domingo, 22 de septiembre de 2019

Ruta por las Caras de Buendia, Cuenca

Esculturas y Naturaleza se funden en el emblemático paisaje del Pantano de Buendia en un lugar conocido con el nombre de la Ruta de las Caras.

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Se encuentra en la provincia de Cuenca, muy cerca de Buendía, y es un recorrido mágico y sorprendente, por plena naturaleza, que invita a dejar volar la imaginación contemplando cada una de las esculturas.

Así se esculpieron las caras. 

El conjunto escultórico o parque es de acceso libre y gratuito.

En el paraje conocido como “La Península” a tan sólo 3 ó 4 kilómetros de Buendía, arte y naturaleza se juntan. 

ACCESO


            

Para llegar con el vehículo hasta el aparcamiento de la ruta, hay que seguir la señalización que nos encontraremos desde el pueblo de Buendía.

La pista y accesos que unen Buendia y las esculturas son lo que se conoce oficial mente como Ruta de las Caras siendo la zona de las esculturas conocida como las Caras de Buendia por encontrarse en este municipio.

En el año 1992, el reparador de fachadas Eulogio Reguillo y el ceramista Jorge Juan Maldonado comenzaron a tallar con pico, cortafríos y otras herramientas esculturas en la piedra arenisca. Algunas de ellas están inspiradas en dioses de la India, Budas, cruces templarias e incluso en el director de orquesta y pianista Beethoven. 

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QUÉ VEREMOS

En la actualidad la Ruta de Las Caras cuenta con 18 esculturas de distintas dimensiones que van desde los 70 centímetros hasta los 4 metros de altura, que iremos encontrándonos en el recorrido circular de aproximadamente un kilometro y medio, y que nos permite disfrutar, junto con las impresionantes esculturas, de la naturaleza y de las bellas vistas del entorno del pantano de Buendía.

Las Caras de Buendia por definición, es un paraje formado por pinares y rocas areniscas del Pantano de Buendia en el que se encuentran esculpidas unas 18 esculturas y bajo relieves de 1 a 8 metros de altura por varios autores, teniendo este un recorrido turístico acondicionado para su visita, estas esculturas rompen la frontera de los museos y zonas urbanas para ensalzar y engrandecer la relación escultura y naturaleza a partir de la reflexión espiritual ya que estas tienen un carácter místico - religioso entrando en el contexto natural como esculturas frontales, hieráticas, estáticas y alegóricas totalmente integradas en la roca arenisca, tipica del Egipto Faraonico.

Los artistas de la ruta conocedores de las esculturas en piedra caliza de otros artistas y otras culturas, pronto supieron dar a sus esculturas un toque personal distintivo dando de lleno en lo más profundo y arcaico del ser humano. 

Comenzaron a esculpir la piedra inspirándose en las culturas precolombinas, pero continuaron sus sólidas y redondeadas esculturas compartiendo la característica posición frontal de los modelos orientales particularmente de la India. 

Estas esculturas reflejan en sus rostros lo que algunos denominan la sonrisa arcaica, empleada por los artistas como un artificio que da a los rostros un rasgo muy característico.

CÓMO LLEGAR A LA RUTA DE LAS CARAS A PIE

ITINERARIO DE IDA

Comenzamos la ruta a pie en el municipio de Buendía, en la C/ del Cementerio, junto a una de las puertas de la antigua muralla. Tras ella es donde podemos aparcar nuestro vehículo si hemos ido hasta allí en él. Continuamos por la C/ del Cementerio, encontrándonos con una ermita y el cementerio a nuestra izquierda.

Muralla y ermita

Llegamos a un cruce, donde tomamos el sendero de la derecha.

Primer desvío y depósto

Ya hemos salido del pueblo, caminamos por un sendero de arena y nos rodea el campo. Seguimos por este sendero hasta encontrarnos, a nuestra izquierda, una especie de depósito. Tras pasarlo, se nos abre un camino a la izquierda, por el que seguiremos nuestro camino.

Continuamos la ruta y a los minutos veremos un camino a nuestra izquierda. A la vuelta es por donde tendremos que ir para llegar a Buendía, pero ahora no le hacemos caso y seguimos de frente. Iremos viendo a nuestra izquierda el embalse de Buendía, y más adelante también podremos observar la Presa.

