos
pinchos de rollito de pato, guacamole con anchoa, pulpo (el más flojito de
todos) y hamburguesa de ternasco.
Cada uno a 2,20 euros con dos cokes y un agua todo por 13,4€
- Rokelin: es una cadena, franquiciada además, de restaurantes y
tiendas pero ya casi nos íbamos de la ciudad y queríamos más jamón!
Como en casi todos los sitios de Teruel, no se tapea y el rollo barra no
se lleva mucho.
Esperamos por una mesa y enseguida pudimos sentarnos y ver una carta muy
amplia y original, muy centrada, como no, en el cerdo: Delicias de Teruel
(14€ pero las mejores que probamos), longaniza gratinada (6€ con ali-oli,
estaba un poco fuerte) y rabo de cerdo frito (7€ riquísimo).
Con un par de aguas, un vino y un café todo por 33€.
A pesar de que casi nunca recomendamos franquicias esta se deja visitar.
Como veis hay poco, en un día o dos lo tenéis todo visto y comido pero la
visita merece la pena por ver la ciudad y por ver (y comer ;) en otros
lugares de la zona como Albarracín o Rubielos.
14. y para comer en Teruel
Gastrotaberna Locavore
Bartolome Esteban 10 | C/ Bartolome Esteban, 10,
44001 Teruel, España
+34 978 60 58 04
La Bella Neda Asador de Leña
Calle San Esteban 2,
44001 Teruel, España
+34 978 60 59 17
Yain
Plaza Juderia 9,
44001 Teruel, España
+34 978 62 40 76
Pura Cepa Vermú
Calle Joaquin Costa 4,
44001 Teruel, España
+34 978 03 17 82
y en los alrededores de Teruel :
15. Castillo Peracense

Otro de los castillos que tenéis que ver y visitar en la provincia de Teruel es el castillo Peracense.
El castillo data del siglo XI y desde entonces ha sufrido varias
modificaciones a lo largo de las conquistas.
Es un castillo de lo más curioso siendo toda una fortaleza de defensa al completo. En la actualidad durante la visita podréis conocer varias dependencias, sus murallas, sus Torres y desde lo alto del castillo podréis ver las vistas del valle del Jiloca.
El castillo de Peracense es uno de los más bellos e impresionantes de
Aragón.
El casco urbano de Peracense está vigilado por la silueta de su imponente
castillo, levantado en el siglo XIII sobre una fortaleza islámica anterior
.
El paso del tiempo no ha podido con esta inexpugnable edificación, que a día
de hoy, conserva sus estancias casi en su totalidad. Cuenta con una planta
de 4000 m² y tres recintos concéntricos.
Observa cómo la roca se funde con el castillo y cómo este se mimetiza con su
entorno, y es que la mayoría de edificios del pueblo, como la iglesia o el
ayuntamiento, están construidos, al igual que el castillo, con piedra de
rodeno, característica por su color rojizo.
Las mejores vistas del castillo y sus alrededores las obtendrás desde el
cerro de San Ginés, aunque ampoco tiene desperdicio la panorámica que
obtendrás desde la propia fortaleza.
Restaurante Los Poyales
Calle Arobalsa 1 | Ródenas,
44310 Teruel, España
+34 630 12 40 76
16. Otras Rutas Cercanas:
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