sábado, 5 de octubre de 2019

Escapate al Cañon del Rio Lobos en Soria, y descubre el Simbolismo Templario

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Uno de los mejores parajes que esconde Castilla y León es el Parque Natural del Cañón del Río Lobos. Un parque de 10.000 hectáreas con un cañón alucinante y un montón de rutas de senderismo que se convertirán en tu paraíso soñado si eres fan de la naturaleza.

Visitar el Cañón del Río Lobos es un plan imprescindible en cualquier escapada por Soria.

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Declarado Parque Natural en 1.985 para proteger dicha gea, fauna y flora y a su vez facilitar el contacto de los hombres con la naturaleza.

Indice: 

  1. ¿Cómo llegar al Cañón del Río Lobos?
  2. Burgo de Osma
  3. comer en el Burgo de Osma
  4. Ucero
  5. Fauna
  6. Flora
  7. Cuevas de San Bartolomé
  8. Cueva Galiana Baja
  9. Ermita de San Bartolomé
  10. Rutas y Sendas en el Parque 
  11. Comer en el Parque

1. ¿Cómo llegar al Cañón del Río Lobos?

         

Puedes acceder al Cañón del Río Lobos desde tres lugares:

Desde Ucero: es el acceso sur y es el acceso más típico. Desde allí llegas en un periquete al lugar más fotografiado del parque, con la Ermita de San Bartolomé como protagonista. Este es el acceso por el que entramos nosotros y del que te contaré todos los detalles para aparcar el coche un poquito más abajo.

Desde Hontoria del Pinar (Burgos): es el acceso norte a la parte alta del parque. Puedes aparcar el coche en el aparcamiento que hay en el sur de este pueblo y recorrer por la Senda del Río los 25 kilómetros del cañón hasta el Nacedero del Río Ucero, en Soria.

Desde el Puente de los Siete Ojos: está situado en la carretera SO-934 entre las localidades de Santa María de las Hoyas y Arganza, y es el acceso central al parque. Se sitúa en el kilómetro 12 del recorrido de la Senda del Río. Una vez dentro puedes dirigirte hasta la zona norte del parque o a la zona sur, lo que tú prefieras.

El acceso más común a la reserva es desde el pueblo de Ucero, en el km 16 de la carretera SO-920 que comunica El Burgo de Osma con San Leonardo de Yagüe.    

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Al llegar a la localidad de El Burgo de Osma tomar desvío a mano derecha en dirección a San Leonardo de Yagüe y el Cañón del Río Lobos.

La otra opción desde la capital es coger la carretera N-234 dirección Burgos y llegar hasta la localidad de San Leonardo de Yagüe. 

La Primera Etrapa de nuestra escapada nos situa en el 

2. Burgo de Osma

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Plaza Mayor de El Burgo de Osma

Los orígenes de El Burgo de Osma se remontan al primitivo asentamiento arévaco de Uxama, enclave que, siglos después, sería sometido bajo la jurisdicción romana.

La formación del núcleo actual de El Burgo de Osma se fraguó a partir del año 1101, cuando el obispo Pedro de Bourges (San Pedro de Osma) eligió como sede catedralicia un monasterio ubicado junto al río Ucero, hecho que favoreció el florecimiento de un próspero burgo de comerciantes y artesanos. Esta situación privilegiada se prolongaría durante siglos, llegando en época renacentista a poseer un centro universitario.


El Burgo de Osma, antigua y monumental ciudad episcopal, se sitúa al pie del río Ucero y ofrece uno de los recintos medievales mejor conservados de toda la provincia soriana. No en vano, la ciudad ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico.

Monumentos

Catedral de N.ª S.ª de la Asunción
siglos XII-XVIII

Catedral románica. Comenzó a construirse en tiempos de San Pedro de Osma y se mantuvo poco tiempo en pie, pues fue demolida para construir la gótica actual. Las obras comenzaron en 1232. 

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Considerado el más importante monumento de la villa y uno de los más destacados de la provincia. 

Todos los estilos artísticos, desde el románico más primitivo hasta el barroco del siglo XVIII, han dejado su huella en el templo.

La Catedral del Burgo de Osma es uno de esos edificios que imparten una completa lección de historia del arte por las numerosas ampliaciones, adaptaciones y dotaciones mobiliarias o litúrgicas que ha ido experimentando desde su construcción. 

Pero la Catedral no sólo deslumbra por su arquitectura y escultura, por sus retablos y vidrieras, por sus lienzos y frescos, por sus libros y documentos, por su orfebrería y tejidos; también ha condicionado la historia de la villa episcopal.

De la catedral románica que se comenzó a erigir tras la restauración diocesana por San Pedro de Osma (1101) quedan pocos restos pues fue demolida para construir la gótica actual.

El promotor del templo gótico fue el obispo Juan Díaz. Las obras comenzaros en 1232. La mayor parte de las capillas laterales del templo se edificaron durante el gótico final, lo mismo que el claustro gótico flamígero del siglo XVI.

De época renacentista cabe destacar la fachada y escalinata de la capilla de San Pedro, la Capilla de Santiago y alguna portada del claustro. Barrocas son la monumental torre y algunas cúpulas de capillas.

Sacristia de Catedral de N.ª S.ª de la Asunción

La más importante ampliación llevada a cabo en la Catedral se realizó en el siglo XVIII, durante el periodo neoclásico: sacristía mayor, capilla de Palafox, girola y otras dependencias construidas con el objetivo principal de dotar al templo de unos espacios dignos con motivo de la prevista beatificación de Juan de Palafox.

La Muralla
siglo XV

La muralla encierra el núcleo medieval burgense. Fue levantada por el obispo Montoya en 1458 considerando la situación por la que atravesaba Castilla en la época de Enrique IV, al no considerar suficiente defensa para la villa la fortaleza de Osma.


La muralla de mampostería de cal y canto con sillares en los ángulos que sirven de refuerzo y coronada de almenas, se conserva en algunos tramos. Su trazado, a partir de la Puerta del Puente Viejo, bordeaba el río doblando a la altura de la calle del Cubo (hoy Poeta Malo de Molina), atravesaba la calle Mayor, llegaba a la actual de Rodrigo Yusto, pasaba por delante del Seminario y se incurvaba enfrente del convento del Carmen; a partir de este punto el lienzo iba a encontrar la puerta del puente.


A lo largo de la muralla se abrían varias puertas, pero la única conservada es la de San Miguel, reformada en época del obispo Tello (1567-1578) según revelan sus armas.

Montoya dispuso construir la muralla por razones defensivas, pero no fue esta función la única que desempeñó a lo largo de la historia. La protección contra las pestes y contagios diversos fue objeto de especial cuidado por parte de los mandatarios municipales.


La muralla facilitó la labor de cobro de impuestos sobre productos que entraban a la población y fue también protagonista de actos protocolarios con fuerte carga simbólica, entre los que destacaba la entrada de los obispos que llegaban a El Burgo a tomar posesión.