Presa de Buendía

Llegamos a un cruce, nosotros seguimos de frente. En este punto podremos ver una señal indicativa que nos dirige a la Ruta de las Caras de Buendía.

Cruce de caminos

Tras unos cientos de metros nos encontraremos con la zona habilitada para aparcamiento de vehículos y con la entrada a la Ruta de las Caras.

Esta excursión tiene muchas ventajas para ser un plan perfecto(en familia, ¡o no!).

La primera es la escasa dificultad de la ruta. 

Se aparca junto a la entrada en el parking habilitado y se siguen las indicaciones por un sendero casi llano y sin ninguna complicación. 

Se puede hacer hasta con carrito de niño y en terminarla se tarda aproximadamente una hora.


La ruta puede ser muy misteriosa. 

La segunda ventaja es que despierta la curiosidad de los niños y hace volar su imaginación. 

Al aire libre, en un entorno bonito y en familia, ¡perfecto! 

La tercera gran ventaja es que el acceso es libre y gratuito. Junto a la entrada hay una zona de merendero con mesas y sillas para poder hacer un pícnic con los niños antes o después de la ruta. Así se plantea un día redondo y 'low cost', y eso ya es mucho.



El lugar es un auténtico museo al aire libre, y el entorno le añade muchísimo encanto. 

Caminar por una zona arbolada entre pinares e ir encontrándose con las esculturas de diferentes autores, llegar al pantano y disfrutar de las preciosas vistas, porque el paisaje es impresionante. 

Aquí, descubrir las caras esculpidas en la roca es una parte del plan, recrearse con la naturaleza que las rodea es otra. 

Lo que vemos son las obras de los escultores Jorge Maldonado y Eulogio Reguillo, creadas entre los años 1992 y 2007. 

Ambos solían bañarse y pasar en Buendía los fines de semana (y se nota su amor al lugar). Las caras están talladas de manera artesanal con martillos, cinceles, piquetas y en ningún caso se utilizaron taladros eléctricos ni nada automático. 

Una de las curiosidades de su creación es que los escultores trabajaron por separado porque cada uno tenía su propio método: Jorge era más de aprovechar la forma de las rocas y trabajar la imaginación, y Eulogio prefería lo práctico, esculturas que durasen en el tiempo sin importar la dificultad. 

Este último hizo las esculturas en paredes verticales, lo cual supone más trabajo pero añade más protección.


Esculturas raras, raras, raras...

¿Qué encontraremos en esta ruta? 

Veremos caras de distintos tamaños y motivos: la Moneda de la Vida, la Cruz Templaria, el Beethoven de Buendía (con unos cabellos que ondean al viento gracias a las formas de la roca)... Los más populares son el Chemary, un personaje de fábula que parece salido de un gran libro, una especie de gran gigante dormido de más de 2 metros de altura que transmite la paz y la sabiduría del bosque.

Espectacular por su tamaño es Krishna. Una de las deidades hindúes más adoradas, decorada con muestras del arte religioso de la India. Mide 4 metros de alto por 3 de ancho y su presencia en Cuenca se debe a que Eulogio había visitado la India dos veces y estaba fascinado por este tipo de obras.

Tampoco deja indiferente a nadie Cara de Muerte, ¡una calavera! 

La única figura que mira a la salida del sol, una metáfora de la vida y la muerte: el busto contempla desafiante el resto de las caras y se interpone entre el agua y la tierra. Ojo, porque desde aquí se tienen vistas privilegiadas del pantano de Buendía.

Hay muchos seres escondidos, más pequeños y ocultos, que a los niños les vuelve locos encontrar. Se esculpieron en roca arenosa, que adquiere tonos amarillos y anaranjados, lo que concede al conjunto unos matices propios. Pero construir estas caras no fue fácil. 

La dureza de la roca complicó los trabajos. Algunas obras, como Krishna o Maitreya, tardaron ocho años en esculpirse y el Chamán, cuatro. La pregunta es si no se van desgastando. 

La respuesta es sencilla: todas están tratadas con un producto para retrasar la erosión que provoca la metereología adversa. 


Una ventaja con niños: el recorrido es sencillo

El recorrido es circular y sencillo: terminas donde empiezas y no tienes que deshacer el camino andado. 

Por algo reciben más de diez mil visitantes, lo que deja claro que el boca a boca y la labor del Ayuntamiento han dado sus frutos, puesto que a mediados del siglo XX esto era una zona deforestada por el pastoreo intensivo y la tala descontrolada. 