El prelado y su comitiva se detenían ante la puerta por la que iban a entrar, entonces un representante de la villa pedía al obispo que, antes de traspasarla, jurase guardar sus usos, derechos y loables costumbres tal como lo habían hecho sus antecesores; el obispo, tras pronunciar el juramento, recibía las llaves de la villa con lo que, dueño y señor espiritual y temporal de ella, atravesaba la puerta.

La muralla perdió su razón de ser a raíz de la ampliación que experimentó la villa en el siglo XVIII con la creación de nuevos espacios urbanos.

Iglesia del Carmen
siglo XVI

Resultado de imagen de iglesia del Carmen el burgo de osmaEl terreno elegido para la construcción del Convento fue un paraje situado extramuros, muy cerca de la contramuralla.

En las obras , que comenzaron en 1595 intervinieron Juan del Castillo Sarabia, Domingo de Guizabal, Sebastián del Castillo y Juan de Echevarría.

La iglesia fue inaugurada en 1607.

La construcción responde fielmente al tipo carmelitano: cruz latina inscrita en un rectángulo, nave única, capillas laterales (hoy funcionan como naves, pero fueron espacios incomunicados entre sí), crucero y ábside plano poco profundo.

A los pies de la nave, cubierta con bóveda de cañón con lunetos, se sitúa el coro en alto.

Las antiguas capillas laterales se cubren con bóvedas de aristas o con cúpulas de media naranja sobre pechinas aveneradas. Los cortos brazos del transepto y el ábside están cubiertos con bóvedas de cañón. Una dominante cúpula de media naranja sobre pechinas cubre el crucero.

La capilla dedicada al Niño Jesús de Praga, comunicada con el crucero, se construyó en 1762.

En el interior de la iglesia destacan varios retablos tardobarrocos. A los pies del templo se venera la moderna imagen de Jesús de Medinaceli. Pero todos los ojos se centran en la imagen de la Virgen del Carmen, situada en un camarín en lo alto del retablo mayor.

La fachada de la iglesia, sugestiva combinación de piedra y ladrillo, es lo más interesante del exterior. Tiene forma de rectángulo rematado por un frontón.

Se divide la fachada en tres pisos, respetando un claro eje vertical de simetría. En el inferior se abre la portada de ladrillo con tres arcos de medio punto. Preside la fachada una escultura de la Virgen, realizada en 1640 por José Rodríguez.

Universidad de Santa Catalina
siglo XVI

La antigua Universidad de Santa Catalina fue costeada a mediados del siglo XVI por el obispo Alvarez de Acosta (1539-63).

Es un edificio de planta cuadrada de 53 metros de lado, con rasgos inequívocos del Renacimiento purista.

La portada consta de arco de medio punto, con el intradós encasetonado, entre columnas adosadas. En las enjutas figuran relieves de sabios ancianos, iconografía alegórica muy propia para un edificio universitario.

Encima del arco, una hornacina cobija la escultura de Santa Catalina, patrona de los filósofos y perteneciente a una familia de la que se consideraba descendiente el obispo Acosta.

A los lados, se colocaron sendos escudos del prelado donante, en los que figuran la rueda de santa Catalina y unas costillas, para significar que sus obras las hacía “a costa de sus costillas”.

El patio central está enmarcado por una arquería en dos pisos, la inferior formada por arcos de medio punto y la superior por carpaneles.

 La monumental escalinata de acceso al piso nobles, como el patio, es muestra de la sintonía de este edificio con las corrientes estéticas y tipológicas dominantes de la época.

En la balaustrada y el antepecho vuelven a parecer los escudos de Acosta.

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La bula fundacional del Colegio Universidad data de 1550. Acogía facultades de Teología, Filosofía, Derecho y Medicina. Los estudios se suprimieron en 1770 para ser recuperados en 1778.

Con motivo de la Guerra de la Independencia se clausuró de nuevo, retomando su actividad en 1814 para ser cerrada definitivamente como Universidad en 1841 al ser trasladada la institución a Soria, donde no pervivió.

Posteriormente fue Instituto de Enseñanza Secundaria y acogió los Cursos Universitarios de verano. Actualmente el edificio ha sido reformado para convertirlo en hotel termal.


Palacio Episcopal
siglo XVI

En la calle Mayor, cerca de la Catedral, se encuentra la residencia episcopal oxomense. Lo más interesante es la portada, de la época del obispo Alonso Enriquez (1506-1523).

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De esquema gótico hispano-flamenco, consiste en un arco de medio punto formado por grandes dovelas, con el intradós lobulado, enmarcado por un alfiz de recuerdo musulmán que se apoya en ménsulas y que acoge el escudo del obispo Enríquez.

La importancia de la dignidad episcopal en El Burgo de Osma es tanta que difícilmente podrá llegar una comprensión integra de los valores de la población sin tener en cuenta este estrecho vínculo entre pueblo y templo, entre vida ciudadana y presencia eclesiástica.

Desde 1342, el obispo fue señor temporal de la villa y su tierra, al adquirir los derechos al Cabildo Catedral.

En la actualidad, el Palacio acoge, además de la residencia y oficinas episcopales, el archivo diocesano.

Iglesia de Santa Cristina (Osma)
Siglos XVI-XVIII

La iglesia de Santa Cristina se erige en la ribera derecha del río Ucero, engrandecido por las aguas del Abión que desemboca unos metros más arriba. Su emplazamiento es testigo del suave rumor del río, junto al vetusto puente pétreo, al pie del castillo roquero y bajo la mirada de la primigenia Uxama Argaela.

El templo es de planta de cruz latina, de una sola nave, coro en alto a los pies, cúpula de media naranja sobre pechinas cubriendo el crucero y presbiterio con testero plano. La cubierta de la nave central es de bóveda de cañón con lunetos y tramos separados por arcos fajones de medio punto que se corresponden al exterior de los contrafuertes.

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El grueso del actual templo data de principios del siglo XVIII. Fue proyectado por Domingo Zaguirre y ejecutado por Alonso Martínez de Ochoa y Manuel de Arribas.

En 1779, el edificio sufrió un incendio y las obras de restauración concluyeron en 1782. De anteriores etapas, lo más destacado es la portada renacentista, de la segunda mitad del siglo XVI, con dos columnas corintias ante pilastras sobre podium que flanquean un arco de medio punto con el relieve del Padre Eterno en el tímpano.

En 1789, el presbítero oxomense Felipe Sanz, canónigo de la Catedral, solicitó y recibió el cuerpo de Santa Cristina, procedente de Roma, y lo entregó a esta iglesia de la que es titular y en cuyo retablo mayor se venera desde entonces.

El Castillo (Osma)
Siglos X, XI y XVIII

La fortaleza se sitúa en lo alto de un macizo rocoso que separa los cauces de los ríos Abión y Ucero y se separa por un collado de los páramos que limitan los valles del Duero al sur.

En el 912 está documentada la puebla de Osma y aunque podría pensarse en una repoblación de las ruinas de la ciudad romana de Uxama, hay evidencias de estructuras en el cerro del actual castillo que permitían localizar allí esta inicial puebla.

Entorno al 933, cuando se produce la primera derrota en Osma de las tropas califales o en el 934 cuando Ramiro II de León y el conde Fernán González se refugian en el castillo (hay dudas si en éste o en el de Gormaz), debe estar construyéndose por el leonés la mayor parte de la fortaleza que hoy vemos.

La importancia estratégica del castillo de Osma se incrementa decididamente tras la derrota musulmana del 939, en la continuación de la batalla de Simancas, al sur de Gormaz.

El Califato reacciona en los años siguientes recuperando Gormaz y fortificándola.

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Así pues durante cincuenta años (entre el 934 y el 989) el castillo de Osma fue la principal defensa de las puertas del reino de León en este tramo del Duero y sin duda el castillo cristiano más expuesto al ataque del terrible enemigo musulmán.

La obra de Ramiro II de León se adosa a las torres precedentes y estaba fabricada de gruesa mampostería con gran abundancia de piedras romanas y soberbios sillares labrados con marcas de cantería en esquinas, puertas y saeteras.

El castillo alto tenía cuatro torres (las dos preexistentes y las dos nuevas, una de ellas pentagonal y hueca) y dos puertas. al norte y al sur, que permitían bajar hacia los rios Abión y Ucero.

Cincuenta años resistiendo frente al Califato y frente a la formidable fortaleza de Gormaz es mucho tiempo pero al final, Almanzor era Almanzor, y Osma cae en sus manos en el 989. En el 994 caen San Esteban y Clunia y al año siguiente el conde castellano Garci Fernández perderá su cabeza en Alcozar.

El famoso general algecireño repoblará con árabes y refortificará el castillo de Osma y parte del chapado exterior de la torre que mira a Uxama podría ser suya, manteniéndose en poder del Califato hasta el 1011 en que pasa de nuevo a manos cristianas.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí

Puente medieval de origen romano (Osma)
Siglo I a. C.

Conocido popularmente como “Puente de la Torre del Agua”.


Eduardo Saavedra y Moragas (1829-1912), que tomó este puente como punto de partida para describir la vía entre Uxama y Augustóbriga, sostiene que la fábrica contiene mucho sillarejo, el aparejo es deficiente e irregular, la rasante es en forma de “lomo de asno” propio de los puentes medievales y que existen sillares grabados con iniciales, muy propio del medievo.

También hay otra corriente de opinión muy autorizada, entre ellos, Carlos Fernández Casado (1905-88), que piensa que existen suficientes materiales originales de origen romano como para que se le pueda acreditar su filiación: sillares perfectamente labrados, sobre todo en las bóvedas menores y en boquillas, las hiladas de piedra intentan mantener la misma altura, los tajamares en cuña así como en su fábrica, parecen romanos, los signos epigráficos aparecidos en algunas piedras, son caracteres del antiguo alfabeto ibérico, muy comunes en las obras civiles romanas, construidas con mano de obra local.


En el plano de la Villa realizado por Francisco Coello de Portugal en 1860 figura como “habilitado”.

Consta de 3 vanos con arcos de medio punto. Entre medias dos fuertes pilas reforzadas por dos potentes tajamares-espolones en forma de cuña y sombrerete a dos aguas que en altura no sobrepasan los riñones de los arcos.

Paramentos hasta estribos con sillares de piedra caliza irregulares en volumen; en las zonas inferiores predominio de sillarejo y en tímpanos piezas de mayor calado, con un labrado adecuado, bien ensambladas. En tajamares y espolones la piedra es mas regular. Tablero a dos aguas y gruesos pretiles de sillar y sillarejo coronado por una fina albardilla del mismo material.

El firme actual está compuesto por canto rodado y lajas. Hay escaleras de piedra en ambas caras para acceder al río (estribo izquierdo).

y para comer en el Burgo de Osma


La Dehesa de Osma
C/ Real 92, 
42300 El Burgo de Osma, España
+34 975 34 18 18

El Asador
Calle Mayor 71,
 42300 El Burgo de Osma, España
+34 975 25 31 27

y de precio mas moderrado

Vega Ucero
Calle Mayor 28, 
El Burgo de Osma, España
+34 606 14 29 20

Desde aquí nos dirijimos hacia el Pinto de entrada al Cañon,

4. Ucero

El pueblo está situado en una zona de origen cretácico, como así lo certifican numerosos fósiles aparecidos.

El conjunto calizo se ha erosionado formando un Karst que en superficie muestra alguna torca, abundantes cuevas y sumideros, cuenta con numerosas fuentes conocidas como Fuentillas.

Dista de Soria 78 Km., se accede por la carretera comarcal SO-920; y por la N-234 hasta San Leonardo en dirección Burgo de Osma.

Su castillo templario bien merece una visita ya que desde donde se situa, dispondremos de un mirador excelente para contemplar la misma villa de Ucero

En los últimos años, la villa de Ucero ha recobrado una cierta pujanza y vitalidad gracias al "descubrimiento" por parte del turismo de la belleza del parque Natural del Cañón del Río Lobos.

Pero Ucero, además de ser la puerta al Parque, fue una villa importante en la Edad Media de Soria y en su comarca han quedado numerosos testigos de aquellos tiempos. Como no podría ser de otra manera, en este patrimonio monumental destacan el románico rural disperso en las aldeas cercanas.

Castillo de Ucero

El Castillo de Ucero se encuentra encaramado sobre un altozano que domina la localidad en dirección al este.

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Su aspecto monumental y la posibilidad de ser divisado desde diferentes carreteras circundantes lo convierte en uno de los más espectaculares y fotogénicos de la provincia. ¡Es una verdadera lástima el estado de abandono y ruina en que se encuentra!

Para llegar hasta esta fortaleza se parte desde la localidad de Ucero a través de una calle asfaltada y empinada junto al puente. Una vez en el monte, hemos de subir siguiendo una vaguada desde la que pronto empezamos a divisar el remate de la torre del homenaje y algunos de los muros periféricos.

Una vez alcanzada nuestra meta, y por breves instantes, nuestra atención se olvida del castillo para centrarse en los espléndidos paisajes que se divisan desde este mirador. A unos centenares de metros se puede contemplar a la perfección la entrada al Cañón del Río Lobos.

Esta fortificación medieval parece ser obra del siglo XIII con reformas posteriores, especialmente del XVI.

Tradicionalmente se le ha asociado a los templarios (al igual que la ermita de San Bartolomé del Cañón del Río Lobos) de la que no está muy alejada.

Consta de dos recintos exteriores maltrechos y los del propio castillo donde sobresale su espigada torre del homenaje.

Al parecer existe un pasadizo que comunica el castillo con el río Chico próximo cuya finalidad era la de la obtención de agua en caso de asedio.