La construcción de la presa marcó el punto de inflexión de un gran cambio: se repobló la masa forestal con pino carrasco para prevenir la erosión de las orillas del embalse. Y el paisaje quedó tan espectacular como lo vemos y disfrutamos ahora.

Para hacer el recorrido completo necesitaremos una hora andando, aunque para acceder a la zona podemos ir en coche 

(Coordenadas del aparcamiento donde se encuentra un panel informativo con el recorrido y miniaturas de las caras: 40° 24' 10.88" N2° 45' 16.24" W ). 

Desde Buendía hay una pista y caminos de fácil acceso, por lo que en coche llegaremos en 5 minutos (4 Km de distancia

Dificultad: fácil.

Época recomendada: cualquiera.

Eso sí, con mucho calor llevad gorra o sombrero porque hasta que comienza propiamente la Ruta de las Caras no hay sombras.

QUÉ VER EN LA RUTA DE LAS CARAS

Más abajo os detallamos con mapas interactivos cómo llegar a la Ruta de las Caras a pie y en coche.

Nos encontramos, pues, en la zona habilitada como aparcamiento y frente al acceso de la Ruta de las Caras. Vemos un panel informativo y seguimos el sendero, cruzando el merendero.

De pronto nos topamos con la primera escultura.

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Se trata de la Moneda de la Vida. 

En este primer tramo están todas muy cerca, por lo que seguidamente veremos La Cruz Templaria y Krishna.

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Cruz Templaria 

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y Krishna

Y siguiendo el sendero, a los pocos pasos, aparecen las extraordinarias Maitreya y Arjuna. ¡Son enormes!

Maitreya y Arjuna

Tras contemplarlas, continuamos la ruta, que nos lleva hasta un bonito mirador al embalse.

  

Mirador del embalse de Buendía

Disfrutamos de las relajantes vistas y seguimos el sendero para encontrarnos con la bella Espiral del Brujo y con la última escultura de este primer tramo, el Chemary.

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Espiral del Brujo, 

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Chemary y 

A partir de aquí las esculturas están algo más alejadas las unas de las otras, lo que nos hace centrarnos un poco más en el entorno que nos rodea. La primera escultura que nos encontramos en este segundo tramo es La Monja.

 un poco más adelante se encuentran el Chamán y Beethoven.

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Chamán y 

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Beethoven

Aquí tenemos que tener cuidado porque es fácil saltarnos las siguientes 3 esculturas.

Se encuentran frente a la de Beethoven, algo metidas en el pinar.

Son las de el Paleto y 2 duendes,

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el Duende Indio 

Resultado de imagen de Duende de la Grieta.cara de buendia

y el Duende de la Grieta.

Por aquí se esconden

¿Las encontráis?

Tras localizarlas, volvemos al sendero y empezaremos a divisar, a lo lejos, una calavera en un alto.

Es la escultura llamada De Muerte. Subiremos donde se encuentra y contemplaremos las vistas que nos ofrece este lugar.

Imagen relacionada
De Muerte

Bajamos de nuevo al sendero y nos fijaremos en la roca de nuestra derecha, bajo la calavera, y podremos apreciar la Dama del Pantano.

Y tras esta, nos adentramos en el último tramo, en el que nos esperan las 3 últimas esculturas y un pequeño secreto que os vamos a desvelar.

Caminaremos paralelos al embalse, siguiendo el sendero y disfrutando del paisaje.

Y poco después nos encontraremos con la Cruz del Temple y dos vírgenes, la Virgen de Lis y la Virgen de las Caras.

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Vírgen de Lis y Virgen de Las Caras

Y aquí termina la Ruta de las Caras, pero antes el secreto, que no nos olvidamos de desvelároslo jeje

Vamos a ir a una cala, donde estuvimos muy tranquilos y donde además, por sorpresa, nos encontramos con otras dos Caras Escondidas.

y Vamos a descubrir un tranquilo rincón junto a la Ruta de las Caras de Buendía. 

Un rincón donde podemos contemplar dos caras escondidas, quizás secretas.

CÓMO LLEGAR

Resultado de imagen de Caras Escondidas buendiaPara llegar al lugar que os comentamos debemos acercarnos a la escultura de la calavera, conocida como De Muerte. 

Subimos hasta el mirador donde se encuentra y tomamos un sendero que se dirige a la derecha.