Como iremos viendo, lo mejor conservado es, con diferencia, la torre del homenaje que todavía conserva ventanales ajimezados del siglo XIII con arcos decorados con puntas de diamante y cabecitas humanas, además de capiteles y mensulitas con los típicos crochets góticos de esa época.

También son bellas las ménsulas trilobuladas que soportaban los matacanes desaparecidos.

Con todo, lo más atrayente y ciertamente misterioso es el conjunto formado por una gárgola con cuerpo de águila -cuya cabeza muestra orejas prominentes- que sujeta una pareja de serpientes con sus patas- y una ménsula donde aparece un personaje de largo pelo y túnica que porta un objeto en sus manos (se ha interpretado como un Evangelio, una filacteria, un instrumento musical e, incluso, un jarrón).

Visitar el interior de dicha torre del homenaje conlleva un cierto riesgo dado el estado de deterioro de la misma.

De hecho hay que entrar en ella por un hueco abierto en medio de una de las paredes. No obstante, entrar en ella es sumamente interesante, puesto que se encuentra todavía abovedada en su piso superior (debió tener otros pisos acotados con suelos de madera).

La citada bóveda es de crucería sencilla. Los nervios cruceros tiene como clave un Agnus Dei.

Resultado de imagen de Castillo de UceroLas cuatro ménsulas de apoyo de los nervios está esculpidas con misteriosos personajes, dos de ellas con grupos de tres haciendo gestos con los brazos.

Lo que en otro lugar podría ser interpretado como simples esculturas sin mayor trascendencia, en este lugar y dadas su asociación a los templarios, se antojan figuras que podrían estar significando algo misterioso que se escapa a la mentalidad del hombre del siglo XXI.

La contemplación del patio de armas deprime a cualquier amante de nuestro patrimonio. Los muros están carcomidos y desmochados; el terreno es irregular y la maleza hace casi inviable adentrarse en él.

El Castillo de Ucero es actualmente una ruina progresiva por lo que es muy necesario acometer urgentemente obras de consolidación y restauración que aseguren su supervivencia, dado su interés histórico, paisajístico y monumental.

Ruinas de la Iglesia Románica

También hay que mencionar que, a unas decenas de metros del castillo, hay una iglesia románica en ruinas, de fábrica de mampostería.

Para quienes defienden la autoría templaria, pertenecería al convento de esta orden.

Otros piensan que la antigua población de Ucero estaba encaramada a este cerro y se trata de la iglesia parroquial.

 Allí se encuentra la casa del parque del Cañón del río Lobos, un centro de interpretación instalado en un antiguo molino.

Aparcar el coche para acceder al Cañón del Río Lobos desde Ucero

Si accedes al parque desde Ucero tienes dos opciones para dejar el cochecito leré:

Si eres un poco vago, (obviamente esta es la opción que escogimos nosotros): puedes dejar el coche en el Parking de Valdecea, el parking más próximo al parque desde el acceso de Ucero. Desde el aparcamiento tiene la Ermita de San Bartolomé a tan solo un kilómetro andando.

El parking es de pago, 4 euros por coche, 2 euros para motos y 5 euros para autocaravanas. El precio por aparcar incluye también la visita a la Casa del Parque del Cañón del Río Lobos.

Si no quieres pagar cuatro euros y no te importa andar: puedes dejar el coche en el Parking Engómez.

En este caso tienes algo más de 3 kilómetros de paseo hasta la ermita, pero el aparcamiento es gratuito.

Casa del Parque del Cañón del Río Lobos (Ucero)

Situada en Ucero.

Muestra la flora y la fauna del Cañón, el proceso de formación del mismo y todo lo relacionado con este bello paraje.

Servicios prestados en el centro: Punto de información del Parque Natural, contenido expositivo, sala de usos múltiples, sala de exposiciones temporales y aseos.

El centro está dividido en tres plantas:

Planta baja: Donde se encuentra situada la recepción en la cual un monitor le ofrecerá información sobre el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, una maqueta del Parque Natural y una sala de usos múltiples para la realización de talleres.

Planta primera: Planta de exposiciones temporales.
Planta sótano: Sala de audiovisuales.
Accesibilidad: Accesible. Rampas de acceso, ascensor y baño adaptado para discapacitados. 

Situada a la entrada del Cañón: Piscifactoría de Ucero. Ctra. Burgo de Osma - San Leonardo, km. 16. 42317 - Ucero (Soria) Tlfno: 975-363564.

Para visitar la Casa del Parque, los grupos deben concertar cita previa.

Consulta a los monitores o a los Guardas Forestales tus dudas y necesidades.

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Teléfono: 975 363 564 
Dirección: Ctra. SO-920 Burgo de Osma-San Leonardo de Yagüe, Km. 15,5
Web: http://www.patrimonionatural.org/casas.php?id_casa=15

para comer en Ucero

La Parrilla De San Bartolo
ctra. de Burgo de San Leonardo, 
42317 Ucero, España
+34 975 36 35 63

Justo a la entrada del cañón hay un parking y un restaurante (y unas barbacoas ¿?). Como íbamos con los peques e íbamos un poco justos de hora, en lugar de aparcar en la entrada, que es gratis, y recorrer la distancia que hay hasta el ermita de San Bartolomé, decidimos continuar con los coches hasta el último parking, de pago, al que se puede llegar. Pagamos los 4 euros que cobran por vehículo y que incluye la visita a la casa del parque del cañon del río lobos, y comenzamos nuestra pequeña ruta.

Desde este parking hasta la ermita de San Bartolomé y la Cueva Grande o de San Bartolomé hay aproximadamente 1km de ruta sin apenas desnivel.

Salimos desde el parking y cruzamos el río por unas piedras colocadas para facilitar el paso a quienes quieren hacer la ruta por la senda que discurre junto al río.

Fuimos todo el camino observando el río, aprovechando la sombra que por esta margen proyectan al mediodía los arboles que crecen en la ribera.

GEOLOGIA: La formación más espectacular es el propio Cañón fruto de la doble acción erosiva, de desgaste. El resto del conjunto calizo se ha erosionado formando un Karst que en superficie muestra alguna torca, abundantes cuevas, simas y sumideros; mientras que en profundidad es un ejemplo de funcionamiento de acuífero y de aguas subterráneas.



5. Fauna

Dado que el acantilado es el paisaje característico del Parque lo más representativo es el buitre Leonado. Sin embargo existen otras especies, tales como el águila real, águila pescadora, águila culebrera, halcón peregrino, azor, milano, ratonero, cernícalo, especies propias de ríos y arroyos tales como el ánade real, martín pescador, etc. en cuanto a rapaces diurnas.

De las nocturnas destacan: El búho real, búho chico, lechuza, cárabo, mochuelo, etc. Los mamíferos más frecuentes son el corzo, el jabalí, conejo, ardilla, liebre, zorro, garduña y comadreja. La representación en cuanto a anfibios y reptiles puede ir encabezada por las especies de víbora existentes, seguidas por un sinfín de especies de culebras de agua, lagartos, lagartijas y ranas.

El río está cubierto de nenúfares con flores amarillas sobre los que con suerte, paciencia y afinando la vista, podréis ver ejemplares de rana verde común o de culebras de agua, además de peces y multitud de mariposas y libélulas.

Culebra Acuática – Cañon del Rio Lobos – Soria
Rana sobre Nenúfar – Rio Lobos – Soria
Imagen relacionada

Buitre leonado





6. Flora

La diversidad de los diferentes estratos del Cañón, ha dado lugar a asociaciones florales intrínsecas.

La población vegetal que habita este espacio natural está compuesta por diferentes especies entre las que destaca los emblemáticos sabinares de sabina albar. Junto a este árbol se pueden ver poblaciones abundantes de pino pudio, quejigo y encina. 

Fotografía del Río Lobos
Rio Lobos

En los espacios cubiertos de matorral se pueden ver enebros, gayubas y aliagas, que se complementan con tomillo, espliego y salvia.

Las riberas están pobladas por los chopos, alisos, álamos y los sauces y en las aguas hay nenúfares, eneas y lentejuelas.

En el roquedal podemos encontrar especies como la Saxifraga cuneata y la Linaria supina o las conocidas como zapatitos de la virgen y el ombligo de Venus.

Una pista de tierra penetra un trecho en la garganta antes de extinguirse. Desde allí se continúa a pie por una senda paralela al río.

Quienes solo pretenden un contacto ligero con el espacio, suelen seguir la senda hasta la ermita de San Bartolomé, una bonita iglesuela románica del siglo XIII, testimonio de la presencia templaria en el desfiladero.

El cañón, formado por la erosión del río Lobos, se sitúa en las sierras que separan las estribaciones de la Cordillera Ibérica y la alta meseta del Duero, recorriendo más de 25 km, por las provincias de Burgos y Soria.

Un itinerario que seguirían los peregrinos para conectar con la ruta jacobea del Camino de Santiago.

7. Cuevas de San Bartolomé

La Cueva Mayor y la Cueva Menor del Parque natural del Cañón del Río Lobos son dos cuevas de diferente tamaño con restos de grabados rupestres de la edad de bronce.

Una vez que cruzamos el puente, giramos a la derecha donde encontramos la gran oquedad que da entrada a esta enorme cueva.

Sin mucha dificultad, nos adentramos en la cueva para recorrer los 100m de profundidad que tiene aproximadamente. 

Esta es al menos la parte accesible, desconocemos si existen grutas o galerías subterráneas que salgan desde esta cueva.

En el interior de la cueva hay algunos grabados, pero la principal atracción son las vistas desde su interior. 

La cueva no cuenta con estalactitas ni con columnas, pero si miramos al exterior veremos como las paredes de la cueva hacen de marco para la imagen de la ermita de San Bartolomé. 

No en vano, es probablemente la imagen más conocida del Cañón del Río Lobos.

Además, la Cueva Mayor permite una vista muy especial de la ermita, y ambas cuevas están rodeadas de misterio y leyenda al haber acogido al ser humano desde hace tanto tiempo.

8. Cueva Galiana Baja

Resultado de imagen de Cueva Galiana Baja

Con una edad estimada de al menos 700.000 años, la cueva de la Galiana Baja es la más conocida de las centenares de cavidades que las aguas subterráneas han ido labrando a través de los terrenos kársticos del Cañón del Río Lobos.


La cueva de la Galiana Baja se encuentra al pie del alto del mismo nombre y justo encima de la surgencia o nacedero del río Ucero. 

Tiene una gran boca de entrada, de 7 metros de ancho por 3 metros de alto, y una longitud total de 1,330 metros. 

Toda la cueva se compone de una única y amplia cavidad, salvo al principio y al final donde aparecen pequeñas bifurcaciones. 

  

Su desarrollo es prácticamente horizontal, aunque en algunos puntos encontramos zonas de derrumbes con grandes bloques.

El techo de la cueva llega a alcanzar los 15 metros de altura, descendiendo progresivamente hasta juntarse con el suelo al final de la cavidad. 

A lo largo de todo el recorrido nos encontramos con diferentes formas litogénicas: gours, columnas, estalagmitas, estalagtitas, coladas, etc., que el guía nos va explicando.

simas y cuevas casa del parque del cañon rio lobos

9. Ermita de San Bartolomé

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El debate sobre el origen, situación e incluso orientación de la ermita de San Bartolomé, San Juan de Otero o San Bartolo como se la conoce popularmente, sigue estando aún abierto.

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Hay quien le atribuye un origen templario ligado al castillo que la misma Orden tenía en la cercana localidad de Ucero, una de las entradas al hoy Parque Natural del Río Lobos (Soria) donde se encuentra la ermita.

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Precisamente según cuenta una leyenda, el apóstol Santiago tras saltar con su caballo uno de los farallones del cañón, dejó impresas las huellas del equino sobre la piedra a la vez que su espada caía al suelo, donde quedó clavada, señalando de esa manera el punto donde se levantaría la ermita.

Lo cierto es que el entorno de la ermita estuvo habitado desde la Edad del Bronce, encontrándose vestigios de presencia humana en la Cueva Grande situada junto a la ermita, y donde siglos más tarde se realizaría el culto de la Magna Mater, la Madre Tierra de origen frigio, tan extendido en Roma desde el siglo III a.C.

Un lugar mágico para muchos, con una gran fuerza telúrica y el centro del mundo para los caballeros de la Orden del Temple, ya que la distancia desde San Bartolomé, hasta los cabos de Creus (Girona) al este y Finisterre o Toruiñán (A Coruña) al oeste, es equidistante.

Además si se traza una línea vertical de norte a sur, cruzándose en este mismo punto se divide la península en dos mitades, dibujándose una cruz templaria.

   

Muchos consideran a la ermita de san Bartolomé la obra cumbre del simbolismo templario, llena de signos esotéricos tan utilizados por las Cofradías de Constructores del Medievo.

De estilo románico o protogótico su construcción data del primer tercio del siglo XIII. Las marcas de cantería atribuyen el trabajo a aquitanos (Aquitania, Francia) en la labra de los sillares, mientras que el crismón del ábside indica, según los investigadores, que la iglesia fue construida por una cofradía de los Hijos del Maestro Jacques que perdura hoy en ese país con el nombre de Compañeros Pasantes del Deber.

Con planta de cruz latina, y ábside semicircular, el cuerpo central está formado por una sola nave sobre la que se abren los brazos del transepto, que alberga los dos rosetones que iluminan el interior, de sendas celosías caladas en forma de estrella de cinco puntas, en la que confluyen entrelazados diez corazones y un pentágono interior. Estos óculos tendrían un carácter esotérico solo accesible a los iniciados.

En el cruce de naves, el transepto es de menor altura que la nave mayor, algo inusual en una iglesia de estas características.