Tras unos cientos de metros caminando paralelos al embalse, el paisaje se aclara y, por sorpresa, se aparece ante nosotros una increíble cala.

Cala en el embalse de Buendía

Nos quedamos asombrados, por lo que decidimos acercarnos y verla de cerca. 

Había que descender una pequeña pendiente para llegar hasta la orilla del embalse, así que cuidadosamente fuimos bajando. 

No era mucha la pendiente, pero el suelo era de arena y se desprendía con facilidad, por lo que no era difícil resbalarse.

Y por fin, llegamos a la orilla de la cala. 

Más que un embalse, parecía una playa. La recorrimos de lado a lado y decidimos quedarnos allí. Parecía un lugar perfecto para comer y descansar un rato.

Orilla del embalse de Buendía

Así que nos instalamos junto al agua, disfrutando de la tranquilidad, de la brisa y del entorno que nos rodeaba.

Nos pusimos a tirar alguna que otra foto y de repente nos dimos cuenta que una especie de cara se encontraba a nuestra izquierda. 

Estaba escondida entre las rocas y no nos miraba de frente, se encontraba de perfil. Nos acercamos y efectivamente, ¡era una roca esculpida en forma de cabeza!

Cara escondida en Buendía

¡Una cara escondida y secreta en una cala del embalse de Buendía!

Después de la sorpresa, comimos y descansamos frente al “mar”. 

Pero nos empezó a picar la curiosidad y empezamos a buscar con la mirada alguna roca que pudiera estar esculpida en forma de cara. 

Pero no encontramos nada más. Hasta que un tiempo después, ¡vimos de nuevo otra roca esculpida!

Esta no tenía forma de cara, era un animal. 

Una especie de lagarto o lagartija, de buen tamaño, que parecía estar trepando entre las rocas buscando el calor del sol.

Lagarto esculpido en el embalse de Buendía

Atónitos, hicimos unas cuantas fotos más y pensamos si era posible que en el embalse existieran más caras o formas esculpidas en el embalse de Buendía.

Resultado de imagen de Caras Escondidas buendiaEs cierto que, si habéis realizado la Ruta de las Caras, habréis visto que existen caras esculpidas que no están marcadas en la ruta ni en los paneles informativos. 

Nosotros vimos unas cuantas en todo el recorrido, como estas de las fotografías.

Caras escondidas en la Ruta de las Caras

Pero fuera del itinerario, como las que encontramos en la cala, ¿hay más?

Y aquí os pedimos ayuda, ¿sabéis si hay más “caras escondidas” en Buendía?

Si es así, enviadnos vuestras fotos, ¡las estamos esperando!

Os dejamos con el mapa interactivo donde detallamos cómo llegar a este lugar.

  
ITINERARIO DE VUELTA

Tras disfrutar de la Ruta de las Caras nos disponemos a volver a Buendía. Podemos realizar de nuevo la ruta en sentido contrario y llegar al aparcamiento de vehículos, o bien podemos tomar un sendero que sale detrás de las últimas 3 caras que nos conduce hasta el camino, justo antes de llegar al aparcamiento. Una vez en el sendero, continuamos dirección Buendía.

En el primer cruce iremos por donde vinimos, es decir, tomaremos el camino de la derecha. Seguiremos por aquí hasta llegar de nuevo a otro cruce. Aquí volveremos a tomar el camino de la derecha. Veremos el depósito a lo lejos a nuestra izquierda.

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De vuelta a Buendía

Seguimos nuestro camino, con el embalse a nuestra derecha. Veremos un camino que sale a la izquierda, le obviamos. Y poco después llegamos a otro cruce. Seguimos de frente. A lo lejos ya podemos divisar Buendía.

Pronto llegaremos al cementerio, donde tomaremos el camino de la derecha para entrar al pueblo y dirigirnos al punto de inicio de esta ruta, la muralla.


           

Y Para comer 

Bar Julmi
Plaza de Abajo N 5 | 
Se recomienda reservar., 
16512 Buendía, España
+34 969 37 39 88

Restaurante La Casa de la Médicas
Calle de San Pedro 2, 
16512 Buendía, España
+34 625 48 70 47

Cafetería-bar Marlovi
Calle Botica 9 | Junto al Museo de la Botica,
 16512 Buendía, España
+34 682 22 99 14

Otras Rutas Cercanas:

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