Su fachada protogótica, que se abre en el lado sur, presenta una arcada muy apuntada de seis arquivoltas con sobria decoración, que se sustenta en columnas de fustes muy esbeltos.

En ésta y en el brazo sur del crucero se encuentran numerosos canecillos en distinto estado de conservación: cabezas de mujeres, la letra H, un barril, un hombre con un tonel, cuatro cabezas formando una cruz… y con distintos significados: números sagrados, laberinto, el hermafroditismo del alquimista, parejas iniciáticas, el silencio…

   

En el interior la imagen de la Virgen de la Salud, a cuyos pies se encuentra tallada una cruz patada o cruz paté (asociada con los caballeros templarios), y que alberga en su interior una flor de seis pétalos, también llamada Flor de la Vida, un símbolo de más de 6.000 años de antigüedad presente en todas las culturas del mundo.

La tradición sostiene que en el solsticio de invierno los rayos solares que atraviesan el rosetón meridional del transepto, iluminan precisamente esta losa, que trasmite a quienes la pisan la energía de este lugar de poder.

Según algunos, esta losa, colocada en el suelo bajo la misma vertical del arco toral que da acceso a la capilla del Evangelio, no es más que un elemento de carácter funerario, al estilo de las estelas sepulcrales paleocristianas y visigodas.

Sin embargo, las únicas tumbas que hay son las de los arcosolios de las capillas del transepto.

Resultado de imagen de ermita san bartolome planoEl apóstol Natanael o Regalo de Dios, llamado Bartolomé por ser hijo de Ptolomeo `el que abre los surcos´, fue objeto de fuerte devoción por los freires del Temple, que lo relacionaban con la inmortalidad ya que sobrevivió al desollamiento al que lo sometió Astiagés, rey de Armenia.

El 24 de agosto día de su festividad, se organiza una romería a la ermita, y es el único día del año en el que permanece abierta.

Un estudioso del conocimiento heterodoxo, Juan García Atienza, aportó una explicación audaz en la década de 1970, al divulgar la equidistancia del templo con los cabos de Fisterra (Finisterre) y Creus, los dos confines del norte peninsular.

La hipótesis no desveló cómo podían los templarios saber ese hecho en la edad media, sobrentendiendo supuestos conocimientos arcanos de la orden.

Dicha teoría se complementa con la creencia que los templarios se interesaban por antiguos «lugares de poder» de los tiempos precristianos, parajes donde tradicionalmente se rindió culto a las deidades de la naturaleza.

 Precisamente, una laberíntica maraña de cuevas, grutas y simas se abre en los acantilados que guarecen la ermita.

Acantilados y cuevas en el cañon del río Lobos 

Se ha verificado su uso ritual en tiempos remotos. Las cavidades en la tierra desempeñaron un papel protagonista en los cultos a diversas diosas, como la griega Gea (Gaia) o la fenicia Astarté (Ishtar). 

Creencias y devociones al margen, podemos garantizar que varias cuevas del Cañón del río Lobos ofrecen armoniosas perspectivas de la ermita de San Bartolomé, muy adecuadas para los aficionados a la fotografía.

Acabada la visita, se puede regresar a la casa del parque o seguir explorando la garganta

Acabada la visita al templo, una decisión apremia: dar media vuelta y regresar a la casa del parque, completando una excursión que habrá durado unas dos horas; o perseverar en la exploración de la garganta. La segunda opción obliga a elegir alguno de los caminos existentes. 

Horarios para visitar la ermita:
La entrada a la ermita cuesta 1 euro.
En invierno sólo abre los fines de semana de 11 a 15 h y de 17 a 19 h.
En verano abre todos los días, salvo los lunes, de 11 a 15 h y de 17 a 19 h.

Hay quince señalizados.

10. RUTAS: En el parque se proponen 15 pequeñas rutas. 

Rutas de Senderismo

Todo el parque está atravesado por innumerables pistas y caminos, y muchos tramos han sido balizados como pequeñas rutas mediante las características marcas blancas y amarillas.

Sin embargo, son cuatro las sendas principales que permiten recorrer las zonas más relevantes del parque y que son más que suficientes para tener un excelente conocimiento del mismo.

A continuación ofrecemos una pequeña presentación de cada una de estas cuatro sendas, y acompañamos en archivos en formato .pdf los excelentes folletos interpretativos editados por el Parque que hemos escaneado.

Al margen de estas rutas de senderismo, apuntamos también como la visita más típica al parque el Paseo a la Ermita de San Bartolomé (tal como la hemos descrito en el apartado anterior), un agradable paseo de ida y vuelta de menos de dos horas de duración que es apto para todos los públicos.

1. Senda del Río

Lineal hasta 25 km (ida)
divisible en varios tramos

La Senda del Río es una ruta lineal que sigue el cauce del río Lobos de un extremo del Parque Natural al otro, recorriendo los 25 km que separan el puente romano de Hontoria del Pinar en Burgos del puente del nacedero del río Ucero a la salida del Cañón en tierras sorianas.

Es sin duda la senda más relevante del Parque, tanto por su envergadura como por su popularidad, y porque permite acceder al alma de este espacio natural, que es el interior del cañón en si.

La senda tiene varios puntos de acceso, no sólo desde sus dos extremos sino también desde su punto intermedio en el Puente de los Siete Ojos, haciendo que sea fácil conocer diferentes zonas de la misma.

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Evidentemente, al ser una senda lineal, no es necesario recorrerla en toda su considerable extensión, sino que se puede hacer el tramo que uno quiera, sabiendo que luego hay que "desandar lo andado".

Otra opción, si disponéis de más de un vehículo, es dejar un coche en un sitio y desplazarse en el segundo a otro punto de acceso, para así recorrer ese tramo en un solo sentido.

La ruta no presenta apenas dificultad, siendo prácticamente llana en todo su trazado, y aunque el suelo puede ser un poco irregular en algunas zonas, con un buen par de botas no supone ningún problema.

Es importante tener en cuenta que en épocas de crecida el camino puede resultar intransitable y el cauce imposible de cruzar por las piedras pasaderas en algún tramo (en caso de duda, informarse antes en la Casa del Parque).

Dicho esto, también es cierto que en gran parte del año el cauce el río Lobos aguas arriba del Pozo Perín se queda seco, sin agua, mientras que entre el Pozo Perín y Ucero está constituido por una sucesión de pozas comunicadas por apenas un hilito de agua.

El folleto adjunto tiene toda la información detallada de la senda que puedes necesitar, y hay poco que añadir, acaso estos tres consejos o recomendaciones personales.

(1) Accediendo desde Ucero, hay tres zonas de aparcamiento dentro del propio Cañón: Fuente Engómez, Cueva Fría y Valdecea.

 Es tentador continuar hasta el último parking para empezar a andar, porque se puede, pero así nos perdemos un par de kilómetros de un paisaje bien impresionante, que a pie se aprecia de otra manera.

(2) A partir de la ermita hay unos cinco o seis kilómetros especialmente entrañables, coincidendo con la zona de reserva de Castillo Billido.

 Desde el Pozo Perín todavía nos queda un buen par de kilómetros hasta el Puente de los Siete Ojos, y para muchas personas este tramo resulta algo decepcionante y sin alicientes (y además el puente no tiene interés especial, a pesar de lo sugerente de su nombre).

Por lo tanto, nuestra recomendación aquí sería dar la vuelta en este punto, y con los cuatro kilómetros que te ahorras quizás hacer parte de la Senda del Castillo en Ucero.

(3) En determinadas fechas (Semana Santa, Puente del Pilar, días centrales del mes de agosto) hay momentos en los que se puede saturar de visitantes el entorno de la ermita de San Bartolomé.

A pesar de ser un espacio natural frágil, el actual modelo de gestión del Parque no prevé ninguna restricción respecto al número de visitantes. Si quieres evitar las aglomeraciones, una buena opción puede ser hacer el tramo de la Senda del Río aguas arriba del Puente de los Siete Ojos.

Es una zona mucho menos frecuentada, pero muy amena y con algunas paredes de caliza espectaculares así como muchas aves. Además ofrece más sombra en los meses de calor.

2. Senda del Castillo

Circular 6,5 km

De las cuatro principales rutas de senderismo propuestas por el Parque, la Senda del Castillo es la única que no pasa por el eje central del Cañón. Se trata de un itinerario circular que discurre en torno al tramo alto del río Ucero, entre el nacimiento del río y su paso por el pueblo de Ucero.

En su recorrido se pasa por el castillo de Ucero, de libre visita, y se atraviesa un túnel romano que formaba parte de la conducción de agua a la ciudad romana de Uxama a 20 km de distancia.

Al tratarse de un recorrido circular se puede empezar a andar en cualquier punto, pero quizás lo más recomendable sea iniciar el camino en la Casa del Parque, aprovechando para visitar el interesante centro de interpretación.

El folleto del Parque (adjunto) propone seguir la ruta en sentido horario, pero a nosotros nos parece más bonito en sentido inverso y siempre lo hacemos así.

La Senda del Castillo es una ruta muy variada, muy interesante, y diferente.

Ofrece una alternativa más tranquila que la zona de la ermita en días de mucha afluencia de público.

Además, desde el castillo se disfrutan espectaculares vistas hacia el propio Cañón y el Alto de la Galiana.

 En definitiva, nos parece una excelente opción para tener una visión un poco diferente del Cañón o para ampliar y complementar una visita al Castillo de Ucero.

El paseo tiene una duración de unas dos horas y no presenta grandes dificultades, excepto una buena cuesta para subir al cerro del castillo.

La senda incluye el paso por un túnel romano de 133 m de longitud, pero los claustrofóbicos pueden evitarlo acortando el recorrido y quitando de esta manera unos 1,5 km, accediendo directamente al castillo desde el pueblo por una subida muy empinada.

 También hay que señalar que el sendero cruza el cauce del río Chico, que normalmente se encuentra seco pero en época de lluvias puede representar un obstáculo (consultar antes con la Casa del Parque).

3. Senda de las Gullurías
Circular 9 km

La Senda de las Gullurías es otra ruta circular, en este caso de unos 9 kilómetros de largo, con punto de partida y llegada en la Casa del Parque de Ucero. Permite ver la zona más conocida del Parque Natural desde otra perspectiva: desde lo alto.

El nombre de la senda hace alusión al Mirador de las Gullurías, el hito principal de este recorrido, desde donde se tiene una gran vista panorámica sobre el Cañón a la altura de El Cuartal.

Otro aliciente de este sendero es que sus primeros kilómetros nos permiten conocer la agreste paramera, un entorno de pedregales, sabinares, jaras y plantas aromáticas que supone uno de los principales ecosistemas de esta zona, y disfrutar de unas bonitas vistas hacia el sur, donde cierran el horizonte las montañas del Sistema Central.

Posteriormente la senda nos llevará a través de otros hábitats característicos del Parque (pinar, ribera, cortados, chopera...), dándonos una buena idea de su diversidad.

Tras pasar por el mirador, el camino desciende al fondo del Cañón a unos 500 metros aguas abajo de la ermita de San Bartolomé. En este punto tenemos la opción de remontar el río Lobos hasta la ermita y más allá, hasta donde queramos, o de continuar con el recorrido circular, que sigue el río Lobos en sentido aguas abajo. En el segundo caso, siguendo la senda del río, pasaremos por los parajes de Valdecea, Cueva Fría y Fuente Engomez para llegar al nacedero del río Ucero, justo donde desemoboca el río Lobos.

Gracias a las mejoras que se han ejecutado en los últimos años, el camino de regreso desde el Puente del Nacedero a la Casa del Parque se hace por una senda señalizada que recorre el perímetro del camping de Ucero, cruza el canal de la piscifactoría, y atraviesa unas frescas choperas, de manera que ya no es necesario seguir la carretera como se indica en el folleto interpretativo adjunto (que tiene más de 20 años).

Este sendero ofrece pocas dificultades para cualquier caminante, una vez superada la fuerte cuesta al inicio del camino. En épocas de crecida, cuando no es posible cruzar el río Lobos siguiendo la Senda del Río, la Ruta de las Gullurías constituye una manera alternativa de llegar hasta la ermita, yendo y viniendo por el camino de la paramera.

También apuntar que si llegados al Puente del Nacedero todavía hay ganas de andar, en vez de volver inmediatamente a la Casa del Parque existe la opción de incorporarse a la Senda del Castillo, una combinación sin duda muy recomendable.

4. Senda de Hontoria

Circular 10 km

En Hontoria del Pinar el río Lobos inicia su travesía por la meseta caliza que abarca el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, enfilando un angosto valle que poco a poco se va profundizando y ensanchando. En este primer tramo del Cañón encontramos un paisaje muy distinto al de los altos farallones que caracterizan el último tramo del Cañón cerca de Ucero.

Aquí el río se adentra en un tupido pinar donde de vez en cuando topamos con algún afloramiento rocoso, enmarcado por los árboles. Es una zona más primitiva, más íntima, menos transitada, pero igualmente recomendable del Parque Natural.

La Senda de Hontoria es una ruta circular de poco más de 10 kilómetros de largo que nos lleva por este primer tramo del Cañón del Río Lobos hasta el paraje de La Isla, para luego remontar por un camino lateral a los sabinares del páramo de El Hocino y retornar a Hontoria bajando por un empinado barranco que desemboca en el famoso puente romano de esta localidad burgalesa.

En estos primeros compases del Cañón las aguas del río Lobos son tragadas por un sumidero al poco de salir de Hontoria, y excepto en época invernal/primaveral el cauce del río suele andar seco.

Tras recorrer esta zona en diferentes momentos del año, debemos decir que gana mucho con agua, y es precioso seguir este camino tan ameno acompañado del balbuceo del río.

A pocos pasos aguas abajo de La Isla, desviándonos momentáneamente del itinerario circular, es una gozada ver manar el agua de las fuentes conocidas como Las Raideras, aunque para verlas con agua tiene que haber llovido bastante, y lo más probable es que tengas que mojarte los pies cruzando el río por unas desbordadas piedras pasaderas.

Dejando atrás el río, subimos por unos estupendos pinares hasta llegar al paraje de Los Tres Vallejos. En este cruce de caminos, para volver a Hontoria debemos coger el desvío que nos llevará por el sabinar de El Hocino.

Sin embargo, aquí tenemos la posibilidad de alargar nuestra ruta en unos 5 kilómetros para conocer uno de los parajes más bonitos del Parque Natural: el Mirador de Costalago. 

Para ello, seguimos la señalización de La Sierra / El Portillo Ancho, y de ahí pasando por Cabeza La Gayuba llegamos al Portillo de Costalago. Regresamos a Hontoria a través del sabinar por una variante señalizada de la PR-BU5.

     

Otras senderos señalizados

Al margen de las rutas anteriores, que, al ser las más populares, se han tratado con un mayor nivel de detalle, existe un buen número de caminos menos transitados que atraviesan el largo y el ancho del parque. Es importante señalar que no todos se encuentran bien señalizados sobre el terreno y en algunos casos las sendas se han perdido.

A continuación se reproduce una pequeña reseña de todas estas rutas, de acuerdo con la numeración que aparece en el mapa de senderos del Cañón del Río Lobos

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Ruta 1: La Sierra

Distancia: 7,5 km.
Principio: Puente de los 7 Ojos.
Fin: El Portillo. Mirador de Costalago.

El Cañón de la Hoz, la Dehesa de Santa María de las Hoyas, el Valle de Costalago. Desde el mirador se ven las serranías de Segovia y Madrid. Se observa la distinta vegetación entre la zona caliza y la silícea.

Ruta 2: Pico Navas

Distancia: 5,3 km.
Principio: El Portillo.
Fin: Pico Navas.

Se puede contemplar la Dehesa de Costalago desde los puntos más altos del Parque Natural:
- Al sur, la sierra de Segovia y la de Madrid.
- Al norte aparece la Sierra de La Demanda y la Sierra de Urbión.
- Al noroeste, los Picos de Carazo.

La vegetación es la típica de plantas aromáticas, y destaca la presencia del tejo. En cuanto a la Geología, la formación es la típica del lapiaz.

Ruta 3: El Torcón

Distancia: 10,25 km.
Principio: Agualinos.
Fin: El Portillo.

Se trata de un recorrido desde el principio del cañón donde podremos observar el trasiego del agua a través de sumideros, dando lugar al acuífero.

En época de lluvias se puede observar la surgencia del agua en el sifón de las Raideras. Cambiando de dirección, la ruta se dirige a través de la sierra y la Sima del Torcón al mirador de Costalago.

Ruta 4: Las Dehesas

Distancia: 7,35 km.
Principio: El Portillo.
Fin: Depósito.

Bajando del Portillo se recorre el Valle de Costalago, la Dehesa de Santa María, pasando por la Fuente del Pino hasta el Depósito. Vegetación típica de dehesa, pudiendo observar una masa de Pino Silvestre.

Ruta 5: La Lastrilla

Distancia: 4,04 km.
Principio: Depósito.
Final: Puente de los 7 Ojos.

Nos llevaría del Depósito, subiendo por la carretera de Santa María a San Leonardo de Yagüe al mirador de La Lastrilla, bajando por el Barranco de la Hoz y el Sumidero del Chorrón, que nos conducirá al Puente de los 7 Ojos.

Ruta 6: La Cantera

Distancia: 6,90 km.
Principio: La Cantera.
Fin: La Cantera.

Subiendo por una Cantera recorreremos una zona de pinar donde comprobaremos las diferencias entre Pino pudio y Pino negral, con la presencia de una pequeña laguna.

Ruta 7: Los Pimpollares

Distancia: 8,60 km.
Principio: El Portillo.
Fin: Carretera de Nafría a Santa María.

Se pasa por una zona de simas, con vegetación mixta de Pino silvestre, Pino pudio, sabina, enebro y encina.

Ruta 8: El encinar de Nafría

Distancia: 4,1 km.
Principio: Lavandero de Nafría.
Fin: Carretera de Nafría a Santa María.

Es de destacar la presencia de grupos de grandes encinas, únicas en todo el Parque.

Ruta 9: Río Ucero - El Castillo

Ver Senda del Castillo.

Ruta 10: Valdecea

Distancia: 5,8 km.
Principio: Comarcal SO-920, km 21,5.
Fin: Puente Nacedero.

Discurre por la paramera del Parque, con buenos ejemplares de Pino pudio, sabinas y aromáticas. Pudiéndose desviar a la sima del Cura Merino, enlazando con el camino a la Ermita de San Bartolomé.

Ruta 11: Mirador de las Gullurías

Ver Senda de las Gullurías.

Ruta 12: Valderrueda

Distancia: 9,30 km.
Principio: Puente de Congosto.
Fin: Valdecea.

Discurre por un bonito cañón que se va estrechando a medida que nos acercamos al río Lobos, y bajando por el río hacia la Ermita de San Bartolomé.

Ruta 13: Río Chico

Distancia: 9,24 km.
Principio: Puente San Mateo.
Fin: Nacedero Río Ucero.

Recorre una zona de huertas abandonadas, pasando por un antiguo molino, hasta llegar a un agreste cañón, desembocando en el río Ucero y enlazando con la ruta del Castillo hasta el Nacedero del río Ucero.

Ruta 14: Cabeza Gorda

Distancia: 11,75 km.
Principio: Puente el Quemao.
Fin: Puente de los 7 Ojos.

Se sube a la paramera paseando por un monte de sabinas, Pino pudio y enebros; llegando a la Sima de Torcajón, bajando por el río Lobos por el barranco de las Fuentes y subiendo por el río al Puente de los 7 Ojos.

Ruta 15: Balconcillo de la Ermita

Distancia: 9,25 km.
Principio: Puente de los 7 Ojos.
Fin: Valdecea.

Bajando por el río y subiendo por el Barranco de las Covatillas caminaremos por la paramera pasando por el Torcajo de Valdesneila, para alcanzar el balconcillo de la Ermita, con una vegetación de sabina, Pino pudio, Pino silvestre, encina y quejigo.

Si en tu visita quieres hacer un FreeTour, o necesitas comprar alguna entrada para algún Museo o para realizar alguna actividad, en este enlace te lo pueden solucionan, click aquí


    

    

y para comer cerca de la Ermita

Posada Real Cabana de Carreteros
Calle Angustias 45, 
42148 Casarejos, España
+34 975 37 20 62
Con Reserva

Mesón Julio Casarejos
Calle Centro, 6
 42148 Casarejos, España
+34 975 37 20 73

Otras Rutas Cercanas:


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